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El chico que hablaba con las estrellas. por DNA

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Notas del capitulo:

Disfruten ¬u¬

-¡No lo hagas por favor!-suplicó entre humillantes sollozos que captaron la atención de los otros dos inmediatamente-No…no me hagas esto Sehun-pidió de forma patética perdiendo la poca dignidad que pudo haber conservado.

Los azules orbes de la preciosa joven lo observaban con curiosidad, Sehun estaba en silencio y aunque  Luhan no se atrevía a mirarlos sabía que él estaba observándolo, las lágrimas peleaban por salir y él luchaba por retenerlas, era completamente cociente del error que había cometido al dejarse ver tan vulnerable y herido frente a Sehun pero no había podido cerrar la boca.

-Sehun... ¿quién es ese chico?-preguntó la castaña.

-Luhan-susurró Sehun.

Su nombre saliendo de los labios ajenos era como alcohol derramado en la herida que parecía crecer más con cada respirar, ¿qué tan estúpido debía ser para continuar ahí?

-Luhan... ¿qué...?

-No lo hagas-sollozó-Por favor...no quiero perderte...estoy siendo egoísta y lo sé porque...no tengo derecho a retenerte a mi lado si tú ya no me quieres pero yo...no quiero que me dejes-estaba cayendo muy bajo y lo sabía bien pero no podía detener las palabras que fluían prácticamente solas-No tengo nada que ofrecerte ya sé...no soy divertido, tampoco interesante o agradable pero...te amo y...aunque no pueda prometerte cambiar todos mis defectos yo...nunca voy a dejar de quererte como te quiero-prometió.

El aire le faltaba, estaba dando el más lamentable de los espectáculos pero tenía tanto miedo de alzar la mirada para verlo porque lo más probable era recibir su desprecio.

-¿Qué está pasando Sehunnie?-habló ella.

-No te quiero, jamás lo haré y no estoy dispuesto a perder por ti al amor de mi vida por eso...yo espero que lo entiendas y no vuelvas a buscarme o llamarme-pidió.

Seguramente que el corazón de una persona se partiera en dos era imposible pero Luhan acababa de sentir tanto dolor que eso debía ser lo que acababa de suceder, quería irse pero sus piernas temblaban y lo más probable era que con solo un pasó iba a terminar en el suelo, ¿sería realmente ese su final?

-Lo entiendo.

La quebrada voz de aquella joven lo tomó por sorpresa y lo hizo mirar hacia ellos por primera vez luego de largos y angustiantes minutos, ella tenía la mirada en el suelo y los ojos cristalinos cuando giró el rostro hacia él.

-Tienes mucha suerte-musitó obsequiándole una sonrisa forzada.

Ella miró una vez más a Sehun y se encogió de hombros para luego dar la media vuelta y alejarse entre las oscuridad de los solitarios pasillos, la mirada de Luhan chocó con la angustiada mirada de Sehun, lo había elegido a él y...no, siempre había sido él y no esa chica.

-No por favor-suplicó Sehun rodeándolo protectoramente entre sus brazos-No llores así mi pequeña estrella, lo siento tanto, todo es mi culpa.

-Se-Sehun.

Sus brazos se envolvieron con fuerza en torno a su cuerpo para corroborar que era él y que no estaba soñando y no lo estaba, él de verdad estaba ahí abrazándolo mientras sus manos daban suaves caricias sobre su espalda, sus labios besaron innumerables veces su cabello y no paraba de decirle palabras tiernas para que parara de llorar.

-¿T-tú en verdad me...?

-Siempre Hannie, siempre serás tú, únicamente tú-le aseguró.

-E-ella...

-Lo siento, perdóname por hacerte llorar, jamás haría algo que te dañara, yo nunca voy a lastimarte de ninguna forma, no a ti-prometió.

-No yo...dude de ti y...

-No me importa-dijo con una sonrisa mientras negaba lentamente con su cabeza.

-¿Pu-puedes…tú puedes be-besarme ahora?-preguntó en voz muy baja.

Las manos de Sehun rozando su rostro lo hicieron estremecer y por primera vez no sentía el ligero calor que le provocaba el rubor que siempre se extendía por su rostro ante su toque, seguramente sería culpa de las lágrimas, podía ser también lo necesitado que se sentía o el hecho de que ahí hacía frío.

-Estas temblando-murmuró Sehun.

-Es…ten-tengo algo de frío-respondió en un murmullo.

-Si bueno eso es un problema porque yo…

-Le diste tu saco a esa chica,  ya lo sé-masculló, su ceño se frunció al recordar eso y los brazos de esa chica rodeando su cuello-¿Quién era ella?-preguntó seriamente.

Seguramente Sehun hubiera encontrado graciosa la expresión que tenía Luhan en cualquier otro momento pero no en ese que sentía como si fuese el peor de los criminales siendo juzgado.

-S-Se llama Rousse-respondió con nerviosismo.

-No te pregunté su nombre, quiero saber quién es-repuso con voz de advertencia.

-Es...alguien que es conveniente para mi padre-explicó.

-¿Por qué estabas con ella?-exigió saber.

-Bue-bueno yo...espera un segundo, ¡tú estás celoso Xi Luhan!-acusó con diversión señalando a su novio que no parecía para nada divertido.

-Sehun-gruñó.

-Luhan no es lo piensas yo no...

-¿No es lo que pienso?-masculló, la mirada dulce de su Luhan se había desvanecido y ahora solo había un ceño fruncido y una mirada amenazante-¡Ibas a besarla!-acusó.

-¡No claro que no iba a hacerlo!-se defendió alarmado.

-¡Lo ibas a hacer!-repitió furioso y Sehun trató de pensar en si alguna vez lo había visto así de enojado y la respuesta fue un gran NO.

-Luhan tienes que tran...

-¡No, no me tranquilizo nada y quiero una explicación ahora!-exigió.

Sehun lo miró alarmado intentando pensar en una buena forma para tranquilizarlo, el sonido de pasos lo alertó y antes de que aquella persona llegara a donde ambos estaban cubrió la boca de Luhan con una mano y lo arrastró con él para ocultarse lo mejor posible.

-Shhh-emitió cuando su enojado novio comenzó a hablar aún con su mano cubriéndole la boca.

-Luhan-ambos observaron a la dueña de aquella voz encontrándose con la madrasta de Luhan-¿A dónde se habrá metido ese fastidioso mocoso?-masculló con enojo antes de continuar su camino.

Sehun suspiró aliviado al verla alejarse, miró nuevamente a Luhan que no dejaba de lanzarle esa molesta mirada acusadora y luego de un profundo suspiro tomó su mano y comenzó a arrastrarlo a un lugar donde no pudieran molestarlos mientras continuaban con su pequeña charla.

-¿Dónde estamos?-inquirió con enojo.

-En una de las habitaciones del hospital, estas muy enojado y...

-¿Y esperas que no lo esté después de lo que vi?-cuestionó y Sehun habría jurado que escuchó el rechinar de sus dientes.

-Claro que espero que no lo estés porque no hice nada malo-afirmó con ansiedad recibiendo una mirada rencorosa de parte de Luhan-Por favor ya no me mires así-pidió con una mirada suplicante que no valió en absoluto a los ojos de su muy enojado novio.

-Ibas a besarla-repitió una vez más esa frase que parecía como un mantra para él.

-No, no es así Hannie, te juro que Rousse no iba a...

-¡Ella te abrazó y comenzó a acercar su perfecta cara de muñeca de porcelana a ti y tú te quedaste ahí parado como un tonto, inmóvil!

-¡Fue porque no iba a besarme, Rousse siempre hacia eso pero jamás me besaba!-aseguró un poco histérico.

-¡No te creo, ella iba a besarte y tú ibas a dejarla!-acusó con la voz en un hilo.

-No Hannie, jamás la hubiera dejado acercarse de haber estado seguro de que ella iba a besarme realmente-su voz se volvió suave y tranquila para no alterarlo más.

Luhan rechazó su tacto cuando hizo ademan de tocarlo, su entrecejo estaba fruncido y sus labios tenían un puchero que en cualquier otro momento a Sehun le hubiera pareció adorable pero no en ese momento cuando se veía tan dolido y amenazaba con volver a derramar lágrimas.

-Probablemente ahora no quieras escucharlo pero Rousse no es mala, ella hacia eso cuando salíamos a veces pero nunca me besó porque ella decía que su primer beso sería para la persona que de verdad amara, no lo iba a hacer te lo juro.

-¿No mientes?-preguntó en un débil susurró.

-A ti, jamás mi amor-sus manos acusaron el rostro de Luhan que rió débilmente al escuchar lo último.

-Yo...lamento mi reacción pero...no sé yo...cuando te vi con ella no pude evitarlo y...

-¿Bromeas?-rió de forma tonta-Eres demasiado encantador cuando estas celoso-Luhan se sonrojó hasta las orejas al escucharlo decir eso y desvío la mirada a otro lado.

-A-aún no…no me besas-le recordó acentuando más el puchero en sus labios provocando con ello la melódica risa de Sehun.

-Que tonto soy, ¿cómo pude olvidar algo así?

Su nariz rosó juguetonamente la del rubio que no pudo detener la sonrisa tonta que se extendió en sus labios, los labios de Sehun se pensionaron suavemente en su mejilla para luego viajar a sus labios donde apenas los acarició.

Una rápida mirada a los ojos de Sehun alejaron todas las dudas y el absurdo miedo que había sentido minutos atrás, porque los ojos de Sehun no podían mentirle cuando lo miraban con tanto afecto y devoción, algo así no podía fingirse.

Los labios ajenos volvieron a besar repetidamente los suyos con pequeños y ruidosos besitos que le hacían cosquillas en los labios, parecía alguna clase de tierno juego destinado únicamente a provocarles sonrisas infantiles y uno que otro suspiro.

El último de los besos duró más que los demás, sus labios no solo se unían por algunos segundos y sin embargo no perdió la ternura de sus caricias y aún así algo cambió.

Hubo un cambio tan grande que ambos ignoraron como si fuese algo realmente habitual y no eran las manos tímidas de Luhan que en lugar de aferrarse a sus hombros habían ascendido a su cabello encargándose de despeinarlo por completo en un intento de unirlos más, tampoco fue ese instante en el que la atrevida lengua de Sehun se coló a la dulce boca de Luhan para comenzar a jugar con el inexperto músculo ajeno.

Lo más probable era que lo que hacia la situación tan diferente era todo eso en conjunto con las ganas y ansiedad con la que sus labios se buscaban devorando y degustando cada centímetro conocido y desconocido de la boca contraria a la de los dos.

-¿Qué estamos haciendo?-preguntó Sehun cuando sus pulmones lo obligaron a buscar oxígeno, su respiración estaba acelerada al igual que su ritmo cardíaco, su voz un poco más grave y su cuerpo un poco más caliente de lo normal.

-N-no sé-susurró, estaba en igual o peores condiciones que Sehun además de sentir un poco de miedo y aún así quería más de las extrañas sensaciones.

-Tenemos que detenernos ahora o...

-N-no quiero-interrumpió-N-no quiero parar-musitó.

La mirada de Sehun se veía más oscura de lo normal, sus labios estaban rojos y brillaban dándole un provocativo matiz a la sonrisa que se extendió en ellos, su mano derecha rosó superficialmente sus labios y volvió a besarlo castamente.

Los brillantes ojos de Luhan seguían cada movimiento que él hacía, sus manos se unieron y sus dedos se entrelazaron y Sehun comenzó a guiarlo hasta la cama que ahí había y debía recordarle que estaban en un hospital y que lo que pretendían hacer era inapropiado pero de nada sirvió cuando Luhan había olvidado como pensar con lógica en el instante que Sehun le quitó los zapatos y besó su pie derecho con suavidad.

Un leve empujón con la punta de los dedos fue lo único que hizo falta para dejar su cuerpo tendido en la cama y bajo el control absoluto de Sehun que lo miraba desde arriba, su cuerpo sobre el suyo más pequeño.

-Puedo detenerme aún-había una sonrisa en su labios y acariciaba su cabello con delicadeza, algo que Luhan no quería olvidar.

-No.

-Nunca he echó esto, podría decepcionante o hacerte daño-advirtió.

-N-no tú...tú jamás me decepcionarías ni me harías daño...lo prometiste instantes atrás y...y-yo tampoco he hecho esto entonces po-podemos...descubrirlo juntos-era él quien decía eso y aún sabiendo eso su mirada avergonzada estaba en otra dirección.

Los labios del peli plata volvieron a reclamar los suyos, el intruso de antes volvió a adentrarse en su boca probando de nueva cuenta cada centímetro deteniéndose a incitar a su propia lengua a juguetear también.

La respiración del rubio volvió a ser agitada, su corazón se aceleró de nueva cuenta y un suspiró murió en la boca de Sehun al sentir las manos del más alto trazando lentamente el contorno de la parte superior de su cuerpo provocándole una reacción para él desconocida.

-¿Q-qué fue eso?-balbuceó asustado y sorprendido en igual medida.

-¿No lo sabes?-preguntó Sehun mostrándole esa sonrisa traviesa que Luhan amaba y temía.

-N-no-musitó, sus mejillas debían estar más ruborizadas que nunca antes.

-¿Te enseño?-Luhan asintió un tanto inseguro-Esto es un suspiro-le susurró al oído logrando que suspirara efectivamente-Lo de antes es un jadeo-sus labios acariciaron su sensible cuello y aquella extraña reacción se repitió-Y después...un gemido.

-A-ah-el quedo sonido escapó de sus labios cuando los dientes de Sehun se clavaron gentilmente en su cuello enviando un placentera-y jamás experimentada-corriente de electricidad por su cuerpo.

-Y esa es mi meta Luhan, escucharte hacer eso toda la noche-susurró de forma tentadora.

Luhan sabía que no había sido una pregunta e igual asintió lentamente, su boca fue atacada una tercera vez quitándole el aliento y generando un indecoroso chasquido al ser abandonada.

Su cuello fue el nuevo objetivo y entretenimiento de Sehun, sus labios besaban, mordían y succionaban pálida piel que pronto tendría más de una de esas marcas que Sehun disfrutaba hacerle.

Luhan apenas podía respirar con normalidad, cada toque le enviaba una corriente directo a su zona íntima haciéndole sentir tan extasiado como incómodo y no era que fuera tonto ni mucho menos pero en todos sus años era posiblemente la segunda ocasión que experimentara la excitación.

Los rápidos y hábiles dedos de Sehun abrieron cada botón primero de su saco y seguidamente de su camisa que terminaron en el suelo muy lejos de su cuerpo.

Un repentino sentimiento de inseguridad atormento los pensamientos del rubio que pensó en dar marcha atrás pero ese pensamiento se esfumo tan pronto como la boca del peli plata recorrió entre húmedos besos y suaves mordidas sus clavículas y con sus manos exploraba su torso hasta descender a su vientre volviendo a ascender delineando con sus dedos sus costados hasta llegar a sus pezones.

Un fuerte jadeo su precipitó fuera de su boca, cuando la lengua de Sehun tocó uno de sus sensibles botones, su entrepierna comenzó a doler y sus manos se volvieron puños que clavaban sus uñas a la palma de sus manos luego de que la boca de Sehun tomara en su totalidad su sensitivo botón haciéndole sentir cada vez que Sehun dibujaba el contorno con su caliente lengua, o sus dientes pellizcando con doloroso placer e incluso las deliciosas secciones que lo hacían arquear la espalda en busca de más.

Gemidos suaves irrumpían en medio del silencio, Luhan sentía todo su cuerpo en llamas, Sehun parecía tener la técnica perfecta para hacerlo sentir en el cielo y el infierno a la vez y Luhan deseaba terminar de derretirse bajo sus manos.

-La ropa Luhan-susurró con voz grave-Desnúdame, quiero que me toques-pidió.

Y Luhan era tan obediente que Sehun deseaba empujarlo y poseerlo sin más porque Luhan lo provocaba con la forma nerviosa con la que deshacía los botones, con su mirada deseosa e inocente a la vez, con sus mejillas sonrojadas y con esa sonrisa tan pura y dulce, tan suya.

La camisa término en el suelo y él atacó con fiereza los dulces labios de su angelical Luhan, las manos de él parecían buscar algo a que aferrarse más que acariciarle la espalda y cuando gemidos se mezclaron dentro de sus bocas Sehun se sintió al borde.

Sus caderas se movieron repitiendo el mismo movimiento solo para observarlo desde arriba, deleitándose con su magnífica expresión de placer cuando sus miembros se funcionaron juntos.

La paciencia término luego de la erótica imagen que obtuvo y terminó por desnudarlos a ambos con un poco de rudeza, permitiendo que sus ojos recorrieran cada centímetro de piel desnuda del chico bajo su cuerpo, algo parecido al temor fue lo que vio en los ojos ajenos confirmando sus sospechas cuando se percato de que mordía su labio inferior como siempre que algo le preocupaba o lo ponía nervioso.

-Eres precioso, ¿lo sabes?

La mirada de Luhan volvió a conectar con la suya, fue él quien lo atrajo a un nuevo beso cargado de ansiedad y la misma pasión que los había llevado a eso, sus manos acariciaron las perfectas piernas de Luhan disfrutando de su tersa piel, rodeó su miembro con la diestra iniciando un lento vaivén con su mano que iba desde la base a la punta.

Los gloriosos gemidos de Luhan comenzaron a llenar la habitación siendo el mejor de los afrodisiacos mientras el cuerpo ajeno temblaba bajo su toque y revolvía en busca de más.

La mirada empeñada y lujuriosa que el rubio le dirigió lo hizo tragar duro, había estado portándose atrevido y descarado todo ese tiempo pero sobre eso que hacia Sehun no tenía más experiencia que la que un par de vídeos porno que había visto en internet le pudieran dar y aún con todos los nervios que sentía llevó dos de sus dedos hasta su boca.

La mirada de Luhan fija en él durante todo el tiempo que le tomó lubricar sus dos dígitos lo estaban enloqueciendo no necesitó decir nada y ver la forma en cómo su inocente Luhan le abría las piernas lo hicieron gemir, él jadeó cuando el primer dedo delineó el estrecho y virgen anillo de músculos, ingresó lentamente buscando hacer el menor daño posible pero la expresión adolorida e incómoda de Luhan decían lo contrario.

Su mano volvió moverse sobre su miembro logrando distraerlo del dolor incluso cuando el segundo dígito entró y comenzó a moverse en su interior entrando y saliendo, abriéndose más de una vez.

Fue Luhan quien luego de un par de minutos tomó su mano y la apartó, sonriendo para él cuando lo miró interrogante.

Sus miradas se conectaron, los brazos de Luhan rodearon su cuello y sin dejar de mirarlo a los ojos comenzó a penetrarlo lentamente, el rostro de Luhan se deformó en una mueca de dolor que le sacó un par de lágrimas y un suave sollozo cuando Sehun entró del todo.

Las estrechas paredes asfixiaban exquisitamente su erección que dolía porque se moviera pero no iba a ser egoísta e ignorar a su Luhan por lo que se concentró tan solo en besar su rostro y retirar un poco su húmedo flequillo que se adhería por el sudor a su frente.

-Lo siento-susurró besando tiernamente la frente de Luhan.

-Está bien...me gusta-musitó.

-Te amo.

Luhan sonrió y Sehun se grabó en la memoria la perfecta imagen de la sonrisa de Luhan, lo besó con calma hasta que finalmente Luhan le pidió continuar.

Embestidas lentas y profundas provocaron que Luhan se resolviera extasiado bajo u cuerpo cada vez que su miembro salía entrando con fuerza de nueva cuenta, fuertes gemidos eran música de fondo que armonizaba perfectamente con el sonido de piel contra piel.

La voz de Luhan lo excitaba más que cualquier cosa, suaves labios acariciándole el oído mientras gemía continuamente con cada penetración.

Lo escuchó balbucear palabras sin sentido que pronto se transformaron en más rápido, más fuerte, más profundo, más, más y más.

El volumen de los gemidos de ambos se elevó cuando las estocadas se volvieron rápidas y duras, Luhan parecía maullar y a Sehun le encantaba escucharlo suplicándole que no parara.

El rubio gritó su nombre, arqueó la espalda y lo arañó cuando dio en su punto más sensible, sus paredes se contrajeron en torno a su miembro aprisionándolo exquisitamente, las penetraciones se volvieron frenéticas, duras y descoordinadas haciendo que la cama golpeara con la pared en repetidas ocasiones, la imagen de Luhan empujándose rápido y fuerte hacia él buscando sentirlo llegar más profundo y escucharlo gritar su nombre como un poseído era algo simplemente impresionante.

Luhan gritó su nombre una última vez antes de convulsionar y derramarse entre sus cuerpos sin necesidad de tocarse, sus paredes se contrajeron estrangulando exquisitamente su miembro haciendo que terminara en el interior de su casi inconsciente Luhan que gimió ante la caliente sensación en su interior.

Su mirada buscó la de Luhan recibiendo a cambio la más hermosa de las sonrisas y Sehun apenas podía creer que aún después de lo que acababan de hacer Luhan realmente pudiera verse tan dulce e inocente.

-Vas a...volverme loco-murmuró trabajosamente dejándose caer suavemente a los brazos de su tentador ángel.

-Te amo-susurró.

-Yo más.

Una suave risita lo hizo sonreír como el idiota enamorado que era, se acomodó con mucho cuidado de Luhan atrayéndolo a sus brazos.

-Y ahora...creo que eres oficial y únicamente mío-dijo completamente feliz.

-Ya lo era Sehunnie-aseguró.

-¿Ya no estarás molesto por lo de Rousse?-Luhan negó rápidamente con un movimiento de cabeza-¿Por qué te molesto tanto eso?-preguntó curioso.

-Yo...supongo que tuve miedo.

-¿Miedo?

-Que me dejaras...es porque que...tú podrías tener a quién quisieras y tú estas conmi...

-Eres al único que quiero-aseguró cortando sus palabras.

-Ahora lo sé pero seguramente tu familia esperará que tú te cases con alguien como esa chica y yo no podré decir nada porque...somos amigos-susurró la última palabra.

-¿Te gustaría que todos supieran de nosotros?-preguntó, le avergonzaba tener que ocultar a Luhan.

-La verdad es que...me gustaría mucho poder decirle a todo el mundo que estamos juntos pero...-Sehun lo miró con impaciencia esperando escuchar el resto-También sé que es complicado para ti por eso no me importa y también está bien porque puedo tenerte solo para mí-sonrió de forma brillante enloqueciendo el corazón del peli plata.

-Un día voy a hacerle saber al mundo que estamos juntos, te lo prometo.

-No importa-aseguró-Yo soy muy feliz ahora.

Sehun lo abrazó con fuerza, sabía que Luhan nunca iba a pedirle nada más de lo que pudiera dar y por muy agradecido que se sintiera por eso también planeaba esforzarse para darle todo de sí a Luhan porque él lo merecía más que nadie.

Notas finales:

Ámenme <3


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