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Los títeres rebeldes por PokeGirl Uchiha

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Notas del capitulo:

Heme aquí con un elegante retraso, pero siempre dentro del día acordado. Espero que les guste el capítulo, muchas gracias a todos los que se toman la molestia en seguir leyendo y en especial a los que me dejan un review para animarme el día <3 

VI.

El sonido de la puerta le pareció peculiar, como si estuviera cansada. Quizás hasta las cosas se cansaban de existir. La cerró tras sí y vio como la casa se iba iluminando de a poco. El ladrido alegre de Danny no se hizo esperar. Llegó hasta él, y lo olisqueó unos segundos hasta reconocerlo nuevamente y empezar a mordisquearlo. Patrick echó la cabeza hacia atrás hasta que sintió la superficie de la puerta. A lo lejos le llegó el sonido del agua corriendo en el lavabo. El sentimiento de culpa que tanto lograba sofocarle se había instalado de nuevo. Cerró sus ojos y la imagen de Neil con ojos llorosos a causa del dolor y la sangre fluyendo copiosamente no se hicieron esperar.

Se restregó un poco los ojos. Después que James y sus amigotes se fueron, Isabella, Logan y Fabio estuvieron tentados de llevar a Neil al hospital, por fortuna el sangrado paró antes que decidieran hacerlo. Neil los había despachado a todos asegurándose que estaba bien, al menos su nariz no estaba fracturada, como Patrick había temido en su momento. El camino hasta la casa de Neil había sido silencioso, el menor no había pedido explicaciones de lo que había pasado, ni preguntado si había valido la pena que saliera con la nariz casi fracturada.

El sonido del agua no cesaba, cruzó la estancia sin pedir permiso, debían pasar de las tres de la madrugada, y solo estaban los dos, por fortuna. No sabía qué hubiera pasado si la madre de Neil lo hubiera visto llegar con la camisa ensangrentada. Llegó al baño y encontró a Neil sin camisa y con restos de sangre en su piel. Se examinaba la nariz de cerca en el espejo.

—No seas estúpido, deja de picártela, lo único que vas a hacer es que sangre de nuevo.

—Es que no alcanzo a ver si me la fracturé por dentro o algo, aún me duele.

Patrick le tomó del rostro y lo obligó a alzar un poco la cara— Me haces sombra— se quejó por bajo y le indicó que se movieran un poco, lo dejó sentado sobre el lavabo—. No veo nada extraño— Dijo inclinándose un poco más sobre Neil—. A lo mejor…—Desvió la mirada y se percató de su extraña cercanía. Su mano derecha sobre la mejilla del otro y la izquierda en la punta de la nariz del otro—. Solo necesitas una pastilla para el dolor— Terminó sintiendo como su aliento chocaba con el del otro.

Neil asintió sin despegar los ojos de él— Patrick, no pasa nada, solo fue un golpe.

No pudo separarse de él. Suspiró molesto consigo mismo— Fue mi culpa, Evans. Terminaste así por mí, si no te hubiera metido en todo esto…

Neil lo negó con tranquilidad— Te vi salir con el tipo, Andrew, y después vi al tal James salir también y pensé que se iba a encontrar con ustedes, yo fui quien decidió ir. Era obvio que solo me esperaban problemas y aun así quise hacerlo.

— ¿Por qué? Te dije claramente que no me debías nada, si esto es una manera de intentar estar a mano conmigo por lo de hoy en la tarde…

Neil ahogó una pequeña risa— ¿Aún no te das cuenta que hay personas que hacen cosas, no para pagar sus deudas, si no para ayudarte? Sé que ibas en serio cuando me dijiste que no te debía nada.

Patrick soltó la punta de la nariz de Neil y apartó la mano de su mejilla, pero en ningún momento puso más distancia entre ellos— ¿Entonces?

—Entonces nada. Quise ir. Sé que no quieres la ayuda de nadie, y que hoy no fui de mucha ayuda, pero…

—No debiste meterte. Mira como acabaste. No lo entiendo, si hubiera sido Logan u otro de tus amigos tendría más sentido. Es lo que la gente hace por sus amigos, no por conocidos, nadie ha hecho eso por mí nunca y si es una manera de hacerme sentir culpable…

—Tú eres mi amigo, Patrick— Le aseguró cortándolo—. Aunque el sentimiento sea unipersonal— Sonrió antes de escabullirse de su alcance. Se detuvo en la puerta del baño—. Disculpa, estoy un poco cansado y adolorido. Puedes dormir en la habitación de arriba y a la derecha. Despiértame cuando quieras que vaya a dejarte a tu casa.

Lo vio salir del baño. Patrick se quedó justo donde estaba. El espejo le dejó ver su expresión llena de confusión, así como notó que tenía un moretón cerca de la barbilla,  otro en el pómulo izquierdo que estaba adquiriendo rápidamente un color verdoso, un raspón en el brazo izquierdo y un corte en su labio; eso sin mencionar que al menos tres de sus nudillos habían estado sangrando al menos unos minutos; sin embargo, apenas reparó en eso. De pronto se sintió en el pasado, como si todo lo que hubiera hecho para ahuyentar esos fantasmas no hubiera servido de mucho. Lo único diferente en estos momentos  era que las palabras de Neil parecían siempre quedarse para atormentarlo.

Subió las escaleras de dos en dos, Danny lo seguía de cerca. Abrió la habitación que le había ofrecido. Se dejó caer en la cama exhausto. Se quitó la camisa y se desabrochó el jeans. A lo lejos se escuchaba el “Tic tac” del reloj, aquello le produjo cierta gracia, pensaba que Evans teniendo tanto dinero solo tendría relojes electrónicos, pero era agradable escuchar algo normal.

Se giró hacia la ventana y se sobresaltó al ver demasiado cerca los enormes ojos de Danny— Joder ¿Y tú que quieres? — El cachorro se apegó un poco más a él. Patrick se quedó en silencio mientras veía al perro ponerse de panza para que lo acariciara. Volvió a girarse dándole la espalda, y sintió como el cachorro empezaba a lamer su oreja y juguetear con su cabello. Patrick puso distancia, pero volvió a arremeter contra él, así lo hizo en reiteradas veces hasta que en una no midió su fuerza y Danny terminó en el suelo ahogando un ladrido de sorpresa. Patrick volvió a girarse confundido y lo vio volver  subir a la cama y empezó a lloriquear un poco, esta vez un poco reticente de acercarse. Patrick se limitó a suspirar antes de alargar la mano y empezar a hacerle unos cuantos mimos— Tú también quieres agradarme a la fuerza ¿eh?

La puerta de la habitación se abrió. Patrick alzó un poco la cabeza y notó a Neil en el umbral de la puerta— Lo siento, ¿estabas dormido?

—No. Tengo compañía— Exclamó señalando a Danny.

—Lo siento— Dijo mientras cruzaba la estancia—. Te he traído una sábana. Me he olvidado por completo que no tenías una—Se la extendió a Patrick y tomó a Danny— ¿Quieres que te preste un pijama o algo?

Se giró dándole la espalda—No, así está bien. Buenas noches, Evans.

—Buenas noches, Patrick— Sin embargo no se movió— ¿Puedo preguntarte algo? — Dijo mientras se sentaba en el borde de la cama.

—Hn.

— ¿Podrías al menos mirarme? Es un tanto frustrante hablar con tu espalda.

Se giró con lentitud y se incorporó un poco— ¿Qué?

Neil pasó su mano por la cabeza de Danny— No lo entiendo. Lo que pasó allá. ¿Por qué tomarse tantas molestias?

—No creo entender.

—Andrew es gay, debería aprender a vivir con eso. No tiene nada de malo, pero él no lo ve así. Si ni siquiera puede aceptarse así mismo ¿cómo espera que los demás lo acepten a él?

—Complicado, Evans.

—Explícame, porque no me parece justo que te metieras en tantos problemas con ese idiota de James por alguien como Andrew, a quien acabas de conocer. Fue un completo cobarde por dejarle creer a James que tú lo habías obligado cuando en primer lugar él fue a buscarte.

—Evans…

Neil había dejado de acariciar a Danny y miraba con seriedad a Patrick— No entiendo porque siempre pareciera que intentaras ayudar a los demás, primero aquel chico en los vestidores y ahora Andrew;  luego vienes y dices que nadie nunca ha intentado ayudarte a ti. No entiendo porque sigues intentando ayudar a otros y nadie hace lo propio contigo, me parece muy injusto.

—Bueno, Evans, quizás a ti nunca nadie te lo dicho, pero la vida no es justa.

Neil le miró por primera vez molesto— Claro, pero sigues ayudando a quienes no se lo merecen y tratando como si fuéramos una mierda a los que intentamos ser tus amigos.

Nunca esperó una reacción tan natural de parte de Neil, incluso había empezado a creer que era una especie de robot el cual su única función era parecer feliz todo el tiempo. Patrick esbozó una sonrisa sincera— Supongo que tienes razón— La sorpresa del menor le hizo reír un poco, pero la culpa no se iba. Odiaba esa sensación y no poder quitársela de encima—. Escucha, no pretendo hablar por todos, pero en el caso de Andrew decidí tomar la situación en mis manos porque tiene miedo...

—Es broma ¿verdad?

Patrick negó y alzó la mirada al techo. No entendía por qué estaba allí hablando de esas cosas con alguien como Neil, pero la culpa estaba allí todavía y su conciencia le decía que al menos le debía una explicación más o menos completa— El descubrir que no te gusta lo que a la mayoría puede ser terrorífico. Parece que nada es como creías hasta ese momento. Toda tu vida parece una farsa y empiezas a preguntarte hasta dónde has sido tú y hasta dónde has pretendido ser lo que los demás esperan de ti.

— ¿Te pasó a ti?

Bajó la mirada hacia Neil y sonrió— No…

— ¿Entonces cómo puedes decir esas cosas con tanta convicción?

Si se lo hubiera preguntando en otro momento, de seguro hubiera respondido con acritud, pero en su mente aún estaba allí en el estacionamiento con Neil intentando evitar que siguiera sangrando— Puede ser aterrador la idea que las personas que más te importan de pronto no quieran ni verte a los ojos solo porque “no eres normal”.

—Pero tu abuelo lo entiende.

—Él sí, pero no se te ha ocurrido que mi mundo no se limita a él y Niebla, al menos antes las cosas no eran así.

—Lo siento.

Patrick acarició a Danny quien se le acercó de pronto— Da igual.

Algo en el tono con que Patrick lo dijo le hizo entender a Neil que no le daba del todo igual— Pero suena un poco solitario ¿no crees?

— La soledad es mejor que vivir con miedo.

Neil sonrió— No tienes que estar solo, si no quieres.

Patrick le miró de reojo—No estamos hablando de mí, Evans. El punto es que si esta noche me eché toda la culpa fue porque Andrew debe aprender por su cuenta a liberarse de ese miedo. Yo no estaba listo para cuando todos se enteraron que era gay, y las cosas no fueron fáciles, hubiese preferido hacerlas a mi ritmo, pero no puede. Andrew si puede, y estaba en mis manos ayudarle, por eso lo hice. Aunque no esperé que de paso salieras afectado con mi decisión.

—Ya te dije que no debes preocuparte por eso. Me tomé una pastilla y el dolor ya se me está pasando.

—Mi alma atormentada podrá dormir en paz— Comentó con cierto tono de burla.

—Sé que te alegraste cuando me golpeó. De seguro pensaste “¡Al fin alguien lo hizo pagar por lo que le hizo a mi maqueta!”

— No lo había pensado de esa manera. Ahora me haces sentir menos culpable.

—Imbécil—Exclamó Neil sacándole una pequeña sonrisa a Patrick—. Al menos tú si lograste devolverle el golpe a ese idiota. Joder, jamás había conocido a un tipo más odioso en mi vida.

—Eso es porque no puedes conocerte a ti mismo, Evans.

—Gracias, me haces sentir mucho mejor.

—Hey al menos tienes gente que te soporta y te defiende. De seguro para el lunes Isabella ya habrá informado a toda la universidad que casi te rompen la nariz por mi culpa, y tus amiguitos van a venir a intentar asesinarme.

—Bah, ella sabe que no fue tu culpa. Los demás van a entender, en realidad deberías preocuparte que James cumpla su palabra.

Patrick se encogió de hombros— Creo que es claro que lo hará. Los tipos como ellos no quieren quedar mal nunca.

— ¿Y no te preocupa que los pulvericen?

—Gracias, Evans. En verdad eres el mejor animador del mundo. En mi defensa diría que si pasaras menos tiempo sobre el escenario y más viéndonos jugar sabrías que no lo hacemos del todo mal.

Neil se acomodó un poco más en la cama— Si pasaras menos tiempo gritándole a tus jugadores que marquen mejor y le prestaras atención a tu público deberías saber que si he ido a tus juegos.

— ¿En serio?

—En serio, Leah y Logan siempre me arrastraban a ellos, al principio no me divertía mucho, pero luego le fui agarrando el gusto. Creo que lo mismo le pasó a Isabella, los que siempre le han gustado los deportes son Leah y Logan, siempre se reúnen para ver partidos y esas cosas, el resto creo que nos hemos contagiado de su entusiasmo. Yo ahora hasta veo los que pasan en la televisión, aunque todavía no tengo claro a qué equipos le voy y me sigue costando saber cuándo hay un fuera de juego, pero supongo que el verte jugar a ti y a tu equipo, y notar como se divertían  incluso cuando lo hacían mal me hizo disfrutar a mí también.

—Vaya, ¿Somos una especie de malos actores detrás de una pelota? Eso no suena muy bien.

—Yo no lo he dicho, has sido tú.

— ¿Entonces por qué preguntas si me preocupo que nos pulvericen?

Neil se encogió de hombros mientras se acomodaba un poco mejor en la cama— No lo sé. Solo quería tantear los ánimos del capitán, no es que dude se ti. Si has logrado manejar al equipo tú solo es porque no haces las cosas mal— Sonrió al ver como Danny se acercaba más a Patrick y movía la cola al ver que este parecía no rechazarlo—. No es solo suerte lo que ha permitido que llegues tan lejos. La fortuna se termina, pero se requiere de un talento natural para lograr lo que tú has hecho, así que creo que lo harían bien frente a ellos.

Se quedaron en silencio unos minutos viendo como Danny luchaba por liberarse de la sábana de Patrick— ¿Está mejor tu nariz?

—Sí. Ya no duele— Neil desvió la mirada al reloj de la pared—. Creo que deberías intentar dormir un rato. Tienes  que ir a trabajar ¿verdad?

—Sí, lo había olvidado— Era extraño que lo hubiese hecho. Su vida los últimos años había girado en torno a los estudios, el trabajo y pagar cuentas.

— ¿A qué horas debes estar allá?

—A las ocho y media.

—Genial, supongo que si nos vamos a las siete sales con tiempo ¿verdad?

—Sí, eso creo, pero no tienes que despertarte. Perfectamente puedo tomar el bus desde acá.

—No seas ridículo, descansa— Tomó a Danny dispuesto a salir—. Hey, Patrick. Tú también mereces que los otros se preocupen por ti. Lo sabes ¿verdad? — Patrick no dijo nada, se limitó a arroparse—. Que descanses.

***

Despertó más por hábito que por deseo propio. Buscó su celular que marcaba las seis y media. También tenía un mensaje de Fabio preguntando si había llegado con bien a su casa, Patrick hizo nota mental de responderlo más tarde. Se estiró un poco y se quedó escuchando el silencio de esa casa. Siempre pensó que un silencio como aquel sería sofocante, pero se había equivocado, solo sentía una gran paz. Incluso podía escuchar a unos pájaros cantando afuera de la ventana, el viento se colaba por la ventana y movía la cortina  suavemente dejándole ver a intervalos la luz fuera de la habitación. Se quedó un rato mirando el techo de la habitación, no quería dejar esa comodidad, se sentía muy a gusto en ese lugar, cosa que no pensó posible. Solo hasta que notó que se le hacía tarde es que decidió ponerse su camisa y los zapatos.

Salió de la habitación evitando hacer ruido alguno. Estaba a punto de llegar a las escaleras cuando una de las puertas rechinó, Patrick se giró sobresaltado, suspiró al ver que solo era Danny quien bostezaba perezosamente e intentaba estirarse un poco, tardó solo unos segundos en fijarse en Patrick y llegó hasta donde él moviendo la cola animadamente— Shh, vete…—le dijo intentando ahuyentarlo sin hacer el mayor ruido. Danny empezó a corretear alrededor de Patrick—. Quieto, quieto, joder, ¿tu dueño no te ha enseñado nada? Sentado— Probó y esta vez sí obedeció.

Patrick sonrió complacido y se apresuró a bajar las gradas, pero cuando iba a la mitad Danny empezó a ladrar alegremente y se apresuró ir a su lado — ¡Shhh! ¡Danny! ¡Cállate! — Entre más le pedía que guardase silencio más fuerte ladraba. Neil apareció al pie de las escaleras— Ibas a irte sin despertarme ¿verdad?

—Es domingo, Evans, ve y duerme.

—No, anda, voy a dejarte. Vamos.

— ¿Vas a ir así? — Preguntó Patrick intentando contener su risa al ver las pantuflas de Neil de los Angry Birds y su pijama azul marino.

—Sí, no quiero cambiarme.

Patrick se encogió de hombros y terminó de bajar las escaleras. Cuando salieron de la casa el sol apenas era lo suficientemente cálido como para calentar su rostro. No tardaron en llegar a edificio donde Patrick vivía— Suerte en tu trabajo.

—Gracias— Dijo Patrick antes de salir de la camioneta, pero dudó antes de cerrar la puerta. Se quedó erguido unos segundos antes de suspirar y agacharse un poco para ver el interior del vehículo—. Estaba pensando, ya que casi te rompen la nariz gracias a mí, lo menos que podría hacer por ti es invitarte a desayunar. Ya que dices no poder cocinar nada, no prometo nada extravagante o elegante, pero puedo preparar Hot Cakes o Waffles…

Neil sonrió — ¿En serio me estás invitando a desayunar?

Patrick hizo una mueca de sufrimiento— Sí, creo que es exactamente lo que intento hacer, así que ¿qué dices? Antes que me arrepienta, pero desde ya te advierto que esto no cambia nada entre nosotros, aún me sigues desagradando.

—Claro, me gustan los Hot Cakes. Y vale, no somos amigos aún. Aguarda solo me parqueo.

Patrick cerró la puerta de la camioneta y dejó que Neil se parqueara. Esta vez cuando lo vio salir no pudo evitar reírse en su cara —En serio, Evans, no sé qué piensas cuando compras esa ropa.

— ¿Eh? ¡Oh! No la compro yo. Las pantuflas me las dio mi hermanito de navidad y son bastante cómodas. De allí la pijama me la regaló Logan.

Patrick  se limitó indicarle que subieran al apartamento. Los pocos que madrugaban los domingos se quedaban extrañados de ver a Neil saludarlos como si nada.  Entró a su apartamento. Su abuelo se levantaba un poco más tarde de lo usual ese día. Le indicó que pasara. Niebla, el cual estaba dormitando sobre el sofá, apenas los vio se estiró y caminó hasta la cocina y empezó a maullar demandando comida. Patrick abrió una de las latas de comida para gato y se la puso en el plato, no sin antes acariciarlo.

Neil estaba en el umbral de la puerta viéndolo con una pequeña sonrisa, no entendía mucho a Patrick, pero había algo en él que le había llamado la atención desde el principio, es por eso que aun cuando el universo parecía desalentarlo a que intentara meterse en su vida, él seguía manteniéndose firme en la convicción que debían ser amigos. En principio le había llamado la atención de Patrick algo en su mirada, no tanto por sus ojos de un impresionante verde, sino porque le habían parecido en un primer momento la mirada de una persona bastante dura, que había pasado por muchas cosas en la vida y que aun así se mantenía de pie a pesar que parecía que esta lo había querido tumbar más de una vez. Patrick transmitía una fortaleza y seguridad que Neil francamente encontraba envidiable, ahora que lo conocía un poco más lo admiraba, él nunca podría llevar la vida que este llevaba, a su lado era solo un niño mimado, y en parte le agradaba que Patrick lo viera como realmente era, no cualquiera tenía la franqueza para decirlo en la cara de otro. Algo en su interior le decía que de Patrick podía aprender muchas cosas, aunque no tenía claro el qué, pero siempre que tenía un buen presentimiento siempre hacía todo lo que fuera para hacerlo realidad.

Ahora estando allí en su cocina, podía ver que esa dureza era en parte una fachada, incluso ayer en la madrugada pudo comprobarlo, porque en Patrick también parecía haber gentileza destinada a unos cuantos pocos, le parecía una persona bastante noble y que a su manera parecía querer ser leal con todos y ayudarlos en la medida de lo posible. Cuando Isabella habló la primera vez de Patrick se imaginó a un tipo exactamente igual en el físico, alto, bien parecido, atlético, pero con una pésima personalidad en el sentido que creyó que vería a todos de menos, se había equivocado, y nunca se sintió más feliz de hacerlo.

—Hey, ahora que lo pienso. Ven aquí.

— ¿Eh?

—Sí, cambié de opinión, vas a ganarte el desayuno así que ven y ayúdame a hacer los Hot Cakes.

—Pero yo no…

—Sí, ya sé que eres un inútil, pero yo no dejo que los inútiles estén en bajo mi techo. Incluso Niebla aporta algo acá cazando ratas, así que ven aquí, te diré que tienes que ir haciendo.

Neil no muy seguro fue hasta la cocina y se lavó las manos. Durante diez minutos Patrick le fue guiando como hacer la masa para los Hot Cakes. Luego, tuvo que aguantar las risas de Patrick cuando intentaba encender un fósforo sin éxito. Al final le indicó que ya había hecho suficiente y que podía irse a sentar a la sala, pero Neil se negó y se quedó viendo como Patrick los hacía, luego de unos minutos había una buena montaña de Hot Cakes, al final Neil pudo hacer tres, no sin tener algunos problemas para voltearlos, y someterse a las burlas de Patrick, pero incluso eso no le quitó lo divertido.

Al final se fueron a sentar al comedor justo en el momento en que Gabriel salía de su habitación ya duchado— Hola, me parecía escuchar risas, pero creí que seguía dormido.

—Buenas días, Patrick me invitó a desayunar, espero que no sea ningún inconveniente.

Gabriel miró con disimulada sorpresa a su nieto. La verdad tenía sus dudas que fuera a funcionar que prácticamente lo hubiese echado de la casa anoche con Neil. Su vista reparó en los raspones, unos moretones y el pequeño corte en su labio, pero al verlo allí con Neil de alguna manera u otra lo más cercano a un estado de felicidad le hizo guardarse las preguntas. Fueron las risas, si bien burlistas pero risas al fin y al cabo, de Patrick lo que lo había despertado, al principio incluso creía que estaba soñando con tiempos pasados, donde las cosas eran más fáciles y todos eran más felices, pero luego las risas no paraban y cuando escuchó un: “Si eres inútil, Evans” supo que no era un sueño, y el volver a escuchar la risa de su nieto era casi rejuvenecedor.

—No, por el contrario, me alegra tener visitas. ¿Necesitan ayuda para poner la mesa?

—No te preocupes, abuelo, ven y siéntate. Ya te sirvo tu desayuno.

El desayuno transcurrió con normalidad, Neil se mantenía al margen de la conversación, le parecía curioso como Patrick parecía cambiar por completo cuando estaba con Gabriel, el amor que sentía por éste era casi palpable, también el de Gabriel  lo era. Estando allí en la mesa junto a ellos sintió un poco de envidia por esa relación. La manera en que a pesar que sus vidas parecían completamente ajenas lograban encontrar un tiempo para que convergieran. Era natural. No era una convivencia forzada  como a las que estaba acostumbrado.

Se mordió el labio al recordarlo— Evans— La voz de Patrick lo hizo alzar la mirada confundido. Notó la mirada extrañada de Patrick— ¿Qué pasa? ¿Te indigestaste con tus propios Hot Cakes?

— ¿Eh? Oh, no. No es eso. Solo pensaba— Dijo intentando poner su mejor sonrisa.

—Bueno, yo los dejo, tengo que bañarme antes que se me haga tarde— Anunció Patrick mientras se ponía de pie y llevaba su plato hasta el lavabo. Neil lo vio ir meterse al baño y se quedó a solas con Gabriel. Sonrió al abuelo de Patrick, sin saber bien qué decir.

— ¿Quieres más Hot Cakes o jugo? — Ofreció.

—Oh, no estoy muy bien, gracias. Patrick fue muy amable en enseñarme a prepararlos.

— ¿Así que eso hizo? Creía que solo se burlaba de ti…

Neil sonrió un poco apenado— Un poco de ambos.

—Veo que se divirtieron anoche—Neil dejó su hot cake a medio camino de su boca y miró sobre el tenedor a Gabriel sin saber qué decir—. Patrick luce más relajado, hacía mucho no salía a divertirse. Gracias por haberlo llevado contigo.

Neil terminó de llevarse su Hot Cake a la boca para ganar tiempo, era obvio que Gabriel había visto los golpes de Patrick, pero no entendía por qué no parecía interesado en profundizar en ese tema— No fue nada. No sé si realmente se haya divertido conmigo, pero…

—Aceptó ir contigo, eso ya es un gran avance.

Neil sonrió un poco— No lo sé, usted lo conoce más que yo.

Gabriel asintió— Sé que mi nieto puede llegar a ser un poco cascarrabias, pero no es mala persona.

—Oh, jamás he dudado eso. Se nota que es una persona bastante noble, que intenta a ayudar a quien lo necesita. Estoy seguro que eso lo aprendió de usted.

— ¿Y cómo estás tan seguro?

Neil sonrió sin despegar su vista del plato— No lo sé, tengo ese presentimiento, creo que si una persona es buena es porque ha tenido por lo menos un buen ejemplo a lo largo de su vida y lo veo a usted y es obvio que es un ser humano excelente, Gabriel.

Gabriel sonrió al escuchar al chico hablar de esa manera— Te agradezco por el cumplido y por tener tan buena opinión de mi nieto. Me alegra que alguien pueda ver más allá de lo que Patrick muestra— Neil le miró un poco intrigado—. Ese muchacho es un poco arisco con la gente, pero con un poco de paciencia él va cediendo de a poco, la clave está en no presionarlo.

Neil asintió mientras terminaba de comer— Eso noté hace poco— Le daba la sensación que Patrick parecía mantener la guardia en alto ante cualquiera que quisiera acercarse a él, pero había pequeños momentos en los que parecía bajarla  y era cuando de alguna manera lograba abrirse aunque sea un poco.

La puerta del baño se abrió en esos momentos y por alguna razón Neil se sintió mal por estar hablando de Patrick a sus espaldas, incluso cuando no hubiese dicho nada malo de él, de alguna manera creía que no le haría nada de gracia. Gabriel terminó de comer.

—Le daré una mano con los platos— Se ofreció Neil mientras se ponía de pie.

—Oh, vamos, no hay necesidad, ya me encargaré de ellos más tarde.

—Insisto— Pidió con una sonrisa.

—Al menos déjame echarte una mano secándolos— Dijo Gabriel poniéndose de pie.

Neil asintió, mientras cargaba los platos. El estar allí con Gabriel le hizo recordar las pocas veces que estuvo de la misma forma con su propio abuelo, una sonrisa melancólica se dibujó en su rostro, la mayoría de veces que hacían eso era porque necesitaba un consejo de su abuelo y no encontraban mejor momento que hablar que en la cocina, donde raramente su padre entraba y su madre solo lo hacía cuando tenía que cocinar algo.

Si bien aquella cocina no se parecía en absoluto a la de su casa, de alguna manera esta le gustó más. Incluso cuando todo parecía estar bastante amontonado o que no había un patrón de orden en el lugar. De alguna forma esa especie de caos parecía ser lo que le daba un toque más auténtico al lugar.

Gabriel estaba terminando de guardar el último plato cuando Patrick volvió a aparecer en el umbral de la cocina— Tengo que dejarte, abuelo, se me ha hecho un poco tarde. Volveré más noche.

— ¿Trabajas hasta tarde?

—Sí, volveré como las once. Nos vemos más noche—Iba a salir cuando volvió a percatarse de Neil— Tengo que irme—Dijo sin saber bien qué hacer. No había tenido un invitado en años.

—Oh, cierto, yo también me retiro— Dijo Neil viendo a Gabriel—. Gracias por todo, nuevamente. Que tenga un buen día.

—Buen día, y me alegró verte por aquí hoy también.

Volvieron a bajar del edificio, Patrick chequeó la hora una vez más— ¿Sabes? Puedo irte a dejar a tu trabajo si te ha agarrado la tarde.

—No hace falta.

Neil miró la hora— Llegarás tarde, si te has atrasado es porque estuviste enseñándome a cocinar. Al menos deja que te acerque al lugar— Patrick se lo pensó unos segundo— Anda, vamos— Dijo Neil al ver que no se decidía, empezó a caminar hacia la camioneta esperando que Patrick le siguiera. Al llegar a esta, el mayor ya estaba del otro lado esperando a que quitara seguro. Sonrió interiormente. Al final terminó dejándolo frente a la construcción. Neil miró con curiosidad todo el ajetreo— ¿En verdad trabajas aquí?

—Sí…

—Se ve interesante, vas aprendiendo muchas cosas desde ya.

—Supongo, aunque estoy más preocupado por mi trabajo que examinando el de los demás.

El menor asintió— Bueno, supongo que debes irte. Llegamos unos minutos de antelación, que bueno que me dejaste traerte, con el tráfico que había en el bus te hubieras tardado al menos una hora más.

—Debo de irme.

—Cuídate.

Patrick se quedó extrañado ante la actitud de Neil. ¿Solamente? Le miró unos segundos extrañado— Adiós— Salió de la camioneta aun esperando escuchar algo más, algo como un: ¡Ya nos veremos en la U! o algo así, pero nada. Quizás el golpe que le había propinado James Grafiel había sido suficiente para que comprendiera que debería alejarse de él.

—Tal vez surgió algo bueno de todo ese drama—Dijo para sí mientras veía la camioneta perderse entre los demás autos.

***

Logan fue sorprendido con un casto beso en los labios, ni siquiera le dio tiempo de reaccionar— Hola, amor— le dijo una mujer de cabellos negros—. No sabía que teníamos planes para hoy.

El chico intentó mantener una sonrisa— No los teníamos, pero podemos dar una vuelta por el jardín si te apetece. No me has mostrado como están tus flores últimamente.

—Eso me gustaría mucho. ¿Me llevarás a mi restaurante favorito después?

—Por supuesto— Mintió. Una sonrisa triste se cruzó en sus labios. Sabía que pudo ahorrarse todo ese drama, en especial después de la noche que había tenido ayer con Neil y los demás, pero la verdad necesitaba verla—. Te he extrañado— susurró mientras se acercaba a ella y le depositaba un casto beso en su cabeza.

—Más te vale— Exclamó con una pequeña sonrisa que le daba un poco vida a aquel rostro que en un abrir y cerrar de ojos había perdido todo el resplandor que solía tener— ¿Qué lees?

—Los árboles mueren de pie. ¿Quieres que te lea un poco mientras caminamos por los jardines?

—Por supuesto— Dijo ella mientras se aferraban al brazo de Logan y empezaban a caminar entre los jardines de aquella hermosa casa.

***

Terminó de limpiar la mesa de la cual se acababan de levantar dos mujeres. El día en la constructora había sido bastante provechoso, aunque tuvo que aguantarse los chistes de sus compañeros sobre su aspecto. Se miró reflejado en la superficie de la mesa y notó que el moretón parecía querer mutar por todos los colores que existían.

Cargó la bandeja con los platos sucios y miró el lugar. Ese día habían tenido una buena afluencia de clientes, tal como no pasaba hacía mucho. Eran casi las once y apenas estaban empezando a limpiar todo con Allen. Acababan de poner el letrero de cerrado y Allen le dio volumen al televisor que colgaba de una de las paredes, generalmente lo utilizaban solo para poner videos musicales.

— ¿Te importa si lo cambio para ver cómo quedó el ManU? — Preguntó el chico.

—No.

Allen se apresuró a cambiar todos los canales hasta que dio con la repetición del programa deportivo del domingo. Llegó justo a tiempo para ver el resumen del partido del Liverpool y el Manchester United. Patrick apenas ponía atención a los resultados, solo quería llegar a casa y poder siquiera hacer el bosquejo de su maqueta, la cual debido a su completo cambio de planes, ni siquiera había comenzado.

—Bien, todos mis equipos dieron palizas este fin de semana— Exclamó Allen con una sonrisa—. ¿Quieres que lo deje? Vienen los inútiles de los equipos nacionales.

—Da igual.

Allen se encogió de hombros y dejó el canal donde estaba. Patrick estaba terminando de barrer cuando escuchó una voz familiar.

‘Sabemos que la afición está siendo muy crítica con nosotros por los partidos pasados, pero confiamos que recuperaremos nuestro buen juego de nuevo. En el fútbol hay altos y bajos en el ciclo y confiamos que esto es solo una mala racha que no tardará por terminar’

El Andrew que estaba en el televisor, seguro de sí mismo y confiable, no parecía en absoluto al chico que había conocido hacía unas horas. No se había percatado que había estado sonriendo hasta que su boca se tornó en una mueca de aborrecimiento al notar a James en la televisión, pero duró poco al notar como intentaba mantener la mirada baja, pero aun así podía ver una sombra ennegrecida de su ojo izquierdo, así como su pómulo derecho bastante hinchado y no digamos su labio partido y la nariz hinchada y de un color púrpura.

‘¿Qué cuál partido de preparación de cara al pre mundial estoy esperando con ansias?’ Preguntó alzando un poco la mirada dejando a relucir los estragos de anoche ‘Definitivamente el partido contra la universidad de Gastrell.’ Patrick tardó unos segundos en procesar esa información, para cuando en verdad comprendió el significado de esas palabras, James estaba respondiendo otra pregunta ‘Decidimos tomar en cuenta una de las universidades, puesto que muchos se han cuestionado nuestro nivel últimamente. Tendremos unos cuantos fogueos con selecciones de otros países, pero queremos medirnos también con gente de nuestra edad y nacionalidad, para demostrar que por algo pertenecemos a esta selección. Además el capitán de la universidad de Gastrell dice que puede derrotarnos fácilmente, así que Patrick Smith, espero que su equipo esté a nuestra altura y le des a todos un bonito espectáculo.’

La sonrisa llena de suficiencia fue lo último que vio antes de dar paso de nuevo a los comentaristas, quienes procedieron a leer las fechas de los partidos de preparación pre-mundial de la sub 20. Su partido era en cuatro meses. El alma casi se le cae al escuchar que sería en el estadio que la selección nacional utilizaba para los encuentros mundialistas.

—Ese maldito bastardo…

La mano en su hombro le hizo sobresaltarse. Giró y notó a Allen mirándole sorprendido— No me habías dicho que ibas a jugar contra la sub 20 y menos que conocías a James Grafiel.

Patrick tuvo que morderse la lengua para evitar soltarle que conocía a James Grafiel tan bien que ya había tenido la oportunidad de darle a probar su puño. Lo único que esperaba era que ninguno del equipo hubiera visto las noticias hasta que pudiera hablar con ellos.

 

 

 

Notas finales:

Feliz semana :)!!! Cualquier duda, comentario, sugerencia, crítica no duden en decirmelo. :3


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