Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Vultures por Yae

[Reviews - 18]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

 

 

 

 

Sus dedos se cruzaron entre si proporcionándole un apoyo a su quijada, estaba ansioso… casi desesperado.

El reencuentro con Sasuke resultó diametralmente opuesto a sus expectativas; creía que se recibirían con una cálida sonrisa, que intercambiarían un par de palabras afectuosas y que tal vez… tal vez podrían comer juntos.

Pero ajeno a sus deseos Sasuke se dirigió a prisas al hospital argumentando tener que ver a su hermano y colapsando luego de unos minutos, siendo el pelinegro quien terminó en una camilla de hospital recibiendo algún tipo de transfusión en su torrente sanguíneo.

— ¿Naruto-kun? — la dulce enfermera de cabellos claros se acercó.

El nombrado levanto la vista aun sentado en la metálica banca dispuesta contra la pared. Los pasillos de aquel “hospital” lucían estropeados como todo allí, demasiado oxido por todos lados.

— Sasuke-kun ya está mejor, si quiere puede pasar a verlo.

Asintió un par de veces sin decir palabra, nervioso se puso de pie acomodando la blanca chaqueta que llevaba, la mujer se hizo a un lado dejándolo pasar a la habitación. Inspiró profundo antes de poner un pie dentro del lugar, apenas la camilla, una blanca cortina y una diminuta mesa formaban parte del casi inexistente amoblado.

Sus azules ojos de inmediato se posaron en la persona recostada quien se cubría los ojos con el antebrazo izquierdo.

— Que reencuentro de mierda, ¿verdad Sasuke?

Una socarrona sonrisilla se asomó en los labios del otro sin atreverse a mirarlo aun.

— Haz cambiado mucho — Naruto siguió hablando, viendo escasamente el líquido aceitoso que estaba dentro de la bolsa del suero, se preguntó si el Uchiha seguiría enfermo como cuando niños. — Si ya puedes ponerte de pie te llevo con tu hermano.

Sasuke suspiró agotado, tratando de asimilar la noticia que Minato le dio hace poco, tenía demasiadas dudas respecto a que Itachi pudiese haber sido atacado hasta dejarlo en coma… su hermano no era débil.

— ¿En verdad es Itachi? — preguntó casi con voz ronca.

— Bueno… sería mejor que tú lo vieses, ha pasado tanto tiempo que no estoy seguro — el rubio se rascó la barbilla casi restándole importancia al asunto — ¿quieres que te lleve?

Inspirando profundamente Sasuke se incorporó con dificultad viendo de soslayo la aguja clavada en su brazo, debía esperar a que el líquido en el trípode se consumiese por completo. Algo cansados sus negros ojos se redirigieron a su interlocutor notándolo bastante cambiado también.

Ya no parecía ser el mismo chiquillo bajito y escandaloso, ahora se notaba fornido, alto y de mirada opaca, como si los años que pasaron para el rubio tampoco hubiesen sido nada fáciles.

— ¿Por qué regresaste? — aprovechando que aun debía quedarse ahí preguntó, vio a Naruto negar suavemente cruzándose de brazos.

— No lo sé… — susurró por lo bajo — estaba harto de estar solo, supongo que solo es eso.

Sasuke se quedó viendo el piso escasos segundos, si recordaba bien para el rubio jamás fue un problema el entablar alguna relación de amistad, resultaba curioso que atribuyese su regreso a la soledad. Deseaba hacerle demasiadas preguntas a Naruto, interrogarlo sobre Minato y… Menma, pero de algún modo sentía que no era el momento adecuado, probablemente no le respondería a nada.

Quedaron el silencio la siguiente hora, apenas hablando de cosas triviales como el clima… sin duda algo patético para el Uchiha.

Solo cuando la enfermera regresó para retirar la intravenosa fue que el pelinegro pudo salir casi cojeando al principio, resintiendo aun debilidad en sus extremidades inferiores.

— Es por acá — Naruto lo guió con calma ofreciéndose incluso de apoyo para que su amigo caminase con mayor facilidad siendo rechazado. Así que resignado decidió esperar fuera cuando llegaron.

Sin delicadeza abrió la oxidada puerta, dentro se hallaba lo que temía… su hermano yacía recostado casi como un cadáver, vendajes manchados y el olor a sangre apestando todo el entorno, las maquinas que tenía conectadas emitían un desesperante pitido. Como si sus pies fuesen de plomo lentamente se acercó del todo, Sasuke tragó pesado conteniendo su creciente rabia, pese a la máscara de oxígeno que llevaba pudo notar la escayola cubriéndole la mandíbula, probablemente se la habrían roto, sus negros ojos se pasearon por la demás heridas analizando la gravedad de cada una.

 

— Un brazo, la mandíbula y tres costillas fracturadas, casi un colapso general de varios órganos, creo que lo operaron unas tres veces… — casi como si recitase Minato ingresó al lugar enumerando cada lesión — al parecer no hay daño cerebral de consideración, es una fortuna.

Sasuke ni se molestó en girar, estaba atando cabos y buscando culpables.

— Lo encontraron hace unas horas. Quería hablar contigo antes Sasuke-kun — el rubio sonrió — antes de trasladar a tu hermano a un lugar más… adecuado — sus azules ojos rodearon la casi insalubre habitación y los arcaicos equipos que habían utilizado para salvarle la vida al Uchiha mayor.

— Tu lo ocasionaste… — furioso se volteó fulminando con la mirada al mayor.

— Es una lástima… — la sonrisa en sus labios se mantuvo intacta — Itachi-“kun” me dijo hace unos días que él era quien guardaba todo el dinero que ambos reunían, el dinero que utilizarían para pagarme. Supongo que ahora no sabrás donde está.

Con extraordinaria velocidad Sasuke había desenfundado su espada y esta se hallaba a escasos milímetros del cuello de Minato, siendo el rubio sujetado por el cuello de su ropa por el furioso pelinegro.

Pese a ver los negros ojos de Sasuke teñidos de ira homicida no dejó de sonreír. — Yo jamás le haría algo así a tu hermano, no quieras acusarme de esto.

— Estas mintiendo — el filo de su arma se acercó un milímetro más, casi rozando la piel del rubio, pese a haber notado a Naruto que les observaba silencioso desde el marco de la puerta estaba dispuesto a matar a ese hombre, al padre del que una vez fue su amigo.

La sonrisa de Minato se amplió solo un poco más y de inmediato Sasuke supo que debía retroceder, las milésimas que le tomo a su cuerpo tomar distancia bastaron para que el rubio mayor ya tuviese su pequeña cuchilla de tres puntas casi incrustándose en su hombro.

Pero fue Naruto quien intervino con mayor agilidad sujetando la mano de su padre, que empuñaba la pequeña y filosa arma.

— Creo que no has notado mi presencia Minato. — El rubio menor hizo presión en su agarre.

Sasuke quedo algo perplejo ante la imagen, si bien conocía parte de las habilidades del mayor, Naruto parecía haber cambiado demasiado, los ojos azules se veían fríos, como si estuviese dispuesto a matar a su padre.

— Discúlpame Naruto — entonces el mayor retrocedió liberándose del agarre — fue una reacción involuntaria — siguió sonriendo con afabilidad, como si el hecho de que su hijo lo llamase por su nombre no le molestara.

— Involuntaria o no, no vuelvas a intentarlo — advirtió manteniendo su inquietante mirada.

— Naruto será mejor que te espere en casa, así podremos hablar con más calma. Y Sasuke… yo me encargare del traslado de Itachi.

Dicho eso ultimo el mayor se fue de la habitación cerrando las puerta tras de sí.

El casi sepulcral silencio que se instaló solo era roto por el pitar de las maquinas, sonido que podría ser hasta irritante.

— ¿Lo que Minato dijo es verdad? — fue entonces que la mirada de Naruto se suavizó.

Por su parte a Sasuke le tomó más segundos que al otro recomponer su expresión, inspiró hondo guardando su filosa arma recién. — ¿Sobre qué?

— Tu hermano… el dinero, ¡con un demonio Sasuke! Creo que es evidente a que me refiero.

— No lo es —el pelinegro también se dispuso a salir de la habitación pero Naruto se interpuso.

— ¿Conoces algún lugar donde podamos hablar sin riesgos?

Sasuke no supo cómo interpretar la pregunta, era bastante irrelevante y fuera de lugar.

— Hay algo importante que me gustaría discutir en privado.

 

 

Ya sin estar seguro de sí debería seguir acatando el trato que hubo hecho con Minato guio a Naruto a su departamento, allí al menos podría hacerle un par de preguntas también. La rechinante puerta les recibió dejándoles ingresar al lugar en penumbras que Sasuke no se molestó en iluminar, hasta que fue el propio Naruto quien busco el interruptor en la pared.

— ¿Vives aquí? — los azules ojos se pasearon curiosos por cada rincón como juzgando cada centímetro de propiedad.

Acción que por supuesto incomodó al dueño, quien se cruzó de brazos mirándole con cierto recelo, — habla de una vez que no tengo tu tiempo.

— Je… — articuló de forma literal — parece que no cambiaste tanto como pensé — el rubio sonrió a medias prendándose unos segundos de la silueta delante suyo.

— Que se supone vas a decirme — el tono acido de Sasuke parecía ir en aumento.

— Antes de que quieras echarme… me gustaría quedarme esta noche aquí — los ojos azules evadieron las mirada oscuro unos segundos — no tengo donde quedarme de todos modos.

— Ve con Minato.

— Seria muy cínico de mi parte — el rubio entonces se dirigió al espacio que correspondería a la sala para sentarse sobre la madera con su maleta a un lado.

— No más rodeos Naruto, habla de una vez o mejor lárgate.

El nombrado solo pudo sonreír ante la mirada de advertencia que le lanzaron, Sasuke nunca fue una persona paciente y mucho menos de esos que te dejarían quedarte en su casa sin una buena razón. — Sé que llegue en un pésimo momento, pero ya no podía aplazarlo más… tengo que matar a Minato.

Fue entonces que la agria expresión del pelinegro se modificó, su ceño se frunció levemente y su mandíbula se movió escasa como buscando abrirse para decir algo.

Naruto suspiró ruidosamente, sentado con las piernas flexionadas se inclinó hacia adelante buscando entre sus bolsillos una cajetilla de cigarrillos, tomó uno para llevárselo a la boca.

— Esta ciudad se está ahogando, si Minato muriese por obvias razones yo me quedaría con todo lo que le pertenece… — prosiguió sin encender el pequeño habano, — mi padre ya no es la misma persona… mucho antes de que yo me fuera ya sabía que él había cambiado. Lo poco que mis recuerdos me muestran es a un padre afectuoso y generoso, alguien que nunca cometería una injusticia.

Sasuke permaneció en silencio escuchando al otro, no estaba seguro pero desde que conoció a Minato este era un maldito bastardo que solo buscaba aprovecharse de las desgracias ajenas, se le hacía demasiado ilusorio que estuviesen hablando del mismo sujeto.

— Pero eso ya no es así, tal vez yo podría hacer algo por las personas que viven en esta ciudad…

— ¿Vas a matar a Minato y convertirte en una especie de Robin Hood? — le interrumpió sonriendo casi con sarcasmo.

— Si lo dices de esa manera suena realmente estúpido — una diminuta risa se escapó de los labios del rubio provocando que el cigarrillo apagado se paseara en su boca — pero no podría hacerlo solo… necesito que me ayudes. Solo puedo confiar en ti Sasuke.

El nombrado quedo en silencio, lo poco que había oído de Naruto mas parecían fantasías confusas, hasta el punto de que creyó le estaba gastando una broma, pero esa teoría fue descartada al quedarse observando fijamente los ojos azules… no estaba bromeando.

— Puedes dormir ahí, mañana tendrás mi respuesta — casi como si esa fuese una excusa dio media vuelta para dirigirse a su habitación dejando al rubio sentado en el piso, oyendo a penas el murmuro del otro que descanses, tras aquella absurda revelación por parte de Naruto todas su intenciones de preguntarle sobre Menma cedieron…

Cerró la puerta dejándose caer de espaldas sobre su cama, se sentía hambriento y agotado pero lo único que podía hacer por ahora era dormir. No entendía bien las razones de Naruto para querer asesinar a su propio padre, ¿quitarle su dinero y dárselo a los pobres?, no podía ser tan sencillo debía haber algún motivo más real para un plan tan disparatado… una razón muy importante.

Inspiró profundo analizando ahora su propia situación.

Debía hallar a los responsables del que Itachi estuviese en ese deplorable estado, esperar a que su hermano no muriese y que no terminase igual que su madre; como un cuerpo inerte recostado en una cama esperando a que un milagro le despertase, presionó sus puños con rabia, Minato tenía que estar involucrado en todo el asunto… como si estuviese buscando retenerlos por algún motivo y sin tomar en cuenta a Menma que ya de por sí solo era una enorme interrogante que también deseaba resolver.

Agotados sus ojos se fueron cerrando con lentitud haciéndole dormitar escasos minutos hasta que una escandalosa explosión a lo lejos le reanimó, alertado se levantó saliendo de su habitación. Gritos y un par de explosiones más pequeñas le siguieron, cuando se asomó a su ventana vio a Naruto allí localizando el lugar del incidente.

El humo, los gritos desesperados y varias personas huyendo les sugirieron que no venía de muy lejos.

— Puede haber personas heridas — fue el murmuro del rubio.

—¿Naruto? — y de inmediato Sasuke pudo ver como el otro saltaba desde la ventana en dirección a la cortina de humo que se alzaba entre las pequeñas casas y derruidos edificios. Pese a desear seguirle se quedó observando a través de la ventana abierta, no tenía tiempo para jugar al buen samaritano.

 

 

 

 

Corría a prisas evadiendo a las personas que trataban de escapar del incendio que se había desatado consecuencia de las explosiones, recibiendo un par de empujones llegó al edificio que se consumía en medio de un enorme fogonazo, el gris y nocturno cielo era consumido en medio del sofocante humo y las cenizas que se elevaban en el entorno.

Los ojos azules se enfocaron tratando de ver entre las llamas, sus oídos pretendieron ignorar los gritos de los que huían desesperados, entonces claramente pudo percibir las súplicas. ¡Ayuda!

Alguien exclamaba desesperado en medio del fuego y sin dudarlo se internó, cubriéndose a penas con los brazos buscó entre el incontrolable fuego que parecía extenderse trepando por todos los muros, consumiendo todo a su paso.

— ¡Ayuda! ¡Por favor!

Ahora los gritos se oían da vez más cerca y pertenecían a varias personas, atravesando los muebles abrasándose y los pilares que cedían de a poco llego a la otra habitación…

La pared parecía haber desaparecido, solo un enorme hueco que daba a la calle se apreciaba, tres mujeres y un hombre se arrastraban tratando de entrar nuevamente al edificio que se incendiaba, la razón…

Un enorme camión blindado estaba aparcado en frente, en donde parecían estar metiendo a todo el que atrapaban como si de perros callejeros se tratasen, los hombre armados que realizaban la labor no aparentaban ser parte del ejército, llevaban enormes armaduras que les cubrían incluso el rostro por completo que más se veían como máscaras antigás, cada uno portaba lo que Naruto identificó como una TMP(*), sin entender del todo la escena fueron solo los gritos de ayuda que hicieron al rubio reaccionar.

— ¡Alto ahí!

En cuanto lo vieron no dudaron en apuntarle, de inmediato el rubio y anteponiéndose a las acciones de los solados se lanzó a un lado evadiendo la ráfaga de tiros que iban en su contra, oía más gritos desesperados de quienes eran atrapados, buscó entre los bolsillos de su chaqueta la pistola semiautomática que llevaba consigo. Sin muchas opciones disparó, de todos modos estar a cubierto en un edificio que se consumía por el fuego no era para nada una buena opción.

Más de una bala aparentó dar en su blanco pero los soldados a penas si se inmutaron disparándole de regreso, el sonido de las balas cruzar de un lado a otro solo provocaba más pánico entre las personas desesperadas que intentaron huir recibiendo disparos por parte de las TMP.

Consciente de que no estaba ayudando en los mas mínimo Naruto abandonó su refugio dando un gran salto para treparse al techo de una casa ante la sorpresa de los espectadores, mas disparos se oyeron y cuando el rubio intentó brincar encima del gran camión blindado, el tejado por el cual corría de repente se abrió como si alguien lo hubiese destrozado desde dentro.

Con rapidez se arrimó a un lado evitando caer en el hoyo que se había formado, dentro de la pequeña casa pudo observar un par de ojos grises que le veían desde un rostro claro y sereno, unos rojizos cabellos cortos se movían escasamente por el viento. Aquella persona se veía bastante joven y llevaba un sobretodo negro que le cubría casi por completo.

Los segundos de estupor que quedó  viéndole al percibir algo extraño en esa persona bastaron para que los soldados le dispararan esta vez rozando una de sus piernas, provocando que cayese del tejado a uno de los callejones.

Naruto presionó los dientes poniéndose de pie, pero de inmediato se vio rodeado por más de esos sujetos que le apuntaban dispuestos a matarlo.

— Sube al camión — entonces uno le ofreció.

Pero seguro de que no haría algo tan estúpido el de ojos azules retrocedió un paso.

Y antes de que pudiesen vaciar sus cargadores en todo su cuerpo, pudo ver como una nueva silueta aparecía saltando desde la oscuridad, con elegancia y rapidez esta cayó encima de uno de los soldados clavando la katana que portaba entre el cuello y la clavícula del desafortunado, justo en el lugar donde el blindaje era más débil.

— Sasuke… — Naruto apenas balbuceó atónito viendo al pelinegro.

Los disparos esta vez fueron en contra del recién llegado, pero renovado en sus fuerzas el rubio se dispuso a ayudarlo, impulsándose se lanzó contra otro encajándole el cañón de su arma en el torso disparando sin dudar a quemarropa para que el daño si fuese efectivo.

Podía ver a Sasuke brincar de aquí para allá, se veía casi majestuoso, como un espectáculo casi ilusorio… y la sangre salpicar ahora era lo de menos.

 

Estando seguro de que dentro de poco llegarían más soldados, no tuvieron más opción que terminar huyendo, casi a jalones fue Sasuke quien los arrastró entre los callejones y tejados para alejarse lo más que pudieron.

— Aun deben estar llevándose personas, ¡¿quién diablos se supone que eran?! — Naruto se dejó caer entre botes de basura cuando los disparos se oían mucho más lejos.

— ¿No lo sabes? ¿Aun así pretendes convertirte en un salvador?

La mirada cansina del pelinegro le hicieron enfadar, no había nada de malo en ayudar a quienes lo necesitaban, — bueno el que me salvo esta noche fuiste tú, Sasuke.

—Lo hice porque acepto.

— ¿Eh? — Naruto le miraba confundido, ¿aceptar?, al oír aquella frase se sintió emocionado sin saber porque.

— Acepto Naruto — el pelinegro le miró atentó guardando su espada. — Voy a ayudarte a matar a tu padre.

La efímera emoción en el rubio desapareció tan rápido como hubo aparecido, sus azules ojos se enfocaron en los oscuros el contrario. — ¿Estás seguro?

— Si…

 

 

II.- Trick

 

 

 

 

Notas finales:

 

 

TMP(*) : Pistola ametralladora táctica, es un subfusil automático. De 850 a 900 disparos por minuto.

 

¿Aun alguien me recuerda?... Sé que esta vez sí me demore mucho, en realidad fue solo que desde que llegó el nuevo año he tenido problemas con “P” mayúscula, tanto que en verdad planeaba dejar todo esto botado pero a fin de cuentas todos tenemos problemas y debemos saber sobrellevarlos. Y mi laptop que anda medio dañada no ayuda mucho, de todos modos ahora las cosas están más tranquilas y por eso heme aquí, gracias a todas las personas que comentaron y le dieron una oportunidad a esta historia que planeo continuar.

De nuevo gracias por las lecturas y en especial por los comentarios, nos leemos en el siguiente si este capítulo les ha parecido interesante.

Yae.   

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).