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Un envase vacío por deathotel22

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Notas del capitulo:

hola, aqui les traigo la continuacion, que lo disfruten!!!

La mañana llego y con eso reaparecieron las angustias para dos de los integrantes de la banda, en cada uno de los departamentos contiguos había un adolescente que tenía la mente en otro lado.

-          Bill, apresúrate- le insistía Gustav a su amigo- tenemos ensayo, ¡apúrate!-

-          Ya voy- resopló.

La desgana se notaba en todo su ser, parado en la puerta de su closet intentando buscar algo que ponerse, pero se notaba que no estaba prestando atención a lo que hacía, llevaba ahí media hora sujetando la misma camiseta.

Las cosas estaba igual cruzando el pasillo, Tom sostenía en una mano su gorra roja, viéndola atentamente, pero a la vez no dándose cuenta de que la tenía ahí.

-          Viejo, apúrate- Georg le puso una mano en el hombro- vamos a llegar tarde-

-          Sí, ya…ya voy- movió la cabeza para quitarse los pensamientos.

Al final los cuatro chicos subieron a la camioneta que los llevaría a la sala de ensayos a tiempo, sabían que no era bueno hacer enojar a su mánanger, sin embargo todo el camino fue muy silencioso, demasiado silencioso si le preguntaban al bajista.     

La terminación del fin de semana y de sus pequeñas vacaciones, significaba regresar a los ensayos, David tenía un nuevo cronograma, porque tenían varias presentaciones y quería que sonaran bien todos los instrumentos y que Bill este bien afinado.

-          ¡Uy! Esas caras- dijo David al ver el semblante del vocalista y el guitarrista- parece que hubieran cogido un resfriado….- se cruzó de brazos viendo fijamente al pelinegro- más te vale que no sea así, sabes perfectamente que debes cuidar de tu garganta-

-          Estoy bien no te preocupes- dijo sin mucho ánimo.

-          ¿Por qué no nos ponemos a ensayar?- intervino Gustav para que no pusieran más tenso a su amigo.

-          De acuerdo- concedió el mayor- vayan todos a sus posiciones-

Comenzaron el ensayo por fin, al principio a Bill le salía la voz en un hilo, lo que causaba desesperación en David, sin embargo de a poco fue agarrando fuerza y la voz le salió normal.

Luego el problema recayó en Tom, no podía dar dos notas bien sin salirse de tiempo, todos lo notaban pero seguían tocando y el que era más exigente en todo eso de la coordinación- Bill- seguía cantando sin regresarlo a ver por cada error que cometía como lo hacían los demás.

-          Tom, por Dios- se quejó Georg dejando de tocar el bajo- viejo parece que estas tocando las mañanitas-

-          ¡A ver, muchachos!- intervino David- tómense 15 minutos de descanso- se paró junto al guitarrista, poniéndole una mano en el hombro- deja de pensar en las chicas por un momento ¿quieres?-

-          Lo…lo siento…perdón- dejo su guitarra y fue hasta la cafetería.

-          Bill- le llamó el baterista en un susurro- ve a hablar con él- señaló la cafetería con un movimiento de cabeza- ahora o nunca-

-          Deséame suerte- continuaron hablando bajito.

-          Suerte, amigo- le deseó de todo corazón.

Camino directo hasta la cafetería sin regresar a ver, porque sabía que si lo hacía no se atrevería a ir con Tom, estaba nervioso y no sabía cómo abordarlo, ni que decirle para que empezaran a hablar de lo que pasó.

-          Hola- lo saludó nervioso.

-          Hola, tú también vienes a recriminarme por tocar como la mierda- no se oía molesto sino más bien un tanto deprimido.

-          No…yo…ehm…todos tenemos un mal día- cogió un vaso y lo lleno de agua, para que no notara su impaciencia- no puedo crucificarte si…yo empecé cantando horrible-

-          No…supongo…que no-

Bill no podía hablar con él, las palabras no le salían, sería mejor esperar hasta más tarde en que estén en el departamento o a que fuera febrero 31. El pelinegro estaba dispuesto a regresar a la sala de ensayos, pero Tom lo detuvo del brazo.

-          Bill, espera…ehm… ¿podemos hablar de lo que pasó la otra noche?-

-          Ahm…sí…esa noche- se rascó la cabeza- estábamos…muy borrachos- sonrió algo tonto.

-          Sí, bastante…ehm…esa noche….ahm….este…-

-          Fue extraño ¿no?- le dio la espalda- no podíamos coordinar ni un solo movimiento- tenía que empezar la mentira- eh…nos pasmos de copas….y ehm…-

-          Estábamos muy mal….por eso…sobre lo que pasó…-

-          Un desastre…- era ahora o nunca- lo bueno fue…que…ahm…al final el alcohol…nos superó…. no pasó nada y el cansancio nos ganó- ahora a rezar para que le crea.

Tom notó que Bill no recordaba nada de lo ocurrido, meditó por un momento y creyó que era lo mejor, no era necesario angustiarlo a él también, de esa forma no habría tensión entre los dos.

-          Eh, sí…lo que quería saber es si, ¿estamos bien?-

-          Sí, muy bien…no pasa nada-

-          Genial…entonces… ¿amigos?- estiró la mano esperando que se la estrechara.

-          Amigos- concedió Bill estrechando su mano y sonriendo de alivio porque al final le creyó- ehm… regresemos al ensayo- desde ese día el pelinegro empezaba su nueva faceta.

De regreso en el ensayo la cosas salieron mejor, Bill tenía una energía única, cantaba con tal adrenalina que parecía que en verdad estaba en el estadio rodeado de una gran multitud. A esa algarabía se sumaron los demás integrantes, David quedó muy satisfecho,-un descanso era todo lo que necesitaba- pensó mientras se frotaba la barbilla.

-          Ok, deténganse- ordenó el mánanger- están sonando perfectamente, pero ahora tenemos que ir a una sesión de fotos que acabo de concretar-

-          ¿Así tan de repente?- preguntó Gustav haciendo un redoble de tambores.

-          Sí, y más vale que se apresuren, porque me costó mucho concretar esa cita, es un fotógrafo muy famoso y no hay que hacerlo esperar- los mandó a alistarse.

Gracias a los constantes apremios del mánanger los chicos estuvieron listos en 10 minutos, para Bill fue un tiempo record cambiarse, maquillarse y quedar lindo para posar ante las cámaras.

Llegaron a un estudio bastante exuberante, había un montón de cosas para utilizar en las distintas sesiones fotográficas, sin duda el fotógrafo que les haría las fotos era muy reconocido a pesar de que era bastante joven.

-          Pasen chicos, bienvenidos- los recibió el joven fotógrafo- quiero que por favor los cuatro se pongan allá- los llevo hasta el set- y acomódense como gusten, relájense quiero que se vean muy naturales-

-          Bueno muchachos- habló David- háganle caso en todo a Frank- así se llamaba el fotógrafo. 

Frank comenzó a guiarlos en la sesión, poco a poco fue descubriendo como era cada uno, se dio cuenta que Bill era él que más resaltaba, no importaba si lo mandaba al fondo, el pelinegro siempre hacia algo que guiaba tu mirada justo a donde él estaba.

-          Muy bien- detuvo los flashes- Bill ¿cierto?- se dirigió hasta el vocalista.

-          Sí, ¿pasa algo?- temía haber exagerado en alguna pose.

-          No todo tranquilo- lo rodeo con un brazo-todo está muy bien, excelente diría yo, pero ven conmigo- se lo llevó un tanto apartado de los demás.

-          Dime, que pasa-

-          He visto cómo te desenvuelves frente a la cámara y eso me gusta mucho, me gustaría hacerte unas fotos aparte, a ti solo- le dedicó una sonrisa confiada- ¿está bien? O crees que tengo que hablar con David-

-          Por mi está bien- dijo alegre- pero de todas formas habla con él para que no haya problemas luego-

-          Bien iré a hablar con David, ya regreso- partió hasta donde estaba el hombre comiéndose un sándwich.

En tanto los chicos de la banda se le acercaron, para saber que eran esos cuchicheos y secretitos que se traían el fotógrafo y su vocalista.

-          ¿Qué te dijo?- preguntó Georg primero.

-          Quiere hacerme unas fotos aparte- estaba muy emocionado.

-          ¿Y no te dijo para que eran?- esta vez preguntó Gustav.

-          No, pero se fue a hablar con David, de seguro a él le dice todo-

-          A mí se me hace que es para una de esas revistas prepago- medito un poco la situación el bajista.

-          No digas tonterías- intervino el baterista- Frank no es de ese tipo de fotógrafos-

-          Ya sé que no lo es- se defendió Georg- pero sería interesante ver a nuestro vocalista en una de esas revistas, piénsalo, eso ayudaría mucho a la banda, verdad viejo- le preguntó a Tom que no había dicho ni una sola palabra.

-          Sí, sería bueno, te imaginas los millones que haríamos si Bill se hace prepago- le dijo a su amigo muy campante y luego ambos se fueron a discutir que comprarían con tanto dinero.        

-          No le hagas caso- Gustav intentó animar a su amigo al ver que su carita se ensombreció- es un idiota…ambos lo son, pero tú no les hagas caso  a la sarta de idioteces que dicen-

-          Sí, no te preocupes- intentó reponerse.

-          Y hablando de ese idiota ¿hablaste con él?- se pusieron a hablar bajo.

-          Sí, y lo que te dije es cierto, él estaba más borracho que yo, así que no se acuerda-

-          Menos mal- suspiró aliviado- ahora solo tienes que quitártelo de la cabeza-

-          Eso mismo es lo que voy a hacer, con lo que me acaba de decir me doy cuenta que es un cabrón y no merezco sufrir por él-

-          Esa es la actitud, ahora ponte lindo, que ya viene el fotógrafo-

Frank y David venían conversando un poco sobre las fotos que le harían a Bill, el mánanger estuvo de acuerdo, y sin más dio el visto bueno. A penas llego junto al pelinegro le explicó lo que harían, Bill se paró en el set listo para comerse el mundo, las tonterías que le dijo Tom sobre convertirse en prepago no lo afectaban, ya se había curado de ese mal, ahora solo necesitaba esperar hasta que la inyección hiciera efecto y por fin pudiera quitárselo de la cabeza.  Las fotos de Bill dejaron muy satisfecho a David, estaba muy orgulloso de ese pequeño terremoto que a veces le sacaba canas verdes.

Esa tarde David llevó a la banda a comer fuera, de vez en cuando era bueno consentirlos, porque los conocía bien, si por algo se caracterizaba ese cuarteto de adolescente era por no hacer las cosas de a gratis, siempre tenía que estarlos sobornando con alguna cosa.     

-          Estoy muy orgulloso- empezó el hombre- están haciendo muy bien las cosas y ahora nos dan la noticia que nuestro Billy- estrechó con un brazo al vocalista- tiene aptitudes para ser modelo, siempre supe que llegarías lejos-

-          Yo sigo diciendo que en las revistas de los prepagos hubieras quedado mejor- insistió Tom.

-          Y yo sigo insistiendo en que aún no sé por qué te seguimos aguantando en la banda-respondió el pelinegro frio.

-          Ya, niños dejen de pelear- intervino David- mejor coman que para eso vinimos aquí-

Al finalizar la comida, el mánanger los llevó al departamento, diciéndoles que los esperaba temprano para continuar con los ensayos, tenían dos presentaciones el fin de semana y necesitaban estar bien preparados.

-          ¡No lo soporto!- gritó Bill apenas entro a su departamento con Gustav.

-          Yo sé, que es muy exigente, pero que podemos hacer, él es quien sabe de este negocio-

-          ¿De quién me estás hablando?-

-          De David, ¿de quién me estabas hablando tú?-

-          De Tomás, de quien más va a ser-

-          Sigues ofuscado por lo que te dijo-

-          Te juro, que si no fuera porque David estaba presente le hubiera lanzado toda mi comida encima, me hubiera encantado ver como se quitaba la comida de esas rastas mugrientas- esbozó una sonrisa macabra.

-          Sabemos bien que él es un idiota, pero ¡no le hagas caso por el amor al pollo frito!- se exasperó Gustav- yo creo que un té de manzanilla te va a calmar ¿te preparo uno?-

-          Gusti- lo abrazo fuertemente- ¿Qué sería de mi sin ti?-

-          Para empezar, hace rato hubieras muerto de hambre-

Fue a la cocina a preparar el té, estos días iban a ser los más difíciles, eso lo sabía bien Gustav, por más que Bill intentara sacarse de la cabeza a Tom, eso iba a tomar tiempo, porque una cosa era sacarlo de la cabeza y otra muy distinta arrancarlo del corazón.                

Los siguientes días las cosas fueron avanzando…lento, pero avanzando, Bill ya no se ofuscaba cuando Tom intentaba hacerle alguna broma, es más ya casi ni le prestaba atención, para él Tokio Hotel ahora solo tenía tres integrantes. Aun así, ante sus fans y la prensa en general actuaba como si todo siguiera igual, reía normalmente, posaba junto a él, se hacían algunas bromas en las entrevistas, pero cuando regresaban a su vida fuera de los reflectores, Tom para él se esfumaba por algún efecto del calentamiento global.    

Esa tarde Bill estaba intentando serenarse en los camerinos, era el último concierto de esa semana y las exasperaciones del bajista y guitarrista lo estaban poniendo nervioso, fue a sentarse a un sofá y poniéndose en posición de flor de loto, se puso a meditar. Gustav hacia un poco de calentamiento de piernas, al final siempre terminaba con calambres el pobrecito, el pelinegro lo compadecía porque de todos era el único que debía permanecer en la misma posición.

Cuando las cosas estuvieron listas, los técnicos llegaron a conectarles los apuntadores y el micrófono a Bill. Al recibir la indicación los cuatro caminaron con paso seguro hasta el escenario, con la señal de Gustav todo el show comenzó.

Todo iba fantástico en lo que a afinación y coordinación se refería, pero a David le preocupaba algo, Bill estaba frío con Tom; no, frío es poco, prácticamente hacia como si el guitarrista fuera uno más de los amplificadores. Eso no le gustaba nada, a las fans les gustaba esa química rara que formaban. Cundo terminó la primera parte del concierto los chicos fueron a refrescarse y ahí fue cuando provechó el mánanger.  

-          Bill, Tom- los llamó a ambos- vengan para acá-

Los jóvenes le siguieron, no se veía contento, bueno en los conciertos siempre fruncía la frente.

-          ¿Me pueden decir qué demonios pretenden?- su quijada se tensó.

-          ¿A qué te refieres?- preguntó Tom extrañado.

-          Quiero saber ¿Por qué no están haciendo eso que siempre hacen?-

-          ¿Qué es lo que siempre hacemos?- ahora el que no entendía era Bill.

-          Creo que no me explique bien- dijo al ver sus caras de incierto- ustedes dos siempre hacen un extraño jueguito de miradas, de roces y no sé qué otra cosa más, ¿acaso están peleados?-

-          No- respondieron al unísono.

-          ¿Entonces?- estuvo a punto de tirarse de los cabellos- Bill casi no te has acercado a él, ya no lo buscas como antes- empezó a recriminarle- esa química rara que ustedes forman en el escenario es lo que les gusta a las fans, es la chispa que complementa todo- movía las manos exageradamente- ¡así que déjense de tonterías y vuelvan a hacerlo como siempre!-   

Se fue dejando a los jóvenes solo, dos segundos después Bill lo siguió, no quería volver con esos jueguitos, si lo hacía eso repercutiría en su proceso de curarse de Tom por completo, pero por otro lado estaba David, y más importante que él: las fans, conocía cuanto les gustaba que los dos se acercaran dedicándose miradas cómplices y cuando le miraba a los ojos cantándole algo era cuando más gritos había. No le quedaba más tenía que sacrificarse un poco por el bien de la banda.     

Cuando regresaron al escenario del pequeño descanso, el vocalista hizo lo que le pidió David, se apegó más a Tom, le cantó algo, le sonrió de forma coqueta como siempre lo hacía y esas cosas parecieron que les agradaron a las fans, pero mucho más a su mánanger que ya no fruncía el ceño…bueno ya no tanto.      

Después del concierto, tenían la noche y la mañana siguiente libre, Gustav y Bill regresaron al departamento, el vocalista debía cuidar su garganta así que optó por no salir, mientras que el baterista se quejaba de dolor en los dedos de los pies y moría por un buen masaje.

Como era de costumbre el dúo dinámico, salió de juerga, esa actitud a nadie sorprendía, David les pidió que tuvieran cuidado y que por el amor de Dios llevaran condones en la billetera, ambos sonrieron ladinamente cuando de sus pantalones le mostraron una tira con diez paquetitos cada uno. David movió la cabeza de frustración, eran un caso perdido y él no tenía ni el tiempo ni la edad para lidiar con las aventuras de sus dirigidos. –Por suerte, la otra mitad de la banda es más sensata- dijo mientras fumaba un cigarrillo.

-          Bill, santo cielo- decía Gustav completamente relajado- tienes unas manos mágicas-

-          Tú te preocupas por mi alimentación y yo por tus dolores musculares- le dedico una sonrisa, masajeando los pies de su amigo.

-          ¿Por qué no quisiste salir de fiesta?-

-          Tengo que cuidar mi garganta…ya sabes- rodo los ojos,  recordando las advertencias de su mánanger.

-          Es eso o…no querías estar con Tom-

-          Bueno sí, eso también- le dio la razón- no quiero estar cerca de él si hay tragos de por medio-

-          Estas muy concentrado en sacártelo de la cabeza ¿verdad?-

-          Absolutamente, mientras menos me acerque a él, más rápido sale de mi mente-

En un popular bar de la ciudad dos jóvenes juerguistas conseguían su presa de la noche, no les tomo mucho tiempo ligarse a una chica, ellas los conocían y estaban muy emocionadas que dos famosos tan guapos quisieran pasar la noche con ellas.

Georg le pidió que esta vez le dejara el departamento, Tom aceptó a regañadientes, advirtiéndole que no hicieran nada en su cuarto y que cuando regresara iba a hacer inventario por si acaso. El guitarrista se fue con su chica a un hotel cercano, no le importaban mucho los lujos, lo único que quería era follarla, ya que desde la borrachera con Bill, había estado en abstinencia y necesitaba descargarse.

-          Tienes uno labios muy sensuales- dijo conquistador.

-          Te gustaría…- se acercó a el- probarlos- le ronroneo al oído.

Se apodero de sus labios, desesperado, quería llegar a tercera base lo más antes posible. Entre besos la condujo a la cama y empezó a quitarle la blusa dejándola solo en brasier, también se quitó toda la parte de arriba de sus ropas, volvió a besarla y a bajarle el pantalón, ella lo hizo girar para quedar sobre el guitarrista, quería jugar un poco así que descendió por el cuello del rastudo con intenciones de hacerle algunos chupetones furtivos. Tom odiaba esas demostraciones de cariño, porque esas cosas solo hacían las personas que se querían, para marcarlas como suyas; en cambio a esta chica a penas y conocía.

-          Espera…-volvieron a girar dejándola a ella abajo- odio que hagan eso-

-          Estas un poco ansioso ¿verdad?-

-          Sí, solo un poco-

Acaricio un poco sus pechos y con manos agiles desabrochó el brasier, tenía un lindo cuerpo y con una cintura muy pequeña, su piel era casi tan blanca y suave como la de….

-          Te había que te ves hermoso-

-          No…nunca-

Pequeños fragmentos de una noche no tan lejana se hicieron presa de su mente.

-Oh, Dios…mierda sigue así-

-          Eres…ahm…un tramposo, tu…sigues vestido-

-          Entonces…ven y desvísteme-

Parpadeó un poco para alejar esos pensamientos, ahora más que nunca necesitaba poner la mente en blanco, retomó las caricias con la chica, metió la mano en su entrepierna para acelerar las cosas.

-          ¡Oh!... ¡ah!... no te detengas… ¡oh, sí-

-          ¡Dios! ¡Dios!... ¡para!-

-          Ya no quieres que siga… con mis jueguitos-

-          Claro, pero vamos a hacerlo diferente-

El constante zarandeo de una chica impaciente lo sacó de sus recuerdos.

-          ¿Te pasa algo?- la chica lo miró expectante- parece que te quedaste en blanco-

-          Eh…no…todo está bien-

Era mejor empezar con todo el show antes de que las cosas se pusieron peores, terminó de desvestirse y se colocó un condón.      

 

-          Muévete-

-          Prepárate…te voy hacer gritar de placer-

-          Hazlo…ah…más rápido-

-          ¡Dios! eres tan bueno-

De nuevo unos zarandeos lo sacaron de sus cavilaciones, poco a poco fue despertando de ese sueño, era como tele transportarse de su habitación en el departamento, a la habitación del hotel, solo que aquí, bajo él, no estaba la persona que quería que esté.

-          Oye, es obvio que las ganas se te fueron- apuntó al miembro flácido de Tom.

-          No…es solo que, me distraje un poco- quería retomar las acciones.

-          Espera…-lo empujó con los brazos- si a ti no se fueron las ganas, pues a mí sí- se paró para recoger sus cosas e irse, en el camino hasta la puerta fue terminando de vestirse.

A Tom no le importó mucho, que una mujer se fuera insatisfecha, ya ni siquiera recordaba que había llegado a ese hotel con una. Se recostó en la cama viendo al techo, varias imágenes volvieron a colarse por su mente: él besado a Bill, acariciándolo, mordiéndolo, saboreándolo, haciéndolo gemir hasta el final. De repente como si lo hubieran llamado con un silbido su miembro empezó a endurecer, al sentir ese cambio en su cuerpo, Tom regresó a la realidad. Volviendo a retomar esas imágenes tan candentes que lo ponían a mil, comenzó a darse placer propio. Sin siquiera saber por qué, añoraba ese cuerpo que hace varias noches fue suyo.      

Notas finales:

gracias por leer, por favor comente.... les mando un beso!!!


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