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Fuego y Hielo (pausado) por sharedey

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Notas del capitulo:

 
 
Hoooola =D 
 
Siento el retraso T.T la semana anterior no pude poner el capitulo por problemas personales que tuve; pues uno de mis cachorros perdió la vista, enfermo y murió, todo de un modo repentino; sin que tuviera la oportunidad de hacer algo por él, en verdad lo intente, pero no se pudo  TT.TT como comprenderán, eso me puso muy triste y no tenía ánimos para muchas cosas :( aún ahora estoy triste, pero no podía permitirme retrasar más la historia; pues tengo dos pausadas (que pienso retomar pronto) y no quería que fueran a pensar que esta quedara pausada también, pues esta es la actual historia con la que tengo más inspiración
 
 Agradecimientos especiales a tod@s l@s que leen y también a quienes leen y me dejan saber su opinión :D eso me anima mucho ^0^
 
 Los personajes son de las clamp y son usados aquí sin ánimos de lucro; la historia es sacada de un sueño que tuve; cualquier parecido con otra es mera coincidencia n.n 
 
 Los dejo con él capitulo :)
 

 

Se encontraba cepillando a su caballo, aún no comprendía porque Touya se esmeraba en arruinar sus planes ¿acaso no entendía el deseo que tenía de alejarlo de aquella princesa? ¿O es que en verdad no le disgustaba su unión? Era frustrante y molesto. Había perdido su oportunidad de ver directamente como era un llamado híbrido, un originario del reino de fuego 
 
—aquí estas... — escuchó de pronto la voz del castaño,  por lo que volteo a verlo.
 
—ahora que arruinaste mi primer paso ¿te sientes feliz?...— preguntó resentido al momento de lograr que el mayor sonriera y se acercara a abrazarlo.
  
—estoy feliz,  sí; pero es por saber que al menos hoy estas a salvo... — el más bajo se sonrojo tanto por el acto,  como por las palabras escuchada. 
  
— ¿qué no te das cuenta? ¿No entiendes que todo esto quiero hacerlo por ti? ¿Por nosotros? Si sigues interfiriendo solo lograras que no logre nada... — trató de bajar la mirada al concluir, pero esta fue detenida por las manos de Touya, que casi de inmediato sellaron sus labios en un beso.
 
  El movimiento de sus bocas era lento, pero muy placentero, hasta que la falta de oxigeno se hizo presente; se miraron directamente a los ojos y casi sin pensarlo sus cuerpos comenzaron a dejarse llevar
 
—Touya, aquí no…— habló el menor al sentir las caricias del moreno, pues era consciente del peligro que corría al realizar aquel acto en un lugar como ese.
 
 —No me pidas que pare, no puedo contenerme…— respondió el más alto sin dejar de besar su cuello, mientras el peligris luchaba con la ansiedad de aquel tacto que encendía su cuerpo. Su mente le gritaba que aquello no estaba bien ¿y si lo descubrían? No era un lugar ideal para hacer algo como aquello, pero su cuerpo desobedecía sus advertencias, y poco a poco su voluntad fue perdiendo fuerza, y fue sucumbiendo ante el placer. Estaba con la persona que amaba después de todo. 
 
 
 El mayor comenzó a desabrochar el pantalón del más bajo, mientras este ya no ponía resistencia y se dejaba hacer; era extraño, pero desvestir aquel cuerpo vestido de soldado le daba la sensación de estar asiéndolo con un hombre por completo.
 
 
 Separó un poco sus piernas mientras hurgaba en aquella estrecha entrada, no quería que su más grande tesoro sufriera dolor alguno, y debía prepararlo para que pudiera recibirlo con facilidad.
 
 
 Recordaba que esto ya lo habían hecho muchas veces estando en Clow, a pesar de ser prohibido según las leyes de su reino; pues se suponía que Touya perdiera su castidad con la mujer o doncel que sería su pareja, y esta segunda persona lo haría con él. Ellos siempre creyeron que terminarían juntos y no les importó entregarse a sus sentimientos sin estar casados; sin embargo el destino los había puesto en caminos diferentes, aún a pesar de seguir en el mismo rumbo. 
 
 
 Poco a poco comenzó a introducirse en el alvino, mientras este trataba de no meter ruido para que no se descubriera  la situación en la que estaba. Haciendo aquel tipo de cosas en un granero, si alguien los veía sería su fin.
 
 
 Lo movimientos iban lentos mientras sus labios volvían a unirse para acallar sus gemidos; disfrutaban tanto estando así de unidos, que en esos momentos los problemas parecían desaparecer y ser remplazados por la sensación de paz al saber que al menos en ese momento solo importaban los dos.
 
…………..
 
 
 Se encontraba justo frente aquella mujer, esperando revelar el misterio que envolvía a Kurogane, mientras esta tan solo sacaba un libro de en medio de la tela que tenía en las manos; y sin decir palabra alguna, comenzó a leer 
 
 La leyenda cuenta que hubo una época en donde humanos, demonios y ángeles convivían juntos y en una total armonía; sin diferenciar especies y sin guerras. El mundo era un lugar donde reinaba la paz, y en donde solo existía una única regla, la cual debían cumplir todos o el castigo sería la muerte. Esta era que por ningún motivo se debían mesclar especies; pues lo que más temían en aquel entonces era crear seres híbridos; creían que si la sangre se mesclaba los descendientes producto de esto pudieran poseer poderes que nadie pudiera controlar, y debía evitarse a cualquier costo.
 
 Pero como todo: esa regla fue quebrantada por los demonios, que mesclaron su sangre con la sangre de los seres humanos, creando así, seres cuyos poderes eran inferiores a los de los demonios puros, pero cuya avaricia superaba a la que poseían los humanos, por lo que encontraron el modo de ser independientes. Los demonios aprovecharon esto y posteriormente intentaron apoderarse del mundo con la ayuda de su descendencia bastarda, que ya superaba en número a todos los ángeles  existentes.
 
 
 Entonces una guerra comenzó, protagonizada por dos bandos: ángeles contra demonios y seres híbridos. Los humanos que aun quedaban, en su afán de sobrevivir tuvieron que elegir a que bando pertenecer. Y como no existe ser más independiente que la humanidad, cada uno tomó su propia decisión, logrando que la raza humana se dividiera en dos; quienes apoyaban a los ángeles, y quienes estaban del lado contrario.
 
 
La guerra duro alrededor de un siglo; miles de ángeles y demonios murieron, hasta quedar casi extintos. Los humanos no podían combatir contra los poderes de esos seres majestuosos, y al ser simples mortales lo único que pudieron hacer, es enfrentar a los híbridos, que en ese entonces tuvieron la ventaja y estuvieron a punto de ganar la guerra sacrificando a los humanos. Es ahí donde nace la leyenda.
 
 
De la nada apareció un ser que superaba el poder de un ángel o un demonio, y que portaba a Odarga, una espada sagrada. El poder que mostró ese individuo fue devastador, se dice que él mundo se postro a sus pies durante unos instantes y  fue suficiente para poner fin a la guerra, dando la victoria a los ángeles  y humanos, quienes impusieron su justicia con un castigo ejemplar.
  
 A partir de ese momento se crearon dos reinos; el reino del fuego, y el reino del hielo, y la historia cuenta que aquel individuo tan solo desapareció entregando a Odarga al ángel que gobernaría el mundo desde ese momento.
 
Todos los humanos híbridos y casi nulos demonios que quedaban, serían desterrados y condenados a vivir en el reino de fuego; nombrado así por el infernal calor que ahí hacía, un lugar donde nada crece y la lucha por sobrevivir sería constante.
 
  Mientras que los ángeles y humanos puros, vivirían en el reino de hielo; nombrado así por la blancura que despejaba el ambiente y por el clima nevoso que tenía. A pesar de ser un reino hecho de hielo; por la magia de los ángeles la tierra era productiva y fértil, y el frio que mostraba el ambiente, era cálido; por lo que fue nombrado el paraíso blanco.
 
 
 Pero como la amenaza de su paz no estaba extinta; este reino estaría protegido por un campo sagrado, cuyo propósito sería el no permitir que ningún hibrido o demonio pase por él. A medida que pasó el tiempo, la magia del campo de protección hizo que los híbridos fueran perdiendo sus fuerzas, hasta representar una cero amenaza para el reino de hielo… o eso creían
 
 
 Los años transcurrían, y el reino de hielo era un lugar pacifico en donde su gobernante era el único ángel que quedaba y que pasaba su legado de generación en generación, entregando a Odarga como corona, pues esa espada solo puede ser usada por alguien que tenga un fuerte poder mágico; por lo que su descendencia era importante para el futuro del reino de hielo.
 
 
 Sin embargo el último ángel no lograba concebir un hijo, por lo que tuvo que hacer un trato con un demonio. Les entregaría tierras fértiles, a cambio del secreto de la fertilidad que ellos conocían, razón por la cual aún no estaban extintos. Los híbridos aceptaron y le dieron el heredero que el rey tanto buscaba, a cambio el rompió el campo de protección y los permitió entrar, logrando que el mundo después de millones de años, volviera a su estado original, pero sin que se desintegraran los dos reinos.
 
 
Aquello fue el comienzo de esta guerra, pues la avaricia volvió a surgir en el corazón de los humanos llamados híbridos, y sin el campo de protección que separara ambos reinos, ellos fueron recuperando fuerzas a medida que armaban su próximo plan. Después de meses, llegó el día del nacimiento del príncipe, y el comienzo de la venganza de los exiliados al reino de fuego.
 
 
 Aprovechando el nacimiento del heredero, atacaron al reino de hielo, ya que con el ajetreo y el festejo de aquel día, el reino estaba con la guardia baja y pudieron tomar la vida del rey; sin  embargo se dice que el bebé que nació aquella noche nunca apareció.
 
 
 La leyenda cuenta que cuando el tercer descendiente de ese niño aparezca, será el final de esta guerra…- concluyó la reina mirando fijamente al rubio mientras serraba el libro. Fye aún no entendía ¿Qué pretendía leyéndole aquella leyenda? Eso no explicaba quien era Kurogane en realidad, a menos que…
 
 
 
— ¿el secreto que guardan es que Kuro es ese descendiente?...- preguntó casi por instinto, logrando una sonrisa en el rostro de la dama, más que todo, por como llamó a su hijo.
 
 
–No, el secreto de nuestra familia es otro, uno muy peligroso. Pues lo que te leí es solo una leyenda, las leyendas nunca dicen la verdad de la historia…— respondió la mayor sonriendo de medio lado.
 
 
 Eso lo confundió ¿a qué se refería? Se sentía muy extraño, era la primera vez que no lograba entender nada
 
 
— ¿y cuál es la verdadera historia?... — se limito a preguntar.
 
 
 —la historia es algo que quedo en el olvido, y que sin embargo nadie olvido, y mucho menos los descendientes del reino de fuego. La verdad es que, los llamados ángeles querían el control total del mundo, y eran tan vanidosos que por ningún motivo mesclarían su sangre con sangre mortal; algo que los llamados demonios si hicieron, logrando que fueran superiores en número, y que los ángeles comenzarán a extinguirse. Al verse en desventaja, los ángeles se apoderaron de la mente de los humanos puros e iniciaron una guerra utilizándolos como conejillos de indias…— hizo un pausa
 
 
 
—...—el rubio sólo guardaba silencio por las palabras que escuchaba, aun no entendía bien a que conclusión quería llegar la reina al contarle todo eso, pero no podía hacer más que esperar a que concluyera para preguntar algo, así que solo la escuchó continuar. 
 
 
—La verdad, la guerra no duro un siclo, fueron dos. Los ángeles al ver la gran debilidad de los humanos, no tuvieron otra opción que pelear y manchar sus manos de sangre. Con el poder de los demonios y de los ángeles las batallas eran interminables, y la destrucción causada era casi irreversible. Cuando ya todo parecía querer terminar en una lucha sin fin, en donde ángeles y demonios terminarían por extinguirse, un nuevo rey nació, uno que superaba cualquier poder existente y que puso fin a aquella guerra y que comenzó otra…- puso una expresión sería al terminar de hablar, mientras el rubio no entendía lo último. 
 
 
— ¿otra guerra?
 
—sí…— respondió la reina para luego proseguir— después del nacimiento del reino de Hielo, ángeles y humanos vivían en total armonía bajo el campo mágico que transformaba el ambiente en un color blanco, como si se tratase de nieve, cuando en verdad eran la cenizas de la guerra que casi destruyo a toda existencia. El campo mágico serbia para purificar el aíre y hacer la tierra fértil, también para no permitir que nada o nadie entre o salga de él.  El nuevo rey nacido era generoso, y muchos lo amaban; sin embargo la envidia nació en el corazón de otros ángeles que buscaron el modo de obtener su lugar. Y después de muchos intentos, al fin se descubrió la verdad que lo destruiría... su origen…- concluyó serrando los ojos.
 
 
 El rubio continúo mirándola en silenció. Aquella historia parecía sacada de un cuento, le era difícil comprender aquella realidad; hoy en día los ángeles eran un mito, al igual que los demonios; y solo existían dos razas en el mundo; los humanos providentes del reino de hielo, y los llamados seres híbridos, que eran nombrados así por su enorme poder físico y su arte en la magia negra; se decía que el verdadero rey del reino de hielo era un ángel, pero siempre creyó que lo decían por decir. 
 
 
— ¿y cuál era ese origen?... —- preguntó nuevamente, pues aún no había llegado al punto que quería descubrir. 
 
 
—que uno de los ángeles había pecado y se había entregado a un demonio, y el fruto de aquella unión era ese rey. Un ser mitad ángel y mitad demonio. Al descubrirlo todo el mundo lo aborreció, pues a pesar de tener la sangre de un ángel, tenía la sangre que para ese entonces ya era considerada la sangre más indigna, la sangre de un demonio. Al ser su poder inmenso no podían matarlo; por lo que fue exiliado a vivir fuera del campo de protección. Él se lleno de rencor al sentirse traicionado por los seres a quienes defendió una vez, y en su afán de vengarse, creo un nuevo reino con los seres llamados híbridos y los pocos demonios que quedaban; dando surgimiento así al reino de fuego…— terminado de hablar la reina se acerco un poco más al menor, para mirarlo justo a los ojos; mientras el rubio no acababa de entender. 
 
 
—¿y cuál es el secreto?... —- volvió a preguntar, esta vez yendo directo al punto. 
 
—el secreto es que nosotros somos descendientes de ese semidiós; Kurogane es el verdadero rey del reino de fuego…— ante esas palabras el rubio tan solo abrió los ojos de la impresión ¿Qué era lo que acababa de escuchar?
 
 
 

 

Notas finales:

Bien, hasta aquí n.n espero lo hayan disfrutado :D cualquier duda sugerencia crítica o comentario no duden en hacérmelo saber n.n traere la continuación lo más pronto posible :) cuídense mucho por favor. Hasta pronto ^_^  


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