Naruto sonrió al escuchar la voz de su hijo entrando a la casa, no podía creer que hubieran pasado seis años después de todo lo que ocurrió con Sakura, y ahora todo era tan pacifico, él había vuelto a la casa de sus padres y era prácticamente ya su casa puesto que siempre estaban él y Menma solos y sus padres volvían de noche a veces, pero justo ahora sus padres se habían ido a un seminario de medicina, así que la casa era para ellos solos.
- ¡Mamá! – la voz de Menma lo saco de sus pensamientos
- Cariño – sonrió y fue a abrazarlo - ¿Qué tal tu semana con tu padre?
Porque si, en todos esos años aún no había aceptado volver con el azabache y compartían la custodia del niño una semana se quedaba con él y otra con Sasuke.
- Bien – murmuro el niño
- Dile la verdad a tu madre – la voz de Sasuke entrando a la casa con las cosas del niño hizo presencia
- ¿Verdad? Uchiha Menma, ¿Me estas mintiendo? – el rubio frunció el ceño mientras soltaba a su hijo
- No...
- Me llamaron de su escuela el viernes – hablo Sasuke dejando a un lado las cosas de su hijo
- ¿No hiciste tus tareas de nuevo? Te dije que te castigaría si no las hacías
- No es eso – le interrumpió de nuevo – me hablaron porque Menma se peleó con unos niños...
- ¡Menma! – Se apresuró a revisar que no estuviera herido – ¿Por qué te peleaste?
- Esos tontos se burlaron de mí porque dicen que mis padres no se quiere y se separaron...
- Para empezar tus padres no están separados
- ¡Pero tampoco juntos! – frunció el ceño y aparto la mirada de su madre – ¿Por qué?
- Es difícil de explicarte...
- Tío Sai dijo que es porque papá es un idiota
Los mayores se dieron un golpe en el rostro, si definitivamente tendrían que hablar con Sai para que dejara de enseñar esas palabras a su hijo.
- Algún día lo vas a entender, y aunque en parte tu tío tiene razón... no debes repetir todas las palabras que él dice, mejor ve a cambiarte para que comamos mientras yo hablo con tu padre.
- Mami... yo le dije a papá que se quedara a comer...
- Bien – suspiro
- Y a dormir....
- ¿Qué? Menma, sabes que...
- ¡Tengo mucha tarea de matemáticas! Y tú eres malísimo en eso...
- Bien – suspiro resignado – entonces, señor matemático ayúdame a poner la mesa mientras Menma se cambia.
Sasuke asintió y lo siguió hasta la cocina para tomar los platos y luego llevarlos a la mesa.
- Naruto...
- No, no – lo miro con el rabillo del ojo – ya sé que dirás...
- Pero es que esta forma en la que obligamos a Menma a vivir lo afecta, en la escuela se burlan de él porque sus padres se separaron.
- Bueno, eso es mentira, no nos separamos porque jamás nos casamos...
- Naruto
- ¿Qué? Sabes que es la verdad...
- Pero...
- ahora no, ¿sí? – suspiro y salió de la cocina sonriendo al ver a su hijo en la sala – ven a comer
El niño solo asintió y se levantó para ir con sus padres, en muy pocas veces los tres se sentaba a comer juntos y eso realmente le hacía muy feliz, sin embargo luego se sentía triste por saber que solo era un momento.
Después de comer Naruto y Sasuke lavaron los platos en silencio mientras su pequeño se iba a bañar para más tarde ser ayudado por su padre por la tarea.
Naruto solo los miraba recargado en el marco de la puerta, su pequeño realmente lucia muy feliz cuando los tres estaban juntos, sin embargo él tenía miedo a ser herido de nuevo por Sasuke, por esa razón en todos esos años no había vuelto con el azabache y mucho menos aceptado casarse con él, se encontraban en una extraña relaciones de ¿amor-amistad? La verdad no estaba muy seguro.
Cuando Menma acabo las tareas, Sasuke compro pizza para cenar y luego jugaron un rato con el niño hasta que este cayo rendido y se durmió jugando las escondidas de bajo de la mesa del comedor, Sasuke lo cargo y lo llevo a la habitación donde ambos lo arroparon.
- Bueno... creo que entonces me iré – hablo el azabache bajando las escaleras.
- Quédate... - se sonrojo – si te vas cuando Menma despierte se pondrá muy triste de que no estés aquí...
- Supongo que tienes razón.
- Si... ¿Quieres tomar un rato? – fue lo primero en lo que pensó para acabar con el incómodo momento.
- Claro...
Y ahí estaban ambos, borrachos pues ninguno de los dos acostumbraba a beber, pero por alguna razón habían ido a comprar cervezas y cuando volvieron comenzaron a beber entre pláticas.
- ¡¿por... porque demonios no me aceptas?! – Sasuke lo tenía abrazado de la cintura
- No sé – comenzó a reír.
- Vamos... ya cásate conmigo – lo tomo del rostro para besarlo.
Ni lento ni perezoso, Naruto le correspondió el beso sentándose sobre las piernas de este para quedar frente a él y abrazarlo del cuello. Sasuke sonrió mientras comenzaba a deslizar su mano bajo las ropas del chico.
- Espera... - murmuro Naruto con un gran sonrojo – Menma...
- ¿Qué tiene? – le mordió el cuello y el rubio gimió sin querer.
- Puede vernos... vamos... a mi habitación.
Sasuke solo asintió y sin decir nada lo cargo para ir a la habitación de Naruto, seguía siendo la misma que hace años atrás, así que el recordaba el camino.
El azabache depósito con cuidado en la cama al sonrojado rubio, se separó un poco de él para contemplarlo mejor, después de tanto tiempo de nuevo estaban ahí justo.
Con delicadeza lo tomo del mentón para besar lo, esos dulces labios que no había vuelto a proba en tantos años, Naruto no opuso resistencia y lo rodeo por el cuello con sus brazos, un dulce beso en el que la sensación era buena, muy buena mejor de lo que recordaba, sin embargo tuvieron que separarse por la falta de oxígeno quedando unidos por un fino hilo de saliva.
Naruto levanto su rostro y besó al azabache, quien no desperdició la oportunidad para morder el labio de menor logrando que abriera un poco su boca para introducir su lengua.
Las manos de Naruto se aferraron a la camisa de Sasuke, cuando este coló su lengua en su boca lo recostó, empezó a quitarle la camisa acariciando en el proceso la piel. Al quitar la camisa por completo rompió el beso para respirar.
Con una mano comenzó a atender uno de los pezones rosados, sintiendo el estremecimiento del rubio, Sasuke empezó a acariciar el otro también en forma circular, sincronizando ambas manos que no dejaban cada pezón.
Naruto se tapó la boca al escucharse gemir, tratando de que su hijo no lo escuchara
Sasuke comenzó a besar el cuello y fue subiendo hasta llegar al lóbulo de la oreja, el cual mordió suavemente mientras su mano llegó al estorboso pantalón que de un ágil movimiento desabrochó para quitárselo e introducir su mano dentro del bóxer, comenzando a quitar este.
Cuando dejó expuesto al menor le abrió las piernas dejando expuesta la semi-erección; Naruto de pronto los sentía labios de Sasuke abarcando todo su miembro, su respiración, los gemidos ahogados por lo que hacía
Suspiraba y gemía como loco aferrándose a la cama, Sasuke empezó a masturbar lo con la mano mientras llevaba su boca hasta los pezones del menor, chupando uno y luego el otro ganándose un concierto de gemidos con su nombre.
- Sa... Sasuke... - sin poder evitarlo más Naruto se corrió en la mano de este, quien lamió todo.
-Lámelos – le susurro con lujuria en el oído al rubio mientras ponía sus dedos frente a los labios, para después morderle el lóbulo.
Comenzó a lamer los dedos, dejándolos lo suficientemente lubricados mientras Sasuke se quitaba el bóxer
Una imagen demasiado excitante para Sasuke, no podía aguantar, le dolía su miembro, saco sus dedos de la boca de Naruto y coló uno, tanteando la zona. Naruto lo sintió algo doloroso, después de todo hacía años que no tenía sexo pero se le pasó segundos, movió a sus dedos en círculos y de vez en cuando los abría como tijeras, entrando y saliendo, a veces juntándolos y abriéndose paso con cuidado. La sinfonía de gemidos de Naruto era una buena recompensa, observaba atentamente cada movimiento y reacción de él sin dejar de mover los dedos, lo veía agarrarse de las sabanas, arquearse y abrir y cerrar las piernas, gemir, jadear.
-Ya no puedo esperar más– saco sus dedos, posicionó su miembro y de una rápida estocada lo penetró. Estando completamente dentro.
- Espera – murmuro entre gemidos – duele...
- Hace años... que no lo haces... es como si fueras virgen... tan apretado... - sonrió y lo beso, introduciendo su lengua en la boca del rubio.
Cuando Naruto se acostumbró empezó a mover las caderas, indicándole a Sasuke que ya se podía mover, al comprender las penetraciones no se hicieron esperar, lentas, cuidadosas, Naruto gemía y jadeaba aferrándose a la espalda con ambas manos, enterrando las yemas de los dedos.
- Más... Sasuke – pedía entre gemidos el rubio
Sasuke obedeció y comenzó a dar estocadas rápidas, los gemidos aumentaron en fuerza
-Ah... ah, ah... ¡Ahh!...– el rubio arqueó la espalda
El azabache sonrió, había dado con ese punto dulce y sensible, un punto erógeno, por lo que empezó a dar estocadas cada vez más rápidas, concentrándose en ese punto. Su respiración estaba agitada y una capa de sudor recorría su cuerpo, los cabellos de la frente los tenía pegados. Sintió sus músculos contraerse, apretando aún más el miembro dentro de él,
¡¡Sasuke!! – grito sintiendo su orgasmo.
Se corrió entre sus vientres, empapándolos, con la respiración muy agitada y un lindo sonrojo; Sasuke al sentir como su miembro era apretado solo pudo dar un par de estocadas más y con un ronco gemido se corrió dentro.
Sasuke salió con cuidado del interior del rubio y lo beso de nuevo antes de acomodarse a su lado para abrazarlo y poder dormir.
Naruto despertó sintiendo un horrible dolor de cabeza, quiso levantase pero sino como algo lo sujetaba con fuerza de la cintura, así que quito las sabanas y quedo pálido al ver que Sasuke estaba abrazándolo y no tenía ropa, cuando quiso levantarse sintió un terrible dolor, definitivamente habían cometido un gran error.
- ¡Maldito! – grito y empujo al azabache fuera de la cama
Este se despertó y se levantó rápidamente del suelo, el igual tenía un horrible dolor de cabeza.
- Naruto...
- Tú – frunció el ceño molesto listo para reclamar le pero alguien toco la puerta de la habitación.
- Mama... ya es tarde para la escuela...
- Demonios – murmuro bajo – ¡ya voy cariño! Comienza a vestirte – trato de levantarse pero le dolía demasiado – Eres un bastardo Sasuke...
-Descansa, yo le preparare el desayuno
- Te odio, tengo cosas que hacer... iba a acompañar a Temari a comprar cosas para su boda...
- Espera – suspiro y salió de la habitación.
Tardo casi media hora en volver, pero cuando lo hizo le dio unas pastillas para el dolor al rubio, además de decirle que ya había dado de desayunar a su hijo.
Sin más que decir, Naruto se fue a bañar y se vistió para poder salir del lugar, teniendo en mente que tenía que ir más tarde a comprar anticonceptivos... los cuales olvido.
Ahora ahí estaba el problema casi dos meses después, él estaba encerrado en el baño con una prueba de embarazo positiva en sus manos, definitivamente odiaba a Sasuke y sus buenos genes, suspiro y salió del lugar, tendría que hablar con el azabache.
Lo cito en un restaurante, y ahí estaba, llevaba la prueba de embarazo escondida entre su abrigo, se tensó al sentir que lo tomaban del hombro.
- ¿Esperaste mucho?
- No – mintió, llego una hora antes de la acordada
- Entonces... De qué quieres hablar, ¿Pasa algo con Menma? – murmuro mientras miraba el menú del restaurante
- No... - estaba nervioso – tenemos un problema
El azabache bajo el menú para poder mirar al rubio quien tenía la mirada fija en la mesa y parecía muy ansioso.
- ¿Qué ocurre? – comenzó a preocuparse
- Yo... - tomo aire y busco la prueba dentro del bolsillo de su abrigo y se la dio – vamos a tener otro bebé
Se asustó al no tener respuesta del azabache y ver como este se levantaba, sin embargo se tranquilizó al sentir como era abrazado.
- Sasuke...
- Naruto... me haces tan feliz...
- Me alegra que no te enoje – sonrió
- Jamás me enojaría... pero ahora...
- Quiero ser sincero contigo... te amo y te he amado, sin embargo todo este tiempo aun me sentía inseguro y temía ser herido de nuevo, pero desde que me di cuenta del embarazo... he pensado mucho las cosas, quizá con un hijo estaba bien, pero tienes razón Menma estaba siendo afectado, pero ahora con otro bebé creo que las cosas son diferentes y el destino se empeña en que este contigo así que...
- Cásate conmigo...
- Lo haré – sonrió y el azabache no dudo en tomarlo del rostro para besarlo.
Hablaron con sus familias y les explicaron la situación y todos parecían felices, incluso recibieron comentarios como "Ya era hora", así que unos meses después se casaron antes de que el vientre del rubio fuera muy notorio y cabe mencionar que el más feliz era el pequeño azabache, el cual vio su mundo iluminado cuando se enteró que sus padres se casarían además de que tendría un hermano menor.
Todos estaban esperando que la abuela del rubio saliera a dar noticias mientras un ansioso azabache caminaba en círculos por todo el lugar, su madre lo trato de calmar mientras acomodaba al pequeño Menma que se había quedado dormido, cuando Tsunade salió él fue el primero en correr hasta ella.
- Tranquilo mocoso – suspiro – Naruto está bien y la niña igual – sonrió – ya los movieron a una habitación, así que ya puedes ir a verlos.
Después de que le dijeran en que habitación estaba su esposo fue corriendo hasta ahí, abrió con cuidado la puerta y vio al rubio arrullando a su pequeña.
- Sasuke – Naruto lo miro y sonrió – acércate a conocerla
Este asintió y se acercó, una pequeña niña rubia, su pequeña hija, la razón por la que ahora estaban juntos.
- Nuestra pequeña Mei – sonrió y beso a su esposo – te amo...
- Y yo a ti...
Si, ahora de verdad eran una familia feliz y ya no había nada que los pudiera separar, y pensar que todo lo que vivieron había surgido de una mentira, pero claro estaba que de esa mentira surgió el amor y ahora podían decir que pasaron todos los obstáculos y lograron estar juntos durante el resto de sus vidas.