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No-Hero por sleeping god

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Notas del capitulo:

Aun me siento algo avergonzado del largo tiempo que me ausenté. Pero al final dicen que se vuelve al hogar.

 

El fin, hagamoslo de nuevo.

Antes las personas amaban a la vida, ahora sólo le temen a la muerte

The joker

 

En el crujir de ese mundo un sonido sombrío se percibió: una risa que parecia estrangulada en la garganta de un esclavo.

-¿Quién es?- pregunta Byakuya sosteniendo en los brazos a Ulquiorra. Al mirarlo este tiene la vista en algo en el cielo, mostrando en sus ojos algo de admiración y miedo. Decide verlo por si mismo y entonces el murcielago responde:

-Aizen-sama.

No quería creerlo pero ese poder. Sólo aquel podia poseerlo. Pero cómo. Cómo pudo Grimmjow liberarlo sin su ayuda.

Y mientras lo pensaba cayó un tozo de tela con una H.

 

Limpiendose el ambiente ese mostró a un verdadero creyente. En su estómago sostenía con dureza el hogyoku.Se notaba querer reír o... Llorar.

 

-¡Grimmjow- gritó Ichigo-¿Qué hiciste?

 

-Lo que tenía que hacer-respondió suavemente-Por todos. Por ti.

 

Ese poder apenas podia soportarlo pero lo haría. Si esos no le ayudaban a salvarlos tendría que hacerlo solo. Con el mundo su espalda si era necesario.

 

El primero en atacarlo fue Matsumoto, un ataque directo al rostro que fue detenido por una garra que sin esfueezo sostuvo la zampakuto y se la arrebató.

 

Ella vio el rostro de arrancar de frente, y lucía como un demonio. Aguantó el grito y se alejó hacia su capitan.

 

-¿Qué le ocurre?- preguntó la teniente- ¿Es una resurrección?

 

-No lo sé... Respondió su capitán sin notar un leve temblor con las manos.

 

-Si no me ayudarán y tampoco quieren entender-amenazó el espada con una sonrisa- tendré que obligarlos- tuvo que reirse. Tanto poder en su cuerpo era increíble, se sentía invensible pero también fragil. Bien le dijo Aizen: sólo unos minutos o tu cuerpo colapsará. Aunque ahora creía que podría pelear por días. Le recorria como fuego por las venas.

Tomó su espada entre las garras pero la sintió extraña y sin saber muy bien lo que su instinto le estaba obligando, la devoró. Hecho eso rasgó los cielos y lanzó su poder contra la torre. Con sólo ese ataqué se escuchó un latigazo dentro de la prision de ese dios. Y volvió a reir.

 

-¡Todos!-gritó el capitan comandante-¡No soportará muchp tiempo esa forma! ¡Eviten que libere a Aizen!

 

Con eso despertaron para empezar a atacar a ese que con cada movimiento parecía menos humano. Todos menos dos: Ulquiorra no podia despegar la vista. Se debatía si eso que Grimmjow quería defender con tanto heroismo le hacia lucir así... ¿Estaría en lo correcto?

Y el otro era Ichigo, el centro de ese, casi se podria comparar con el hogyoku, transformando al heroe. En qué momento no se dio cuenta de que estaba volviendo un monstruo ese amor, esas ideas de grandeza y el dolor de cargar con todos.

 

Miraban desde abajo una batalla tan perdida. No podian ni tocarlo. Y sin decirlo temían ser devorados ya que ni los hollows se acercaban.

 

-Ulquiorra-llamó Grimmjow a su complice-Ven, te daré un poco de poder.

 

El murciélago tragó saliva y se levantó. Se estaba convenciendo, repitiendo las palabras exactas. Pero sin alzar la vista. Se preguntaba si podría retractarse

 

-Creeme-dijo Grimmjow a sus espaldas sin saber en que momento se volvió tan veloz-Te mostraré un mundo sin ese vacío. ¿Cómo podría existir si ya no seremos diferentes de los shinigamis ni de los humanos?

Giró con delicadeza a Ulquiorra para que lo mirara a sus ojos azules.

-No te miento. No hay algo que quiera más en este mundo que salvarlos a todos.

-Te escuchas como Aizen -sama- respondió Ulquiorra con un temblor en el corazón como cuando le contó su verdadero plan. No podia dudar de la sincedad de Grimmjow como la de ninguno, como la de un heroe.. O un dios-Te creo.

-¡Deja a Ulquiorra! -le escuchó decir al sexto capitan empuñando por quinta vez a zenbonsakura. No logró ni tocarlo y así quería salvar a alguien.

-No seas estupido, Byakuya-le dijo el sexto espada dispersando los petalos apenas con un pequeño zero ante su mirada frustrada-¿Quieres hacer algo? Pelea conmigo ¿Por qué no lo entienden? ¿Quieren que se sufra? ¿Perder a los suyos? ¿Llorar su espacio vacío en una habitación, una silla o su cama?-empezó a desesperarse-¡No puedo ser el malo por querer que vivan!

 

Los demás capitanes llegaron al lado de Byakuya, incluyendo a Ichigo que apenas contenía su furia y dolor.

 

-No es correcto- respondió Byakuya-simplemente no-esa afirmación se la dio al murcielago que por algún motivo ya no dudaba-Ulquiorra.

-No puedes entender lo que es ser un hollow-fue su respuesta-la muerte nos creo así. Si puedo detener esto lo haré-sentenció sin mirar al pantera que arrancó un trozo del cristal para entregarlo al murcielago.

 

Byakuya comprendía perfectamente lo que decía. Lo supo tan bien con Hisana. Ese sol que no brilla, el silencio de las paredes, el sin sabor de respirar. Pero también era ese vacio que llenó alguien más, el corazón que no se rompió será más fuerte. Se sentía merecedo de Ulquiorra, entonces... ¡No permitiría que la muerte de Hisana fuera una estupidez de ese espada!

 

Reunió la fuerza suficiente, preparó un nuevo ataque para separar a ambos espadas.

 

-¿Otra vez?- dijo con fastidio Grimmjow. Corto nuevamente percatandose de otro ataque detrás. Un ataque negro que logro hacerle retroceder... Un paso-Patético.

 

Ichigo no pudo creer como parecia que su golpe fuera como humo contra el cuerpo de su novio.

 

-Ichigo, por favor no te metas-le pidió el sexto espada-y Byakuya-se dirigió ahora a su amigo-Si tu voluntad fuera tan fuerte, igual que las estupidas razones que me diste,no crees que al menos podrias proteger a uno solo de los que quieres. Si yo lo deseara el moriría ahora-amenazó aplastando la garganta del cuarto que parecia dormido desde que ese pequeño trozo de orbe entró en su hueco-sería tu dios matándolo no el mío.

-¡Basta!-le suplicó el capitán, soltando su arma y, en momentos, parecía que se arrodillaría-él llegó porque Hisana no está-le explicó sin ningún contexto pero el peñiazul sobre entendió.

-Y después de él vendrá alguien más-respondió friamente-Si eso piensas...-le miró desde los cielos con ojos de dios pero su cuerpo cada vez más similar a un demonio-...tomalo y matalo antes de que sea como yo-lo soltó dejando que Byakuya lo atrapara-Al menos yo te dejaré escoger-afimó marchandose a lanzar un nuevo golpe que destrozaría otra soga que sostenía a Aizen.

 

Byakuya sintió la mirada de sus compañeros presionando. Debían hacerlo, si no lograban derrotar a uno menos a dos.

-Le haré entender-justificó ante todos que lo vieron empuñar el arma en defensa del murcielago.

-¡Igual que cuando quedaste a cargo de Grimmjow!-le respondió un normalmente tranquilo Kyouraku-¡Si no lo hacemos ahora...!

Se desplegaron ante ellos unas enormes alas negras que obligaron al silencio. Quizá ese nuevo dios si tuviera angeles.

El cabello blanco ondeó frente a Byakuya hasta que unos ojos amarillos le devolvieron el aire y la esperanza. Ulquiorra, ahora convertido en un ángel negro de seis alas, podría detener esa locura.

-Ulquiorra-susurró-debemos...

-No es necesario-respondió el espada-con este poder yo te puedo proteger-dicho eso fue suficiente un batir de sus alas para que los demás shinigamis se alejarán de Kuchiki-Ahora puedo proteger esto-dicho eso, y dejando al capitan sin poder detenerlo, fue a colocarse a un lado de Grimmjow.

Los angeles, los dioses, los huecos, todos... No comprendía cómo cambiar eso. Todos orbitaban a ese demonio azul.

-¿Que haremos?-la pregunta congeló a todos. Nadie esperaba eso de Kempachi, tan cansado que su arma estaba a punto de resbalar de su mano.

 

Tuvieron un pensamiento fugaz; Quizá deberían también adorarlos.

 

-Veeeeerga ¿Voy a ganar?

No interrumpas.

-Espera, espera, esta vez tengo una idea.

Tus ideas me llevan a prisión o pierdo el conocimiento para despertar dos semanas después con un extraño dolor el costado derecho.

-Agradece que no son las dos cosas y con dolor en el culo.

Voy a continuar.

-No, en serio, ven. Acercate que son bien chismosos estos.

Ok... Bien... Ajá... Oye, sí podría ser

-Así ya no andas de pinche incongruente.

¡Callate!... No me exibas. Ejem... Un vistazo al pasado...

 

¿En que momento me enamoré? Se preguntó en una de esas noches eternas. Se respondió que fue desde ese día con una idea tonta, una estrella de papel, el pedido de que sintiera algo y quiso algo de ese sexto espada que parecia ser libre de ese vacío que a él le comia.

 

Quizá no fue amor sino envidia.

 

Dio un paseo más en Las Noches hasta llegar nuevamente a ese enorme frasco roto y recordó: quizá desde aquí comenzó este sentimiento.

Después de su derrota despertó atrapado en la oscuridad.

Conformé intentó moverse fue más consciente de su realidad, una que le golpeaba en la cara como sus brazos en las paredes de esa eternidad.

Su unico entretenimiento era ver su memorias con su ojo derecho. Ver tantas veces a ese espada más libre que los demás empezo a consumirlo y a... Iluminarlo.

-Grimmjow-llamaba en algunas eternidades.

-Aizen-sama-en otras.

Creia rezarles a ambos despues de tantos tiempos.

Y también maldecirlo ¿por qué él de todos los espadas tenía un plan alternativo? Una muerte en pausa dentro de una vitrina negra que apenas le permitia moverse. No le gustaba su destino. ¿Y si fuera más como Grimmjow le hubieran dejado escoger?

Culpó muchas noches a Aizen por planear su vida. Otras más a si mismo por las decisiones que tomó... Si hubiera sido más fuerte tendría elección. El ganador puede caminar libre. Y unas más a el peliazul por hacerle soñar y ahora lloraba en su eternidad de un plan B que su dios no sabía si existiría.

Repitió una vez más sus recuerdos.

Y en uno de ellos, antes de que Grimmjow le encerrara con la caja de negación le vio sonreír al shinigami o a si mismo. Quería probar esa voluntad, y si era así, saldría de ellos.

Con fuerza pensó en su poder. Era un relampago. Tenía luz propia. Y podían escuharlo quebrarse.

 

Salió tosiedo del molde, cubierto de una sustancia negra y espesa. Se levantó desnudo y miró ese lugar bajo Las Noches. No había más cápsulas.

-Así que sólo yo tenía guardado una forma de sobrevivir... Un trozo de mí-se dijo, tocando su ojo derecho-siempre me pregunté porque sólo podía hacer eso con el izquierdo y no con ambos.

 

No deseaba recordarlo de nuevo. Además, Grimmjow se había marchado junto con su deseo... Lo seguiría y está vez se juró ser fuerte para escoger y defender sus sentimientos.

 

-Tu plan es una tonteria, Grimmjow. Convencer a un sólo shinigami, aun siendo Byakuya, no hará que te escuchen-le confesó el murcielago que uso de excusa el alimetar a las carpas para quedarse un poco más de tiempo con el peliazul-además...

-¿Lo amas?-preguntó Grimmjow, viendolo a los ojos, sin el menor rastro de duda. Eso hizo que no se ruborizara pero sí que tragara saliva.

-Si, lo amo-confesó.

Ahi nuevamente le regalaron esa enorme y libre sonrisa.

-Entonces ya tengo un plan de emrgencia-y comenzó a reir.

Ulquiorra estuvo a punto de gritarle molesto pero... No pudo. Eso que le había demostrado Grimmjow acabaría si ese no ganaba. No quería perder nada de eso, volver a ese abismo de eterna negrura.

-Los shinigamis también mueren-le dijo el pantera-Y nosotros también. Y al morir nuestro destino es diferente al de ellos, ¿sabes?

Eso le calo. Nuevamente no podia escoger.

-¿Quién escogió por mí? ¿Te lo has preguntado?- prosiguió el sexta-Todas esas elecciones sin que estén en nuestras manos. Si puedo habrá un Dios que nos deje escoger.

-Aizen-sama-susurro Ulquiorra apretando levemente sus dientes.

-¿Cómo dices?

-Si no entienden, y no lo haran, Aizen-sama podría ser quien cumpla esto.

-Liberar a Aizen-meditó-¿Qué propones?

Y con esa frase su soledad se consolidó en el plan de un heroe... O su egoismo de defender un futuro que por fin forjaban.

 

Se asombró del gran poder que liberaba.

-No te acostumbres-le dijo el panterauna vez estuvo a su lado-Esto también nos está matando. Así que no pierdas la vista del plan.

Nunca más, se dijo. Nada podía meterse en su camino. Prepararon el ataque que por liberaría a su Dios para cumplir las promesas dadas.

-¡No lo hagas, Grimm!-rogó Ichigo colocando su cuerpo con todo su fuerza frente a la entrada hacía Aizen y ese ataque. Cerró los ojos. Si podía detenerlos valdría la pena.

-Lo siento, Kurosaki-san-dijo en burla Urahara retirándolo de medio.

El estruendo retumbó por los tres mundos. Ninguno deseaba moverse.

Sólo un heroe se arrodilló.

Seguido de los hollow cantando.... A gritos de dolor.

Gimmjow empezó a hablar como orado-Si te creo seré recompensado, si soporto este..

El ángel a su lado cayó de rodillas y ahogó un gran grito, sosteniendose el pecho.

-Dolor-finalizó su oración. Estirando su mano y retirando el trozo del orbe de su compañero.

-Grimm...jow-le dijo el murcielago volviendo a la normalidad-Eso te matará.

-Todo te entrego si los salvas-siguió el sexto espada que antes que todos ya escuchaba los pasos de Dios-soy...

-Mi hijo. Enviado al mundo por mi para traerme de regreso. Bien hecho, Grimmjow.

Ruega por nosotros, se escuchó sin saber quien lo suplicó.

 

Notas finales:

Gracias por leer.


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