Todo había pasado demasiado rápido, trato de ir detrás del rubio sin embargo no lo hizo ya que la de cabello rosa lo había sujetado del brazo con fuerza, después de eso solo pudo ver como Naruto caía inconsciente y era cargado por aquel chico desconocido, luego de eso solo vio a Itachi llamando a la seguridad del lugar para que sacaran a Sakura. Quizá… sin querer habían logrado aquello que el rubio no quería. Arruinaron la boda de sus hermanos.
- ¡Tu! – Deidara volvió con su cuñado después de encargarse de s hermano – Eres un bastardo, ¿Cómo pudiste traer a esa zorra aquí? ¡Sabía que Naruto estaría aquí!
- yo no la traje, investiga antes de hablar – el azabache se cruzó de brazos molesto-
- Dei – Itachi sujeto a su esposo de los hombros – Sasuke no trajo a Sakura… el no haría tal cosa.
- ¿lo defiendes? ¿Solo porque al fin arreglaste las cosas con él?
- No, no por eso, es porque es mi familia al igual que tú lo eres ahora, lo conozco y sé que él no haría algo así.
- Si, así como Naruto creía que él jamás lo engañaría y mira lo que ocurrió…
- Deidara, por favor…
- Si, si… lo siento es solo que me molesta esa chica…
- Descuida, Sasuke solo quería hablar con tu hermano, pero no sé qué ocurrió después.
- Como sea, es mejor que vaya al hospital…
- Vayamos, no voy a dejar que vayas solo
- Igual quisiera ir… - murmuro el menor de los azabaches
- Sasuke – Deidara suspiro – mira, no creo que sea lo mejor, yo te avisare, porque quizá Naruto se moleste si te ve.
- Esta bien entiendo, pero por favor mantenme informado.
- Si, si… vamos Itachi.
Sasuke vio a su cuñado irse junto con su hermano, así que él fue con su familia para poder volver a su hogar.
Al llegar al hospital, Deidara fue informado por sus padres sobre el estado de su hermano, al parecer no había sido nada grave quizá se le hubiera bajado la presión o algo, sin embargo su abuela había decidido realizarle algunos análisis de sangre.
Todos estaban esperando en el pasillo del hospital, esperando a que la rubia les diera noticias del chico.
- Bueno – Tsunade salió de la habitación – al parecer tuvo un desmayo por causa de una baja de azúcar en la sangre.
- Seguro es porque no ha comido bien – la madre de los rubios se sentía más tranquila.
- Si, es probable, pero me temo que les tengo más noticias.
Todos miraron a la mujer preocupados de nuevo por lo que esta podría decir.
- ¿Qué ocurre mamá?
- Verán… es algo difícil, no sé cómo vayan a reaccionar, pero Naruto tiene un poco más de un mes de embarazo.
- ¿Qué? ¿Es una broma? – Minato miraba a su madre esperando que esta le afirmara que era una broma mientras sujetaba a Kushina que parecía que se desmayaría por la impresión.
- Me temo que no, además sabes que jamás bromearía con algo como eso.
- Tsunade… ¿estas segura? – murmuro la pelirroja.
- ¡Que no! – la mujer frunció el ceño – si no me creen entonces tengan – les entrego los papeles con los resultados – Shizune y yo nos encargamos de los exámenes, así que no hay error
- Por dios – Kushina no podía creerlo.
- Itachi – Deidara tomo a este del brazo para apartarse.
- ¿Qué ocurre?
- ¿Debo decirle a Sasuke?
- Esperemos a que tu hermano despierte, por ahora solo dile que Naruto está bien.
El rubio asintió e hizo lo que su esposo le había indicado para luego volver junto a su familia.
Naruto rápidamente fue llevado a una habitación en donde estaba la abuela de este, sin embargo como esta no tenía sus instrumento optaron por trasladar al chico al hospital para poder hacerle los estudios necesarios, ya que quizá fuera por desnutrición por el hecho de que el chico no había estado comiendo adecuadamente, sin embargo nadie esperaba los resultados.
Cuando Naruto despertó reconoció el lugar, estaba en el hospital, se cubrió el rostro con las manos, se sentía frustrado había arruinado la boda de su hermano.
- Que bien que ya despertaste – Tsunade estaba sentada frente a su nieto leyendo – tienes muchas cosas que explicar.
- Abuela… lo lamento no quería arruinar la boda de Dei – murmuro sin quitar las manos de su rostro.
- No me refiero a eso – cerro el libro que estaba leyendo – Naruto, la última vez que estuviste aquí te dije que te protegieras…
- ¿Qué? No entiendo… - se sentó para poder ver a su abuela.
- Tus padres están afuera, y al igual que yo están algo decepcionados de ti…iré a decirles que despertaste – se levantó de la silla y antes de salir de la habitación le dio una hoja al rubio, una prueba de embarazo positiva.
No podía creerlo, ¿Por qué tenía que pasarle eso justo ahora? Era obvio que su embarazo era resultado de aquella vez en la que Sasuke simplemente lo había tratado como un objeto sexual y se había sentido tan mal que había olvidado que no tomo los anticonceptivos. Arrugo la hoja con bastante frustración, tenía que pensar bien en lo que haría.
- ¡Naruto! – la voz furiosa de Kushina fue lo primero que Naruto escucho cuando la puerta se abrió.
- Mamá, tranquila… Naruto aún necesita descansar.
- Kushina, vamos a hablar civilizadamente con el…
- Mamá… Papá – Naruto bajo la mirada intentando no llorar, sabía que los había decepcionado – lo lamento…
- Bien, llama a Sasuke, porque tiene que venir a hacerse responsable – Kushina se cruzó de brazos molesta – porque esto es obra de ambos…
- Yo – el rubio se mordió el labio – no puedo…
- ¿Por qué no? – Minato alzo la ceja sin entender.
- Yo deje a Sasuke – miro a sus padres a los ojos.
- ¡¿Por qué?! ¡Naruto! Tú… ¿Qué más no has dicho?
- Kushina, calma… ¿Hijo el bebé es de Sasuke?
- No – negó sin dudarlo – deje a Sasuke porque lo engañe, después de todo ya no me gustaba.
- Es suficiente, no sabes que decepción tengo – Kushina miro a Naruto con bastante tristeza – Minato, llévame a casa.
- Si, vamos… Naruto luego hablaremos.
El chico vio a sus padres irse, era lógico que estuvieran molestos, pero ya nada podía hacer al respecto.
- Naruto, ¿Por qué mentiste? – Deidara se sentó a un lado de su hermano – ambos sabemos que no engañaste a nadie.
- lo sé – sonrió – pero la vida de Sasuke ya está lo sufrientemente arruinada por culpa de Sakura, no quiero ser otro problema en su vida… además si volviera con el mamá y papá jamás lo aceptarían.
- Pero eso es injusto para ti…
- Si, pero Sakura tendrá un bebe igual, ambos son del mismo hombre creo que si Sasuke lo sabe, Sakura igual se terminaría por enterar y ella podría hacer algo encontrar de mi
- Naruto… ¿tendrás al bebé?
- Claro – sonrió – si es lo último que puedo tener de Sasuke… además las cosas siempre tienen una razón de ser…
- algún día tendrás que decirle, pero ahora me preocupa lo que mamá y papá piensen de ti.
- No importa, ahora vivo con la abuela así que…
-Así que nada – murmuró la abuela de los rubios quien había estado escuchando desde afuera – ya escuché suficiente, espero que sepas lo que haces Naruto.
-Lo hago abuela – sonrió.
-Espero que sí, me desagrada la ideas de que por culpa de ese muchacho tengas problemas con tus padres, te quedarás conmigo hasta que tengas a ese bebé, después le dirás la verdad a tu padres o lo haré yo.
- Sería mejor esperar que todo se resolviera.
-Después... ¿Perdonarás a Sasuke? – Deidara lo miro con seriedad.
-La verdad es que no sé – suspiro – si todo se resuelve, supongo que quizá lo haga, como dije lo amo demasiado, sin embargo quiero que aprenda que no lo perdonaré tan fácil, esta no es la primera vez que actúa de esta manera y si lo perdono sin más el pensará que siempre que haga lo mismo lo dejaré pasar
-Entiendo abuela…
- sí, por ahora descansa, nos iremos en una hora – tras decir eso la mujer salió de la habitación.
- bueno yo me iré entonces, aún tengo que ir a mi noche de bodas…
- sí, lamento haber arruinado tu boda
- nada de eso, descuida… aunque me siento mal, creí que tú serías tío antes que yo pero parece que me ganaste – sonrió y abrazo a su hermano – hablaré con Itachi y le explicaré las cosas.
- Si, adiós Dei – sonrió y vio a su hermano marcharse.
Suspiro mientras veía el techo, definitivamente ahora las cosas sería difíciles para él, pero no podía darse por vencido, no podía ir y hablar con Sasuke, aún se sentía muy lastimado por como el azabache lo había tratado, además en la boda él le había dicho que ya no lo amaba y eso era lo mejor por el momento.
Miro la mesa que había en la habitación y noto que ahí estaba su celular, así que se levantó para tomarlo. Abrió los ojos con sorpresa al ver la cantidad de mensajes y llamadas que tenía del azabache.
“Naruto, sé que fui un idiota por favor hablemos y arreglemos las cosas”
“Iré a tu casa a verte, por favor déjame verte”
“¿Por qué no dijiste que te irías? Al parecer ni tus amigas sabían, pero cuando se enteraron me culparon de ello, pero quizá tienen razón”
“Naruto, ¿Por qué no respondes? Sé que soy un maldito bastardo, que te trate mal, pero te amo, sé que he cometido muchos errores contigo, pero entiende que jamás he amado a nadie y no sé cómo actuar, el hecho de pensar que me habías engañado me hizo perder los estribos y aunque te prometí confiar en ti, no pude estaba cegado por mis celos… y terminé perdiendo te por ello, lo siento, por favor vuelve y hablemos”
“Definitivamente hablaremos en la boda lo quieras o no”
Sonrió mientras lloraba y dejaba su celular donde lo había tomado para volver a la camilla, deseaba que las cosas hubieran ocurrido de otra manera, pero ya no podía pensar en el paso y lo que lo había dañado, ahora tenía un bebé, suyo y de Sasuke, eso era algo que nació del amor que se tenían y aunque Sasuke ya no estuviera con él, no importaba porque sabía que el bebé estaría con el siempre y nadie se lo quitaría lo cuidaría para que no tuviera que sufrir como él.
- Naruto, cámbiate de ropa – Tsunami entro a la habitación y vio a su nieto llorar – ¿Qué pasa?
- nada…
- Mira mocoso, yo no soy tu madre – frunció el ceño mientras se acercaba al chico – a mí no me engañas tan fácilmente… te pregunto una vez más, ¿Qué te pasa?
- yo solo pienso que tengo una pésima suerte… ¿Por qué me enamoré de Sasuke?
- De verdad – suspiro y lo abrazo – no se… yo tampoco sé cómo me enamoré de tu abuelo, pero supongo que nadie decide estas cosas, no llores a cualquiera le puede pasar lo mismo…
- supongo que si… bueno me cambiaré
- sí, te espero afuera
La mujer salió y dejo Naruto solo para que se pudiera quitar la bata de hospital. Cuando estuvo listo fueron de regreso a la casa de la rubia, donde después de cenar – obligadamente – el rubio fue a dormir con la esperanza de que todo fuera mejorando
Mientras tanto Minato trataba de convencer a su esposa de que algo le pasaba al menor de sus hijos, porque él lo conocía y sabía perfectamente cuando algo le pasaba.
- Kushina… por favor.
- No, Minato el problema es que sea como sea no educamos a Naruto así, si es mentira yo no hice a un hijo mentiroso y si es verdad tampoco eduque a un… ¡cualquiera! Quizá ni si quiera sabe quién es el padre de ese bebe
- creo que exageras… lo mejor será hablar después con Naruto y que él nos explique las cosas, y por favor no vuelvas a llamar a nuestro hijo así
Escucho el timbre sonar y fue a abrir la puerta de su casa, sorprendiéndose un poco al ver a su madre.
- ¿Qué ocurre?
- Primero, déjame entrar…
- Si, si perdón madre pasa – se hizo a un lado y dejo entrar a la mujer.
- Tsunade, ¿Qué ocurre?
- Vine a decirles que Naruto vivirá conmigo al menos hasta que su bebé nazca, ya no ira a la escuela pero contrate a un tutor para que le de clases en mi casa.
- Lamento que tengas que tomarte tantas molestias por el – murmuro la pelirroja.
- Es mi nieto, así que no me importa… y Kushina tu comportamiento en el hospital me sorprendió, tú no eres así y no juzgues a tu hijo antes de tiempo aunque no lo creas él está pasando por una difícil situación, como sea me marcho.
- Gracias por venir a avisar mamá – el rubio abrazo a su madre y la acompaño a la puerta.
Kushina suspiro y se fue a su habitación para poder dormir y pensar un poco sobre la situación de su hijo.
Sakura había vuelto a su departamento bastante alegre por haber arruinado la boda del hermano del rubio y de su futuro cuñado, camino hasta su espejo para poder verse sentía que el embarazo arruinaba su cuerpo, pero lo necesitaba para poder tener a Sasuke, suspiro y se fue a cambiar, tenía que ir con Danzou después de todo aún tenía que trabajar para poder mantenerse, además hablaría con le para explicarle algunas cosas – desde sus punto de vista – y que él la ayudara a obligar al azabache a casarse con ella.