Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

SANANDO UN CORAZON por Orseth

[Reviews - 105]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

HOla de nuevo, aqui estamos con lo que sigue, espero les guste, besos!!

 

 

 

            Cuando entró a su casa se dejó caer en el sofá cerrando los ojos para intentar calmar el horrible dolor de cabeza que ya se cargaba.

            -¿Y bien?

            Abrió los ojos al oír la voz de Chris que estaba recargado en el marco de una puerta.

            -Ah… ¿y bien qué? –respondio volviendo a cerrar los ojos mientras recargaba la cabeza en el respaldo del sofá.

            -Pues no sé, por eso pregunto, saliste rápido de aquí sin siquiera explicar porqué.

            -Sí, perdón por eso… fui al asilo, las cosas no van bien.

            Un suspiro que más bien pareció un bufido hizo que Harry volviera  abrir los ojos.

            -¿Qué pasa?

            -Eso pregunto yo… si no quieres que venga, al menos ten la cortesía de avisarme ¿no?

            -¿De qué rayos hablas?... te avisé que esta semana no estaría.

            -Sí, pero hace rato…

            -Hace rato tuve que salir.

            -Sí, pero parece que ni siquiera te fijas que estoy aquí, parezco invisible, estás semanas has estado muy ocupado.

            -Ah ¿o sea que debo programar mi tiempo en base al tuyo? –respondio enderezándose.  

            -Claro que no, pero das la impresión de que no importa si estoy aquí o no.           

            -¡Ay por favor, no empieces! –Exclamo levantándose- te avisé que no estaría disponible en estos días y si hoy no me deshice en atenciones por ti, pues discúlpame tengo problemas y no siempre puedo tener una sonrisa en la cara todo el tiempo.

            -Eso ya lo sé.

            -¿Y entonces por qué este drama?

            Chris hizo un gesto de sorpresa al escuchar lo último, así que simplemente tomó su chaqueta y salió de ahí.

            -Nos vemos luego.

            Harry no contestó, en verdad estaba muy molesto; la situación con Draco era grave como para estarse molestando por un novio caprichoso… sabía que lo había descuidado esos días pero tampoco era como para armar esa escena.

            Se paseo por su sala pensando en la situación de Draco, debía hacer algo y necesitaba hacerlo ya; entonces su chimenea chisporroteó avisando que alguien deseaba entrar, así que dio su autorización para ver emerger a dos conocidos pelirrojos.

            -Buen día Harry –saludó Fred.

            -Hola Harry.

            -Hola chicos.  

            -¿Llegamos en mal momento? –preguntó George  al ver su cara larga y ceñuda.   

            -Perdón, solo estoy ofuscado, siéntense.

            -Gracias.

            -¿Y esta sorpresa? –pregunto sentándose frente a ellos.

            -Bueno, vinimos a enseñarte un par de sorpresas más que nos acaban de llegar a la tienda, apenas estaban en producción cuando fuiste y aun no estaban a la venta, son geniales.

            Harry exhaló un pequeño suspiro al recordar a Draco y sus pequeños huevos y cromos y no pudo evitar enfadarse más.

            -¿Pasa algo? –preguntó Fred ya con tono serio.

            -Bueno… comenzare por decirles que sus huevos sorpresa fueron todo un éxito, eso ya se los había dicho cuando fui por el huevo de dragón pero hoy se los reitero. 

            -Gracias, pero no creo que por eso tengas esa cara.

            -Sí, es cierto… verán, cuando descubrí a esta persona en el asilo, estaba realmente mal, alejado de la realidad y completamente aislado, en un ambiente opresivo y deprimente, con tres intentos de suicidio.

            -¡Vaya! –Exclamó George impresionado- ¿tres?... si que debe odiar la vida.

            -¿Y por qué esta así? –preguntó Fred.

            -Está inválido, no puede caminar, está en silla de ruedas y ni siquiera puede hablar, sus padres fueron asesinados y él quedó en ese estado debido a ese ataque.

            -¡Qué horrible! –dijo Fred sintiendo pena.

            -¿Y no tiene más familiares?

            -No, de hecho hace años que nadie va a visitarlo, solo yo he ido.

            -¿Por eso estás así?

            -En parte.

            -¿Por qué, que no dijiste que los juguetes le hicieron bien?

            -¿Acaso le sucedió algo malo? –preguntó George.

            -Sí, el medimago que lo atiende me da muy mala espina, estoy seguro que lo maltrata; es más, ayer lo deje bien y hoy que fui a verlo, lo encontré golpeado, con el cabello cortado como si lo hubieran hecho con furia y le habían quitado las cosas que le lleve, según el medimago él mismo se hizo daño por eso se los quitó, pero antes ya había comenzado a reaccionar bien y hoy ni siquiera pude obtener su atención.

            -Bueno Harry… -dijo Fred- si hay algo que tú tienes y no te falla, es el instinto.

            -Exacto –confirmó George-  si tú dices que ahí pasa algo malo, entonces así es.

            Harry no pudo evitar sorprenderse al oír a los gemelos, pues ni Hermione ni Ron le hicieron caso con tal prontitud como ellos.

            -Vaya, no creí que me creyeran a la primera.

            -¿Por qué no? –Preguntó George extrañado- en Hogwarts eras el único que decía la verdad y todos te creían loco.

            -Qué lo estás –dijo Fred- pero ese es otro asunto.

            -Oh gracias –exclamó sonriendo sintiéndose mejor- ¿y que dirían si les digo que ustedes conocen a esa persona?

            -¿Nosotros? –Repitió Fred frunciendo el ceño- ¿en serio?

            -Sí.

            -¿Y quién es? –preguntó George.

            -Draco Malfoy.

            Ese momento fue épico para Harry, ver a los gemelos Weasley boquiabiertos, sin ningún chiste ni comentario sarcástico debido a la sorpresa.         

            -¿Qué dices Harry? –preguntó al fin Fred.

            -¿Malfoy el hurón? –preguntó George.

            -Malfoy el hurón.

            Ambos chicos se miraron entre sí para después mirar a Harry de nuevo.

            -¿Estás bromeando?

            -¿Tengo cara de querer bromear ahora?

            -¡Vaya! –Silbó Fred recargándose en el respaldo- no lo puedo creer.

            -¿Dices que los Malfoy están muertos? –Preguntó George- lo último que supe fue que hace años emigraron a Francia.

            -Pues sí, esos eran los planes pero fueron asesinados el día justo de su partida en Malfoy Manor y Draco fue encontrado en el jardín, al parecer lo dieron por muerto.     

            -¿Y por qué no se supo nada? esa noticia no pudo haber pasado desapercibida.

            -Porque el ministerio así lo decidió, pensaron que la gente comenzaría a hacer justicia por propia mano, así que lo mejor según ellos fue ocultar la noticia.

            -¿Pero y el hurón? –preguntó Fred.

            -No habla… no sé porqué pero dicen que hace mucho no lo hace, de hecho parece que ni siquiera a mi me reconoce.

            -¿Bromeas?

            -No, se los juro, no me reconoce…  de hecho cuando parece que algún recuerdo le llega comienza a alterarse, como si él mismo se negara a darle paso a los recuerdos.

            -Y no lo culpo.

            -Pero estoy furioso… debieron haberlo visto estos días –dijo recargando sus codos en sus muslos- estaba completamente distinto a como lo encontré la primera vez, él sonreía y disfrutaba los huevos de chocolate… pero hoy… ¡mierda!.. -Los gemelos lo vieron levantarse y dar unos pasos impacientes por el pequeño espacio- ese hombre lo aterra, su sola presencia lo hace quedarse paralizado.

            -¿Hablas del medimago? –pregunto Fred.

            -Sí… lo hubieran visto hoy, estaba golpeado y atado a su silla, según para que no se lastimara a sí mismo.

            -¿Y qué piensas hacer? –Preguntó George- porque estoy seguro que algo harás.

            -Sí, quiero sacarlo de ahí, pero el ministerio le hecho tierra al asunto y siento que me pondrán trabas para hacerlo.

            -Entiendo que lo hayan ocultado hace años, pero ya pasó mucho tiempo, no creo que importe el que la gente se entere ahora.

            -Sí, pero esos ancianos del ministerio son unos retrogradas con mente vieja.

            -Sí, siempre lo han sido –convino Fred.

            -Este fin de semana el jefe salió de la ciudad, llegará el lunes, así que hasta ese día podre hablar con él.

            -¡Vaya, aun estoy impresionado! Pero de verdad espero que el hurón se recupere, fue un idiota en la escuela pero solo seguía a sus padres.

            -Además su situación es en verdad horrible –completó George- tres intentos de suicidio… no logro imaginar a alguien intentando acabar con su vida con tanto ahínco.

            -Lo entenderían si vieran la situación en la que vive… o más bien en la que sobrevive.

 

 

___________________________________________

 

 

            El domingo en la noche, por estar dándole vueltas al asunto le dio insomnio y al día siguiente se le hizo tarde para llegar a su trabajo.

            -¡Rayos! –masculló entrando sudoroso al cuartel mientras engullía una dona.

            -Mas vale llegar tarde que llegar feo ¿no Harry? –dijo un auror riendo al verlo pasar casi aventando a todos.

            -Mi alarma no sonó o no la oí, el caso es que se me hizo tardísimo –respondio dejando su café en su escritorio- ¿Ya llegó el jefe?

            -Sí y justo te anda buscando.

            -Qué coincidencia, yo también quiero hablar con él –dijo quitándose la chaqueta y poniéndola en el respaldo de su silla.

            -Sí pero la verdad llegó con una carita que para que te cuento.

            -¿Llegó crudo?

            -No tarado, llegó  de malas ¿Qué le hiciste para que se cargara ese genio?

            -¿Yo? Nada… que yo sepa –murmuró un tanto dudoso dirigiéndose a la oficina del jefe mientras se zampaba lo que quedaba de su pan.

            -Adelante –dijo el señor Pierce en cuanto tocó.

            -Buenos días jefe.

            Franklin no contestó, solo le lanzó unos ojos de pistola mientras se sentaba.

            -Usted dirá para que soy bueno –exclamó poniendo su sonrisa más inocente y amable.

            -Para crear problemas por lo que sé.

            -¿Cómo dice?

            -Esto… -dijo ventándole una carpeta.

            -¿Qué es?

            -Es de Rupert Shapiro ¿te suena?

            -Pues claro, es el director del departamento de salud pública –respondio tomando la carpeta.

            -Qué bien que al menos sepas quien es ese tipo, anda, lee lo que hay dentro de la carpeta.

            Frunciendo el ceño por la actitud de su jefe, Harry la abrió y comenzó a leer lo que había dentro.

            -¿¡Una orden de restricción para mí?! – exclamó incrédulo.

            -Así es, de parte del medimago Miller, la interpuso el sábado y fue aprobada directamente por Shapiro.

            -¡Pero no puede hacer eso!

            -Ya lo hizo y déjame decirte que te lo advertí.

            -¡Pero jefe, usted no sabe…!

            -Y no me interesa –interrumpió el auror dando por terminado el asunto- el señor Miller fue a armarle tremendo alboroto a ese hombre, le dijo que estás perjudicando a su paciente al grado de orillarlo a hacerse daño, que alegabas la aprobación de otro medimago para obedecer la indicación de que ya no lo vieras  ¿y qué crees que hay en la segunda hoja de esa carpeta?

            -No puede ser…

            -Pues si puede y te advierto que no es una broma ni algo para tomarse a la ligera, estás avisado y si intentas ver de nuevo a Draco Malfoy tendré que arrestarte.

            -¿A mí?

            -No, a Voldemort…

            -¡Pero jefe…!

            -Pero nada, vete a trabajar, tienes investigaciones pendientes por andar de buen samaritano, quiero tus informes hoy mismo.

            Viendo que de plano su jefe no iba a prestarle atención, se levanto refunfuñando quien sabe que cosas.

            Cuando terminó su horario de trabajo, directamente fue a la madriguera para dejar salir su amargura y enfado.

            -¡Ese hombre está loco! –Exclamó gesticulando exageradamente mientras caminaba de un lado a otro- ¿acaso no hay algo que hacer?

            -Mira Harry –respondio Ron doblando un par de túnicas blancas- esa pregunta es para Hermione, pero no ha llegado del despacho en donde entrará a trabajar la próxima semana.

            -Oye Ron… -dijo deteniéndose para mirar a su amigo, quien continuaba doblando sus túnicas de trabajo- siento que te molesta que te hable de ese hombre… digo, por ser medimago.

            -No, para nada ¿doy esa impresión? –preguntó tomando sus túnicas y guardándolas en el armario.

            Harry se sentó en un puf que había en una esquina de la habitación.

            -Es solo que hoy recibí una llamada de Fred y George –dijo Ron cerrando la puerta del armario y sentándose en la cama frente a Harry.

            -¿Ah sí, y que dijeron?

            -Les dijiste sobre Malfoy.

            -Sí, necesitaba contárselo a alguien.

            -¿A alguien?... ¿y nosotros qué?

            -A alguien que me creyera y la verdad me sorprendí de que ellos aceptaran lo que les dije sin ninguna reserva.

            -Sí… sobre eso estaba pensando… ellos creen un 100% de lo que les dijiste.

            -¿Y?

            -Bueno Harry, creo que yo también debí hacerlo, es decir… en Hogwarts era así  y aunque ya no somos niños, creo que olvide que tu instinto era y es mucho mejor que el mío, por algo eres auror.

            Harry no pudo evitar sonreír feliz por lo dicho por Ron, la verdad era que deseaba sentirse apoyado por sus mejores amigos y hasta ese momento no había sido así, al menos con Ron.

            -¿Y bien? –dijo Ron alzándose de hombros sonriendo por haberse reconectado con su amigo de nuevo- ¿Cómo encontraste al hurón el sábado?

            La sonrisa de Harry desapareció para dar paso a un gesto malhumorado.

            -Estaba con el cabello cortado de forma horrible y con golpes en la cara… su ojo derecho tenía un derrame tremendo… y estaba atado a su silla, Bruce dijo que él mismo se hizo daño pero yo no lo creo, además dice que las cosas que lo lleve lo alteraron.

            -¿Qué cosas le llevaste?

            -Ranas de chocolate y le deje los cromos, también le lleve un par de juguetes de los gemelos, pero Ron en la envoltura decía que podían usarlos niños de tres años en adelante ¿acaso crees que le llevaría algo peligroso?

            -No, claro que no.

            -Y estaba mucho más asertivo, reacciono de manera favorable a estímulos de sus sentidos, no sé de donde mierdas sacó que esas cosas lo pusieron mal ¿y sabes que es lo peor? Que ya logro una orden de restricción para mí.

            -¿Para ti? –exclamó sorprendido.

            -Sí, no puedo volver al asilo.

            -¡Vaya, eso si ya son palabras mayores!

            -¿Y sabes qué?... –dijo con voz más calmada- que Draco pensará que lo abandoné, que ya no quise regresar.

            -Te pesa mucho ¿no? –dijo Ron sonriendo comprensivo.

            -La verdad si… está muy solito en ese mugrero de cuarto que más bien parece prisión… debo hacer algo Ron y debo hacerlo ya.

            -¿Y qué harás?

            -Sí ¿Qué harás? –preguntó Hermione abriendo la puerta.

            -¡Hermione!

            -Hola Harry –respondio ella dándole un beso en la mejilla- ¿de qué hablan? –preguntó dejando sus cosas en la mesa y botando los zapatos.

            -De Draco.

            -Qué novedad.

            -Es que pasaron más cosas.

            -¿Qué cosas?

            Cuándo la puso al tanto, ella escuchó todo tumbada en la cama con su marido masajeándole los pies.

            -¿Qué piensas, podrías tomar el caso?

            -¿El caso, Harry?... ¿y cuál sería tu demanda?

            -Pues que me dejen verlo.

            -Mira, para como veo yo las cosas podría ser un caso complicado pero no imposible, sin embargo…

            -¿Sin embargo, que? –preguntó al verla quedarse callada.

            -¡Oh Ron, ese masaje es fabuloso!

            -¡Hermione!

            -Ok, ok… como te decía Harry, el asunto por como yo lo veo, se complicara más que nada porque habrá gente moviendo hilos por detrás, las leyes muchas veces son hechas a un lado cuando gente con poder interviene, ya sabes… se pierden pruebas, aparecen otras, salen testigos de quien sabe donde, en fin…

            -¿Estás dándote por vencida antes de tiempo?

            -Es obvio que no, solo te estoy avisando que esto será muuuuuy lento.

            -¿Qué tanto?

            -No tengo idea.

            -Pfff –bufó Harry recostándose cuan largo era en el puf.

 

 

___________________________________________

 

 

 

            -¿Y por qué yo? –preguntó viendo los documentos que su jefe le entregaba.

            -¿Por qué eres auror, tal vez?

            -Pero jefe, no sé cuanto pueda tardar fuera de la ciudad con este caso, pueden ser semanas.

            -Sí y cuanto más pronto te vayas más pronto regresarás.

            -Esto es un castigo ¿verdad?

            Franklin rodó los ojos mientras exhalaba un suspiro.

            -Mira Harry, suficiente trabajo tengo como para andar buscándote cosas que hacer, créeme el trabajo llega solito, ahora que si no puedes, dime para mandarte a un lugar fijo, como el asilo de indigentes por ejemplo; ahí amarían tenerte de forma permanente.

            -No gracias ¿Cuándo me voy?

            -Ya mismo, los aurores que conformarán el equipo ya están avisados, solo me faltabas tú; apúrate que el soplón dijo que el cargamento de artilugios de magia oscura llegarían al anochecer, tienes que coordinarte con los demás y armar su estrategia.

            -Sí, ya voy… adiós –dijo despidiéndose de mala gana.

            Pero cuando salió, fue al escritorio de un compañero que redactaba un informe.

            -Oye Phil, voy a salir a una misión.

            -Sí, ya lo sé, vi a los demás alistándose.

            -Puedo tardar semanas en regresar pero quiero pedirte un favor.

            -¿Ajá? –respondio el auror estampando su firma en su pergamino y mirando a Harry después con atención.

            -Hubo un caso, un juicio… el de los Malfoy ¿podrías conseguirme el expediente?

            -mmm podría, pero me deberías un trago.

            -Una botella si quieres.

            -Hecho.

            -Gracias, nos vemos.

            -Adiós.

 

*____________________________________________*


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).