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Rainbow VS Monochrome por Alphonse Zero

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Notas del capitulo:

Uff....esta vez tarde mucho ¿No?

Lo siento, había pensado actualizar la semana pasada... pero se fue la luz en toda la calle por días (Ya se imainaran mi sufrimiento)

Pero bueno, por fin un nuevo cap. He tenido que dividirlo en dos partes ya que este es muy largo. Sean pasientes con lo que sigue (Bueno...impacientence...el siguiente tendra ¨salseo¨)

XD

Disfruten el cap!!

Era lunes, Dante se miraba en el espejo del baño después de ducharse. Su cuerpo estaba lleno de marcas rojas por las mordidas de Vincent. Brazos, hombros, pecho, cuello, todo lleno de marcas.

Se miraba detenidamente mientras pensaba en como esconderlo, todo se solucionaba con uno de sus suéteres, aunque eran demasiadas, algunas aún le dolían, se sorprendió bastante de que Vincent no le atravesara la piel con sus afilados dientes.

 

Se puso un suéter con cuello de tortuga y suspiró mientras recordaba lo que había pasado. Vincent podía ser muy cruel si se lo proponía, por un momento había pensado que lo odiaba, pero…No, Vincent lo negó, no tenía razones para no creerle.

 

Se fue a clases con sus amigos, la pasaron tranquilos hasta que su profesor de ética y asesor les pidió que se quedaran un momento para lo del festival, cosa que a Vincent no le agradó, por lo que se quedó esperándolos fuera del salón de clases.

 

- ¿Ya tienen todo lo necesario? – Preguntó el profesor.

 

-Si, lo conseguimos el fin de semana- Respondió Stan.

 

-Bien, queda muy poco para el festival. Se hará el próximo sábado, así que sería bueno que terminaran de organizar todo al menos dos días antes.

 

-No se preocupe, tenemos todo resuelto- Dijo Stan.

 

-Mmm ¿Tu que dices Dan? Tu eres el encargado de esto después de todo.

 

-Oh si, lo siento. Pues tenemos todo, la locación, los materiales, los premios. Lo único que falta es terminar la ruleta, pero hoy mismo nos encargaremos de eso- Dijo Dante.

 

-Muy bien, me alegra escuchar que te integres tan rápido. Chicos, ¿pueden dejarme a solas con su compañero? -Preguntó el profesor.

 

-Claro- contestó Stan. -Nos vemos en los comedores Dan- Stan y los chicos se fueron.

 

Al salir, Vincent se escondió tras un pilar. Notó de inmediato que Dante no iba con ellos, eso sí que le dio mala espina. Fue a la puerta que estaba entreabierta para escuchar que ocurría.

 

-Dan, sé que tal vez me preocupo demasiado, pero ¿Te la estás pasando bien? – El profesor miraba a Dan con una sonrisa gentil.

 

- ¿Eh? Si, por supuesto, todos han sido muy buenos conmigo.

 

- ¿Todos? – Preguntó insistente. -Mira, sé que compartes habitación con Vincent, no me gusta ser prejuicioso, pero me han contado… cosas poco agradables de ese chico. Dan… ¿Vincent te molesta? – Está vez le miraba con mucha seriedad.

 

-Cla-claro que no, él es mi amigo- Dijo Dante muy seguro de sí. Sin embargo, el profesor no quedó muy convencido.

 

- ¿Sabes? Un chico de tercer año se acercó a mí ayer por la tarde, en verdad estaba preocupado por ti. Dijo que Vincent te maltrataba y también que te lastima.  

 

Vincent, quien escuchaba desde detrás de la puerta, soltó una maldición. Ese idiota de Alexander había hablado, maldito ardido, pero se las pagaría luego.

 

- ¿Qué? Eso no es… - Dante se puso nervioso.

 

-Dan ¡Muéstrame tu cuello! – Ordenó el profesor.

 

Vincent se puso furioso, sabía que Dante no se negaría a una orden de un profesor. Pero había algo más, ese profesor era extraño, es decir, la situación dentro del salón… a Vincent no le gustaba nada.

 

- ¿Eh? Pero… estoy bien, ya se lo dije.

 

-Si todo está bien no tendrás problemas con mostrarme ¿Verdad? – Dijo con severidad el profesor a la vez que le sonreía.

 

Dante no tenía opción, se descubrió el cuello mostrando las marcas de las mordidas de Vincent. Se sentía muy avergonzado y la mirada sorprendida del profesor le incomodaba.

 

- ¡Pero mira nada más! – Dijo el profesor mientras se acercaba a Dan y le revisaba de cerca. – Esto está mal… ¿Por qué dejas que te haga esto? ¿No te duele?

 

Dante no quería tener que explicarle que eso no le importaba y que era solo cosa de él y Vincent.

El rubio por su parte estaba molesto, mataría a Alexander por esto, y al profesor de paso ¿Qué se cree? Acercándosele así a su ángel.

 

-Profesor… no le diga de esto a nadie por favor- Suplicó Dan aun con la cabeza agachada.

- ¿Decirle a alguien? – Dijo el profesor mientras soltaba una risa sarcástica. – Dan, créeme, no tengo intenciones de acusarte. Pero dime ¿Te ha hecho algo más?

 

Dante se sintió mil veces más incómodo y Vincent mil veces más furioso. El profesor se acercó a Dante, demasiado para él gusto de Vincent.

 

- Muéstrame- Dijo con autoridad el profesor.

 

-Y-yo…

 

- ¡Suficiente! – Vincent no pudo soportarlo más. Irrumpió en el salón de clases y se acercó al profesor con una mirada de muerte. - ¡Ni se atreva a acercársele! ¡Usted, profesor pervertido!

 

Tanto Dan como el profesor quedaron impactados, tenían a Vincent frente a ellos haciendo una escena de celos muy reveladora… por lo menos para el profesor, para Dante era más difícil de comprender por qué el rubio estaba tan furioso.

 

- A mí me respetas- Dijo el profesor mientras se cruzaba de brazos y le miraba con firmeza. -No malentiendas las cosas, no soy un pervertido. Me preocupa lo que ¨tu¨ le has hecho a Dante, esas mordidas no dicen nada bueno de la relación que tienen ustedes dos.

 

- ¿A usted que le importa? Es cosa mía y de Dan. Los ancianos como usted no lo entienden.

 

-V-Vincent, no tienes que pelear. Por favor, vámonos- Dante tomó a Vincent de la mano y lo llevó consigo. -Gracias por preocuparse profesor, pero no hay ningún problema entre yo y

Vincent, así que olvídelo. 

Dante terminó por llevarse a Vincent del salón de clases. El profesor, quien se quedó bastante molesto e inconforme, les vio irse sin decir nada.

 

- ¡Suéltame Dan! No he terminado con ese profesor idiota.

 

-Basta Vincent, no quiero que te metas en problemas.

 

- ¿Problemas? Créeme ¡Es él quien está en problemas! – Vincent se soltó de Dan. Le miraba con resentimiento. - ¿Por qué dejaste que se te acercará tanto?

 

- ¿Eh? Bueno, el pregunto qué…- Intentaba decir, pero Vincent lo interrumpió.

 

- ¡Excusas! ¿Es que eres tan inocente? – El arlequín miraba a Dante exigiendo una explicación. Sin embargo, Dante no sabía que decirle.

 

-Vincent… lo siento, no sé qué te molestó, pero lo siento.

 

- ¿Qué no lo sabes? ¡Claro! ¡Tú nunca sabes nada! ¿Qué edad tienes Dan? Porque hasta donde sé, ya estás muy grandecito como para detectar cuando algo no va bien.

 

-Un segundo- Al parecer Dante ya lo estaba captando. - ¿Dices que el profesor…quería…?

 

- ¿Aprovecharse de ti? ¡Pues si! – Vincent cruzó los brazos y se giró de lado mientras fruncía el ceño, justo como cuando un niño hace un berrinche.

 

- Eso es... no lo creo, él profesor no haría algo así- Vincent no le respondió. -Aun así, lamento haberte preocupado- Dante sonrió. -Veo que realmente te importo.

 

Vincent gruño, tanto como porque estaba molesto, como porque no quería admitir que lo que Dan decía era cierto. El realmente se preocupó por él, bueno también de que los regañasen, pero sobre todo por Dan.

 

-Como sea, prométeme que no volverás a quedarte a solas con el profesor.  

 

-Lo prometo- Respondió Dante sin pensárselo mucho.

 

-Bien… ¡Vámonos! -Vincent tomó a Dante y se lo llevó lejos del salón de clases.

 

 

 

Los días pasaron muy rápido. Dante y los chicos trabajaron juntos en la ruleta (Con ayuda de algunos del taller de carpintería) y buscaron entre sus ropas para elegir lo que usarían el día del festival.

Vincent se la pasaba vigilando a Dan desde lejos, sobre todo cuando el idiota de Alexander se acercaba a él para charlar de la estúpida carrera y de cómo planeaba ganarla por Dan. Incluso también vigilaba al profesor, esté ultimo le había dejado una mala impresión. De vez en cuando, el profesor iba a ver como trabajaban Dan y los chicos, pero más que nada a pasearse alrededor del azabache de forma que poco agradaba a Vincent.

 

Por fin era sábado, el día del festival. Vincent se despertó algo desanimado, pero con ganas de despertar a su amado ángel con todo su ¨cariño¨. Se acercó a él con una bocina de bicicleta, la colocó cerca de su ido y…

 

¡¡HOOOOOOOONNNNK!!

 

- ¡AHH! – Gritó Dante. No entendía porque lo tomaba por sorpresa, ya debería estar acostumbrado a despertar así todos los días.

 

- ¡Buenos días Dani! Hoy te ves tan asustado como siempre, y algo incómodo también.

 

- Hola Vincent – Dijo mientras sostenía su adolorido oído, con una sonrisa angelical que hacía babear al rubio. -Veo que estas animado hoy ¿Listo para el festival?

 

- ¡Bah! No me emociona para nada. Si no me dejan pasar el rato como me gusta, no tiene sentido. Además ¿Qué hay de divertido en comer chucherías y tirarle dardos a los globos?  

 

- Emm… A mí me parece divertido. Es una pena que no vayas- Dante se pasó el cabello detrás de la oreja mientras miraba a Vincent con un gesto que le decía claramente que lo extrañaría.

 

-Nunca dije que no iría. Solo dije que será aburrido- Vincent evitó la mirada de Dan, no quería que leyese sus sentimientos.

 

- ¿Entonces iras?  Genial, me alegra mucho. Pasa por nuestro puesto cuando quieras.

 

-Pff, si, si, lo que digas.

 

-Genial. Tengo que arreglarme, Stan y los chicos vendrán por mi temprano. El festival comienza a la 1:00 pm y debemos arreglar todo para cuando llegue la gente- Dan se levantó y fue directo a bañarse.

 

Vincent se tiró a la cama de Dan. Miraba las fotos del muro mientras pensaba en cómo sería su familia, seguro igual de raros que Dan. Solo había una con su madre, esa donde estaba disfrazado, parecían muy felices.

 

-Ojalá estuviese aquí mamá- Dijo Vincent con melancolía.  - A veces…simplemente me haces falta.

 

 

Más tarde. Dante y los chicos ya estaban acomodando todo para el festival. Alrededor de ellos, otros chicos también acomodaban sus puestos, el enorme patio del instituto se llenó de decoraciones coloridas, música alegre y personas entusiasmadas por comenzar.

 

-Te divertirás mucho Dan- Decía Stan mientras colocaba las ultimas decoraciones a su puesto.

 

-Si, habrá mucha comida, juegos, y chicas- Dijo Cris con un suspiro. -Por fin, este festival es lo mejor del semestre.

 

En eso, Jeff tropezó con Cris mientras cargaba una caja llena de los premios que darían. Ambos quedaron en el suelo, Jeff con una sonrisa traviesa y Cris con una expresión sombría.

 

-Agh…me olvidaba de ti- Dijo Cris preocupado.  - ¿Cómo se supone que conozca a alguna chica linda cuando cargo con Jeff?

 

-No digas eso Cris, ambos pueden pasársela bien- Dijo Dan para animarle.

 

-Claro, los dos, juntos, solos- Dijo Stan con intención de incomodar aún más a Cris.

 

-No es graciosos Stan. Jeff se me pegará como chicle, me hará parecer un tonto.

 

-Es porque tú eres como su mami- Rio Stan.

 

- ¡Claro que no! – En eso, el sexto sentido de Cris se activó. - ¿Dónde está Jeff? – Miró alrededor sin encontrarlo.

 

-Ejem ¿Tu instinto maternal? – Preguntó Stan con una sonrisa.

 

-Cállate, lo he decidido, desde hoy dejaré de preocuparme por Jeff. No puede andar lejos, además es un chico grande, seguro está bien- Cris se puso a acomodar las cosas, parecía tranquilo.

 

-Creo que tiene razón, tal vez Jeff pueda estar solo por ahí sin causar problemas- Stan le siguió el juego y continuo con su labor.

 

-…Si, Jeff…estará bien.

 

-Lo estará ¿Y que sí el lago esté justo a unos metros de aquí? Jeff es grande, seguro puede, ya sabes, ser responsable y cuidadoso por una vez.

 

-… … … ¡ESO ES IMPOSIBLE! ¡JEFF! ¿DÓNDE ESTÁS? – Cris dejó todo y corrió a buscar a Jeff.

 

- ¡PFF! ¡HAHAHA! Cris no cambiará nunca- Stan reía a carcajadas.

 

-Cris realmente se preocupa por Jeff, eso es bueno- Dijo Dan.  - ¿No lo crees?

 

Stan suspiró. Dan realmente era una persona de buenos sentimientos, con un corazón gentil y una mente inocente. Dan no era capaz de burlarse de otros, porque podía ver, ante todo, el lado bueno de todos.

 

Cuando Cris por fin encontró a Jeff, pudieron terminar de arreglar el lugar.

 

-Todo listo, ahora a vestirnos. Solo queda media hora para que comience todo.

 

 

Vincent seguía acostado en la cama de Dan. Se había quedado dormido. Despertó cuando escucho ruido fuera de la habitación. Los chicos del edificio corrían apresurados al festival, todos querían estar allí cuando las puertas abrieran y las chicas de la ciudad y de otras escuelas, aparecieran llevando sus ropas de verano.

 

- Que escándalo – Vincent se levantó, no quería estar todo el día acostado, tenía cosas que hacer (Como vigilar que Alexander y el Profesor estuviesen lejos de Dan).

 

Cuando se levantó, vio una bolsa de regalo sobre su cama. La tomó rápidamente, tenía una tarjeta que decía:

 ¨Para el festival¨ Dante~

 

- ¿Para el festival? – Vincent abrió la bolsa encontrando una camisa muy colorida. Era color lila, con una manga rosa y otra verde-azul. Además, tenía un estampado colorido de la mitad de la cara del gato Cheshire.

Estaba sorprendido, Dante realmente había escogido bien, le encantaba.

Volvió a ver la nota, ¨Para el festival¨. Eso quería decir que Dante lo estaba esperando. No demoró más. Corrió a arreglarse para llegar con Dante antes que se le adelantara uno de sus ¨enemigos¨.

 

 

Las puertas del instituto se abrieron dejando entrar a las personas de la ciudad, entre las que destacaban chicas lindas y solteras en busca de algún desesperado (Cris).

 

-Wau, todo está tan lindo.

 

-Amo las decoraciones.

 

-La música, la comida, los chicos. Esto es el paraíso.

 

-Chicas, cálmense. No deben parecer desesperadas o los chicos no les harán caso.

 

-Es fácil para ti decirlo, tú ya tienes novio.

 

Las chicas charlaban entre ellas mientras recorrían el lugar ansiosas.

 

- ¿A dónde iremos primero?

 

-No lo sé, tal vez por un bocadillo.

 

-Tu siempre pensando en dulces.

 

- Y… ¿Qué les parece ese de allá? – La chica señalo un puesto adornado con una carpa negra y estrellas blancas, tenía un aire misterioso, sobre todo por el letrero que no era muy claro. En este se leía: ¨?¨

-Da un poco de miedo.

 

-Claro que no, se ve interesante ¡Vamos!

 

Las chicas se acercaron al puesto, parecía vacío. Había una música misteriosa pero agradable. Dentro estaba decorado con luces de colores, una mesa llena de pequeñas cajas y bolsitas de colores. Un cartel ponía la frase: ¨Prueba tu suerte¨

Había una ruleta en la parte trasera con la cual se designaban los premios.

 

- ¡Qué misterioso!

 

- ¡Da un poquito de miedo!

 

- ¡Yo quiero probar mi suerte!

 

- ¿Escuché bien? – Una voz de dentro de la carpa sorprendió a las chicas. ¿Alguien quiere probar su suerte? – Cris apareció de repente, vestía de pantalón negro, camisa blanca y un chaleco y corbata verde. Se miraba elegante.

 

- ¡Oh! Así que había alguien.

 

-Claro que si, las estaba esperando- Cris se estaba poniendo coqueto con las chicas. A estas les causo gracia.

 

- ¡Qué lindo! Yo quiero probar mi suerte- Una linda chica morena le sonrió a Cris. Este casi muere de la emoción.

 

-Será un placer- Cris recibió el dinero de la chica y se dirigió a la ruleta. -Muy bien veamos que ganaras- Cris hizo girar la ruleta, esta giró y giró hasta detenerse lentamente. - ¡Felicidades! Has ganado una bolsa roja ¿Quieres ver que hay dentro?

 

- ¡Si! – La chica estaba encantada con Cris, las demás la miraban mientras soltaban risitas.

 

-Muy bien- Cris estaba a punto de tomar una de las bolsas rojas cuando. - ¡AHH!

 

Jeff apareció de quien sabe dónde, le arrebato la bolsa a Cris y se la entregó a la chica con una sonrisa alegre. Jeff vestía igual que Cris, solo que de azul celeste y con sus auriculares (Obviamente).

 

- ¡Aww! Qué lindo, gracias- La chica recibió su premio devolviéndole una sonrisa a Jeff. Cris moría de celos.

 

- ¿De dónde salen ustedes? En verdad este lugar trae muchas sorpresas- Dijo la que parecía ser la mayor y más seria de las cuatro.

 

-Muchas ¨Mi Lady¨ - Una tercera voz apareció de la nada junto con un chico de gorro verde y chaleco rojo. -Hola Sara.

 

- ¡Stan! – La chica dio un salto y abrazó a Stan aun con la mesa del mostrador que los dividía.  – Te extrañe tanto amor.

 

- ¿AMOR? – Cris estaba sorprendido. - ¿Ella es tu novia?

 

- Así es. Te extrañe también Sara ¿Cómo va la escuela?

 

-Aburrida, como siempre. Es una suerte que pueda verte hoy. Oh, pero que grosera, te presento a mis amigas. Lily, Mary y Carol - Dijo mientras señalaba de izquierda a derecha a una dulce rubia, una tímida castaña y una alegre chica de piel canela.

 

- Mucho gusto chicas ¿Sara ha sido buena con ustedes? – Dijo Stan para molestar a su chica de cabello rojo cereza.

 

- ¡Hey! No soy tan mala. Solo me gusta mantener el orden- En cierta forma, se parecía mucho a Stan.

 

- ¡Traje las ultimas cajas! – En eso todos vieron entrar a Dante tras una cortina en la parte trasera de la carpa con una gran caja en las manos.

 

-Ups, creo que ahora sabemos cómo aparecían de la nada- Dijo Sara mientras ella y las chicas reían. -Le han quitado un poco de magia a esto.

 

-No le hagas caso Dan ¡Pasa! Quiero presentarte a mi novia- Dijo Stan.

 

- ¿Novia? – Dante dejó las cosas en su lugar y fue a saludar. El llevaba la misma ropa que ellos, solo que la camisa era negra en lugar de blanca y el chaleco era de un purpura obscuro al igual que la corbata y la cinta con que agarraba su largo cabello en una cola de caballo.

 

- ¡Stan! ¿Qué clase de amigo eres? ¿Por qué nadie sabía de mí? -Se quejó Sara.

 

-Digamos que era una sorpresa, planeaba presentarlos adecuadamente.

 

- ¡Excusas! – Dijo Sara mientras fingía estar molesta.

 

-Es un gusto, soy Dante…p-pero díganme Dan si quieren.

 

Las chicas vieron a Dan, definitivamente no era como los otros chicos, tenía un aire obscuro y misterioso, pero al mismo tiempo gentil y agradable. Todas le sonrieron.

 

-Hola Dan- Sara extendió su mano para saludar. -Así que es de ti de quien tanto habla Stan.

 

- ¿Eh? ¿Stan…te habló de mí? – Dante se puso nervioso. - ¿Qué te…

 

- Tranquilo, solo cosas buenas- Sara le sonrió para calmarlo. -Dijo que eres un buen tipo.

 

- Bueno, lo siento amor, pero debemos trabajar- Dijo Stan mientras señalaba a las personas que comenzaban a llegar al festival.

 

- Vaya, y yo que quería pasar el día contigo- Dijo Sara un tanto inconforme.

 

- Y-yo podría encargarme de esto por un momento- Dijo Dante. El creía que sería muy triste que Sara no pasara el día con su novio.

 

- ¿Estás seguro? Puede que necesites ayuda.

 

-Estaré bien siempre que Cris o Jeff se queden conmigo.

 

Stan lo pensó. Sería muy aburrido estar todo el día metidos en su puesto, pero si tuviesen turnos entonces disfrutarían del festival en serio.

 

-Muy bien, me parece una excelente idea. Siempre que se queden al menos dos de nosotros para atender el lugar.

Cris escucho aquello y de inmediato una idea cruzó por su cabeza.

 

-En ese caso tomaré mi descanso ahora. Jeff puede quedarse con Dan. Carol ¿Te gustaría que te muestre el festival a ti y a tus amigas?

 

- Sería un placer- Carol le sonrió alegremente.

 

Cris se fue con las chicas mientras Stan iba con su novia Sara.

Dante se quedó con Jeff, quien por alguna razón parecía menos animado.

 

 

Dante comenzó a recibir gente de a montones. Su idea había funcionado bastante bien. Chicos y chicas iban a probar su suerte y ganar algún premio, montones de bolsas y cajas con sorpresas salían dando alegría a quienes las recibían.

Todo iba bien. De repente, un rubio de ojos avellana se acercó al puesto con una sonrisa brillante.

 

- ¡Hola Dan! – Dijo Alexander sin dejar de sonreír.

 

-Oh, hola Alex- Dante le devolvió el saludo.

 

-Veo que te está yendo muy bien, me alegro. Wow, además te vez muy bien- Un ligero sonrojo apareció en las mejillas de Dan cuando Alexander le dijo aquello.

 

- Hehe…G-gracias ¿Quieres probar la ruleta?

 

-Mmm… con una condición. Tienes que escaparte un momento de aquí para ir a ver la carrera. No olvides que ganaré por ti.

 

-Oh…Alex, no puedo dejar el puesto solo.

 

- ¿No está tu amigo aquí también? – Dijo señalando a Jeff. - ¿No puede encargarse de esto un momento?

 

- Lo siento, no puedo hacerle eso. No quiero dejar solo a Jeff, Cris no me lo perdonaría.

 

Alexander soltó un suspiro de decepción. No podía obligar a Dan a hacer algo que no quería.

 

-Bien… ¡Un momento! Si encuentro a Cris para que le haga compañía a Jeff ¿Puedes venir conmigo?

 

- ¿Eh? Pues si, pero…

 

Dante no terminó de hablar cuando Alexander ya estaba buscando a Cris.

 

Justo en ese momento, Vincent había salido de su habitación para ir al festival. Estaba ansioso por ver a Dante y agradecerle (A su modo) por el regalo que le dio.

Al mismo tiempo, Alexander se encontró con el arlequín.

 

-Oh, tu- Dijo con algo de desprecio. - ¿No vendrás a arruinar el festival verdad?

 

-Hola Alexander, es un jodido placer verte por aquí- Dijo Vincent con tono sarcástico. -Aprovecho para agradecerte el haberme acusado con el profesor de ética, eso fue un buen golpe.

 

- Ha, te equivocas. No buscaba perjudicarte Arlequín, solo quería proteger a Dan- Dijo de manera sería.

 

- ¿Protegerlo? Si que eres un tonto ¿Cuándo te darás cuenta que Dani ni siquiera se fija en ti?

 

- No me importa si ahora no me quiere como yo a él. Estoy determinado a hacer que acepte mis sentimientos. A diferencia de ti, yo voy a enamorarlo de verdad y cuando eso pase hare que se aleje de ti. Eres una amenaza para Dan, él es demasiado bueno como para estar contigo.

 

Vincent frunció el ceño. No le gustaba aquella actitud positiva y determinada de Alexander, realmente le desesperaba e incluso le preocupaba que surtiera efecto en Dante.

 

-Buena suerte con eso, la necesitaras- Vincent se fue de allí con una sonrisa traviesa mientras buscaba a Dan.

 

El arlequín comenzó a buscar a su ángel por todas partes. Realmente había muchos puestos y muchísimas personas, tantas que era difícil encontrar a Dante.

 

Casi se daba por vencido cuando lo vio. El corazón de Vincent se detuvo por un segundo al ver a su hermoso ángel vestido todo de negro y purpura, se veía elegante con la corbata y la cola de caballo dejaba ver mejor su rostro.

Dante se veía realmente bien, la combinación perfecta de elegancia y sensualidad. Vincent se limpió la saliva y fue a donde Dante.

El azabache lo vio de lejos, sus ojos brillaron al ver a Vincent acercándose a él, aún más al ver que llevaba puesta la camisa que le regaló, le quedaba de maravilla, era justo de su estilo.

Notas finales:

Gracias a todos por ser pacientes y por leer esta historia.

Tengo mil cosas en la cabeza ahora mismo (Ya empece e.e) así que...realmente me anima el leer sus comentarios y saber que les gusta lo que hago...en serio... Muchas gracias~

Att. Alphonze Zero~


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