Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La Alianza de los Reyes por MidNightFlower

[Reviews - 40]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Después de un laaaargo y prolongado debate mental sobre si debía o no terminar la historia pues parece que no fue el agrado de muchos, si embargo decidí continuarla gracias a una personita muy especial~(Mad_Girl no sabes lo feliz que me hizo tu comentario!! Eres un sol!)


Aquí comenzamos con la segunda parte (la cual sin morderme la lengua diré que es mi disco favorito! *W*) y espero que les guste! Lamento si se perdió algo de la esencia de la primera parte pues cuando comencé a escribir estaba super emocionada de compartir esta gran historia, pero pues, ya saben lo que pasa cuando uno se desilusiona y deja tirada un historia por más de un año jeje... mil gracias a por comentar querida Elenaa! Te mando besitos~ y a mis chicos que ya me abandonaron para ir a otros pastos mejores y ma verdes LRMV y  PipeMalikMalfoy~


A leer se ha dicho~

 

Parte II: Antes de la Tormenta

Solo oscuridad y nada más… débil pero constante, puedo sentir el latir de mi corazón debilitarse con cada respiración… una opresión en mi pecho impide que pueda mover mi cuerpo…

Puedo sentir el viento a través de mi cabello y el batir de imponentes alas a mi alrededor… todo es negro en el horizonte y me siento cansado que dejarme tragar por esta fina niebla sería tan fácil, pero algo me impide desistir…

Una luz se alza allá en la distancia y una maravillosa voz particular que siempre duele y anida en mi corazón comienza a decir: "No puedes morir ahora, encuentra tu fuerza… tu puedes… Charlie"

 

Capítulo 1: Las Puertas de La Tierra de Nadie

Mientras tanto a varios kilómetros lejos de ahí, los héroes buscan una forma de ingresar hacia las inaccesibles puertas de la Tierra de Nadie donde yacía la oscura cueva siguiendo las instrucciones dejadas por Hagrid.

Paso a paso guiaba Hermione encabezando la marcha, con su voluntad y orgullo intacto, desde los picos escabrosos de las montañas hasta las llanuras, con sus cabezas en alto, acompañados de la intensa luz solar y del brillo de la luna que apenas calentaban sus pesados corazones, entonando pequeños cánticos de valor.

Todos con semblantes decaídos no detenían el paso más que para comer y dormir; inclusive las una vez alegres anécdotas y chascarrillos de Sirius ya no eran parte fundamental del sepulcral silencio que los reinaba.

El rey del norte estaba pensativo mirando hacia adelante y de tanto en tanto a Regulus, callando todo lo que su alma ansiaba decir, que por las circunstancias debía de externarlas porque la vida podía esfumárseles de un momento a otro en la peligrosa misión que se encontraban, pero la expresión seca de su hermano le hacía entender que no era aún el momento para encararlo. "Ya será después" se dijo con un suspiro.

Caminaban en hileras por densas laderas de roca, tierra compacta y seca mostrando la escasez de agua de la región. Aquel sitio donde apenas se divisa un alma pues la gran cantidad de magia guardada ahí por más de mil años parecía condensarse en su máxima expresión. No todos los habitantes de LastWorld podían aguantar tanto poder, por tanto era una fortuna que la mayoría de los presentes eran de sangre noble o bendecidos por una criatura mágica.

Con inocente entusiasmo ansiaban un desenvolvimiento pacifico, esperando con sus almas palpitantes tener la fuerza suficiente para impedir una guerra mientras se mantiene unido apoyándose los unos a los otros; Una unidad que cual amalgama se fusionara realzando sus más grandes cualidades dejando de lado cualquier aspereza o rencor del pasado; al menos eso era lo que esperaba Remus con todas sus fuerzas que sucediera.

"De lo contrario será nuestro fin" se dijo cabizbajo notando como sus compañeros un poco más repuestos seguía firmes a alcanzar la meta.

Tanto Draco como Scorpius eran los más callados de la contienda, como si estuvieran sumidos cada quien en sus propios pensamientos. Albus aun en su medio de transporte mantenía su buena disposición con palabras de aliento y alguna que otra enseñanza práctica, pero ya no su buen humor con el que comenzó el viaje.

Su consorte aun a su lado, parecía ser el más escéptico de todos los que todo se resolvería en un abrir y cerras de ojos. Por sus ojos acerina más serios de lo habitual comprendió sin necesidad de palabra como se sentía. Esa férrea determinación a esperar lo peor como si realmente estuviesen enfrentándose al mal encarnado era palpable.

No podía culparlo.

La tarea era difícil y hasta parecía inalcanzable con el percance que tuvieron. Por obvias razones, no dejaría que nada malo le pasará a nadie, principalmente a su esposo que era su prioridad número uno; además estaba seguro que no se daría por vencido. No era una persona que fácilmente se desanimaba, pero por como se transformaban las cosas frente a sus ojos con esa impresionante rapidez, temía que de temblar su determinación sucumbiría al desaliento, echando por tierra cualquier oportunidad de éxito que pudieran aspirar a tener contra Harry. Simplemente no lo permitiría.

*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*

Consultando nuevamente las anotaciones de Hagrid, Hermione preparó su tienda para acampar extrañando la intrépida determinación de Charlie y sus órdenes. Cada vez se encontraban más cerca de su destino y podía sentir un cumulo de sentimientos calar su espina ante la incertidumbre a lo que se enfrentarían.

Quería creer que estaban listos para lo que les esperaba, pero no estaba segura. Los inferis y el dragón hicieron estragos en sus defensas tomándolos por sorpresa, arrancando dos vidas de su lado. Si se enfrentaban a Harry ¿qué posibilidades tenían de salir victoriosos? Su esperanza cada vez escaseaba más pues el panorama no era alentador.

Su lógica se lo decía y la intuición también, pero el deseo de vengar la muerte de sus queridos amigos le hacían tomar el doble de fuerza de voluntad motivándola a seguir adelante.

-Si los cálculos no me fallan, estaremos ante las puertas de La Tierra de Nadie mañana- expresó seriamente a los hombres que solo se regresaron a ver entre sí. Sus dudas eran claras como el agua, y el pesar aun marcaba sus rostros.

Sirius no estaba tan centrado como debería pues el temor a lo incierto trepaba por su médula. No quería temer, pero al enfrentarse a la maldad no podía decir que todos saldrían ilesos. Muchas vidas podrían perderse. Sólo esperaba que si había de morir pudiera decirle finalmente a Regulus el porqué de su huida, porque lo dejó sin más pese al dolor de su corazón. Por sus palabras podía entender que le odiaba pues ignoraba la realidad de las cosas.

Podía recordarlo todo tan claramente que dudaba que alguna vez en su corta vida se hubiese sentido más triste e impotente que en aquella vez.

"Todo el amor que sintió por su querido Regulus durante tantos años no podían salvaguardarlo. Había prometido liberarlo de las garras de su arcaica madre, pero con cada año que pasaba pese a cada intento que hacía, no conseguía nada.

Su padre con muda expresión negaba con la cabeza imposibilidad de cualquier acción o dictamen, pues su función como marioneta de Walburga Black solo era moverse a su voluntad sin poder dar opinión alguna. Ni de voz ni albedrío gozaba haciéndole sentir lastima a Sirius y más deseo de rebeldía que bullía en su interior.

Jamás esperó ser el hijo prodigio, por tanto en busca de su propia libertad y la de Regulus intentó de todo.

Al cumplir los dieciocho, con ayuda de Remus, James y su consorte Tom, tenía un plan. El primero proveería un medio de transporte por sus influencias en el reino del oeste, mientras que los otros dos ya tenían todo listo para instalarlos con un acuerdo que los haría intocables e incapaces de ser reclamados en su pueblo de origen.

Amaba con locura a su niño y estaba dispuesto a hacer hasta lo imposible por él; pensó que el plan era perfecto pues ni un alma se enteró más que sus amigos o eso pensó… sin embargo con lo que no contó fue con que su madre y su estrecha mente lo tenía vigilado y truncó cualquier escapatoria que pudiera idear.

-¿Así que quieres huir porque crees que no perteneces aquí?- fue lo que le dijo con su profunda voz gutural mas que como una pregunta, como un hecho. Aquella voz que siempre aparecía en sus pesadillas como el monstruo a derrotar haciendo aflorar su valor.

-No es que lo crea. Sé que no pertenezco aquí- exclamó con el aire altivo que cualquier joven tocando la edad adulta sentía que podía expresar –y me llevo a Regulus lejos de ti, donde ya no puedas corromper su dulce ser e inocente corazón-

-¿Crees que lo puedes apartar de mí? ¿Al único hijo que tengo que vale la pena llamar Black?- esas ofensas dejaron de doler hacía mucho tiempo, por tanto solo pudo verla con repulsión –Tu puedes irte si quieres Sirius. Eres una vergüenza para esta casa y ya no mereces ningún resguardo ni educación-

-Claro, gran protección y educación que recibí, con razón estoy tan podrido como aseguras que estoy… - ironizó como si fuera muy cómico. si él era el que estaba dañado ¿que era ella?

-Sin embargo, no te llevarás a Regulus. El se quedará aquí y cumplirá su papel como Black, te guste o no...-

-Mírame…- retó listo para cualquier cosa que sabia que su madre idearía. Podía lastimarlo, golpearlo, herirlo hondamente con su mejor palabra o hechizo, pero la vieja mujer inmutable sonrió con una torcida sonrisa.

-Si te lo llevas morirá, Sirius… y estoy segura que no querrías ser el causante de su muerte pues la poca decencia que tienes te impedirá tener ese cargo de conciencia- en ese momento todo su cuerpo tembló. sabiendo lo cruel que podía ser y lo poco sensible que era para no cumplir lo que decía.

-No serías capaz…-

-Prefiero no tener ningún hijo a ver a los dos desperdiciando la vida que yo les diseñé-"

¿Cómo aquella que debía de velar por su felicidad los apuñaló por la espalda y decidió llevarse semejante secreto a la tumba?

"Esa infeliz Walburga fue una bruja hasta el final" se dijo abatido lamentándose no haber sido más fuerte en su juventud y luchar hasta el final. Pero ¿cómo hubiera podido luchar contra ella si sabía de qué pie cojeaba? Si su propia existencia se hubiera puesto en jaque estaba seguro que se hubiera sacrificado con tal que Regulus tuviera una buena vida, pero ¿jugarse la vida del amor de su vida esperando lo mejor? Eso no era algo que pudiera hacer.

Al regresar a la realidad y ver que nadie argumentaba ni decía nada, ignoró el dolor de su alma en pena y decidió intervenir.

-Quién diría que tan pronto ¿eh? Pareciera que fue ayer que emprendimos este viaje…- argumento rompiendo el silencio -finalmente podremos saber si Harry está detrás de todo esto o no- dijo con tono alegre que no sentía, pero que se propuso forzar para romper la tristeza.

Perder a Charlie había sido más de lo que esperaban, pero comprendía que no valía la pena lamentarse y lamer sus heridas.

-Tienes razón, costal de pulgas- exclamó Severus arremangando su túnica para poner sus codos sobre la mesa. No lo dijo como una afrenta, pues su tono indolente era más bien por mera costumbre –entonces debes de decidir qué es lo que procede en caso de que nuestro peor temor se confirme, ya que si cualquiera duda en el último instante, no lo lograremos y todo este viaje se convertirá en un sinsentido…- Era cierto y aunque para pocos era impensable dañar a Harry, todos asintieron de forma unánime.

-Haremos lo que vinimos a hacer- declaró finalmente Draco saliendo de su constante lucha mental –hacer justicia, pelear hasta el fin e impedir que cualquier mal que aqueje LastWorld cumpla su cometido. Si Harry está detrás de esto, se le hará pagar por cada gota de sangre que derramó…-

*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*

Al disolverse la junta cada quien regresó a su caravana a meditar sobre lo que proseguía esperando lo mejor, preparándose para lo peor, con una firme promesa en mente de que el miedo y las ansias de venganza no se apoderarían de sus vidas.

Aparte, con Scorpius empuñando la espada plateada con ese porte y determinación de un soberano, era como si el mismísimo espíritu de Charlie estuviera con ellos señalando al menor como su sucesor de la contienda y con ello pueden sentirse fuertes otra vez.

Regulus observó por donde se fue Sirius y el movimiento de cabeza que le hizo para que lo siguiera a la primera guardia donde tan solicito se ofreció. Aún no podía creer su insistencia y la estúpida aseveración que le hizo. "Yo no te abandoné" fueron sus palabras que una y otra vez se repetían en su mente como un eco hueco de viles mentiras que no quería creer.

-Yo no te abandone…- gruñó con los dientes apretados "¡Y una coña!" rezongó imposibilitado a creer en esa tontería. ¿Que ganaba con rascar la vieja herida? No le hacía ningún bien a nadie y dolía como siempre. ¿Porque no simplemente lo olvibaba como hizo durante tantos años donde ni una vil carta le escribió? "¡Que le den!" se dijo ente dientes.

-Debes de hablar con el Reg- murmuró a su lado Draco recargando su cabeza en su hombro, sintiendo como su melena platinada acariciaba su piel.

"Esa mirada" se dijo con acidez al notarla. Esa era la misma mirada de profunda tristeza pero con una madurez de cien años ajena a su edad que consiguió cuando regresó Draco de su larga ausencia de 3 años donde todos pensaron que se lo tragó la tierra.

-No sé de qué hablas- respondió desviando la mirada, pero el menor insistió. No como rey de los bosques helados, sino como el amigo fiel que era.

-Aún lo amas y parece que quiere decirte algo importante- reclamó con media sonrisa. Su semblante se veía más claro y centrado que días anteriores, sin la nube de locura que lo enturbiaba.

No quería exponerse y salir de su zona de confort, no tan cerca de la batalla que estaban a punto de encarar al día siguiente, pero sabía que si no lo hacía en ese corto periodo de tiempo, no lo sabría jamás. "Debo arriesgarme" se dijo apretando los ojos.

-Tal vez le permita hablarme... Seguro es una tontería, pero si hemos de morir pronto creo que no me afectará- Draco negó con la cabeza –de todas maneras si intenta propasarse el maldito sin mi consentimiento, mínimo le quitaré el cuero cabelludo con mi navaja de mano…-

-Nunca cambiaras...-

-A estas alturas ¿que caso tiene?- sonrió de lado saliendo de su tienda.

*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*

La tierra bajo sus pies tembló al despunte del alba. El aire pesado e impregnado de lavanda quemada, azufre y muerte invadió sus fosas nasales.

Los reyes presentían el peligro y experimentaban la angustia a flor de piel. "El fin está cerca" es lo que entonaba el viento, sin embargo, Scorpius se veía apacible caminando delante de ellos en dirección de la gran montaña donde las puertas de la Tierra de Nadie aguardaban, asegurando como una letanía que el mago oscuro sucumbirá bajo sus justas manos, trayendo consigo nuevamente la reconfortante paz que brillará mucho más fuerte que antes.

 

 

Notas finales:

 Es todo por el momento y espero que mañana pueda subir el siguiente capi~ Besos! :3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).