-¿Es en serio lo de juntarse con nosotros?- Vincent caminaba junto a Dan y sus amigos al salón de clases.
-Por supuesto. No dejaríamos a Dan solo, y como ahora eres su…¨pareja¨- Dijo en voz baja. – Pues les haremos compañía a ambos. Aunque les suplico que por ahora no se pongan muy melosos… aun no me acostumbro mucho a la idea.
-Por si no lo sabes, esto se mantendrá en secreto. Y si ¨Alguien¨ dice ¨Algo¨ yo personalmente me encargaré de ese ¨Alguien¨- Insinuó Vincent.
-Vincent, tranquilo. Ni Cris ni Jeff dirán nada ¿Verdad chicos? – Dijo Dan.
-Sobre todo Jeff. Este chico es una tumba…de hecho dudo que sepa de qué estamos hablando- Dijo Cris mientras miraba como el pelirrojo caminaba sonriente y satisfecho después de conseguir su porción extra de flan.
Los cuatro jóvenes llegaron al salón de clases. Vincent se sentó en el lugar de siempre, rodeado por Cris, Jeff y su amado ángel.
-Supongo que Stan se sentará lejos hoy. Por fin, él es el más molesto de los tres- Dijo Vincent.
-Por ahora así parece- Mencionó Cris mientras señalaba al castaño de gorro que llegó al salón y se sentó al otro lado del salón.
-¿No piensa ni saludarnos?-Preguntó Dante, realmente se sentía mal por el rechazo de Stan.
-Mejor para mí, odiaría tener que cruzar palabra con ese tarado- Vincent sin embargo no estaba contento con ello. Sabía muy bien cuan triste estaba Dan al ver como su amigo se alejaba, pero compadecerlo no serviría de nada ahora.
-Muy buenos días clase- El profesor llegó y se quedó parado frente a la pizarra. –Espero que estén descansados de este largo fin de semana- Hizo una pausa y les vio con una sonrisa. -Me complace decirles que este grupo fue el que más vendió en el festival de verano.
Una ola de aplausos y murmullos se escuchó en el salón. Todos estaban felices.
-Calmen chicos, tranquilos. No olvidemos quién fue el que nos dio esta victoria. Dan, pasa al frente- Dijo el profesor quien por fin volteó a ver a Dante con una insistente mirada.
- Y-yo - Dante solo se levantó de su asiento. –Desde aquí estoy bien…
-Vamos, no seas tímido. Necesito que pases al frente para que todos te vean.
¨O más bien para que ¨TU¨ lo veas, profesor pervertido¨ pensó Vincent. Dante miró a Vincent de reojo, este le hizo una seña dándole luz verde para que pasase al frente. El arlequín sabía que a la vista de toda la clase ese tipo no haría nada y debían evitar llamar la atención con comportamiento extraño. Pero si le tocaba un solo cabello estaría muerto.
Dante pasó al frente y el profesor detrás de él colocó sus manos en los hombros del azabache.
-Fue gracias a la idea de su compañero y a su arduo trabajo que logramos alcanzar esta meta- Todos aplaudieron cuando el profesor dijo esto sin notar cuan incomodo estaba Dante.
Vincent se levantó de inmediato al ver como el profesor estaba tan cerca de Dante. Aun así no haría de esto una escena de celos.
-Claro que si profesor ¡Hurra por Dante!- Dijo sarcásticamente mientras avanzaba al frente del salón aplaudiendo. –Como si los otros no hubiesen hecho nada. No le de el crédito solo a Dan.
-Vincent, siéntate inmediatamente, esto no tiene nada que ver contigo. Es más, ni siquiera ayudaste como para sentirte ofendido- Le dijo el profesor intentando guardar la calma.
La situación se tornó algo peligrosa. Ambos, el profesor y Vincent, se miraban con desprecio mientras controlaban su furia.
-Vincent tiene razón- Dijo por fin Dante. –No fui solo yo- Dijo dirigiéndose a la clase. –Hemos sido todos juntos. Agradezco que todos apoyasen mi idea y que se esforzaran tanto por ello. La victoria no es mía, es de todos.
Todos en la clase comenzaron a aplaudir. La humildad de Dante había calmado la situación. Desde el otro lado del salón, Stan miraba a Dan. Le alegraba ver como el azabache resolvió todo con sus sinceras palabras, sin embargo, la actitud de Vincent no le gustó nada.
-Muy bien, silencio todos. Es hora de comenzar la clase. Vayan a sentarse los dos por favor- El profesor solo cortó el tema y siguió con su trabajo.
Al concluir las clases el nuevo cuarteto se dirigió al patio de la escuela a caminar. Vincent quería zafarse de ello, pero Dan no lo dejó.
-Hoy iremos a comprarle los audífonos a Jeff ¿Nos acompañan?- Preguntó Cris mientras se acomodaba las gafas.
-Claro, hace tiempo que no salimos- Dijo Dante.
-Pues que se diviertan todos, yo no iré- Vincent se cruzó de brazos.
-¿Tanto te molestamos Vincent? Pero si no te hemos hecho nada- Dijo Cris.
-Por favor Vincent. Nos la pasaremos bien- Insistió Dante mientras ponía esos ojos de súplica que eran la debilidad del rubio.
-¡Joder! Está bien. Pero solo porque yo también necesito comprar algunas cosas.
-¡Entonces es un hecho! Iremos los cuatro de compras- Dijo Cris quien se dio cuenta de la ausencia del pelirrojo. -¿Jeff? ¡JEFF! ¡No de nuevo!-Corrió para buscar a su amigo dejando solos a Dante y a Vincent.
-Tus amigos son raros- Dijo Vincent con una mueca de desagrado.
-Algo, pero son los mejores. Sé que te cuesta mucho convivir con ellos, pero agradezco tu esfuerzo.
-No lo hago por ellos- Dijo el arlequín en voz baja pero lo suficientemente fuerte para que Dante lo oyera.
El azabache se sonrojó ligeramente. Se le escapó una sonrisa, realmente quería mucho a Vincent y se sentía feliz de estar con él.
En cuanto Cris encontró a Jeff, los cuatro chicos salieron de la escuela para ir a la plaza. Jeff parecía saber que comprarían sus nuevos audífonos pues no dejaba de saltar de un lado a otro.
Vincent caminaba junto a Dan y sus amigos sintiéndose incomodo, fuera de lugar. Pero soportaba todo solo por Dante, no quería que se sintiese mal y mucho menos que perdiera a otro de sus amigos por su culpa.
-Jeff, por favor detente- Suplicaba Cris al notar como los miraban todos gracias al pelirrojo hiperactivo.
Pero a Jeff eso le importaba poco, él estaba feliz y cuando por fin entraron a la tienda de electrónicos corrió.
-¡JEFF!- Cris corrió tras de él para ver que no rompiera nada.
-¿El pelirrojo siempre hace eso? – Preguntó Vincent.
-Emm…si- Contestó Dante.
-¿Y él de gafas siempre corre tras de él?
-Cris solo quiere evitar que Jeff se haga daño.
Vincent y Dante fueron con los chicos. Jeff miraba y miraba los diferentes colores y tamaños de auriculares con moción.
-Creo que debe comprar unos de precio promedio. Unos baratos se descompondrían rápido y tampoco es correcto gastarse los ahorros en unos costosos- Cris le ayudaba mostrándole los que pensaba que eran de buena calidad y de precio razonable.
-Esto es aburrido. Dan, iré a comprar algo. No tardo- Dijo Vincent mientras se disponía a irse.
-¿Te acompaño?
-No, está bien. No tardaré. Además… lo que compraré es un secreto- Dijo con una sonrisa traviesa mientras se iba de la tienda. El azabache lo vio irse.
-Oye Dan ¿Me ayudas?- Pidió Cris.
-Sí, claro.
Dan ayudó a Cris y Jeff con su compra. Mientras tanto Vincent iba a una de sus tiendas favoritas de aquella plaza. Entró a la obscura tienda haciendo sonar la campanilla y llamando la atención del cajero.
-¡Vincent, niño! Tanto tiempo sin verte- El chico lleno de tatuajes y piercings le saludo animado.
-Hola.
-Amigo, desapareciste. Te han estado buscando.
-¿Quién me busca?- Preguntó cruzándose de brazos.
-¿Quién más? ¨El Diablo¨. Ha venido aquí seguido, preguntando por su Arlequín. Parece que perdió su teléfono móvil y no puede llamarte o algo así.
Un escalofrió recorrió la columna de Vincent. Hace tiempo no veía a ese tipo y ahora de repente todos lo nombraban.
-Entiendo, si lo ves dile que iré a verlo el fin de semana. Yo también tengo que hablar con él- Dijo mientras pensaba fugazmente en Dante.
-Le pasaré tu mensaje. Pero bueno, cambiando el tema ¿En qué te puedo servir?
-Bueno- Vincent sonrió traviesamente. –Quiero un regalo especial para alguien.
Mientras tanto en la tienda de electrónicos, Jeff había elegido unos auriculares de orejeras color azul rey. Parecía estar muy ansioso por abrirlos.
-No Jeff, aun no los pagamos- Cris lo llevó a pagar y tan pronto lo hicieron el pelirrojo ya estaba intentando abrirlos, pero su empaque plástico era muy difícil de abrir sin tijeras. –Que impaciente eres.
-Está muy feliz- Dijo Dante al ver la enorme sonrisa en la cara de Jeff.
-Es tan torpe. Se hará daño con el plástico- Cris le quitó los audífonos para abrirlos él mismo. –Necesito tijeras…Ahh!! – El chico de gafas se había hecho un corte en el dedo índice con el plástico.
-¿Estas bien?
-Sí, solo es una pequeña herida- Cris no le dio importancia.
Jeff se acercó y vio brotar una gotita de sangre. Tomó la mano del de gafas y vio más de cerca.
-¿Qué tanto ves? Solo es una pequeña herida.
Jeff abrió su boca y lamió la sangre.
-AGH!! ¡¡No hagas eso!!- Cris apartó su mano. Un ligero sonrojo se veía bajo sus gafas.
Jeff sonrió al ver su expresión. Dante solo se sorprendió.
-¿Por qué eres tan raro? No es de buena educación lamer a las personas sin permiso- Cris se acomodó las gafas y se metió las manos en los bolsillos. –Ya vámonos.
-Espera, falta Vincent- Dijo Dante.
-¿A dónde fue?
-No lo sé, dijo que compraría unas cosas.
Justo en ese momento el rubio de mechas teñidas apareció con una bolsa negra en la mano.
-¿Me extrañaron?
-Qué bueno que llegas. Ya nos vamos. ¿Qué compraste?- Preguntó Cris al notar que la bolsa aparte de ser negra tenía grapas.
-¿Mmm? Nada especial – Dijo sonriendo para Dante de una forma que hizo que el azabache se sonrojara. –Un pequeño secreto.