---Kurama---
Ambos íbamos en silencio de regreso.
-Ren….-le dije con la voz quebrada a punto de llorar, me había sacado un susto grande su padre, juraría que iba a golpearme, y bueno sus amenazas no eran para menos
-No vas a terminar conmigo vale?....yo voy a detener todo esto-tomo mi mano con una de las suyas sin dejar de ver al frente-no voy a dejar que te lastimen ni a ti ni a tus hermanos….ni a Mikaru, te lo prometo
-Tu padre me asusta enserio…..Ren yo te…te amo, pero yo voy a estar con mis hermanos sobre todas las cosas yo no quiero que les pase nada, ni a mi hijo
-No pasara nada, te lo prometo
-Ren…
-Si?
-No pelees con Mikaru…él no ha hecho más que ayudarme
-No le he dicho nada malo-sonrió de medio lado-solo lo que veo
-Sabes que es mentira….Mikaru ama a mi hermano
-No debes escuchar conversaciones de adultos-me acaricio la cabeza-ahora vamos a casa necesitas descansar, y no te preocupes, te prometo que el no se acercara a tus hermanos ni a ti…..te amo.
-----Daigo----
Kurama estaba bastante nervioso por lo que había pasado con el padre de Ren y no dejo de estarlo ni cuando este vino por él y se lo llevo, cuando esto paso salí a ver a Mikaru, estaba enojado, bueno era obvio Ren y el nomás no se caían y menos con lo que le acababa de insinuar.
-Mikaru no te enojes-lo tome de la mano
-Ese tipo me cabrea-apretó los puños
-Qué crees que pase?
-Quien sabe, la gente con dinero es peligrosa, y hablo de ambos lados tanto hijo como padre.
-Crees que Kurama lo corte?
-No creo que Ren se deje, es manipulador el soquete ese, conque tu hermano no salga lastimado supongo que todo estará bien-sonreí, por lo regular Mikaru era muy tranquilo, pero solo veía a Ren y el asunto cambiaba y viceversa.
-Tranquilo
-lo siento es que enserio no lo trago, cuando no lo veo empieza a caerme bien con lo que platica Kurama, pero solo aparece y vale madres
-Te ves lindo cuando te enojas-me acerque y lo abrace alzando la cara para que me besara, asi lo hiso.
-Y Sou?
-Viendo pepa la puerca en el cuarto
-Ok….voy a terminar de arreglar mis cosas, ordenen lo que quieran para cenar vale?-asentí, me beso y se fue a la sala para ordenar los papeles que tenía en la mesa.
----Ren----
Ya en casa lo que hice fue tranquilizar a Kurama, seguía bastante alterado por lo que había pasado con mi padre, y en cuanto a mí me comían las ansias por ir a verlo ahora mismo, pero tenía que esperar.
-Ya tranquilízate Kurama….te prometo que todo irá bien, mi padre no te ara nada
-Ren, incluso me ofreció dinero, con ese dinero que rechace puede mandar a que me hagan algo
-No pasara nada te lo repito, ahora cálmate que te hace daño a ti y al pequeño
-Es que tu no entiendes!, yo le prometí a mi mamá que cuidaría de mis hermanos, si a ellos les pasa algo….-lo calle con un beso.
-Confías en mí?-asintió en silencio-entonces no tengas miedo…además, también confías en ese sujeto no?-refiriéndome a Mikaru, de nuevo Kurama asintió-entonces ten por seguro que tus hermanos van a estar bien yo jamás dejaría que te hicieran daño y tú sabes que le tengo cariño a Sou, lo abrace protectoramente-te amo Kurama…..no voy a dejar que te separen de mí, ni mi padre ni nadie.
….
El resto de la tarde transcurrió bastante normal aunque Kurama estaba desanimado, en fin, al día siguiente, me levante temprano, tenía muchas cosas que hacer, pero primero lo más importante, tenía que ir a hacerle una visita a mi puto progenitor, me levante con cuidado, Kurama aun seguía dormido, suspire, se veía increíblemente lindo cuando dormía, era solo mío, no iba a dejar que me lo quitara nadie.
Me di un baño y me vestí para de inmediato dirigirme a la casa principal, para mi desgracia quien me abrió la puerta fue la señora de la casa.
-Esta mi padre?
-No saludas?
-Buenos días Ana, esta mi padre?
-Para que lo quieres, no crees que es muy temprano para que vengas a joder?
-También es mi puta casa aunque no le guste, ahora abrase a la ve…..tch….con permiso-la hice a un lado tenia cara de indignación y de asco como siempre que se dirigía a mí, no quería empezar una discusión larga, además, si, admito que soy malhablado pero es inevitable a veces, como sea, mi padre estaba en la cocina desayunando, no me miro bien.
-Que quieres?
-Oh, sabes bien que quiero!, deja de molestarlo!!!!
-Déjalo y lo are
-Ponle un dedo encima a cualquiera de esos niños y me voy a olvidar de quien eres
-No entiendo, que fue lo que te dio ese crio!, me estas amenazando por una aventura con un chiquillo?
-Ambos sabemos que tú y yo no somos el ejemplo de padre e hijo perfecto, pero llevamos la fiesta en paz, quiero seguir así padre, ese *crio* me importa más de lo que puede importarme cualquiera en esta casa, así que por favor déjanos en paz
-O qué?
-O qué?-pregunte retóricamente-ahora mismo la única persona que me importa es ese chico, si tu o cualquiera se atreven a arrebatármelo, o peor aún, a hacerle cualquier tipo de daño, no van a conocer a tu hijo, van a conocer al hijo de la prostituta que se crio en la calle a base de golpes papá, tú sabes bien con qué tipo de gente me relaciono y no me costaría nada corar algunos favores, aunque seas mi padre, no voy a tentarme el corazón, nadie se mete con mis cosas.
Mi padre se seguía viendo firme, pero sé que muy en el fondo lo hice temblar, siempre me portaba bien, o por lo menos dentro de sus márgenes establecidos para llevar la fiesta en paz, pero él sabía muy bien con qué tipo de gente ando relacionado desde adolecente, y no estaba jugando.