-¿Estaría mal si te visito ahora?- preguntó Minsoo dejando caer sus yemas sobre el escritorio en su oficina en Frosty Ice.
Sonreía mientras esperaba la respuesta de YoungMin.
-Sí.-
-Entonces voy a tu casa.- susurró Minsoo recargándose en el respaldo de su silla, jalando también la base del teléfono por lo que regresó a pegar su pecho contra el filo del escritorio.
-No, dije que sí estaría mal que me visites ahora.- contestó YoungMin bajándole el volumen a la televisión, así podría escuchar mejor lo que Minsoo tuviera por decirle. –Adiós.- finalizó la llamada porque era más interesante saber qué hacían los científicos para resolver la escasez del agua, que hablar con Minsoo.
Pero él al oír que se había cortado la comunicación sólo se levantó de su asiento, tomó las carpetas del registro de ventas y comenzó a caminar hacia la puerta. Salió completamente de la oficina y tras revisar que todo estuviera en orden dentro de los refrigeradores salió del local.
Terminó por cerrar las puertas de Frosty Ice con llave, luego caminó hacia el auto. Antes de abrir la puerta del piloto sintió que su celular estaba vibrando, sonrió.
Tomó la llamada de inmediato.
-Sabía que no me ibas a dejar colgado.- contestó Minsoo sonriendo orgulloso.
-¿Por qué te tendría que dejar así?- preguntó Jungsoo extrañado, luego tomó su taza de café para beber un poco y mantenerse despierto un poco más. –Oye, sigo trabajando en lo de Jocone, ¿ya saliste de Frosty Ice?-
-Ya, recién cerré las puertas, voy hacia mi casa.- contestó entrando al vehículo. –¿Todo va bien?-
-Bastante, me he pasado haciendo un montón de códigos. Extrañaba esto.- susurró Jungsoo. –Pero quería saber cómo estabas.-
-He estado bien, haciendo cuentas y estrategias de ventas, lo normal.- elevó la calefacción del auto. –Oye, hoy voy a dormir con los chicos no quiero interrumpir tu trabajo.- encendió el motor puso el teléfono en altavoz. –¿Te molesta?-
-No, me parece lo correcto, ya pasó un día y aun no lo he terminado.- contestó Leeteuk suspirando.
-Tómate tu tiempo, por favor.-
-Sí, eso hago.- susurró Jungsoo.
-Deja de tomar cafeína para que tendrás un sueño reparador, mañana continuas trabajando.- salió del estacionamiento de Frosty Ice pero antes de ir al departamento con sus amigos, estaría bien pasar a saludar a YoungMin, quizá ya no tenía crédito y por es el cortón de hace minutos.
-Eso haré, duerme pronto también.- contestó Jungsoo sonriendo, cambiando de mano su celular porque ya se le había cansado el brazo. –Te amo.-
-Yo también.-
Pisó el acelerador para llegar pronto a la casa del gemelo.
-Descansa Jungsoo.- esperó a que Leeteuk finalizara la llamada para no sentirse mal de hacerlo él, condujo hasta llegar, se estacionó y miró con detenimiento la hora que se reflejaba en el estéreo del auto, su vista panorámica enfocó el péndulo de Newton dentro de la cajita.
La tomó y salió del auto.
A YoungMin le gustaban cosas científicas, hablaba de teorías y veía documentales, incluso habían charlado sobre sus cinco mejores científicos y ambos tenían a Newton entre ellos.
Llamó a la puerta porque aún había luz dentro de la casa.
Retrocedió al momento que la perilla comienzo a moverse, luego sólo suspiró para calmarse y sonrió.
-Te dije que no vinieras.- contestó YoungMin, pero a diferencia de otras veces no le azotó la puerta en el rostro. –Espero que tengas algo importante qué ofrecerme que ya me perdí el testimonio de Ángela Bassett.- regresó a su sala de estar para sentarse y continuar viendo el documental.
-Tengo algo para ti.- susurró sonriéndole mientras le mostraba la cajita.
-Ya tengo cajas.- contestó YoungMin subiendo el volumen de la televisión.
-Lo sé, pero estoy casi seguro que no tenías los péndulos de Newton.-
YoungMin dejó de mirar el programa para verlo.
-¿De dónde los sacaste?- preguntó YoungMin levantándose del sofá para ir con Minsoo, tomándolos y jugando con ellos. –Los quería comprar por internet porque aquí no los encontré.-
Minsoo sonrió al ver como YoungMin se divertía con ellos.
-¿Te gustaron?- preguntó acercándosele sin ser irrespetuoso, sin invadir el espacio personal de YoungMin.
-Son magníficos.- susurró sin dejar de mirar los péndulos. –¿Son para mí?- volteó a ver a Minsoo, que asintió de inmediato. –Vaya… gracias.-
-¿Lo ves? me estoy tomando esto con calma.-
-Si no hubieras dicho “lo vez” entonces me estarías convenciendo.- contestó YoungMin tomando el péndulo con las yemas de sus dedos.
-¡Hey!- ambos voltearon hacia la planta alta, en donde KwangMin les sonreía. –Cuidado allá abajo, no quiero gemidos ni toqueteos en mi sala.-