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Coming Home - Traducción por Aria-chan

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Notas del capitulo:

N/T:

  ¡Hola a todos! ¿Cómo han estado durante este tiempo? Realmente quiero disculparme por mi enorme tardanza, me siento muy apenada por ello. Quiero comunicarles que quizás estas tardanzas puedan repetirse ya que he comenzado a cursar mi tercer año de facultad y he comenzado a trabajar a medio tiempo.

  También quiero avisar que Sanguis vita est será pausada hasta que pueda terminar de traducir Coming Home, pronto subiré una nota para avisar.

  Este capítulo lo iba a subir ayer pero mi cabeza estaba completamente en otro sitio y me olvidé.

  Agradezco a yumeatelier, mi beta, que corrigió este capítulo. ;)

  Disclaimer: Si la franquicia de Harry Potter fuera mía yo tendría estacionado un Camaro azul en mi garaje, como no es así, es obvio que no me pertenece. La historia tampoco es mía (sólo su traducción), sino que el original en inglés es de LadyWhiteRose2015, de quien tengo el permiso de traducción, y le agradezco enormemente. No lucro con ello.

  Ahora sí, disfruten la lectura.

 ----------

N/A:

  ¡Quiero agradecer a mi hija, que voluntariamente lee mis obras y corrige mi gramática!

  Ah, por si mi disclaimer no estaba claro (que se encuentra en mi perfil) – Aún no soy dueña de nada, todos los personajes son de sus respectivos dueños (que no soy yo), y no recibo ningún dinero. Después de todo esto es por diversión y una gran salida de estrés para mí.

  Tomo prestado el concepto de “resonancia” de la historia Imprinting escrita por Lunaris Dies (según la traducción de b92morgan), yo quería darle a ella/él el crédito por la creación de este concepto, y reconocer su talento por esto. Imprinting es un fic Arthur/Merlín, para aquellos que estén interesados.

  También quiero reconocer a “Rise of Drackens” de Starlight Massacre como el trabajo que inspiró este.

Previamente:


  ¿Ellos realmente hicieron esto? ¿Cómo sabían que yo lo quería? No recuerdo haberles dicho nada, o incluso revelarlo en alguna resonancia. Hmm, tal vez sabían que me encantaría ese tiempo, porque amo volar.


  Doblando la carta nuevamente, volvió su atención al calentador del huevo. Esos tres, realmente están tratando de hacerme feliz. Comprobando el progreso de su huevo, tomaría aproximadamente un día para que la pequeña lechuza saliera de su cascarón.


  La escoba cómodamente asentada en la caja estaba llamando a Harry para que la sacara. Al no poder resistir el impulso de volar, se cambió de ropa por algo más apropiado, agarró su escoba y se dirigió hacia el aire.


Capítulo VI


  Estando en el aire, en busca de la siempre esquiva snitch… le dio el tiempo que Harry necesitaba para contemplar la oferta de Minerva.


  Desde que, tanto Dumbledore como el profesor Snape, me instruyeron, sé cosas que otros no. También fui capaz de hacer el patronus desde joven, y le enseñé a otros como hacerlo… Maldición, ¡Derroté a Voldemort! Si lo que Charlie dice es verdad, y yo soy un Dracken sumiso, entonces las personas desean protegerme, quieren que esté seguro. ¡No puedo decir que me opongo a esa idea!


  Un año en el cual no tendré que enfrentarme a un enemigo, en el que alguien más puede cuidar de mis necesidades…tal vez no sería tan malo.


  Draco encontró a Harry varias horas más tarde, en el aire, sentado encima de su escoba con la snitch volando a su alrededor. Él estaba pensando en lugar de practicar. Con la situación en la que se encontraba, ¿Cómo culparlo? Luego, en un rápido movimiento, Harry cayó en picada. Su brazo extendido para atrapar la alada pelotita en sus manos, tirando con fuerza del mango, con el fin de no chocar contra el piso. Aterrizó sin problemas en el campo de abajo.


  Si mis dominantes estuvieran aquí, creo que los tres tendrían un ataque al corazón.


  - Draco, ¿Eres tú? ¿Qué haces aquí? – Harry se dio cuenta de que había otra persona allí, además de él.


  - Estaba pensando, ya sabes, que te perdiste el almuerzo.


  - Oh, ¿lo hice? No me había dado cuenta, para ser honesto.


  - ¿Siquiera tienes hambre? – Conociendo su pasado, Draco estaba seguro de que la falta de comida no era la primera cosa en su mente. Pero, mientras que él estuviera allí, tenía que asegurarse de que se estuviera cuidando a sí mismo.


  - No, tenía demasiado en lo que pensar.


  - Me doy cuenta. Te sentaste allí durante un largo tiempo, vi la snitch justo frente a ti; ¡Me pareció que esa pelotita de oro aterrizaría justo en tu mano!


.


~xXxXxXx~


.


  - Está bien, caballeros. ¿Decidimos los regalos que faltan? – Las otras dos cabezas asintieron. – Entonces, después de lo que Charlie nos ha revelado, creo que tenemos que formular un plan para ganar su confianza.


  Charlie pensó en la conversación compartida con Harry.


  - Severus, ¿Por qué no le envías un regalo extra hoy? – Por su expresión, se dio cuenta que estaba interesado. – Compra para él un par de libros, de modo que cuando escriba sobre uno su escritura se muestre en el otro, y viceversa. De esta manera te podrá revelar sus pensamientos internos en un ámbito de comodidad. Sin sentirse asustado se tu ingenio, por supuesto. Y podrías responderle.


  - Esa es una maravillosa idea -. Severus se movió hacia adelante sobre su asiento. - ¿Blinky?


  Un pequeño elfo doméstico apareció en la habitación con un pequeño estallido.


  - Maestro, señor, ¿usted llamó a Blinky?


  - Sí, me gustaría que compres un par de libros emparejados junto con el resto de las cosas en la lista que te hemos dado.


  - Sí, maestro. ¿Hay algo más que Blinky puede hacer por usted, maestro?


  - No, eso es todo. – Entonces, con un pop, el pequeño elfo se había ido de nuevo. – Gracias Charlie, eso es brillante.


  - Es un placer.


  Entonces Lucius habló:


  - Si esperamos que viva aquí, debe tener su propio espacio -. Los otros dos lo miraron con curiosidad, - Sólo tenemos tres días hasta su cumpleaños. ¿Y si le damos una sorpresa invitando a todos sus amigos de Hogwarts para una fiesta? Entonces, cuando todo haya terminado, revelamos su nueva casa.


  Fue Severus quien habló primero.


  - Ese no sería un mal plan. Sé que Molly estaría más que encantada de ayudarte en la disposición de los cuartos de Harry…antes de darle tiempo a que nos coaccione para que la dejemos hacerlo.


  Charlie pensó eso por un segundo.


  - Sí, a mamá le encantaría decorar.


  - Entonces está decidido. Charlie, contacta con tu madre y ve si está disponible para realizar tal tarea. Severus se pondrá en contacto con Minerva para realizar una lista de los amigos de la escuela y poner en marcha la fiesta de cumpleaños sorpresa.


.


~xXxXxXx~


.


  Sentado en la oficina de la directora, Harry había aceptado oficialmente la oferta de McGonagall, de ser profesor en la escuela. Ella le entregro un documento de tres páginas que era su contrato, alegremente firmó su nombre.


  Una vez que se realizaron todos los trámites, se le mostraron sus nuevas habitaciones de profesor.


  - Ahora, Harry, no estás obligado a mantener la temática o cualquiera de los muebles. Por favor, decora como mejor te parezca para que te sientas como en casa. Tendrás un elfo doméstico a tu disposición -. Una auténtica mirada de sorpresa cayó sobre su rostro. – Ahora, en cuanto a los planes lectivos, tendrás total acceso a los archivos de las personas que necesite para tomar sus decisiones. Estos se encontrarás sobre el escritorio de su salón para su revisión.


  - ¿Minerva? – girando hacia ella, sonrió. – Gracias por esta oportunidad.


  - Es Hogwarts quien le da las gracias por iluminar a los estudiantes actuales y futuros con su conocimiento -. Minerva colocó una mano sobre su hombro. – Ahora, si necesitas algo, por favor llama a tu elfo doméstico o, si necesitas de mi orientación administrativa, no dudes en llamarme.


  - Si, señora -. Sintió la palmada en el hombro, vio que ella lo dejó en el espacio que ahora era suyo.


  Inspeccionó la habitación, era aburrida, aburrida y mal…decorada. Debo añadir algo de color a este horrible lugar… Voy a tener que visitar Londres muggle para encontrar los muebles más eficientes y actuales, tambien la decoración de la pared. Charlie mencionó que él sería el que me apoye cuando tuviera la necesidad de confort físico. ¿Me pregunto si eso también se refiere a comprar…?


  Desde luego no tuvo que esperar mucho ya que ahora tenía acceso a su propia chimenea privada. Tiró el polvo, llamó a la Mansión Malfoy y esperó. Él definitivamente había mejorado después  de su incidente con el Callejón Diagon.


  Un pequeño elfo respondió a su llamado.


  - Amo Harry, señor, ¿Cómo puedo ayudarle?


  … ¿Amo?


  - Sí, um, ¿Está Charlie libre para hablar un momento?


  - Un momento, señor, y lo comprobaré.


  El pequeño salió de su vista, y se fue sólo un segundo antes de volver con Charlie. 


  - ¿Qué puedo hacer por ti, Harry?


  Sus nervios se estaban llevando lo mejor de él.


  - Um, bueno, tengo que ir de compras. No al Callejón Diagon, sino a Londres muggle, y me preguntaba si, ya sabes…


  Charlie podía notar que estaba nervioso.


  - ¿Te gustaría que te acompañe? – la cara de Harry le dio la respuesta. - ¿Cuándo te gustaría ir?


  - Bueno, eh, ahora… Pero sólo si estás libre.


  Charlie pensó por un segundo.


  - Sí, dame un momento y vuelvo.


  Vio a Charlie salir de la habitación, presumiblemente para ir a decirles a los demás que se iba. Entonces, se escucharon voces lo suficientemente fuertes como para notarlas, pero no tanto como para entender qué decían. Charlie regresó.


  - Muy bien, ¿Estás listo?


  -Sí, vamos.


  Entonces, antes de decir alguna otra palabra, Charlie estaba en su nueva morada.


  - Harry… ¿Dónde estamos?


  - Um, estamos en mi nueva habitación.


  - Pero… esto se parece a los cuartos de profesores -. El pelirrojo levantó una ceja en confusión.


  - Sí, y es necesario transformarla si voy a vivir aquí -. Harry se burló interiormente. La cara de Charlie palideció.


  - Quieres decir que… ¿Vivirás aquí?


  - ¡Oh! Así es, nunca se lo dije a ustedes. Minerva me ofreció el puesto DCAO, y acepté.


  - ¡Brillante! ¡Esto es absolutamente maravilloso! – Charlie sonrió con entusiasmo, dando a su pequeño compañero un abrazo. Él lo aceptó y lo devolvió. - ¡Estoy tan orgulloso de ti!


  - Charlie… no puedo respirar…


  - ¡Oh, lo siento! – El hombre mayor lo soltó rápidamente, se inclinó y le dio un beso en la frente. – Sacaré mi varita y tomaré rápidamente las medidas de la habitación, luego, saldremos.


  Besó mi frente…


  - Está bien… - Harry todavía no estaba muy acostumbrado a toda la atención y el afecto.


   No pasó mucho tiempo antes de que hubiera terminado todas las mediciones y regresara al lado de Harry. Charlie tomó los polvos flu, llamó a la Mansión Malfoy y entró.


   - ¡MUCHACHOS! – gritó fuertemente, corriendo por el salón.


   Eh, ¿Me pregunto si sus pantalones explotaron en llamas?


  Harry entro en el salón, parecía haber cambiado de alguna manera. Se sentía más acogedor… o tal vez era que simplemente se sentía bienvenido. Encontró un asiento en los sillones orejeros, se sentó con cuidado y esperó a que su compañero de compras volviera.


  No pasó mucho tiempo para que Charlie volviera, y también vinieran los otros dos hombres.


   - Entiendo que has tomado un puesto de profesor en Hogwarts -. Era Lucius quien había hablado.


  - Um, sí -. El rubio parecía intimidante, incluso conociendo que él era uno de sus dominantes. Todavía era inquietante dada su historia.


  Los tres hombres tomaron asiento a su alrededor, entonces, Severus habló.


  - Tengo entendido que vas a redecorar por completo la habitación.


  - Sí, no me gusta lo que hay allí. Es demasiado aburrido para mi gusto -, Harry hizo una mueca, recordando en cuarto.


  - Entonces me gustaría proponer mi compañía, si no tienes ninguna objeción -. Severus se dio cuenta de que Harry estaba confundido. – Simplemente siento que sería una buena oportunidad para llegar a conocer tus gustos y disgustos. No ofreceré mi consejo a menos que lo solicites.


  - Sé que es un hombre de palabra… - Harry consideró su oferta, sabiendo que Severus tenía conocimiento de cómo diseñar los aposentos de un profesor. Eso podría ser bueno para su relación, también. Charlie dijo que iba a acabar dependiendo de él por cuestiones más locuaces. ¿Por qué no le daría esa oportunidad? – Está bien, lo acepto.


  - Muy bien. Permíteme cambiarme y ponerme ropa muggle, y estaré con ustedes -. Severus se levantó de su silla y salió de la habitación.


  - Viendo que gastarán dinero, por favor, permítanme prestarles mi tarjeta. Esto te permitirá cualquier compra que necesites. Será un placer ver que no tienes fondos limitados para conseguir lo que deseas para tu nuevo espacio de vida.


  Charlie tenía razón. Él puede proveerme. ¡Ni siquiera me dijo que mantuviera un límite en el gasto!


  - Eso es, sin duda, una oferta muy generosa, pero no puedo aceptarla. Ni siquiera sé cuanto voy a necesitar y, además, tengo mi propio dinero.


  Lucius se puso frente a Harry y se arrodilló.


  - Sé que esto es inusual, el beneficiarse de una… situación tan poco convencional como esta. Sin embargo, no sólo es mi responsabilidad, sino también un divino beneplácito el conseguir cualquier cosa que te guste. Estaría verdaderamente feliz de complacerte.


  ¿Divino beneplácito? ¿Este es el mismo hombre?


  - Por favor, no lo tome a mal, pero… ¿Estás seguro de que eres el mismo Lucius Malfoy?


  Soltó una pequeña risa, y su grande y pálida mano descansó sobre la rodilla de Harry.


  - Te garantizo que soy el mismo hombre. Esto es, sin embargo, un lado de ese hombre que nunca se te permitió ver, ni acercarte lo suficiente para ser permitido en mi círculo más íntimo -. Quitó la mano, se puso de pie y rodeó la mesa al tiempo que Snape entró en la habitación.


  - Severus, es bueno que estés de vuelta. Estás a cargo de mi tarjeta. Por favor, ve que consiga lo que necesite. Si piensas que está dudando de una compra, o que realmente quiere algo pero le da miedo, ya que podría ser demasiado caro, cómpralo de todos modos -. Con esas palabras, vio la mandíbula de Harry caer abierta, como si fuera a protestar, pero luego la cerró de nuevo.


  Harry sólo iba a tener que acostumbrarse a eso.


Continuará… 


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