La reina de Uxmal
Entonces mis sospechas iniciales fueron ciertas… en realidad no hay nadie en el mundo que sea tan amable como tú. Tu acto de niño inocente, de príncipe encantado y cándida sonrisa fue un acto más de crueldad en el mundo, en mi mundo. Oda Ritsu, incluso buscándote para exigirte una explicación de tu ausencia, de la falta de tus esmeraldas brillantes, voz suave y piel perlada… me causas dolor.
Cuéntame ¿Por qué, oh reina de Uxmal,
tus ojos verdes ven alguien más?
Entre más intento encontrarte, más parece que nunca exististe, que nunca asististe a la misma escuela y, además me enteré que estabas comprometido con alguien más. Y pensar que fuiste tú quien llegó a mi vida, mi acosador personal, el mismo chiquillo a quien una vez intenté lastimar por tener todo lo que yo jamás tuve: una familia y amor.
Creo que es mi culpa tu alejar
Pues te canso mi inseguridad.
Es cierto que nunca te dije abiertamente el cómo me sentía al estar a tu lado, es cierto que no te dejaba ver mucho de mí, no te dije lo mucho que te amaba a menos que estuvieras dormido, nunca dije lo feliz que me hacías ni te conté de la seguridad que me causaban tus miradas y lo infinitamente orgulloso que tus sonrojos y tartamudeos me llenaban el corazón.
Me dijeron que él es mejor que yo
Mucho mejor que todo mi amor
Tal vez si te lo hubiese dicho, tal vez si al igual que tú eras en ese entonces también fuera directo con lo que en mí provocabas… tal vez no te habrías ido con esa prometida tuya. Alguien de tu abolengo, una princesita para un príncipe como tú. Viendo las cosas de esta perspectiva ¿qué oportunidad habría tenido un mendigo como yo? Esto estaba destinado al fracaso desde el inicio y no me quise dar cuenta.
Una amiga tuya ya me conto
Que hasta te enseño a jugar domino.
Entre los deliro que las botellas de alcohol inducen me pregunto si como todo un principito que eras sabías más un par de idiomas, inglés, coreano, alemán tal vez; reía con falsa gracia al imaginarte hablar con otro alfabeto. Tontamente imaginaba si sabrías tocar algunos instrumentos, el elegante piano, el refinado violín o si acaso algo más tradicional, definitivamente no la bohemia guitarra. Después de cada delirio lloraba como si con las lágrimas me juraran que volverías cuando fueran suficiente.
Ven te doy la razón y pídeme un deseo reto a que no,
No es mejor,
nadie duda como yo.
¿A caso no fui suficiente? ¿Viste que el ‘amor’ que me profesabas era un desperdicio en mí tal vez? ¿Viste lo retorcida que era mi vida? ¿Viste la obscuridad que cernía mi ser? ¿Te cansaste de jugar con un plebeyo con un complejo por los gatos y los mangas shoujo? ¿Mi triste vida no fue lo que esperabas en a quien le entregaras tu corazón?... ¿Alguna vez me amaste de verdad… aunque sea un poquito?
Y cuéntame ¿Le dices que lo amas ya?
¿Así como a mí o este es de verdad?
Amar… sí, me pregunto si me amaste. Aunque fue lo primero que me dijiste esa primera vez que nos encontramos en la biblioteca frente a frente… y, pese a mis dudas y molestia, te creí. Te veías tan sincero, tan verdadero a ti, tan inocente que mi única ambición era destruirte… y el destruido fui yo. ¿Cómo serás con ella? ¿La mirarás igual que… igual que me mirabas a mí? No, prefiero no saberlo. Me gusta fantasear con que a nadie más le dedicarás esa mirada.
Cuéntame ¿Le diste sus besos ya?
Yo aún no olvido el cuarto de atrás
Al menos te enseñé a ser un buen amante, de eso no puede quejar tu prometida, todo lo que sabes, los movimientos, las caricias, las palabras correctas para que se derrita en tus brazos… la pose correcta de los labios, el tiempo necesario para no asfixiarse, y ese truco con la lengua para que no se derrame la saliva al momento de separarse. Maldición, me siento como un tonto. Eres el amante perfecto para mí pero tú estás con alguien más.
Ven y cuenta hasta diez y pídeme un deseo
Yo sé que no, no es mejor,
no me gana en el temor.
Me cansé de buscarte. En busca de la ‘explicación’ que buscaba, encontré alivio en otros brazos, diferentes brazos cada noche, bebidas y excitantes compañías luego de la universidad; era un alivio temporal pero era más real que la oportunidad de volver a encontrarte. Me estaba hundiendo y me habría gustado decirte que no lo hice por aferrarme a tu recuerdo, pero era tu recuerdo el que me arrastraba al fondo… fue un amigo el que me sacó de mi miseria.
La carta que te di,
no supe qué paso
Mi corazón te di
y ahora me siento menor
Entré a una compañía donde el departamento al que apliqué estaba tan hundido como yo. Concentrándome en otros problemas, en problemas que podía resolver, el dolor de tu engaño fue disminuyendo. No estaba del todo bien pero ya no estaba destruyéndome a mí mismo. El departamento Emerald de Marukawa Shoten fue recuperándose, tuvo éxito y ahora tengo un nuevo subordinado. Tonto chico, sigue quejándose que su aplicación era para el departamento de literatura no de manga… pero a eso nadie le interesa. ¿Lo habré visto en algún otro lugar? Se me hace familiar.
No sufro del rencor
más sí del pundonor.
Regresa por favor.
Fue algo que dijo Onodera Ritsu, dijo que de joven solía leer todos los libros de las bibliotecas de sus escuelas. Fue ahí donde un pensamiento me golpeó. Tal vez sea mi desesperada mente la que me está jugando una broma, no puede ser el mismo Ritsu… lo miro con poca discreción, cabello castaño, complexión delgada, piel blanca y… sus ojos verdes… diablos. Esto no puede estar sucediendo.
Ven te doy la razón y pídeme un deseo
Yo sé que no, no es mejor,
no me gana en el temor.
Pero, él no me ha dicho nada. ¿Pretende no recordarme? ¿No quiere mezclar su vida personal con el trabajo ahora que soy su jefe? ¿En verdad todo fue un juego para él? ¿Por qué su apellido es diferente, sus padres también se divorciaron? ¿Cuándo podremos hablar de lo que sucedió? Aun sin desearlo más, si es posible saberlo, quiero escuchar la razón por la que desapareció un día sin decir nada. Sí, quiero escuchar esa explicación, no importa los años que pasaron ni la resignación que el tiempo me trajo, si tengo al causante de todo mi sufrimiento aquí… sí que quero escuchar esa razón.
No es mejor, no es mejor
Pídeme un deseo no,
no es mejor, no es mejor
No te cuida como yo.
Es un completo idiota. Todo este tiempo, las lágrimas, las noches sin dormir y el dolor al respirar… la repentina ausencia… todo fue por un mal entendido. Todo fue porque él pensó que tan solo jugué con él. Todo fue porque no pude más que reír cuando me preguntó lo que éramos… cuando me preguntó si lo amaba. Tantos años de sufrimiento porque el tonto principito no me enfrentó directamente.
Y ahora dice que no me ama. Bueno, eso ya lo veremos.
Fin.