Cuando finalmente llegaron a su destino la mano de su padre volvió a sujetar con fuerza su brazo para bajarlo a base de empujones y jaloneos con los cuales Luhan ni se molesto en luchar, entre menos se resistiera más rápido sería eso y más rápido podría largarse de ahí.
-¡¿En qué carajos estabas pensando?!-preguntó su furioso padre una vez llegaron al sala de estar de la nueva casa que su padre había adquirido.
-No sé muy bien a que se refiera con exactitud-respondió con calma antes de encogerse de hombros.
-No te hagas el gracioso y explícame esa...esa monstruosidad-dijo señalando con asco la revista que estaba sobre la mesita de la sala de estar.
-¿Se refiere a Sehun y yo?-inquirió fingiendo no comprender del todo aun.
-Luhan-gruñó como advertencia a su hijo.
-Y que quiere que le expliqué, ¿qué no vio la foto?, ¿acaso es estúpido o algo?-bufó.
-¡Cuida tu boca!-advirtió.
-Pues deje de hacerme preguntas tan idiotas, sí ya vio la fotografía y leyó la entrevista sabe perfectamente que Sehun y yo somos algo más que amigos-respondió frunciendo el ceño a la expresión que su padre le mostró.
-¡¿Es qué tú también has perdido la cabeza como ese enfermo?!-exclamó escandalizado.
-¡No le permito hablar así de él, no hay nada de malo con nuestra relación, no le hacemos daño a nadie y nos amamos!-afirmó.
-¡¿Estas escuchando lo que dices sí quiera?, su relación es una abominación, ambos son hombres y eso que hacen es anormal!-sentenció.
-¡No, eso no es así, no hay nada anormal o abominable con el amor porque para el amor no importa el sexo, el color de piel, la nacionalidad o la religión, lo que usted dice no son más que tonterías!
-¡Te prohíbo continuar con esta absurda relación!
-¡Usted no es nadie para prohibirme nada, yo no voy a terminar mi relación con Sehun nunca!
-¡¿Acaso no te das cuenta que por tu culpa somos el hazmerreir de todo el mundo?!
-¡Me importa un comino lo que el mundo entero piense, no van a separarme se Sehun!
El mayor se pasó una mano por el rostro intentando tranquilizarse antes de hacer una tontería por culpa de su hijo, logró calmarse luego de contar mentalmente hasta veinte y una vez más trató de hacerlo entrar en razón.
-Luhan, hijo-llamó cariñosamente colocando sus manos sobre sus hombros dado un suave apretón-Esto seguramente es una etapa y cuando pase veras que vas a cambiar de opinión-afirmó.
-Una etapa-rió con sarcasmo-Pues creo que para estas alturas ya deberías saber que llevó cuatro años con esta etapa, ya no soy un niño y sé perfectamente cuál es mi orientación sexual desde que tengo quince, me gustan los hombres y nada va a cambiarlo y mucho menos ahora que conocí a Sehun, no voy a dejar que me aleje de él-sentenció.
-¡NO VAS A VOLVER A VERLO NUNCA MÁS!-gritó su padre apretando dolorosamente sus hombros los cuales antes había acariciado con gentileza.
-¡No va a detenerme!
-¡Deja de ser tan imbécil y date cuanta que esta relación es asquerosa!
-¿Asquerosa dice?-rió con diversión-¡El hombre que tiene a una cualquiera usurpando el lugar de mi madre no tiene derecho a decirme que mi relación es asquerosa!
-¡CÁLLATE!
El puño se su padre se estrelló con suma fuerza en su rostro, el desagradable sabor metálico de la sangre tocó sus papilas gustativas y por mucho que eso dolía se obligó a sonreír mientras volvía a mirar a su padre.
-La verdad da asco, ¿no es así?-masculló-Pero sí no se la digo yo nadie lo hará, porque únicamente yo se la clase de seres despreciables que son usted y esa mujer.
-¡HE DICHO QUE TE CALLES!-volvió a gritarle y una vez más su puño viajó hasta el rostro de su hijo-¡Eres el menos indicado para juzgarme cuando estás haciendo algo como está abominación, no sabes el asco que siento al verte a la cara, tu madre debe estarse revolcando en su tumba por tu culpa!
-¡NO SE ATREVA A MENCIONAR A MI MADRE, USTED DEJÓ DE TENER ESE DERECHO CUANDO ELIGIÓ A ESA MUJER!-gritó con los ojos llenos de lágrimas.
-Ahora mismo desearía haberla elegido mucho antes para que nunca hubieras nacido, eres un error, se me revuelve el estómago de sólo verte-masculló con desprecio.
Luhan sintió cada palabra clavarse hondo en su corazón porque por muchos problemas que tuvieran era su padre a final de cuentas y escuchar todo eso del hombre que le había enseñado a jugar soccer cuando tenía cuatro era lo peor que podía experimentar en esos momentos.
-Tú ya no eres mi hijo, olvídate de mí y no vuelvas a buscarme, tú ya no tienes padre ni hogar así que sal de aquí ahora-ordenó.
-Papá...yo ya no tenía ni padre ni hogar desde que Jinju llegó-dijo con una sonrisa desolada y lágrimas corriendo libremente-Yo...tan sólo espero que nunca te arrepientas porque yo no voy a perdonarte nunca-susurró con su voz quebrada.
Salió de aquel lugar tan rápido como pudo y corrió con todo lo que tenía hasta el parque donde Sehun le enseñaba a andar en bicicleta, cuando llegó sus piernas dolían, tenía frío y abrazarse a sí mismo no era suficiente, las lágrimas no se iban así como tampoco dolor que le provocaba el saberse sin una familia a partir de ese momento.
-Ven pronto Sehun-sollozó al estar sentado bajo aquel árbol donde alguna vez habían compartido su primer desayuno.
*****
-¡Déjame ir!-gritaba Sehun mientras Kangin lo arrastraba contra su voluntad hacia el que era el despacho de su padre.
-Deja de hacer esto o tendré que usar una camisa de fuerza-amenazó el mayor.
-¡Jodete!
Kangin hizo caso omiso a lo dicho por el menor y continuó su camino hasta lograr meterlo a base de empujones a aquella habitación donde lo primero que Sehun obtuvo fue una bofetada por parte de su hermano mayor, una muy fuerte bofetada que seguramente dejaría marca durante días porque Suho en verdad tenía la mano pesada.
-¡Nunca vas a volver a ver a ese chico!-aseguró furioso el mayor-¡Voy a mantenerte encerrado el resto de tu vida de ser necesario!
-Vete a la mierda hyung-dijo entre dientes.
-Junmyun no te precipites así, Sehun tiene derecho a que lo dejemos aclarar esto que seguramente es un gran malentendido-habló Sehyung con falsa comprensión.
-¡No, esta es la última estupidez que haces Sehun, no voy a tolerar ni una más se tus tonterías, jamás vas a volver a escuchar siquiera el nombre de ese chico!
-Si haces eso espero que estés listo ya para encontrar el cadáver de tu hermano menor en la habitación donde planees recluirme-masculló.
Suho lo miró horrorizado para luego volver a enfurecer tanto o más que cuando lo había recibido instantes atrás.
-¡Escúchate nada más, mira las tonterías que me estás diciendo!
-Junmyun es obvio que esto es por culpa de su enfermedad, Sehun no es completamente cociente de lo que dice-intervino el doctor Kangin.
-Yo no estoy enfermo-dijo entre dientes.
-¡¿Cómo demonios esperas que nosotros te creamos cuando dices estupideces como la que dijiste minutos atrás?!-habló su histérico hyung.
-Junmyun, por favor-pidió Sehyung-Déjenme a solas con mi hijo que estoy seguro a mí me escuchara-aseguró el mayor.
Suho asintió de mala gana porque a final de cuentas Sehun siempre terminaba escuchando a su padre, él y el psiquiatra salieron de la habitación dejando a padre e hijo solos y una vez la puerta se hubo cerrada la sonrisa hipócrita de su padre se desvaneció volviéndose en una expresión de asco y rabia combinados.
-¿Ya no me sonríes papá?-preguntó con burla.
-No sabes lo estúpido que fuiste con esto que has hecho-aseguró.
-¿No?, supongo entonces que es ahora donde tú me iluminas con toda tu sabiduría, ¿me equivoco?-inquirió divertido.
-No sabes en el problema que acabas de meter a tu bonito novio, ese estúpido e inocente mocoso pagara muy caro todo esto que acabas de echar a perder, vas a llorar sangre cuando acabe con él y te lo devuelva destrozado-amenazó, sus codos estaban recargados en el escritorio, sus manos entrelazadas frente a su rostro, su voz sonaba tranquila pero Sehun sabía por sus nudillos blancos que no estaba tranquilo en absoluto.
-¿Seguro?-preguntó con calma porque en verdad lo estaba y debía ser la primera vez que no tenía miedo porque por primera vez en su vida él podía defenderse, tenía un arma para mantener a su Luhan a salvo.
-No me provoque pequeño bastardo-advirtió.
-Sé perfectamente la clase de porquería que eres y sí realmente tú piensas que yo decidí arriesgar a Luhan sin tener nada para enfrentarte entonces no me conoces para nada-una sonrisa triunfante se dibujó en sus labios al ver la duda en los ojos ajenos y procedió a continuar-Hace poco me hice amigo de alguien que no durará de mi palabra si la acusación es hacia ti, él realmente no piensa que estoy loco y ya sabe sobre tus amenazas hacia Luhan y si algo le llega a pasar te hará pedazos, ya sabes, tal vez demás averiguar un poco sobre el árbol genealógico de tu gran amigo el señor Kim-dijo tranquilamente.
El mayor palideció con la mención de aquel apellido y Sehun ensanchó mucho más su retorcida sonrisa, tendría que darle más tarde las gracias a Rousse por ser tan buena investigadora y una genio.
-¿Y quién sabe papá?, yo estoy loco después de todo y al pasarle algo a Luhan de quién dependo mucho emocionalmente podría entrar en una crisis psicótica, venir un día aquí y destazar tu asqueroso cuerpo porque ten por seguro que sí llegas a tocarle un sólo cabello me importara una mierda todo lo demás y te mataré con mis propias manos-amenazó con seriedad, no bromeaba después de todo.
Sehyung era un cobarde y nadie lo sabía mejor que Sehun, sabía que su padre se escudaba tras todo su dinero que era el que pagaba a todos los que hacían el trabajo sucio por él y fue saber todo eso lo que no lo hizo sorprenderse al verlo temblar ante sus amenazas, le dio una última mirada de advertencia antes de caminar hacia la puerta y abrirla encontrándose con Suho y su ceño fruncido.
-¿A dónde crees que vas?-preguntó el mayor.
-Me largo, ¿qué no es obvio?-respondió con fastidio.
-Tú no vas a ningún lado, ya te he dicho que no vas a volver a ver a ese mocoso-sentenció sujetándolo del brazo con fuerza.
-Y yo ya te dije que te vayas a la mierda-masculló antes de tomar la mano del mayor y dejarlo en el suelo quejándose de dolor-No te metas en mi camino-advirtió.
Un agudo dolor se instaló en su cuello y apenas pudo ver al Kangin sonriéndole mientras extraía la jeringa vacía, su mirada se torno borrosa en cuestión de segundos y sin poder ser capaz de hacer algo para evitarlo sus ojos se cerraron y su cuerpo se desplomó como peso muerto en el suelo.
Definitivamente odiaba a ese maldito médico.
Cuando sus ojos se abrieron ya era de noche, todo estaba difuso en su mente y un pinchazo de dolor lo hizo quejarse cuando intentó darle un orden lógico a sus recuerdos.
Huir.
Parque.
Revista.
Luhan.
Problemas.
Reunión.
Esas eran las palabras que más le repetía su cerebro y aunque debían ser la clave de algo no parecían tener ninguna sentido, quiso masajear su cabeza cuando una segunda punzada de dolor apareció notando entonces que sus manos eran restringidas por algo suave amarrándolas a la cabecera de la cama y al darse cuenta las palabras clave se ordenaron.
Revista.
Problemas.
Parque.
Reunión.
Huir.
Luhan.
Ya lo recordaba, la entrevista que había dado a esa revista había traído problemas y por eso debería estar en el parque al que solía ir con Luhan para reunirse con él y escapar juntos, pero en lugar de eso estaba ahí amarrado a una maldita cama y ese simple hecho lo hizo maldecir a todos.
Comenzó a luchar frenéticamente contra las ataduras tirando de ellas e incluso llegó a morderlas esperando poder liberarse y aunque tardó demasiado lo consiguió, se incorporó despacio para no hacer ruido dándose cuenta de que no estaba solo y que Kangin estaba ahí dormido en un sofá cercano a su cama, se levantó sin hacer ruido y caminó hasta la cajonera sobre la que estaba el maletín del psiquiatra y con mucho cuidado extrajo de él una dosis del tranquilizante que usaban con él, Kangin abrió los ojos de golpe cuando sintió la mano del menor sobre su boca y la aguja de la jeringa clavarse en su cuello para segundos después terminar inconsciente, lo último que Sehun quería era que lo encontraran antes de que llegara a Luhan y con el mayor dormido las posibilidades se reducían.
Una vez fuera de la habitación maldijo y agradeció que todo estuviese oscuro, agradeció la oscuridad porque así sería más fácil escapar pero el hecho de que todo estuviese oscuro sólo quería decir que era muy tarde y que probablemente Luhan se hubiese cansado de esperarlo.
Salió de la mansión que pertenecía a su padre sin ningún contratiempo y entonces comenzó a correr como alma que llevaba el diablo sin darse tiempo de pensar en el cansancio que amenazó con lograr que se detuviera a mitad de camino pero en lugar de eso corrió con más velocidad, sus piernas comenzaron a doler al igual que sus pulmones y Sehun volvió a presionar sus límites consiguiendo un golpe de adrenalina que lo mantuvo adelante para poder cruzar las apenas transitadas calles, hasta que con todos sus esfuerzos sobre humanos consiguió llegar.
-¡Luhan!-llamó ansioso con lo que le quedaba de aliento mientras sus ojos lo buscaban por todos lados.
-Se-Sehun-llamaron tras él y se giró inmediatamente para encontrarse con la destrozada imagen de su Luhan.
Con el rostro empapado en lágrimas, temblando violentamente, sus hermosos ojos habían perdido ese maravilloso brillo que los caracterizaban y moretones en su precioso rostro.
-Pen-pensé que no vendrías-su voz era apenas un hilo y Sehun no lo pensó una segunda vez abrazándolo con fuerza.
Lo escuchó llorar y él también sintió algunas lágrimas resbalando por sus mejillas, producto de...posiblemente era el alivio al ver que Luhan no se había ido y continuaba ahí, podía ser también lo mal que pintaba todo para ambos en esos momentos o incluso el hecho de ver a su Luhan tan mal, no estaba muy seguro de porque lloraba realmente pero necesitaba dejar de hacerlo si quería lograr que Luhan también parara.
-Todo estará bien, lo juro-susurró.
-¿Qué vamos a hacer?-preguntó angustiado.
-Yo...vámonos Luhan, lejos de aquí, lejos de todos a donde nadie jamás nos encuentre-propuso.
-¿Qué hay de Suho hyung y los demás?-preguntó preocupado.
-No importan ya.
-Entonces vámonos-aceptó logrando esbozar una pequeña sonrisa, no importaba porque después de todo Luhan yo no tenía nada que perder, Sehun sonrió recordando entonces que antes debía llevar a Luhan a un lugar y después de eso ambos podrían irse pero no antes.
-Antes debo llevarte a un lugar y eso puede demorar un poco, ¿no importa?-preguntó.
-No me importa-respondió.
-Muy bien, entonces...
-Tengo sueño-musitó.
Sehun lo miró con angustia porque realmente ninguno tenía a donde ir y tampoco tenían dinero lo que solo podía significar que tendrían que pasar la noche en ese lugar y aunque bien recordaba que lo habían hecho antes, aquella vez la noche no había sido tan fría como esa.
-Luhan es...
Luhan negó con un movimiento de su cabeza y tomó su mano llevándolo hasta una banca cercana que había ahí, lo habían hecho antes y aunque Luhan ahora sabía que no era recomendable dormir en las áreas verdes podían dormir en la intemperie sin problema, ambos se sentaron sin soltar sus manos lo cual Luhan aprovechó para pasar el brazo ajeno por sus hombros.
Sehun le mostró una sonrisa y se acercó a su rostro depositando un corto beso en sus tibios labios, Luhan parecía tranquilo e incluso feliz pero a él no dejaba de preocuparle porque sabía que aunque las cosas fueran muy mal Luhan iba a obligarse a aguantar por muy difícil que pudiese ser.
-¿Y esos golpes?-preguntó con el ceño fruncido sujetando delicadamente el mentón del rubio para poder apreciar mejor el daño.
-Podría preguntar lo mismo-murmuró rozando con el dorso de su mano su mejilla magullada.
-Suho hyung-susurró en respuesta.
-Papá, luego me echó de su casa y su vida.
-Dios, lo siento tanto mi pequeña estrella yo no...
-Iba a pasar tarde o temprano, no fue tu culpa, además de alguna forma ahora me siento libre de alguna manera-sonrió.
-¿Tienes miedo?
-Tal vez, ahora siento muchas cosas y no puedo distinguirlas todas, aunque sé que estoy feliz de estar contigo ahora.
-No tienes nada de que preocuparte porque yo voy a cuidar de ti-prometió.
-Yo también, voy a hacer todo lo posible por cuidar de ti-aseguró.
-Nada malo pasará mientras yo esté a tu lado mi pequeña estrella, no voy a permitir que nadie nos separe nunca-murmuró Sehun mirándolo a los ojos en todo momento.
Siempre igual, eso pensó Luhan porque siempre que Sehun lo miraba a los ojos de esa increíble forma todo lo que lo preocupaba desaparecía y los problemas parecían tener la más obvia de las soluciones luego de esa mirada.
-¿Lo prometes por Hun?-preguntó mostrándole su pequeño lobo obteniendo una brillante sonrisa de su novio que rebuscó en uno de los bolsillos de su pantalón hasta sacar algo.
-Lo prometo por Han-dijo mostrándole a su pequeño ciervo.
Porque tal vez ellos podían olvidar todo lo demás pero sus pequeños Hun y Han, ellos siempre iban con ellos a todos lados sin importar a donde fueran, ambos juntaron a los pequeños muñecos para que se besaran imitando la misma acción que los pequeños muñecos uniendo sus labios en un dulce, lento y corto beso.
-Oye, sí se supone que Hun y Han son nuestros hijos eso los hace hermanos, ¿verdad?-Luhan asintió algo confundido por las palabras ajenas-Entonces... ¿no es algo raro que se besen?, es algo así como una relación incestuosa, ¿no?
Luhan al escuchar eso empezó a reír con ganas contagiando a Sehun, pensándolo con detenimiento era la primera risa de real alegría que Luhan había tenido ese horrible día y no podía estar más feliz de terminar de esa forma todo lo malo que había pasado hasta ese momento, reír y ver a Sehun hacerlo también, de alguna manera le daba una pequeña esperanza de que todo mejoraría mientras estuviera con Sehun.