Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Anhelando la lejanía por 1827kratSN

[Reviews - 54]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola queridas y queridos (no sé si hay hombres leyendo esto pero bueno XD) aquí la loquilla fanficker que quiere ver el mundo arder pero que a veces le da la locura de hacerlos felices.... viene a actualizar capi nuevecito 

 

Solo les diré unas pequeñas cosillas, he pasado por una montaña rusa de emociones por lo cual el capítulo... bueno creo que ya lo notarán cuando lo lean, solo digamos que escribo según mi corazoncito me dicte, asi que cuando estoy triste sale melancólico, por el contario si estoy feliz sale medio simpático :v

 

Un agradecimiento especial para 1827Forever1827 porque ella me animó y así pude terminar de escribir y no cometer un crimen en medio de la narración (estoy exagerando XD)

 

Sinceramente me desvié de la trama original pero bueno... no les canso más y los veo en las notas finales 

 

*como siempre se va caminando despacio hasta las notas finales*

 

 

Odio hacer eso pero no tenía otra oportunidad para ganar dinero fácil, había demorado dos horas enteras, no quería más que ese tiempo determinado, era mi exigencia… me dolía todo, tal vez estaba exagerando pero ¡me dolía! que se joda Lancia por obligarme a adoptar “esa” posición, con rapidez me vestí puesto que el pelinegro me dejó solo, al fin podía suspirar cansado, hace mucho que no hacía algo así… nadie lo sabía, yo no estaba dispuesto a revelar eso, era mi secreto, algo del que no estaba orgulloso pero tampoco me desagradaba ya que trabajo era trabajo, de éste tipo o de otro, lo importante era mi familia y mis pequeños. Cuando terminaba de colocarme la chaqueta recordé el mensaje, no quería estar más en aquel lugar así que decidí irme para revisar el texto fuera de esa casa, bajé con cautela puesto que no estaba seguro el lugar en donde Lancia se encontraba, no quería molestarlo, al final resultó que me estaba esperando en la sala, le sonreí mientras él me ofrecía el sobre con el dinero, lo guardé entre mi abrigo, para ser sincero estaba emocionado, ya con eso el pequeño sustento extra estaba repuesto para las emergencias

 

-desearía que vinieras más seguido – me sonrió Lancia con amabilidad yo no podía negar que él era muy amable conmigo, además de ser un hombre maduro y guapo… hasta un ciego percibe eso, en definitiva un gustito para mis ojos

-yare, yare lo haré cuando necesite dinero nuevamente – le respondí mientras salía de la casa, pude sentir la brisa helada chocar con mi piel y me acomodé mejor la bufanda, Lancia me ayudó a hacerlo, me sonrojé levemente puesto que alguien podía vernos, eso sería malo para mí

-eres un hermoso hombre, desearía que me aceptaras completamente – las palabras suaves mientras acariciaba mi mejilla me confundían, siempre me dijo que me quedase con él pero... dudaba de tanta amabilidad, nunca logré verlo como alguien cercano así que eso me salvaba de cierta manera

-lo siento Lancia-san pero no lo haré – me aparté un poco dando la reverencia y... ¡maldito dolor de cadera! Como pude me aguanté y sonreí como despedida

-espero verte de nuevo y si es pronto mucho mejor – me sonrió mientras me daba un beso en la mejilla, esa acción me molestaba pero era Lancia así que solo aceptaba su cariño, si fuera alguien más lo hubiese mandado al infierno desde hace rato

-nos veremos en otra oportunidad – sonreí un poco nervioso, en seguida me retiré, caminé con cuidado en la nieve, solo cuando escuché que la puerta se había cerrado y verifiqué que nadie estaba a mi alrededor corrí hasta el callejón adjunto, solté la queja de dolor,  me quedé un rato inclinado masajeando mi cadera, al menos eso me alivió un poco

 

 

Sentí que alguien me veía y me tensé pero al tratar de encontrar el origen de esa mirada… no logré ver nada, decidí irme de allí antes de que alguien me reconociera, caminé durante un rato ya que con el tiempo mi cuerpo dejaba de darme problemas, así que… de nuevo a deprimirme en el parque por no tener un trabajo estable, ni bien llegué me recosté en la nieve, sin importar que la gente me mirara raro ¡podían irse al infierno! Nada me importaba menos en ese momento, sus criticas absurdas sin saber mi situación… regresando a mi meditación, tal vez el frio me ayudaría a buscar una solución y a la vez me quitara el pequeño punzón que jodía mi caminata, suspiré pensando en lo que haría ese día, trabajo… debía buscarlo, pero mi cuerpo me exigía un descanso, podía ir al centro, alguien debe necesitar quien colabore en las tiendas, pero… odiaba tener que lidiar con los jefes bastardos que me miran como un debilucho, ¡deberían primero ver mi talento y no mi apariencia! De nuevo estaba molesto, últimamente me pasaba seguido… claro si lo pensaba todo se volvió así desde que Reborn regresó… de pronto recordé algo, el mensaje, con rapidez busqué el celular y me coloqué de pie, sacudiéndome la nieve

He vuelto, pronto me tendrás en casa

¡Puta vida! Solo eso me repetía una y otra vez, el número era diferente pero el mensaje… aunque fuera una broma cruel, aunque fuera una equivocación… nada de eso, ¡maldita sea por qué justamente ahora! Quería lanzar el celular debido a frustración pero eso me causaría más problemas, necesitaba ese aparatito, por lo que con rabia recogí una bola de nieve, apunté al árbol, la lacé con fuerza pero

-¿eres un niño o qué? – mi mano se desvió, lancé la bolita y ésta cayó lejos del árbol al que estaba apuntando ¡maldito Reborn, se aparecía en el momento menos indicado!

-buenas – dije de forma seca, sin sonrisa, sin alterarme – nos vemos… – me quise ir pero como siempre la voz grave de mi antiguo sensei me detuvo

-¿por qué saliste de esa casa como si fuera la tuya? – ¿acaso escuché bien?... el señor perfección estaba…

-¿me estabas siguiendo? – su mirada penetrante e intimidante me dio gracia y sin pensarlo me estaba riendo – que rayos… ¿acaso me estas acosando?

-responde vaca tonta

-en primer lugar… ¡deja de llamarme vaca tonta! – le apunté con el dedo sin importarme que las demás personas me miraran – en segundo, puedo visitar a quien se me dé la gana – me giré para irme, ya tenía suficientes problemas como para aumentarle a un acosador

-dime porqué ese tipo te besó – podía reconocer el enfado en su voz

-que te importa

-exijo que me respondas – se creía con derecho a ordenarme o qué… obviamente yo no lo iba a obedecer

-yare, yare… no eres mi sensei, no eres mi familiar, ni siquiera te considero con un conocido grato – lo miré con ira contenida mientras aceleraba mi paso de inmediato

-vaca estúpida responde maldita sea – me agarró de la muñeca y tiró de mi

-itte... – me quejé debido al brusco movimiento y el hecho de que mi cadera me doliese, caí de rodillas mientras instintivamente me tocaba el área afectada arrepintiéndome de inmediato – ¿Qué crees que haces? – me alteré pues sabía lo observador que mi sensei era… perdón, exsensei

-¡dime qué hiciste ahí! – podía ver esa mirada oscura, tenebrosa hasta cierto punto, gracias al cielo que mi madre daba más miedo cuando se enfadaba, Reborn a su lado parecía un angelito

-¡que te importa! – le gruñí levantándome con dificultad – déjame en paz

-eso… te duele ¿verdad? – levanté mi rostro observando el ceño fruncido y el aura oscura… o no, me descubriría si seguía ahí

-si me disculpas tengo que seguir buscando empleo – sonreí burlonamente – no soy un buen profesor que gana centenares de euros para mantenerme – le dije mientras me alejaba de nuevo aguantando la molestia de mi cuerpo

-dime la maldita verdad – me impidió el paso y yo solo ignoré esa mirada furiosa

-que más te da… es mi vida, no tienes ninguna relación conmigo como para exigirme explicaciones – me alejé con rapidez en dirección contraria, no estaba disfrutando para nada de esa plática, ingresé a la calle concurrida  e intenté perderlo pero parecía que el maldito tenía interés en sacarme la verdad, así que… corrí, no por miedo, sino por la maldita rabia que sentía por ser vigilado por aquel hombre que me abandonó sin darme explicación alguna

Me detuve solo cuando sentí mies piernas flaquear, observé detrás pero no había nadie, Dios santo, no sabía que ser acosado sería tan agotador, si lo hubiese sabido eso antes no hubiese hecho algo parecido en mi época de escolar, el karma ahora era un fastidio y no solo eso… la visita también sería horrenda

 

No te atrevas a volver, bastardo

 

Fue mi respuesta a ese detestable número desconocido, sonreí cuando caminaba por las calles imaginando ese rostro enfadado, observé el lugar, muchas tiendas, pregunté en algunas y al llegar a la tercera negativa ya estaba deprimido nuevamente, me jodía la existencia de todos

 

Una época para visitar a la familia, guarda un poco de pavo, iré por esas fechas

 

Esto era el colmo, primero Reborn, ahora este maldito, ¿luego que sería?... mejor no tentaba al destino, chasqueé mi lengua entrando a la cuarta tienda, solo esperaba tener suerte ese día

 

 

Nada… nada, nada, nada, nada ¡maldita sea! Apenas faltaba un día para noche buena y yo estaba desesperado, tuve que volver con Lancia para ganar un poco más, necesitaba hacerle saber a mi familia que todo estaba bien, aun no tenía el valor de contarles acerca de mi despido… mejor dicho renuncia, tiraba de mis cabellos con desesperación mientras observaba al cielo… Tsuna me llamó esa mañana, al parecer mi jefe quería que regresara o tal vez Tsuna lo convenció, estaba consiente que necesitaba ayuda y un novato en estas fechas era difícil de manejar, así que viendo la hora, eran las cuatro, Colonello me brindó compañía estos días alrededor de estas horas, cada vez lo veía más preocupado por mí, así que… me fui del lugar, ya era tiempo de dejar de depender de los demás, así que tragándome el orgullo, temor o lo que fuera que me causara, me dirigí a la cafetería, sonreí al ver la emoción en Tsuna, también pedí una disculpa a mi jefe mientras me inclinaba ante él, sentí como me acariciaba la cabeza diciéndome que me irguiese “tal vez tienes problemas, me puedes contar cuando desees, pero intenta no hacer eso de nuevo o los clientes se alejarán” solo pude asentir fervientemente prometiendo que controlaría mi mal carácter, le dije también que esa misma tarde le contaría lo que me pasó, bueno era mi jefe, ahora que yo estaba más calmado podría decirle que “tengo un maldito acosador, lo conocí hace años pero desapareció, ahora ha vuelto y me está causando problemas” esas fueron las palabras exactas que usé, mi jefe en vez de enfadarse se reía a carcajadas, bueno lo entendía porque yo siempre me las arreglaba con los clientes que empezaban a buscarme con otras intensiones pero era extraño que me alterara con uno más de esas molestias “arregla eso como siempre, puedes pedirme ayuda también” ese era mi jefe, comprensivo y amable, como adoraba a mi jefecito

 

 

 

 

Bien un problema menos, la universidad empezaba con las vacaciones festivas así que ese día era el último del año que permanecía atareado, pero como me sobraba el tiempo ayudé en la cafetería todo el día porque necesitaba recomponer las horas faltadas a mi trabajo, era 24 de diciembre, la afluencia era mayor, esa mañana me despedía de mi familia con un beso en la frente de cada uno, me gustaba darles cariño al menos más de lo normal en esa fecha, así llenaba un poco mi corazón de alegría instantánea pura, sincera, los regalos de cada uno reposaban debajo de ese árbol hermoso que armamos el fin de semana, pues era tradición, a mis hijos les gustaba, I-pin parecía iluminarse más con eso y yo… bueno yo solo los quería ver felices, aunque me costara ser el pilar de mi hogar valía la pena cuando momentos en familia se daban sin problemas, I-pin trabajaba duro en esas fechas, pues en la fábrica era difícil estar sin hacer nada, la demanda crecía, la veía llegar completamente cansada del turno que tenía… me sentía impotente al saber que ella no podía seguir estudiando, aunque quisiéramos ella no lo aceptó, tenía dos hijos pequeños después de todo, recordaba cuantos días discutimos, nunca me pareció justo que solo yo siguiera intentando graduarme, y ella… bueno no quería ponerme melancólico así que me abofeteé las mejillas un par de veces para olvidar el asunto, tenía que concéntrame, las parejas venían a disfrutar de un postre, un chocolate caliente para el frio, los veía… ¡me daban un exceso de azúcar! Juraba que podía ver los corazoncitos alrededor de ellos, me incomodaban de cierta manera  porque yo tenía que molestarlos en esas escenas de amor incontrolables para servirles su pedido, pero me agradaba que las personas fueran felices

 

 

 

Esa tarde vi a Tsuna sonreír más de lo normal, pues según sabía tenía una cita navideña… era increíble que apenas desaparecí unos días, Tsuna ya tenía novio, bueno no dudaba de eso porque era predecible, ese azabache lo estaba acorralando desde hace mucho, además de que los ayudé un poquito, ¡pero por Dios eso si era rapidez!, ni siquiera se vieron dos veces… estaba celoso del castaño, en buena forma porque podía verlo feliz, demasiado, una cosa interesante de mi lugar de trabajo era el horario, por eso amaba a mi jefe ¿mencioné que lo adoraba? Pues lo adoraba también “es navidad, cerraremos a las tres, descansen y disfruten en familia, mañana no tendrán que venir tampoco” pues sí, con una pequeña reunión con los pocos empleados que éramos festejábamos la navidad, comíamos pastel y luego podíamos correr a casa, claro ese era el plan, podría estar con mis pequeños ese día, después pensaría e como decirle a I-pin sobre la odiosa visita pero por ahora eso me valía un…

 

 

 

 

-lo siento – Tsuna se disculpó cuando estábamos brindando pues su teléfono sonó – atenderé de inmediato

-puedes ir, te esperamos – dijo el jefe, todos sonreímos conversando un poco para gastar un poco de tiempo, lo vi irse a la cocina, hablar un poco, supuse que era Hibari pero… cuando mi amigo volvió un pequeño brillo desapareció, tristeza, eso era lo que acompañaba esa mirada chocolate, me preocupé y después del brindis investigué un poco

-¿te pasa algo Tsuna?

-no es nada, era mi madre – a otro perro  con ese hueso, hace unas horas habló con su familia, no podían ser ellos de nuevo

-yare, yare, estás triste

-es porque no pasaré con ellos, sabes que están en otra ciudad 

-lo siento… pensé que era por algo con Hibari-san

-no te preocupes, tengo que ir con él ahora – me sonrió pero capté su mentira, o si… yo sabía cómo mentir, me conocía esas facciones, Tsuna mentía con todos los dientes

 

 

 

Todos nos abrazamos antes de irnos, Tsuna se veía algo ansioso, esto me olía mal, así que lo seguí, por favor no era tan despreciable como para no ayudar a mi amigo, mi consejero y demás, con cuidado me escabullí entre los callejones, caminé detrás de él, unos seis o siete metros de separación, la caminata fue durante unos veinte minutos, Tsuna estaba más nervioso que antes, a cada paso, a pesar de la distancia yo podía percibirlo, me estaba poniendo nervioso también, lo ví detenerse en frente de un edificio y mirar a ambos lados antes de entrar en el callejón, ok no era idiota, ese no era el lugar para una cita, me quedé esperando un rato hasta que mi amigo saliese pero nada, así que me acerqué, ocultándome detrás de unas cajas, pude ver al fondo del pasaje, tres hombres rodeaban a mi amigo, él estaba firme pero apenas separado de la pared, los demás le discutían, él simplemente se defendía como nunca lo ví hacerlo, fruncía el ceño, sus ojos mostraban decisión, su cuerpo firme, listo para actuar, se veía completamente diferente de lo usual, bueno los tipos sí que se veían horribles, altos, fortachones, uno de ellos tenía una cicatriz, el otro sostenía una barra de metal, mi cielo ¡en qué diablos se metió Tsuna! Me quedé mirándolos… del ser el caso podía atacar

-no te quejes Sawada – masculló uno de ellos amenazantes

-vete al infierno – Tsuna se cruzó de brazos, quise reírme pues parecía un adolescente en fase rebelde pero… – no me iré con ustedes ni aunque me pagaran

-tu familia no te importa ni un poco al parecer – golpe bajo, el maldito se merecía un par de golpes, la familia es sagrada

-pues soy huérfano sin familia, no pierdo nada – nada convincente Tsuna, creo que la próxima te enseño a mentir

-te crees muy valiente – el de la cicatriz sonreía horrible, me daba miedo solo mirarlo

-NO ME TOQUES – le gritó al tipo mientras chasqueaba la lengua, alejando la mano que intentaba tocar su rostro – malditos bastardos, dejen de acosarme por teléfono

-bueno, entonces… no tenemos opción

-atrévete – le enfrentó Tsuna mientras retrocedía y se ponía en una posición… ¿de lucha? Yo no sabía que Tsuna podía pelear

-frágil princesita de mierda, te dimos la oportunidad pero bueno… – el tipo se acercó pero el castaño lo abofeteó con fuerza mientras se alejaba de la amenaza

-¡no me toques con tus sucias manos!

-bien… así será entonces – sonrió el segundo hombre empezando a atacar a mi amigo quien con fuertes puños se defendía pero ¡por Dios eso era injusto!, eran tres contra uno, además que Tsuna era más pequeño que ellos, me  puse a pensar también, Colonello me había enseñado a defenderme muy bien pero siempre me dijo que cuando me superaran en número debía trazar estrategias,  ahora la necesitaba con urgencia, Tsuna había golpeado a dos de ellos he intentado escapar hacia la otra salida pero lo agarraron, lo tiraron en contra de la pared con fuerza, podía ver el dolor en su rostro, bueno… mis piernas temblaban, la emoción me llenaba pues las peleas con mi maestro rubio militarezco eran un juego, al fin podía aplicar mis habilidades en la vida real

-tienes una linda cara – vi al sujeto apretar el cuello de Tsuna mientras lo levantaba y él pataleaba intentando soltarse – lástima que se arruinará – ¡suficiente! sea lo que sea debía atacar, así que…

-SUÉLTALO – me acerqué corriendo con lo primero que encontré, claro que un maldito bate desgastado no era de gran  ayuda pero – ¡desgraciado! – apunté al maldito y lo golpeé con fuerza haciendo que soltase a Tsuna quien cayó estrepitosamente – TSUNA MUÉVETE

-¡MALDITA SEA, QUE HACES AQUÍ! – me gritó mientras se alejaba del tipo y buscaba con qué defenderse

-me perdí – le contesté mientras me enfrentaba a uno de ellos, me sorprendí cuando lo tuve cerca, mucho más alto que yo, tal vez dos cabezas, dudé por un segundo pero Colonello me enseñó muchas cosas, el pie es el pilar de equilibrio, así que, le pateé el tobillo con fuerza, cuando lo vi quejarse del dolor, golpeé su estómago para hacerlo perder el aire, libre momentáneamente corrí hacia Tsuna quien intentaba patear al sujeto en frente de él mientras insultaba al hombre que los sostenía por detrás levantándolo en el aire – ¡Tsuna! – a pesar del mal momento… ¡me estaba emocionando! Con fuerza les tiré uno de los basureros que estaba a mi paso

-Lambo… ¡corre! – me dijo Tsuna quien corrió hacia mí, sentí que me agarraba de la mano para empezar a huir, no supe cómo pero no me caí por el brusco movimiento, podía ver lo alterado que estaba el castaño, el fuerte apretón en mi mano daba noción de terror

-¡atrapen a las ratas! – gruñó uno de ellos y escuché como nos perseguían, lo que no contamos es que uno más apareciera en frente de nosotros cortando el paso de salida

-mierda – mascullé jalando a Tsuna para volver

-maldita sea – gruñó mi amigo mientras buscaba algo con que defenderse cuando nos rodearon, mi amigo tenía su maleta y yo la mía, ¡no servía! Demasiado delgadas, vi los basureros, era jugármelo todo y miré a Tsuna haciéndole una seña para que  me ayudara – ¡ahora! – me dijo para correr hacia un lado y tomarlos, los atacantes intentaron agarrarnos pero le tiramos las tapas, lo que encontramos en el lugar, algo golpeó al más alto de ellos, me reí porque parecía asqueado, ni idea de lo que le era tampoco quería saber puesto que yo lancé eso

-CAJAS – le grité y Tsuna me ayudó a aventarlas, corrí hacia uno de los sujetos, lo derribé usando la misma estrategia que use con Colonello tiempo atrás, me colgué de su cuello y con uso de mi peso lo hice caer – ¡CORRE! – le grité y emprendimos la huida pero el tipo en el suelo me agarró el pie haciendo que me cayera bruscamente, sentí el dolor en mi frente

-IMBÉCIL – gritó Tsuna mientras saltaba en la espalda del tipo caído, otro  de ellos inmediatamente lo agarraba del brazo y lo lanzaba lejos

-idiota – dije pues me liberé del agarre y pateé en donde más le doliera al tipo que se atrevió a dañar a Tsuna – suerte con tu descendencia – le dije burlón mientras me reía y Tsuna se levantaba hasta estar a mi lado

-¡corre y no juegues! – me dijo mientras le lanzaba el basurero al último sujeto cercano

-le quitas la diversión – dije agarrándole de la mano y empezando a correr, esta vez sí que logramos salir del lugar, ¡oh Dios, eso había sido… increíblemente grandioso! mi amigo militar me dijo una vez que podía pelear de forma esplendida, pero ahora me pasé… ¡toma eso Colonello, dejé sin descendencia a uno de ellos y al otro el tobillo herido! … no fue una pelea limpia pero salí vivo, eso es lo que cuenta, corrimos como dementes hasta estar lo suficientemente lejos, con gente alrededor, me incliné reposando mis manos en mis rodillas, respiraba con dificultad, escuchaba a Tsuna en la misma situación – somos… ¡geniales! – dije como broma mientras me reía bajito

-¿por qué diablos… me seguiste… Lambo? – Tsuna se escuchaba molesto pero me importaba un carajo

-por qué no me dijiste que tenías problemas – le reprendí mientras sentía un pequeño mareo, de pronto vi el suelo, la nieve y… algo rojo

-por Dios, estás herido – me dijo Tsuna levantándome asustado – tu frente está… cortada

-me duele – me quejé cuando me levanté, sentía el líquido recorrer mi nariz – espero que no quede marca – bromeé para calmar a Tsuna quien soltó un chasquido

-vamos… hay una clínica cerca, nos ayudarán – me dijo mientras daba un paso y se quejaba de dolor – maldición

-tú también estas herido, tu pierna soportó la caída – le dije mientras lo ayudaba a caminar

-es solo dolor, tu herida me preocupa

-me pondré hielo – le dije cogiendo un poco del piso y poniéndolo en mi frente – listo

-IDIOTA – me dijo golpeándome y haciendo que soltara la nieve en forme de bolita – puede tener bacterias o algo

-pero me alivia el dolor – sonreí divertido porque al menos Tsuna parecía haberse relajado un poco

-además te enfermarás por tener hielo en tu frente

-yare, yare… lo siento, pero recuerda que todo fue tu culpa – le dije mientras él solo se quedaba callado – ¿no me dirás nada?

-primero que nos curen las heridas – entramos a la clínica explicando  un robo, miré la cara de la enfermera y me transmitía con la mirada “esa escusa ya es bastante vieja, inventen otra” pero no dijo nada, solo cumplió con la tarea

-Tsuna… debiste decirme desde el principio – dije cuando nos sentamos en las sillas de espera para descansar – pude ayudar

-no es tan fácil

-¿quiénes eran? parecían conocerte

-me conocen… eso es lo peor

-tiene que ver con el hecho de que no vayas a la universidad – si me ponía a atar cabos… no inventes, no quería pensar en ese momento, me dolía la cabeza, así que solo soltaba lo primero que se me ocurría

-si… no le cuentes a nadie Lambo – ¡acerté!... espera ¿acerté? Creo que me está dando la enfermedad del sexto sentido

-no lo haré pero… me preocupas

-tomaremos un té mientras te cuento, al menos así me libero un poco de todo – me sonrió con melancolía, me daba pena, el dolor que soportaba en silencio era inmenso, su mirada actual lo demostraba

 

 

Fuimos al centro caminando despacio, tomando un autobús, siempre en silencio, nos sentamos en uno de los cafés de allí, lejos de todos, pedimos un chocolate caliente y me quedé viendo a mi amigo que parecía dudar, de cierta forma me recordaba cuando yo… eso no importaba ahora

 

 

-yare, yare, si no quieres, no me cuentes – le dije sonriendo y acariciando la bandita en mi frente, la enfermera me dijo que solo era un raspón, sangraba mucho porque en la cabeza circula más venas que en otro lugar, no era nada así que mi impecable apariencia volvería

-dime… ¿por qué crees que me perseguían?

-ni idea, no quiero pensar por el momento

-ellos solo quieren… me quieren para chantaje – dijo mientras probaba el chocolate caliente, miró fuera de la cafetería y yo sentía como la depresión lo invadía – bueno es difícil de explicar todo… pero lo intentaré

-solo cuéntame con pocas palabras, tampoco te digo que me relates tu vida – le sonreí y él solo suspiró mostrando esa bella sonrisa que me tranquilizaba

-eres único Lambo –

-se hace lo que se puede, pero si… soy único e irrepetible, me muero y el planeta pierde un tesoro – me reí contagiando a Tsuna quien solo me golpeó la frente para que me pusiera serio – lo siento pero tenía que relajarte

-lo sé… bueno… – lo vi suspirar mientras jugaba con sus dedos – has escuchado de los Yakuza de Namimori – me sonrió y yo me quedé en shock

-puta vida – susurré mientras Tsuna me tiraba una pequeña galleta que nos dieron por cortesía – ¿en serio?… mierda, así que esos tipos… PUTA VI...mghmgh – Tsuna me tapó la boca cuando lancé esa palabrota casi gritando

-¡cállate Lambo! se supone que estamos en público… maldita sea – me gruñó mientras me golpeaba la cabeza pero ¡eso era algo para no creer! No podía culparme por alterarme

-pero solo… o Dios… yo, tú… él, ella, ellos, vosotros, mierda todo el mundo – me quejé agarrando mis cabellos con fuerza mientras me estaba sintiendo… ¡el ser más maravilloso del mundo!

-no sé si entiendes lo que pasa – lo veía un poco impactado por mi reacción, tal vez era  porque me estaba riendo

-pues no – debía ser sincero, no entendía nada, solo sabía que… – acabo de dejar sin herederos a un Yakuza – susurré mientras tomaba las manos de Tsuna – ¡soy increíble! – sonreí

-no sé si reírme o llorar – Tsuna golpeó su frente mirándome reprobatoriamente – ¿sabes que acabas de firmar tu sentencia? ellos no te dejaran así

-pues… no pensé en eso – sonreí nervioso pues era cierto que me metí en líos – pero ya que se le puede hacer, de todos modos ya estoy en problemas – le resté importancia y levanté mis hombros, las cosas pasan a veces

-Lambo – Tsuna suspiró derrotado pero… ¿Qué más podía yo hacer? Retroceder el tiempo era imposible así que… - déjame decirte algo Lambo, ellos son de una familia distinta a los de Namimori

-bien… sigo sin entender – me puse a pensar y no… no entendía

-lo resumiré, tengo un hermano mayor, su nombre es Giotto, es médico… bueno… lo era hasta antes de que intentaran matarlo… está en coma desde hace más de un año – me quedé sin palabras al ver la tristeza de mi amigo, solo pude apretar su mano mientras lo escuchaba – era el mejor médico de todos, nunca estaba indispuesto, lo amaban… tuvo que cuidar de muchos enfermos y salvar vidas en instantes – lo ví derramar una pequeña lágrima, hasta yo me puse triste al ver a mi amigo en ese estado de melancolía – salvó a alguien y con eso se ganó enemigos

-un Yakuza – susurré mientras me emocionaba pero mantenía mi rostro apacible, era por respeto al momento, aunque esto parecía un anime o algo parecido – adivinaré… tu hermano ayudó a un Yakuza y la familia enemiga le tuvo rencor

-es normal, aun en estas épocas – sonrió Tsuna mientras se limpiaba las mejillas – pero supongo que mi hermano jamás se arrepintió de nada… le dispararon, sigue internado y mis padres cuidan de él, de mi hermano pequeño también

-no sabía que tenías un hermano – le dije mientras me ponía erguido, ya me dolía el cuello por estar tenso  

-bueno es el hijo adoptivo de mi hermano mayor, pero es como si fuera mi hermano, es difícil de explicar

-te entiendo – le sonreí mientras  agarraba con mis manos la taza con intensión de calentarme

-bueno la cosa es que el líder de los Yakuza de Namimori se apiadó de mi familia y ahora nos cuidan, nos negamos a recibir dinero, yo trabajo para mantenerlos al igual que mi padre, pero la protección es otra cosa

-entiendo que todo esto es un lio de poder – bueno era oficial, me dolía la cabeza, por todo lo que me enteré y por el golpe

-nos tienen como punto de mira, mi familia está en otra ciudad por protección, allá en Namimori son custodiados desde lejos, ellos están bien – la sonrisa de Tsuna con aquella mirada llena de amargura me dolía mucho

-¿y tú porque estás aquí solo?

-porque… bueno

-no tienes que decírmelo sino quieres – ¿era normal que me doliera el pecho al verlo así?... tal vez tengo un mal presentimiento

-solo… bueno yo quise alejarme de ahí, tengo un gran parecido con Giotto, así que mudándome aquí traje conmigo a la amenaza latente – lo escuché suspirar mientras apoyaba su cara en la mesa… insisto, creo que despertó mi sexto sentido, siento que algo va mal

-pero no puedes solo

-lo sé… pero Kusakabe-san me ayuda mucho – me sonrió y yo lo miré confundido – él es el amigo de Hibari-san, es un policía… es agradable que sea un buen amigo

-así que por ahí empieza la cosa con Hibari-san – le miré divertido mientras le picaba la mejilla, ya sabía yo que esos dos tenían una historia

-creo que si… vino una vez junto con Hibari-san y… - adoraba verlo sonrojarse, me parecía lindo, como un cachorro mordiendo un juguete de felpa

-entiendo – sonreí mientras bebía mi chocolate, ya estaba calmado pues me enteré de muchas cosas y podía ver a Tsuna feliz –  ahora creo que los dos estamos juntos en esto

-es porque me seguiste – se quejó… quería contarle que yo ya estaba metido en problemas pero mejor lo dejaba para otro día, al menos los detalles

-no me arrepiento de nada, además yo ya tengo problemas, uno más no es tan malo

-le diré a Kusakabe-san lo que pasó

-¿por qué no se lo dices a Hibari-san directamente?, supongo que él también es policía ¿no?

-creo que no podré seguir con él –

-¿eh? ¿Por qué? ¡No seas tonto, Tsuna! – ahora si mato al castaño, se le nota hasta en las lágrimas… estoy exagerando, pero se nota que adora a Hibari

-tenía una cita y falté… ¿cómo puedo volver a verlo así?

-así que una cita… cierto… CIERTO – le grité asustándolo de paso – ¿a qué hora?

-hace unos… veinte minutos – me sonrió melancólicamente y yo ¡jamás iba a permitirle que dejara plantado a ese tipo! Ellos se amaban por Dios, ni siquiera los Yakuza iban a impedir esa cita

-¡vamos! – le dije mientras dejaba el dinero en la mesa – Tsuna muévete – le exigí y al ver que no hacía caso lo jalé corriendo a la salida, Tsuna se quejó por su pierna pero ya después me disculparía – ¿dónde es tu cita?

-en… a unos treinta minutos en autobús, pero Hibari-san ya debió cansarse de esperar

-no importa, al menos lo intentaremos – debo aceptar que ese día era el más raro de mi vida, pero ¡qué diablos! Me estaba gustando, al demonio lo demás

-es navidad, todo esto es un caos, no hay taxis – se quejaba tratando de convencerme de desistir pero claro que yo no lo haría

-pero si hay motocicletas – le sonreí mientras lo jalaba

-¡ni creas que me subo en una! – me dijo pero lo ignoré, si mal no recordaba la tienda estaba por allí, así que cuando entré… ¡si, estaba ahí!,  mi amigo que atendía la pastelería favorita de mis pequeños, le expliqué el apuro en que estaba,  él solo se reía mientras me tiraba las llaves de su moto y yo le prometí recompensarlo después, Tsuna no tenía idea de lo que yo hacía pero de pronto lo tenía montado en ese aparato conmigo y colocándose un  casco – no me digas que sabes conducir esto

-tengo mi etapa salvaje – le grité mientras aceleraba, me gustaba recordar la época en que Colonello, alias Coli Neli, me enseñó a conducirlas, le daría un beso después… bueno en la mejilla, salté el tráfico, giré en callejones,  en diez minutos estaba en el lugar, Tsuna me juró que jamás volvería a trepar una motocicleta y yo solo me reía divertido al verlo molesto, pero no era culpa mía, solo tenía prisa, pero cuando le dije que Hibari estaba allí, el dejó de regañarme y se giró para ver a su cita reposando en una pared, lejos de la multitud – corre Tsuna… se feliz – le dije mientras veía a Hibari y le saludaba con una leve reverencia, me quedé viendo como Tsuna se acercaba nervioso, se disculpaba, luego el más alto le acariciaba los cabellos a mi amigo y me fui, no tenía derecho a ver más… ellos sabrán que hacer, yo ya hice mi parte

 

 

 

 

-COLI NELI – ingresé  gritando a todo pulmón, él solía dejar la puerta abierta cuando estaba en casa, pues ya regresé la hermosa motocicleta, compré pastel para mis pequeños, también un pedazo del postre favorito de Colonello para agradecerle todo lo que me enseñó y… ¡acaso la vida me odiaba!

-Lambo, no sabía que venías-kora – me sonrió el rubio mientras se acercaba a abrazarme y yo me tensé pues un par de ojos negros se posaban en nosotros – ¿por qué no estabas hoy en el parque? – me revolvió el cabello incluso deslizando sus dedos con cuidado al final

-regresé a la cafetería – le sonreí ignorando al azabache de patillas que me miraba – ¡no sabes lo que pasó hoy! – esa alegría no me la quitaba nadie – toma, es un regalo… pero vamos, ¡adivina!

-espera primero te presento a alguien – me sonrió dejando en la mesa el regalo y yo solo me giré para ver a…

-Reborn-san buenas tardes – Colonello me mira sorprendido

-¿lo conoces? – yo asiento con la cabeza y vuelvo a ignorar a mi exsensei

-yare, yare, ya te explicaré después – le sonreí mientras me lanzo para abrazarlo con efusividad riéndome como loco – ¡adivina lo que pasó hoy!

-estas más animado-kora, pues aparte de que ya tienes empleo de nuevo… ¿qué más?

-gracias – sonreí mientras acariciaba su rostro – de verdad te lo agradezco – lo besé en ambas mejillas con cariño, manteniendo mis manos en su rostro, cuando me alejé lo observé todo sonrojado y confundido, me dio risa – te cuento todo después… pero fue ¡increíble! – salté como un niño pequeño mientras me dirigía a la salida, poco me importó que Reborn me mirara con esa cara de asesino que tenía – adiós querido Coli Neli y… adiós Reborn-san, feliz navidad a los dos – allá que ese par se mate, nadie me quita la dicha de… ¡haber triunfado ante el mal!

 

 

 

 

Me reía mientras apresuraba mi paso hacia mi casa, estaba emocionado, nada cambiaría eso, ni siquiera… ¡olvidé eso!... él si mataría mi día hermoso, caminé despacio hasta el hombre parado a una cuadra de mi casa, sabía que era él, por Dios… ¿por qué tiene que pasar esto ahora? llevo alrededor de dos años sin verlo,  feliz sin tener que aguantar ver su rostro y ahora… estaba parado allí sin decir nada, solo mirándome, me sentía escrutado, aunque no me gustara también me sentía intimidado… solo él podía hacerme sentir una mezcla de felicidad, repulsión, odio y tristeza

 

 

-es un gusto verte de nuevo, Lambo – hasta su voz me desagradaba

-no me vengas con hipocresías – seguí mi camino siendo consciente de que me seguía – idiota – gruñí, creí que se aparecería luego pero ya no tenía vuelta atrás  

-qué poca dulzura – me dice y me saca de mis casillas ¡vete al infierno!

-si te atreves a dañar esta noche… – le amenacé manteniendo la firmeza en mi voz

-no me amenaces, niño idiota – odiaba que me tratara así, quería golpearlo pero no podía, si le hacía algo, en casa lo sabrían y las preguntas serían incómodas, hace tiempo que me callaba eso

-te juro que te irá mal – completé mi amenaza

-¿me va a echar o golpear, enfrente de los niños? – bufó riéndose divertido, él sabía cómo manipularme

-cállate y finge estar bien… Lampo – escupí su nombre con asco, así era, no podía cambiarlo

- no me des órdenes – peinaba sus cabellos verdes con sus dedos, sus ojos azules eléctricos, aparte de eso somos unas copias exactas, solo físicamente, claro

-y tú, deja de ser hijo de puta – sentí como tiraba de mi brazo con fuerza

-no insultes a tu hermano mayor, idiota – me abofeteó, ¡el maldito me abofeteo! y yo… me alejé intentando poner mi mejor cara antes de entrar a casa, no podía discutirle nada, ya bastaba con lo que nos hizo, más problemas no valían la pena, mis padres no se merecían saber todo, bastaba con lo que creían que Lampo hizo

-no olvides decir que lo trajiste tú – le di al bolsa que yo compré y sonreí al estar en la puerta, I-pin me abrió feliz pero al ver a Lampo también quedó en shock, éramos los únicos en nuestro  hogar en saber la verdad

-volví a casa, querida – esa sonrisa falsa… me daba náuseas y ese tatuaje debajo de su ojo derecho me recuerda a algo… era un relámpago…. Pero ¿por qué?

 

 

Continuará…

 

Notas finales:

Hola de nuevo

¿Que tal?... seguro y me odian por dos razones, porque este capi se basa en Tsu-chan o porque les dejé con más dudas.... ni modo así lo hice, todo es culpa de los pedidos extra-raros que me dejan y que cumplo con alegría hasta que me traumo ajajajjaja (aunque no lo leas Yumi, si me refiero a tí XD), si alguien lee los shorts que publico, en conjunto con las dedicatorias, me entenderán XD

 

Diré algunas cosas, primero... no haré spoiler dolorosos así lo pidan, es mejor que todo vaya en curso, y al final será bastante simple de explicar

Dos, según mi tiempo y mis fics (tengo muchos pedidos, unos más raros que otros) supongo que la actualización estará en quince días o ... según me presionen en el facebook XD

Tres, pueden seguir dándo sus hipótesis, opiniones, sugerencias, comentarios positivos o negativos en un review y con gusto les contesto

Vuelvo a agradecer a 1827Forever1827 que me empalagó el día anterior y me quitó el bloqueo jajajaja eso fue tan bonito, tampoco me olvido de mis niñas bellas Valeryn y Ayumi, las quiero ^_^ ... Len espero tu opinión aunque me duela XD

 

PD: si me olvido de alguien... igual las amo a todas XD

Me despido y... salgo corriendo!!! 

Besos!!!

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).