Tao se encontraba en la academia, había terminado de dar sus clases hace unos treinta minutos y ya no quedaba nadie en su salón de artes marciales, por lo que tenía todo el espacio para poder dar sus saltos y piruetas, sin preocuparse de lastimar a alguien, eran las seis de la tarde y su hijo había salido hace una hora de la preparatoria, sin embargo no le preocupaba, pues le había mandado un mensaje diciéndole que se quedaría en casa de Aron a estudiar para una prueba de inglés, por lo que no tenía ningún apuro en llegar a su casa, ya que nadie lo esperaba.
Dio un par de saltos e hizo algunos movimientos con su palo de wushu, luego suspiró, se preguntaba cómo había llegado a eso, cómo había perdido comunicación con s marido, cuándo fue la última vez que cenaron los tres juntos como la familia que eran o aparentaban ser.
No encontró respuesta a ninguna de sus interrogantes, una lágrima rodó por su mejilla, limpió su rostro y ordenó sus cosas, cerró el saló y se dirigió a la oficina de administración, donde encontró a Leo y Ken, besándose con todo el amor y cariño que se tenían
-Lamento interrumpir, sólo vine a avisar que ya me voy
-No te preocupes Tao-dijo Ken-Ve tranquilo, de seguro quieres pasar tiempo con Kris
-Sí, eso es lo que quiero-dijo con una sonrisa triste
-¿Pasa algo?-preguntó Leo
-No pasa nada Leo~ hyung… Bueno, ya me voy, adiós, mañana no vendré ya informé a los niños, así que nos vemos el Lunes… Adiós –dijo, saliendo luego del lugar
Ken y Leo quedaron con la sensación de que algo andaba mal, sin embargo no quisieron preguntar, sabían que cuando Tao estuviese listo, les contaría lo que fuese que pasara.
Mientras, Tao caminaba por las calles de Seúl, no tenía ánimos de cocinar, por lo que pasó por un restaurante de comida china a comprar la cena, quería algo que le recordara, al menos por un momento, lo que se sentía estar en un hogar, luego de comprar, se dirigió a la pastelería de sus amigos, pues sabía cuánto le gustaban esos pasteles a su hijo y se decidió por llevarle uno, al entrar, vio a Luhan en la caja, hablando con un hombre muy confiadamente, sin embargo, no le tomó importancia, pues creyó que ser amable era muy importante en el trabajo de su hyung; se acercó a la barra de los pasteles y se encontró con XiuMin
-Hola Tao, ¿Cómo estás? ¿Buscas un pastel para su fecha especial?
-No, el pastel no es por nuestro aniversario, decidimos hacer algo muy simple esta vez, sólo pasar tiempo juntos
-Que bien, a veces lo único que se necesita es un poco de tiempo juntos… Entonces ¿para quién es el pastel?
-Es para Ren, últimamente ha estado un poco distante, quiero hablar con él para averiguar qué pasa
-Tranquilo, él es muy calmado y responsable, de seguro no es nada malo-animó su hyung- Bueno, ¿y qué pastel quieres llevar?
-Dame ese de triple chocolate
-Está bien, te haré el vale para que vayas a pagar y lo empacaré para ti
Tao recibió su vale y se dirigió a la caja, donde Luhan seguía hablando con el desconocido, al ser visto por su hyung, le dedicó una sonrisa
-Tao, ven ¿Vienes a comprar?
-Sí, de hecho vengo a pagar el pastel que está empacando XiuMin~ hyung para mí
-Oh, de acuerdo, entrégame el vale-dijo Luhan, Tao le entregó el vale y el dinero para pagar, luego de hacer la transacción, Luhan le entregó la boleta-Muy bien Tao, ya puedes ir por tu pastel, espero verte pronto
-Mmm… Ok… Adiós
Tao se retiró del lugar con una extraña sensación en su interior, algo le decía que su hyung estaba muy raro últimamente, dirigió su mirada hacia Luhan nuevamente y lo vio muy risueño y muy cercano al desconocido, quien le tomaba de las manos, parecían una pareja de enamorados. Sin embargo, desechó esas locas ideas de su mente, pues estaba seguro de que su hyung amaba a Sehun
Al llegar nuevamente a la barra, se encontró a su hyung, junto a los dos pasteleros, Baek y KyungSoo, quienes miraban la misma escena que él había visto
-Hola hyungs-saludó amablemente
-Hola ZiTao-saludó BaekHyun
-Hyungs… ¿Quién es ese hombre con el que habla Lu~ ge?
-Es su amante-dijo KyungSoo, mirando con ira contenida a quien era su cajero
-¡Kyung!-regañó el mayor de todos-No debes decir esas cosas tan a la ligera, podría escucharte Sehun y le crearías problemas a Luhan, además él no es su amante, sólo es un cliente
-Por favor XiuMin~ hyung, eres el único que se cree eso de que sólo es un cliente más, es obvio que tiene algo con ese sujeto, míralo, lo toma de las manos, le acaricia el rostro, yo los he visto abrazados en la calle, eso no lo hace un hombre casado con alguien que no es su esposo-dijo Baek
-Un momento-dijo Tao-¿Desde cuándo pasa esto? ¿En qué momento me perdí? Lo último que yo recuerdo es que Lu~ ge amaba a Sehun
-Ese hombre lleva viniendo a la pastelería casi medio año, al principio Luhan lo alejaba, sin embargo, un día le siguió el juego y nada volvió a ser como antes, ahora ese tipo viene y no se va hasta que cerramos, siempre que Sehun no viene a buscar a su esposo, se van juntos
-Pero… Esto es muy grave, Sehun va a sufrir mucho, hay que decírselo-dijo Tao, preocupado por su amigo
-No hay nada que decirle, pues no pasa nada, yo creo en Luhan, quizás sólo se hicieron amigos, ninguno de ustedes ha visto más que abrazos entre ellos dos, si fuese por eso, todos seríamos infieles, pues todos abrazamos a alguien más en algún momento-dijo XiuMin
-Haz lo que quieras hyung, sólo te digo que nuestro ex maknae va a sufrir mucho-dijo Kyung, para luego despedirse de Tao y adentrarse en la cocina, siendo seguido por Baek
-Bueno hyung, yo me voy, pero te diré una cosa, yo voy a advertir a mi amigo sobre esto, aunque no sea verdad-dijo Tao serio-No quiero que me tomes por chismoso ni nada de eso, pero yo no creo que sean sólo cajero y cliente, los he visto sólo unos minutos, pero se nota que su relación es mucho más cercana que eso y no quiero que mi mejor amigo esté sufriendo… Bueno, nos vemos
Tao tomó su pastel y se dirigió a la salida, dio un último vistazo a Luhan y salió definitivamente de la pastelería. Se preguntaba si sería cierto lo que KyungSoo dijo ¿Y si de verdad Luhan tenía un amante?, pero ¿Por qué? Sehun era la persona más devota hacia su familia que él conocía, siempre estaba pendiente de su esposo y de su hijo HeeChul, no entendía por qué Luhan se buscaría a alguien más.
Caminó tranquilamente y cuando llegó a su casa, ya eran las siete y cuarto de la tarde, dejó las bolsas de las compras sobre la mesa de la cocina y mandó un mensaje a su hijo para que volviera pronto a casa, a los pocos minutos, MinKi llegó
-Hola Omma-dijo el adolescente
-Hola Ren, compré comida china, lava tus manos y ven a cenar conmigo
-Cené con Aron, sus padres no han llegado y teníamos hambre, así que hicimos nuestra comida-dijo Ren, sin importarle la cara de tristeza que tenía su padre-Bueno, me voy a mi cuarto-dijo, para luego empezar a caminar
-Ren-llamó Tao, deteniendo los pasos de su hijo-¿Podrías sentarte conmigo y hablar un momento? Te traje un pastel de chocolate como te gusta a ti
-Me gustaría comer el pastel, pero estoy a dieta, así que no, pero puedes esperar a papá y comer con él
-Ren…
-¡Pero qué olvidadizo soy! Se me olvidó que en esta casa no hay un padre a no ser que haya alguna reunión con sus amigos, ahí sí está el hombre de la casa-dijo MinKi con sarcasmo en su voz
-Hijo… Por favor… Tu padre trabaja para darte todas esas cosas que tienes
-Me da todo menos el amor de padre-murmuró Ren-Me largo, estaré en mi cuarto… Ah, casi lo olvidaba, feliz aniversario-dijo, para luego empezar a caminar, sin importarle en lo más mínimo los sollozos de Tao
-Ren, por favor…
-Háblame cuando reacciones, cortes relación con él y lo saques de esta casa, sólo mándale sus cosas a la oficina, después de todo es allá donde vive, no aquí… O al menos eso crees, estoy seguro que no pasa la noche trabajando
El panda quedó sentado sobre la mesa de la cocina, con la comida intacta y con lágrimas corriendo por sus mejillas, su vida era un desastre totalmente, su hijo no lo tomaba en cuenta y su esposo no estaba nunca en casa, ni siquiera para su aniversario. Lentamente se levantó de su asiento y se dirigió al baño, en donde encontró un botiquín, tomó un bisturí y lo acercó lentamente a su muñeca izquierda, dispuesto a acabar con su dolor, sin embargo no lo hizo.
Dejó caer el pequeño cuchillo y se derrumbó de rodillas en el suelo, en ese momento su teléfono empezó a sonar, la mayoría eran mensajes de sus amigos, deseándole un feliz aniversario, sin embargo, uno de los mensajes era de su esposo, de su aún amado Kris
“Trabajaré toda la noche, no me esperes”
Kris nuevamente no llegaría a dormir