Los rayos del sol llegaban fuertemente en su rostro provocando que comenzara a despertar, abriendo sus ojos he intentado estirarse, como siempre lo había hecho en aquellas 3 semanas que vivía aquella nueva vida, dándose cuenta como todas las mañanas que no podría moverse ni levantarse tan fácilmente por un brazo que lo agarraba fuertemente por su cintura. Con mucho cuidado se giró encontrándose con su hermoso esposo en un profundo sueño, sabía que ni con el sol lograría despertarlo tan temprano, cosa que él aprovechaba para poder verlo y estar por unos momentos de aquella forma. Amaba verlo de aquella forma, tan tranquila abrazándolo como en busca de calor
_realmente no me cansare de ver aquellas orejas_ susurraba mientras con cuidado acariciaba aquellas orejitas de pantera sintiendo enseguida como su esposo comenzaba a ronronear por sus caricias y que buscara más contacto haciendo que sonriera con ternura_ realmente me gustaría que fueras así siempre no solo cuando duermes, pero sé que no te sentirás atraído con alguien como yo_ mencionaba quitando aquella sonrisa en su rostro, pues a pesar que todas las mañanas se encontraba de aquella forma, su relación con su esposo seguía siendo la misma, no había cambiado nada, este seguía viéndose con muchas mujeres, varias veces lo había visto besarse con estas y llegar tarde a casa. Su única compañía era Momoi que varias tardes pasaba por su hogar para cenar además de aprender a cocinar y algunas otras cosas que el tigre sabía hacer. Había pensado en seducirlo pero era bastante tímido y vergonzoso para realizar aquello y si lo hiciera no estaba seguro que este cayera en sus redes, estaba seguro que no lo pescaría o se burlaría de él. Se había esforzado en ser el mejor esposo, teniendo todo en orden y organizado, siempre recibiéndolo con una sonrisa con la comida lista, desarrollando sus demás dotes como los arreglos florales que había dentro de la casa impregnando el lugar con su exquisito aroma pero al parecer todos aquellos detalles no se daba cuenta su esposo, manteniendo la misma relación que han tenido desde que se conocieron_ realmente me gustaría besar nuevamente aquellos labios_ mientras pasaba lentamente sus dedos por aquellos apetecibles labios acercando inconscientemente su cuerpo al de su esposo, a unos centímetros de cumplir uno de sus deseos salto de la cama como gatito asustado para prácticamente correr hacia el baño para poder tomar una ducha
Minutos después ya salía vestido, listo para dirigirse a la cocina a preparar el desayuno. Miro en donde se encontraba el moreno en la misma posición que había quedado cuanto este salió de la cama
_estuvo cerca, no debo de hacer esas cosas, si se lo que pasara si lo tengo a él tan cerca_ pensaba para darle una última mirada a su esposo antes de seguir con su rutina_
Por parte de Aomine había comenzado su día como todos los días que compartía con el pelirrojo, compartiendo el tiempo desayunando siempre pensando en lo deliciosa que era la comida y del porque se sentía extraño cada vez que despertaba y no encontraba al pelirrojo a su lado, una extraña sensación lo había invadido en una mañana quedando esta siempre que despertaba y se encontraba solo. Como siempre después de la comida ambos salieron a sus respectivas preparatorias siendo despedido por el tigre con una gran sonrisa en su rostro viendo como este llevaba el anillo en donde correspondía, dándose cuenta recién, que desde que se casaron, su esposo nunca se había sacado el anillo en cambio él se la había sacado enseguida guardándolo en un collar que le había dado su amiga, diciéndose en lo feo que se ve que guardara aquel objeto tan preciado con cualquier lugar teniendo posibilidades que la perdiera
Al ver aquella acción de parte de su esposo lo hizo pensar en varias cosas que para el eran bastantes extrañas y que aún no comprendía
_buenos días Dai-chan_ mencionaba alegremente una peli rosada haciendo que el moreno frunciera el ceño al recordar la imagen de su amiga y de su esposo riendo y conversando cuando este llegaba haciéndolo sentir como si él fuera el intruso y que ellos fueran el feliz matrimonio_
_hmp_ respondió sin entender su repentino enojo al solo pensar en lo bien que se llevaba su amiga con el pelirrojo
_Dai-chan ¿qué paso?, es extraño que lleves el anillo_ menciono al ver el pequeño detalle
_nada solo me di cuenta que bakagami lo llevaba
_cierto Kagamin nunca se ha sacado el anillo desde que se casaron solo lo hace cuando tiene entrenamiento ya que no lo quiere dañar
_por qué sabe cosas que debería saberyo_ pensaba sintiendo nuevamente aquella sensación tan rara, sabía que era extraño que se sintiera así con su amiga pero siempre que se daba cuenta que la peli rosada conocía cosas que él ni enterado sobre su esposo aquel sentimiento lo invadía
_ya vámonos Satsuki_ dijo mientras comenzaba a caminar sin importar las miradas incrédulas de las personas al darse cuenta del anillo que llevaba
Durante las clases no colocaba atención, solo pensaba en los sucesos que habían pasado. De la noticia de casarse con un hombre, cuando conoció a su prometido, su casamiento, de su vida junto al pelirrojo cosa que pensaba que sería imposible de realizar teniendo en consideración la actitud de ambos pero extrañamente aquello no sucedió, sino todo lo contrario, se complementaban de una manera que para él le producía cierto temor, no podía creer que pudiera llevarse tan bien con alguna persona, de sentirse tan tranquilo con su presencia, de querer estar a su lado y de poder sentir su calidez. Había varias veces que había intentado abrazar al pelirrojo hasta de pensar en querer volver a besar aquellos labios, pero siempre retrocedía, intentando quitar aquellos pensamientos e intentar calmar a su corazón que siempre en aquellos momentos latía como si hubiera corrido una maratón
_realmente cuando empecé a querer tener a Bakagami a mi lado, desde cuando me acostumbre tanto a su presencia_ se preguntaba mientras escuchaba el timbre dando termino a las clases, sabía que ese día no había entrenamiento ya que estaban arreglando el gimnasio, cosa que lo alegro con solo pensar en poder llegar antes a su hogar_
_a dónde vas Dai-chan, no iras con alguna mujer como siempre lo haces
_ no molestes Satsuki, estoy cansado para hacer aquello_ respondió viendo disimuladamente su anillo mientras una pequeña sonrisa se dibujaba en su rostro_
_así que estás dándote cuenta Dai-chan aunque creo que a un te falta para que sepas claramente lo que siempre sentiste desde la primera vez que viste a Kagamin_ pensaba mientras una sonrisa se le dibujaba en su rostro al ver como su amigo caminaba rechazando a varias mujeres que se le acercaban_ puede que este día llueve o pase algo por lo que ha hecho Dai-chan_ soltando una risita para seguir su camino
_Bakagami llegue_ mencionaba desde la entrada de la casa, con la esperanza de escuchar un bienvenido Ahomine acompañado con una sonrisa de su esposo pero esta no se hizo presente, solo un silencio reino en el lugar. Recorrió el lugar un tanto extrañado ya que el pelirrojo siempre estaba en el lugar cada vez que este llegaba_ puede que allá llegado antes_ pensaba viendo la hora pero no era así, tenía entendido según la peli rosada, los horarios de entrenamiento de su esposo, viendo que ya había pasado un tiempo de ello_ Posiblemente debía de estar con Kuroko o puede que este con alguien más… una persona que él no conoce… una persona que le dedique aquellas lindas sonrisas…una persona que puede abrazarlo sin acobardarse… una persona que puede estar a su lado sin temer a lo que este le provoca_ con solo pensar aquello una ira le recorrió su cuerpo y el temor lo invadió, temía que el pelirrojo lo dejara que no lo volviera a ver nuevamente
_claro…no te preocupes ahí estaré… si nos vemos en unos minutos más_ escucho una voz muy conocida para él, rápidamente se dirigió en donde provenía la voz encontrando a la persona protagonista de todos sus pensamientos_ justo a tiempo Ahomine saldré por un momento, llegare mañana
_espera a dónde vas Bakagami_ dijo tomando por los hombros, acorralándolo a la pared. Nuevamente sentía en su interior aquel miedo al solo pensar en que su pelirrojo pasara fuera de casa a saber con quién_ no puedes irte Kagami, mas a pasar la noche afuera, te recuerdo que eres un hombre casado_ menciono mientras lo abrazaba sintiendo como el pelirrojo se tensaba_ eres mi esposo, no puedes irte de mi lado… no puedes engañarme_ agregaba atrayéndolo aún más a su cuerpo sintiendo aquel dulce aroma que tanto le gustaba
_y tú eres mi marido y aun así no has respetado nuestro matrimonio, saliendo todos los días con diferentes mujeres mientras yo he respetado matrimonio y mis votos que realice cuando nos casamos_ menciono mientras intentaba salir de aquellos fuertes brazos que lo rodeaban. Por parte del moreno no podía decir ninguna palabra, ya que lo dicho tenía razón. Él era el único que no había respetado su matrimonio, no había tomado en serio su unión, ni siquiera había puesto de su parte, en cambio su esposo si había puesto de su parte, cumpliendo con sus votos y respetando su matrimonio, siempre esperándolo con una sonrisa, siempre cuidándolo a pesar que estaba más que seguro que llevaba cansado pero aquello no lo mostraba. Realmente si lo pensaba él era el único idiota que no se daba cuenta de todos los esfuerzos que ponía el pelirrojo para que este matrimonio resultara y él ni siquiera le había agradecido por todas las cosas que este realizaba_
_lo siento_ susurro sintiéndose como una basura por primera vez… por primera vez necesitaba que aquella persona lo perdonara, que le devolviera el abrazo, que lo amara como él lo hacía, pues aquello había llegado en conclusión, no sabía desde cuándo pero amaba a aquel pelirrojo con su vida, ahora se daba cuenta de su molestia, de los celos que sentía, las ganas de querer abrazarlo y besarlo, todo aquello y mucho mas era porque se había enamorado de su esposo y no se daba cuenta_ realmente lo siento mucho_ susurraba dejando su barbilla en el hombro del pelirrojo respirando profundamente aquel aroma que tanto lo tranquilizaba. Lentamente abrió sus ojos, los cuales segundos antes había mantenido cerrados para disfrutar aquel delicioso aroma, dándose cuenta de algo que lo extraño_ hey Bakagami desde cuando tienes un tatuaje del pelaje de un tigre_ al momento de mencionar sintió como su esposo se separó bruscamente alejándose enseguida de él_
_no es nada… nos vemos Aomine y no, no hare lo que tú haces todos los días_ dijo antes de salir prácticamente corriendo del lugar, dándose cuenta que fuera del hogar un auto negro se encontraba estacionado, auto que no dudo en subirse, viendo como a los pocos segundos salía su esposo al mismo tiempo que el auto comenzaba su andar_
_¿estás bien Taiga?
_si estoy bien, gracias por venir y siento los problemas Akashi
_sabes que no es ningún problema, siempre puedes contar conmigo o conTetsuya para cualquier cosa
_Akashi-kun tiene razón Kagami-kun, más cuando esta etapa está pasando agregando que tienes el objeto de tus deseos tan cerca
_deja de decir eso Kuroko_ menciono todo sonrojado_
_porque solo digo que es la verdad, no podrías controlarte más en estas fechas…sabes que tus marquitas se están notando aún mas
_tranquilo Taiga no te avergüenzas sabes que es normal que te sucedan estas cosas cuando entras en etapa de celo, por cierto no será mejor que las dejes salir puede que así puedas calmarte un poco_ menciono viendo como el pelirrojo aun sonrojado asintió apareciendo enseguida un par de orejas y cola atigradas_
_veamos como hare para que Aomine-kun diga a los cuatro vientos y en frente a todos que ama a Kagami-kun, no sé cómo lo hare pero planearlo será divertido_ pensaba cierta personita con un pequeña sonrisa en su rostro mientras su esposo soltaba un pequeño suspiro divertido por la sonrisa de su pareja, sabía que su esposo planeaba algo y ese algo estaba implicado aquel tigre que se encontraba acurrucado en el asiento ronroneando con las caricias que le daba_