Rápidamente hicieron el cambio de turno. Jeff se puso tan feliz de ver a Cris que se trepó en su espalda.
-¡JEFF! ¡ABAJO! ¡TENEMOS CLIENTES QUE ATENDER!
El pelirrojo no lo escuchaba ¡Nunca lo hacía!
Cris estaba un poco cansado de Jeff, era peor que un niño pequeño, tenía que estar al tanto de él y reprenderlo cada 5 minutos.
El pelirrojo anduvo alrededor de Cris mientras él atendía el puesto.
-Sabes, se supone que debes ayudarme, no solo revolotear a mi alrededor- Jeff no le respondió, después de todo no lo escuchaba. -¿Para qué me esfuerzo? – Cris continúo atendiendo el puesto por un largo rato.
Por suerte para el castaño de gafas, las personas comenzaban a disminuir con el pasar del tiempo.
-¡Hey Cris! ¿Atendiendo el puesto? ¿Y Dan?- Stan y Sara habían llegado al puesto comiendo un algodón de azúcar.
-Se fue con Alexander y Vincent a la carrera.
-¿Con Alex y Vincent? Bueno era hora de que descansara ¿Necesitas ayuda?
-¡Hombre si! – Por fin, Cris tendría verdadera ayuda, estaba realmente agradecido.
-Yo también quiero ayudar- Sara entró junto con Stan para ayudarlos con el puesto.
-Muy bien. Creo que con tres personas vasta para atender el puesto ¡Jeeeeff! ¡Es hooora de descansaaar!- Stan intentaba que Jeff leyera sus labios…pero bueno, Jeff no sabía hacerlo, así que solo inclinó su cabeza.
-No tiene remedio, supongo que igual escapará cuando le de hambre- Cris conocía a Jeff mejor que nadie…sin embargo…no es como que supiese mucho de él.
Jeff era el tipo de persona que siempre está allí pero su mente se encuentra a galaxias de distancia. Era distraído, infantil e irritable.
Cris apenas entendía por qué razón lo seguía tanto. Probablemente solo lo hacía para fastidiarlo.
-Hola chicos- Carol llegó acompañada de Mary y Lily. –Nos sentimos un poco solas ¿Alguno de ustedes está en su descanso?
- Emmm…-Cris iba a hablar y decir que iría con ellas, pero…
-Jeff lo está. Por favor llévenlo con ustedes, seguro está impaciente por comer alguna golosina- Stan de inmediato propuso a Jeff. Cris se molestó un poco, después de todo él era el único que había hecho algo, Jeff solo andaba haciendo el tonto.
-Muy bien, pues nos llevamos a Jeff- Carol le sonrió gentilmente al pelirrojo haciendo una seña para que la siguiera.
Jeff volteo a ver a Cris, se miraba inconforme con aquella idea.
-¡Vamos Jeff! ¡Mira! ¿No quieres una de estas?- Lily le mostró su manzana cubierta en caramelo y chocolate. Jeff no dudó en correr con las chicas.
-¡Wao! Lo lograste Lily. Quién pensaría que alguien además de Cris podría controlar así a Jeff- Dijo Stan.
-¡Bha!- Cris se cruzó de brazos. –Fue por la manzana, Jeff no reacciona más que por comida- Cris se escuchaba algo…celoso.
-Parece que le gustan los dulces tanto como a mí- Lily sonrió sonrojada. La alegre rubia miraba a Jeff con ojos de colegiala.
Cris lo notó, por alguna razón no le gustaba aquello, pero, ¿Por qué? Tal vez porque Jeff tenía mejor suerte con las chicas que él.
-Bueno, nosotras nos vamos. Luego pasearemos contigo Cris- Carol se despidió del de gafas y se fue junto con las chicas y Jeff.
-¿Quién lo diría? Lily y Jeff- Dijo Sara risueña.
-¿Lily y Jeff? ¡Para nada!
-¿Qué dices Cris? No eres el único con oportunidad de conseguir novia… Oh ¿No será que…estés…celoso?- Dijo Stan con una risa burlona.
-¡¿Yo?! ¡¿Celoso de Jeff?!
-No, de Lily- Stan rio más fuerte.
-¡Claro que no! ¡Solo digo que…! ¡Conozco a Jeff! A él solo le gustan los dulces.
-Pues mi amiga Lily es muy dulce- Dijo Sara giñando el ojo. –Anda Cris ¿A poco no hacen una linda pareja?
Cris vio a Jeff a lo lejos, revoloteando alrededor de Lily y su manzana de caramelo mientras la rubia le sonreía alegremente.
-Bueno… la verdad es que si. Parecen llevarse muy bien.
Pasó un rato, la gente casi no llegaba al puesto, todo mundo había ido a ver la carrera. En el puesto Stan y Sara charlaban mientras Cris miraba perdido al horizonte.
-¨Es muy probable que Stan tenga razón¨- Pensaba. -¨Yo siempre he cuidado de Jeff. No me gusta la idea de que alguien además de mi pueda tratarle.
De igual forma, la tal Lily… se ve que es buena persona, es tan alegre como Jeff y se nota a leguas que le gusta…puede que ellos realmente se lleven bien… ¡PERO NO ES JUSTO! ¿Por qué soy al único al que ese mocoso fastidia? Por su culpa siempre termino pensando en él. En que si estará bien, si se perdió de nuevo, si se ha hecho daño. Y cuando lo encuentro siempre está por allí tonteando y me mira con su estúpida sonrisa¨- Cris recordó su sonrisa, esa sonrisa alegre y juguetona. Siempre que Cris encontraba a Jeff este parecía feliz de que lo hiciera.
- ¡Tierra a Cris! ¡Cris! ¿Me escuchas?- Stan movía su mano frente al chico de gafas.
-¿Eh? ¿Qué ocurre?
-Eso te pregunto yo. Pareces muy concentrado ¿En qué piensas?
-En nada…
-¡STAN!- Los chicos vieron a Alexander acercarse al puesto. Parecía agitado. -¿Has visto a Dan?
-Creía que estaba contigo.
-Lo estaba, pero desapareció de las gradas junto al arlequín.
Stan ya se imaginaba que algo así pasaría.
-No deben de andar lejos, es probable que Vincent arrastrara a Dante a alguno de sus juegos.
-Lo sé, siempre se entromete- Alexander parecía molesto. –Pero lo que me preocupa es Dan, ese chico puede hacerle daño con otra de sus bromas.
-¿Quieres que te ayude a buscarlo?
-No, está bien. Lo haré yo mismo. Si ven a Dan díganle que lo busco- Alexander se fue de allí para seguir buscando a Dan.
-Vincent es un verdadero demonio- Dijo Stan. -¿Qué nunca se cansa?
-Mmm…No lo sé, por lo que me has contado a Dan le agrada. Si es así ¿No te parece que es por una razón?-Sara intentaba calmar a Stan, pero él estaba convencido que Vincent era una amenaza. Sara se llevó un momento a Stan a la parte trasera del puesto. – ¡Escúchame Stan! Sé que te preocupas mucho por Dan pero…
-¿Pero?
-Mira, te conozco. Tú te preocupas por Dante porque te recuerda a Kim. Pero nadie nos dice que pasará la misma historia otra vez.
-…Sara, no lo entiendes. Dante es cien veces más inocente e ingenuo que Kim ¿Cómo no preocuparme?
Mientras tanto, Las chicas y Jeff volvían al puesto. El pelirrojo llevaba un algodón de azúcar color azul, lo engullía como si fuese agua.
-Entonces…Jeff… Cuéntame algo de ti- Intentó Lily pero el pelirrojo no la escuchaba.
-¿Qué no ves que trae puestos los audífonos? No te escucha Lily- Dijo Carol señalando sus enormes auriculares.
-Es verdad ¡JEFF! ¡ESCUCHAME!- Gritó Lily pero el pelirrojo seguía perdido en su algodón de azúcar. -¡No me hace caso!
-Que dilema- respondió Mary.
- ¡Jeff! – Lily se puso frente al pelirrojo y le arqueo una ceja. –No me ignores- Jeff seguía sin escucharla, así que…
- ¡LILY! ¡DEJALO!- Gritó Carol.
Lily forcejeaba con Jeff para quitarle los audífonos.
-¡Ni hablar! ¡Necesito que me escuche!- Lily y Jeff forcejearon hasta que los audífonos del pequeño pelirrojo terminaron en el suelo… ¡Rotos!
- ¡Mira lo que hiciste Lily!- La regaño Carol.
- ¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Te comprare unos nuevos Jeff! … ¿Jeff?
El pelirrojo miraba al suelo, mientras cubría sus oídos con fuerza. Comenzaba a temblar, se estaba poniendo hasta pálido.
- ¡Jeff! ¿Estás bien Jeff? Lo siento tanto.
-Cr…cri…
-¿Eh? No te escucho Jeff.
-Cris… ¡CRIS!
A lo lejos el de gafas atendía el puesto cuando escuchó que lo llamaban por su nombre. Jamás había oído esa voz antes, era una voz infantil y escandalosa, justo la voz que siempre imaginó que tendría Jeff.
-¿Jeff? … ¡JEFF!- Cris asomó la cabeza fuera del puesto. Allí estaba el pelirrojo, agachado en el suelo con las manos en los oídos ¡Llamándolo por su nombre! - ¡Jeff! - Cris saltó el mostrador y corrió a verlo.
-¡Jeff lo siento! –Insistía Lily nerviosa
- ¡CRIIIIIIIS!- Jeff gritaba con todas sus fuerzas. Estaba asustado.
-¡Jeff! ¿Qué te…?- Antes de terminar, Jeff se aferró a Cris desesperado mientras seguía gritando.
-¡CRIS! ¡CRIS! ¡CRIS!
-Jeff…tu… ¡ESTAS HABLANDO! –Cris abrazó con fuerza a Jeff. -¡O por dios! ¡Si puedes hablar! ¡Y has dicho mi nombre! Siempre creí que no lo sabías.
- ¡CRIIIS!
-Oh si, lo siento- Cris sacó de su bolsillo unos pequeños audífonos verdes. –Sé que no son como los tuyos, pero toma.
Jeff tomó los audífonos y los conecto a su reproductor de música a todo volumen.
-¿El estará bien?- Preguntó Lily apenada.
-Lo estará, solo debe calmarse.
-Lo lamento, no sabía que…
-Tranquila, yo tampoco sé por qué no le gusta escuchar el ruido del exterior. Ni siquiera sabía que podía hablar- Cris miró a Jeff, realmente no lo conocía del todo, pero no le importaba. Jeff era su amigo.
Pasó un rato en que todos estaban más tranquilos. Jeff se pegó a Cris como si tuviese pegamento, pero no lo fastidiaba, solo lo seguía a donde estuviese. Al parecer aún tenía miedo.
- Aun no puedo creer que el pelirrojo sepa hablar- Decía Stan mientras miraba como este no se alejaba ni un poquito de Cris.
-Yo tampoco. Es decir, sé que no era sordo… pero es tan callado que llegué a creer que era mudo. Pero nos ha sorprendido de nuevo- Cris no podía dejar de recordar aquella voz llamándolo con tanta fuerza. Era un sentimiento… ¨nuevo¨ el que sentía.
-Oye ¿No es ese su amigo? Parece molesto- Dijo Mary señalando a Alexander.
-Alex ¿Ocurre algo? ¿Encontraste a Dan?- Stan salió del puesto y se acercó al rubio que cargaba con una cara de pocos amigos.
-Dan… ¡Ha! Se fue con el arlequín- Su voz se escuchaba furiosa.
-Eso ya lo sabíamos, digo que sí pasó algo.
-¡A ESO ME REFIERO! ¡Dante se fue con Vincent! Lo… lo escogió a él… y me odia- Ahora los ojos castaños de Alexander se ponían llorosos.
-¿QUÉ? ¡No, eso no! Alexander ¿Estás seguro?
-¿No me crees? Dante dijo que prefería estar con Vincent que con alguien como yo. Escogió al Arlequín del Diablo… ¿Sabes qué significa?
- Le vendió su alma…- Dijo Stan apenas en un susurro que solo él escuchó.
El festival transcurrió justo como ya lo sabemos. Fue un día cansado y lleno de emocione, tanto así que todos en las habitaciones de Dan y los chicos dormían ya.
Pero… aun alguien estaba de pie, viendo por la ventana.
-Vincent no es bueno para ti. Me encargaré de alejarlo a toda costa- Decía mientras apretaba los puños. –Te protegeré de él y de todos… eres mío… mi responsabilidad.