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Bonanza por Kunay_dlz

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Notas del capitulo:

Los personajes de Shingeki no Kyojin pertenecen a Hajime Isayama.

 

 

Color negro pasión

 

 

 

Otro aburrido día, el tiempo no tienen importancia cuando se cae en la rutina: levantarse, tomar café, ir a la oficina, tomar más café, escuchar a los idiotas que son compañeros de trabajo, sumergirse en una montaña de papeles, soportar a un jefe inepto, tener ganas de renunciar, tomar más café y seguir con más papeleo hasta que llegue la hora límite en la que la ley exige haya un descanso en el área laboral. Tks, aún me pregunto cómo es que terminé en un trabajo como este.

Mejor aún, cómo es que no me he marchado ya. Cierto. Ya lo recordé. Es algo tonto, no me voy porque durante todo el día, existe un momento en el que puedo ver a alguien. El chico de mensajería. Un niñato que entró con grandes esperanzas de aprender de esta empresa y el jefe lo mandó a entregar mensajes y paquetes… estúpido jefe.

 

Más fácil es sentarme en una esquina

De un cuarto circular a que me veas pasar

Más fácil es un poco de morfina

Que cause más dolor a que me pongas atención

Más fácil animar a un caído que compartir una copa contigo

 

Eren Jaeger se llama, un chico universitario de gran vitalidad, cabello castaño, piel trigueña, y un par de ojos verde azulado que cautivan. Genial, ahora sueño como adolescente enamorada. Eren es un chico con una extraña luz propia, el simple hecho de recibir correo, paquetes o cosas de otros departamentos dentro de la empresa es algo de lo que todos los trabajadores están agradecidos… Eren es como una brisa fresca entre tanta monotonía.

Sí, yo también espero cada día a que el chico entre al piso de mi área, incluso si no trae nada para mí. Es tono que siga en este trabajo por él. Si no me equivoco, el tiempo en que sea explotado y retenido todo su potencial por el estúpido jefe está por terminar. Su plazo en esta empresa expirará el próximo mes. Debo ir preparando mi carta de renuncia, estoy harto. Me pegunto, si en todo el tiempo que Eren estuvo en la empresa llegó a notar mi presencia… es algo imposible. No soy de quienes se dan a notar, menos para alguien como él.

 

(Negro el exterior, así tengo el interior)

Así tengo el interior

(Negro el exterior, negro con color pasión)

Negro con color pasión

 

Estúpida monotonía, estúpida costumbre a la rutina, estúpida sensación de espera impregnada en ellas… la esperanza de ver a Eren cada día, tan solo de lejos. Tontos rumores que cargan razón, es lo mejor, todos en la empresa tratan de convencer a Eren que no extienda su estadía en este lugar, mucho menos que solicite un puesto como empleado. Todos saben que Eren tiene potencial, llegará a hacer coas grandes, en cualquier otro lugar menos aquí.

He entregado mi renuncia, terminando este mes ya no estaré en este horrible lugar. Ya no estaré atrapado en esta rutina sin sentido. Ya no estaré en esa empresa mediocre. Ya no estaré asfixiado en el pequeño cubículo que me habían asignado. Tampoco volveré a ver al niñato de ojos verde azulados. Él buscará el éxito para el que está destinado en un lugar muy lejos de mí.

 

Más fácil es sembrar en pavimento

Flores o maíz que cause yo algo en ti

Más fácil es que pueda yo acordarme

Del día en que nací a que duermas junto a mí

Más fácil convencer a un adicto

Que imaginar que un día nos conocimos

 

Tan solo tres días más y ‘esto’ se quedará atrás… también esa esperanza de volver a ver a Eren. Quizá, si reunía el coraje suficiente, podría invitarle un café, buscar una excusa para hablar con él… lo que sea, pero, un joven como Eren qué podría ver en alguien como yo, poco más de treinta años, vacíos ojos grises, no tan alto como él, con un genio que ni familia aguanta y con una obsesión por la limpieza. Estoy a la mitad de mi vida y él apenas inicia a vivir. No sería justo.

Para salir de la rutina, fui por más café al terminar mi hora del almuerzo, en la sala, recostado sobre la máquina de café, miraba a la nada el chico de ojos verde azulado. Me detuve en la entrada, me debatía entre darme la vuelta y regresar a mi cubículo o entrar y arriesgarme a hablar con él. Antes de tomar la decisión, sus ojos de cruzaron con los míos.

 

(Negro el exterior, así tengo el interior)

Así tengo el interior

(Negro el exterior, negro con color pasión)

Negro con color pasión

 

De un momento a otro él ya estaba en el otro extremo de la sala. Supongo que mi ‘apariencia de amargado’ le asusta… un punto menos a mi favor. Ya sin la idea de intentar hablarle me dirigí a la máquina del café para terminar con esto de una vez, no quería incomodarlo. Mientras esperaba lo necesario para salir de ahí, Eren empezó a balbucear, lo miré intrigado, se veía nervioso y sus mejillas se coloraban cada vez más. Estaba tratando de iniciar una conversación.

Una vez que inició a hablar, no paró. Habló y habló, no dejaba de hablar de cosas que no eran de importancia, lo observé hablar mientras tomaba de mi café. Era entretenido, el chico hablaba hasta por los codos y lo único a lo que le puse atención fue a sus diversas expresiones… así pasamos más de una hora, perdidos en sus palabras sin sentido.

 

Más fácil es que debajo de una vela

Que exista mucha luz que hayas marcado tú

Más fácil es poder leer sin vista

Y braille aprender a que me seas fiel

Más fácil que un globo se infle solo

Que al verme sientas que hallaste un tesoro

 

Al siguiente día, decidí probar suerte y volvía a ir por café a la misma hora que me encontré a Eren. No estaba ahí, con algo de decepción preparé mi café y antes de salir me topé con él: llegó todo agitado por haber corrido. Dijo haber ido por un paquete para la planta diez y que se le presentaron complicaciones, y así como así, inició a hablar y hablar. Me quedé recargado en la pared cerca de la puerta, escuchando su voz, mirando sus expresiones, agradeciendo el que haya aparecido una vez más.

Tras la hora y media de estar hablando, Eren dijo que se enteró de mi renuncia, dijo que lamentaba el que tuviera que irme, dijo que a pesar de sentirlo podía entenderlo, dijo que yo tenía mucho más que ofrecer y que en esta empresa no lograré hacer lo que estaba destinado a lograr. Lo miré confundido, todo este tiempo creí que jamás me había notado… y no era así. Le sonreí, sin duda me llevaría un buen recuerdo para el resto de mi vida.

 

(Negro el exterior, así tengo el interior)

Así tengo el interior

(Negro el exterior, negro con color pasión)

Negro con color pasión

 

Al día siguiente, mi último día, dejé instrucciones para el siguiente que ocuparía mi lugar, fui por un último café y con esa esperanza de ver a Eren pero esta vez no apareció, no cuando llegué a la sala, no cuando me preparaba mi café, no después de esperarlo una hora. Me sentí extraño por no verlo, no escucharlo y no despedirme. Fui a mi cubículo a recoger mis cosas, esperé el elevador y presioné el botón para la planta baja. En el segundo piso el elevador se detuvo, alguien más entraría… era Eren.

El chico llevaba en sus brazos una pequeña caja con documentos y un par de adornos, me sonrió como si nos conociéramos toda la vida y al cerrarse las puertas del elevador empezó a hablar y hablar. Registré cada palabra que salía de su boca, esperaba escuchar el motivo de su partida junto a mí, más nunca llegó. Tras caminar un par de cuadras, llegamos a una cafetería rústica pero confortable, entramos y él siguió hablando; le interrumpí para preguntarle sobre haber dejado la empresa el mismo día que yo. “Sin usted ahí ya no tenía nada que hacer, mi lugar es a su lado” dijo sin dudar.

 

(Negro el exterior, así tengo el interior)

Así tengo el interior

(Negro el exterior, negro con color pasión)

Negro con color pasión.

 

Este café, sí que sería el más agradable que haya tomado.

 

 

Fin.

Notas finales:

Gracias por leer.


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