Naruto volvió al salón suspirando, definitivamente su madre lo iba a matar cuando le dijese que había perdido de nuevo un celular, pero ya nada podía hacer, seguramente no tendría otro hasta que el pudiera comprárselo.
- ¿Qué te ocurre Naruto?
- Nada – sonrió al ver que aparentemente su novio ya no estaba enojado, seguramente había tenido una mala mañana – no es nada importante
- Entiendo… ¿Por qué no llegaste ayer?
- oh… fui al hospital porque me desmaye…
- entonces te desmayaste y fuiste al hospital…
-No seas tonto, me refiero a que alguien me llevo
- como digas… como sea, hoy estaré solo en mi casa después de la escuela, iras conmigo…
-Me encantaría… pero – había quedado con su hermano en ir a visitar las tiendas para que eligieran algún traje para la boda – ya tengo un compromiso…
-Cancélalo… me lo debes por lo de ayer, y sino mejor no me hables…
Frunció el ceño molesto, seguro apenas salieran de la escuela el rubio iría moviendo la cola para acostarse con el chico de las fotos y eso le hacía hervir la sangre, pero claro que le pagaría al rubio con la misma moneda.
- No, no está bien avisare que iré contigo…
- Esta bien…
Karin entro al salón y noto el ambiente tenso entre su primo y el azabache y por otro lado podía ver a su amiga radiante de alegría, así que en definitiva ella había hecho algo, se acomodó los lentes y fue a sentarse junto a la peli rosa.
- Te ves muy feliz, ¿Qué paso?
- ¿tan feliz me veo? Bueno que puedo decir, ayer fue un día maravilloso con mi novio y me regalo un celular nuevo, mira – sonrió mientras le mostraba a su amiga el celular que había comprado – lo quiero, pero creo que ya debería dejarlo, creo que hay personas mejores para mi…
- Pero… ¿no es muy cruel? Digo después de todo lo que hace por ti… que lo dejes así, es muy mal agradecido de tu parte Sakura…
- ¿Y? yo jamás le pedí nada, olvídalo Karin, sé que el estará mejor sin mi… y yo estaré feliz sin el…
- Si tú lo dices
Suspiro tratando de pensar que solo era una coincidencia lo que estaba pasando entre la pareja de novios y la felicidad de su amiga, pero aun así no la descartaría como sospechosa y seguiría investigando con ayuda de Hinata.
Naruto había avisado a su hermano con el celular de Hinata, que no podría ir con él y que lo perdonara, este le había dicho que no se preocupara y que sería otro día, pero se sentía fatal por fallarle al hermano que no había visto en tanto tiempo. Sasuke veía al rubio de reojo parecía triste y eso lo enojaba, ¿Por qué no le había pedido a èl que le diera su teléfono? Seguro porque no quería que el número de su “amante” quedara registrado en su celular, pero eso no le importaba.
- Si no querías venir no debiste hacerlo – dijo con cierto enojo.
- No, no para nada – cambio su cara y sonrió mientras agarraba la mano de este – estoy bien así… y dime ¿a qué vamos a tu casa?
- quiero hacerlo contigo de nuevo…
-¿Qué? – Se sonrojo – pero... ¿no crees que es muy pronto? Deberíamos esperar un poco Sasuke…
- ¿entonces no quieres? Vaya… supongo que tienes mejores opciones que hacerlo conmigo…
- Claro que si – sonrió alegre de que el azabache lo entendiera, no solo se trataba de sexo, también podían tener una cita y hacer cosas de novios.
- descarado – frunció el ceño y abrió la puerta de su casa jalando del brazo al rubio hasta llevarlo a su habitación y tirándolo en la cama.
- ¿Sasuke? Espera – se sorprendió al sentir como el azabache lo comenzaba a besar de una forma brusca mientras le tomaba del mentón con fuerza.
- Vas a hacerlo conmigo… quieras o no…
- ¡No! – trataba de forcejear para alejarlo, no entendía que pasaba.
El azabache lo desvistió rápidamente dándole besos y mordidas por todo el cuerpo, haciéndole daño e incluso haciéndolo sangrar en algunas parte, el rubio había comenzado a llorar, no sabía que pasaba con el Uchiha.
- Sasuke… por favor… me lastimas – lo abrazo con fuerza por el cuello – alto… lo hare pero deja de lastimarme…
Al sentir el cuerpo del rubio temblar solo suspiro y trato de calmarse, lo haría con el como antes, después de todo tenía que disfrutar del rubio, sin responderle se quitó el pantalón junto a la ropa interior y se acomodó en medio de las piernas del rubio para poder penetrarlo.
Naruto se mordia el labio con fuerza sin soltarse del cuello del azabache, le dolía pero si era con Sasuke estaba más que perfecto, solo a él podía entregarse en cuerpo y alma. Después de un rato comenzó a mover las caderas, a lo que Sasuke respondió con unas leves embestidas que fueron aumentando de velocidad, tratando de dar con el punto dulce del rubio.
- Sasuke… - trato de besarlo pero este aparto la mirada – te amo…
No respondió, simplemente seguía en lo suyo, llevando su mano al miembro del rubio para estimularlo. Naruto por su parte se sentía excitado por el sexo, sin embargo era solo eso, no lo sentía igual que su primera vez, ahora sentía a un Sasuke distante, solo cerro los ojos dejándose llevar por las acciones del azabache.
- ¡ah! – Gimió con fuerza – Sa… Sasuke…
El azabache sonrió al ver como el rubio se estremecía por el placer que sentía, fuera como fuera, amaba como la entrada del rubio apretaba su miembro, disfrutando de los gemidos del rubio.
- Sasuke… mas – murmuro entre gemidos y con ojos cristalinos – ah… Te amo… - sonrió y acaricio con cuidado el rostro del azabache.
Sasuke se mordió el labio y desvió la mirada, no podía caer ante los encantos del rubio, después de todo… el chico no era más que un gran mentiroso, suspiro y le dio un leve beso en los labios sin dejar de moverse, después de un rato el rubio se corrió, apretando aún más el miembro del azabache que dio unas cuantas embestidas más para luego correrse en el interior del rubio, gimiendo roncamente por el placer.
- Sasuke – trato de abrazarlo pero el azabache retiro su miembro y se apartó.
- Deberías irte… quizá aún tengas tiempo para ir a atender tu compromiso – lo miro con indiferencia y le dio su ropa – vístete…
- No… ¿no quieres que me quede contigo?
- No, necesito salir… - tomo su ropa y camino hacia el baño – cuando salga espero que ya no estés…
- Pero… yo – bajo la mirada con bastante tristeza y solo asintió haciendo lo que este le había pedido.
Se fue a su casa, con mucho dolor, y no solo por la brusquedad de Sasuke cuando lo estaban haciendo, sino en general, era un dolor físico y emocional, apenas entro a su casa fue en dirección a su habitación y se encerró, no quería ver a nadie, solo necesitaba dormir, quizá todo sería mejor mañana, solo necesitaba dormir, quizá todo sería mejor mañana, tomo ropa limpia y fue a bañarse, cuando salió se acostó en la cama mirando al techo hasta que escucho a alguien tocar la puerta.
- Hijo, ¿puedo pasar?
- Si, espera – se levantó para abrirle la puerta a su madre - ¿Qué ocurre?
- Nada cariño, solo quería avisarte que mañana tendremos la cena con mi hermano, así que no hagas planes.
- Este bien mamá no te preocupes.
- Baja a cenar cariño
- No tengo hambre… Sasuke me invito a comer, así que estoy bastante lleno.
- Bien, entonces te dejo descansar – sonrió y beso la frente de su hijo para luego irse.
Apenas su madre salió cerro de nuevo la puerta y fue directo a su cama para acostarse a dormir e intentar olvidar el pésimo día que había tenido.
En su casa, Sasuke seguía leyendo los mensajes que le llegaban al rubio, todos de la misma persona, sin embargo no entendía como el rubio lo había engañado, ¿en qué momento había pasado? Si siempre estaban juntos o al menos eso pensaba y ahora sabía que era una mentira.
- Sasuke – la madre del azabache entro a la habitación sin tocar.
- madre… ¿Por qué no tocas antes de entrar?
- Porque es mi casa, como sea deberías bajar, tu padre y yo trajimos a Itachi
-¿Qué? ¿Qué hace el aquí?
- Se va a casar y se quedara aquí hasta el día en que vayamos a casa de sus suegros a cenar para conocernos, estoy tan feliz, espero algún día sigas el ejemplo de tu hermano.
- nunca… yo jamás sería un cobarde como el, ni haría algo tan ridículo como ser novelista, ni siquiera entiendo porque papá fue a buscarlo…
La mujer suspiro con pesadez, estaba cansada del resentimiento del menor de sus hijos hacia el mayor.
- Tu padre ya perdono a Itachi, y está orgulloso de él, porque renuncio a todo lo que tenía y le demostró a tu padre que él podía elegir su propio camino y sin tener que dejar de lado las cosas que él amaba su sueño y a su novio, no se trata de ser cobarde sino de saber elegir lo que quieres… pero está bien, como gustes no te obligare a que lo hables, solo recuerda que es tu hermano y él te quiere – tras decir esto salió de la habitación.
Se levantó y poso seguro a la puerta de su habitación, conocía a su hermano y sabía que lo iría a ver tarde o temprano, y el en verdad no quería verlo, fuera como fuera los había abandonado y eso jamás se lo perdonaría, ni a él ni a Naruto… las dos personas que tanto quería y que lo habían traicionado.