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Los títeres rebeldes por PokeGirl Uchiha

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Notas del capitulo:

¡Hola! Finalmente traigo un nuevo capítulo de los Títeres Rebeldes han sido semanas raras, pero finalmente logré un poco de espacio para escribir :) Espero que sea de su agrado. Todos los reviews han sido contestados.

XXXI.

Neil había convocado a todos los Títeres Rebeldes a las doce treinta. El mensaje fue breve pero denotaba la urgencia y la imposibilidad de cancelar. Había hecho todo tal como Patrick le había dicho, pero no había obtenido algún indicio de qué trataba todo. Faltaban quince minutos para la hora acordada cuando el repartidor de pizza llegó con las tres pizzas gigantes para que almorzaran. Sabía que todos no tendrían tiempo de almorzar, y no le molestaba comprar algo para que todos comiesen.

Emma fue la primera en llegar quien lucía igual de confundida que él. Se limitó a sentarse en la sala y hablar un poco de la obra, por fortuna no tenían que presentarla hoy. Leah e Isabella llegaron en punto. Minutos más tardes llegó Logan. Solo faltaban Víctor y Patrick.

—¿Nos dirás ya que sucede? —preguntó Isabella.

—Sí, tu mensaje en el grupo se leía urgente —hizo ver Logan.

Neil miró la hora y a la calle, pero no veía rastros de Patrick—No fui yo quien convocó a esta reunión —confesó.

—¿Entonces quién fue? —preguntó Emma.

Neil notó el automóvil de Víctor estacionándose frente a su casa justo a tiempo para evitar responder la pregunta. Fue a abrir, pero se extrañó de ver primero bajarse del auto a Patrick. Si recordaba bien tenía turno en el café en la mañana ese día, pero cualquier pensamiento extra se desvaneció cuando notó a Víctor y como su rostro había empeorado mucho a comparación de ayer.

—Hola, lamentamos la demora. El tráfico del mediodía es horrible —dijo Patrick.

Las expresiones de sorpresa y preocupación en los Títeres fueron en diversos grados de disimulo cuando Víctor entró con su rostro inflamado y con los hematomas de diversas coloraciones.

—¡Víctor…!—exclamó Emma asustada poniéndose de pie—¿Necesitas curación?

—No, no estoy bien. Patrick se ha encargado de eso ya —dijo Víctor sintiéndose cohibido por la atención.

Emma aún con sus dudas volvió a tomar asiento. Patrick se rezagó junto a Neil con quién solo intercambiaron unas cuantas miradas y gestos.

—Ya estamos todos, Neil —dijo Isabella—. ¿Qué pasa?

—En realidad el que pidió la reunión fui yo —dijo Patrick mientras se sentaba junto a Neil. Patrick notó que Víctor se estaba arrepintiendo de haber convocado a todos. Lo mejor sería darle unos minutos para que se calmase. Su mirada se dirigió a las pizzas en el comedor—. ¿Qué tal si comemos primero? —propuso mientras miraba a Neil en busca de apoyo.

—Sí, las pizzas se van a enfriar —dijo Neil.

—Me gusta esa idea. Muero del hambre —dijo Leah quien se puso de pie para ir por las cajas.

Neil fue a traer los vasos mientras Patrick llevó las bebidas. La pizza parecía haber quitado el ambiente tenso de hacía unos minutos. Todos lucían un poco más relajados y había ayudado a que todos hablaran de cualquier nimiedad para hacer más amena la comida.

—Patrick los convocó porque yo se lo pedí…

La voz de Víctor fue suave, pero todos guardaron silencio de inmediato, confundidos, expectantes. Nadie lo forzó a hablar a pesar que tardó unos minutos en animarse a hacerlo.

—Yo quería disculparme con ustedes en primer lugar, por haberles mentido. La verdad es que estos golpes no son de ninguna pelea con algún extraño. Nunca lo han sido —dijo Víctor mientras dejaba su plato sobre la mesita para poner el café—. Patrick notó que en realidad los golpes me los causaba alguien. Mi padre…

Patrick observó que la mayoría de los Títeres lucían sorprendidos, horrorizados con la idea. Era obvio que ellos sabían que había violencia en las familias, pero también era evidente que en sus familias nunca sucedía y que no esperaban que alguien cercano a ellos lo viviera.

—Las cosas en la casa no van bien económicamente, mi padre ha perdido mucho dinero en malas inversiones y si no hace algo terminaremos en la banca rota. Todo esto supongo que ha generado mucha presión en mi padre y se desahoga conmigo.

—Víctor, debiste decírnoslos antes —dijo Emma no con reproche sino con preocupación.

—No es fácil, Emma —intervino Leah—. Incluso ahora debe ser difícil para Víctor hablar de esto.

Víctor agradeció con la mirada Leah—Es difícil, pero Patrick me convenció en hacerlo. Él se dio cuenta por lo que pasaba. Por lo que estoy pasando. Anoche dormí en su apartamento. No tenía a donde ir o eso creía.

—Víctor, sé que no quieres hacerlo porque es tu padre y debe ser difícil estar en una situación así, pero debes ir con la policía —dijo Isabella.

—Las cosas están complicadas en su hogar —intervino Patrick—. No quiere sentir que vino a dar el tiro de gracia.

—No vuelvas entonces —dijo Leah—. Tú y tu madre deberían irse de allí.

—A mi madre nunca le ha hecho nada.

—Entonces tú debes irte de allí —insistió Emma.

—¿A dónde?

Patrick notó que Neil se moría por decirle a Víctor que podía vivir allí, pero el ofrecimiento vino de Logan quien no había hablado hasta el momento. Todos lo miraron sorprendido.

—Mi apartamento es lo suficientemente grande para dos personas. Podemos reacondicionar el cuarto que tengo como estudio.

—¿Estás seguro? —preguntó Víctor—. No quiero ser una molestia o ser invasivo. No sé cuándo la situación se calmará o si lo hará en algún momento.

—No hay problema, Víctor. En realidad me vendría bien un poco de compañía.

Patrick miró de reojo la expresión de Neil quién lucía confundido, un poco dolido. Era obvio que le dolía que Logan quisiera a Víctor con él, considerando las veces que Neil le insistió que vivieran juntos y Logan se había escudado en que necesitaba tiempo a solas.

—Gracias, Logan.

Logan sonrió un poco, pero su mirada se encontró con la de Patrick—La verdad es que más que querer creo que necesito un poco de compañía —dijo Logan bajando la mirada—. Si tú has sido tan valiente para decirnos lo que pasa en tu casa Víctor, creo que debería hacer lo propio.

—Logan…

—Está bien, Neil. No te preocupes —le aseguró su amigo—. Hace unos años mi padre murió en un accidente de auto. Mi madre y yo estuvimos en el accidente. Mi madre tiene estos episodios donde cree que vive en el pasado y me confunde con mi padre. No pasa todo el tiempo, pero cuando sucede es muy doloroso. El otro día recibí una llamada del personal que la cuida y Patrick me hizo el favor de acompañarme hasta allá. La verdad es que aún tengo miedo de subirme a los vehículos y más aún  manejarlos, pero eso no es lo peor que causó el accidente. Durante mucho tiempo me intenté convencer a mí mismo que estaba bien, que no tenía opción de mostrar signo de debilidad por el bien de la familia y de la empresa, pero Patrick también me ayudó a ver que no estaba bien y solo hasta que hablé con él comprendí que todo este luto no lo he sabido manejar y abonado a otras circunstancias creo que todo se ha transformado en depresión.

—¿Por qué no dijiste nada? —preguntó Neil sin pensarlo.

—Quizás por la misma razón que yo no decía nada —dijo Víctor—. No quería parecer débil ante el resto del mundo.

—¡Pero somos tus amigos, Logan! —exclamó Neil indignado poniéndose de pie— No vamos a juzgarte nunca.

Patrick le tomó del brazo y le indicó que se sentase. Neil reacio volvió a tomar asiento.

—Lo importante ahora es que Logan logre controlar su depresión —dijo Leah—. Si te parece bien podría recomendarte algunos profesionales —propuso dubitativa.

—Te lo agradecería, Leah —dijo Logan sin mirarla.

Patrick se sentía impotente al notar la reacción de la chica. Era obvio que había malinterpretado las cosas, para Logan era difícil mostrarse según él así de frágil y débil ante la persona que quería porque le hacía sentir que era menos digno de ella, pero era obvio que Leah había dado una interpretación errónea a su reacción, pero Patrick no podía decir nada. No allí.

—Así que quería decírselos a todos. En realidad planeaba a esperar hasta encontrar a alguien para decírselos. Le había pedido ayuda a Patrick para hacerlo, pero una parte de mí no estaba del todo a gusto imponiéndole toda esa carga a Patrick.

—No es carga, Logan —se apresuró a corregirle Patrick.

—Sí, Logan, pero si te vas a empecinar en verlo así al menos ahora todos la compartimos —le hizo ver Isabella—. Para eso estamos.

—Así que ahora sabes a donde te vas a meter, Víctor. Si quieres pensarlo mejor…

—No, no seas tonto, Logan. Me gustaría vivir contigo por un tiempo.

—A mí también me gustaría… —admitió Logan.

Todos sonrieron más tranquilos y tomaron otra porción de pizza para aliviar la tensión.

—Ya que todos están confesando algo creo que no me quedaré atrás —dijo Emma de pronto ganándose la atención de todos—. Ayer estaba un poco perdida durante la obra porque el día anterior nos dieron las notas de uno de mis parciales.

—¿Cómo te fue? —preguntó Isabella.

—Lo pasé, en realidad fui de las pocas personas que logró pasarlo.

—Eso es genial, Emma —la felicitó Víctor.

—Sí, pero el problema es que a mis compañeros no les sienta nada bien. Siempre creen que cuando saco una buena nota me he acostado con un catedrático para conseguirlo.

—¡¿Qué?! —exclamó indignada Isabella— ¿Pero por qué?

—Porque el padre de Oliver solía darme clases —Emma notó la sorpresa en todos los rostros—. Sí, tienen derecho a estar sorprendidos. Ustedes nunca hicieron preguntas y cuando empecé a juntarme con ustedes sentí que eran mi oasis en la universidad. Con ustedes he sido muy feliz. Oli y yo hemos sido felices.

Isabella abrazó a Emma al escucharla hablar de esa manera—Nosotros también somos felices de tenerte, Em. Y también a Oliver. ¡Debiste haberlo traído a la reunión! ¡Él también es un Títere! —exclamó logrando hacer reír a todos un poco.

—Pero a lo que iba es que hay días malos como los que tuve esta semana. Patrick vio uno de esos momentos hace algunos días atrás, pero le pedí que no dijera nada porque me avergonzaba decírselos. En realidad no hablo de esas cosas con nadie, ni siquiera con mis padres, aunque lo disimulan sé que aún están molestos porque Oliver no tiene una familia tradicional, pero lamento haberles guardado el secreto a ustedes.

—Está bien, Emma. Solo no cargues con eso tú sola. La gente puede ser idiota a veces, pero nos tienes a nosotros. Ojalá pudiéramos estar contigo en tus clases también —dijo Logan.

—Cuando vi el mensaje de Neil se me pasaron miles de cosas, pero no acerté ninguna. No sabía que era el día de sincerarnos —dijo Isabella. Todos rieron al escuchar a todos—. Bueno yo no tengo la mayor cosa que confesar, excepto decir que gracias a Patrick creo que tengo novio nuevo.

—¿A mí? —preguntó extrañado.

—Sí. La vez que fuiste con Neil el día de mi cumpleaños y me llevaron a esa fiesta fue que conocí a Fernando porque tenías esa entrada doble. Así que te lo agradezco.

—Un momento… ¿cómo que creo? —preguntó Leah— ¿Están o no están juntos?

Isabella sonrió un poco— Supongo que sí, pero no quiero que sea oficial hasta después de la boda de mi padre. Odiaría que Fernando conociera a mi familia en esas circunstancias.

—¿Has hablado con tu padre? —preguntó Logan.

—No mucho. No realidad. Fabio es nuestro mediador prácticamente. Desearía no ponerle esa carga, pero al menos el sábado termina toda la tortura de la boda y será un nuevo tipo de tortura.

—Lo siento, Isa —dijo Emma.

—Sí, yo también.

Todos se sumieron en un mutismo que solo fue roto por la risa de Víctor, que hizo que todos lo mirasen extrañados porque Víctor no era de reírse de manera tan abierta.

—Lo siento. No quise reírme, pero joder, esto es deprimente. ¿Es que nadie tiene algo cien por ciento feliz que confesar hoy? —dijo Víctor— Sabía que yo estaba mal, pero no sabía que todos estábamos tan jodidos. Leah sálvanos.

—Recurres a mal lugar. Los últimos días no me he hablado con mi madre porque descubrió que participaré en una competencia de surf y no lo aprueba. Insiste que debería buscar un pasatiempo más femenino, según sus palabras —explicó  Leah— ¡Oh por cierto! Sí, hago surf. No me había atrevido a decírselos porque me daba vergüenza. En realidad solo Logan y Patrick sabían, pero este sábado competiré por la mañana en caso que quiera irse a reír de mí.

—Nadie se va a reír, Leah. Estuviste genial la última vez. No le crean lo que dice, Leah tiende a infravalorarse. Es genial en las olas.

Leah sonrió un poco apenada por los halagos de Logan—Bueno Neil, creo que eres nuestra salvación. Por favor no sigas con este ciclo deprimente.

—Sí, Neil. No nos tires la ilusión que tu vida es casi perfecta —pidió Isabella.

—No nos digas que tus padres son sicarios, narcos o algo así y no los presentas porque no quieres ponernos en peligro a todos—pidió Víctor haciendo reír a todos.

Neil sonrió un poco, pero luego su sonrisa se apagó—No, mis padres no son narcos, pero en realidad si hay una razón por la que no se los he presentado—hizo una pausa para observar a Patrick quien con su mirada le indicaba que todo estaba bien. Pensó en lo que le había dicho, que si quería que el resto se abriera con él también tenía que contar sus problemas—. Mi padre engañó a mi madre hace algunos años. Lo descubrí a él y a su secretaria. Mi madre no lo sabe y él me pidió guardar el secreto, supongo que no se los presentaba porque aún me avergüenza lo que hizo mi padre. En realidad la relación se deterioró desde entonces. Aparentamos frente a mi madre, pero a veces no logro controlarme cuando solo estamos él, Joshua y yo.

Todos le miraban con un poco de tristeza y mucho de entendimiento aun cuando no habían pasado por esa situación.

—Debe ser duro no poder hablarlo —dijo Isabella.

Neil asintió—Durante años tuve que guardarme eso para mí solo, pero ya luego pude hablar con Pat y ahora con ustedes.

—Gracias por contarnos, Neil —dijo Leah.

—Estoy feliz de haberlo hecho. Creo que todos necesitábamos hablar, pero nadie se atrevía a dar el paso. Gracias por haber roto el hielo, Víctor —dijo Neil—. Por cierto, mi familia va a hacer una fiesta este sábado en la noche y están invitados.

—Creo que después de tantos parciales y tantas emociones nos vendría una buena fiesta —dijo Isabella—. ¿Habrá licor?

—Suficiente para que tengas resaca un mes, Isabella —dijo Neil.

—Perfecto. No se diga más, me apunto. Lo necesitaré después de la nefasta boda de la mañana.

—No puedo creer que nadie esté libre de algún tipo drama familiar en este grupo —dijo Emma.

—Bueno Patrick tiene a Gabriel —hizo ver Víctor.

—¡Sí! Gabriel es un amor —dijo Isabella.

—Tienes mucha suerte, Patrick —dijo Leah—. Verte a ti y a tu abuelo me recuerda mucho a la relación que tengo con mi padre, pero estando en Francia no es lo mismo.

—Sí, Patrick, ya quisiera tu suerte. Vivir con Gabriel ha de ser el Edén —dijo Emma.

—Vivir con Gabriel debe ser genial, pero supongo que en algún momento extrañas a tus padres —dijo Neil.

Las miradas se posaron en él y de pronto Patrick se vio acorralado por sus mentiras. Sabía que tenía que decir la verdad, que sus padres estaban vivos, que Daniel era su hermano, pero no pudo hacerlo. No podía decirlo porque sabía que si esa herida se abría no sería tan fácil cerrarla—En realidad extraño más a mi abuela, pero vivir con mi abuelo es genial. En realidad creo que soy yo quién le genera los disgustos a él —dijo intentando sonreír al ver como todos le miraban, pero sentía que estaba traicionando su confianza—. Pero mis problemas son otros, ya saben de dinero. Justo ayer mi jefe me dijo que quizás pronto pueda volver los horarios que tenía anteriormente en el café.

—¿Eso es malo? —preguntó Emma.

—Sí, porque no quiero hacerlo, pero el dinero siempre es problema. Si no tuviera tantas cosas que  pagar ni siquiera me molestaría en considerarlo porque me gusta pasar tiempo con ustedes y sentirme parte de algo.

—¿Y por qué no aceptas el trabajo de modelo? —preguntó Leah.

—Un momento ¿de qué me perdí? —preguntó Isabella confundida.

—Mi madre le ha ofrecido trabajo a Patrick. Necesita un rostro nuevo y cree que Patrick es perfecto. No deja de preguntarme cuando llegarás para hablar del tema.

—No lo sé…

—¿Por qué no? —preguntó Emma.

—No creo que sea algo para mí.

—Sé que mi madre te pagaría bien. Y si hablo con ella podría hacer que te pague un poco más.

—No, no hagas eso —pidió alarmado Patrick.

—No seas orgulloso, deja que te eche la mano —dijo Isabella—. El mundo es una mierda y se mueve por influencias, mejor que las uses tú que sí las necesitas.

—Sí, Patrick deberías de animarte. Así no tendrás que trabajar más horas extras y tendrás más tiempo libre —dijo Logan.

—No sé porque lo piensas tanto, Patrick —dijo Víctor con seriedad—. Si fueras mi nieto ya hace tiempo te hubiera vendido al mejor postor.

Las carcajadas fueron instantáneas provocando que Patrick se avergonzase.

—Yo quiero ser arquitecto. No modelo.

—Es para mientras, Patrick. La belleza no dura, haznos caso y aprovéchala. No es como si fueras a prostituirte por allí —le hizo ver Emma.

—Bueno, algunas fotografías para algunas campañas de Valentina las consideran soft porn.

—Isabella, estamos intentando que Patrick se anime a hacerlo no lo contrario —le hizo ver Logan.

—Hazlo. Quizás te haces famoso y luego nos invitas en tu jet privado a las semanas de la moda. Nunca he ido a París. Llévame a París, Patrick. ¡Tu belleza es la llave a mis sueños! —exclamó Isabella.

—Lo pensaré, lo pensaré ¿de acuerdo?

—Creo que es lo mejor que podremos sacarle —dijo Emma.

—¿Podemos terminar de comer? —pidió Leah.

—Aguarden, Danny no nos ha contado los dramas familiares que vive con Neil —dijo Logan.

—Será para después de comer, porque si lo dejamos entrar ahorita se comerá todas las pizzas —dijo Neil.

El resto del almuerzo transcurrió mucho más tranquilo. Sirvió para ultimar detalles sobre la mudanza de Víctor que todos estuvieron de acuerdo que fuera cuando ninguno de los padres de este estuviera en casa así se evitaban cualquier conflicto innecesario. También acordaron que mañana todos irían a ver a jugar a Patrick al mediodía aprovechando que no chocaba con ningún horario de la obra, e intentaban ponerse de acuerdo de cómo se organizarían para el sábado considerando que tenían la competencia de Leah, de la cual Isabella seguía molesta que no podría ver, y la fiesta de los padres de Neil.

Todo parecía estar tomando su rumbo, pero Patrick notó que Neil lucía un poco decaído. Disimuladamente le indicó que subieran a la segunda planta. Este sin mucho ánimo le siguió. Neil le indicó que fueran a su cuarto y cerró la puerta tras él.

—¿Estás bien? —preguntó confundido Patrick.

Neil seguía apoyado contra la puerta y con la mirada baja—¿Cómo estarías tú si supieras que tu mejor amigo se ha sentido tan mal y no te percataste de ello?

—Neil…

—Y luego que de la nada que todos tengan más confianza contigo y de pronto eres el confidente de todos.

Patrick se quedó en silencio porque aquello sonó como una queja. No esperaba que Neil reaccionase de esa forma—Lo siento…

—No te disculpes, Pat —susurró sin levantar el rostro—. No debería estar molesto, es decir, has ayudado a todos y lo que quería era que todos vieran lo increíble que eres, pero no sé porque me siento tan mal.

Patrick se sentó en la orilla de la cama—Casi todo fue circunstancial Neil. Era coincidencia, destino, no sé, pero de alguna manera casi siempre estaba presente por casualidad. Quizás al final me decían todo porque mi vida luce bastante jodida y era más fácil abrirse conmigo…

—Claro, yo soy el que aparenta tener la vida perfecta, por eso nadie me decía nada porque no los iba  comprender.

—No digas eso, ya  los escuchaste, no decían nada porque tenían miedo a que los juzgaran o se avergonzaban de admitirlo. Tú sabes qué es eso. No deberías de molestarte tanto.

—Lo sé, lo sé —dijo alzando la mirada—. Es solo que me frustra la sola idea de que hubiera pasado algo malo con Logan o con Víctor si no hubieras estado con nosotros. Yo no lo noté con Víctor, con Logan tenía una idea que algo andaba tan mal pero no a ese punto y se supone que es mi mejor amigo. No sé cómo no lo vi.

— No sé cuántas veces tendré que decirte que no es tu trabajo salvar a todos. Solo tienes que estar allí para ellos cuando pidan ayuda.

Neil atravesó la estancia y abrazó con fuerza a Patrick haciendo que ambos terminaran acostados en la cama—No sé qué haría si no estuvieras aquí, Pat.

Patrick sonrió al escucharlo hablar de esa forma, porque él pensaba lo mismo de Neil—Estaré aquí mientras me quieras cerca.

—Pues ponte cómodo porque ni yo ni los demás vamos a dejarte ir.

—Está bien, me gusta estar aquí —susurró Patrick.

Neil cerró sus ojos sintiendo como se calmaba de a poco. Respiró profundo dejándose embriagar por el aroma de Patrick—Te quiero…

—Yo también te quiero—susurró en su oído antes de separarse un poco y buscar sus labios.

El beso inició suave, reconfortando a Neil. Los cortos besos que brindaban paz pronto se convirtieron en besos profundos, donde sus labios y sus lenguas se buscaban deseosas. Pronto Neil estuvo encima de Patrick, sus manos se fueron bajo la camiseta de este.

—Aguarda…aguarda…—susurró Patrick.

—¿Y ahora qué? —preguntó frustrado Neil.

—No podemos estar mucho tiempo aquí, sino van a venir a buscarnos.

—No me importa que sepan que estamos juntos. Pueden escucharnos si quieren —dijo Neil con convicción—. Aunque dudo que lo hagan, el aislamiento de este lugar es excelente.

—No me retes, Evans...

Neil sonrió divertido al escucharlo—No me digas que tomé esos condones en el hospital en vano.

—No, no lo hiciste, pero en serio, lo que vamos a hacer no planeo que termine en cinco minutos y ya casi tenemos que irnos. Tengo clases con Landerson. No puedo faltar.

—Mierda, si no es una cosa es otra.

—¿Después de clases? —propuso Patrick.

—Después de clases —dijo Neil besándolo una vez más.

—Neil…—dijo Patrick separándose un poco— Ya, no me causes una erección si no vas a hacer que termine.

Neil reprimió una risa—Eres tú el que no quiere que ambos terminemos.

—Obviamente el responsable de la relación no serás tú.

Neil suspiró derrotado—Bueno, bajemos entonces —dijo mientras se bajaba de la cama— ¿Pat?

Patrick se había quedado inmóvil—¿Ibas en serio?

—Claro que sí, pero ya dijiste que tendré que aguantarme hasta después de clases.

—No, lo de decirle a los demás.

Neil le miró confundido—Supongo…—dijo sin saber bien qué respuesta Patrick quería escuchar—. Sé que vamos empezando, pero supongo que tarde o temprano se darían cuenta.

Patrick asintió—¿Quieres decírselos?

—¿Ahora?

—Supongo, para mañana quizás noten alguna que otra marca…

Neil soltó una suave carcajada que hizo sonreír a Patrick. No sabía cuándo aprendió a adorar el sonido de la risa de Neil y tampoco sabía cómo pudo vivir todos esos años sin ella.

—Tienes razón, pero te advierto que si les decimos ya tendremos que soportar los comentarios de Isabella.

Patrick sonrió un poco—Siempre lo hacemos. Bueno, bajemos antes que te arrepientas.

—¿No es al revés?

—No, son ellos. Al fin y al cabo creo que somos como una familia más que amigos.

—Sí, también pienso lo mismo.

Bajaron las escaleras juntos, el resto continuaba discutiendo los planes del sábado—Amigos…—llamó Neil haciendo que todos voltearan a verlos— Ya que este día ha sido el día de sincerarnos aún hay algo más que queremos decirles con Pat.

Neil sonrió mirando a Patrick antes de buscar su mano y entrelazar sus dedos.

—¡Al fin! —gritó Isabella.

—Ahora entiendo porque se escabulleron —dijo Logan.

—Yo creía que nos dirían que habían adoptado un perro entre los dos o algo así. No algo que no supiéramos —bromeó Leah.

—No, suficiente con Danny —dijo Neil ante la perspectiva.

—Un momento… ¿o sea que no era cosa de Isabella cuando decía que había algo entre ustedes? —preguntó Víctor confundido.

Las risas de todos inundaron la casa, bromas, abrazos, felicitaciones llenaron el lugar por los siguientes minutos. Neil miraba todo con felicidad pero no pudo evitar pensar que la última vez que en ese lugar reinaba esta armonía fue cuando su abuelo aún vivía, le hubiera gustado que su abuelo conociera a sus amigos, los Títeres, su nueva familia y sobretodo le hubiera gustado que conociera a Patrick.

—Alguien tómenos una foto así que Patrick amenazó con quebrarme la mano si le llego hacer esto en la U —dijo alzando sus dedos aún entrelazadas.

***

Al final de la tarde Patrick no estaba del todo seguro cómo interpretar cómo le había ido con su crítica con Landerson. Aún iba bastante atrasado con su proyecto de la biblioteca en comparación del resto. Fabio le había propuesto reunirse y comparar información para ayudarle avanzar, pero acordaron dejarlo para la otra semana puesto que por ahora con la obra y la boda tenían más que suficiente.

Patrick miró su reloj una vez más. Tenía diez minutos esperando a Neil frente a su aula. No iba a mentir y decir que se había concentrado al cien por ciento en la clase de Landerson, su mente había divagado a causa de la prometedora promesa de tener un poco de intimidad con él. Aunque una parte  le decía que no comiera tantas ansias si no quería tener una erección justo en la clase.

Los primeros alumnos empezaron a salir del aula, Logan estaba entre ellos. No pareció sorprendido de ver a Patrick allí y fue a sentarse a su lado—Neil se quedó preguntándole unas cosas al ingeniero.

—¿Qué tal las cosas con él?

—Estábamos en clases así que no tuvo oportunidad de decirme nada. ¿Está molesto conmigo?

—No, en realidad está molesto con él por no haber estado más pendiente de ti.

Logan sonrió un poco—Una parte de mí no quería decirle nada por eso también, odio ver cómo se culpa por cosas que no puede controlar.

—Quiere salvar al mundo aun cuando tiene sus propios problemas.

—Suerte lidiando con eso…

Patrick sonrió un poco al escuchar aquello. Esa parte de Neil a la larga podría ser perjudicial, pero le hacía sentir más tranquilo el saber qué cosas podía esperar de él.

—Por cierto, quería darte algo —dijo Logan mientras rebuscaba en su mochila—. Iba a esperar a que estuviéramos en un lugar más privado o los dos solos, pero no quiero que Neil se me adelante.

Patrick le miró confundido y notó como sacaba una caja de un teléfono móvil. Se la tendió pero Patrick no la tomó.

—Antes que digas algo déjame explicarte la situación en que te encuentras —dijo Logan esperándose ese gesto—. La mamá de Neil ya lo riñó por la cuenta del teléfono, así que pensé darte este. No te preocupes porque es mi antiguo teléfono, ayer fui a renovar el plan de mi móvil y pues me dieron uno nuevo —dijo enseñándoselo—. Este es el que usaba, te lo hubiera dado ayer pero tenía que limpiarlo antes de dártelo. Está en perfectas condiciones, solo es un modelo anterior. Así que o aceptas este como agradecimiento por nuestra amistad o lo rechazas y te atienes a que Neil te obligue a aceptar un nuevo celular más costoso que tendrá que comprar y sin mencionar que será el más reciente. ¿Entonces qué vas a hacer?

Patrick bufó derrotado—No me dejan muchas opciones…

—No la verdad no. Anda, tómalo. Te hubiera dado el nuevo, pero sé que no hubieras estado cómodo con eso.

—Sí, es verdad —dijo Patrick mientras tomaba la caja—. Gracias, Logan.

—No es nada. Mejor así, ya te podemos meter a nuestro grupo de LINE y de paso se ahorran dinero en llamada y mensajes.

—No tenías que hacerlos.

—No es nada, hombre. Tú me has ayudado más.

—Nos hemos ayudado simplemente —dijo Patrick mientras guardaba el móvil en su mochila.

Neil salió a los pocos minutos y los tres emprendieron camino a la casa donde Víctor los esperaba. En lo que el resto estaba en clases Emma había acordado acompañarlo a su casa para ir por sus libros, su computadora y un poco de ropa mientras se perfeccionaba el plan para la mudanza sorpresa. A esta hora ya debería estar de vuelta en casa de Neil donde esperaba a Logan para irse juntos.

Cuando llegaron a la casa encontraron a Víctor profundamente dormido en el sillón de la sala. No había rastros de Emma. Danny estaba encima de Víctor dormido, pero al escuchar la puerta abrirse no tardó en alzar la cabeza y al verlos salió a su encuentro.

—Hola, amigo —dijo Neil mientras ponía su mochila en el suelo y acariciaba a su perro.

—¿Debería de despertarlo? —preguntó Logan.

—No, déjalo dormir un poco más —pidió Patrick—. Ha tenido días difíciles, deja que descanse.

Danny empezó a saltar ansioso e iba a la puerta para arañarla para luego ir corriendo a donde Neil guardaba su correa usualmente.

—Alguien quiere ir a dar una vuelta —comentó Logan.

—Yo lo saco —se ofreció Patrick mientras iba junto al perro y tomaba la correa para ponérsela—. Quieto, quieto, sino ninguno irá a ningún lado —se quejó al ver cómo se movía ansioso. Una vez logró ponérsela se irguió y caminó a la puerta—. Iré a dar un paseo largo —anunció Patrick—. Así que si quieren aprovechar de ponerse al día este es un buen momento.

La puerta se cerró dejándolos casi a solas. Neil sonrió a Logan—Creo que tiene razón. ¿Quieres ir al estudio?

—Sí.

Entraron al estudio y tomaron asiento frente a frente. Estuvieron varios minutos sumidos en el más profundo mutismo, se miraban sin saber por dónde empezar. En verdad se habían distanciado las últimas semanas. Logan miró el lugar por unos instantes sintiéndose un poco nostálgico.

—¿Este es el sillón que llenamos de chicle cuando estábamos pequeños?

La pregunta tomó por sorpresa a Neil, pero sonrió con complicidad—Sí, jamás había visto tan furiosa a nuestras madres. Es muy antiguo, pero por fortuna mi abuela nos salvó diciendo que se podía quitar fácilmente que no había que exagerar.

—Sí, tenemos buenos recuerdos en esta casa también.

—Afuera hay unas fotos en la pared para uno de los cumpleaños de mi abuelo donde estamos todos —dijo Neil con nostalgia. Miró a Logan y un pesado suspiro se escapó de sus labios—. Logan yo…

—No digas que lo sientes, Neil —lo interrumpió.

Neil intentó no lucir demasiado triste—¿Entonces que nos pasó?

—No lo sé.

—Yo tampoco…

Ambos apartaron la mirada del otro intentando lidiar con la culpa.  Se quedaron en silencio durante varios minutos sin saber que decir.

—Lamento haber sido un mal amigo, Logan —dijo Neil arrepentido—. No sé en qué momento nos empezamos a ocultar cosas o no fuimos del todo sinceros.

—Yo también lo siento, pero no quiero que te culpes por lo que me pasa. Tú has sido un excelente amigo. Cuando mi padre murió hiciste más de lo que debías.

—No digas tonterías, hice lo que tenía que hacer porque somos amigos.

—Mejores amigos —lo corrigió Logan.

Neil sonrió un poco al escucharlo hablar de esa forma—Lamento no haberte contado lo de mi padre, pero creo que me costaba más decírtelo porque tú lo conoces y le tienes aprecio. No quería que esa imagen que tenías de él se arruinase así como sucedió conmigo.

—Entiendo, pero me hubiera gustado que no cargaras eso tu solo, pero no entiendo algo. ¿Con quién tu padre…?

—Lauren, la que es hoy la secretaria de Tony —dijo Neil con pesar.

—Siempre me pareció extraño que se fuera con Tony así de la nada. Llegué a pensar que ella y Tony tenían algo, pero en esos días Tony andaba con aquel tipo húngaro.

—Ojalá hubiera sido por eso.

—¿Estará en la fiesta?

—Supongo. A la gente le parecerá extraño no verla allí.

—Mierda, pero fue hace mucho ¿verdad?

—Sí, pero igual a veces creo que mi padre puede que aún la vea.

—No creo que nada malo pase en la fiesta, Neil. No le convendría a nadie.

—Es lo que intento decirme, pero tengo este mal presentimiento.

—Espero que sea solo eso. Un mal presentimiento.

—Yo también…—Neil miró a su amigo unos segundos antes de atreverse a preguntar: —¿Qué pasa entre tú y Leah?

El cambio de tema lo tomó por sorpresa—Nos besamos hace unos días atrás, pero arruiné todo. No estaba del todo seguro de lo que sentía por ella y cuando me di cuenta de mis sentimientos ya lo había estropeado. Lamento no habértelo dicho.

—Espero que las cosas se arreglen entre ustedes pronto.

—Sí, aunque no creo que vayamos a pasar de amigos, en verdad lo arruiné con ella.

—No digas eso. Creo que en verdad tienes una oportunidad con ella.

—¿En serio?

—Sí, en serio. Y no lo digo porque seas mi mejor amigo. Creo que de verdad le gustas, solo dale un poco de tiempo.

Logan asintió—Primero creo que no me atrevía a decirle nada por lo de mi madre. No quería, en realidad no quiero que pase por eso. Ya sabes cómo es de impredecible su comportamiento. Sé quizás nunca podría presentarle a nadie a mi madre…

Neil le miró con pesar—Ojalá pudiéramos hacer algo por ella. ¿En verdad crees que si la internan no sería de ayuda?

—No lo sé, Neil. No estoy seguro de nada —admitió Logan—. Me he sentido un poco perdido los últimos meses, confundido, triste.

—Me alegra que pudieras hablarlo con Patrick y ahora con nosotros.

—También yo, pero una parte de mí no deja de pensar que perdí toda posibilidad con Leah. No creo que sea demasiado tentador a futuro trabajar con personas que padecen de depresión y tener que vivir con uno.

—No deberías pensar así —le dijo Neil—. Sí, sé que vas a decirme que es fácil decirlo, pero vas a buscar alguien que te ayude, sé que vas a lograr salir adelante. Ya lo hiciste una vez cuando pasó el accidente. Sé que podrás hacerlo de nuevo y puedes contar conmigo en lo que pueda ayudarte o si solo quieres hablar al respecto.

—Gracias, Neil. Creo que de verdad necesitábamos hablar.

—Sí. Ahora estamos bien ¿verdad?

—Por supuesto —le aseguró Logan—. Y me alegro que hayas encontrado a alguien que te haga feliz.

Neil no reprimió su sonrisa al escucharlo—Yo también me alegro.

—Pero en serio, nunca te había visto así de feliz por estar con alguien.

—¿En serio?

—En serio. Sí te veías a gusto con ellas, pero no es la misma felicidad que ahora transmites. Ahora si te ves cómo esos chicos de la escuela cuando tienen su primera novia.

—Cuando estábamos en último año nos reíamos de esos chicos, muchas  gracias, Logan.

—Lo que quiero decir es que eras bastante impredecible esos temas, siempre me costaba mucho saber si alguien te gustaba, solo era hasta que me comentabas algo de alguien era que lo notaba, pero con Patrick no sé, todo ha sido diferente. Se nota que en verdad eres feliz con él.

—¿Eso es malo?

—No lo creo. Solo diferente. ¿Y vas a decírselos a tus padres?

—Supongo —dijo no muy convencido—Todo es demasiado reciente. Creo que ambos vamos a esperar un poco antes de decirles algo a mis padres o a Gabriel. Yo esperaría que no se lo tomen a mal.

—Quizás se sorprendan un poco porque hasta ahora solo habías tenido novias, pero sé que lo único que quieren es que seas feliz.

—Lo sé, solo que no sé si quiero que mi padre sepa —se sinceró—. No creo que le moleste considerando que ha tenido que aguantar los excéntricos novios y novias de Tony, pero no sé, ni siquiera me gusta hablar con él ya y menos que sepa cosas de mi vida. En realidad si se entera de algo es generalmente por mi madre.

Logan asintió y apoyó la cabeza en el respaldo del sillón y miró al techo—Las cosas se han puesto tensas entre ustedes, pero sé que Craig te quiere.

—Yo también lo sé, pero creo que una parte de mí ha llegado a odiarlo por hacerme guardar el secreto —confesó Neil.

Logan le miró con tristeza—No deberías odiarlo. No cuando aún lo tienes con vida. Sé que estás dolido, pero deberías intentar arreglar las cosas con él. Si algo ayuda a hacer menos dolorosa la muerte de mi padre es saber que cada momento que pasé con él lo disfruté al máximo y siempre estuvimos en buenos términos. No me gustaría que luego te arrepientas por no haber hecho antes las paces con él.

Neil no encontró argumentos para refutar las palabras de Logan. A lo lejos escuchó los ladridos animados de Danny y a Patrick intentándolo callar.

—Creo que debemos salir. Dudo que Víctor siga dormido con ese alboroto —dijo Logan.

—Sí, andando.

Al salir era obvio que los esperaba Víctor despierto y a Patrick intentando controlar a Danny quien estaba en dos patas apoyados contra él moviendo la cola y ladrando alegremente. Una vez logró calmarlo, Patrick insistió en cocinar algo para todos al notar que nadie quería que el otro se fuera. Cenaron con la presencia de Danny que no paraba de corretear alegremente por la casa y estuvieron hablando por largo rato hasta que Logan notó como se hacía tarde y que debían partir para arreglar un poco el departamento. Neil salió a despedirlos y se quedó mucho más tranquilo sabiendo que ambos tenían la compañía del otro. Cuando entró a la casa Patrick ya había recogido los platos sucios del comedor y estaba lavándolos en la cocina con Danny echado a la par suya.

—Yo me encargo de ellos —se apresuró a decir Neil.

—No, no te preocupes. Termino enseguida.

Neil fue a ponerse a un lado de él—Gracias por cocinar para todos.

—No fue nada —dijo Patrick mientras terminaba de enjabonar los platos.

—Van a estar bien ¿verdad? —preguntó Neil— Logan y Víctor.

—Sí. No creo que dejen que el otro se hunda en sus problemas. Ambos se ayudarán mutuamente.

Neil asintió con la cabeza y sonrió al notar como Danny tenía la cabeza apoyada en el zapato de Patrick—Danny si se ha encariñado contigo.

—¿Solo él? —preguntó divertido mientras empezaba a enjuagar los platos.

—No, pero no creía que fuera necesario decir que yo también.

—No lo sé, sabes que soy de los que no da las cosas por sentado.

Neil rio al escucharlo, se quedó observando el perfil de Patrick mientras lavaba los platos. Ahora con Patrick allí la casa ya no le parecía tan sofocante. Incluso ahora le parecía más acogedora. Tomó una de las mantas y empezó a secar los platos y a guardarlos.

—Por cierto, tengo que darte tu invitación para la fiesta.

Patrick estaba a punto de pasarle un plato, pero se detuvo a medio camino—¿Estás seguro que quieres que vaya?

—Claro que sí. ¿Por qué no te querría allí?

Patrick continuó quitándoles el jabón a los platos—No sé. ¿No estará toda tu familia allí?

—Sí, pero no es como si fuera a presentártelos a todos. ¿A eso le tienes miedo?

Patrick intentó sonreír, pero la verdad era que no se sentía a gusto con la idea de él en una reunión de ese estilo.

—No…

—¿Entonces por qué no quieres ir?

—No es que no quiera, es solo que quería estar seguro que tú en verdad me quisieras allí —mintió mientras terminaba de pasarle el último vaso a Neil.

—Claro que te quiero allí. Sé que va el resto, pero si no les hubiera dicho de la fiesta la verdad lo único que me animaba era saber que estarías a mi lado.

—En verdad no quieres que esa fiesta se haga.

—No —admitió Neil mientras abrazaba por la espalda a Patrick—. Tengo este mal presentimiento, si te he de ser honesto —dijo apoyando su rostro contra la espalda de Patrick, para evitar que viera su expresión.

—Es una simple fiesta, Neil. Nada malo pasa en las fiestas, pero si te ayuda a estar más tranquilo estaré allí.

—¿De verdad?

—Sí.

Neil lo abrazó con más fuerza y deposito un beso en el cuello de Patrick, luego otro y fue subiendo por su cuello hasta buscar sus labios los cuales encontró con facilidad—Creo que teníamos una cita pendiente. ¿Verdad?

Patrick sonrió al escucharlo—Sí, creo que sí nos debemos una cita —admitió.

—Lo siento, Danny, pero despídete de tu almohada —dijo Neil antes de sacar a Patrick de la cocina y guiarlo por las escaleras hasta su habitación.

Neil cerró la puerta y besó a Patrick con lentitud, con la misma con la que lo guiaba la cama mientras empezaba a desabrocharle el pantalón. Hizo que Patrick se sentase al borde de la cama y él se acomodó  en su regazo, para quitarle la camisa y luego besarle con más ansia. Su camisa había quedado en alguna parte del trayecto de la puerta a la cama y Patrick ya desabrochaba su pantalón.

—Desnúdate.

—Estamos un poco ansiosos —susurró Patrick antes de besarle una vez más.

—No puedes culparme después de posponerlo tantas veces —dijo Neil mientras se ponía de pie para terminar de desnudarse.

Patrick también se desnudó por completo. Neil reparó que era la primera vez que veía completamente desnudo a Patrick. Finalmente observó aquella parte que le faltaba. Su propia erección pulsó ansiosa, quizás hasta complacida por lo que veía. Patrick en verdad estaba bien dotado de todos lados.

—Si la sigues mirando de esa forma solo vas a hacer que se ponga más dura —comentó con una sonrisa Patrick.

—No es que no sea una idea tentadora, pero solo mirar creo que no me va a satisfacer en estos momentos.

Neil le besó nuevamente. Los besos para esos momentos eran más ansiosos. Ninguno de los dos se molestaba en fingir que no deseaban eso. Neil le besaba extasiado. Patrick no tardó en dejarlo bajo de él y las manos de Neil recorrieron su espalda y bajaron hasta sus nalgas, las apretó con deseo sacándole un jadeo de sorpresa a Patrick. Neil rio al notar su reacción.

—No pude evitarlo, ya te dije que tienes más culo que la mayoría de hombres.

—Pues mira que tienes suerte porque es solo tuyo —susurró antes de besarle una vez más.

Neil se estremeció al sentir como profundizaba ese beso. Su cuerpo se entregaba complacido a las caricias que Patrick le brindaba, adoraba la sensación de las manos fuertes de Patrick recorriendo su cuerpo.

Logan tenía razón, con Patrick todo había sido diferente a lo que había sentido en sus relaciones pasadas. Nunca se había sentido tan bien con alguien.  Jamás estuvo tan ansioso por entregarse a alguien. Quería compenetrar con él como nunca lo había hecho, quería sentirse pleno, quería poder hacerle el amor en una forma que ambos disfrutasen, quería por una vez disfrutar de principio a fin del sexo. Y esos pensamientos fueron suficientes para recordarle lo que había vivido después del sexo con sus otras parejas.  Apretó con más fuerza sus párpados al recordar la confusión que quedó después de su primera vez con Maya, casi pudo escuchar la voz de Jaz preguntándole si no la deseaba sexualmente porque siempre tenía dificultades para lograr una erección, la imagen de Liv diciéndole que lo amaba después de haber tenido sexo y de él solo queriendo salir corriendo porque sabía que no podía amarla le vino de pronto.

Su cuerpo se puso rígido y aquello no pasó desapercibido por Patrick quien se detuvo de inmediato y le miró confundido, escuchó preguntarle si algo estaba mal. Y Neil se quedó solo mirándole presa de la confusión, del miedo de arruinar todo, de estarlo arruinando en esos momentos. La pregunta de Patrick le hizo preguntarse si algo no estaba mal con él.

—Neil…

—Yo…—se escuchó decir con dificultad.

Notó que Patrick le daba su espacio. Neil le miró confundido y de pronto no fue capaz de verlo porque las lágrimas de frustración se acumularon en sus ojos. No quería llorar allí, no en ese momento porque no quería que Patrick pensase que había hecho algo mal, pero se aterró ante la sola idea que sintiera ese horrible vacío que le quedaba después del sexo una vez más. ¿Y si él era el problema? No quería sentirlo otra vez. No con Patrick que había venido a cambiar su mundo y lo había vuelto más realista, pero más bello.

—Neil, ¿qué pasa? ¿Hice algo mal? —preguntó preocupado Patrick.

Neil solo pudo negar con la cabeza. Intentaba obligarse a dejar de actuar de esa forma tan ridícula, pero su cuerpo no dejaba de sufrir leves espasmos y las lágrimas empezaron a caer—Lo siento, lo siento —se forzó a decir aun cuando sentía que se atragantaba con sus palabras, con sus miedos— Lo estoy arruinando todo —dijo entrecortado.

—No, no seas tonto. No estás arruinando nada. Respira lentamente —dijo Patrick, quien con temor llevó su mano al rostro de Neil y al notar que no rehuía a su contacto puso la otra mano en la mejilla del otro y limpió las lágrimas que se escapaban de aquellos ojos.

Neil tardó en lograr que la sensación de rigidez lo abandonase.

—Lo siento…

—Está bien.

Neil negó—No, no está bien —dijo frustrado mientras se llevaba sus manos a su rostro—. Mierda, no sé qué me pasó —dijo avergonzando mientras se acercaba a Patrick buscando su contacto. Notó la vacilación en él. Neil se aferró a él desesperado por saber si lo había arruinado todo, pero Patrick correspondió el abrazo. Cerró sus ojos y poco a poco empezó a calmarse. Las manos de Patrick deslizándose lentamente en su espalda lo reconfortaban—. Pat…

—¿Qué pasa?

—Lo arruiné ¿verdad?

—No, no has arruinado nada —le susurró al oído. Patrick vaciló unos segundos antes de decir: —. Aunque no entiendo ¿qué pasó?

Neil se separó un poco y se forzó a mirarle a los ojos—No lo sé. Todo estaba bien y de pronto me encontré pensando en mis relaciones pasadas —dijo pero notó la expresión confundida de Patrick—. No, no es por lo que sea que te estés imaginando —se apresuró a decir—. Sabes que salí con otras personas antes de ti, pero nunca te dije que terminé con todas porque después que teníamos sexo por alguna razón todo se iba a la mierda. No sé por qué pero después de hacerlo de pronto era como si algo se desconectara entre ellas y yo. Por eso no sé, de pronto el pensamiento vino y…

—¿Tienes miedo que pase de nuevo? —preguntó al notar como Neil no podía decirlo.

—Sí…

—Pero antes que tuvieran sexo todo estaba bien ¿verdad? Todo se arruinaba después de eso.

—Sí, de pronto creía que solo esperaban sexo de mí, y no me sentía cómodo con la idea porque solo quedaba un vacío y la sensación de ser miserable con ellas.  Luego venían esas dudas si había hecho lo correcto al haberle dicho que me gustaba, llegaba a pensar que quizás no me gustaba del todo y me había precipitado, o me preguntaba por qué yo era el único infeliz en la relación.

Patrick guardó silencio unos segundos—¿Y si no hacemos nada? —preguntó —Si no lo hacemos ¿estaremos bien?

—¿Eh?

—Piénsalo, si dices que los problemas inician después del sexo entonces si no lo hacemos entonces estaríamos bien ¿verdad?

—No, no puedes realmente proponer eso —dijo Neil confundido. No podía creer que Patrick lo estuviera proponiendo, no cuando era obvio que quería hacerlo.

—Claro que sí. Neil, lo que quiero es que estés bien, que estemos bien. Si crees que todo se arruinará si hacemos algo sexual entonces no deberíamos hacerlo.

—¿Entonces qué? ¿Te irás a buscar con alguien más lo que yo no puedo darte?

Patrick abrió la boca, pero no pudo emitir ningún sonido incrédulo por lo que estaba pensando Neil—No —dijo recuperando la compostura y armándose de paciencia—. Lo puramente sexual ya lo viví, y sí, no te niego que me gusta el sexo porque ambos sabemos que si lo negase sería la mentira más grande del siglo, pero me gusta más lo que tú me das. No puedo ponerlo con palabras pero es mejor,  mucho mejor, Neil, y solo no sé, te quiero. Lamento no poder decir nada mejor que esto y si tengo que esperar hasta que te sientas listo lo haré.

—¿Y si nunca sucede? —preguntó con temor.

—Lo arreglaremos de alguna manera.

—¿Te das cuenta que no tenemos ni una semana de estar juntos y ya estoy arruinando todo?

—No lo haces, Neil.

Neil le abrazó con fuerza porque sentía que sí lo arruinaba y la opresión en su pecho era casi insoportable. 

Notas finales:

Muchas gracias por leer y  por dejar sus impresiones que siempre me animan a seguir escribiendo :D


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