-Junmyun no quiere y yo no quiero tener que elegir entre los dos...
Luhan se despertó al escuchar la voz de Sehun, miró el espacio en la cama a su lado y lo encontró vacio, miró entonces al balcón donde el posiblemente estaba, siempre estaba ahí.
-Ya lo sé pero...él sigue siendo mi hermano mayor y yo lo quiero aunque siempre discutamos…
Luhan se incorporó hasta quedar sentado sobre la cama, sus ojos siempre en las puertas que daban al balcón aunque no logrará ver bien por la oscuridad al no tener puestas sus gafas, otra vez, ese fue su único pensamiento mientras escuchaba la voz de Sehun proveniente desde aquel lugar.
Había descubierto semanas atrás que Sehun siempre salía al balcón y hablaba solo, le gustaría decir que eso era lo más extraño pero no era únicamente eso, Sehun en ocasiones y estando en ese balcón también parecía desconectarse del mundo y simplemente permanecía ahí de pie largos ratos mirando fijamente al cielo, completamente inmóvil, como si estuviese muerto, igual que aquella primera noche que fue a buscar a Sehun porque no tenía sueño, sin duda hasta ese momento Luhan prefería las veces que hablaba solo pero de igual forma no entendía.
La segunda vez que lo había encontrado como si estuviera en trance se asustó pero por más que lo llamó él ni siquiera parpadeó volviendo en si tiempo después y para cuando le preguntó que había pasado él le dijo que no era nada importante.
Luego de eso vino la primera vez que lo había escuchado hablar solo, en esa ocasión no le había parecido nada fuera de lo común, de hecho el mismo hablaba consigo mismo algunas veces pero la segunda vez que lo había escuchado, lo encontró extraño y movido por la curiosidad se aventuro a ver si acaso Sehun estaba hablando por teléfono y no solo, descubrió entonces que Sehun realmente no hablaba con nadie, nunca dijo nada, no comento nada sobre esos incidentes pero realmente cada vez tenía más y más curiosidad sobre aquello.
-Lo sé…lo más importante es Luhan-las mejillas de Luhan se calentaron al escuchar eso y como siempre que Sehun decía o algo como eso su corazón se acelero-Buenas noches.
Luhan no quería que Sehun lo descubriera y pensara que era alguna clase de entrometido por eso se apresuró a acostarse nuevamente, su cabeza dolió cuando accidentalmente se golpeó con la cabecera de la cama pero consiguió retomar su posición en la cama justo antes de que Sehun entrará a la habitación nuevamente.
Permaneció inmóvil de espaldas a Sehun y con los ojos cerrados con fuerza, estaba nervioso de sobremanera pero toda la tensión desapareció de forma inmediata cuando Sehun acarició suavemente su cabello, lo escuchó suspirar fuertemente y nuevamente ambos ocupaban la cama.
Esperó unos minutos antes de atreverse a mirar por sobre su hombro a Sehun, no ayudó absolutamente en nada porque no podía ver casi nada sin sus anteojos, decidió darse por vencido entonces, se dispuso a acomodarse mejor en la cama y antes de cerrar los ojos escuchó claramente a Sehun sollozar débilmente.
No sabía si a Sehun le gustaría pero él no podía ignorarlo, se giró sobre la cama y antes de poder pensar en nada más inteligente que hacer lo abrazó pegándose a la espalda del peli plata, no sabía el por que y tampoco le pareció importante averiguarlo, tan sólo odiaba saber que lloraba.
-T-todo está bien...y-yo estoy contigo-no entendió porque lo había dicho y tampoco sí estaba bien pero había necesitado decírselo.
Sehun no respondió limitándose únicamente a colocar sus manos sobre las de Luhan que se entrelazaban sobre su vientre, no importaba sí no decía nada, Luhan no iba a dejar de abrazarlo por eso, era su turno de ser el apoyo de Sehun, tan sólo esperaba estarlo haciendo bien.
-Lo sé-susurró Sehun y Luhan hubiese saltado de alegría si la voz de Sehun no hubiese sonado así de triste.
-No tengas miedo-pidió sin recibir ni una palabra más estrechándolo un poco más, Luhan sabía que era débil y que tal vez no podría hacer nada muy útil pero si era por Sehun planeaba esforzarse más de lo que lo había hecho en su vida.
Para cuando Luhan abrió los ojos ya era de día, no recordaba haberse dormido o por lo menos no recordaba a que hora lo había hecho, alcanzó del buro de su lado de la cama sus gafas, había algo frente a él muy cerca de su rostro pero no lo distinguía bien y cuando por fin obtuvo las gafas se las puso rápidamente a ponerlas para así poder averiguar de que se trataba.
Sus ojos se abrieron tanto que seguramente estuvieron a punto de salir de sus cuencas cuando vio lo cerca que estaba el rostro de Sehun del suyo, se alejó rápidamente olvidándose que estaba en la cama, su cuerpo salió de está y con un grito más parecido al chillido de un ratón término en el suelo.
-¡Luhan!-exclamó Sehun alarmado al escucharlo gritar, se incorporó rápidamente mirando a todos lados en busca del castaño pero al no verlo en ningún sitio se preocupó-¿Luhan dónde estás?-habló nuevamente.
-Aquí-respondió Luhan alzando su mano para que el peli plata lo viera.
-¿Qué haces ahí en el suelo?-preguntó curioso asomando sólo su cabeza desde el colchón.
-Me caí-respondió con un quejido.
-Debes tener más cuidado Luhan, podrías hacerte daño-dijo Sehun a modo de reprimenda.
-Lo siento-murmuró.
Sehun le sonrió dulcemente, se puso de pie, tomó la mano que aún tenía en el aire y con un suave tirón lo levantó del suelo regresándolo a sus pies lo cual agradeció de sobremanera, el suelo estaba frió además de ser muy incomodo.
-Ya está-rió y Luhan le sonrió a manera de agradecimiento-Pero de verdad debes tener mucho cuidado, aún estas herido y esto no ayudará a que te cures-lo regañó.
-Lo siento-susurró apenado.
-¿Qué haré contigo?-suspiró dramáticamente-Supongo que no importa, después de todo Luhannie es muy propenso a los accidentes, ¿verdad?-comentó con esa linda expresión que hacía de sus ojos dos medias lunas adornando su brillante sonrisa.
-¿Lu-Lu-Luhannie?-tartamudeó intensamente ruborizado hasta las orejas.
-Sip, ¿no te gusta?
-Yo...yo...yo...
-Espera, antes que digas que no, te recuerdo que ayer tú me llamaste Sehunnie y sí tú me dirás así yo puedo llamarte Luhannie también-afirmó cruzándose de brazos en un gesto completamente infantil.
Luhan por su parte podría jurar sin necesidad de verse en un espejo que su rostro estaba varias tonalidades más allá del rojo brillante, Sehun rió antes de abrazarlo empeorándolo todo completamente, las cosquillas en su estómago se extendieron por todo su cuerpo, sus piensas comenzaron a temblar y no estaba seguro de poder decir algo coherente sí abría la boca.
-¿Tenemos un acuerdo entonces?-preguntó un divertido peli plata.
-S-sí-consiguió hablar además de asentir frenéticamente para reafirmar la respuesta.
-¡Genial!-celebró-Y ahora que estamos en confianza tengo un obsequio para ti-informó.
-¿Obsequio?-Sehun asintió y fue corriendo a su armario.
Luhan miró atentamente como el peli plata sacaba de su armario una sucederá blanca que después se puso, le quedaba algo grande y en la espalda tenía unas alas y una cola de demonio dibujadas, vio también como sacaba una bolsa y algo más que guardo en uno de los bolsillos de la sudadera, regresó a su lado y con una enorme sonrisa le tendió la bolsa.
-Aquí tienes.
-Yo...n-no tenías porque comprarme nada, además...yo no tengo un regaló para ti-habló en voz baja.
-Eso no importa, tan sólo mira el obsequio-pidió visiblemente entusiasmado.
Luhan tomó entonces la bolsa y la abrió, dentro de ella se encontraba una sudadera blanca parecida a la de Sehun, la extendió dándose cuenta entonces que a diferencia de la de Sehun la suya tenía unas alas de ángel dibujadas en la espalda.
-Esto...
-Tú siempre usas esa cosa roja y pensé que podría regalarte una, encontrar dos que fueran a juego fue un extra-sonrió.
-Gracias...me encanta-murmuró volviendo a sonrojarse.
-Eso me alegra, estaba nervioso porque no te gustara-sonrió y dejó ir un soplido poniendo una mano sobre su pecho de forma algo exagerada-Vamos, póntela para que vea como luce-pidió.
-No yo...me gustaría ducharme primero-mintió, no podía, ponérsela ahí implicaba que se quitara su sudadera roja y eso significaba que Sehun vería su fea figura y no quería, él no dejaba que nadie lo viera sin su sudadera.
-Tienes razón-asintió-Pero tienes que usarla hoy igual que yo-pidió.
-Lo haré-aseguró.
-Muy bien entonces supongo que...oh, casi lo olvida, tengo algo que mostrarte-dijo sacando una cajita negra del bolsillo de su sudadera, la abrió y sacó de ella un collar de oro con un dije en forma de cubo, en cada una de sus caras había una estrella de cinco picos y dentro, encerrado, había un pequeño diamante-¿Te gusta?-preguntó y Luhan asintió-Eso es bueno porque es para ti-informó sonriente.
-¿P-para mí?-Sehun asintió divertido por su expresión de asombro.
-Sip, era de mi mamá pero ahora te lo doy a ti.
-No…yo no puedo aceptarlo...eso es muy...debe ser muy importante para ti y yo no...
-Lo pensé mucho...yo no quiero usarlo y cuando me puse a pensar en lo que podía hacer con él...sólo se me ocurrió que en ti luciría precioso-afirmó.
Luhan agachó la mirada al escucharlo, precioso, eso seguramente luciría de cualquier forma menos precioso sí él lo usaba, algo tan bonito jamás luciría bien en alguien como él, además era tan torpe que seguramente terminaría perdiéndolo y al perder algo que era tan importante para Sehun también sabía que iba a perderlo a él y eso no podría soportarlo, no cuando Sehun ya era tan valioso para él.
-No…yo podría perderlo y…es muy importante para ti-dijo en un murmullo.
-Tonterías, no lo perderás-aseguró dando un paso al frente para poder ponerle el collar a Luhan.
-No…además…no se verá bien en mí-afirmó dando un paso hacia atrás para evitar a Sehun.
-Claro que sí, lucirá perfecto-sentenció dando un paso más.
-No mientas…nunca luciría así por muy bonita que sea la joya que lleve...tan sólo mírame Sehun-su voz estaba rota y se odio por eso mientras torpemente retrocedía.
Sehun bufó, parecía haberse detenido por fin pero antes de que Luhan lograra levantar la mirada para enfrentarlo él tomó su mano y lo llevó hasta el tocador, lo dejó de frente a él para que se mirara al espejo pero Luhan no se atrevía a mirar su reflejo.
-¿Ves a ese chico ahí?-le señaló al que era su reflejo y únicamente así Luhan se atrevió a mirarse al espejo-Ese chico de gafas gruesas y cabello castaño que usa una sudadera roja-Luhan estaba confundido pero de alguna forma logró asentir-Bien, ese chico tiene un enorme defecto, ¿sabes cuál es?-Luhan negó-Esta ciego y también es un poco tonto-respondió y Luhan se sintió miserable, sabía que era tonto pero que Sehun lo dijera era lo peor-¿Sabes por qué es así?-Luhan volvió negar muy despacio, ya no sabía si quería saber-Es porque él es la persona más hermosa que existe pero no puede verlo-respondió seriamente.
-¿Q-qué?
-Él no se ha dado cuenta pero debajo de todas esas cosas que usa para tratar de ocultarse existe un ángel, él es perfecto pero no lo ve porque no quiere hacerlo y únicamente escucha lo que las estúpidas y envidiosas personas dicen a su alrededor-explicó.
Los ojos de Luhan se empañaron cuando las lágrimas los invadieron y sus manos viajaron hasta sus gafas para intentar retirarlas, Sehun tomó sus manos y fue él quien quitó sus gafas parándose de frente a él, no lo podía ver claramente pero él lo miraba a los ojos y lo sabía bien.
-Tal vez si pudieras quitarte estas gafas y ver claramente tú serías capaz de darte cuenta de que todas las veces que digo que eres hermoso no miento, tal vez así tú podrías ser capaz de ver por ti mismo ese par de hermosos ojos que las gafas ocultan, te darías cuenta también de lo impresionante que luces cuando sonríes y la capacidad de opacar todo a tu alrededor simplemente con esa simple acción, sé bien que todos te dicen todo lo contrario a lo que te digo y si soy honesto eso me alegra-admitió viendo con ternura la mueca de desagrado y confusión que Luhan hacia-De esa forma nadie te verá, nadie más que yo sabrá lo perfecto que eres y eso me alegra porque entonces siempre seré yo el único que vea lo hermoso que realmente luces cuando sonríes, porque en verdad lo eres y también hueles a vainilla-todo eso fue dicho en suaves susurros antes de que los labios de Sehun se posaran sobre la comisura de sus labios.
Los ojos de Luhan se ampliaron totalmente, su cuerpo estaba congelado al igual que el tiempo y su corazón, eso era como el más bonito sueño que nunca hubiese tenido, Sehun era en ese momento mejor que cualquier príncipe azul o súper héroe, aquellos minutos parecieron años hasta que el peli plata finalmente se alejó, el tiempo volvió a correr entonces pero sin duda no tan rápido como su corazón a punto de explotar de alegría.
-Te lo dije...luce perfecto-habló Sehun.
Él había puesto sin que se diera cuenta el collar al alrededor de su cuello, Luhan lo rozó con la yema de sus dedos y Sehun volvió a colocarle sus gafas, una sonrisa adornaba su rostro y al verlo Luhan sintió como si todo se transformará sólo en cosas buenas y maravillosas, todo parecía más brillante y vivo entonces, todo por él, sólo por Sehun.
-Bueno, supongo que vas a ducharte y cambiarte así que te esperó abajo para que vayamos a buscar un lugar para desayunar, siéntete libre de usar mi ropa cuando termines de ducharte-él únicamente pudo asentir como respuesta y lo vio irse.
Una mano viajó hasta su pecho donde los acelerados latidos de su corazón chocaban contra su pecho de una forma violenta, su mano libre acaricio apenas el lugar donde Sehun lo había besado y entonces una pregunta nació a base de su corazón descontrolado, las cosquillas en su estómago y lo cálido que se sentía el lugar donde lo acababan de besar.
¿Sería posible que se hubiera enamorado por primera vez y de Sehun?
*****
Sentía la cabeza a segundos de explotarle, se reclinó sobre la silla mientras los recuerdos de la noche pasada llegaban a su cabeza una vez más, la imagen de ese chico de enormes gafas y cabello castaño se había quedado grabada en su mente como fuego, no sabía quién era pero iba a averiguarlo.
La reacción explosiva de Sehun lo había tomado desprevenido y de alguna forma dolía, dolía porque su hermano menor había hecho eso por aquel extraño, sabía bien que estaba cometiendo muchos errores criando a Sehun pero no podía hacer nada, no en ese momento.
Entre la universidad, las horas que tenía que pasar en el hospital para cubrir su servicio social y tratar alguno que otro asunto de la compañía apenas tenía tiempo, lo único que lo hacía seguir adelante era el saber que solamente sería un par de meses más y haría finalmente su examen profesional, obtendría entonces su título profesional de médico general.
Comenzaría entonces con su especialidad y albergaba la pequeña esperanza que tal vez siendo un residente podría estar más al pendiente de Sehun, quiso gritar cuando la imagen de ese pequeño intruso apareció en su cabeza y finalmente sacó toda esa rabia que sentía golpeando con fuerza la mesa.
-Junmyun hyung-escuchó la bella voz de su ángel y alzó la mirada encontrándose con la expresión preocupada del rubio.
-H-hola-intentó sonreír pero no fue muy útil.
-¿Qué pasa, por qué estas así?-preguntó preocupado tomando asiento a su lado.
-Nada sólo...tan sólo...
-Fue Sehun, ¿verdad?-no podía engañarlo y término asintiendo despacio-Todo estará bien-aseguró.
Él no pudo controlar el impulsó que sintió y simplemente abrazó al chino que sin dudarlo correspondió la acción, estaba desesperado y angustiado por encontrar la respuesta de las miles de preguntas que la extraña actitud de Sehun habían dejado.
-¿Por qué Sehun no puede ser como tú?-murmuró afligido.
-No digas eso hyung, sabes que eso no es lo que quieres-dijo suavemente.
-Lo sé, ya lo sé Yixing pero...lo estoy haciendo todo mal con Sehun, él debe odiarme y tendría toda la razón en hacerlo-sentía que iba llorar al ver como destruía la vida de su hermano menor.
-No, eso no es así, tú has hecho sólo lo mejor por él, tenías tan sólo diecisiete años cuando se quedaron solos y lo has sacado adelante sin ninguna ayuda, todo lo que tú haces siempre es pensando primero en él, él único que está haciendo todo mal es él por no ser capaz de ver o bueno que tú eres, tú no tendrías porque estar aquí sintiendo que fracasaste porque no es así, él debería dejar de ser tan inconsciente y disculparse contigo-afirmó.
-No Yixing, todo es mi culpa, yo he provocado todo lo que Sehun es, él todavía es un niño y me necesita pero en lugar de eso yo lo dejó a su suerte bajo el cuidado de extraños, él siente que yo no lo quiero y con razón, yo jamás estoy ahí, él está cambiando tanto y ahora ese pequeño intruso lo está volviendo algo que no reconozco.
-¿Intruso?
-Ya no sé que hacer-suspiró derrotado.
-Tranquilo, vamos a hallar una solución para todo-prometió brindándole una sonrisa alentadora que dejaba ver sus lindos hoyuelos, no estaba de humor pero fue inevitable no sonreír al ver a su pequeño ángel hacerlo, él siempre lograba hacerlo sentir que todo tendría una solución sin importar lo mal que todo pintara.
-Gracias, no sé que haría sin ti-Yixing se sonrojó levemente ampliando su sonrisa.
-Probablemente ambos estaríamos muy mal-rió ligeramente contagiando al mayor, detestaba verlo triste y sobre todo le molestaba que Sehun fuese tan injusto con él, tal vez tendría que ir a hablar con él pronto.