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EL AMANTE DEL DRAGON ROJO. por Ares

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Notas del capitulo:

bueno aca dejo un capitulo mas no habia podido editar pero aca se los dejo.

Odio, despertar de aquel sueño; de aquella sensación. La luz del alba estaba por entrar en la cueva, le dolía la cabeza. Cosa que encontró extraña, tomo su ropa y se la coloco. Busco a Dracul con sus ojos, pero no había nadie, no había fluido. Se acercó al agua, la toco con sus dedos y esta le quemo como el peor de los fuegos; soltó un grito enorme ante aquella sensación.

 

--¡Eres tonto Vlad! ¡Te dije que no lo hicieras si no estaba yo! Antes no has querido salir de aquí o ya te hubieras “bronceado” un poco.

 

Alucard volteo a verlo, se olvidó del dolor de su mano, cuándo Dracul atrapó su mano para lamerle la parte lacerada. Alucard agacho la cabeza y las lágrimas de sangre brotaron de la nada, al igual que sus palabras.

 

--Te confesare algo. tengo miedo de estar sentí, te quiero cerca; no sé qué me pasa pero te necesito.

 

Dracul termino de lamer la herida, estaba en shock. No por las palabras de Alucard, si no por el éxtasis que le producía su sangre Vlad siempre había sido su sueño, era todo lo que él necesitaba para su vida eterna. Era su niño valiente, su hombre caballeroso, su amante perfecto.

 

--¿Y Hellsing? ¿Qué harás con el Vlad? diste tu palabra y eso cuenta.

 

--¡Entonces ven conmigo! ¡Vamos a Inglaterra! ¡Te gustara!

 

--Sabes, que no iré. Vlad.

 

--¿Y que harás? ¿Quedarte aquí para siempre?

 

--Ya te he dicho las reglas Vlad, no las olvides nunca ¿te quedo claro? Por qué si me vuelves a traicionar, no respondo de mí.

 

--¡Y el que me pidas que cumpla con mi palabra no es traicionarte entonces!

 

--¿Te acostaste con él?

 

--¡No! ¡Claro que no! Se supone que yo no puedo no funcionó sin ti y sin ti no siento.

 

--¿Enserio? porque cuando fornicaste con esas mujeres, me pareció lo contrario Vlad. Lo que sucede es que no té conoces bien Vlad; no así como eres ahora. Solo vez lo superfluo, aun eres un bebé en este terreno. Y por ello tus trucos baratos se desbaratan ante las invenciones de Hellsing.

 

Alucard chillo y grito molesto, golpeo el suelo y el piso retumbó. Dracul no se inmutó en lo más mínimo, sabía que el doctor Hellsing arribaría al anochecer y el deseaba pasar un día más con Vlad, deseaba tenerle entre sus sábanas. Le sujetó entre sus brazos y le ayudó a ir más adentro de la caverna, le cargo como a una novia y Alucard se aferró a él se dejó llevar por esa enorme calidez.

 

Dentro de aquel lugar, había un campo verde lleno de hierbas y plantas hermosas; un pequeño edén. Era el jardín que siempre había deseado compartir con él. Acostó a Vlad en la hierba y después comenzó a desnudarlo de vuelta pero esta vez quito la ropa poco a poco, esta vez los besos eran lentos y pausados su lengua le lamió con gentileza.

Los suspiros de Alucard fueron más existentes para sus oídos, el vampiro le beso apasionado y lleno del más puro amor, tanto que Dracul sintió que se derretía ante aquella boca; después le beso el cuello y Alucard se le fue encima. sujeto el pene de Dracul y lo introdujo en su boca, empezó a lamerle con ternura. Dracul gruño de placer y mientras Vlad estaba en labor con su falo, el acariciaba sus cabellos azabache e intercambiaba miradas intermitentes con él. Después Dracul cambió los papeles; ahora él era quien tenía el falo de Alucard en su interior, el vampiro araño el pasto. La sensación de placer le mataba ¿Que tenía aquella criatura que le hacía sentir esas sensaciones? que no había sentido ni siquiera con la sangre

 

--¡No me dejes! ahhh

 

--Dracul le dejo y después ambos se fusionaron en un beso cadencioso; que a Alucard le pareció que duraría toda la eternidad

 

--Si no vuelves a tus andadas, siempre estaré contigo.

 

--¡Hazlo ya! ¡Te deseo! por favor.

 

--¿Es solo deseo? ¿O que sientes Vlad?

 

Alucard se aferró a él, le abrazo desesperado. Dracul le estrechó entre sus brazos sabía que Vlad sentía amor por él, un amor que ninguno de sus consortes había sentido antes. Pero le gustaba presionarle, le gustaba tenerlo con esa gota de angustia; era su forma de castigarle por abandonarle y engañarle.

 

Dracul se acomodó y acostó a Alucard sobre la hierba, acomodo la punta de su pene en la diminuta entrada; froto ligeramente la zona con la cabeza del pene y después empujo despacio hasta llegar al tope. Alucard se derritió ante aquella sensación. Le sintió en su interior como nunca, el fuego se encendió en su interior y el solo empezó a moverse en círculos.

 

Dracul gruño ante aquella sensación, amaba cuando Vlad se contoneaba para el mordió su cuello y le susurró que le mordiera en el hombro. Alucard obedeció y la sensación le golpeo como el mejor alcohol de uvas. Vlad dejo el hombro de Dracul libre y ambos se besaron llenos de sangre, el beso acido les quemaba como el fuego; un fuego que no querían apagar. Entonces Dracul empujó aún más cadenciosamente con más velocidad y Alucard se contoneo aún más, Dracul soltó un gemido de placer que formo un canon con la voz dé Vlad que le seguía con el ritmo de sus caderas.

 

El sudor se hizo presente en ambos; el falo de Vlad estaba en su punto. Dracul apretó los testículos del joven vampiro y este no pudo contenerse más y se corrió Dracul le dejo unos segundos y después arremetió contra Vlad que sintió un latigazo recorrerle cada parte de su cuerpo; sus nalgas y los músculos se le entumecieron, para después soltar ese grito de placerespasmódico que indicaba su orgasmo. Esta vez el golpe de frío, no fue desagradable; sino satisfactorio dulce, acogedor. Esta vez había gozado aquel golpe de hielo. Ambos se volvieron a besar y se acurrucaron sobre la hierba. Alucard se acomodó sobre los pectorales lechosos de Dracul. Y se puso a dibujar figuritas al azar sobre él. Dracul le sujetó por la cintura esa cintura esbelta y estrecha

 

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--Ya casi estamos arriba Williliam, adelántate y busca a Alucard. Enseguida te alcanzo.

 

--¿Está seguro Sr. Hellsing?

 

--Si, completamente. ¡Vete! ¡Anda!...

 

Williliam se adelantó, vio la entrada de aquella caverna, saco sus hilos mágicos sabía que no podía fiarse; al sol le faltaba poco para ocultarse. Al entrar el hedor le hizo sentir náuseas, olía a pescado muerto y a otras cosas más. Vio el suelo lleno de huesos de animales y de humanos; sintió algo de pena por aquellos desdichados y se preguntó qué clase de criatura le había dado vida a Alucard.

 

--¡Lord Alucard!

 

El joven mayor domo no recibió respuesta alguna. Siguió examinando el lugar vio la fosa de aguas termales, pero no vio a nadie más. Hasta que en una segunda entrada que estaba detrás de la fosa termal, vio a Alucard desmayado o dormido.

 

--¿Lord Alucard?...¡Lord Alucard!

 

El vampiro despertó, vio a William frente a él. Se incorporó sin decir nada y ambos se alejaron de la fosa termal.

 

--¿Y el doctor Hellsing?

 

--Está por llegar, me pidió me adelantara; para buscarte.

 

--Ya veo...

 

--¿Y qué pasó lord Alucard? ¿Se quedó dormido?

 

--Algo así, William.

 

Alucard buscó discretamente con la mirada a Dracul, pero este no estaba por ningún lado; el doctor Hellsing entró en la cueva y se tapó la boca con un pañuelo.

 

--¡Pero qué hedor tan repugnante!

 

--Los años, no pasan solo porque sí. My master

 

--No creo que sean los años Alucard, algo me dice que esa criatura estuvo aquí y estuvo fornicando.

 

Alucard no se movió, no dijo ni una sola palabra sobre aquel tema. Solo vio a su amo moverse entre los huesos buscando indicios de aquello; lo que le extraño era como sabia ese hombre que "había estado haciéndolo con Dracul"

 

--¿Que buscamos Sr. Hellsing?

 

--¡Esperma! William. ¡Fluidos de esa criatura!

 

Alucard soltó una risotada en son de burla, para disfrazar sus nervios. El doctor Hellsing volteo a verlo desconcertado. Después de que el vampiro los dejara casi sordos ambos, con su risa burlona. El doctor obligo a Alucard a ayudarles.

 

--¡Me contrataste para matar guls! ¡No para hacerla de perro!

 

--¡Ya cállate! ¡Y busca algún indicio! Es mas ¿No será que lo viste y lo dejaste ir? ¿Lo viste Alucard?

 

El vampiro siguió con su tarea, ni siquiera presto atención hacia su amo. Y su respuesta fue seca y contundente. El doctor Hellsing suspiro por los "nulos" resultados.

 

--Y entonces ¿Porque estuviste tanto tiempo aquí Alucard?

 

--Lo estaba esperando..

 

--¡A mi! ¡No seas ridículo!

 

--No, my master; a él.

Señaló una cabra que estaba muerta, no tenía mucho Dracul había devorado al animal en su mayoría. Alucard sabía que él tenía más de dos días esperando por el en aquel lugar. El doctor Hellsing se acercó y observo al animal tomo una muestra de sangre.

 

--Así que por eso te encontré dormido. Descasaste en la cueva.

 

--¿Crees que el haya venido a verte cuando dormías?

 

--No sé, tal vez. A diferencia mía, el anda de día y de noche.

 

--¿Recuerdas algo más?

 

--No. solo lo que le conté. No recuerdo nada más y lo que estaba en este lugar ya no está, se llevó todo. no hay nada más que sus desechos. Supongo que tiene poco de haberse marchado puesto que dejo restos de su comida.

 

--Me temo mi querido Alucard, que él es igual a ti. Sabe cuándo estas cerca. Y tal vez nos observa a través de ti.

 

Los tres salieron de la caverna, con la muestra de sangre. Dracul había dejado todo limpio, lo que puso furioso a Alucard, le había abandonado una vez más.

 

Una vez que regresaron al motel, Alucard se puso a velar los sueños de su señor. Mientras observaba la luna a través de la venta; hasta que bajo la mirada y entonces lo vio parado fuera en la nieve, ataviado con un hermoso traje negro; y una capa color vino. Y un sombrero negro. Volteo a ver a Hellsing que dormía profundamente atravesó la venta y bajo hasta donde él estaba.

 

--¡Vas avenir verdad!

 

Alucard le abrazo emocionado y aliviado de verle ahí.

 

--Doctor al final del día ¿No crees? Lo que yo me pregunto es porque no le contaste sobre lo que hicimos.

 

Alucard se separó de él y lo miró estupefacto.

 

--¡Estás loco!

 

--Vlad. No grites, es viejo. No sordo.

 

--No te entiendo, ¿Quieres que él sepa de nosotros? ¿Pero no quieres que te vea?

 

--Vlad usa esa cabeza hueca tuya. ¿Qué hizo cuando entro en nuestra casa?

 

--Buscar espermas...

 

Dracul sonrió divertido, por las caras de mal gusto de Alucard y por el sonrojo de sus mejillas.

 

--Eres hermoso, cuando te sonrojas. Amado mío.

 

--¡No puedo sonrojarme! ¡Estoy muerto!...

 

--Sigues siendo joven y torpe Vlad, bueno ahora sabes por qué no me presento ante él. Además también se llevó una muestra de desechos de comida.

 

--¿Y no crees que ahí pueda encontrar algo?

 

--¡Ah! ahora ya piensas Vlad. No me preocupa, solo encontrara lo mismo que hay en ti. Solo eso, no más. Pero en cuanto a los fluidos esos si no, no hasta que decidamos tener un hijo Vlad.

 

--¿Quieres decir que podemos procrearnos?

 

--Sí, mi pequeño consorte. Pero por ahora, no deseo nada de eso; no estás listo para cuidar un pequeño bebé, aun eres muy inmaduro para algo así. Por ahora te visitare de vez en cuando y más vale que ahora si cumplas con las reglas Vlad no quiero que las olvides o ya sabes las consecuencias.

 

Alucard recibió un último beso de Dracul, quien se dio media vuelta. Camino hasta el bosque, Alucard le vio alejarse. Pero también vio a William seguir a su "amo" por lo que se quedó a la expectativa.

 

--¡Detente!

 

--¿Qué harás William? ¿Amarrarme con tu hilo de coser?

 

El joven se sorprendió de aquella voz suave; pero profunda. Era como el canto de las sirenas, el joven sacudió la cabeza y encaro aquel hombre elegante. Era idéntico a Alucard solo que con cabellos largos hasta el suelo; sujetados con una cinta de seda color vino, ojos carmín que parecían rubís bajo la luz de las lámparas. Facciones finas, hermosas. Pero no dejaba de tener ese aspecto varonil y conquistador.

 

--Tú...eres....

 

--Si soy casi idéntico a Alucard...¿Así le llaman ustedes no? Bonita forma de llamar a un Draculesti, es una grosería pero a él, parece gustarle. Pues entonces a mi puedes decirme Lucard. Se oye bonito ¿No crees William C. Dornez?

 

El joven no espero más y lanzo sus hilos de la muerte, Alucard llego hasta aquel lugar. William había quedado colgado de los arboles; en una forma sugestiva. Mientras Dracul paseaba sus manos cerca de su entrepierna.

 

--¡Qué crees que haces! ¡Déjalo!

 

Dracul torció la mueca y bajo al suelo, dejando suspendido a William con sus propios hilos; que cortaban su carne por el peso de su propio cuerpo.

 

--¡Bájalo ya!

 

Dracul sujeto por el cuello a Alucard; William se sorprendió de como aquel hombre estrellaba contra la nieve al vampiro, como si fuera un humano cualquiera. Y de como este forcejeaba en vano.

 

--¡Acaso te atreves a darme órdenes! ¡Pequeña zorra!

 

--No, ¡Son celos! ¡Y ahora eres tú quien rompe las reglas!

 

Dracul le soltó en el acto, volteo a ver a William y la forma en la que estaba amarrado; comprendió las palabras de su consorte. A quien ayudó a levantar mientras William caía estrepitosamente sobre la nieve.

 

--No, mi pequeño. No. Tú eres el único y así debe ser entre nosotros. ¡Y tu más vale que no me provoques más!

 

--¡Williliam déjame esto a mí! ¡Por favor!

 

--Llévatelo Alucard, no esta noche. Tal vez después.

 

Dracul se elevó hasta perderse en la oscuridad, Alucard levantó a William quien estaba furioso

 

--¡Ese maldito es más fuerte que tú! ¡Es un desgraciado pervertido! ¿Como puedes dejar que te trate así?

 

--Solo es así cuando se molesta, no es tan malo.

 

Por lo menos, no como yo lo soy. Incluso el me reprocha mis acciones, piensa que soy un inmaduro.

 

--¡Tienes que decirle a Hellsing sobre él!

 

--¡No William! ¡No puedo! y te pido que este incidente se lo contemos en el momento correcto al doctor Hellsing. no puedo decir nada de él. ahora...

 

Williliam le miro molesto, pero cambio su semblante enseguida. Alucard lucia más que enojado.

 

--Dame tu palabra que le dirás esto al doctor Hellsing.

 

--Tienes mi palabra.

 

--Una pregunta Alucard ¿Quiénes son los Draculesti?

 

--Es mi familia. Y él es un Draculesti, al igual que yo.

 

--Eso explica el parecido entonces ¿Por qué te llamo zorra? ¿Por qué le dijiste que estabas celoso? si es un antepasado tuyo

 

--No me hagas más preguntas William, sabes que ahora no responderé nada. Date un baño, cámbiate esas ropas. Y descansa.

 

Alucard vio hacia el bosque en la lejanía, para ver si lo veía. No vio nada su corazón se entristeció como nunca antes, se sintió solo abandonado una vez más sabía muy dentro suyo que por aquel incidente, no lo volvería a ver.

Notas finales:

bueno nos leemos en el siguiente 


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