Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Rainbow VS Monochrome por Alphonse Zero

[Reviews - 63]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aquí comienza

Ya llevaban rato jugando. Jeff, como siempre, era quien llevaba más partidas ganadas. A Cris le parecía algo frustrante. Nunca entendió cómo podía ganar tan fácilmente.

Dante no pensaba en el juego. Estaba preocupado por la charla que tendrían Stan y Alexander. Pero estaba aún más preocupado por Vincent. Se había ido sin decir a dónde o por qué. Temía que fuera algo relacionado el Diablo.

En eso, la puerta se abre. Stan entra dejando caer su mochila. Va directo a donde estaban sus amigos, sentándose en el suelo junto a Dante.

-¿Cómo van? ¿Ya lograron ganarle a Jeff?- pregunta mientras toma el cuarto control.

-No hemos tenido suerte. Contigo tal vez logremos vencerlo- le dice Cris con ánimo.

Stan mira a Dante de reojo. Era obvio que estaba preocupado.

-Tranquilo, volverá en un momento- dice Stan con voz tranquila.

Dante suspira, esperando que las cosas sean como decía su amigo. Pero pasó un largo rato más. Ya no podía esperar más tiempo.

-Iré a buscarlo- dice Dante al tiempo que se levanta.

-Te acompaño- dice Stan.

Entonces la puerta se abre.

-Lamento la tardanza- dice Vincent entrando apresurado.

-¿Dónde te metiste?- le pregunta Stan con autoridad.

-¿Por qué debería decirte? No dependo de ti, capitán mandón- Vincent va al lado de Dante. –Perdona por tardar tanto ¿jugamos?

-Estoy cansado- le responde el azabache. -¿Dónde estabas? ¿Pasó algo?

-Nada. No te preocupes- dice Vincent quitándole importancia. –Si ya no van a jugar ¿vamos a dar la vuelta?- propone de forma coqueta.

-Dije que estoy cansado. Ya es tarde- Dante toma su mochila. –Iré a mi habitación. Hasta mañana, chicos- dice esto y se dirige a la puerta.

-¡Espera, Dani!- Vincent lo sigue. Ambos chicos salen de la habitación.

-Creo que esos dos tienen problemas- comenta Cris.

-Así parece- le responde Stan.

 

Dante caminaba algo rápido. Vincent aceleró el paso para alcanzarlo.

-¿Estás enojado? Lo siento por dejarte solo tanto tiempo.

-No es por dejarme solo- le dice Dante. –Es porque no me dices dónde estabas.

-No es importante. Solo estaba…por allí- Vincent sabía que no podía hablar del tema con él. Aún no.

Dante parecía molesto, pero aquella mueca ligeramente torcida de sus labios solo lo hacía ver más lindo a los ojos del arlequín. Incluso enojado era un ángel.

-Dani, lo siento- lo detiene sosteniendo su mano.

El azabache frena. Se deja llevar por el suave tirón que lo acerca a los labios del arlequín. Debía estar feliz, pero aquel beso le sabía a todo aquello que Vincent le ocultaba. Como a un té ligeramente amargo.

 

Los días pasaron. Como lo prometieron, pasaban las tardes estudiando para sus exámenes. Los cuales poco a poco iban realizando. Era pesado, pero así son los finales de semestre.

Durante todo ese tiempo, Dante había estado al pendiente de Vincent, aunque no había desaparecido como el otro día de nuevo. Aun así, su preocupación no se disipó.

-Ese examen de historia estuvo brutal- comenta Stan, suspirando de puro cansancio.

-Al menos ya terminó. Nunca creí que el profesor pudiera hacer un examen tan complicado- dice Cris.

-Fu…fue muy…difícil- dice Jeff, colocándose los audífonos tan pronto salieron del salón.

-Tampoco es que vinieran cosas que no vimos en clases- comenta Vincent, muy relajado.

-¿Qué? ¿A caso crees sacar un 10 perfecto?- le cuestiona el castaño de gorro verde.

-No, pero tampoco creo reprobar- le responde el arlequín con una sonrisa burlona. Luego dirige su mirada a Dante. -¿Cómo te fue? Estás muy callado.

-Creo que bien. Igual no creo sacar un 10, ni de broma, pero tengo esperanzas de pasar- responde el azabache.

Caminaron por el pasillo. Pensaban ir a descansar al patio. Era viernes por la tarde, tenían tiempo para relajarse. Se sentaron en el pasto, no muy lejos del lago. El día estaba despejado, pero bastante fresco. Al menos el pasto no estaba mojado.

-¿Cuántos exámenes nos faltan?- pregunta Cris, tirándose de espaldas al pasto. Jeff se acercó a él imitándole.

-Falta el de ciencias y el de ética- responde Stan.

-No creo que Ben nos ponga examen- dice Vincent.

-¿Otra vez lo llamas por su nombre?- le llama la atención el castaño. –Si no es un examen será un ensayo, para mí es lo mismo. Requiere tiempo de estudio.

-Al menos en el ensayo se tiene más tiempo- comenta Dante.

Los chicos duraron largo rato en el pasto. Charlaban de los exámenes, de los trabajos finales, y por supuesto, de las vacaciones.

-Lo primero que haré al volver a casa es tirarme en mi cama y dormir por un día completo- dijo Cris con anhelo.

-Suena algo pesimista- se burla Stan.

-¿Sí? ¿Tú qué harás?- le cuestiona el de gafas.

-Visitaré a Sara y su familia por las fiestas de fin de año.

-Sí, claro, olvidaba que tú tienes con quién pasar las fiestas- Cris estaba algo celoso.

-¿Qué hay de ti, Jeff?- le pregunta Stan al pelirrojo.

-S-sin…sin planes- responde a secas. Se había quitado los audífonos.

-¿Y ustedes?- les pregunta Stan a la pareja.

-Tampoco tengo algo especial planeado- dice Vincent despreocupadamente. –Ir a casa de mi tía y morir de aburrimiento. Solo eso.

-¿No piensas ir a casa de tu padre?- pregunta Dante.

-No, ese viejo y yo aún no arreglamos las cosas.

De pronto, Dante y Vincent se dan cuenta que estaban hablando de un tema que los otros chicos ignoraban.

-¿Estás peleado con tu padre?- pregunta Cris.

-Sí- responde de forma seca.

-Seguro por meterte en problemas en la escuela. Pero hace mucho que no te han puesto un reporte o llamado la atención- comenta Stan.

-Bueno…creo que es más complicado que eso, ¿no?- dice Dante.

-Nuestra pelea es de antes de venir al instituto. Pero no hablemos de eso. Es un tema aburrido. Mejor dinos qué harás tú en tus vacaciones, Dani.

-Oh, bueno. Supongo que volver a casa como todos. Mamá y yo pasaremos las fiestas con alguno de sus amigos del trabajo. Siempre hay alguien que nos invite- responde el azabache.

-Eso suena bien- comenta Stan.

Siguieron platicando. Estuvieron así un rato hasta que los interrumpió el timbre de un teléfono. Vincent miró el número de quien lo llamaba. No conocía ese número. Pensó en ignorarlo pero terminó contestando.

-¿Sí? Diga.

-“Mi arlequín, ¿dónde te has metido?”- pregunta la voz tras el teléfono.

Vincent se queda helado al escuchar al Diablo. Se levanta disimuladamente y comienza a caminar.

-¡Oh, tía! ¿Cuándo dejarás de llamarme?- dice fingiendo que hablaba con otra persona.

-¿A dónde vas, Vincent?- le pregunta Dante en voz alta.

Vincent intenta decirle con señas que volverá en un minuto, esto sin dejar de alejarse.

-“¿Es tu juguete? Claro que lo es. Ese tono de voz tan melosa solo podría ser de él”.

-¡Cállate! No puedes decir nada sobre Dante. No te lo permito- le contesta furioso.

-“Vamos, no seas tan celoso. Solo quiero hablar sobre nuestro asunto pendiente”.

-Estoy en eso. Yo te hablaré cuando tenga información.

-“Mmm…eso no me convence. Vincent, ¿en verdad estás buscando al soplón?- pregunta el Diablo en un tono tan gentil que daba miedo.

-¿Qué insinúas?

-“Solo digo que ha pasado mucho tiempo y no he tenido noticias tuyas. Estoy comenzando a pensar que…no sé… que intentas traicionarme”.

Vincent se paralizó de miedo. Si el Diablo sabía que no estaba haciendo lo que le pidió, o peor aún, que él era el soplón, se pondría en peligro a él y a Dante.

-Sabes que no es eso. Solo no es tan fácil buscar al culpable de lo que ocurrió un año.

-“Como sea, no solo hablo por eso. Quiero invitarte a una fiesta que dará un amigo. Será hoy en la noche”- el tono de voz del chico daba a entender que aquello era una orden.

Vincent sabía lo peligroso que sería aceptar aquella invitación, pero temía que ignorarla fuera peor.

-No lo sé. No estoy de humor para una fiesta.

-“¡Vamos, por los viejos tiempos! No me hagas ir a buscarte a tu dormitorio”- de nuevo en un tono amenazadoramente gentil. –“Si quieres, puedes traer a tu lindo amigo. Seguro sería divertido jugar con su cabello”.

-¿Qué te dije de hablar sobre él?- Vincent se resigna. Sabía que no tendría otra opción. Ya vería cómo arreglárselas solo. –Bien, iré. Pero solo serán un par de horas.

-¿Ir a dónde?- pregunta Dante, quien acababa de llegar. Se había preocupado al ver que Vincent se alejó mucho y fue a buscarlo.

Vincent palideció al ver que estaba allí.

-“¿Es él, verdad? Supongo que ya no responderás. Mandaré la dirección del lugar a tu teléfono móvil. Nos vemos esta noche”- fue lo último que dijo antes de colgar.

-¿Vincent?- Dante seguía esperando una respuesta.

-E-es…es mi padre- comienza a decir Vincent. –Dijo que…que quiere que hablemos. Debo ir esta noche.

A pesar de que Vincent era bueno mintiendo, en esta ocasión no pudo hacerlo bien. Era obvio que aquella expresión de miedo no era por su padre. Dante lo sabía.

-¿Por qué me mientes? Vincent, tiene que ver con el Diablo, ¿verdad? ¿Irás a verlo?- pregunta preocupado.

-No puedo decirte- responde Vincent.  –Por tu bien, solo diré que hoy saldré. Eso es todo- no podía comprometerlo, no quería que saliera dañado.

-¿Por mi bien?, ¿Crees que con decirme eso me calaré?- Dante parecía enojado otra vez. –No trates de ocultarme las cosas. No me trates como a un tonto.

Vincent se sorprendió de cómo tomó Dante las cosas. Era obvio que se molestaría, pero no esperaba que dijera aquello. Aun así…

-Lo siento. No creo que seas un tonto, pero igual no puedo hablarte de esto- hubo un silencio entre los dos.

Dante parecía decepcionado, lo decían sus ojos. Pero además estaba asustado. Sabía que Vincent quería protegerlo, pero él también quería hacerlo.

-Debo irme. Trataré de volver temprano- dijo el arlequín antes de salir corriendo, ocultando sus ojos del azabache.

-¡Vincent!- le gritó Dante, pero éste no se detuvo. Los chicos se acercaron corriendo hacia él.

-¿Dan? ¿Qué pasó?- Pregunta Stan.

-No sé, no quiere decirme- voltea a ver a Stan, fijo a sus ojos. –Creo que irá a verlo. Stan no tuvo ni que preguntar a quién. Lo sabía bien. Lo sabían todos.

-¿Deberíamos contarle a alguien?- preguntó Cris.

-No aún. Déjenme tratar de hablar con él. Esperen aquí.-Stan se va a buscar a Vincent.

-Tranquilo, Dan. Todo estará bien- le anima Cris.

-Tra…tranquilo- le dice Jeff mientras le da palmaditas en la espalda.

 

Vincent fue a su habitación. No pensaba ir desarmado a aquella fiesta. Sabía de lo que Damián y sus amigos eran capaces. Buscó entre sus cajas donde guardaba los juguetes con los que hacia bromas. En el fondo había una navaja suiza. Era pequeña, pero lo suficientemente afilada para defenderse.

Guardó su arma en el bolsillo. En eso escuchó que alguien entraba a la habitación. Creyó que sería Dante, pero era Stan.

-No estoy de ánimos para discutir- le dice Vincent mientras va por una chaqueta a su closet.

-Entonces dime qué tienes planeado hacer.

-Proteger a Dan- responde a secas mientras se pone la chaqueta.

-Está preocupado por ti. Todos lo estamos- le dice Stan.

Vincent hace como que no lo escuchó. Tomó su cartera y se dispuso a irse, pero fue detenido por Stan.

-Si te vas, iré a hablar con el tutor para que…

-Si lo haces, ellos vendrán aquí…y lastimarán a Dante- dice con tal seguridad que hizo que a Stan se le erizara la piel. –Esto no es un juego. Tampoco trato de hacerme el héroe. Solo hago lo necesario para mantener a Dan a salvo.

-Es una tontería. Deberíamos pedir ayuda. Deberíamos haberlo hecho desde hace tiempo.

-Ya lo hice. Y no hay mucho que puedan hacer por nosotros. Créeme, Stan, estoy haciendo lo correcto- el teléfono de Vincent sonó. Era un mensaje.

Stan logró arrebatarle el teléfono y leer el mensaje antes que él.

-Así que aquí lo verás.

-¡Dame eso!- Vincent le arrebata su móvil y lo guarda en su bolsillo. –Ni se te ocurra decir dónde estaré.

-Lo haré. Le diré al profesor “Ben” y haré que todo esto termine- Stan estaba a punto de salir cuando Vincent lo detuvo tirando de sus ropas.

-Él lo sabe ya. Sabe todo, y sin embargo no cuenta ni con el apoyo del director.

-Explícate- Stan se detiene y se da la vuelta para ver a Vincent a los ojos.

-¿Recuerdas lo que ocurrió con aquel chico? Pues el director lo sabe y seguramente ayudó a encubrirlo. Estamos solos, ¿entiendes?, ni siquiera Ben puede hacer algo. Sabes que el padre de Damián tiene una gran influencia, y puede encubrir lo que haga su hijo. Seguro compró al director aquella vez.

-Pero algo se debe poder hacer.

-Sí. Debo ir a la fiesta, inventar una buena excusa y volver antes que nadie lo sepa. Eso es lo que haré.

-No me parece la salida correcta- dice Stan resignándose. -¿Seguro que lograrás volver sin problemas? ¿Y si ellos te lastiman?

-¿Te preocupas por mí?- pregunta Vincent, tratando de sonar burlón.

-No te emociones. Es solo que ya eres parte del grupo, y me tomo en serio el bienestar de todos. Además de que harás sufrir mucho a Dante si no llegas aquí sano.

-Tranquilo, lo tengo bajo control.

Vincent sonaba tan convencido y determinado. Stan no hubiera querido acceder, pero al final no podría obligar al arlequín a quedarse. Además que seguro encontraría la forma de huir.

 

 

Dante seguía con los chicos en el patio. Le parecía que Stan y Vincent tardaban una eternidad. Ya no podía con las ansias.

-Iré a buscarlos- dice a los chicos y se va.

-¡No, espera!- Cris y Jeff lo siguen.

Ya habían llegado al edificio cuando se topan con Stan. Aquello hizo que Dante se congelara. Sabía que era mala señal verlo solo.

-¿Dónde está?- pregunta en un tono firme.

-Dan, escucha…

-¡No! Lo dejaste ir- le reclama. – ¡Dime dónde está!

-Tranquilo, Dan- Cris trata de calmarlo.

-Era lo mejor. Vincent sabe lo que hace- le responde Stan.

-No pregunté si era correcto o no lo que hace. Quiero saber dónde está. Iré con él, necesito saber que estará bien.

-No podemos intervenir. Entiende que él es el único que podría salir de allí sin ser agredido. El Diablo era su amigo, es una ventaja para él.

Dante no creía posible que fuera Stan quien dijera eso. ¿A caso nadie lo ayudaría a traer a Vincent de vuelta?

-Stan, Dan tiene razón. No podemos dejarlo ir así nada más- dice Cris.

-Jeff, cuida un momento a Dante- le pide Stan al pelirrojo. –Cris, ven conmigo un momento.

Cris hace caso y sigue a Stan a unos metros de distancia de donde estaban Dan y Jeff. El pelirrojo obedece también y cuida de que Dante no se moviera de allí.

Sin embargo, Dante no se dejaría manipular por Stan. Podría haber tomado el papel de líder, pero estaba equivocado esta vez. Dan dejó a Jeff y se acercó a escuchar la conversación de Stan y Cris. Se escondió detrás de un pilar. Jeff fue con él a detenerlo, intentando hablar, pero Dante le cubrió la boca con su mano y le pidió que guardara silencio.

-¿Entonces se verán en una fiesta?- pregunta Cris.

-Sí, en la calle XXX. Si se tarda en llegar podemos ir a buscarlo, pero por ahora es mejor esperar.

Aquella información era todo lo que necesitaba. Se aleja de allí con Jeff.

-Dan… ¿qué vas…?- Jeff parecía preocupado.

-Tranquilo, solo iré a esperar a Vincent- dijo eso y se fue dejando solo a Jeff, quien por cierto no le creyó nada.

 

Ya sabía dónde estaría Vincent, ahora solo era cuestión de ir a buscarlo. Pero… ¿podría solo? Él también tenía miedo, y sabía que Stan y los chicos no lo acompañarían. Tampoco tenía confianza en los profesores, ni siquiera en su tutor.

Terminó en el patio de la escuela. El cielo ya estaba tornándose naranja. Debía apresurarse antes que sus amigos lo vieran y lo detuvieran.

En eso, vio que Alexander estaba allí. No tuvo tiempo de pensarlo, ni siquiera de sentir rencor por lo que había pasado. Era el único que podría ayudarlo. Corrió a donde estaba, Alexander lo vio e igual fue hacia él. Tan pronto lo tuvo de frente, se aferró a sus manos.

-Alexander, por favor, necesito tu ayuda- le pidió viéndolo a los ojos, suplicando. –Sé que fui muy agresivo contigo aquella vez. Lo siento. Pero ahora eres el único que puede ayudarme.

Alexander parecía muy sorprendido por lo que le decía, era obvio, pero no dudó un segundo. Lo miró a los ojos sujetando con fuerza sus manos.

-Dime qué ocurre- le pidió decidido el rubio de ojos avellana.

-Es Vincent. Fue a ver a ese chico, al Diablo. Nadie quiere ir conmigo para detenerlo- la voz de Dante se quebraba a ratos.

-Dan…eso es peligroso ¿Quieres ir a buscarlo?

-Necesito hacerlo. No estaré tranquilo si sé que está afuera con ese chico.

Alexander lo entendió. No se trataba de ellos, sino de Vincent. Sin embargo, era una oportunidad para recuperar la amistad de Dante. Debía dejar a un lado sus celos. Solo quería que Dante dejara de temblar así.

-Cuenta conmigo ¿Qué quieres que haga?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).