El clima estaba cambiando. Parecía que el verano se alejaba poco a poco para darle paso al otoño.
Después de todo este tiempo, Stan seguía distanciado de Dante y los demás. Él y Alexander pasaban el tiempo juntos, principalmente charlando de cosas de la escuela. Pocas veces se mencionaba a Dante.
Stan tenía muchas ganas de volver con sus amigos, pero no podía soportar la idea de que Dante salía con Vincent. De todos los chicos de la escuela tenía que escogerlo a él.
Estaba sentado en la cafetería, picando el plato con el tenedor.
-¿Stan? Oye, Stan- Alexander movía su mano frente a él.
-Oh, lo siento ¿Qué decías?
-¿De nuevo estás pensando en Dan? Si tanto te preocupa, ¿Por qué no vas a verlo? Yo estoy bien. Ya te dije que he aceptado el hecho de que Dan sale con Vincent.
-¡Basta! No repitas eso- Stan volvió a comer, intentando evitar el tema.
-Es la verdad, incluso todos están…
En eso, Dante y Vincent aparecieron junto a Cris y Jeff. Todos se sentaron en una mesa para desayunar. A su alrededor, los demás chicos en las mesas, empezaban a susurrar mientras miraban a la mesa de los chicos.
-¿Qué les pasa?- Pregunta Vincent un tanto molesto.
-Ni idea, pero ha pasado lo mismo hoy en los pasillos. Parece que uno de nosotros está siendo el tema de conversación en la escuela- Comenta Cris.
-No creo que sea importante. Esto no nos afecta en nada, ¿no crees?- Dante intentaba calmar a Vincent.
-Pero no dejan de vernos y murmurar.
-Tal vez por fin se han dado cuenta de lo loco que está Jeff- Dice Cris entre suspiros.
Jeff devoraba su postre como un perro hambriento. Aprovechó que Cris estaba distraído y le quitó el suyo.
-¡Oye! Eso es mío ¿Cuántas veces debo decirte que…? ¡Ah!…olvídalo- Se resigna.
Stan y Alexander los miraba desde su mesa.
-¿Qué ocurre aquí?- Pregunta Stan.
-¿No es obvio? Se esparcieron los rumores de lo de Dan y Vincent.
Stan se sorprendió y miró a Alexander con una expresión que pedía a gritos que le explicara.
-Es normal, Dante es el chico nuevo y Vincent al arlequín del Diablo. Ellos llaman la atención y más aún después de todo lo que ha ocurrido.
-Tiene sentido- Dice Stan mientras los mira. –La verdad, es que ellos no lo han ocultado del todo.
-¿Crees que sepan de los rumores?
-No. Vincent explotará cuando lo sepa. Es un cobarde, y seguramente hará lo posible para que nadie vuelva a hablar del tema. Cuando lo sepan, nosotros y toda la escuela se enterarán.
Vincent parecía molesto e incómodo. No le gustaba nada la forma en que todos los miraban.
-Deberíamos irnos ya a clases. Vamos- Dante tocaba suavemente el hombro de Vincent.
En eso, uno de los chicos de otra mesa los señaló con expresión de sorpresa. Entonces Vincent se levantó y alzó la voz.
-¡Basta! ¿Qué tanto ven? ¿Se les perdió algo?
-Vincent, tranquilo- Dante intentó calmarlo pero el rubio se apartó un poco de él.
-Digan qué tanto cuchichean o empezaré a patearles el trasero a cada uno de ustedes- Puso una mirada retadora y se tronó los dedos de las manos.
Los chicos comenzaban a asustarse y a desviar la mirada cuando de repente uno de ellos se levantó.
-Pues, de hecho, todos estábamos hablando de ti y del chico gótico- Dijo aquel chico sin verse muy nervioso.
-Es verdad. Ambos están actuando raro- Dijo otro.
Dante se preocupó al ver como Vincent miraba a aquellos chicos con mala cara. Parecía que los golpearía en cualquier momento.
-¡Explíquense! – Exigió Vincent.
-Pues… en pocas palabras…-Decía un chico.
-Pensamos que ambos están enredándose- Dijo otro a modo de burla.
Más susurros y risitas se escucharon en toda la cafetería. Todos miraban a Vincent y Dante.
Dante agachó la cabeza, pues estaba preocupado por lo que estaban diciendo. Conocía a Vincent y sabía que a él le avergonzaba que supieran que salía con un chico.
Vincent lo miró y frunció el ceño. Estaba furioso, se le veía en la cara.
-Te lo dije- Le dijo Stan a Alexander. –Ni siquiera dice nada. No los enfrenta ni dice nada.
-Es normal que esté preocupado.
-¿Tú negarías a Dante? ¿Sentirías vergüenza por salir con él?- Stan se veía molesto.
-N-no, pero…-
-¡CÁLLENSE TODOS! – Gritó Vincent.
Todos se quedaron en silencio viéndolo. Stan y Alexander lo miraban atentamente.
Vincent volteó a ver a Dante. Pudo ver lo preocupado que estaba. Se sintió culpable. Él era quien siempre quiso ocultar su relación, todo por su estúpida reputación.
-¿Cuál es el problema?- Dijo algo bajo por lo que no todos lo oyeron bien.
-¿Vincent?- Pero Dante sí lo escuchó. – ¿Qué estás…?
-¡Dije que cuál es el problema! ¿Qué les importa a ustedes si estoy con él o con cualquier otro?- Miró a todos con una sonrisa diabólica. –Yo soy el Arlequín del Diablo. Hago lo que quiero y tomo lo que quiero cuando quiero.
Todos, incluyendo a Dante y Stan, estaban sorprendidos por aquella respuesta. Stan miraba atentamente la escena.
-Así que si se quedan más tranquilos, es verdad. Dante me pertenece. Y si cualquiera de ustedes, idiotas, pretende quitármelo- Dijo mirando a Alexander. –Yo me encargaré de detenerlo.
Todos en la cafetería se quedaron callados mientras hablaba, incluso cuando Vincent se sentó de nuevo y continuó comiendo su desayuno.
-Wow, eso fue…sorprendente. Supongo- Comentó Cris.
-Gracias- Contestó Vincent con una sonrisa tranquila mientras comía.
Dante miraba a su alrededor. Nadie hablaba pero si los miraban. El pelinegro no sabía si pensar que lo que hizo Vincent fue correcto o no. Ahora todos conocían su secreto.
-¡Vincent!- Se escuchó que alguien gritó desde la entrada de la cafetería.
Cuando el rubio volteó se topó con aquel profesor que tanto despreciaba. Lo miraba con el ceño fruncido y le hizo una seña para que lo siguiera.
-Ven de inmediato. Tenemos que hablar del escándalo que acabas de hacer.
-Será un placer- Contestó más bien para sí mismo mientras se levantaba. –No te preocupes por nada, Dan. Yo me encargo.
-Vincent- Lo detuvo sosteniendo la maga de su camisa, pero el rubio se separó de él.
Vincent se fue junto al profesor. Ambos caminaron por los pasillos de la escuela, largos y vacíos ya que todos estaban en los comedores a esa hora. Vincent no miraba más que a aquel profesor pervertido. Lo odiaba. Odiaba cómo miraba a Dante. No dejaría que se le acercara ni a un metro de distancia.
Entraron a la oficina del profesor. Era un cuarto pequeño pero con buena iluminación gracias a la ventana que estaba tras de él. El mayor se sentó en tras el escritorio y le hizo una seña para que Vincent tomara asiento también.
-No gracias- Dijo fríamente el menor con los brazos cruzados y la mirada retadora.
-Esto tomará tiempo, será mejor que te sientes- Dijo el profesor ya algo cansado.
Vincent se sentó de mala gana sin dejar de verlo con desprecio. No separó sus ojos de él ni un segundo.
-Escúchame, Vincent. Yo…
Fueron interrumpidos por otro profesor que entraba en la oficina.
-Disculpa, Ben, solo estoy buscando algo de papel para la impresora.
-En el cajón de arriba- Dijo algo resignado.
Ahora que lo pensaba, Vincent jamás había llamado al profesor por su primer nombre y tampoco por su apellido.
-¿Qué hace un estudiante aquí tan temprano?- Preguntó el otro profesor.
-Asunto privado. Solo digamos que tiene un problema y ha venido a buscar mi ayuda- Dijo el profesor ¨Ben¨.
Vincent resopló sarcásticamente.
-Bueno, suerte con eso- El profesor tomó las hojas que necesitaba y se fue de allí dejándolos solos de nuevo.
-Así que, ¨Ben¨. Ya que he venido a pedir tu ayuda ¿Qué consejo me das para deshacerme de un profesor idiota?
El profesor solo suspiró. Parecía cansado de tener que pelear con Vincent.
-Escúchame. Lo que hiciste allá en la cafetería fue peligroso para Dan ¿Tienes idea de los problemas que tendrán que soportar ahora?
-¿A usted le importa eso? ¿O solo le importa Dan?- Vincent miraba al profesor con reclamo.
-Tengo mis razones para preocuparme por Dante.
-¿Razones? A mí me parece que más bien está interesado en él- Vincent se levantó de la silla golpeando el escritorio.
-¿Qué? ¡Eso es ridículo! ¿Quién te dijo eso?
-¡Usted! Cada vez que lo mira atentamente, que lo elogia frente a toda la clase y que le insinúa cosas en privado. No soy idiota. Usted está detrás de él.
El profesor escuchó todo y después suspiró pesadamente. Sacó unos papeles del escritorio y se puso a buscar algo.
-Tal vez te parezca que las cosas son así, pero te equivocas- Sacó lo que parece un pedazo de papel grueso y liso de forma cuadrada y pequeña. –Mira esto ¿Lo reconoces?
Vincent la toma y reconoce de inmediato dónde había visto antes la copia.
-Desgraciado infe…
-Dale la vuelta.
Vincent se calló y dio la vuelta encontrándose con algo que nunca se imaginó.
-¡Esto es…!
Dante no soportaba la incertidumbre de no saber lo que ocurría. Caminaba de un lado al otro fuera del salón esperando a Vincent. Los chicos lo miraban silenciosos pero con mil dudas en la cabeza.
-Dan, entra al salón. No tiene caso que esperes, esto tomará un largo rato. Seguro le está dando el sermón de su vida- Cris se asomaba desde dentro el salón.
-¿Por qué solo se lo llevó a él? ¿Qué fue lo que hizo mal? ¿Decir que estábamos juntos?
-No pienses en eso.
-Yo también estoy involucrado. Esto es cosa de ambos, debería estar allí con él.
Justo en eso, Vincent apareció caminado por el pasillo con una expresión pensativa. Vio a Dante desde lejos. Lo observo atentamente, de pies a cabeza, como si buscara algo en él.
-¡Vincent! ¿Está todo bien? ¿Qué te dijo?- Se acercó a Vincent. Éste estaba muy tranquilo comparado por como actuaba hace solo unos minutos.
-Solo me dijo que era irresponsable decir algo como eso en frente de toda la escuela.
-¿Solo eso?
-Sí, solo eso.
Dante se sorprendió de que el profesor reaccionara así. Él se imaginaba que tendrían una gran pelea, pero en su lugar solo… ¿Lo llamó irresponsable?
-Bueno, dijo que no tardaría en llegar así que entremos.
Vincent entró junto con Dante y ambos se sentaron. Pero el pequeño rubio se quedó mirando por la ventana, pensativo. Completamente sumergido en algo que Dante ignoraba.
El profesor no tardó en llegar. Se sentó tranquilamente en el escritorio, les pidió que abrieran sus libros y comenzaron a leer. Pero Dante no dejaba de ver a Vincent y al profesor. Se turnaba para examinar a cada uno. Nada. Parecía que ambos estuviesen perdidos en sus pensamientos.
La clase terminó pero antes de que todos salieran, el profesor se levantó y habló.
-Dante y Vincent, ustedes se quedarán un momento. Los demás retírense.
Cris y Jeff salieron mientras les daban ánimos a los chicos con una sonrisa. Luego Stan, que hace tiempo no le dirigía ni una mirada a Dante, se tomó unos segundos para observarlo directo a los ojos.
Cuando el salón estuvo vacío, el profesor comenzó a hablar.
-Antes no dije nada sobre su relación, pero ahora que la han hecho pública las cosas han cambiado.
-¿A qué se refiere?- Dante se oía preocupado.
-Hablo de que tendré que informar de esto al director, antes de que se entere por rumores en los pasillos.
Vincent permanecía callado. Sostuvo levemente la mano de Dante, pero no lo miró. Parecía apenado por lo que hizo.
-Lo siento, pero uno de ustedes tendrá que cambiar de habitación.
-¿Qué? Pero… ¿Por qué?- Dante miraba a Vincent, esperando a que dijera algo, pero seguía callado.
-Cuando hable con el director, diré que este asunto es reciente y propondré separarlos. Entienden que al director no le gustaría saber que sus estudiantes menores de edad tienen sexo en las instalaciones ¿Verdad? Pero si propongo esto haciendo parecer que su relación es reciente…
-No nos expulsarán- Dijo Vincent por fin.
-Sí.
Dante no sabía que pensar. Por un lado los estaban separando, pero por el otro el profesor que tanto odiaba Vincent los estaba ayudando.
-Les recomiendo que decidan de una vez quién saldrá de la habitación y dónde puede quedarse. Tendrán que cambiarse esta misma tarde.
Dante no tenía idea de qué decir, y Vincent solo miraba a la nada, pensando en quién sabe qué cosas y sosteniendo su mano de una forma en la que parecía pedirle perdón por todo lo que había causado.
-Está bien- Dijo Dante con voz firme. –Mientras no expulsen a ninguno de los dos, estaré dispuesto a cambiar de habitación.
-No. Yo seré quién se cambie de habitación. Fui yo quien causó todo esto, lo justo es que yo atenga las consecuencias. Además, ya sé con quiénes puedo ir.
Dante entendió que hablaba de Cris y Jeff. Eso significaba que…
-Aún tienen un poco de tiempo para discutirlo. Ahora vayan a tomar las clases que les queda. Más tarde hablaremos de lo que han decidido.
Ambos chicos salieron del salón con una expresión seria. Silenciosamente caminaron por los pasillos donde Cris y Jeff los esperaban. Cuando llegaron, Dante les contó lo que había sucedido y la solución que propuso el profesor.
-A mí me parece bien. Quiero decir, ninguno fue expulsado. Eso es bastante bueno.
-Pero nos separaron. Y si Vincent va con ustedes eso significa que Stan irá conmigo.
-¡Alto! ¿Por qué Stan? Puedes llevarte a Jeff. A él no le molesta.
El pelirrojo parecía haber entendido algo porque se aferró juguetonamente a Cris.
-¡JEEFF!
-Ni loco viviré en el mismo cuarto que Stan. No nos soportamos- Dijo Vincent cruzándose de brazos.
-Además de que Jeff no se separará de ti ni aunque le diéramos un pastel de bodas- Comenta Dante.
-Entiendo-Se resigna Cris.
-Solo me preocupa Stan. Ni siquiera sé si aceptará- Se preocupó Dante.
-¡Tiene qué! No tenemos con quién más intercambiar. Además de que según él no te odia, solo quería un poco de tiempo. Es tu amigo, que lo demuestre- Dijo Vincent.
Dante se sorprendía cada vez más de Vincent. Por primera vez en mucho tiempo pudo verse hablando de nuevo con Stan. Tal vez ésta era su oportunidad para reconciliarse con él.