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El arte del amor por Kouichi_RedSun

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Notas del capitulo:

¡Hola! Aquí estoy nuevamente, para presentarles este nuevo capítulo, originalmente la idea era presentar el cumpleaños de este personaje en un solo capítulo, pero se estaba extendiendo demasiado y lo tuve que seccionar en dos o quizá tres partes.

 

Sin más cháchara inútil que agregar, los dejo leer.

—Era viernes, ya habían pasado algunas semanas sin mayores preocupaciones, los chicos estaban felices, puesto que tenían dos días para ellos nuevamente, faltaba una hora para la salida, la cual era la hora de matemáticas y como ya era costumbre, Ryo estaba dormido, Takato dibujaba en su cuaderno, Henry hacía los ejercicios que dejaba la profesora, e Iván luchaba porque su cabeza no explote por tantos números y ecuaciones.

 

—Sr. Akiyama, supongo que usted debe ser un experto en este tema, así que creo que no le importará calcular los límites de esta ecuación— dijo la profesora golpeando la banca de Ryo con su regla, haciendo que el castaño despertase forma abrupta.

 

— ¡¿Ah?! ¿Qué? Ah… B-Buenos días— atinó a decir el castaño mirando avergonzado a la profesora, quien negó con la cabeza y señaló el pizarrón con su regla.

 

—Pase al pizarrón— dijo secamente mientras el castaño, a regañadientes, se levantaba de su asiento para empezar a ver ese conjunto números, letras y de más cosas extrañas que no entendía.

 

Ryo, disimulando su desespero, miraba hacia sus compañeros, en busca de auxilio, y muy grata fue su sorpresa cuando disimuladamente, Henry levantó su cuaderno, con la respuesta escrita en esta, tratando de contener su sonrisa, Ryo empezó a copiar disimuladamente la respuesta hasta finalmente, terminar de contestar aquella ecuación, dejando a la profesora un tanto sorprendida —Nada mal, señor Akiyama, no quiero volverlo a ver dormido en clase, pase a su asiento— dijo la mujer, que ya era una persona de al menos 60 años, justo cuando Ryo caminaba a su asiento, sonó el timbre de salida, lo cual, provocó que todos guardasen sus cosas como alma que llevaba el diablo, y salieran casi como una estampida humana.

 

La mayoría de los chicos iban rumbo al estacionamiento, pues estos llevaban sus vehículos, entre automóviles, motocicletas, scooters, etc. Ryo e Iván caminaban tranquilamente al auto del joven de anteojos, sacando las llaves de su auto, un Honda Civic SI coupe de 2011, el cual, tenía algunas mejoras en motor, y tenía caja manual, justo como a Iván le gustaba, una vez dentro del auto, Ryo suspiró en el asiento del copiloto —Agh… Maldita anciana— dijo Ryo aún molesto por el mal rato que había pasado.

 

—Bueno, te evitarías esos problemas si prestaras un poco de atención en clase, o al menos, fingieras prestar atención— dijo el jovencito de anteojos poniendo su mochila en los asientos traseros del auto —Además, Ryo, estamos a menos de un año de ir a la universidad, debes empezar a ser más responsable— dijo el azabache mirando al mayor.

 

—Vamos, incluso tu sabes que esa clase es muy aburrida— dijo el oji azul poniéndose el cinturón de seguridad, mientras Iván encendía el motor del auto, negando un poco con la cabeza.

 

—Solo digo que debes pensar más en tus estudios— dijo el azabache mientras se giraba a besar los labios del mayor con cariño, arrancó el auto y justo cuando iba al centro del estacionamiento, una motocicleta se puso junto al Civic, eran Touya y Kyouhei, Touya manejando y Kyouhei abrazado al contrario con una sonrisa que se podía ver, pues su casco no le cubría la cara.

 

—Hey, chicos— llamó Black la atención de los dos sujetos golpeando suavemente la ventanilla del auto, Iván bajó el cristal y sonrió.

 

— ¿Qué pasa, Touya? — dijo el joven de anteojos con una sonrisa dibujada en su rostro, mientras Ryo se asomaba ligeramente.

 

—Chicos, mañana es el cumpleaños de Lack-two, y queríamos invitarlos, será en mi casa, ya que mis padres no están, no le veo problema— dijo Touya con una divertida sonrisa.

 

— ¡Claro que iremos, suena muy divertido! — dijo Ryo con una sonrisa de oreja a oreja, asomándose por la ventanilla del piloto, obviamente, tuvo que apoyarse sobre Iván, poniendo su mano sobre la entrepierna del joven de anteojos, que contuvo el respingo que iba a hacer por la acción del mayor.

 

— ¡Vale, los esperamos mañana entonces! — dijo el jovencito mientras Touya, nada más su novio terminase esa frase, arrancó.

 

—R-Ryo… Tu mano— se escuchó la vocecilla de Iván, quien ahora tenía la cara de un divertido tono rojizo en las mejillas especialmente.

 

—Jaja, te ves adorable— dijo Ryo riendo a carcajadas, hasta que estas se vieron interrumpidas por un golpe en la cabeza, propinado por su novio.

 

—Idiota— dijo Iván un poco fastidiado y poniendo nuevamente en marcha el auto, soltando un suspiro —Ya te he dicho que mi pene no es un juguete— dijo el menor mientras salían del estacionamiento de la escuela, rumbo a su casa.

 

—Pero tu pene sí parece de juguete, es tan pequeño que… ¡Agh! — La frase no pudo ser completada debido a que Iván no dudo en darle un fuerte derechazo a la mandíbula del castaño, mientras gruñía un tanto molesto.

 

—Pequeña tu puta madre— contestó el joven de anteojos mientras miraba molesto y sonrojado al mayor, regresando su mano al volante del auto mientras el mayor sobaba su mejilla entre risas.

 

—Recuerda que es tu suegra— dijo el mayor de los dos riendo y besando la mejilla de su pareja, quien soltó un suspiro.

 

—No sé qué culpa tiene la pobre mujer— dijo Iván negando con la cabeza y en el semáforo, se encontraron con Touya y Kyouhei de nuevo, Iván sonrió y bajo la ventanilla —Hey, Touya ¿Sabías que de este semáforo al otro hay exactamente ¼ de milla? — dijo el propietario de aquel Civic.

 

— ¿De verdad? — preguntó Touya con la misma mirada juguetona que estaba poniendo Iván, mientras aceleraba el motor de la motocicleta.

 

—Sí, la hay, aunque si gustas comprobarlo, estoy dispuesto— dijo Iván sonriendo y acelerando el motor de su auto con una sonrisa juguetona.

 

—No te creo, supongo que vamos a tener que verificar— dijo Touya comenzando a reír, puesto que podía ver las caras de Kyouhei y de Ryo.

 

—No, No, espera Touya— dijo Kyouhei con un gran aire de nerviosismo, tratando de frenar a su amado.

 

—Sí, supongo que deberíamos verificar— dijo Iván de forma risueña y preparó el auto para arrancar del semáforo.

 

—No, No, No, espera Iván, por favor— dijo Ryo tratando de detener la carrera que estaba por llegar, pero el semáforo se puso en verde, y ambos, auto y motocicleta salieron disparados de aquel cruce de semáforo.

 

— ¡Esperen! — Rogaron en vano los acompañantes de cada uno de los chicos, antes de sentir la brutal aceleración de ambos vehículos, Kyouhei se abrazó con todo y uñas al torso de Touya, mientras Ryo se aferraba a la manija en el techo del auto y a la manija en el reposa codos de la puerta. Por razones obvias, la Ducati 999R de Touya tomó la delantera.

 

—Oh no, no pienso perder— dijo Iván haciendo el cambio a cuarta velocidad y logrando, con algo de dificultad, emparejar a la motocicleta, llegando empatados al siguiente semáforo.

 

—Ah… Lack-two… Deja de clavarme tus uñas en las costillas— dijo Black sonriendo algo adolorido.

 

—E-Eres un tonto— dijo el castaño menor soltando lentamente a su novio y temblando un poco por la adrenalina y el miedo.

 

—Ya puedes soltar las manijas— dijo Iván sonriendo mientras Ryo lo tomaba del cuello de la ropa con brusquedad.

 

— ¡No vuelvan a hacer eso! — gritaron Kyouhei y Ryo al unísono, denotando el miedo que aún fluía por sus cuerpos.

 

—Oh, vamos, ya pasó— dijo Iván besando de forma cariñosa los labios de Ryo y acariciando su mejilla.

 

—Ya, ya, ven aquí— dijo Touya aparcando la motocicleta a la orilla del camino y abrazando a Kyouhei, dejando que el menor escondiese su rostro en su pecho.

 

Momentos después, un Mazda Mazdaspeed 3 de 2012 se posicionó junto al Civic y la motocicleta, en este auto, viajaban Takato y Henry, con este último de conductor —Casi nos infartan cuando vimos a ambos pasar como alma que lleva el diablo— dijo Henry riendo un poco, mientras se estacionaba y bajaba de su auto.

 

—Imagínate nosotros— dijeron Ryo y Kyouhei al mismo tiempo, soltando largos y pesados suspiros.

 

—Con que no se maten, todo me parece muy bien— dijo Takato entre risas, bromeando un poco con la situación.

 

—Me alegra verlos chicos, verán, mañana es el cumpleaños de Kyouhei y queríamos invitarlos, será un reunión pequeña, solo amigos de nosotros— dijo Touya sonriendo y Kyouhei asintió con una sonrisa de oreja a oreja.

 

—Claro que iremos, noes encantaría— dijo Henry mientras acariciaba con suavidad la mejilla de Takato, quien asintió afirmativamente.

 

—Yo llevaré las botellas— dijo Iván riendo y mirando a los otros chivos, que asintieron con sonrisas en sus rostros.

 

—Solo… Procuremos no tomar demasiado— dijo Takato recordando cómo se puso en aquella fiesta de Halloween donde por culpa del alcohol, perdió el sentido completamente.

 

—Te cuidaré si pierdes de nuevo el sentido de ti mismo— dijo Ryo mientras reía, tratando de omitir lo que hizo en esa fiesta.

 

—Calma, Takato, no pasará nada— dijo Henry sonriendo.

 

—Y en el caso de que estén muy mal, no importa que se queden en mi casa, es mucho más seguro, además de que seremos pocas personas— dijo Black sonriendo de forma gentil mientras abrazaba a Kyouhei.

 

— ¿Y por qué el número de personas será tan reducido? — preguntó Iván con algo de curiosidad, mientras Kyouhei sonreía.

 

—Es que no me gustan las grandes multitudes— dijo el castaño con una inocente sonrisa y meciéndose de atrás hacia adelante como un niño pequeño.

 

—Y será muy divertido, podremos usar el karaoke que tengo— dijo Touya sonriendo ampliamente.

 

—Sí, suena muy divertido— dijo Iván sonriendo de oreja a oreja y abrazándose a Ryo, colgándose a la par de su cuello un poco.

 

— ¿Sabes cantar? — preguntó Ryo mirando al jovencito de anteojos con curiosidad, recibiendo a cambio una mirada algo risueña por parte de su novio.

 

—Creo que olvidas quien te ayudo en Diciembre—- dijo el menor mirando sus uñas con algo de vanidad.

 

—Sí, pero solo me dijiste como, nunca te escuché cantar— contestó Ryo haciendo cosquillas a Iván en las costillas, provocando que el azabache soltara un par de risas, y a provechó esta oportunidad para quitarle sus anteojos al menor, aprovechando que este era un poquito más chaparro.

 

—Ryo, devuélvemelos, veo borroso— dijo Iván tratando de alcanzar sus anteojos, los cuales, Ryo mantenía arriba con su brazo.

 

—Yo sí que quiero escucharlos cantar— dijo Henry sonriendo y acariciando la mejilla de Takato con suavidad, y miró a Iván, quien seguía peleando por recuperar sus gafas —Sobre todo quiero escucharte a ti, Takato, tienes una voz hermosa— dijo Henry con una amplia sonrisa, haciendo sonrojar al joven de ojitos carmesí

 

—N-No digas esas cosas… Es vergonzoso— dijo Takato con sus mejillas enrojecidas y cubriendo su cara con sus manos —Yo no canto tan bien… No es para tanto— dijo el castaño aún sonrojado.

 

—Claro que sí~ Cantas muy bien— dijo el moreno sonriendo y manteniendo a su novio a raya para que este no pudiera recuperar sus anteojos, ante los gruñidos y saltos del azabache —Aún recuerdo cuando solías cantar para mí, tienes una voz angelical— dijo Ryo sonriendo.

 

Takato por su parte, solo pudo sonrojarse como un vil tomate, causando que incluso sus orejas se tornaran de un color rojo ligeramente brillante —C-Claro que no, eso no es cierto, yo no sé cantar— dijo el avergonzado “Goggle Boy”.

 

—Por supuesto que sabes cantar, Takato— se escuchó la voz de Hirokazu, quien iba llegando de la mano de su novio por la acera donde todos habían aparcado —Sabes cantar desde que éramos niños— dijo el muchachito sonriendo ampliamente.

 

—Kazu tiene razón, cantas muy bien— dijo Kenta sonriendo, sin soltar la mano de su amado, el joven de anteojos miraba con una sonrisa al “Goggle Boy” —Kazu y yo somos un completo desastre para cantar, pero tú lo haces de maravilla— dijo el joven que poseía la estatura más baja de todos los presentes.

 

— ¿Ves? No soy el único que opina lo mismo— dijo Henry sonriendo ampliamente antes de tomar la mano de Takato y besar el dorso de esta con mucha caballerosidad.

 

—Por cierto, ¿A dónde van? — preguntó Iván sonriendo, ya había recuperado, y había recurrido a golpear el estómago de Ryo para poder tomar sus lentes nuevamente.

 

—A la parada del autobús, para poder ir a casa— dijo Kazu sonriendo ampliamente, mirando a los otros chicos, sintiéndose un poco tonto al ser el único que debía tomar el colectivo, más con la presencia de esa Ducati 999R de 2008, perteneciente a Black, el Mazda Mazdaspeed 3 2012 de Henry y el Honda Civic SI 2011 de Iván.

 

—Hey, ¿Qué tus padres no dijeron que te comprarían un auto? — dijo Takato mirando algo extrañado a Hirokazu.

 

—Si… Si lo hicieron, pero solo si pasaba la prueba de conducir— dijo Hirokazu rascando su nuca —La última vez terminé estrellando el auto del instructor contra un poste de luz— dijo el castaño aún más avergonzado.

 

— ¿Y tú Kenta? — preguntó Iván con curiosidad.

 

—Pues… Ah… A mi… Me da miedo conducir— dijo Kenta bajando la cara avergonzado de aquella declaración.

 

—Oh, vamos, no creo que sean los únicos aquí que no tienen permiso para conducir, ¿Verdad chicos? — dijo Ryo mirando a sus amigos, con una sonrisa, tratando de animar a los dos presentes.

 

Todos se miraron entre sí y sacaron sus billeteras, Iván, Black y Henry, obviamente tenían el permiso de conducir, Iván y Henry para automóvil, y Touya para motocicletas, Takato, Ryo y Kyouhei, también tenían el permiso, siendo el de Takato, el permiso para conducir autos, y Kyouhei para motocicletas, igual que su novio, también Ryo poseía un permiso para conducir motocicletas.

 

—Ah… Vaya…— fue lo único que atinó a decir Iván rascando su nuca con algo de pena, más por Hirokazu, quien parecía  aún más avergonzado, rascando su brazo con la mirada clavada en otro lado.

 

— ¡Yo te ayudaré a pasar la prueba de manejo! — Se animó a decir Takato con una mirada decidida pero a la vez gentil en sus ojos, sonriendo de forma amistosa hacia Kazu.

 

— ¿De verdad? — preguntó el castaño sonriendo un poco y mirando al “Goggle Boy” con unos ojos de cachorro llenos de ilusión.

 

—Nosotros también te ayudaremos— dijeron Iván y Henry con una sonrisa mientras se acercaban al muchacho de la visera y le palmeaban la espalda de forma juguetona.

 

—Gracias… Chicos— fue lo único que atino a decir el menor con una sonrisa un tanto ilusionada hacia los mayores.

 

—Bien, empezaremos el lunes con tus clases particulares— dijo Iván entre risas y todos asintieron felizmente, Hirokazu, a base de esfuerzo había recuperado un poco de esa confianza que Takato solía tener en él y se ganó un poco la amistad del resto.

—Bueno… Ya que están aquí ustedes dos también— dijo Lack-two con una sonrisa y mirando a los dos jóvenes parados junto a ellos —Quisiera que mañana me acompañen en mi cumpleaños— dijo el castaño con una sonrisa muy tierna e inocente.

 

—Ah… Gracias por la invitación— dijeron los otros dos chicos al unísono con una pequeña sonrisa cada quien en sus labios

 

—Vengan, los dejamos más cerca de su casa que el colectivo— dijo Iván abriendo la puerta de su auto y recorriendo el asiento para que los otros dos chicos pudieran abordar el auto —Solo que… Irán como en “Sardinamovil”— dijo el chico de anteojos riendo un poco.

 

—Si alguien ve a Yellow, por favor, díganle que también lo esperamos mañana— dijo Black con una sonrisa mientras su novio asentía.

 

Así, el resto del día transcurrió con calma, Iván y Ryo fueron a pasear por el centro comercial, en busca de algún regalo para Kyouhei.

 

—Hum… ¿Qué crees que le pueda gustar a Kyouhei? — dijo Iván mirando las diversas cosas que había en la tienda, con una mirada un tanto pensativa.

 

—No lo sé… Hum… ¿Videojuegos? — preguntó Ryo mirando a Iván, quien se llevó la mano al mentón un tanto pensativo, caminando al departamento de videojuegos.

 

—Podría ser pero… No sabemos si Kyouhei tiene videojuegos o que consola, olvídalo— dijo Iván volviendo a caminar al pasillo principal, seguido del castaño.

 

—Tienes razón, Eh… ¿Ropa?—dijo Ryo rascando su nuca, era una opción, realmente era un opción

 

—Si pero… No quiero regalar lo de siempre, busquemos otra cosa, aunque sea para acompañar la ropa y que no sea el mismo cliché de cuando das un regalo— dijo Iván caminando entre la tienda —Tu busca ropa que se le… No, olvídalo, eres pésimo combinando ropa— dijo Iván mirando a Ryo, quien lo miró con indignación.

 

— ¡Claro que se combinar! — dijo el castaño sujetando a Iván de los hombros y zarandeando al menor, quien era movido como un muñeco de trapo.

 

— ¡No, no sabes! — gritó Iván riendo mientras era movido bruscamente de un lado a otro por su novio — ¡Así que ve a buscar algo para acompañar eso! — dijo riendo el menor mientras abrazaba a Ryo y lo besaba en los labios.

 

—Está bien— dijo el castaño con un puchero mientras soltaba  a su novio con una mirada de cachorro mojado bajo la lluvia, mirando al mayor.

 

—No te servirán esos ojos de becerro a medio morir— dijo Iván mientras empezaba a mirar diversas prendas, tratando de calcular la talla de Kyouhei.

 

—Está bien, pero en casa me la vas a pagar— dijo antes de palmear el trasero de Iván, haciendo que el menor se ponga rojo y pálido a la vez, mientras Ryo caminaba a otros departamentos, buscando con que complementar el regalo para Kyouhei.

 

Mientras, en otro lugar, los que se apuraban por conseguir un regalo para Kyouhei eran Takato y Henry, que estaban en el mismo centro comercial, pero en una tienda distinta, pero a diferencia de Iván y Ryo, que trataban de organizarse, Henry y Takato corrían despavoridos viendo por toda la tienda, como gallinas sin cabeza, buscando por un buen regalo para el castaño.

 

— ¿Qué tal eso? — dijo Henry con unos libros en sus brazos, que se veían bastante interesantes, pero había un problema.

 

—Henry, dudo un poco que Kyouhei sea la clase de persona que lee mucho— dijo el “Goggle Boy” cruzado de brazos.

 

—Cierto… Cierto, mejor sigamos buscando— dijo el mayor mientras dejaba los libros en donde estaban y se apresuraba a buscar algo más

 

—Oh, mira esto— dijo Takato sonriendo y mirando un enorme peluche en forma de Arcanine —A Kyouhei le gusta Pokémon, seguro que este le encanta— dijo Takato sonriendo y mirando a Henry, quien asintió y sujetó el peluche.

 

—Bien, busquemos un detalle más, solo para que no vaya tan vacío— dijo sonriendo el mayor de los dos — ¡Ya sé, dulces! — Dijo sonriendo el mayor con una sonrisa —A todos les gustan los dulces— dijo sonriendo el moreno.

 

— ¡Si, seguro que le gusta! — dijo Takato sonriendo y fueron a pagar todo, posteriormente, caminando posteriormente al estacionamiento y subiendo al auto de Henry, donde Henry no dudó en besar de forma profunda al menor con una sonrisa.

 

—Me siento muy feliz a tu lado— dijo Henry con una pequeña sonrisa y Takato lo abrazó con amor, mirándole a los ojos con ternura.

 

—Yo también me siento feliz a tu lado, Henry— dijo Takato sonriendo y dando un último pico al mayor, antes de que este encendiera el auto con una sonrisa.

 

—Ah, mis papás quieren vayamos a comer a la casa, ¿Te parece? — Preguntó Henry sonriendo, a lo que Takato le miró y asintió con una suave sonrisa.

 

—Claro, tus padres me han tratado muy bien estos meses, me encantaría ir— dijo el “Goggle Boy” sonriendo con esa gentileza que le caracterizaba, procediendo a mirar por la ventanilla, bajando el cristal de la misma y sintiendo la brisa golpear suavemente contra su rostro.

 

Mientras, aún en el centro comercial, Iván ya tenía un bonito conjunto, que constaba de una camisa negra de botones, con una playera de cuello V roja con bordes negros, pantalones blancos con un cinturón rojo y tenis negros con rojo, se encontró con Ryo cerca de las cajas, el mayor llevaba una caja con una loción cuyo aroma era de lo más agradable.

 

—Te dije que servías más en esto— dijo Iván sonriendo, Ryo le volvió a palmear el trasero y el chico de anteojos palideció a la par que se sonrojaba, sabiendo lo que le esperaba en cuanto llegasen a casa de alguno de los dos —M-Más te vale que me pueda sentar— dijo el joven de anteojos en voz baja, mientras Ryo se acercaba a su oído.

 

—No hay nada seguro— le dijo en un tono serio, mientras el menor lo miraba sonrojado y desviaba la mirada.

 

Una vez que pagaron todo, Iván condujo a su casa, con la mayor lentitud posible, Ryo era una fiera en el sexo, a Iván le gustaba que su novio fuera hábil en la cama, pero Ryo a veces rozaba en lo salvaje, una vez en casa del menor, Ryo arrastró al joven de anteojos a la habitación y lo comenzó a besar de forma muy profunda en los labios.

 

Iván sonrió de forma juguetona y sintió como el mayor comenzó a colar sus manos por debajo de su camisa, acariciando los ligeramente marcados abdominales del joven de anteojos, no podía negarlo, al azabache le gustaba cuando Ryo lo acariciaba de tal forma, cuando lo tocaba, se sentía bien, la calidez de sus manos y la suavidad de su tacto, a pesar de que fuera brusco, a Iván le gustaba —Ryo… Quítate ya esto— dijo el chico de anteojos quitándole la camisa al mayor, quien levantó sus brazos para permitir que esta saliera.

 

—No creo que necesites esto— dijo Ryo quitándole la camisa a Iván, comenzando a besar su pecho y masajear con sus manos las tetillas del chico de anteojos, recostándolo en la cama con suavidad, para sacarle los zapatos y los calcetines al menor, haciéndole cosquillas en los pies, haciendo que el menor retrajera sus pies con una sonrisa juguetona hacia su cuerpo.

 

—Tampoco esto— dijo Iván sacándose los lentes con una sonrisa y poniéndolos en la mesita de noche junto a su cama, mientras Ryo sonreía y le daba un beso en los labios con pasión y deseo en sus movimientos.

 

—Te ves hermoso sin tus gafas— dijo el mayor de forma tierna, mirando esos ojos marrón profundo que le volvían loco en sobremanera, nuevamente, Ryo llevó sus labios con los del menor y le dio otro profundo y apasionado beso, a la par que con su mano, estimulaba la virilidad del menor, quien solo gemía entre el beso, con un deje de excitación muy marcado y rodeando el torso del mayor con sus piernas.

 

Ryo sin decir ni una sola palabra, abrió los pantalones del chico, masajeando ahora sobre el bóxer y dando lengüetazos a las tetillas del más joven, mientras el menor llevaba sus manos al cabello castaño de su pareja, revolviéndolo al sentir esa cálida lengua paseando por su pecho sin nada que la pudiera detener, era una sensación que ponía a Iván en su punto de éxtasis,  su bóxer no tardó en mojarse por el pre semen que salía de su miembro, Ryo sonrió y removió la ropa interior del chico de forma lenta y algo tortuosa, mientras el menor le miraba con algo de ansias, quería que Ryo se apresurase y lo desnudase por completo, mientras.

 

—Ryo… Y-Ya quítalos— pidió el más joven soltando varios gemidos por la excitación que recorría su perfectamente delineado cuerpo, mientras Ryo repartía besos en el cuello, los pectorales y el abdomen del menor, dejando un pequeño rastro de saliva por el cuerpo del menor.

 

—A la orden— dijo el moreno sonriendo y le sacó los bóxer al menor, dejando al descubierto su larga hombría, que estaba perfectamente lampiña, la cual, de inmediato fue atacada por el moreno, quien engulló de forma suave y lenta el miembro del menor.

 

—Ngh… Wah… S-Se siente muy bien— dijo el menor rodeando el cuello de Ryo con sus piernas y revolviendo los cabellos del moreno de forma lenta, al ritmo que el mayor lamía y daba placer a la virilidad del jovencito de ojos marrones.

 

Ryo sonrió y llevó tres dedos de su mano a la boca del menor, sonriendo mientras lamía de forma lenta y suave la virilidad del menor, y este comenzaba a lamer y humedecer los dedos del moreno, quien, una vez sintió estos listos, los sacó de la boca del menor y comenzó por meter un dedo a la entrada de Iván.

 

—A-Ah… R-Ryo— dijo el menor gimiendo al sentir la intromisión del moreno en su rosado y apretado culo, sintiendo como aquel dedo intruso hacía círculos dentro de él, empezando a dilatar al jovencito de cabellos negros.

 

— ¿Te gusta?— preguntó el castaño con una sonrisa algo divertida, besando el vientre del menor de forma suave, mientras metía un segundo dedo, haciendo que el menor diera un pequeño respingo por la intromisión, levantando su pecho, cosa que Ryo aprovecho y mordisqueó una de las tetillas de su amado, haciéndolo gemir más fuerte con cada movimiento.

 

—Ngh… Ryo… Y-Ya mételo— pidió el menor jadeando entre excitado y comenzando a cansarse por todas las sensaciones que invadían su cuerpo, Ryo sonrió mientras hacía tijeras con sus dedos dentro del menor.

 

—Bueno… Si eso quieres— dijo el moreno sonriendo de forma algo lasciva y metiendo su tercer dedo, no quería lastimar a Iván por nada del mundo, así que prefirió meter su tercer dedo dentro de su amado, quien soltó un fuerte gemido al sentir ese dedo para terminar de dilatarlo —Shh, shh, ya voy, ya voy— dijo el moreno sonriendo y le beso los labios, comenzando a lamer los labios del más joven.

 

Iván abrió sus piernas, para dejar que Ryo se abriera los pantalones y bajara su bóxer, mostrando una enorme erección que seguramente llevaba rato doliéndole al castaño —E-Es grande— dijo el menor con una sonrisa mientras Ryo sujetaba su miembro y comenzaba la intromisión, dentro del menor, quien soltó varios gemidos que se mezclaban un poco con quejidos de dolor, ciertamente, Ryo estaba muy bien dotado para sus 17 años.

 

—Ngh… Ah… E-Estas apretado—dijo el moreno con una pequeña sonrisa, dejando que su pequeño se acostumbrara a su miembro, el menor soltó un pequeño jadeo y cuando se sintió listo, comenzó a mover lentamente sus caderas, para que el mayor supiese que podía comenzar a moverse.

 

—H-Hazlo… Rápido— pidió el menor sonriendo de forma algo torcida, mientras el castaño asentía excitado y comenzaba a moverse dentro del joven de anteojos, acariciando el pecho de este mientras subía y bajaba rápidamente, debido a su irregular respiración, causa de las embestidas.

 

—Te ves adorable— dijo Ryo sonriendo y con su mano libre, comenzando a masturbar al menor a la par que se movía, causando un doble placer al menor, el cual incrementó aún más cuando el moreno lamió una de las tetillas del más bajito.

 

Iván sonrió y se relamió los labios con una mirada lasciva, mientras revolvía los cabellos del mayor, quien embestía cada vez más y más rápido, haciendo gemir al menor, al grado de casi gritar de placer —R-Ryo… Ah… Ngh…M-Más— pidió el menor con una pequeña sonrisa juguetona mientras el moreno seguía embistiendo de forma constante y rápida, provocando un gran placer en el más joven, que no paraba de gemir, jadear y decir el nombre del mayor.

 

—Me encanta… Ngh… Cuando gimes… M-Mi nombre—Dijo Ryo sonriendo un poco mientras seguía embistiendo, dejándose llevar por la excitación, embistiendo tan duro que ahora lograba golpear la próstata del menor, haciendo que este arqueara su espalda por el placer, pero no podría durar mucho.

 

—Ngh… Ah… R-Ryo Voy a… Voy a eyacular— advirtió el más joven de los dos mientras se corría en la mano del moreno, provocando la contracción de su ano y por ende, provocando que Ryo eyaculase dentro de él.

 

Ryo cayó rendido sobre Iván y soltó una pequeña sonrisa —Te amo… Bebé— dijo sonriendo el mayor mientras salía de su chico de ojos marrones.

 

—Yo también… Yo también te amo— dijo el azabache antes de bostezar y abrazarse al mayor, para proceder a que el moreno los cubriera con las mantas.

 

Mientras, en la casa de Henry, la familia del moreno, y su invitado cenaban tranquilamente, mientras conversaban.

 

— ¿Y has pensado que carrera elegirás para entrar a la universidad? — le preguntó el padre de Henry a Takato, mientras el castaño se tragaba el bocado de comida que estaba masticando y asentía.

 

—Sí, lo he pensado mucho y pienso estudiar música, me gusta mucho la idea— dijo el castaño con una sonrisa, mientras el padre de su novio asentía con una sonrisa.

 

—Una buena carrera, pero recuerda que su campo laboral es demasiado reducido— dijo el mayor mirando a su yerno.

 

—Lo sé, señor Wong, y también sé que me va a costar mucho trabajo subir en esa profesión, pero… Tengo confianza en que lo lograré—dijo el “Goggle Boy” con una sonrisa y volviendo a llevarse un bocado a la boca.

 

—Me gusta tu optimismo, eso es lo que falta hoy en día, gente optimista y con sueños— dijo el padre de Henry sonriendo un poco.

 

La madre de Henry asintió y miró a Takato —Mi esposo tiene razón, es muy bueno ver que tengas aspiraciones, y el ver que estás dispuesto a afrontar las dificultades que sabes que deberás pasar, tus padres deben estar orgullosos— dijo sonriendo aquella mujer, mientras Takato sonreía ampliamente y tragaba de nuevo.

 

—Sí, bueno, mi papá sigue un poco renuente a la idea, pero mi madre me apoya bastante, yo sé que si me esfuerzo podré lograrlo— dijo el menor con una amplia sonrisa.

 

—Sí, con esfuerzo y dedicación, todo es posible— dijo Henry sonriendo de forma suave y siguiendo con su cena.

 

—Henry quiere seguir los pasos de su padre y trabajar con computadoras— dijo la madre del peli azul mirando orgullosa a su hijo, mientras este solo sonreía un tanto sonrojado.

 

—Bueno, si… Siempre me ha gustado lo que hace papá, y quiero lograr ser como él— dijo el muchacho con una sonrisa muy decidida.

 

—Yo no solo espero que seas como yo, Henry, tú tienes la capacidad para ser mejor que tu viejo— dijo el padre del oji gris poniendo sus manos en los hombros de este —Y estoy seguro de que me vas a superar— dijo el mayor con una sonrisa mientras Henry asentía, un tanto apenado de que le dijeran esas cosas frente a Takato, mientras el castaño solo soltaba unas pequeñas risas al ver la cara de su novio.

 

Pasado un rato, los padres de Henry recibieron cada quien una llamada de su trabajo, tuvieron que irse, y ya que Sussie estaba pasando la noche en casa de una de sus amigas, los dos jóvenes se quedaron solos.

 

—No hagan nada malo— dijo el padre de Henry con una sonrisa un tanto divertida, poniendo a los dos menores más rojos que un tomate.

 

Takato negó efusivamente con la cabeza y abrazó a Henry, ocultando su cara en el pecho de Henry, completamente avergonzado —No lo haremos— dijo el castaño avergonzado, mientras el padre de Henry se reía y salía junto a su esposa.

 

Pasado un rato, los dos chicos estaban en la habitación de Henry, Takato se sacó sus calcetines y se sentó en la cama junto al mayor, quien lo abrazó y lo hizo recostarse en su pecho, para luego encender el televisor y ponerse juntos a ver una película.

 

—Jeje, tienes pies lindos— dijo el moreno riendo un poco y estirándose lo más que pudo, para hacerle unas pocas cosquillas al menor en las plantas de los pies, haciendo reír a este.

 

—Jaja, no, espera— pidió el castaño retirando sus pies y abrazando sus rodillas de forma risueña.

 

— ¿Por qué no? — dijo Henry riendo un poco y abrazando a Takato del pecho, besando su mejilla.

 

—Porque no— dijo Takato riendo y moviéndose velozmente, para sacarle un calcetín a Henry y empezar a hacerle cosquillas en ese pie, mientras el mayor soltaba una carcajada, lo cual dio inicio a una gran guerra de cosquillas, Takato se movió ágilmente y le sacó los dos calcetines al mayor, mientras ambos comenzaban a reír.

 

—Jajaja, no, no, Jajaja, espera— pedía Henry riendo y alcanzó uno de los tobillos de Takato, sujetándolo firmemente para empezar a hacerle cosquillas por igual, mientras ambos comenzaban a reír desenfrenadamente.

 

Takato movía su pie lo más que podía para intentar soltarse, pero no podía, el menor, usando su flexible cuerpo, logró llevar sus manos a las costillas de Henry y comenzó a hacer cosquillas ahí, mientras el moreno se retorcía, soltando el pie de Takato, quien ahora estaba sentado sobre el moreno, quien se intentaba remover, y usando su fuerza, superior a la de Takato, logro quitarse al castaño de encima, pero este no soltaba la camisa de Henry, buscando volver a sus costillas, Henry sonrió y metió sus brazos dentro de las mangas de su camisa y para escapar, se quitó su camisa, dejando su bronceado y atlético abdomen desnudo, haciendo que Takato se distrajera un poco.

 

—Mi turno— dijo Henry riendo y aprovechando que Takato estaba algo embobado, se fue sobre las costillas del menor, metiendo sus manos bajo la camiseta de Takato, haciendo cosquillas directamente sobre la piel del “Goggle Boy”, quien no dejaba de reír, Henry fue alzando la camisa del menor y sonrió —No es justo que solo yo haya tenido que quitarme la camiseta— dijo Henry sonriendo y quitándole la camiseta para poder seguir con las cosquillas.

 

—Jajajaja, no, no Jajaja, espera~ Henry~ — decía el menor riendo mientras el moreno arrojaba la camiseta de este al piso y le seguía haciendo cosquillas al menor, Takato sujetaba las manos de Henry como podía, jaló al mayor de las manos y lo hizo recostarse sobre él, para poder girarse y poder dar la vuelta, para sujetar los pies del mayor — ¡Venganza! — dijo Takato sonriendo y sujetando uno de los tobillos de Henry y acercando su nariz al pie de Henry, para proceder a dar una larga lamida por todo el arco de Henry, quien sintió un escalofrío recorrer su espalda.

 

—T-Takato e-espera~— dijo Henry sonrojado y soltando al castaño, mientras este sonreía lamiendo ahora los dedos y entre estos del pie del moreno, quien no paraba de reír, por aquella sensación extraña de cosquillas que le provocaba la lengua del menor —Jajaja, Ta-Takato, basta~ Jajaja, me rindo~ — dijo Henry riendo y tratando de alejar sus pies, Takato sonrió y lamiendo una vez más el arco del pie de Henry, lo soltó, sonriendo y se recostó sobre el mayor.

 

—Gané~ — festejó Takato con una divertida sonrisa, mientras Henry lo abrazaba y besó sus labios, de forma tierna.

 

—Lo sé, lo sé, ganaste— dijo riendo el mayor con una suave sonrisa —Bueno, mejor será que nos durmamos de una vez— dijo sonriendo el mayor, Takato sonrió y asintió, quitándose su pantalón y metiéndose en la cama de Henry, el mayor sonrió e hizo lo mismo, abrazando al “Goggle Boy” de forma tierna y besando su mejilla —Descansa, Tak— dijo sonriendo el mayor.

Notas finales:

¡Gracias por leer! Espero que el capítulo haya sido de su total agrado, dejen sus reviews con sus opiniones, recuerden, acepto críticas constructivas que me ayuden a mejorar y  hacer esta historia más interesante para ustedes, después de todo, el que ustedes disfruten esta narración es uno de mis objetivos.

 

Matta ne


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