Cena familiar
Llego a su departamento hecho un desastre mental, amaba a su sombra lo suficiente para perdonar casi cualquier cosa, pero debía reconocer que el enterarse de su anterior relación le molestaba demasiado, tal vez por el hecho de que aún son amigos y se hablan con frecuencia. No hizo nada, sólo entró y fue directo a su cama, quería dormir y olvidar, su celular sonó irrumpiendo su sueño, al leer el mensaje esbozo una sonrisa pues era raro que le escribiese algo así.
" Kagami-kun se que Nijimura-sempai suele decir todo de forma directa
te debo una explicación y la tendrás, más no olvides que te amo y soy
muy feliz por haberte encontrado mi luz "
Ahora no podría dormir por pensar en encontrarse con el ojiceleste y pasar tiempo a su lado, escuchando su suave voz, estrechándole en brazos y cubriéndolo de besos. Con ese nuevo pensamiento durmió hasta tarde, siendo despertado con un roce en sus labios.
- Al fin despiertas, llevó horas tratando de hacer que abras los ojos.
- Kuroko que... espera dijiste horas... yo, no, acabas de llegar cierto esa sonrisa te delata.
- Cuando quieres eres muy observador Kagami-kun.
- Tetsuya * Se acercó a su cuello, dando pequeños mordiscos en todo lo largo escuchando los suaves gemidos que salían de boca del menor, llegando a su oreja soplo y le susurro palabras dulces y otras más fuertes que lo hacían sonrojar * - Vamos a dormir un rato más.
- Kaga... Kagami-kun... yo agh debemos mgh irnos.
Deteniendo todo movimiento le miro interrogativo - Adonde se supone que iremos?
- A casa con mis padres, quieren cenar contigo y hablar.
- No se te hace muy rápido, digo ayer hable con tu papi Nijimura y hoy también.
- Lo de Nijimura-sempai fue más una prueba para nosotros, es decir valorar si nuestra relación tiene futuro.
- Debo confesar que varias cosas que dijo me hicieron dudar pero, yo confió en ti y se que por alguna razón no me hablas del pasado y...
- Es sólo que, no creí que te interesara saber, además ahora estoy contigo y me quedaré el tiempo que quieras.
- Te amo y no pienso dejarte ir, te quedaras a mi lado toda la vida.
Sus mejillas se tornaron rojas y la respiración se pausaba en un momento cambio la situación, ambos recostados a lo largo del colchon, en ese pequeño espacio el mundo dejaba de girar y el tiempo se detenía, únicamente existían ellos, dos jóvenes amantes que se profesaban un amor incondicional y duradero, de una y mil formas lo hacían, en un segundo se dieron cuenta que ya estaban en el suelo, completamente exhaustos, el sudor perlaba su piel y el aire poco a poco regresaba a sus pulmones.
- Deberíamos tomar un baño e ir con tus padres.
- Kagami-kun, no creó aguantar hasta que la cena termine, mejor lo dejamos para otro día.
- Aunque me gusta la idea, tu teléfono lleva sonando desde hace rato, apuesto que son ellos preguntando la hora en que llegaremos.
Alcanzó el aparato y efectivamente los mensajes y llamadas de su madre queriendo saber su hora de llegar, con muy pocos ánimos se levantaron caminando directo al baño, su ducha no fue rápida, pues ya entrados en calor los besos y apapachos no se hicieron esperar. Llegaron a casa del peliceleste pasadas las nueve de la noche, con una disculpa y una botella de vino se sentaron a la mesa, donde tuvo lugar las respectivas presentaciones y la cena.
- Kagami-kun, mi hijo nos ha hablado mucho de ti, pero cuentame cuales son tus metas.
- Querido eso es obvió, graduarse y poderse casar con Tetsu.
El pelirojo se quedó sin aire al escuchar a su suegra, a ella no se le escapa ni un detalle y por eso se dio cuenta de su relación.
- Kira, como puedes decir eso, mi niño no se casara hasta que yo muera.
- Eso crees tu, pero querido Yoru te tengo noticias estamos a nada de ser abuelos..
- Pero que estas diciendo mujer, son unos mocosos
- Ni tanto o porque crees que llegaron a esta hora.
La señora Kira sabia donde atacar a su esposo, pero quien estaba peor que asustado era cierto chico pelirojo, el quería que se lo tragase la tierra o el perro ya de último minuto, volteo a ver a su sombra, quien tenía un lindo tono rosita en sus mejillas haciendo le ver más devorable, esto no paso de ser percibido por los padres del menor, jugarían que era la escena en donde el cazador acecha a la presa.
- Lo vez Yoru, el tigre se esta saboreando al conejito * Habló muy divertida por las miradas que ambos jóvenes se tiraban *
- Ya es suficiente, ustedes dos tienen mucho que explicar * Dando un puñetazo en la mesa para llamar la atención de los presentes * - Y bien los escuchó
- Señor Kuroko, mi relación con su hijo es sería, no estoy jugando con el ni nada, es solo que yo ... bueno tal vez ... verá yo ...
- Tranquilo tigre, ya se quieres y no me opongo.
- De ninguna manera, primero terminan sus carreras y ya después traen hijos al mundo * Mantenía su mirada fija en Kagami, apuntó de atravesarlo como si de escopetas se tratasen * - Ahora bien Tetsu que tienes que decir.
- Me gustaría tener hijos con Kagami-kun
Había ocasiones en las que su forma de decir todo tan directo le causaba problemas y en este caso no era la excepción, por el bien del pelirojo se dio por terminada la discusión sobre su futuro, enfocándose en su vida actual, descubriendo que en realidad se amaban mucho más de lo que se ve a simple vista, su niño había encontrado a la persona capaz de dar su vida por el bien del otro. Esperando que se comportasen, los mayores dejaron solos a los chicos, llevando a Nigou de paseo nocturno.
- Por un momento creí que me asesinaría con los cubiertos.
- Kagami-kun tuvo la culpa por verme de esa manera.
- Tu madre tenía razón, quería devorarte ahí mismo * Con cuidado giro su rostro, acercándose hasta que sus labios hicieron contacto, fue un beso sencillo sin segundas intenciones, solo demostrando cuanto amaba tenerlo cerca * - Por ahora me conformaré con esto.
- Estoy de acuerdo, no quiero quedarme sin esposo antes de tiempo.
Continuaron besándose hasta que la puerta se abrió dejando entrar a un lindo perrito y un señor con cara de asesinar al intruso, con una disculpa por interrumpir la señora Kirá jalo a su esposo hacia su habitación con la condición que no hiciesen mucho ruido en la sala que para eso esta el cuarto del menor. En definitiva, no dormirían ni harían ruido, más bien esperarían a estar sólo en la casa de Kagami para amarse como sólo ellos saben.