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Los títeres rebeldes por PokeGirl Uchiha

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Notas del capitulo:

Saludos a todos :) ~ Lamento no haber poodido actualizar el fin de semana, pero he aquí el nuevo capítulo con un elegante retraso. Es raro volver a actualizar los lunes...los que me leen desde hace tiempo quizás recuerden por qué ;) 

 

Gracias a todos los que me leen y un millón de gracias a los que me dejan saber qué tal va la historia. 

III.

Patrick intentaba disipar sus nervios enfocando su mirada en algún punto en el vacío, pero la pared que tenía a un lado estaba cubierta por fotografías familiares de los Evans en las que pudo ver, no solo a las personas que tenía enfrente, sino a tíos, abuelos, etc. Aquella familia era enorme, o al menos esa impresión le daba la cantidad obscena de fotografías. Iba examinándolas una a una cuando su mirada inexplicablemente chocó con la de Neil y se vio forzado a ver hacia el enfrente justo cuando una generosa cantidad de helado bloqueó su vista por unos segundos. Alzó la mirada y sonrió, aún bastante incómodo, a Erika— Muchas gracias.

—Si quieres más no dudes en pedir.

Asintió con la cabeza, volvió su atención a la mesa donde Joshua llevaba al menos cinco minutos contando lo que le había pasado ahora en el colegio. Aquella familia era rara, no rarísima, entre más tiempo pasaba allí algo le hacía creer que estaba en una especie de comercial de la familia perfecta de los años cincuenta. Todos sonrientes, todos amables. Patrick cada segundo se convencía que aquello no podía ser su diario vivir, ante sus ojos aquello no tenía la menor lógica, estaba acostumbrado a vivir en un entorno donde todas las familias que había conocido reñían porque la mujer se gastaba el salario del esposo de la quincena, o el esposo llegaba todas las noches demasiado borracho como para recordar donde había dejado el auto. Estando allí, la imagen de los Evans parecía un poco chocante ante sus ojos.

— ¡Entonces Joaquín se hizo pipí de los nervios, y todos lo empezaron a molestar!

Craig empezó a reírse hasta que recibió un pequeño golpe de su esposa— ¿Y tú qué hiciste, Joshua? — Preguntó su madre.

—Yo no me reí, mami, Joaquín es mi mejor amigo. Fui al baño por un montón de papel para intentar secarlo, pero no funcionó, así que la maestra tuvo que llamar a sus papás para que fueran por él porque no tenía otra ropa.

—Así me gusta, mi cielo, que seas bueno con tus amigos y no te rías de los accidentes que tienen— Dijo fulminando con la mirada a su esposo— ¿Y cómo estuvo tu mañana, Patrick?

La pregunta lo tomó tan por sorpresa que se quedó unos segundos con la cuchara en los labios— ¿Eh? — Fue todo lo que pudo decir aún con la cuchara en la boca.

— ¿Cómo estuvo tu mañana? — Repitió con amabilidad.

Patrick se enderezó un poco, sintiendo como cada uno de sus músculos se tensaba por alguna razón desconocida. Una cosa era dar respuestas escuetas a su abuelo y otra muy diferente dárselas a una familia que parecía estar acostumbrada a charlar por horas de su día— Este, no sé… ¿Normal? — Dijo no muy seguro. El silencio y la mirada de todos los Evans le hizo tensarse aún más—. Tuve entreno, vine a clases…

— ¿Entreno? —Preguntó el padre de Neil francamente interesado.

—Sí, señor. Estoy en el equipo de fútbol de la universidad.

— ¡Oh! No hay que ser tan formales, puedes llamarme Craig. No hay ningún problema. Qué maravilla que juegues al fútbol. Yo también estuve en la selección de la universidad en mis tiempos. Según tengo entendido el equipo entró en  decadencia por bastante tiempo, pero según lo que he escuchado últimamente han mejorado notablemente.

—Todo gracias a Patrick— Intervino Neil para ayudarle un poco—. Él es el capitán del equipo y logró que el año antepasado quedaran entre las primeras cinco universidades, y el año pasado ganaran los interuniversitarios.

—Impresionante— Exclamó Erika con una sonrisa—. ¿Ya inició el torneo este año?

—Sólo hemos jugado unos cuantos amistosos— Explicó Patrick aún sin sentirse cómodo con el ambiente—. Estamos esperando poder jugar con la sub 20 antes que empiece el torneo interuniversitario. Aún están arreglando detalles.

— ¿Puedo ir a verte jugar?

La pregunta de Joshua lo pilló desprevenido. Notó la mirada de Neil nervioso— Seguro, si les parece bien a tus padres. Creo que sería un domingo.

—Los domingos siempre procuramos planear algo en familia. Todos podemos ir si te parece bien— Dijo Erika.

Aquello no ayudó a que Patrick se sintiera más relajado. ¿Qué demonios le pasaba a esa familia? pensó antes de llevarse otra cucharada a la boca. Eran obscenamente amigables con los extraños. No entendía si querían impresionarlo o simplemente ya era parte de su rutina ser de esa manera.

— ¿Y hace mucho son amigos con Neil? —  Preguntó Joshua. 

Patrick notó como los hombros de Neil se tensaban ligeramente antes que respondiera: — No mucho. Se podría decir que apenas nos conocemos.

El niño se dirigió a Patrick: —Ummm, pero a Neil le debes caer muy bien para que ya te invite a la casa— Dijo Joshua con bastante ánimo— ¿Verdad que Patrick te cae bien? — Preguntó a su hermano mayor.

—Sí…

— ¿Y estudias ingeniería con Neil? — Preguntó Craig.

—No, en realidad estudio arquitectura…

— ¡Qué maravilla! ¿Neil, por qué no me habías dicho que al fin conseguiste un amigo que aguante mis charlas?

Neil desvió la mirada de su padre y decidió no responderle. Patrick dirigió una mirada extrañado al menor — Craig es arquitecto— Le explicó Erika—. Tendrás que disculparlo, pero siempre se emociona de conocer a alguien que comparte su pasión por la arquitectura.

— ¿Y a qué año vas?

—Iniciando el tercer año.

—A esa altura ya vas profundizando un poco más en los contenidos. ¿Cuál es tu materia favorita de este ciclo?

—Análisis histórico.

—Vaya, al fin alguien que comparte mi gusto por esa materia, la mayoría la odian. Nunca he entendido porqué.

—Creía que solo mis compañeros tenían algo malo por no apreciarla.

—Nah, la gente no aprecia lo hermosa que ha sido la evolución de la arquitectura y…

Erika frunció un poco el ceño antes de intervenir: —Gracias, cariño, estás dejándonos en las nubes al resto de nosotros.

Craig sonrió avergonzado a su mujer— Lo siento, amor—Dijo antes de apretar cariñosamente la mano de su esposa para luego volver la atención su invitado—. Creo que tendremos que posponer la conversación para la  próxima vez que vengas.

—Por supuesto— Aun no estando seguro porque prometió aquello, si no habría próxima vez.

— ¿Y a ti como te fue en la mañana, mamá? — Preguntó Neil.

—Bien, tuve que ir al registro y había una cola infinita, pero Bart me ayudó a conseguir lo que necesitaba con rapidez— Apenas terminó escuchó un gruñido de parte Craig. Patrick lo miró extrañado—. Oh, cariño, no te vas a poner a hacer una escena de celos frente a  tus hijos y Patrick ¿verdad?

—No me gusta ese tal Bart. Es muy atento, servicial y no deja de mirarte. No vayas a ese registro.

Erika sonrió un poco— Yo no te digo nada por como todas las secretarias que has tenido te miran.

Patrick desvió la mirada incómodo por estar presenciando una conversación que creía que no debería, y notó la hora, si no se daba prisa no iba a llegar a tiempo. Su mirada buscó la de Neil quien también parecía incómodo por la conversación, así que tomó eso como excusa para indicarle a señas que debía irse. Neil asintió y le indicó que sólo terminara su helado.

— ¡Dejen de secretearse! — La voz de Joshua hizo sobresaltar a Neil y Patrick.

—Oh, cierto. La hora— Notó Erika mirando el reloj—. Patrick tiene clases. ¿Y tú, Neil?

—Hoy no, pero tengo ensayo a las…—Miró como casi eran las tres y quince. Iba casi más de una hora tarde—. Ya— Exclamó avergonzado.

—Bueno, entonces es mejor que se den prisa.

Patrick se puso de pie y tomó su plato— Le ayudo a levantarlos— Se ofreció. La madre de Neil sonrió complacida y llevaron todos los platos al lavabo—. ¿Seguro que no quiere que le ayude a lavarlos? — Su manía de no dejar nada sucio para alejar a las ratas o las cucarachas le pedía lavarlos en ese instante, pero en esa casa parecía que no lidiaban con ese tipo de problemas o de ningún tipo.

—Eres muy amable, Patrick, pero no te preocupes. Se te hará tarde. Yo me encargo de esto luego.

Patrick asintió y se despidió de ella. En la sala estaba Craig que ya estaba acomodado frente al televisor, hizo una pausa para despedirse de él y recordarle que tenían una conversación entre profesionales pendiente. Joshua hizo lo mismo no sin antes decirle que esperaba verlo pronto para que fueran a jugar con Danny.

Neil le pasó su mochila y fue a despedirse de su familia. Patrick prefirió esperarlo afuera en el jardín de enfrente. Pudo haberse ido solo, pero de repente no le apetecía caminar de regreso a la U en soledad. Cuando Neil salió parecía sorprendido de verlo allí. Empezaron a caminar en silencio. Fue hasta cuando salieron de la colonia y entraron al bullicio de la calle principal que Neil se atrevió a romper el silencio.

—Gracias por fingir que éramos amigos. No esperé que toda mi familia estuviera allí. Si hubiera estado solo mi padre hubieran cruzado unas cuantas palabras y luego se hubiera ido a una de las habitaciones a ver tele.

—Está bien.

—También gracias por tenerle paciencia a Joshua.

—Se parece mucho a ti…

Neil sonrió, pero al notar que Patrick no lo había dicho como halago cambió su semblante— También lo siento, por lo de antes de entrar a la casa— dijo apenado—. Lo siento mucho, no lo sabía y…

—Está bien— La manera tan seca que lo dijo, extrañó a Neil—. No es algo que deberías saber de antemano.

—Lo siento…

—A ti te gusta mucho disculparte—Comentó consultando su reloj. Aún había tiempo para llegar a la clase. Además estructuración I no le inspiraba, al menos por el momento, a estar con demasiada antelación.

—Es que siento que la he embarrado demasiadas veces contigo.

—Está bien. No es como si fuéramos amigos o algo así—  Cruzaron la calle para adentrarse al campus de la universidad.  

—Lamento que hayas tenido que conocer a mi familia.

—Estoy acostumbrado a lidiar con mi mala suerte, Evans.

Neil se detuvo unos pasos— Yo tengo que ir a mi ensayo por acá— Dijo señalando el camino opuesto al que debía tomar Patrick.

—De acuerdo. Adiós.

Neil lo vio alejarse entre las personas. Sabía que después de tantos momentos incómodos en solo veinticuatro horas lo mejor sería dejarlo ir, pero sería ir contra su naturaleza— ¡Patrick! — Lo llamó con fuerza. El mayor se giró extrañado y Neil se apresuró a alcanzarlo—. Sé que después de lo que hemos pasado no quieres ni verme, pero en verdad me gustaría que fueras nuestro escenógrafo.

A esas alturas ya iba entendiendo que una respuesta mordaz no serviría de nada con aquel chico, así que tuvo que cambiar un poco su estrategia— ¿Por qué no le pides ayuda a tu padre?

—Preferiría no molestarlo con mis cosas y sinceramente me gustaría que fueras tú. No sé con exactitud la razón, pero sólo sé que debes ser tú. Además mi padre siempre dice que se conoce mucho de un hombre por sus palabras— Hizo una pausa al notar la extrañeza de Patrick—. No es que tu hables mucho, pero la frase de tu maqueta era de Homero ¿verdad?

—Ahora me vas a decir que crees que debo de ser yo por una frase que tomé al azar.

Neil frunció un poco el ceño— Sabes que no fue así. No pareces de las personas que hacen las cosas sin razón alguna. Esa expresión no fue al azar, y generalmente hubiera pensado que solo era una frase bonita, pero verla allí plasmada en el trabajo, no sé, le dio un gran significado, distinto al que de seguro Homero pensó— Patrick se había quedado en silencio sin saber que decirle— “Los excelsos regalos de los dioses no pueden ser destruidos con facilidad por los mortales hombres, ni ceder a sus fuerzas.” — Recitó Neil— Lo aplicaste al don que tienes para crear y que pronto construirás cosas que van a maravillar a todos y la gente podrá apreciar ese regalo que te fue concedido; y que ni el tiempo podrá contra éstas porque estarán allí para que otras generaciones vean lo que pudiste hacer— Patrick no pudo despegar la mirada de Neil mirándole con extrañeza ¿cómo era posible que él, a quien conocía hace menos de veinticuatro horas, pudiera comprender tan bien lo que había pensado al elegirla?—Esa frase no fue elegida al azar y lo sabes…

— ¿Qué quieres de mí?

—Sabes bien que es lo que quiero. Tienes un don. Ayúdame a crear escenarios increíbles para mis obras que los demás puedan ver ese talento que tienes.

—Mira…

—Te pagaré— Lo interrumpió Neil—. Te dije que era un negocio. Te pagaré por  hacerlos. No prometo mucho porque tendríamos que comprar los materiales y demás cosas de utilería, pero te pagaría por tu trabajo como debe ser.

—No tengo mucho tiempo libre a diferencia tuya y…

—No importa. Presentamos como máximo dos obras por ciclo. No es que cada semana o mes presentemos una diferente. ¿Qué dices? No es mucho trabajo si lo piensas.

Patrick miró su reloj. Si no se daba prisa llegaría tarde— Tengo que irme, Evans.

Neil le miró un poco desilusionado— ¿Podrías pensarlo? Sé que me odias y no tenemos que ser amigos si no quieres. Sería un mero negocio como te había propuesto.

—Yo…

—Piénsalo. Si te animas, incluso podrías irnos a ver ensayar una vez. Sólo piénsalo.

Esta vez Patrick se quedó en silencio y vio como Neil sonreía ante su mutismo. No es porque milagrosamente estuviera a punto de aceptar su oferta, simplemente prefirió callar porque ya iba conociendo esa insistencia de Neil y ya no estaba de ánimos para discutir.

—Piénsalo unos días, deja que la idea te seduzca y luego te busco ¿sí?

***

Entró corriendo al auditorio de la universidad solo para alcanzar a escuchar la última frase del primer acto— ¡Al fin apareces! — Exclamó Isabella.

Neil sonrió avergonzado— Lo siento, se me hizo tarde— Generalmente era el más puntual, así que no era de extrañarse que todos quisieran saber qué había pasado para que de la nada dejara sus hábitos. Víctor fue el primero en cuestionarle si le había puesto el ojo a alguna chica de ingeniería o de cualquier otra facultad. Lo cual negó rotundamente, generalmente cuando algo en su rutina cambiaba creían de entrada que finalmente estaba intentando buscar pareja.

Neil tuvo que instarlos a que terminaran el ensayo primero, puesto que los de la limpieza siempre se quejaban que se quedaban más tiempo del debido, para luego contarles lo que había pasado. El ensayo duro casi nada, al menos para él, debido a su contratiempo. Alrededor de las cuatro se acomodaron cerca del bosque de arquitectura, para esperar a que Fabio buscara a Isabella, y fue cuando Neil les explicó todo.

Sabía que la reacción de sus amigos no sería recibida exactamente con los brazos abiertos, no después de lo que había pasado ayer, pero tampoco pensó que lo acusarían de demente, o de masoquista. El único que se limitó a no hacer ningún comentario fue Logan, pero aquello Neil ya se lo había esperado.

—Oigan, sé lo que hago…

—Yo creo que no— No dudó en afirmar Isabella, opinión que fue secundada por los otros—. En  serio, Neil, ¿Patrick Smith? Nos las estábamos apañando bien sin él…

—Claro, tú solo te dedicas a pasarnos los martillos y clavos— Se quejó Logan—. No lo sé, supongo que en parte Neil está en lo correcto, la escenografía nos está quitando tiempo de los ensayos y nunca nos queda algo memorable.

—Pues a mí me gustó el de la obra pasada— Se apresuró a decir Víctor, solamente porque él era quien había propuesto el diseño.

Neil suspiró— Escuchen, ni siquiera es seguro que acepte. Además ni siquiera lo conocen bien…

— ¿Y tú sí? — Lo cuestionó Emma, quien hasta ese momento se había mantenido lo más al margen de la conversación.

—Bueno, lo conozco mejor que todos ustedes.

— ¿Qué? ¿También ya fuiste a buscarlos a los vestidores? — Cuestionó Isabella inquisitivamente.

Neil tuvo que reprimir un sonrojo, al recordar que era exactamente lo que había hecho, pero no con la intención que su amiga debería estar pensando en estos momentos— Patrick es, no sé, creo que lo están juzgando duramente si tomamos en cuenta las circunstancias en que lo conocimos. Deberían de darle una oportunidad, sobre todo tú Isabella.

— ¿Yo?

—Sí, después de todo tu hermano parece llevarse bastante bien con él.

—Mi hermano no…— Empezó, pero dejó la oración a medias— ¡Joder, no me digas que él es ese Patrick  habla por skype! — Neil se encogió de hombros— ¡Qué desgraciado! Y yo que siempre le he preguntado si conocía a alguien gay y decía que no— Se puso de pie justo en el momento en que su celular empezó a vibrar—. Ya está llamando, esta vez sí me va a escuchar por mentirme con esas cuestiones tan importantes de la vida. Bueno, nos vemos.

—Vale, piensa bien lo de Patrick ¿eh?

—Vale, lo pensaré, supongo que puedes estar en lo correcto y tal vez no sea un sodomizador psicópata que le encanta humillar públicamente aquellos que se le atraviesan.

Poco a poco todos se fueron despidiendo hasta que solo quedaron Logan y Neil. El segundo hacía más de quince minutos que tenía los ojos cerrados mientras escuchaba música, fue hasta que Logan decidió quitarle uno de los audífonos que Neil le prestó atención.

— ¿Y bien?

— ¿Y bien qué? — Intentó fingir que no sabía a lo que se refería su amigo.

— ¿Qué planeas sacar de todo tu brillante plan?

Neil sonrió divertido— ¿Por qué crees que siempre estoy planeando algo?

Logan volvió a apoyarse en el tronco del árbol en el que había permanecido recostados por largo rato— Porque tu cabeza no puede estar sin idear cualquier tontería, pero esta vez no entiendo realmente que quieres lograr.

Neil sabía era imposible engañar a Logan— Aún no lo sé— Admitió con sinceridad—, pero ese tipo, Patrick, es interesante…

Logan se giró un poco extrañado al escucharlo hablar así— ¿Te gusta Smith?

Neil alzó un poco la mirada y sonrió divertido— ¿Crees que me gusta Patrick?

Logan iba a responder de golpe, pero prefirió tomarse unos segundos para contestar y encogerse de hombros— No lo sé, nunca he tenido claro qué tipo de personas te atraen, es de lo que menos hablamos, ahora que lo pienso. Hasta ahora las que me has presentado no han tenido un patrón en común.

—Bueno nunca me lo has preguntado…

Logan chasqueó la lengua y volvió a acomodarse mirando la luz que se colaba entre las ramas— ¿Entonces te gusta?

—Apenas lo conozco…

Logan ahogó una risa— Te recuerdo, amigo mío, que las personas te pueden gustar físicamente. Y pues Smith, no está mal, supongo. Si te van los tipos…

—No sé si me van los tipos— Comentó distraídamente Neil.

Logan suspiró— Creo que te estás metiendo con la persona equivocada.

— ¿Por qué?

—Patrick Smith no tiene nada en común contigo, Neil. No entiendo el plan, pero sé que lo quieres cerca de ti, porque está clarísimo que lo de lo de la escenografía solo fue una excusa demasiado rebuscada para conseguir tú objetivo.

Neil sonrió avergonzado, a veces odiaba que Logan pudiera comprender tan fácilmente lo que pasaba por su cabeza, y otras veces odiaba que no pudiera ver lo obvio— Oye, necesitamos un escenógrafo y lo sabes…

—Neil, conmigo no tienes que andarte con esas excusas.

—Vale, vale…

—Y aun así no me dirás nada ¿o me equivoco?

Neil se encogió de hombros— ¿Nunca te ha sucedido que ves a una persona y de repentes tienes la sensación de: “Hey, esa persona y yo podríamos ser excelentes amigos”?

—Eso pasa cuando han hablado aunque sea un poco, o sabes algo que tienen algo en común. Cosa que entre tú y Patrick no ha pasado en absoluto. Así que no le veo ni pies ni cabeza a tu plan y eso que soy tu mejor amigo y siempre he logrado encontrarle sentido incluso a tus ideas más descabelladas, pero esta vez por más que le dé vueltas no parece haber lógica alguna.

El menor le arrebató el audífono nuevamente y se lo puso ignorando por completo el sermón de Logan— Te lo repito, aún no sé qué busco, solo es un presentimiento que algo bueno puede salir si logro que sea mi amigo— Susurró mientras volvía a cerrar sus ojos—. Hay algo en él que me dice que es el tipo de persona que había estado esperando conocer…

***

Tiró las llaves sobre la mesa. Estaba exhausto. Se dejó caer sobre el sofá dispuesto a descansar unos segundos, se estaba quedando dormido cuando algo cayó sobre su estómago. Patrick abrió los ojos sobresaltado y notó un par de ojos grises sobre él—Joder, Niebla. Me has asustado— El gato se limitó a parpadear un par de veces antes de clavarle las garritas en su abdomen, para terminar acomodado sobre él. Patrick suspiró y sonrió un poco antes de acariciarle el lomo al animal— Gato tonto— El ronroneo de Niebla lograba relajarlo casi de inmediato— ¿Y el abuelo? — Como si lo hubiera invocado apareció con un sándwich que lo puso frente a él— Hola.

—Hola ¿Qué tal el trabajo?

—Ya sabes, aburrido—Después de clases había salido corriendo al trabajo. Miró el reloj, pasaban de las once de la noche.

—Oh, ¿Y el resto del día? — Preguntó Gabriel mientras tomaba asiento en el sofá individual.

Patrick se incorporó un poco dejando a Niebla sobre sus piernas porque parecía reacio a moverse de encima suyo— No sé, supongo que bien— Dijo mientras le daba una enorme mordida al sándwich.

— ¿Y eso?

— ¿Hum?

—Usualmente respondes: aburrido, normal, más o menos, pero nunca bien o un supongo que bien— Le explicó con una sonrisa— ¿Pasó algo interesante?

Interesante no era exactamente la palabra que usaría Patrick para revivir ese día, pero eso no tenía que saberlo su abuelo— Hoy probé el sushi.

—Oh, el pescado crudo.

—No me pareció que el que haya probado estuviera crudo— Dijo notando ese pequeño detalle, si hubiera estado crudo lo más probable es que hubiese vomitado a la hora. Su estómago ni siquiera procesaba las comidas a medio cocer. Terminó su sándwich y dejó el plato sobre la mesita.

— ¿Y qué tal es?

—Pues, no sé, ¿bueno? Estuvo bastante bien. En realidad ni siquiera iba a almorzar eso, pero entonces vino Neil y prácticamente me obligó a ir.

— ¿Neil? —Preguntó con cierta curiosidad— Nunca me has hablado de ningún Neil. De vez en cuando mencionas un Fabio, pero nunca a un Neil ¿Es un nuevo amigo?

Patrick frunció un poco el ceño, ni siquiera debería de estarle hablando de Evans— No. Quería proponerme una especie de trabajo. Está en el grupo de teatro de la universidad y quería que me encargara de la escenografía.

—Suena divertido. ¿Vas a hacerlo?

El interés que su abuelo parecía tener por la conversación le hacía más difícil buscar alguna forma de ponerle fin—No lo sé…

Gabriel sonrió antes de ponerse de pie y decirle: —Eso suena un sí para mí— Tomó el plato y fue hasta la cocina.

— ¿Eh? ¿Por qué? Y yo lavo el plato, no te preocupes— Dijo poniéndose de pie intrigado y cargando a Niebla en brazos. Entró a la estrecha cocina donde su abuelo ya estaba lavándolo.

—No te preocupes, además has tenido un día pesado.

Patrick suspiró y se quedó en el umbral de la cocina— ¿Por qué crees que aceptaré?

—No eres de los que dejan puertas abiertas. Generalmente cuando no quieres hacer algo, te niegas en el momento y nadie puede hacerte cambiar de opinión— Explicó Gabriel mientras secaba el plato y  lo guardaba con el resto. Miró a su nieto quién tenía una expresión extrañada—. Si no le dijiste que no al tal Neil es porque realmente lo estás considerando. Suena interesante lo que te propone.

—Tal vez, pero sabes que apenas me queda tiempo libre…

Gabriel sonrió— Tú lo has dicho: Apenas te queda tiempo libre. No es un “No me queda tiempo libre” y si lo estás considerando es porque crees que podría ser una manera divertida de invertir tu tiempo.

Patrick no dijo nada ante el razonamiento de su abuelo. Bajó la mirada y volvió a encontrarse con los ojos del gato. Entonces recordó la pregunta de Neil, una que se le escapó de la boca—  ¿Por qué le pusiste Niebla?

— Se llama Niebla porque lo encontré en un día que había mucha neblina. Creo que estaba destinado a que fuera mío porque apenas podía ver mi mano a unos centímetros lejos de mi cara, pero lo encontré temblando de frío detrás de unas escaleras.

— ¿De verdad? ¿O solo recordaste que alguien más encontró un gato debajo de las escaleras? — Preguntó para molestarle un poco. Una parte de él le recordaba que lo mejor era ponerle fin a la conversación, pero parte de él extrañaba pasar momentos tranquilos con su abuelo y esa parte fue la que lo motivó a seguir con aquella conversación

Gabriel sonrió aún más— Es en serio, muchacho, puedo ser viejo, pero aún tengo buena memoria. Deberías estar agradecido de haber heredado esa cualidad de mí.

—Claro que lo estoy— Respondió sin dudarlo.

Salieron rumbo a la sala y Gabriel terminó de contarle la historia de cómo encontró a Niebla y de lo mucho que le había costado convencer a su esposa para que se lo quedaran y cómo antes de Niebla había tenido otro gato que se llamaba Lluvia, el cual había sido bautizado con ese nombre debido a que había sido encontrado en circunstancias similares a Niebla. La historia se alargó hasta pasadas las doce. Al percatarse de la hora Gabriel decidió ir a la cama para poder dejar a Patrick estudiar un poco.

—Patrick—Lo llamó antes de entrar a su habitación. Al alzar la mirada se encontró con la sonrisa de su abuelo—. Gracias por haber tenido tiempo para hablar conmigo esta noche.

Aquello le provocó un pequeño nudo en la garganta— Buenas noches, abuelo, que descanses— Y volvió a enfocarse en sus apuntes de ese día. Apenas escuchó la habitación cerrarse alzó la mirada—. No deberías agradecerme esas cosas— murmuró en voz baja justo en el momento en que Niebla se subía a la mesa, provocando que se sobresaltara—. Y tú deberías de dejar de aparecer de esa manera.

No fue hasta las dos que Patrick fue directo a la cama. Se dejó caer exhausto. Al menos mañana no tendría entreno y podría dormir una hora más. Se estaba quedando dormido cuando recordó las palabras de Neil. Era curioso como generalmente olvidaba la mayoría de comentarios dirigidos hacia a su persona, pero los de ese casi desconocido siempre parecían quedarse en su subconsciente para luego salir cuando menos se lo esperaba. “¿Entonces por qué estudias algo en lo que piensas que eres pésimo?” Patrick giró bruscamente hacia la pared y se echó las sábanas en la cabeza como si quisiera poner una barrera entre su persona y esa pregunta. Poco a poco fue quedándose dormido, pero la pregunta persistía. Él conocía la respuesta, pero no quería tener que explicar que no es que  él creyese que era malo, al menos no lo hacía al principio, simplemente era que lo había escuchado demasiadas veces, y de personas que jamás se lo esperó, que no fue consciente en qué momento empezó a creérselo también.

***

En los siguientes días en ningún momento pensó en Neil y su propuesta, no es porque la hubiera olvidado, simplemente no lo había hecho porque la vida de Patrick no era exactamente sencilla, pero nunca se quejaba de ella abiertamente. Se guardaba todo eso en su interior porque no quería preocupar a su abuelo; sin embargo, el tener entrenos los lunes, miércoles y viernes a las siete de la mañana era un tanto agotador, quizás no lo sería tanto si no tuviese que trabajar después de seis a once de la noche en una concurrida cafetería de la zona turística. Mientras que martes, jueves y domingos tenía turno de ocho de la mañana a una de la tarde.

Al menos tenía los sábados libres, y cuando trabajaba por las noches siempre se encargaban de llevarlo hasta el apartamento, y se ahorraba tener que pagar un taxi que lo llevase hasta su hogar, y sobre todo podía excusarse cuando tenía un parcial muy importante, aunque pocas veces hacía uso de ese recurso puesto que luego tenía que compensar esas horas con algún otro turno y terminaba más exhausto que de costumbre.

Como si no fuera suficiente, a veces el dinero no alcanzaba para pagar las deudas del hogar por lo que había conseguido un pequeño trabajo como obrero los fines de semana con un amigo de su abuelo. Aquello había sido una medida bastante drástica que había mantenido en los primeros meses de la universidad cuando tenía que pagar la cuota completa, puesto que las convocatorias al equipo de fútbol las hacían mes y medio después, y solo hasta dos meses y medio después eras oficialmente parte del equipo.

Cuando tuvo que pagar sólo la mitad de la cuota pensó en dejar su trabajo de fin de semana, pero descubrió en carne propia lo que muchos le habían dicho incansablemente: Arquitectura es una carrera cara; no solo por el hecho de ir a la universidad que iba, sino por todos los materiales que tenía que comprar o el ploteo. Quizás al principio no sentía mucho esa verdad innegable de su carrera puesto que compartía muchas materias con los de ingeniería en las que bastaba una calculadora, un cuaderno y una pizca de inteligencia, pero poco a poco se fue haciendo inevitable tener una fuente de dinero para comprar los materiales para sus maquetas; para el ploteo de los planos que no eran nada baratos, así que ese trabajo era prácticamente caído del cielo, le pagaban por hora y era sólo los fines de semana.

Por lo que sus horas de sueño se veían considerablemente reducidas estudiando, escribiendo ensayos, pensando en ideas para sus maquetas; trabajaba más arduo que muchos de su clase, estudiaba cada vez que el sueño no era más poderoso que sus ganas de salir adelante. Una vida así de ajetreada no la podrían manejar muchos y había veces que la vida manejaba a Patrick.

—Patrick, se te hará tarde…

En realidad ya iba tarde— Mierda, no voy a llegar— Maldecía a diestra y siniestra.

—Muchacho, cuida esa lengua…

— ¡Nos vemos más noche, abuelo! — Dijo antes de salir corriendo hasta la parada de buses. Tuvo que gritarle al motorista para que lo esperara. Logró subirse justo a tiempo. El bus iba bastante lleno y le tocó ir parado todo el trayecto.

El entreno de esa mañana fue de baja intensidad, todos notaron lo cansado que Patrick se encontraba, así que decidieron no hacer ningún comentario ante los ejercicios bastante simples que ejecutaron.

Las clases transcurrieron con normalidad, Patrick desvió la mirada hacia la ventana y se quedó contemplando el vaivén de las ramas de los árboles, estaba harto de sentirse como un esclavo de la carrera, de sus trabajos, de la vida en general. Volvió su mirada hasta su cuaderno donde, sin haberse percatado, se había puesto a dibujar cualquier cosa. Se preguntaba en qué momento tomaría las riendas de su vida o si estaba condenado a depender de los deseos de alguien más. Se cuestionaba si su vida ya había sido planeada con anterioridad y él, ingenuamente, quería escaparse de las garras de la mediocridad.

Patrick no quería vivir toda su vida en ese horrible edificio donde a veces el agua no llegaba por días, o cuando había mucho viento el tendido eléctrico era el primero en fallar, sobre todo no quería ver morir a su abuelo en un lugar tan deprimente para alguien tan lleno de vida como él. Había tantas cosas que quería, pero la vida se había encargado de enseñarle que no importara cuanto desearas algo, las cosas nunca llegaban tan fáciles.

El sonido de todas las sillas moviéndose fue lo que lo sacó de su ensimismamiento. A su lado Fabio terminaba de recoger todo —Creía que nunca terminaría este suplicio— dijo con una pequeña sonrisa—. ¿Almorzamos juntos?

— ¿Tú y quienes más?

Fabio río un poco— Solo nosotros si te parece mejor. No te veo con ganas de fingir que te gusta estar rodeado de personas.

Patrick se echó la mochila al hombro— Si quieres irte con tus amigos populares hazlo, a mí me da igual comer solo.

—Oh, hombre, no lo decía como reproche. Si quisiera comer con ellos ni siquiera me hubiera molestado en preguntarte si querías venir. Tienes escrito en la frente que no quieres que nadie te dirija la palabra, pero ya sabes lo temerario que soy, así que me animé a preguntarte si te apetece compañía.

Bajaron por las escaleras y la gente se despidió de Fabio— Después quiero ir a comprar los materiales para empezar con el trabajo del taller espacial— Comentó Patrick mientras buscaban un comedor vacío.

—Hombre, si apenas nos lo dejaron antier. Aún tenemos tiempo.

—Quiero empezar ya— Dijo encogiéndose de hombros. No sabía que tanto tiempo  libre tendría así que no quería arriesgarse. Finalmente encontraron un lugar donde comer. Patrick pidió la lasaña y Fabio el pastel de carne. Veían a varios de su facultad a los que Patrick conocía de vista, y que eran cercanos a Fabio al cual todos saludaban a una distancia prudente.

—Caramba, contigo es como si nos rodeara un campo de fuerza— Dijo bromeando cuando saludó a un grupo de quinto año de arquitectura—. Recuérdame andar siempre contigo para los parciales, no sé porque a todos se les ocurre invitarme a fiestas o a ir a la playa en el peor momento.

Patrick sonrió de lado— ¿Ahora quieres que aleje a tus fans?

—Tú también tienes tus fans, que no sepas tratarlos es otra cosa, pero los tuyos son masoquistas porque aun sabiendo el humor de perros que te manejas siempre se emocionan de verte.

—Eso no es cierto.

—Ni tú te crees eso— Comentó Fabio con tranquilidad—. Oh, y a todo esto, mi hermana me contó que Neil te propuso ser el escenógrafo de su grupo. ¿Es cierto?

Patrick frunció el ceño al recordar ese detalle— Sí…

— ¿Y qué le dijiste?

—No, pero como al imbécil lo han mimado mucho no conoce el significado de la palabra “NO”.

Fabio sonrió divertido— Supongo que hay un poco de verdad en eso, ¿Y sabes lo peor de todo? Es que siempre termina consiguiendo lo que se propone. Así que no me voy a sorprender cuando vengas a decirme que vas montarle toda la escenografía.

— Eso nunca va a pasar. Ya es hora que alguien le diga que no a ese niñato.

—No conoces a Neil. A mí me hizo actuar para una de sus obras luego que me negué durante dos meses. Si no pertenezco a los títeres es porque le hice prometer que si lo hacía no iba a insistir con la idea de mi incursión al teatro.

— ¿Tú actuando? Es broma ¿verdad? — Preguntó incrédulo Patrick.

Fabio se sonrojó un poco avergonzado— No. Desgraciadamente no, pero aunque no lo creas me divertí un montón. En serio, si no nos explotaran tanto con la carrera creo que me metería permanentemente, si me dijeran que les eche la mano de nuevo con un papel chiquito me animaría sin dudarlo.

Patrick movió la cabeza negativamente— Me avergüenza estar sentado en tu misma mesa— Comentó divertido—. No puedo creer que en serio te gustara esa mierda. Es teatro. No le encuentro la mayor gracia a esas tonterías.

—Yo tampoco al principio, pero luego te gusta. Ya vas a ver…

—No, gracias al cielo no lo veré— Comentó Patrick—. Con un poco de suerte no tendré que ver a Neil Evans por el resto de mis días.

Fabio decidió no insistir más, y empezaron a hablar un poco sobre el ensayo de análisis histórico que les acababan de dejar. Universidad, prácticas de fútbol, quién se acostó con quién en la última fiesta que organizó alguno de su facultad. Una parte de Fabio a veces le gustaría ser un poco más curioso y tener el valor de preguntarle a Patrick sobre su familia, pero su parte más prudente le decía que se abstuviera de hacerlo si no quería perderlo como amigo; de lo poco que sabía de Patrick era que vivía solo con su abuelo y un gato en una zona que su amigo detestaba con todo su corazón, también que tenía un trabajo en una cafetería en la zona turística. Pero por lo que podía ver e indagar sin sentirse demasiado entrometido, podía ver que también tenía otro trabajo, pero al menos de ese no había logrado saber la mayor cosa.

Salieron del comedor directo a comprar los materiales para su próximo trabajo. Fabio gustaba de la compañía de Patrick, pero a veces se preguntaba si a su amigo también le gustaba de igual manera la suya. Había aprendido a aceptarlo tal como se le mostraba. No lo juzgaba puesto que podía entrever que había algo que lo obligaba a ser de esa manera. Momentos como esos se lamentaba no haber tomado psicología, las personas eran demasiado complicadas, pero nadie como Patrick Smith. Fabio atribuía su incapacidad de comprender a su amigo debido a que quizás durante toda su vida se rodeó de persona bidimensionales y por eso le era un poco más difícil comprenderle.

Al regreso a la universidad recibió un mensaje de su hermana— ¿Qué harás ahora?

Patrick le indicó que podían cruzar la calle antes de responder— Pensaba ir a la biblioteca, ya sabes a avanzar con el ensayo. Si quieres puedes irte. No tienes por qué acompañarme.

—No. No, quiero ir también a empezarlo. Al menos no me sentiré mal conmigo mismo cuando llegue a la casa solo a caer dormido unas cuatro horas. ¿Te importaría acompañarme a dejarle un dinero a mi hermana?

—No hay problema.

Emprendieron camino hasta las zonas verdes de la universidad. Se adentraron entre los árboles hasta que se aproximaron a un grupo bastante numeroso que al parecer se les había ocurrido hacer una especie de picnic en la mitad de la universidad.

La chica que estaba de espalda a ellos exclamó: — ¡Es en serio, el tipo salió del clóset ayer!

—Nah, no te lo creo. En serio que no, de todos los posibles gays, él es el que tiene menos probabilidades de serlo.

—En serio, yo estaba allí cuando le preguntaron si estaba completamente seguro, y nos contó que se enrolló con Patrick Smith la semana pasada en los vestidores de la cancha de fútbol, y pues que en teoría no pasó la mayor cosa, pero ya saben; es Patrick Smith con él todo siempre es algo grande.

Todos los presentes se percataron de la presencia de Fabio y Patrick., excepto la chica que estaba hablando y el tipo de la par porque estaban a espaldas de ellos.

—Eh, Isabella…

— ¿Qué? ¿Aún no me creen? — Comentó la chica indignada mientras se echaba el cabello hacia atrás—. ¿Para qué les mentiría? Se supone que Patrick se portó muy bien con él, dijo que jamás se lo esperó de alguien que se ve tan rudo. No sé, creo que ya se obsesionó con él, pero igual no me creo eso de un Patrick Smith amable.

—Isabella…—Dijo la otra chica tragando hondo.

— ¿Tú sí, Emma? Si la semana pasada vimos como trató al pobre Neil, además Logan nos dijo que una vez prácticamente puteó al catedrático de mate II. ¡A un catedrático en su cara! O sea, una cosa es que lo pensemos, pero otra muy diferente es que se lo digamos en la cara.

—En realidad solo le dije que no necesitaba que me regalara nota, y que si él se graduó a base de curvas y puntos extras ese era su problema, pero yo no era de los que andaban mendigando — Hizo una pequeña pausa para notar la reacción de todos—. Y prefería conservar mi dignidad antes de pasar su materia a base de puntos inexistentes, y que si los demás se alegraban que les tuvieran lástima y así pasaban la materia ese era problema de ellos.

Vio como la chica tensaba todo su cuerpo se giraba lentamente, igual que el chico que estaba a su lado— Bueno, creo que esto es incómodo— Dijo Fabio pasándose la mano por la nuca—. Por cierto, Patrick, la bocona es mi hermana.

—Un placer— Comentó para luego enfocar la vista en el chico que estaba a su lado y para su desgracia se encontró con Neil.

—Hola, Patrick.

—Evans…

— ¿Nos acompañan un rato? — Preguntó Neil.

Fabio miró de reojo a Patrick— En realidad solo venía a dejarle un dinero a la bocona. Patrick y yo tenemos cosas que hacer— Dijo tendiéndole el dinero a su hermana.

La chica tomó el dinero y miró largamente a Patrick— ¿Mi hermano es gay, Patrick?

El resto del grupo se llevó las manos a la cara— Isabella, ¿no metiste ya demasiado la pata? — Preguntó una de las chicas.

—Es que nunca lo había conocido y pues es gay, y quería saberlo, porque mi hermano dudo que me diga la verdad, y pues ya que empecé mal no hay mucha diferencia entre uno o dos comentarios incómodos.

Fabio miraba avergonzado a Patrick— Lo siento…lo siento tanto, en serio, si no se pareciera tanto a mi madre creería que es adoptada.

—No, Isabella, tu hermano no es gay— Respondió Patrick sin sentirse demasiado incómodo.

—Rayos, allí va un sueño frustrado. No me estás mintiendo ¿verdad? Porque si tienen una relación no me molestaría, en serio, incluso podría preparar a mis padres para cuando quieras conocerlos.

—Isabella, luego no preguntes por qué no te presento a mis amigos.

—No, no tenemos una relación secreta. Este imbécil es poca cosa para alguien como yo…

Fabio frunció el ceño— Ya quisieras andar con alguien tan guapo como yo, cabrón.

Patrick sonrió con suficiencia— Creo que el que tiene que decir eso soy yo; y no gracias, no eres mi tipo, podría enumerar la lista de las razones, pero sería de no acabar.

—Imbécil—Exclamó dándole un leve golpe en el costado—. Admite que soy un culo en arquitectura y las chicas me persiguen.

Patrick le devolvió el golpe con un poco más de fuerza— Porque yo no les prestó atención, de lo contrario ni se pararían a darte la hora, deberías agradecerme que sea gay más seguido.

— ¿Y es verdad lo del sexto sentido gay? — Preguntó Isabella interrumpiéndolos.

—Isabella…—Empezó Neil con cautela.

— ¿Qué? Es una pregunta inocente.

Patrick chasqueó la lengua, cuando había accedido a ir con Fabio nunca se esperó que sería sometido a semejante interrogatorio, vio a su amigo quien lucía bastante apenado con él, pero suponía que contestar solo una pregunta no lo iba a matar— No sé para los demás, al menos no funciona tanto así para mí, es decir, te das cuenta más por cómo actúan…

Isabella frunció el ceño— No entiendo…

Patrick suspiró y empezó a examinar los alrededores, finalmente enfocó su vista en un punto y se puso de cuclillas entre la hermana de Fabio y Neil— ¿Ves aquellas personas? — Preguntó señalando con su barbilla— La chica y los otros dos sentados bajo el roble— Todos voltearon a ver con cierto grado de disimulo—. El de playera azul quiere con el de camisa roja.

—Es broma ¿verdad? — Preguntó un tipo con anteojos  de los del círculo — Es decir ese chico va a todas mis clases, y para tu información la chica es su novia.

Patrick sonrió de lado— ¿No ves como prácticamente dejan fuera de la conversación a la chica? O como presta toda su atención cuando el tipo habla, y a su novia apenas y la voltea a ver.

Todos volvieron a observarlos por unos minutos— Aun así no creo que…

—Y me lo follé el ciclo pasado en los baños de ingeniería, pero ustedes no saben nada, no hagan salir al tipo del clóset si aún no está listo— Terminó con seriedad.

—No inventes— Exclamó Isabella sorprendida—. Ahora ya sé a quién acudir antes de interesarme por un chico.

Fabio sonrió derrotado—Bien, bien, Patrick ya demostró sus dotes de casanova, creo que nosotros nos vamos ya antes que…

—Ni loco te lo llevas— Dijo Isabella tomando de la mano a Patrick y obligándolo a sentarse entre ella y Neil. Patrick miró a Fabio buscando un poco de ayuda, una cosa era dejarle ver a su amigo que no odiaba a su hermana por ser tan entrometida y otra muy diferente querer ser amigo de ella— ¿Qué hay de Billy Frill de Ingeniería Química de quinto año? ¿Es gay o solo es un rumor?

—Es solo un rumor que inventaron los del equipo de básquetbol cuando estaban molestos porque Billy no quiso seguir en el equipo.

La chica sonrió radiante— Ya ven, Patrick sabe, ¿qué más sabes, Patrick? Anda no seas tímido cuéntanos un poco más.

Patrick se sintió incómodo cuando notó las miradas atentas de los demás— No sé exactamente qué quieres saber…

— ¿Qué hay de Logan? ¿Es gay? — Preguntó la chica a la izquierda de Isabella.

— ¿Logan?

Todos, incluido Fabio, que ya había tomado asiento en el círculo, señalaron un chico de cabellos rubios rojizos y ojos grises. Patrick lo recordaba vagamente de las clases compartidas con los de ingeniería, y como el chico que intentó defender a Neil cuando casi lo mata la semana pasada. Sonrió de lado, y en teoría el tal Logan permaneció tranquilo. En teoría— Creo que Logan aún no se ha decidido…

Todos empezaron a reír, pero el chico se tensó un poco, casi imperceptible y su mirada se desvió de la de Patrick— Bueno, basta de acosar a Patrick con preguntas.

—No seas aguafiestas, Neil.

—Al menos deberían presentarse antes de seguir incomodándolo— Sugirió Neil—. Dejen que conozca a Los Títeres Rebeldes. 

Notas finales:

El finde sin falta actualizo :) No los haré esperar más. Que tengan una feliz semana :'D


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