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Buenos amigos por Aphrodita

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CAPITULO 2: “Así no”...
 
 
  Alejados unas cuadras de la enorme mansión, en una calle poco transitada a la espera del taxi que Ikki había reservado, Shun no pudo con su genio y su bondadoso corazón se apiado de su amigo, sin imaginar lo que tenia planeado:
 
--¿No creen que es muy cruel dejar a Hyoga solo?... –Investigó Andrómeda frenando sus pasos.
--¡Que se pudra!... –Si, exclamó el Phoenix, ¿Quién mas?.
--Vamos Shun... –Lo alentó Seiya. –Dijo que tenia mucho para estudiar... –En parte la salida lo había motivado bastante.
  Andrómeda solo realizo un gesto con su mano refiriéndose a: ¡¿Qué carajo tenia que estudiar?!.
--Aquí tenemos que esperar... ¿Verdad Ikki?... –Investigó Shiryu que se había mantenido un tanto silencioso, nervioso por saber que aun quedaba toda la noche por delante.
--Si... –Respondió Ikki sacando una cajetilla de cigarrillos, cajetilla que voló por los aires –¡¿Qué haces!?...
--No me gusta que fumes... –Se enojó el peliverde cruzándose de brazos con una mirada inquisidora.
--Son mis pulmones, no los tuyo...
--No me importa... Si tu fumas, yo también lo haré... –Desafió Shun mientras Shiryu a su lado observaba las luces de un coche acercarse por el camino.
--Y si me tiro de un barranco... ¿También lo harás?... –Exclamó el Phoenix incrédulo al ver la postura retadora de su otouto.
--¡SI!...
--Ahí vienen, chicos... –Seiya consiguió que los hermanos dejasen de lado la dispuesta, el punto final lo dio el Dragón.
--Ya, dejen de pelear... Vamos a pasarla bien... Suban... –Puntualizó el pelilargo y abrió la puerta del coche cuando efectivamente el taxi de ellos frenó.
--¿Ves?... Menos mal que hay un tipo coherente en este grupo... –Espetó Shun refiriéndose por supuesto a Shiryu, quien no supo como reaccionar al halago y al cumplido, y eso seria solo el principio, pues Andrómeda siempre vio las mejores cualidades en su querido amigo Dragón, y no había nada de malo en reconocerlo.
 
  En el taxi, Ikki se subió adelante junto al chofer dando las indicaciones de dejarlos en la ciudad. Atrás, los otros tres se habían encimado, quedando Shun en el medio, mientras que Seiya perdió su mirada por la autopista Shiryu no pudo desprender sus ojos de un sonriente Andrómeda, de vez en cuando giraba su cabeza de forma poco sutil para disimular que observaba por la ventanilla, pero en mas de una ocasión el Dragón se puso en evidencia cuando no tuvo tiempo de apartar su embelesada mirada.
  Media hora de viaje y llegaron a la dichosa ciudad, pagaron y se bajaron del coche, lo primero que vieron fue el gran cartel del cine, que se les hizo muy sugestivo, a pesar de la queja del Pegasus, quien quiso ir a comer algo primero, ingresaron a la sala para ver una película bastante cómica. Recién en ese momento el Phoenix se arrepintió de la elección, así nunca podrían hablar aquellos dos, no en una sala de cine entretenidos con una película. En dicho lugar el peliverde dejo que su pelilargo amigo se sentase primero y rápidamente se sentó a su lado, el corazón de Shiryu brincó en ese momento, pero dejo de hacerlo cuando notó que Shun solo lo había hecho para que el morocho y el peliazul se sentaran juntos.
  Terminaron de ver la película y a la salida la decisión fue unánime, irían a comer al primer Fast Food que encontrasen cerca y así fue, en esta ocasión Andrómeda tuvo un comportamiento similar que en el cine, dejó que el Dragón se sentara junto a la ventana y se sentó rápidamente a su lado, obligando que frente a ellos se sentasen Ikki y Seiya muy apretados... Comieron algo nerviosos, cada uno con sus motivos, el Phoenix temiendo que todo salga mal o al revés, el pelilargo sintiendo lo mismo, el Pegasus por la pareja que le había tocado, y el peliverde ansioso por emparejar a esos dos.
  A pesar de ello se las ingeniaron para mantener un buen dialogo, pero el peliazul supo que algo debía hacer cuanto antes para lograr la tan ansiada soledad de parejas:
 
--Hey... Que les parece si no vamos un rato a caminar por ahí...
--Me parece genial, para bajar la comida... –Asintió Shiryu conforme con las palabras de Ikki.
--Después vamos al Karaoke... –Propuso Shun.
--Yo quiero comer helado... –Expresó Seiya.
--Ya comerás ponny... Vamos a caminar... –Lo censuró el Phoenix y tomándolo de un brazo lo arrastró hasta la puerta lo suficientemente alejados de Andrómeda y el Dragón quienes estaban entretenidos colocándose sus abrigos, para así poder susurrarle: –Quédate a mi lado y no te despegues...
 
  “Quédate a mi lado” Desde ya, pensó el Pegasus. Comprendió la petición del peliazul y así lo hizo, permaneció junto a él, codo a codo, caminando mas adelantados que los otros dos. Ikki guió junto al morocho y a los otros dos rezagados, llevándolos bastante apartados de la vista de los jóvenes que iban de un lado al otro en la luminosa ciudad.
  El Phoenix llevó sus pies rumbo al gigantesco pino que en Navidad adornaban con guirnaldas y otras chucherías, en Navidad ese árbol rodeado de un cantero se llenaba de gente, pero en esa época estaba desolado y vacío, que alegría le dio al peliazul descubrir que así era.
  Un poco mas apartados de los ojos curiosos de la gente, Ikki se animó a mas, y sin tapujos intentó tomarle la mano a Seiya quien se negó asustado. El Pegasus volteó su vista atrás, en búsqueda de las esmeraldas de su querido amigo, en búsqueda de consuelo, como pidiendo ayuda. Aquello no paso desapercibido para la pareja, tanto Shun como Shiryu rompieron a reír, y sin saber lo que hacia, Andrómeda tuvo un gesto que desconcertó al Dragón... Le tomó sutilmente la mano, atrapándola entre sus finos dedos de porcelana.
 
 
wwwwww
 
 

  Mientras tanto, en la Mansión Hyoga escuchó el timbre sonar y bajó como un condenado las escaleras, vestido con un jean clásico gastado y una camiseta blanca, abrió la puerta dejando pasar a una rubia:

 
--Flare... Estas bellísima... –Reconoció el Cisne.
 
  Y era cierto, la rubia, con su abundante cabellera enrulada y de un color dorado, se encontraba frente a él con una sonrisa y un vestido corto y ajustado de color blanco que le sentaba muy bien a su esbelta figura, acentuando sus curvas. Luego de la invitación, la muchacha ingreso estrechando al hombre con un abrazo seguido de un sonoro beso. Había ido de visita a Japón, o mejor dicho de visita a ver a ese rubio que le había robado la poca inocencia que le quedaba, haciéndole perder la cabeza.
 
 
eeeeee
 
  Un rubor cubrió las mejillas del pelilargo y aunque comprendió que el peliverde solo hizo aquello para darle confianza al Pegasus, se sintió estupendamente bien, aunque ese cosquilleo en su estomago comenzaba a hacerlo sentir contradictoriamente mal.
 
--¿Te sientes bien Shiryu?... –Inquirió Shun un tanto preocupado, el aludido solo asintió con torpeza –Estas muy callado...
--Es que... No tengo nada interesante para decir... –Con un dejo de estupidez, Shiryu dijo lo primero que le vino a la mente.
--¿Te aburro?...
--¡Para nada!...  ¿Cómo me voy a aburrir contigo?...
--Míralos... –Se distrajo Andrómeda observando al otro par que peleaban, peleaban por que Ikki le exigía a Seiya que le diese la mano y este se negaba rotundamente. –Nunca cambian...
--Mejor así... Son únicos... –Susurró el Dragón aclarando un poco su voz.
  El peliverde clavó sus bellos ojos sobre el rostro de su amigo y esbozo una cálida sonrisa, sonrisa motivada por sus dulces y sinceras palabras.
--Se ven bien juntos...
--Es una pareja rara... –El pelilargo lanzó una carcajada sutil que embelleció aun mas su rostro.
--¿Y nosotros?... ¿No lo somos?... –Preguntó Andrómeda divertido por la situación, sin soltar la mano de su compañero.
  Shiryu trago saliva con dificultad y bajó su vista a aquella mano que aferra la suya con calidez, que debido a los nervios comenzaba a transpirar.
--Lo siento... –Se disculpó el peliverde soltando dicha mano.
--No me molesta... –Tranquilizó el Dragón con rapidez sintiendo un vacío en su corazón, tan lindo que se sentía tenerle la mano a Shun y esa maravillosa situación se había esfumado de golpe, de una manera casi cruel.
--Entonces... –Susurró Andrómeda y volvió a tomar la mano de su amigo –Descansemos un poco en estos bancos... –Señaló uno debajo de un gran roble... A lo lejos, los otros dos, seguían peleando hasta que finalmente también se sentaron en unos bancos.
 
  El peliverde no cortó nunca aquel contacto de mano, y el pelilargo se lo agradeció profundamente. Pasaron varias minutos e inevitablemente, en esos minutos no quedo otra opción mas que la de hablar para pasar el tiempo... Shun siempre lo vio a Shiryu como un hombre recto, justo y equilibrado, un hombre con todas las letras, con la cabeza bien puesta, con planes, proyectos, y un futuro brillante por delante, con una inteligencia única muy propia de él, y ahora no solo lo veía así, sino que también extremadamente dulce y tímido... Y aun mas sorprendente, endiabladamente divertido y muy conversador... Era alguien con quien nunca uno se quedaba sin tema de conversación.
  En la otra punta, mas alejados de Shiryu y Shun; sentados ahora en el cantero bajo el pino, Ikki se enojo con Seiya nuevamente por su constante negación ¡Tan difícil era darle la mano! ¡Con un carajo!:
 
--¡Ya ponny!... Me darás la mano...
--¡Pero no quiero!... –Se negó nuevamente el Pegasus como cual niño.
--¡Me la darás igual!... –Y sin contemplaciones, el Phoenix le tomó la mano al menor.
 
  El corazón del morocho por poco mas se sale de lugar, recordó aquella pelea contra Pharao y encontró la situación muy similar a ese combate.
  Pasado unos escasos segundos el peliazul espetó con una hermosa y desconocida sonrisa, desconocida por lo menos para Seiya:
 
--¿Ves?... No era tan terrible darle la mano a un hombre...
--Por suerte no hay nadie... –Expresó el Pegasus mirando hacia todos lados como un desquiciado.
--Espera a que te agarre el trasero...
 
  El morocho, al escuchar semejantes palabras obscenas por parte de ese hombre, sintió que el alma se le fue del cuerpo al igual que su corazón anteriormente, giró su vista para posar sus avellanas abiertas de par en par, en un divertido Ikki, que jocoso le dijo:
 
--Era broma, ponny despotricado...
--Ah... –Se desilusionó el pequeño.
--¿Vamos? Te llevare a comer ese dichoso helado antes de que te pongas mas caprichoso...
  “Te llevare a comer” Seiya no supo porque, pero aquella frase fue muy tierna, o así le pareció, sobre todo viniendo del Phoenix.
--Gracias... –Susurró el Pegasus algo sonrojado por sus propios pensamientos.
--Es lo mínimo que puedo hacer... Hasta ahora me has ayudado en todo esto...
 
  Sin mas que decir y sin soltar la mano del morocho, prácticamente lo arrastró por el pasto hasta llegar a donde estaba la otra pareja, sorprendido y alegre de verlos tomados de la mano, y no solo eso... Con mas confianza Shiryu acariciaba la mano de Shun, que se encontraba sobre la suya, entrelazadas, sin dejar de conversar animadamente.
 
--Hey... –Llamó el peliazul a aquellos dos que estaban en su mundo, recién ahí soltó la mano de Seiya para tristeza del mismo.
 
  Rápidamente, al ver de quien se trataba con algo de temor, el Dragón deshizo el agarre de manos, pero una sonrisa tranquilizadora por parte de Ikki le alejó todos los temores. Shun se puso de pie al igual que el pelilargo y en un circulo combinaron ir a tomar un helado y luego al Karaoke.
  Llegaron frente a un puesto y compraron el condenado helado, el Phoenix no pudo evitar sonreír al ver la cara de felicidad que portaba Seiya con su helado de chocolate finalmente en su poder. Shiryu pagó el helado de Andrómeda quien se sonrojo por el gesto pero que igualmente agradeció sin ser descortés rechazando dicho acto.
  Nuevamente buscaron un lugar en donde sentarse y a pesar de que lo hicieron los cuatro juntos, bajo un enorme cartel de propaganda, ya habían entrado en el juego y cada pareja siguió en lo suyo ignorando a la otra, con mas confianza y mas sueltos... Aunque lo del peliazul y el Pegasus no se pudo llamar precisamente un dialogo, era mas lo que discutían que otra cosa, pero todo varió en un segundo, cuando al tonto del morocho se le cayo un poco de helado manchando, afortunadamente, parte de su negro pantalón, afortunadamente que era negro y disimulaba la mancha:
 
--¡Mira lo que haces!... –Se quejó Ikki como cual padre y sacó de su campera un pañuelo de papel para luego limpiar con devoción la pierna de su compañero.
 
  Notó algo raro en Seiya cuando sus piernas comenzaron a temblar. El Phoenix friccionó aquella zona, tan cerca, tan próxima al miembro de su amigo sin sospechar lo que produjo en él... El peliazul dejó de lado ese trato recién cuando notó un movimiento brusco en la entrepierna del menor, y con disimulo pronunció:
 
--Ya esta un poco mas limpio...
--Si... –Apenas se entendió lo que quiso decir Seiya, juntó sus piernas como si así pudiese ocultar su tenue erección que pasó desapercibida para el resto gracias a su abultado pantalón.
 
  Muy cerca de ellos, a su costado Shiryu mantuvo un dialogo fluido con el pequeño Shun, ajenos a todo y a todos, encerrados en ese mundo que habían creado para los dos, se vieron interrumpidos cuando un pálido Ikki se puso de pie proponiendo ir al Karaoke.
  Ya en el Karaoke el ambiente era distinto, una luz tenue cubría el lugar y el humo de cigarro era espeso, muy denso... Unos asientos con una pequeña mesa se encontraba libre y allí se dirigió el grupo de amigos... A lo lejos en el escenario, un hombre borracho cantaba una canción, aparentemente alguna de Queen, aunque fue difícil adivinarlo... La mesera se acerco a los clientes recién llegados y ofreció la carta de tragos... Ikki fue el primero y el mas rápido en pedir, luego lo siguió Shiryu con algo de duda, Seiya pidió lo mismo que el Phoenix, y Shun busco la aprobación de su niisan que llego con un asentimiento de cabeza, entonces pidió lo mismo que el Dragón.
  Los tragos hicieron su parte, poco a poco el calor empezó a inundarlos y completamente liberados Ikki propuso algo un tanto descabellado, motivado por el ambiente, el trago y lo sucedido afuera con el Pegasus:
 
--Vayamos al salón VIP...
--Niisan... –Pronunció el peliverde y una sonrisa de comprensión surcó sus labios.
--Vamos... –Aprobó Shiryu mas desinhibido.
--¿Qué es el salón VIP?... –Preguntó el morocho con inocencia.
--Ya lo veras... –Respondió el Phoenix y se puso de pie.
 
  Todos siguieron al peliazul hasta aquel salón, en donde unos boxers permitían a las parejas quedar a solas sentados en un inmenso sillón. Recién ahí, cuando escuchó jadeos y gemidos característico del gozo, Seiya comprendió que era el Salón VIP... Y cuando lo hizo no pudo evitar sonrojarse y temblar de pie a cabeza, sin darle tiempo a objetar nada, el peliazul lo tomó de la mano y se lo llevó a un boxer vacío.
 
 
rrrrrr
 
 

  La Mansión Kido se vio fuertemente inundada por gemidos escandalosos y palabras muy obscenas... No terminaron de comer la Pizza que ya en el sillón, los dos amantes se encontraban desnudos volviendo a la carga.

 
--¿Estas seguro que no volverán pronto?... –Investigó Flare un poco asustada sin dejar de mover sus caderas.
--Tranquila... Tu sigue que ya acabo... –Gimió Hyoga.
 
  En ese momento, lo que menos le importaba al Cisne era que el mismísimo Zeus, Saori, o el Patriarca apareciese en la Mansión, por nada del mundo saldría de aquella calurosa cavidad que envolvió con pasión su gran pedazo, salvo... Si claro, tuvo que salir cuando su semen amenazo con desbordarse por completo dentro de Flare, con un hábil movimiento quito su miembro palpitante largando su néctar que salió sin mas dando a parar sobre las nalgas de su amante.
 
 
tttttt
 
 
  Al lado de boxer de Ikki y Seiya, en uno mas pequeño y menos escondido, se encontraban sentados el Dragón y Shun, algo nerviosos por la extraña situación, por tener que estar allí, en un ambiente cargado de erotismo y perversión.
 
--¿Quieres salir de aquí?... –Investigó el pelilargo al ver el porte incomodo de su amigo.
--No, estoy bien... –Respondió Andrómeda alcanzando con su brazo su nuevo trago.
--No debes tomar tanto, sino estas acostumbrado...
--Lo se... –Reconoció Andrómeda –¿Me dejas probar del tuyo?...
--Si... Pero debes saber que no es bueno que mezcles... –Reprocho Shiryu observando como si compañero se bajaba casi de un sorbo el vaso lleno.
--Dime Shiryu... ¿Por qué nunca te vemos con chicas?... –El alcohol le había dado una falsa seguridad al menor.
--Pues... Porque no me gustan las mujeres... –Confesó el Dragón también un poco mas seguro. --¿A ti?... –Preguntó con perspicacia.
--Si... –Respondió Andrómeda consiguiendo que el mundo del pelilargo se hiciese trizas por completo.
--Yo... Yo creí... –Balbuceó Shiryu acongojado –Que bueno... Te gustaba Hyoga...
--Y así es... –Volvió a reconocer el peliverde, y al ver el desconcierto en el otro, se apuro a aclarar –Me gustan por igual...
--Ah... Yo pense...
--Pero de todos modos... Hyoga jamas me vera con otros ojos... –Se lamentó Shun sin demostrar demasiada tristeza al respecto.
--¿Y eso? ¿Te pone... Mal?... –El Dragón buscó saber cuan comprometidos estaban los sentimientos de su amigo, pero para alegría de él, Shun respondió:
--No, para nada... No es el único hombre en la tierra... –Andrómeda le dio otro sorbo a su vaso.
--Y tu... ¿Ya has estado con algún hombre?... –Siguió investigando Shiryu
 Con una picara sonrisa en sus labios, el peliverde arqueó sus cejas y asintió.
--Waou... Que sorpresa... –Dijo el pelilargo arqueando sus cejas fugazmente.
  En ese momento, se produjo un silencio que se vio violentamente interrumpido por un gemido estrepitoso demasiado familiar, Shun no pudo evitar decir:
--Aparentemente la están pasando bien...
--Así parece... –Concordó Shiryu echándose a reír, extraña pareja que hacían aquellos dos.
--Y tu Shiryu... ¿Has estado con algún hombre?... –Andrómeda desvió el tema nuevamente.
--Pues... No... Aun no, es que...
--Te da miedo, tanto como curiosidad... –Completó el peliverde reconociendo ese sentimiento.

--¡Exactamente!... –Se alegró el Dragón al ver que lo comprendían.

--¿Y te gusta alguien?...
  En ese momento, el pelilargo se quedó profundamente pensativo, clavó sus pupilas negras y profundas en las esmeraldas de Shun, y una triste sonrisa curvo sus labios.
--Si... –Susurró Shiryu con melancolía.
 Nuevamente, otro gemido estrepitoso llegó a los oídos de los amigos, consiguiendo nuevas carcajadas por la extraña situación.
--Al final todo salió bien ¿No?... –Dijo Andrómeda sorpresivamente dándole otro sorbo a su vaso y terminándolo.
--¿A que te refieres?... –El Dragón sintió un terrible malestar general.
--A todo esto... A todo este circo que montó mi niisan... –Una sonrisa se instaló en el rostro blanco y perfecto del peliverde. –No soy idiota... Y conozco lo suficiente a Ikki... Jamas sintió algo por Seiya, fue puro teatro, y déjame decirte algo mas Shiryu... Me alegro de que las cosas hallan salido bien para él... Pero esto esta mal, jugar así, con los sentimientos...
--Shun... –Surgió de la boca del pelilargo quien sintió morir con las palabras de su amigo ¡Lo supo! ¡Siempre supo que algo saldría terriblemente mal!. –No te enojes con tu niisan...
--Ahora... Lo que no entiendo es... Que si se dio cuenta, así como TU, que eres su mejor amigo... –Dijo Shun con algo de reproche hacia quien le hacia compañía --De que a mi me gustaban los hombres... Por que demonios no fue sincero conmigo desde un principio...
--No te enojes con Ikki... No lo hizo por maldad... Si, el siempre supo que tu... Bueno, que sentías algo por Hyoga...
--¡Me enojo! Si me enojo, porque no es justo para ti pasar por todo esto... –Explotó Andrómeda tranquilizando en parte a su amigo --¡Si quiere buscarme pareja! ¡Si quiere alejarme de Hyoga, porque se que no le agrada, esta no es la manera!... No así...
--Shun... Espera, no te vayas... –Shiryu evitó que su compañero se marchase tomándolo por los brazos –Déjame explicarte... Tienes razón, esto fue desde un principio una gran estupidez...
  Un nuevo gemido escandaloso los descolocó, pero el Dragón sin desconcentrarse no dejo de lado su mirada entristecida.
--Te pido perdón... Yo siempre supe de todo esto y aunque me pareció una estupidez no hice nada para evitarlo...
--¿Tu sabias que mi niisan?... –Se desconcertó el peliverde.
 
  Adivino que lo de su niisan eran puras patrañas, le costó adivinarlo al principio, pero con el correr de la noche con el trato hacia Seiya poco sutil, logro comprenderlo, y creyó que todo lo hizo para alejarlo de Hyoga, lo que nunca imaginó fue que el pelilargo estuviese enterado y aun peor de acuerdo ¿Qué estaba pasando allí?.
 
--Eso es lo que intento explicarte Shun... –Una lagrima se escurrió por la mejilla de Shiryu, lagrima que no pudo evitar.
--Shi... ryu... –Pronunció Shun comenzando a comprender un poco mejor.
--Yo... –Intentó hablar el Dragón controlando en parte esa angustia que comenzaba a nacer en lo mas profundo de su ser con una fuerza desgarradora--Se lo que Hyoga significa en tu vida... O creo saberlo... Siempre buscas la manera de agradarle y de llamarle la atención... –Consiguiendo frenar sus lagrimas guardó compostura para seguir hablando--No busco lastimarte ni distanciarte de nadie... Yo, solo quiero ser feliz, pero no puedo...
--Tranquilízate... –Pidió Andrómeda acongojado por el estado de su amigo y se abrazó a su cintura.
--Yo te amo Shun... Realmente te amo y eres el único hombre... El único ser humano que ha despertado en mi este extraño y doloroso sentimientos... –Los brazos del pelilargo rodearon la espalda del menor.
 
  Se produjo unos minutos de tortuoso silencio, tortuoso para Shiryu ya que a pesar de sentirse muy a gusto con el pequeño peliverde entre sus brazos, no saber que rumbo tomaría su amistad, aquel desconcierto en su cabeza, lo desconsoló de sobre manera.
 
--Shun... Te pido disculpas... –El Dragón aparto un poco a su amigo para mirarlo a los ojos, con una cálida sonrisa en su rostro y mas calmo –Te pido perdón, por dejar que tu niisan lleve a cabo esta locura, te pido perdón por sentir lo que siento hacia ti... Te pido perdón por...
 
  Pero el pelilargo no pudo seguir, uno labios sonrosados, cálidos, abrazadores, aterciopelados se lo impidieron. Shun cerró sus ojos y besó la boca de su amigo... Analizó en esos minutos abrazado a su cintura, la situación y pensó ¿Por qué no? ¿Por qué no darle una oportunidad a aquel que lo cuido casi con el mismo amor que siempre le tuvo su niisan? Aquel, que cuando Ikki partía hacia rumbos desconocidos, le dejaba bajo su cuidado su persona, pidiéndole a Shiryu, su mejor amigo, que cuidase a Andrómeda, como el mismo Ikki lo cuidaría. ¿Por qué no? Si era una persona con un gran corazón, con un futuro brillante por delante, y muy apuesto... El pelilargo, lejos era un ser frío e hiriente, como lo era su Cisne, quien jamas le daría ni siquiera la hora.
 
--Shun... –Susurro Shiryu cuando sus labios se vieron tristemente liberados.
--Dame tiempo... No tomara mas que un par de horas enamorarme de ti... –Pidió el peliverde con una nueva sonrisa renovada colgándose del cuello de su amor.
--Todo el tiempo del mundo, mi pequeño... –Ahora si, Shiryu sintió que su corazón se desbordaba por tanta felicidad.
 
  El Dragón estrechó la fina cintura de Shun juntando sus cuerpos, sus labios pegados como imán iban reconociendo la boca del otro, ajena, extraña, pero que poco a poco comenzaba a serles familiar, endiabladamente vicioso.
  El pelilargo se perdió en aquella dulce boca, dulce por el trago sin alcohol que habían pedido los dos... Si, sin alcohol, un trago frutal... Pues a Shiryu no le gustaba el alcohol: Lo que hace la sugestión en las personas ¿No?.
  Sin darse cuenta del tiempo y del lugar, el Dragón cayó sobre el pequeño cuerpo de Andrómeda, cuya espalda reposaba cómodamente en el amplio sillón... Por reflejo, el peliverde abrió sus piernas, sintiendo entre ellas su propia erección chocar contra la de su hombre, unos gemidos se escaparon de sus labios, hasta que el pelilargo habló quebrando el clima.
 
--Espera...
--¿Qué sucede?... –Investigó Shun un poco desilusionado por el alejamiento del otro.
--No así... No aquí... No quiero hacerte el amor en este antro... No será así...
 
  Una sonrisa tierna y emocionada surcó los labios de Andrómeda, su alma lloró de felicidad al ver que aquel hombre, enfrente de él, observándolo con amor, lo valoraba mucho mas de lo que quizás mereció. Y le pareció único que alguien lo cuidase de aquella cálida y comprometida forma, porque no pudo negar la creciente excitación en sus cuerpos.
  Nuevamente se contentaron con abrazarse y besarse, enredar sus lenguas y su cuerpo... Sus sentimientos aun latentes, sentimientos viejos de cariño y fraternidad que se mezclaban con los nuevos, de un amor puro y desinteresado.
 
--¡Hey! ¡Renacuajo! ¡Quita tus sucias manos de mi otouto!...
 
  Shiryu no necesitó escuchar nada mas, para levantarse como tiro de aquel sillón, y salir de encima de Shun, cuando volteó, con el rostro lleno de temor se encontró con la sonrisa diabólica de quien era su mejor amigo.
 
--Ikki... No me asustes así... –Rogó el Dragón pálido, Andrómeda en igual estado se puso de pie rápidamente.
--¿Vamos?... –Preguntó un sonriente Seiya agradeciéndole profundamente a la mancha de helado en su pantalón... ¡Ju!... Si, el Phoenix intentó limpiarlo de nuevo con consecuencias muy agradables para ambos.
 
  El peliazul vio conforme los resultados de su plan, sin imaginar el regaño que recibiría de su otouto una vez a solas con él. El peliverde no iba a dejar pasar semejante atrevimiento e intromisión en su vida, aunque... Para que negar que Ikki siempre hizo lo mismo y aparentemente nunca dejaría de hacerlo.
  Cuándo llegaron a la Mansión Hyoga estaba leyendo una revista sentado en el sillón con cara de feliz cumpleaños, preguntó como lo habían pasado recibiendo como respuesta cuatro sonrisas de satisfacción... Se extrañaron al verlo aun despierto, eran mas de las siete de la mañana ¿Hasta tan tarde había estado estudiando anatomía?.
  Shiryu subió las escaleras rumbo a su cuarto manteniendo su postura de no forzar las cosas con Shun, ya que el pequeño era mucho mas que una simple y apasionada encamada.
  El Dragón no solo tuvo como cuñado a su mejor amigo, sino aun mas importante, a consecuencia de ser cuñado precisamente n_n El preciado e invaluable cariño del pequeño Andrómeda... Ya no mas soledad, ya no mas tristeza, de ahora en mas el camino lo recorrerían juntos y el Dragón tendría a alguien que se preocupase por el y lo celase.
  El peliverde se acostó en su cama muerto de sueño y se quedó profundamente dormido con una agradable sonrisa, seguro de soñar con su adorable pelilargo... Por fin alguien que lo valoraba mas que un pedazo de carne. Sin saberlo, había cumplido con sus palabras, palabras dichas en el Salón Vip, ya que no le llevó mas de dos horas enamorarse perdidamente de Shiryu.
  Seiya se dio una ducha rápida y con sigilo se escabulló en el cuarto de Ikki... Es que ahora se había manchado con pasta dental en la ropa interior XD.
 
 
yyy FIN yyy
 
 

  Si, lo sé, me fui por las ramas con el Ikki x Seiya, no lo pude evitar, ¿Este fue a la inversa de “No hay mal que por bien no venga”? Digo, en ese, Seiya tiene el plan n_n... Se también que falto el Lemon, pero no lo vi necesario y quise dejarlo así, me pareció mas acorde a como iba la historia. Espero sus comentarios.

  ¡Oliver! ¡Llegue tarde! ¡Muy tarde a la convocatoria! *_* Lo se, siempre me pasa lo mismo, pero al fin aquí esta y lo publicare en tu foro n_n.
 
 
  Rosas! Nos vemos con la continuación de “¿Que he hecho yo para merecer esto?” ¿Se vendrá nomás el Lemon entre Ikki y Shaka? 0_0
  ¡Ju! Nuevamente les consulto antes de irme... Explico nuevamente... Ando con ganas de hacer un fan fic Hetero, y quería consultarle con cual de estas cinco chicas le gustaría que escribiese:
 
 
Shunrei
Miho
Flare
Seika
Esmeralda
 
 
  Mas o menos tengo con quien emparejarlas, solo quería consultarles eso, ahora si me voy... Si no nos vemos con la continuación de “Que he hecho...” Nos vemos con un fic Hetero.
 
 
  29/06/2006 09:12 a.m. Argentina.
 
 
  exclamaciondeathena@hotmail.com
  kurumadasama@gmail.com

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