El olor a comida comenzaba a llenar el lugar, las luces de las velas le daban al lugar una atmósfera tranquila y agradable, su mirada estaba fija en la figura que se movía de un lado a otro en la cocina y cuando se acercó a él para darle a probar lo que estaba haciendo esbozó una sonrisa.
-¿Qué tal?-preguntó Luhan.
-Me gusta-afirmó.
Una sonrisa brillante se dibujó en el rostro de Luhan mientras regresaba a la cocina que más bien era una estufa a un lado del refrigerador pero que funcionaba bien para ellos en esos momentos.
Ambos habíamos salido a comprar algo de comer cuando la tarde había comenzado a caer y se dieron cuenta que necesitaban algo con que darle luz la casa, Luhan había comprado los ingredientes para lo que estaba haciendo y Sehun se había mantenido todo ese tiempo observándolo cocinar.
Todo eso se sentía como una escena perfecta, esa donde él y Luhan estaban felices y tranquilos sin ninguna clase de drama en sus vidas, donde no había personas que los quisieran separar o su padre amenazándolos de muerte aunque sí realmente lo pensaba la muerte era inevitable.
Claro que Sehun sabía que la muerte iba a alcanzarlos tarde o temprano pero él se había propuesto que eso sucediera cuando ambos lo hubiera vivido todo, estuvieran viejos y se despidieran juntos de la vida con maravillosos recuerdos y una sonrisa aunque en esos instantes y bajó con todo ese miedo la duda lo atormento y había algo que realmente necesitaba saber.
-Listo-anunció Luhan que comenzaba a servir los platos de ambos.
-Luhan-llamó despacio.
-¿Mmm?
-¿Qué harías si yo muero?-preguntó de la nada.
Luhan dejó caer los platos que llevaba a la mesa tan pronto escuchó la pregunta que se había sentido como un golpe al estómago, Sehun se levantó apresurado de su lugar para ir ayudarlo cuando el accidente ocurrió.
Luhan trataba de levantar lo que se esparcido en el suelo, su manos fueron a los trozos más grandes de cristal siendo frenado rápidamente por las manos de Sehun que las detuvo antes de que se hiciera algún daño, sus manos nerviosas se retorcieron en el agarre de Sehun hasta conseguir liberarlas recibiendo una mirada preocupada de su novio.
-Lo…lo siento…soy un torpe-murmuró.
-No es así-aseguró preocupado.
-A-ahora…mismo limpio-dijo dando un nuevo intento para tomar los trozos de cristal del suelo.
-No, te harás daño-le dijo Sehun tomando nuevamente sus manos.
-Yo…es…
-Luhan, háblame-suplicó.
-Seguramente…debe ser que estaba caliente y…por eso lo solté-explicó aun cuando Sehun no le había pedido explicación alguna.
Sehun lo vio levantarse del suelo y en un rápido movimiento tomó su mano para detener su escape y recibir una respuesta, Luhan no intentó escaparse pero tampoco dijo ni una palabra, buscó su mirada pero el únicamente rehuía a ella.
-¿Luhan qué…?
-No…no vuelvas a preguntar eso-musitó despacio.
-Fue solo una pregunta, yo no…
-¡¿Qué clase de pregunta es esa cuando estamos huyendo de tu psicópata padre que te amenazó con mi muerte?, no es gracioso y mucho menos apropiado, da miedo!-soltó histérico.
Sehun lo miró asombrado y parpadeo varias veces, no era apropiado ya lo sabía sin necesidad de que Luhan lo dijera pero deseaba saber, había una enorme posibilidad de que su padre los encontrara y entonces seguramente algo malo iba a pasar.
-Lo siento-murmuró despacio.
-Bien…esta conversación se acabo-sentenció e intentó volver a levantarse.
-No…Luhan en este momento mi pregunta esta fuera de lugar pero tarde o temprano eso pasara-aseguró.
-¡Basta!-ordenó angustiado.
-No me refiero ahora pero…yo en verdad deseo que pase cuando ambos seamos muy viejos y lo hayamos vivido todo, cuando tengamos una gran familia llena de amor…en ese momento que seamos maravillosamente felices y no tengamos nada de que arrepentirnos eso pasara…me gustaría decirte que te lo prometo y que así será pero es algo que no puedo controlar por eso…si algo me llegara a pasar antes de eso tienes que prometerme algo-pidió.
-¡No!-negó frenéticamente, sus ojos estaban cerrados y las pulsaciones de su corazón iban más aprisa pero no era igual que cuando era por alegría, en esa ocasión era una sensación horrible.
-Prométeme que serás muy feliz, no vas a quedarte estancado en el paso y seguirás adelante con o sin mí-susurró con cuidado.
-No-negó nuevamente, quería llorar por algo que realmente debería resultarle muy lejano.
-Tienes que hacerlo o yo no podre estar en paz, yo siempre voy a cuidarte sin importar a donde vaya, te observare siempre, seré la estrella que te guíe siempre-prometió.
-Basta-sollozó sin poder contenerlo.
-Es…únicamente necesito que lo prometas-pidió.
-¿Por qué?-preguntó sollozante-¿T-te estás des-despidiendo acaso?-cuestionó con una mezcla de diversos y horribles sentimientos que quemaban por dentro.
-No, por supuesto que no-aseguró-Solo…lo necesito-explicó aunque ni el mismo se entendía.
-No voy a prometerte algo así porque vamos a estar bien…sal-saldremos de esto juntos…nos iremos de aquí y…va-vamos a…vamos a estar juntos como dijiste-afirmó intentando escucharse convincente pero repentinamente sus palabras temblaban.
-Yo también confió en eso pero…
-Entonces tú también debes prometer que si tu padre logra llegar a nosotros y cumple con su amenaza tú no vas a rendirte y vas a seguir adelante, serás feliz aunque yo haya muerto-dijo con firmeza.
-¡No digas eso, te lo prohíbo!-exclamó horrorizado.
-¿Ahora vez lo doloroso que es?-preguntó en voz baja-No quiero pensar en eso…sé que corremos el riesgo de ser atrapados y que algo malo pase, aferrarme a la idea de que todo será maravilloso, seguro y tendrá un final perfecto es infantil pero…prefiero ser infantil porque de esa forma no tengo que pensar en que algo horrible pasara-explicó.
-Lo prometo-habló en un murmullo-S-sí…sí algo así pasa yo…yo seguiré adelante e intentaré ser feliz para que no tengas que preocuparte por mis tonterías-había un sentimiento agobiante luego de dejar que esa palabras salieran pero la sonrisa de Luhan ayudo para que disminuyera.
-E-entonces yo también…lo prometo-dijo costosamente antes de recibir el más fuerte de los abrazos que Sehun le había dado, era la peor promesa que se habían hecho pero debían intentar cumplirla como todas las demás.
Al final esa charla se llevó todas sus energías y apetito, Sehun había dicho que iba a mostrarle las estrellas con el viejo telescopio de su abuelo pero no lo hizo y ambos se fueron a la cama sin volver a dirigirse la palabra, los brazos de Sehun lo apretaban tan fuerte que le hacían algo de daño pero no emitió queja alguna porque la posibilidad de despertarse y no verlo más era una idea horriblemente insoportable.
-Mañana iré a ver a la persona que te mencione antes-informó Sehun con tono lleno de duda, temía hablar y Luhan lo comprendía bien.
-Está bien-respondió con la misma duda que Sehun tenía al hablar.
El mismo pesado e incomodo silencio que había entre ellos regresó, Luhan le daba la espalda a Sehun que tenía ambos brazos alrededor de su cintura, el intranquilo palpitar del corazón de Sehun chocaba contra su espalda y luego de lo que parecieron años Luhan se atrevió a poner sus propias manos sobre las de Sehun provocando que sus brazos lo estrecharan un poco más cerca.
-No voy a dejarlo-habló con mucha más seguridad en esa ocasión-Tal vez no pueda controlar lo que venga después pero no voy a dejar que Oh Sehyung nos destruya-prometió.
-Yo creo en ti-asintió Luhan dejando que una sonrisa se extendiera en sus labios.
Su cuerpo giró entre los brazos que lo aprisionaban y se acurrucó tan cerca de Sehun como le fue posible como si intentara fundirse con él, simples palabras no hacían que el miedo desapareciera ni mucho menos pero lo ayudaban a aferrase con mucha más fuerza a ese pensamiento optimista que decía que ambos iban a salir con bien de todo eso y entonces serían muy felices y para él estaba bien aferrase.
Cuando el sol salió Luhan se quedó muy quieto sobre la cama mientras miraba como Sehun iba de un lado al otro en la habitación, una sonrisa casi automática se formó en sus labios cuando Sehun se giró para mirarlo.
-No tardaré, voy a golpear la puerta dos veces, así sabrás que soy yo pero sí no pasa eso no le abras la puerta a nadie-instruyó recibiendo un rápido asentimiento-Llamaré también a Leeteuk hyung, se bueno-indicó con un dulce sonrisa.
-No tardes-pidió.
Sehun asintió antes de dejar un rápido beso sobre sus labios y salir con un vacío en el estómago y los nervios a flor de piel, sabía a la perfección a donde ir porque su madre lo había llevado más de una vez a ese lugar pero habían pasado muchos años y no sabía que esperar.
*****
"The garage", se leía en gran letrero sobre la sucia y despistada fachada del taller mecánico, escuchaba varias voces provenientes del interior del lugar acompañadas del ruido de un motor, un largo y sonoro suspiro salió de entre sus labios y con valor renovado ingresó al mugriento lugar.
-Mmm…hola-saludó a la primera persona que vio.
Un muchacho un poco más bajo que él, su rostro estaba cubierto de suciedad, su castaño cabello revuelto y toda su ropa estaba igual de sucia que las paredes del lugar y el trozo de tela que se suponía usaba para limpiarse las manos llenas de grasa de motor.
-¿Hola?-saludó de vuelta mirando con curiosidad a Sehun-Si bienes por lo del trabajo lamento decirte que ya te ganaron el puesto así que...
-No, yo necesito hablar con el señor Park-dijo con evidente incomodidad.
-¿Con mi padre?-cuestionó confundido el desaliñado chico.
-Sí, podrías llamarlo es urgente-explicó.
-Tendrá que ser en otro momento, mi padre está ocupado ahora mismo.
-Es muy importante-insistió.
-Lo siento pero no se puede-se encogió de hombros.
-Por favor tengo que verlo-habló con impaciencia.
-Ya te dije que no y no es no-sentenció con el ceño levemente fruncido.
Sehun le dio una mirada fulminante al chico frente a él que se cruzó de brazos profundizando más su ceño, el peli plata dejó ir un bufido fingió dar la vuelta y aprovechando el momento de distracción del otro chico lo evadió con facilidad y se adentro al taller en busca del la persona que había ido a buscar.
-¡Oye, vuelve aquí!-ordenó el furioso chico.
Sehun lo ignoró completamente y rápidamente abrió la puerta de la diminuta oficina que estaba al fondo de aquel taller mecánico, dentro del reducido lugar un hombre grande y musculoso mucho más sucio que el joven que lo había recibido estaba sentado tras un escritorio haciendo papeleo.
-Pero que demo...
-Soy Oh Sehun, mi madre era Kim Hyelee, ella me habló de ti y dijo que viniera aquí cuando fuera el momento de huir-soltó todo de golpe luego de que el chico que lo perseguía lo sujetará del brazo para obligarlo a salir.
-Déjalo-ordenó el mayor de los tres-Ven, acércate niño-indicó el mayor.
Sehun se acercó indeciso al hombre que lo miró de pies a cabeza mientras lo rodeaba como sí buscara algo, Sehun comenzó a sentirse impaciente y malhumorado obligándose a permanecer en su sitio mientras ese hombre lo escudriñaba con la mirada.
-Has crecido mucho niño-dijo el gran hombre con una sonrisa antes de estrecharlo en un abrazo que Sehun no correspondió-También sigues igual de raro como la primera vez-aseguró rascándose la barbilla que era cubierta por una incipiente barba.
-Necesito que me saqué de aquí lo antes posible-dijo mirándolo con seriedad.
-Lo sé, tu mamá me pidió ayuda justo porque sabía que esto pasaría, no tienes nada de que preocuparte niño, voy a ayudarte como le prometí a tu madre que haría-aseguró.
-Y bien, ¿qué pasa ahora?-preguntó impaciente.
-Primero que nada tengo que hacer unas llamadas antes de comenzar a movernos, te buscare cuando todo esté listo-respondió con calma.
-Bien, supongo que necesita que le diga donde...
-Ya lo sé, tu madre tenía todo perfectamente planeado-sonrió.
-Yo...ella me explicó todo esto pero... ¿cuál es el destino?, nunca me habló de nada después de las instrucciones de venir con usted-dijo curioso.
-Bueno...primero que nada yo voy a sacarte de Seúl y te llevare hasta Daejeon, ahí tú te encontrarías con el viejo Gim pero el murió unos años atrás entonces su hijo va a recibirte, el muchacho es piloto así que va a ser el quién te saqué del país y te lleve a Tailandia dónde vas a reunirte con Seoyeon, ¿la recuerdas?-inquirió.
-Sí...era la mejor amiga de mi madre-murmuró mientras borrosos recuerdos llegaban a él.
-Ella se hará cargo de ti, va a darte una nueva identidad y te mantendrá seguro y fuera del radar del bastardo de Sehyung-afirmó.
-Luhan, es mi novio y viene conmigo-informó.
-Me lo imaginaba-sonrió ladino-Hiciste un gran alboroto únicamente por el niñito con ojos de ciervo, no hay problema, aunque lo traigas todo el plan sigue igual-afirmó.
-Muy bien-asintió tranquilamente.
-Pero antes tienes que saber que una vez se marchen sus días de niños mimados y ricos se acabaron-advirtió.
-Me importa un demonio el dinero, no lo quiero y nunca lo quise-respondió casi con un gruñido.
-Esa es una muy buena elección niño-felicitó.
-Deje de llamarme niño, soy Sehun-masculló.
-Muy bien Sehun-habló haciendo énfasis en su nombre-Estamos en contacto.
Sehun únicamente asintió con un movimiento de su cabeza y salió del lugar rápidamente, tenía que regresar y contarle todo a Luhan pero antes debía hacer una llamada, su mirada revisó los alrededores antes de suspirar y depositar tres monedas en el teléfono público desde donde llamaría a Leeteuk.
El teléfono comenzó a darle todo mientras sus dedos tamborileaba con impaciencia en espera de que el mayor atendiera su llamada cuanto antes, la calle era el peor lugar donde él podía estar en esos instantes.
-¿Diga?-respondió finalmente la familiar voz.
-Leeteuk hyung-habló apresurado.
-¿Sehun?
-Sí, hyung yo necesito que...
-Gracias al cielo que estas bien, ¿donde están Luhan y tú?, tengo que hablar contigo-dijo el mayor casi histérico.
-No puedo decirte donde estamos-respondió.
-Sehun, todos los están buscando.
-Lo sé pero...no vamos a volver-murmuró.
-¡¿Qué?!-exclamó-¡Deben hacerlo, ya te expliqué que no pueden huir así como así!
-Tengo un plan en está ocasión-afirmó.
-¡No seas terco!
-Debo hacerlo hyung...debo proteger a Luhan...
-¡Huir no es la opción!
-Tú no entiendes...mi padre...
-Lo sé-dijo casi en un susurró-Es día...yo fui a buscarte porque sabía que sí habías escapado del hospital tenías que estar con Luhan...cuando llegué escuché todo lo que ese malnacido te dijo...yo voy a protegerlos está vez, yo te creo Sehun-aseguró.
-No…hyung tú no...
Un fuerte estruendo proveniente del otro lado de la línea lo alertó y las muchas voces al otro lado lo preocuparon.
-¿Leeteuk hyung?-llamó alarmado.
"No les tengo miedo", fue lo que escuchó decir al mayor seguido de otro fuerte ruido.
-¿Hyung? ¿Hyung que está pasando?-preguntó angustiado.
La voz distorsionada del mayor y objetos impactado contra el suelo fueron lo único que Sehun necesito para dejar el teléfono y correr hacia el hogar del mayor para buscarlo, su corazón comenzó a bombear con fuerza mientras un profundo miedo se instalaba en su pecho mientras corría con todo lo que daban sus piernas hasta que consiguió un taxi.
Cada tramo que avanzaban comenzó a ser insuficiente a medida que sus nervios crecían, la angustia en su pecho era enorme, su pierna derecha parecía tener vida propia mientras se movía impaciente y sus dientes se entretenían mordisqueando su labio inferior, cuando finalmente llegaron Sehun le dio instrucciones al chófer de esperarlo ahí y rápidamente ingresó al bloque de apartamentos del mayor.
El portero no lo detuvo dado que ya lo había visto ahí muchas veces, la impaciencia lo obligó a correr por las escaleras hasta el tercer piso, el aire le faltaba cuando finalmente estuvo frente a la puerta del departamento de su hyung.
El nudo en su estomago se apretó al encontrar la puerta abierta, sus pies se movieron vacilantes al interior que estaba completamente destrozado, sentía las lágrimas inundando sus ojos pero se aferraba a la pequeña fracción de esperanza que le quedaba.
-¿Hyung?-llamó en algo parecido a un lamento-Leeteuk hyung soy Sehun-dijo mientras iba hacia la habitación principal con pasos vacilantes, empujó la puerta y luego de largos minutos finalmente entró a la habitación.
Las lágrimas comenzaron a correr inmediatamente, retrocedió cubriendo su boca con una mano, Jungsoo estaba en el suelo, inmóvil y aunque sus ojos estaban abiertos el agujero en su frente era la mayor prueba de que no era más que un cadáver, su espalda chocó con la pared por la cual se dejó caer hasta el suelo mientras lloraba de rabia y dolor.
Eso era una maldita pesadilla, Jungsoo era inocente, nada tenía que ver pero ahora por su culpa un hombre bueno e inocente había muerto, Sehyung era un malnacido y lo que más rabia le daba era que no podía hacer nada para vengarse de lo que le habían echó a la única persona que realmente había estado siempre a su lado.
Se acercó gateando hasta el inerte cuerpo y las ganas de abrazarlo lo invadieron pero tocarlo sería un error y lo sabía, notó entonces el trozo de papel que había en el pecho del mayor y su corazón dio un vuelco cuando lo leyó.
"Tu amado es el siguiente"
-Luhan-su nombre se deslizo fuera de su boca como un suspiro ahogado.
Sus piernas volvieron a moverse con mucha más velocidad para sacarlo de ahí e ir a buscar a Luhan, tenía que llegar a él cuanto antes porque iba a morirse si se encontraba con lo mismo que le había pasado a Jungsoo.
*****
Una nueva mirada ansiosa fue hasta la puerta como sí con eso fuese a conseguir que Sehun volviera más rápido, estaba tardando demasiado y eso ponía muy nervioso a Luhan que se tenía quedar ahí sin poder hacer nada.
-¿Por qué tardas tanto?-preguntó a nadie realmente.
Dos golpes en la puerta levantaron del sofá a Luhan con un salto y no dudo en correr a la puerta esperando que fuera Sehun quién estuviera tras la puerta.
-¿Sehun?-preguntó sin abrir la puerta.
No hubo respuesta alguna al otro lado, dos golpes más en la puerta lo hicieron fruncir el ceño al pensar que podía ser alguna broma de Sehun, bufó antes de finalmente abrir la puerta pero no era Sehun a quién vio, sus expresión se volvió una de puro miedo mientras miraba paralizado la enorme figura del hombre frente a él, la sonrisa que portaba lo hizo comenzar a temblar y quiso retroceder pero no consiguió moverse al estar aterrorizado, el desconocido ensanchó su sonrisa sin dejar de mirarlo mientras que Luhan no podía hacer más que mantener su mirada fija en él.
-¿Q-quién es usted?