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La Alianza de los Reyes por MidNightFlower

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Notas del capitulo:

Aqui estoy!! un poco tarde pero aqui me tienen!! wii! espero que les vaya gustando como va esta humilde historia tan llena de intriga y misterio que simplemente me emociona aunque me se la historia de memoria xD

Mil gracias Elenaa, LRMV, Annie y Cierva90 por sus comentarios!! que emocion me da que me lean *O*

Por fin lo prometido es deuda y habra mencion de un poco de Harry x Draco!! <33

A leer se ha dicho~*

Capítulo 4: Mente congelada

 

 

Aquel paraje simplemente de un blanco enceguecedor, era matizado con un sinfín de abedules blancos, cipreses y hiedras cubiertas de nieve que por un largo tramo pensaron que estaban caminando en círculos, pero Hagrid se veía bastante confiado de su orientación así que sin dudar de su entusiasta guía siguieron sin queja alguna.

 

La temperatura descendía drásticamente conforme se adentraban en el Reino del Sur y tras varios hechizos de calentamiento de Hermione, todos cargaban su mejor ropa abrigadora, pero no su mejor humor; No había mucha conversación, más que las constantes miradas tensas y comentarios mordaces entre Sirius y Severus, así que todos se limitaban  a separarlos antes de que las cosas se pusieran feas.

 

-Esto está demasiado lejos- murmuró Sirius desganado de tanto caminar.

 

-Ni siquiera sé porque tienes que estar aquí…- siseó Severus acomodando en su espalda el arco dorado. Pero ni tardo ni perezoso el de ojos de tormenta contraatacó.

 

-Es lo mismo que yo me pregunto, Rey Quejicus…- las chispas comenzaron a volar.

 

-¿Cómo es el rey Draco?- preguntó al momento Scorpius desviando la conversación. Remus sonrió al chico pues, en todo el camino eran la frase más larga que había hecho y a buen tiempo, porque tanto su consorte como su querido amigo guardaron silencio viéndose desafiantemente.

 

Así que sin querer desmotivar la conversación del chiquillo misterioso, se animó a contestar, pese a que el jamás lo vio de cerca, le contó lo que sabía.

 

-No solamente es el rey de los Kerims, sino que también es el amo y guardián del basto bosque de hielos eternos donde abundan dicen que abundan los espíritus y magia muy antigua...- Hagrid asintió enérgicamente pues él también había escuchado de ello.

 

-También he escuchado que tiene la piel clara y luminosa como si estuviera cubierto con cristales de hielo, y que es una persona tan pura y hermosa como ninguna otra...  o al menos eso dicen las malas lenguas...- dijo alzándose de hombros pues no le constaba aquello.

 

A Hermione eso le sonaba a mera habladuría así que, sin mucho afán de estropear la idea de Remus guardó silencio al igual que Charlie quien escuchaba atento.

 

-¿Qué es un Kerim?- preguntó con curiosidad.

 

-Horribles criaturas retrogradas y arcaicas que piensan que lo malo es bueno- dijo burlón Sirius siendo reprendido por los ojoso miel de Remus.

 

-¡Sirius!- reprendió Remus –entonces tú también eres uno de ellos ya que naciste en el Sur- el azabache boqueó antes de hacer un mohín cual niño chiquito.

 

-Oye Remsie me ofendes, yo jamás seré como ellos- dijo ofendido.

 

-Pero siempre serás el mismo perro pulgoso…- contestó Severus como que no quiere la cosa.

 

-¿Quién te preguntó, grasiento?-

 

Hermione suspiró mientras miraba el cielo gris del cual caían pequeños copos de nieve con lentitud.

 

-Sólo espero que no nos reciban como en el reino del Este... porque las cosas como están, no creo que estemos listos para un altercado…-

 

*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*

 

En una habitación amplia del Reino del Sur, Draco se removía inquieto en su cama. Sentía el estupor desvanecerse obligándole a abrir los ojos, pero se negaba a ello. Desde hacía días que le sucedía lo mismo y no tenía idea de ello… aunque estaba casi seguro que se debía al extraño movimiento que había percibido en la Tierra de Nadie…

 

-Buenos días mi amor...- murmuró una voz clara a su lado sobre saltándolo, aquella melodiosa voz no podía ser real y lo sabía. Solo se limitó a apretar sus parpados. No quería enfrentarse a la realidad –deja de fingir que solamente consigues verte más adorable, mi ángel…- aquello le hizo abrir los ojos al instante.

 

Aquella frase la había escuchado innumerables veces en el pasado, pero no por ello dolía menos al notar el otro lado de su cama vacío.

 

-Harry...murmuró sintiéndose abatido al notar la soledad que durante esos 14 años lejos había aprendido a sobrellevar. Apretó los ojos y con sus manos hechas puño ocultó su rostro.

 

-¿Cómo dormiste?- saludó Regulus entrando por la puerta como si lo hubiese escuchado despertar. Con ceremoniosos movimientos le acercó un recipiente con agua para lavar su rostro y en seguida una bata para cubrirlo.

 

-He tenido mejores noches Reg…- contestó malhumorado. El escaso sol se colaba por la constante gris humedad y arrugó el ceño mientras se ceñía la sedosa bata en su cintura.

 

Arrastrando los pies se dirigió a la ventana para tomar su desayuno en paz. No sentía ganas de ver la preocupación en el semblante de su madre ni las quejas y exigencias de su padre sobre la mejor manera de como gobernar el reino.

 

“Como si no fuera capaz de hacerlo solo” pensó recargando su cabeza en sobre el marco de la ventana.

 

La Tierra de Nadie se veía oscura y más brumosa que de costumbre, sabía que algo no andaba bien por ahí, lo sentía en sus entrañas como un malestar que no se iba.

 

-Algo malo va a ocurrir...- murmuró. No le gustaba aquello, ni un poco.

 

-Creo que exagerar Draco…- dijo Regulus desenredando su largo cabello platinado con un cepillo dorado.

 

-¿Qué es eso?- dijo inclinándose de más en la ventana, siendo sostenido en el acto por Regulus quien suspiró cancinamente.

 

Draco ignoró su bufido y se concentró en lo que sus ojos captaban, allá a lo lejos. Pudo ver 8 individuos acercase. No era un error; esos colores y portes no podían confundirse.

 

-Los reyes vienen en camino...-

 

-¿Qué que hablas?- preguntó también asomándose con curiosidad.

 

-¿Que hacen lejos de sus tierras?- dijo en un hilo de voz más que nada para sí mismo. "¿Vienen  por mí?" Pudo escuchar con claridad la voz de Charlie llamándolo. “No es una broma de mi mente, es real…” -Debe de ser algo serio- dijo meditabundo –Regulus, no hay tiempo que perder, que bajen el puente y abran las rejas y los dejen pasar- demandó corriendo a cambiarse y estar presentable para recibirlos.

 

Regulus frunció el ceño. No estaba nada a gusto con aquella decisión pero si el rey lo ordenaba ¿quién era el para negarlo?

 

-Por supuesto- contestó con una pronunciada reverencia y salió de los aposentos.

 

*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*

 

La visita era inesperada y Draco estaba ansioso, miraba los presentes que lucían cansados y de vez en ves temblaban de frío. Ordenó aclimatar la sala para que fuera de su agrado y que les trajeran bebidas calientes para animarlos.

 

Consideraba que debía de tratarse de algo malo ya que, ¿porque viajar tantas leguas, tan lejos de su hogar si no era serio?

 

-Draco, estás haciendo que nieve... contrólate -dijo discretamente Regulus en su oído.

 

Se ruborizó y puso su mejor cara de indiferencia. Su padrino estaba ahí y sentía un poco de confianza viniendo de su parte, pero de los demás, sabía que las circunstancias eran tensas por parte de Charlie y de Sirius ya que pese al trato cortes que siempre se dio entre naciones, las ideas revolucionarias tanto del Oeste como del Norte, eran sumamente aberrantes para los tan conocidos Kerims del hielo…

 

Suspiró dándose ánimos mirando su anillo de magia pura. El símbolo de su poder y de su capacidad. Decidió analizar todo con cabeza fría mirando a todos en la habitación.

 

Sus padres estaban presentes y sólo podía ver a su padre muy atento sin pronunciar palabra alguna. El rey Charlie frotaba su incipiente barba pelirroja a la par que hablaba de los motivos de su presencia ahí, su padrino escuchaba con los ojos cerrados, Hermione Weasley a su vez completaba las ideas de Charlie, mientras que el rey Sirius y Remus se lanzan miradas complicadas que sólo ellos comprendían.

 

Sin embargo pese a todo lo que de llevaba a cabo, no podía dejar de mirar a ese chiquillo extraño que los acompañaba.

 

Entre cada palabra se angustiada más. Sólo captaba frases que entraban hondo  doliendo con la escarcha. "Harry" "oscuridad" "la espada ancestral" "peligro"

 

-Es por ello que debe ser detenido- dijo finalmente el chico llamado Scorpius que le hacía sentir algo inexplicable en su interior. Había algo tan dolorosamente familiar que no quería conciliar.

 

Era peor de lo que esperaba.

 

Caos, claridad, razón, locura, balance, tristeza... todo sincrónicamente le aplastaba su mente hasta el punto de impedirle respirar.

 

"El caos da paso a la claridad... la razón no se trunca con la locura... el balance es más fuerte que la tristeza..." se recordó como su credo personal; no dejar que las emociones se truncaran en su interior como remolinos turbulentos que lo carcomen por dentro, ya no más.

 

Enfocó los ojos de malaquita tratando de negar el profundo abismo que le provocaba.

 

"Por Merlín ¿qué me sucede? ¿Porque mi alma se constriñe de este modo? Siento que..." ni siquiera el mismo se comprendía que sentía.

 

-Discúlpenme- dijo excusándose para ir a pensar donde no lo agobiaran.

 

Regulus lo siguió de cerca y poco le importaron las quejas que su padre gritaba tras de él.

 

*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*

 

Para Regulus fue clara la lucha de su protegido. Sus ojos grises reflejaban su dolor que jamás compartió en su totalidad con otro ser. Tanto se guarda por pretender ser fuerte, cuando por dentro se era tan frágil. Un sentimiento de gran valor se dejaba entrever, creciendo con firmeza en su mente congelada que era claro como el agua para él.

 

Sólo le quedaba ser fuerte por él y por sí mismo pues, volver a ver a Sirius ahí, tan calmado sólo conseguía hacer que su sangre hirviera en sus venas. Negó con la cabeza ignorando las quejas desesperadas de su corazón; ya después arreglaría sus problemas personales.

 

-¿Qué piensas hacer Draco?- por supuesto que sabía de lo que Harry significó para él hacía casi 14 años atrás, pese a no conocer la profundidad, podía  darse una idea por los retazos de la historia y alma del soberano del reino del Sur, que con el tiempo fue recogiendo.

 

*-.-*-.-*Flash Back*-.-*-.-*

 

Era la fiesta de coronación del ahora Rey Harry y en ese tiempo con apenas 18 años cumplidos 1 mes atrás, se sentía agobiado y algo envidioso por no poder aceptar en su totalidad la carga que debería estar sobre sus hombros en su respectivo reino y todo debido a su débil constitución que desde bebe resultó ser.

 

“¿Por qué no puedo honrar a mi pueblo como es debido?” era lo que se preguntaba continuamente esperando solamente, algún día ser capaz de enorgullecer su noble casa y las altas expectativas que tenía su familia sobre él.

 

Sabía que había sido mala idea ser tan terco y ponerse firme ante la idea de asistir a la coronación del príncipe del reino del Norte, pero quería ver con sus ojos una coronación y como sería todo aquella preciosa ceremonia donde los espíritus y la magia de Merlín te aceptan como guía y representante de toda una región que confía en tu sabiduría.

 

Aunque nada más poner un pie en el reino del norte y sus garrafales altas temperaturas, se sentía sofocado. “una muy mala idea Draco” se dijo jadeando mientras con una mano se echaba enérgicamente aire. Sentía sus pulmones arder y no sabía que era peor. No poder respirar o respirar, pero sentir esa terrible quemazón.

 

-Creo que voy a ir a tomar aire por allá madre…- dijo tímidamente cuando el rey Thomas y su consorte se fueron –parece que está mejor el clima por allá…- dijo señalando a los ventanales, prácticamente avanzando sin el consentimiento de su madre.

 

-¿Estás seguro que te sientes bien, cariño?- preguntó seriamente; la apariencia ante todo, aunque por dentro estuviera sumamente preocupada.

 

-Si… solo necesito respirar…-

 

Se situó ante unos pilares, en la ventana más grande que encontró, pero cuando estuvo lo suficientemente cerca, tropezó con la horriblemente larga túnica que traía.

 

-“¡Maldición!” chilló sintiéndose avergonzado cuando sus rodillas tocaron el suelo.

 

-¿Te encuentras bien?- preguntó una voz alargándole la mano para que se pusiera de pie. Se sintió doblemente abochornado por tal espectáculo de tan mal gusto, pero como no quería lucir descortés alzó el rostro para no demostrar el berrinche que estuvo a punto de hacer.

 

-Gracias…- murmuró tomando aquella mano que al sentir la suya, la apretó.

 

Su cuerpo tembló cuando se encontró cara a cara con ese chico que dulcemente le sonreía y simplemente se perdió cuando enfocó aquellos ojos tan verdes como nunca en la vida había visto.

 

-Que hermosos ojos tienes…-  dijo sin pensar y el otro chico rio.

 

-Eso es lo que yo iba a decir…- dijo acomodando sus lentes sin dejar de verlo –parecen diamantes de hielo… son tan brillantes que es como si viera las estrellas en ellos…- se ruborizó aún más de lo que ya estaba.

 

-E-El blanco es normal de donde yo vengo…- dijo desviando su mirada. Sabía que no podía seguir verlo sin sentir algo extraño en su cuerpo –no es nada extraordinario…-

 

-Pareces un ángel…- el joven príncipe del Sur comenzó a sentir palpitaciones y buscó aire. En definitiva ese chico de alborotado cabello negro lo estaba acabando – ¿te sientes bien?- peguntó preocupado, pero el chico negó con la cabeza -¡ya se! ¡Tengo una idea!- dijo al instante que cerraba los ojos y pronunciaba un par de palabras que no pudo alcanzar a escuchar y de repente ya no se sentía sofocado por el calor -¿mejor?-

 

-Creo que si…- dijo sorprendido de que no sintiera nuevamente el calor, sino una perpetua agradable brisa -¿Cómo hiciste eso?-

 

-Es un simple hechizo climático, lo estuve aprendiendo el año pasado- dijo orgulloso obsequiándole una inocente sonrisa que inexplicablemente le contagiaba y también le hacia sonreír.

 

Se quedaron un rato callados mientras Draco observaba el paisaje.

 

-No es como lo esperaba…-

 

-¿De qué hablas?- preguntó tratando de enfocar aquello que los ojos grises veían.

 

-Del reino del desierto del norte… es tan… brillante…-

 

-¿Creíste que la fiesta se haría en medio de una duna?- preguntó jocoso a lo que Draco avergonzado asintió.

 

-Honestamente si… pero vaya equivocación… hay tanto color que apenas y puedo asimilarlo… es tan diferente de donde yo vengo…-

 

-¿Cómo es? Me refiero al Reino del Sur- dijo recargándose sobre su codo para verle mejor.

 

-Todo es blanco… tantos tonos de blanco y gris… con tan pocos azules o violetas que comparado con toda esta sinfonía es tan monótono… jamás creí ver esos tonos de azules como los de las fuentes de la entrada, o los amarillos y rojos de las frutas y ropajes de la gente… los verdes…- se calló súbitamente cuando volvió a ver sus ojos.

 

-Me gusta como hablas… es como poesía…- Draco se sentía raro y sabía que era culpa de ese chico. Sabía que no estaba bien –tal vez yo no lo veo tan extraordinario como tu porque estoy habituado a ello… sin embargo cuando los vi llegar, a ti y a tu familia, no pude evitar pensar lo hermosos que se veían, todos tan pálidos y con el cabello como hebras de plata…-

 

-Por favor no sigas- dijo apretando labios dando un paso hacia atrás. Pero el otro chico le tomó la mano deteniéndolo en el acto.

 

-¿Te ofendí?-

 

-Claro que no… es tan lindo lo que dices pero… es incorrecto- dijo negando con la cabeza –yo soy el príncipe del Reino del Sur y por ende tengo obligaciones específicas y no puedo tener esta conversación contigo- dijo sintiendo su corazón latir con fuerza.

 

-¿Por qué? Yo también soy príncipe, así que somos iguales ¿no?- hizo una pausa –aunque creo que dentro de poco seré más que eso… pero supongo que tú también…- los ojos grises se abrieron de par en par.

 

-¿Eres el hijo del rey Tomás?- preguntó con voz aguda sintiéndose desfallecer -¿el legítimo rey del reino del Norte? ¿Heredero de la casa Potter- Riddle?- el azabache frunció el ceño.

 

 –Sí y no tienes parte de razón, pero yo no soy solamente un título, soy Harry… Harry simplemente- Draco apretó los ojos -¿tanto te molesta saber quién soy?- preguntó retirando un mechón platinado que cubría su frente.

 

-Si…- contestó abatido, sintiéndose sobrepasado por la situación y la burla del destino por lo que le hacía sentir ese chico de ojos verdes. No era moral, no estaba permitido, pero aunque nunca lo había sentido sabía lo que era y eso le preocupaba -pero no porque eres tú, si no por lo que representa… somos tan diferentes…- dijo tan débil que el otro apenas y pudo escucharlo.

 

-Yo no lo creo…-

 

-Harry…- murmuró por primera vez su nombre. Se sintió tan natural que le asustaba.

 

Cuando sintió que acortó la distancia y solo la columna tras de su espalda le decía que no tenía escapatoria.

 

-Príncipe Harry, su padre necesita que vaya a ponerse su túnica para que dé inicio la ceremonia- dijo una voz a sus espaldas que los tensó al instante.

 

-Ya voy Reginald- dijo sonriente a lo que el guardia con una reverencia se marchó por donde vino.

 

-C-Creo que tienes que irte…- dijo carraspeando. Nuevamente se sentía sofocado y no necesariamente por el clima.

 

-¿Puedo verte más tarde? ¿Solo nosotros dos como este momento?- preguntó acariciando su mano con devoción antes de darle un beso que apenas y sus labios rosaron su fría piel.

 

Sabía que debía decirle que no; que se iría con sus padres de regreso al Sur nada más terminar la ceremonia, que lo que sea que acababa de ocurrir entre ellos no podía volver a repetirse, pero… no tenía el valor para contrariar su absurda necesidad de estar con él.

 

-Si…- contestó antes de verlo partir con tremenda sonrisa bailando en su rostro que entibió su frio corazón.

 

*-.-*-.-*Fin del Flash Back*-.-*-.-*

 

Apretó los ojos. Lo que menos necesitaba era un recordatorio de ese primer encuentro con Harry. “Pamplinas…” dijo acomodando su largo cabello tras su espalda.

 

-¿Que más voy a hacer? Me necesitan…- dijo con toda la seriedad posible. Regulus puso los ojos en blanco pues eso sonaba demasiado noble para él -sé que vas a decir que es una tontería y aunque quisiera librarme de esta no puedo... es mi deber como rey-

 

-Si tú lo dices...- contestó acomodando las cosas que probablemente necesitarían en ese viaje que Draco ya estaba dando por sentado en su mente.

 

-Si lo que dicen de Harry es cierto, y sus redes se están propagando de una manera catastrófica, el mundo está en peligro y no hay tiempo que perder…-

 

Sabía que Harry podía ser muchas cosas, entre dulce y atento, tan lleno de vida y tan amoroso… pero también demasiado terco cuando se obsesionaba con algo, tan testarudo y volátil que pese a su excepcional dominio de la magia, si algo tramaba, no podía ser bueno, no después de esa muestra que le dio la última vez que lo vio, tan roto y tan diferente al Harry que tanto amó como nunca en su vida, sus hermosos ojos verdes siempre llenos de ilusión y esperanza; esa única vez le ocasionaron un sentimiento que jamás pensó relacionarlo con el amor de su vida: Miedo…

 

-¿Pero estas seguro que podrás? Digo... si es tan malo como dicen que es ¿qué vas a hacer cuando te encuentres cara a cara con él?-

 

Draco se paró en seco. Lo que Regulus decía era cierto ¿Qué hacer cuando te enfrentas a un corrompido atisbo de la persona que amaste hasta la locura?

 

El rubio miró a la ventana acomodando su Anillo de Magia Pura y con pesar regresó a ver la runa que tenía oculta bajo de él. Aquello runa que prometió tanta felicidad y que le brindó todo el amor del mundo durante 3 cortos pero intensos años.

 

El Harry que conoció ya no volvería… al igual que el dejó de ser el Draco al que tanto amor le profesaba… tanto dolor no cambiaba el pasado, pero si seguía manchando su presente; sabía que huir no solucionaría nada y que llegando el momento, el haría lo que fuera necesario para eliminar el monstruo que él ayudó a crear…

 

-Haré lo único que puedo hacer en este escenario… Matarlo con mis propias manos si es necesario...-

 

*-.-*-.-*-.-*-.-*-.-*

 

Los reyes ya estaban a punto de irse y por la mirada de Charlie este presentía su decisión.

 

-¿Que vas a hacer Draco?- la misma pregunta de un instante atrás hecha ahora con la voz severa de su padre, al que miró fijamente- es obvio que no puedes ir, tienes muchos deberes, pero supongo que puedes mandar a alguien en tu nombre…-

 

-No- dijo tranquilamente- Tengo que ir yo, nadie puede reemplazarme. Parto esta tarde con ellos- dijo colocando su equipaje en su hombro. Su decisión flanqueada pero estaba consciente que era lo mejor.

 

-¡No puedes ir!- chilló el rubio mayor sumamente indignado.

 

-Voy a ir padre, quieras o no... Regulus irá conmigo y me mantendrá a salvo…- dijo para darle ánimos a su padre –el concejo se encargara de todo lo demás y sé que tu harás un buen papel en mi lugar, como en el pasado…-

 

-Mi dragón…- su madre corrió a abrazarlo fuertemente ignorando las quejas y berridos de Lucius Malfoy -espero Merlín te acompañe en este viaje y que esto te cuide…-dijo colocando un collar del que dependía un vial. Draco lo analizó con su ojo crítico.

 

-¿Qué es? ¿Son lágrimas de fénix?- la mujer asintió.

 

-Y también contiene sangre de unicornio... esto curará cualquier herida por más letal que sea… por si acaso...- dijo con lágrimas en sus ojos.

 

-Gracias madre- dijo abrazándola impregnándose de su dulce y amoroso ser.

 

-Que estés muy bien, hijo mío…- besó su frente mirándolo con suma tristeza, adivinando lo que escondía tras su seria mirada gris -¿no vas a regresar a mi verdad?- preguntó acariciando sus cabellos platinados. Había tanto que decir pero tan poco tiempo que esperando que la respuesta le llegara sin pronunciarla, correspondió su abrazo y simplemente sonrió.

 

 

Notas finales:

Wow! ya por fin todos estan reunidos pero aun no llego al meollo del asunto! (ni creo qe llegare eprontito pues todavia se tiene que desenvolver un poco mas la historia para llegar a los grandes misterios de ¿porque harry se volvio malo? ¿que le paso a Bill? y ¿que onda con Scorpius? intriga, intriga y mas intriga!!  muajaja!

Aqui les dejo la liga de esta maravillos cancion "Frozen Mind" https://www.youtube.com/watch?v=9dcU8SXoeKM que definitivamente cada que la oigo y describen al personaje, me imagino al lindo de Draco jiji~

Bueno pues nos leemos en el Capitulo 5: Anochecer de los bosques de hielo donde veremos como interacutan nuestros personajes ya que todos estan reuniditos!! kukuku~* (algo me dice qeu habra de todo en el siguiente capi! desde confrontaciones, peleas, acuerdos, reencuentros agresivos y dulces de limon xD)

Besos~*


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