12. Las consecuencias de sus actos.
-Día 2 de la Acampada en Sinnoh -o-
Cuando Yugi despertó a la mañana siguiente, con algo de pereza por haber tenido un mal sueño pero se preocupó al no ver a Yami en la cama de al lado, iba a levantarse de su posición cuando escuchó la puerta abrirse así que, por un mero impulso que no supo de dónde o por qué surgió, Yugi jaló las sabanas para cubrirse lo mejor posible, dejando una pequeña rendija que ensombreciera sus ojos para que no se notara que los mantenía entreabiertos.
¡Y qué bueno que se cubrió lo demás! porque no pudo evitar que su boca se abriera cuando Yami entró con sus pantalones ceñidos y el pecho aun algo húmedo casi al descubierto, con solo la toalla colgando por sus hombros.
Ahogo un jadeo de asombro mordiéndose el labio inferior cuando Yami se paró en medio de sus camas, retirando la toalla de sus hombros para secarse mejor el torso. El pequeño oji-amatista sintió su rostro arder, pareciera que su acelerado corazón bombeaba toda la sangre hacia su rostro.
Hasta que el mayor no se puso la playera negra y su pulso no se calmó fue que Yugi no hizo amago de ‘despertarse’. Tampoco pareciera que el mayor le prestó mucha atención que se diga.
Yugi se sentó en su cama, apartando un poco las sabanas y llevándose una mano al rostro para frotar de forma algo aniñada su ojo ─buaaaaah… bu-buenos días ─saludó con timidez, sin atreverse a mirarlo a los ojos.
─…Buen día ─respondió a secas Yami, colgando su toalla en la ventana para que se asoleara. Yugi no pudo apartar la mirada de él, se le quedó viendo fijamente ─ ¿sucede algo? ─preguntó serio, mirándole apenas de reojo.
─Ah ¡no, nada! ─se sobresaltó el menor, levantándose a tomar sus cosas de baño.
Cuando estuvo fuera de su vista, Yami agitó la cabeza, reprendiéndose por el tenue calor en sus mejillas, al quedarse viendo a Yugi ¡se supone que estaba molesto, por el amor de Arceus!
─Será mejor que te des prisa o empezara a llenarse de gente ─comentó de forma casual, solo porque el silencio empezaba a serle muy incómodo.
─Ah ¡Sí! tienes razón ─Yugi tomó sus cosas ─vamos Espeon ─la tipo psíquico saltó a su lado ─nos vemos en el desayuno ─alcanzó a decir el campeón mientras salía de la habitación…
Yami suspiró y se dejó caer en su cama ─ ¿pero qué se supone que estoy haciendo? ─musitó el tricolor, llevándose el brazo por sobre los ojos.
-o-
Sin saber por qué, Yami esperó a que Yugi regresara y se dirigieron al comedor a desayunar. No pronunciaron una sola palabra en todo el rato, Yugi se sentó junto a Miho y Yami se sentó frente a ellos, del otro lado de la mesa, siendo prontamente acompañando por Tea quien no tuvo reparos en coquetearle y mostrar su interés en el oji-vino.
Yugi no pudo evitar agachar la mirada, sentía celos al ver que Yami no se mostraba rechazo a las insinuaciones de la castaña… admitía que ella era linda y talentosa en el ámbito artístico y como no se pusiera las pilas en arreglar sus situación con Yami temía que ella ganara su lugar en el corazón del oji-vino.
-o-
─Muy bien Venomoth, usa Doble Rayo ─indicó Yugi, entrenando con su pokemon temporal ─Espeon, contrarresta con Psicorrayo.
Ambos ataques chocaron en el aire, se mantuvieron así unos instantes pero, a pesar de que el psicorrayo era poco eficaz se impuso con facilidad ─muy bien hecho Venomoth, tienes una excelente puntería y mantienes bien el ataque ─lo felicitó, había mantenido muy bien el ataque aun en contra de su Espeon ─probemos ahora tu Danza Aleteo.
─Venooo ─Venomoth empezó a revolotear de derecha a izquierda, provocando que sus alas generaran suaves destellos y subiendo sus estadísticas especiales y de velocidad.
─Ahora, Bomba Lodo ─Venomoth disparó varias bolas de lodo toxico hacia Espeon, quien las esquivó con agilidad ─eso es todo, creo que ya estamos listos para los combates ─Yugi flexionó su brazo para que Venomoth se posara en él ─recuerda, debes tener cuidado con los movimientos tipo volador de Chatot ─aconsejó, su pokemon asintió ─eres muy veloz, y yo confió en ti. No tengo duda de que lo haremos de maravilla ─le sonrió con confianza y Venomoth respondió de la misma manera, alegre de la confianza de su entrenador ─demos nuestro mejor esfuerzo.
─Venoooo Venomoth.
Un poco lejos de allí, Yami estaba sobre una colina, observando como Yugi y Venomoth entrenaban y también jugueteaban junto con Espeon.
─ ¿Croo cro? ─Crobat se posó en el hombro de su entrenador.
─No sucede nada Crobat ─respondió sin mirarlo.
─Jolt Jooolt Jolt Eon (está de malas porque se peleó con su compañero) ─musitó Jolteon que estaba tumbado a una lado suyo, tomando pacíficamente el sol.
─Mi compa… Yugi… ─susurró el tricolor ─ ¡Jolteon! ─lo regañó frunciendo el ceño pero como vio que su pokemon no le hacía caso levantó su pokeball correspondiente, amenazando con regresarlo a su ball por lo que el tipo eléctrico se tensó y agachó la cabeza… desde la pelea con Yugi, Yami estaba tan seco y reacio como antes de conocerlo, quizá un poco más inclusive.
Un llamado resonó en todo el perímetro de la acampada, pedían que todos los entrenadores regresaran al campo para que las batallas comenzaran.
─Andando ustedes dos ─ordenó el oji-vino, caminando de regreso al campo, igual que Yugi.
-o-
─ ¡Muy bien, que comiencen los combates! Recuerden que el objetivo de estos combates es que saquen lo mejor de su pokemon ─la mayoría de presentes asintieron a las palabras de Solomon ─ ¿Quién quiere comenzar?
─ ¡Yo lo haré, profesor! ─se adelantó Tea. Yami prestó atención
─Muy bien ¿Quién será tu contrincante? –la castaña miró directamente a Yugi.
─Yo ─el oji-amatista caminó con seguridad hacia su lado en el campo. Muchos empezaron a murmurar acerca de lo valiente que era esa chica y como le iban dar una paliza ─Venomoth, necesito tu ayuda.
─Bien Chatot ¡es hora de bailar! ─Tea lanzó su pokeball dentro de una capsula con un sello, que al abrir creó una cortina de notas musicales desde la cual salió su pokemon.
─De modo que eres coordinadora ─supuso Yugi, arqueando una ceja.
─No tengo mucha experiencia en los concursos aun, apenas estoy comenzando ─explicó la castaña ─pero eso no tiene nada que ver, vamos pelear ─dijo animada.
Yugi atinó a sonreír ─estamos listos.
─ ¡Inicien!
─Muy bien Chatot, usa Cháchara ─inició la castaña.
Chatot empezó a hacer ruido, generando con su voz varias notas de música que flotaron a su alrededor y que luego lanzó hacia su oponente con ráfagas provenientes de sus alas.
─Esquívalo Venomoth, usa Danza Aleteo ─como antes, Venomoth empezó a revolotear, incrementando sus estadísticas y evadiendo con facilidad el ataque de su contrincante.
─Responde con Danza Pluma ─indicó Tea. Chatot elevó el vuelo, rodeándose de un manto de plumas coloridas y revoloteando.
─ ¡Qué lindo! ─chilló Miho, de pie con Tristán y Yami ─miren a esos dos, pareciera que están bailando en serio.
─Miho tiene razón ─sonrió el castaño, enfocando su mirada en la pelilarga.
Yami solo suspiró, se le estaban haciendo ya costumbre ese tipo de comentarios por parte de la chica.
Con la velocidad aumentada, Venomoth evadió con relativa facilidad la Danza Pluma de Chatot. Ambos se quedaron revoloteando frente a frente.
─Eco Voz ─mandó la castaña ─Chatot cantó, emitió las ondas sonoras que golpearon a Venomoth, provocando que se alterara su vuelo ─ ¡Muy bien!
─ ¡Venomoth! ─”tenemos que interrumpir ese Eco Voz*” ─mantente firme.
─Usa Eco Voz una vez más ─mandó Tea de nuevo, confiada al conectar un primer golpe.
─Contrarresta con Supersónico ─las ondas sonoras de ambos pokemons chocaron en el aire, muchos de los pokemons presentes se quejaron por el choque que aturdió su audición.
─Tsk, usa Cháchara una vez más.
─Danza Aleteo y esquívalo ─mandó Yugi, re-planteándose la estrategia que tenía.
─ ¡Responde con Danza Pluma! ─de nuevo, lo que parecías ser una sincronizada demostración de baile aéreo se inició. Venomoth se fortalecía y esquivaba mientras Chatot trataba de bajarle el ataque.
─Esto se está volviendo repetitivo ─bufó Yami, jamás había visto combatir a Yugi, más allá de los encontronazos que tuvieron con los dos torpes del mentado ‘Equipo Rocket’ pero ahora Yugi parecía diferente, su gesto y expresiones lo eran, aun así ese combate no parecía nada interesante.
─La diferencia está… en que la Danza Pluma de Chatot no está golpeando a Venomoth pero este sí que está recibiendo los beneficios de su propio movimiento ─dijo Solomon, caminando hasta Yami.
─ ¿Profesor? ─musitó el oji-vino, se sentía incómodo con el reconocido hombre mayor ahora que su situación con Yugi estaba tan… ¿cómo decirlo? Extraña.
El mayor solo le ofreció una sonrisa amable con los ojos cerrados.
─Aléjate Venomoth, usa Doble Rayo ─instruyó Yugi.
El tipo insecto hizo un perfecto giro invertido para volar hacia atrás a ras del suelo, levantando algo de polvo mientras imponía distancia entre él y su contrincante a la vez que cargaba su ataque en la punta más alta de su cornamenta.
─Presiona Chatot, usa As Aéreo y ve tras él ─señaló la castaña, estirando una mano hacia el frente. Chatot hizo lo mandado y dio una voltereta en su lugar mientras generaba una estela blanca, yendo tras Venomoth.
─Espera un poco ─musitó Yugi, viendo el avance de Chatot con ojo crítico ─ ¡golpea ahora! ─el rayo tricolor de tonos pasteles salió disparado a quemarropa cuando Chatot estuvo a escaso medio metro de Venomoth, y por la potencia respaldada de haberse subido el ataque especial dos veces, lo golpeó de forma arrolladora, aun cuando no fuese muy efectivo ─ ¡Bien hecho Venomoth!
─ ¡Ay no, Chatot! ─Tea se llevó ambas manos a las mejillas al ver a su pokemon temporal tan dañado.
─Increíble, esperó lo justo y su movimiento fue muy bueno… ese chico sí que sabe cómo pelear ─dijo Tristán asombrado ─aun con la forma de pelear tan peculiar de Tea*
Miho chasqueó los dedos mientras movía su brazo derecho hacia la izquierda ─yo te lo dije Tristán. Yugi tiene una forma de pelear muy particular, es capaz de adaptarse al estilo de cualquier contrincante y darle una pelea espectacular ─aduló ─aun si llegasen a acorralarlo, Yugi siempre logra demostrar sus habilidades y darle la vuelta a cualquier combate ─dijo con emoción, juntando ambas manos a la altura del pecho, luego añadió en un susurro ─los Motou parecen llevarlo en la sangre, mi querido Ryou es igual de fuerte ─añadió con voz soñadora.
Yami había escuchado el comentario de la peli-azul, debía admitir que tenía razón, a pesar de que el combate había empezado lento y sin mucha emoción Yugi había demostrado el ejemplo perfecto de ‘espera al momento indicado’ y estaba dando un gran espectáculo para los que observaban la batalla.
─No disminuyas el ritmo ¡Enséñales ahora tu Aire Afilado! ─con una sonrisa de confianza Yugi llevó el pie derecho adelante, extendiendo también la mano al ordenar el ataque. Una ráfaga de 10 cuchillas de aire a presión salieron disparadas de las alas de Venomoth.
─Chatot, esquívalo con As Aéreo ─instruyó Tea. El cansado Chatot recibió la mitad de las cuchillas antes de poder alzar el vuelo para golpear en respuesta.
─ ¡Venomoth! ─el tipo insecto casi cayó al suelo.
─ ¡Así se hace Tea! ─apoyaron muchos de los presentes, Tristán entre ellos. La castaña se tomó un momento para soltar parte de su tensión en un suspiro y mirar a sus compañeros, Yugi no perdió de vista el guiño que le dedicó a Yami aunque este ni se haya inmutado.
─Grrr ¡Doble Rayo ahora Venomoth! ─Venomoth atacó de nuevo con su rayo de colores pasteles, golpeando directo a Chatot, además dejándolo confundido* ─embístelo y termina con Zumbido ─concluyó serio y confiado de su victoria.
Obediente, Venomoth cargó contra Chatot, empujándolo con su cornamenta y, sin darle tiempo a responder su cuerpo empezó a vibrar a la vez que sus alas se agitaban incluso más fuertes, generando una potente serie de ondas sonoras que aturdió a Chatot, debilitándolo sin darle tiempo a reaccionar.
─Chatot no puede continuar, Venomoth es el ganador ─declaró el encargado que hacía de árbitro.
─Ohhh, Chatot ─Tea tomó la pokeball del pokemon corchea y lo regresó ─gracias por esforzarte.
─Venomoth, diste tu mejor esfuerzo y estuviste fantástico ─Yugi lo tomó en brazos ─estoy orgulloso, sabía que podías hacerlo ─le dedicó unos mimos mientras salía de la arena de combate.
Solomon esperó a que Yugi llegara junto a él y sus amigos para acariciarle el cabello cariñosamente e irse.
─Tea, lo hiciste muy bien ─la felicitó el moreno cuando la chica regresó junto a ellos. Tea le sonrió, agradeciendo su gesto.
La siguiente en pasar fue Miho y su Stantler contra un chico de ojos azules, pelo azul oscuro apenas por debajo de los hombros, recogido de una coleta baja y su Croconaw.
Fue un combate bastante reñido y algo largo donde resultó como ganadora la chica.
Luego de eso fue Yami quien tomó la iniciativa y Tristán, algo nervioso, lo siguió.
─Adelante Crobat ─el pokemon murciélago voló del hombro de Yami hacia la arena de combate.
─Muy bien, Vigoroth yo te elijo ─Tristán arrojó la pokeball al campo y el pokemon mono salvaje se golpeó el pecho con energía mientras soltaba un rugido de batalla.
─Crobat, usa Tajo Aéreo ─mandó Yami, tomando el primer movimiento.
Crobat generó entre sus alas una esfera de aire comprimido que lanzó hacia Vigoroth ─Esquívalo y usa Golpes Furia ─indicó Tristán. Vigoroth golpeó el piso con sus poderosas patas para impulsarle en un gran salto con el que logró esquivar el movimiento de Crobat y aterrizar a sus espaldas, solo para atacarlo varias veces con sus zarpas.
─Date la vuelta Crobat, usa Colmillo Venenoso ─indicó.
Luego de recibir dolorosamente los cuatro zarpazos en la base de sus alas, Crobat se volteó con algo de dificultad y, con los colmillos escurriendo toxinas, mordió a su contrincante en un brazo. Vigoroth chilló de dolor.
─Ahora usa mordisco ─Crobat se separó apenas para clavar sus colmillos en el brazo contrario de Vigoroth, quien volvió a quejarse.
─Sacúdete y sácatelo de encima –mandó el moreno ─usa Garra Brutal* ─el tipo normal golpeó sus brazos contra el suelo para que Crobat le soltase y luego lo golpeó con ambas garras, las cuales se alargaron con un brillo blanquecino.
─Crobat levántate ─indicó Yami.
Yugi, Miho y Tea miraban el combate con mucha atención, ambos pokemons estaban exhaustos. Vigoroth tenía lastimados ambos brazos lo que limitaba un poco su ataque además de afectar su velocidad mientas que Crobat estaba muy resentido en la base de sus alas, afectando su vuelo.
Sin embargo, hubo algo que solo Yugi notó. Los ojos morados recorrieron suspicaces a Crobat y a Yami, había algo peculiar en el combate, algo diferente en su modo de pelear… dirigió su mirada a Jolteon y le vio mirando a Yami con las orejas gachas y algo de preocupación, fue entonces que se percató de lo que pasaba… Yami estaba peleando como antes, como antes de que se relacionaran a fondo, antes de que aprendiera que la fuerza bruta no era lo único que definía un combate y descubriera los beneficios de crear un lazo con su pokemon.
Yugi suspiró, sabiendo que eso era su culpa.
─Veneno X ─cruzando sus alas más grandes, Crobat dirigió una ráfaga de veneno a su contrincante y, junto a la carga toxica que antes había colado en su brazo, fue suficiente para envenenar a Vigoroth.
─Puño Hielo ─Tristán estiró una mano, haciendo la mímica del movimiento mientras que la garra derecha de Vigoroth se cubrió de una capa de escarcha en lo que dirigía a golpear el pokemon murciélago.
─Esquívalo ─Crobat se movió con algo de dificultad, logrando esquivar apenas el golpe, sin embargo el puño de Vigoroth pasó tan cerca de sus alas que logró escarcharle un poco la derecha, afectando más su vuelo así que el pokemon murciélago retrocedió un poco por voluntad propia. Vigoroth resintió el veneno ─no retrocedas, usa Colmillo Venenoso una vez más.
─No, Yami… ─susurró el pequeño tricolor, sin llegar a ser oído. Espeon también emitió un quejido de preocupación, el cual fue coreado por Jolteon, aunque con un matiz de regaño.
─Garra Brutal ─respondió Tristán.
Ambos pokemons se movían notablemente más lento que al principio del combate, aun así las garras de Vigoroth chocaron con los afilados dientes de Crobat, creando una pequeña humareda violeta ante el contacto.
Espeon y Jolteon volvieron a emitir ese quejido entre tristeza y reclamo, Yami sintió que todo iba en cámara lenta por un momento: podía sentir la pesada mirada de Espeon y, principalmente, de Yugi detrás suyo, sumadas a la de Jolteon a su lado; fue consciente de lo tenso que estaba su cuerpo, de su ceño profundamente fruncido, pero más importante aún…fue consciente del daño que Crobat había recibido.
Yami bajó por un momento la vista a sus manos, tensas en puño y las soltó lentamente “¿Qué es lo que estoy haciendo?”
─Yami ─escuchó el triste y preocupado susurró de Yugi ente los gritos y alientos de la multitud de entrenadores.
─Croooo ─el quejido doloroso de Crobat al ser herido por los Golpes Furia de Vigoroth.
─ ¡Crobat! ─ “¿Qué demonios eh estado haciendo?” ─aléjate de él ─ordenó en cuanto Vigoroth volvió a resentirse por el veneno ─usa Supersónico ─ “No puedo dejar que Crobat reciba más daño”
Crobat retrocedió de inmediato con gusto, y luego de haber puesto por lo menos metro y medio de diferencia con Vigoroth emitió sus ondas sonoras directo al tipo normal, aturdiéndolo mientras este trataba de resistir el veneno.
Vigoroth empezó a gritar con mucha más fuerza antes de que activara la Garra Brutal, golpeando a diestra y siniestra sin cuidado y sin atinarle a nada, como un ciego que trata de defenderse, tanto así que se lastimó la rodilla izquierda y cayó al piso.
─Crobat… ─Yami pensó en dar una última orden, un último golpe para terminar el combate, pero pensó que Vigoroth ya había recibido el suficiente daño, sumado al veneno y su confusión ─buen trabajo ─suspiró, relajando el cuerpo.
─ ¡Vigoroth! Vigoroth reacciona ─se quejó Tristán, el pobre tipo normal estaba en el piso respirando agitadamente.
─Es todo ─dijo Yami.
─Él tiene razón, Vigoroth ya no puede continuar, Crobat es el ganador ─indicaron.
El moreno suspiró ─Lo hiciste bien, Vigoroth… regresa ─Tristán lo llamó a su pokeball.
Yami flexionó su brazo para que Crobat reposara en este, el pokemon murciélago lo hizo y recogió las alas en su cuerpo, listo para un largo descanso ─buen trabajo Crobat, perdóname por presionarte demasiado al principio ─se disculpó en un susurro bajó la mirada aprobativa de su Jolteon, y claro, de Yugi y Espeon ─no fue justo de mi parte forzarte de esa manera.
Aunque cansado, Crobat le ofreció a Yami una sonrisa y mimos en la mejilla, indiscutible señal de que el tipo veneno/volador no estaba molesto con su entrenador. Yami le regresó una pequeña sonrisa, antes de ser sorprendido por la mano extendida de Tristán ─fue una gran pelea ─le dijo el moreno.
─Mmm umh… lo fue ─el oji-vino contestó el apretón de mano y, tomando a Jolteon en brazos, retrocedió entre el tumulto, esperando a que los nuevos contendientes pasaran al campo para escabullirse de vuelta hacia los prados donde antes estuviese entrenando.
Yugi no lo perdió de vista ni un instante y, sigilosamente, se escabulló de entre la multitud junto con Espeon.
-o- De vuelta en Jotho -o-
Bakura cayó de sentón sobre la nieve fresca que cubría aquellas montañas, su mirada nunca se apartó de la majestuosa ave que se alzaba orgullosa frente a él.
─ ¿Pero… Qué? Ahh ─balbuceó apenas ─Ryou ¿qué está…?
Ryou sonrió, poniendo una mano en el pecho del pokemon legendario, que recogió sus alas y se paró bien en su lugar ─Este es Articuno, el pokemon Congelación, el primero del trío de Aves Legendarias, también llamado el Titán del Hielo.
─Aves legendarias… ¿Articuno dices? ─con una mano temblorosa, sacó su pokedex y lo analizó.
Articuno, el Pokémon congelador: Se cree que este Pokémon legendario, con alas semejantes a capas delgadas de hielo, posee la capacidad de congelar el vapor de agua y formar nieve por lo que consigue hacer que nieve cuando vuela. Articuno vive en lo profundo de las montañas y se dice que puede volar al aletear sus alas y cola con gracia.
─ ¡Espera, espera! ¡¿Es un pokemon Legendario? ¿Y por qué está aquí? No me digas que es tuyo! ─dijo apresurado, apenas tomándose tiempo para respirar y señalando a Articuno con el pulso tembloroso luego de haber guardado su pokedex.
Articuno ladeó su cabeza ─Kuuuuu kuuuuno kuuuu ─canturreó el ave legendaria.
─Jejeje ─Ryou no pudo evitar reír al escucharle ─vale, puede que sea algo ruidoso pero es buena persona ¿sí? ─le acarició la cresta y Articuno respondió con asentimiento de cabeza.
─ ¿Qué…? ─parpadeó Bakura.
─Anda ─Ryou se paró frente a él y le tendió una mano ─te vas a congelar el trasero si te quedas más tiempo sentado así ─rió el menor, esperando que Bakura tomase su mano para levantarse.
El otro así lo hizo, sacudiéndose la nieve del pantalón ─ ¿hace falta que diga que no estoy entendiendo ni la mitad de lo que sucede aquí? ─le dijo a Ryou.
El menor sonrió, negando con la cabeza ─no, yo solito me doy cuenta ─rió divertido, cuando el mayor le soltó la mano ─te lo contaré todo.
─ ¿Por esto te saliste de casa la otra noche? ¿Viniste aquí?
Ryou se sorprendió ─ ¿te diste cuenta? ─consultó apenado.
─Te vi por la ventana –respondió.
Ryou asintió, caminó hasta tomar asiento en una roca liza de por allí, Articuno no tardó en acomodar su cabeza en el regazo del campeón de Jotho. Bakura se sentó a su lado dudativo.
─A Articuno le encontré hace cosa de unos cuatro o cinco meses luego de haber regresado de mis vacaciones con Yugi ─inició ─estaba aquí saludando a los pokemons de la reservación cuando vi, desde los prados, algo raro que caía desde el cielo así que le pedí a Dragonair que me trajera aquí ─rememoró ─los pokemons de hielo estaban todos a la defensiva y esta cueva completamente congelada por lo que entré enseguida y di… con Articuno, herido de una ala ─Bakura se sorprendió un poco ─le curé como pude hasta que despertó y se puso totalmente tenso ─Ryou deslizó su mano por una de las alas del Legendario ─no confiaba en mí, y me costó lo indecible lograr que tomara algo de medicina… como no sabía que había pasado no le dije nada al profesor pero deje a mis la mayoría de mis pokemons aquí cuidándole mientras revisaba los alrededores ─Ryou desvió la mirada un poco al sur ─por aquel lado descubrimos señales de una batalla y unas cuantas trampas hechas añicos o medio congeladas… no tuve duda de que algún cazador había intentado atraparlo ─reveló, Bakura entonces vaciló su impresionada mirada entre su ¿amigo? Y el ave legendaria, que tan tranquilamente se acomodaba en sus piernas ─estuve un par de días sumamente pendiente de Articuno y los alrededores, muerto de preocupación de que aquel cazador regresara y le hiciera daño a Articuno mientras este no podía protegerse ─Articuno canturreó suavemente, acariciando la mejilla de Ryou en gratitud, provocándole una sonrisa al albino ─una semana más tarde, cuando había logrado que mejorara un poco aun si no confiaba directamente en mí, vinieron un par de cazadores a incordiarlo ─Ryou abrazó delicadamente a Articuno ─me enfrenté a ellos para mantenerlo a salvo… aunque me costó un par de golpes ─se llevó una mano a la cadera del lado derecho ─pero los mandé a volar a fin de cuentas… fue cuando Articuno decidió que yo no era una mala persona y se atrevió a confiar en mí. Ha estado aquí desde entonces y su ala ya sanó por completo ─para demostrar el punto, Articuno estiró sus alas en toda su envergadura y aleteó un poco, creando una fría brisa que levantó los cabellos de ambos. Bakura se estremeció y Ryou rió.
─Es increíble ─susurró el mayor.
─Ni el profesor… ni Rebecca saben sobre esto ─admitió algo ruborizado ─ni siquiera se lo eh dicho a Yugi aun así que… eres la primera persona en enterarse de esto ¿Comprendes por qué te pedí que guardaras el secreto?
─Sí… y no te preocupes, no se lo diré a nadie ─reafirmó amable.
─Gracias Bakura, sé que puedo contar contigo ─Ryou no tardó en abrazarlo ─eres el mejor.
Bakura deslizó su mano por el cabello de Ryou en respuesta, hasta que un ligero gruñido provocó que ambos se separaran y que un tenue rubor adornara las mejillas del mayor.
─Oh cielos ─murmuró Bakura.
─Jejeje ¿Tienes hambre? ─Bakura sólo desvió la mirada ─eso te pasa por saltarte la cena ─regañó divertido, Bakura agachó la cabeza derrotado ─anda, regresemos a nuestra habitación… te guarde tu plato ─canturreó tentativo.
A Bakura le brillaron los ojos a la vez que su estómago volvió a gruñir por alimento.
Ryou no pudo evitar las risas ─Cuídate ¿De acuerdo Articuno? ─dijo levantándose ─no podemos arriesgarnos a que el resto de los entrenadores te vean, se podría armar un gran alboroto ─lo abrazó con cariño ─vendré a verte pronto, lo juro ─se despidió, dirigiéndose con Bakura de regreso a lomos de Dragonair para regresar a la acampada.
─Ne… ─le llamó Bakura, Ryou ladeó la cabeza hacia él ─esta acampada está siendo mucho más entretenida de lo que podría esperar.
Ryou sonrió ─Ciertamente.
Regresaron a la acampada con los ánimos muchísimo mejor que cuando se fueran, Ryou suspiró aliviado cuando lograron llegar a la habitación sin encontrarse a Rebecca y Duke de por medio. Bakura tardó menos que un rayo en abalanzarse sobre su plato de comida para satisfacer su alborotoso estómago.
Ryou le agradeció mentalmente a Rebecca el haber pedido el plato de Bakura; se tiró de espaldas en su cama, relajando el cuerpo de inmediato con un profundo suspiro, y abrazó a Glaceon cual peluche cuando esta subió a su lado, acurrucándose de perfil y cerrando los ojos, aliviado de haber ‘arreglado’ su situación con Bakura.
-o- De vuelta en Sinnoh.
Yami estaba sentado en el pasto, mirando al horizonte mientras acariciaba a Crobat y tenía a Jolteon recostado en su regazo. Se sorprendió bastante cuando Espeon llegó con un saco de tela en su boca que dejó frente a él, revelando varias bayas Zidra; Venomoth aterrizó sobre una de ellas, la tomó con sus patas y la levantó a la altura de Crobat.
─Es para que se recuperen ─explicó en voz baja y algo débil, caminando hasta el costado de Yami ─dieron una excelente pelea ─añadió, viendo con una sonrisa como ambos, Venomoth y Crobat, disfrutaban de las bayas.
─Gracias, supongo ─murmuró el mayor, desviando la mirada al horizonte.
─Yami… ¿crees que podamos… hablar? ─dudó el menor, juntando dudativamente sus dedos índices de forma nerviosa frente a su pecho.
─ ¿Qué no estamos hablando? ─respondió distraído.
─Me refiero a… ya sabes… lo que pasó ayer.
─No sé de lo que estás hablando ─Yami apretó en puño su mano derecha que reposaba sobre la rodilla de su pierna flexionada. Yugi frunció el ceño y abrió la boca para decir algo más ─es cierto… quería pedirte algo ─Yugi emitió un sonido de incertidumbre y fue cuando Yami por fin se dignó a verlo ─quiero ver a mi Gyarados.
Yugi quiso regañarlo por cambiarle el tema y retomar con lo que quería decir pero desistió “soy un cobarde” ─se supone que… no debemos salir de los terrenos de la acampada pero… ─Yugi miró hacia el bosque ─supongo que podríamos ir cuando todos se hayan dormido… está noche, Flygon nos llevará y esperemos a que nadie se dé cuenta.
─Bien ─asintió Yami, sin nada más que decir. Yugi simplemente se sentó en donde estaba, a un metro de Yami aproximadamente, viendo como los pokemons de ambos jugaban tranquilos.
Por unos momentos Yugi sintió envidia de su Espeon, Jolteon actuaba con normalidad junto a ella… ¿Por qué él y Yami estaban tan mal?
“Ellos se quieren mutuamente” le dijo una molesta vocecilla al fondo de su conciencia “probablemente, Yami no sienta lo mismo por ti” Yugi se encogió en su lugar “Ryou… necesito hablar contigo” se lamentó para sus adentros.
Bonus:
-o- De vuelta en Jotho.
Al terminar de comer Bakura se dirigió al baño, cepillo sus dientes y se puso el pijama; cuando regresó a la habitación Ryou seguía en la misma postura en que lo había dejado: acurrucado, de costado y junto a Glaceon. Bakura sonrió, él era tan lindo.
─Ne, Umbreon ─le llamó en voz baja ─ ¿me ayudas un poco? ─con un guiño, cabeceó hacia Glaceon.
Umbreon asintió y saltó delicadamente a la cama de Ryou, el leve movimiento pasó desapercibido para el humano más no para su pokemon. Glaceon levantó la cabeza con sus orejas medio erguidas y miró a Umbreon interrogante, el tipo siniestro rozó sus mejillas cariñosamente y luego la instó a acompañarle a la otra cama. Glaceon sonrió y asintió, depositó una amable caricia en el brazo de Ryou y se zafó de su débil agarre para seguir a su compañero al otro lecho, dejándole vía libre a Bakura.
Bakura les sonrió a ambas Eevee-evoluciones y, con suavidad empezó a trepar en el lecho de Ryou.
─ ¿Uh, nani*? ¿Glaceon? ─musitó algo adormilado el albino menor, sin abrir los ojos.
─Iie, prueba otra vez ─le respondió con voz divertida, llegando a su lado.
─ ¿Eh, Bakura? ─dijo, esta vez entreabriendo sus ojos chocolates, dilatados por el sueño.
─Ese es mi nombre ─respondió sin cambiar el tono de voz, colocándose esta vez sobre el cuerpo menor y apoyándose en ambos antebrazos para no dejar su peso en él.
─Ba-Bakura ¿qué estás haciendo? ─reclamó algo apenado, con las mejillas tenuemente sonrosadas.
─Solo disfruto de la vista ─respondió el mayor, inclinando más su rostro ─te ves adorable al dormir ¿lo sabías?
Los ojos de Ryou temblaron ─ ¿Qué pretendes?
Bakura dirigió sus labios junto a la oreja de Ryou ─te dije anoche que… si dormíamos juntos, lo haríamos de hoy en adelante ¿lo recuerdas? ─dijo todo en un tibio susurro que erizó la piel de Ryou.
El menor no pudo sino aferrarse a los hombros de Bakura al sentirlo tan cerca… la piel empezaba a hormiguearle ─l-lo recuerdo ─respondió cerrando los ojos fuertemente.
─ ¿Entonces? ─Bakura empezó a repartir tenues besos por el borde de la oreja de Ryou hasta llegar al nacimiento de su cuello.
Ryou tensó los hombros, apretó la espalda del mayor con sus manos para luego simplemente soltarlo y deslizarlas hacia su pecho ─entendido… vamos a dormir juntos, Bakura… tengo sueño y la noche está fresca ─dijo con voz tenue.
─Eso es lo que quería escuchar ─Bakura levantó su rostro para poder ver a los ojos a Ryou, sin embargo no duró mucho ya que las manos del menor en su pecho apretaron su pijama y lo jalaron hacia abajo, uniendo sus bocas en un torpe y nada premeditado beso.
Bakura se sorprendió un poco pero ni tardo ni perezoso correspondió al beso, tomando el mando de inmediato mientras una de sus manos se alojó en la nuca de Ryou, sosteniendo su cabeza lo más cerca posible. Los labios de ambos bailaban con calor y fiereza, acariciándose a placer, cuando la lengua de Bakura logró colarse dentro de la boca de Ryou este llevó sus manos de vuelta a la espalda del mayor y, tomándolo por sorpresa, logró que rodaran en la cama, quedando arriba de Bakura.
El mayor llevó entonces su mano libre a la cintura de Ryou, acariciándola tenuemente mientras se abría paso por su playera para tocar la pálida piel erizada y tibia.
Se separaron cuando el aire fue estrictamente necesario y aun así en sus ojos ardía el deseo de continuar. Respiraban agitadamente mientras sus húmedos y sensibilizados labios palpitaban por volver a unirse; a pesar de este hecho, Ryou relajó el cuerpo y se recostó sobre Bakura, ladeando su cabeza en el pecho de este, escuchando el galopante latido de su corazón.
─Buenas noches… mi querido Bakura.
─Duerme bien… mi Ryou.
Continuará…