Coming Home
Capítulo 8
Despertando de un salto, Harry se incorporó en la cama. Lanzó rápidamente un encantamiento tempus, los números brillando con elegancia revelaron que eran las cuatro de la mañana. No había manera de que volviera a dormir. Intentó quitarse el sueño frotando la esquina de sus ojos y sacó las piernas por el borde de su cama.
La palabra enojo ni siquiera describía una parte de las emociones que estaba sintiendo. Primero bloqueó la red flu para los tres. No estoy listo ni siquiera para oír sus voces, ni ver sus caras, esos bastardos. A continuación, protegió la habitación para que ninguno de los tres tuviera permitido entrar, ni siquiera tocar la puerta. Entonces vio el huevo de lechuza. Estaba revelando todos los signos de la eclosión. Tendré que vigilarte el día de hoy. A continuación, agarrando su ropa, hizo su camino hacia la ducha para poder decidir qué hacer después.
Una vez aseado, se vistió y se alistó para su día. Harry decidió que tenía que pasar tiempo en la biblioteca. Ellos NO me encontrarán con la guardia baja de nuevo.
Haciendo su camino por la multitud de corredores, Harry halló la biblioteca. Como profesor le fue concedido un acceso a tempranas horas y sin supervisión, a la sección que necesitara. Hermione sería perfecta…lástima que no esté aquí. Encontrando los libros sobre criaturas mágicas, agarró los que pudo cargar, los registró y se los llevó a su habitación. Ni siquiera les daré a esos bastardos la oportunidad de verme.
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Tan pronto como Harry echó a los tres hombres de la resonancia, los tres salieron de sus habitaciones y se reunieron en el salón.
Charlie iba de un lado a otro, Severus se sentó en uno de los sillones orejeros, observando el ritmo del pelirrojo. Durante todo ese tiempo Lucius estuvo sentado tras su escritorio.
Severus rompió el silencio:
– Entonces, ¿Qué piensan ustedes dos acerca de esta maravillosa situación?
– Se suponía que ibas a decirle ANTES de volver a Hogwarts –. Charlie se detuvo y señaló a Lucius. – Eres el primer dominante, ¿Cómo has podido no decirle? ¿O decirnos a nosotros que le soltarías eso en la resonancia?
– No creí que fuese su problema.
– ¡Pero sabes cómo lo criaron! No confiaba en nosotros antes, y ahora que le dijiste eso, tardaremos una eternidad en ganar su confianza de nuevo.
Severus intervino.
– Odio admitirlo, pero Charlie tiene razón. Él entrará en su primer celo en menos de tres días. Tiene que estar con nosotros, y ahora está…quién sabe qué está sintiendo.
Lucius se puso de pie y se acercó a Charlie, agarró la nuca del otro con sus fuertes manos y presionó lo suficiente para ponerlo de rodillas.
– Que esto sea una advertencia para ti. Eres el tercer dominante aquí. No podemos permitirnos el perder la cordura ante o lejos de Harry. Tampoco debes volver a hablar con ninguno de nosotros de esa manera otra vez. ¿Quedó claro? – al oír un gemido escapar desde el dominante castigado, lo soltó y luego se alejó para sentarse en el sofá. – Sugiero que Severus se acerque a él. ¿Tal vez reunirse con él en la cena, en la escuela, esta noche?
– Es una maravillosa idea. Le dará tiempo para tranquilizarse y ser capaz de mantener una conversación razonable –. Levantándose, se ajustó la bata, y se acercó a la red flu. Agarró un poco de polvo, lo echó sobre la chimenea y llamó a la dirección de Harry. Las llamas se volvieron verdes, pero inmediatamente se extinguieron. Allí de pie, atónito, se giró y se dirigió a los otros hombres. – Creo que nuestro joven sumiso nos ha bloqueado su red flu.
Lucius se quedó estupefacto, nunca había conocido a nadie que actuara de la manera en que su sumiso lo hacía.
– Bueno, ya que no quiere tener contacto con nosotros, les sugiero que hagamos un buen uso de nuestro tiempo. Charlie podrías ponerte en contacto con tu madre y ver si está disponible para ayudarnos a redecorar y planificar una fiesta de cumpleaños.
Observando al pelirrojo dirigiste al flu, Lucius estaba todavía sorprendido por el temperamento que su pequeño sumiso demostraba. Supongo que tendré que cambiar mi táctica con él.
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Harry se sentó en el escritorio de su estudio con una pila de libros a su alrededor. Aprendió más de los Drackens de lo que realmente quería saber. Ahora sé lo que se espera de mí. Sé lo que mi cuerpo está haciendo y por qué. Yo podría, en teoría, ser sedado en mi primer celo, y sólo para el primero mientras todavía esté entrando en confianza. Uno de los libros que había encontrado de hecho decía:
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Cuando a un nuevo sumiso se le es informado quiénes son sus compañeros, a través de la resonancia, entrará en celo en su cumpleaños. Sin embargo, si el sumiso está teniendo problemas para adaptarse o confiar en el dominante elegido, el cuerpo del sumiso retrasará el calor hasta que la confianza pueda ser ganada. Si el sumiso determina que alguno de sus dominantes lo están maltratando, el Dracken rechazará al dominante a través de la resonancia y elegirá a otro. Sin embargo, si todo está bien, los dominantes demuestran sus capacidades y se forma una relación, entonces el cuerpo del sumiso comenzará a prepararse para el apareamiento tres días antes de sus dieciocho años.
Si el sumiso es reacio a ceder a los dominantes durante su primer celo, es posible sedarlo. Debe ser mantenido en aislamiento y atendido por un profesional médico durante el proceso.
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Por lo tanto, podría retrasar el proceso. Tendría que tener una conversación con madame Pomfrey sobre esa posibilidad. Si tengo que sedarme en mi cumpleaños número dieciocho, que así sea. No haré esto cuando no quiero estar ni cerca de esos cretinos insufribles.
Cerrando el último libro, llamó a un elfo.
– Si hay algún elfo escuchando, ¿Podría venir aquí?
Un pequeño pop le advirtió que el elfo había aparecido.
– Sí, maestro Potter, ¿Qué puede hacer Teddy por usted?
- Me gustaría que todos estos libros estuvieran de vuelta en la biblioteca, y el almuerzo, por favor. Estuve trabajando durante el desayuno.
– Sí, señor –. Luego, con un rápido pop, su escritorio quedó libre de libros, excepto por el diario compañero.
Miró fijamente el libro como si contuviera algún tipo de enfermedad, Harry abrió un cajón de la mesa, lo deslizó en él y cerró el cajón de golpe. ¡Ni siquiera quiero mirarlo en este momento! Con otro suave pop, el pequeño elfo regresó.
– Su almuerzo, amo Harry –. El pequeño elfo había llevado su almuerzo, lo asentó en su escritorio y se fue.
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– ¿Una fiesta sorpresa para Harry? – Molly estaba más que entusiasmada. – Oh, deberías haberme preguntado por esto hace semanas…tenemos mucho que hacer. ¿Puedo aparecerme allí?
Los tres hombres, aunque eran dominantes, no eran rivales para la madre de Charlie. Ella tuvo una lista hecha en cuestión de minutos y luego tuvo a los tres hombres asignados a tareas según qué eran capaces de hacer. Ella incluso le asignó a los pobres elfos domésticos tareas en la cocina para que hubiera comida más que suficiente.
Ella llamó vía flu a Ron y Hermione para informarles del evento. Un traslador sería genial, pero no le aprobarían uno a tiempo. Tendrían que saltar por la red flu, por así decirlo, para volver a tiempo para la fiesta.
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El pop suave del elfo se podía oír a la vez que los platos del almuerzo eran retirados de la sala. Supongo que lo mejor sería empezar con los planes de lecciones. Tratar de formular algún tipo de método para usar en el aula.
Dejando sus aposentos privados ingresó en el salón de clases, allí en el escritorio, tal y como Minerva le había prometido, se encontraban los planes de lecciones de lo que parecían ser muchos años. Buceando en la pila, Harry fue capaz de clasificar y utilizar sólo lo de los últimos tres años. Reuniendo ese montón, se retiró de nuevo a su cuarto de estar privado y utilizó su mesa de desayuno como nuevo escritorio.
Sabiendo que la lechuza saldría ese mismo día del cascarón, quiso estar lo más cerca posible del huevo. Había sido la mejor decisión. Podía verlo en su calentador, pero aun podía realizar su trabajo.
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Con Molly en la acción, y sus tareas terminadas, Lucius subió las escaleras. Necesitaba estar solo. Pensando llegó a donde todas las habitaciones estaban. En el final del pasillo sobre el segundo piso. Charlie había tomado las habitaciones del lado izquierdo del pasillo, así podría estar más cerca, entonces Severus había tomado las habitaciones del lado derecho. Eso dejaba el otro dormitorio principal en el otro extremo.
Al entrar en la otra habitación principal, vio que estaba casi exactamente igual a la suya. La recámara daba a una pequeña sala de estar con un pasaje que conducía al dormitorio. La cama era tamaño King, la cabecera era antigua y había un valijero al pie que contenía la ropa de cama. La ropa de cama sí era más que anticuada. A continuación, el baño adjunto tenía una antecámara con armarios, luego, caminando un poco más allá de la zona de lavado, había una doble bañera de jardín con motor de jacuzzi y una ducha de mosaico por separado.
Esto necesita una reforma.
– ¿Blinky? – llamó.
– Sí, señor, ¿usted ha llamado por Blinky?
– Sí, me gustaría que tú, y otros elfos, limpien las cuatro habitaciones en este pasillo. Vacíalas por completo. Las quiero así para cuando el amo Harry se una a nosotros en tres días.
– Sí señor –. Entonces el pequeño se marchó con un pop.
Creo que sería mejor que estén vacías. De esa manera podrá decorar y remodelar a su antojo y no como yo creo que es apropiado. Sintiéndose un poco satisfecho ante la buena idea, dejó que los elfos hicieran la tarea asignada.
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Después de revisar los papeles de los años anteriores, y de su propia experiencia, Harry decidió que sería beneficioso trabajar en grupos como en la clase de pociones. Excepto que dividiría su tiempo de clases. La mitad de su tiempo la dedicaría a la teoría, y observaciones, mientras que la otra mitad la utilizaría para la práctica. Dándoles a los estudiantes diferentes enfoques. Tal vez pueda iniciar un club de duelo para aquellos estudiantes que muestran una habilidad más avanzada en las clases prácticas.
Más de una vez durante el tiempo que estuvo en el escritorio sintió que la parte inferior de su abdomen sufría calambres. Al principio fue sutil, como si fueran calambre por gases, por lo que los ignoró fácilmente. Pero después de varias horas de lectura, el sólo levantarse para conseguir algo de beber hizo que los calambres se volvieran insoportables.
Abandonando la idea de realizar sus planes de lecciones, se dirigió a la habitación. Allí, en la cama, había cuatro lechuzas con paquetes atados a sus patas. ¿Me pregunto cuánto tiempo han estado allí? Desató los paquetes para que las pequeñas lechuzas pudieran volar de regreso a su hogar, Harry dejó los paquetes en el suelo y se tumbó. No me importa un pimiento lo que ellos tres me hayan dado hoy. ¡Este dolor y sus comportamientos son más que suficientes razones para ignorar a esos bastardos, insufribles, cretinos!
Enrollarse sobre sí mismo realmente no ayudaba en nada. Era como si su cuerpo estuviera tratando de hacer el útero completo y no fuera a detenerse hasta terminarlo. Los libros decían que los calambres serían menores y que durarían aproximadamente dos días y que podría hacer su día como si no pasara nada. Se sentía como si alguien tuviera una mano puesta en la parte inferior de su abdomen y estuviera apretando sus intestinos y luego los girara lentamente sólo para asegurarse. Eso iba más allá de lo soportable.
El laborioso proceso duró aproximadamente una hora. Entonces, los calambres finalmente se relajaron. Cuando fue capaz que sostener un solo pensamiento coherente, oyó el agrietamiento procedente del huevo en el calentador.
Rápidamente se levantó hasta sentarse y vio como la pequeña lechuza se abrió camino al mundo.
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Severus encontró a Lucius en el último cuarto vacío del pasillo y oyó el estallido de un elfo en la distancia. Entró en la habitación y le dio una mirada superficial.
– ¿No te parece que esta habitación puede ser un poco demasiado para él?
Se volteó para encontrar a su amigo de toda la vida en la puerta.
– Sí, es por eso que le encargué a los elfos eliminar cada pieza de mobiliario de esta morada, así puedo reemplazarlo con lo que él quiera. Será su cuarto. Una habitación donde pueda sentir como un sitio de escape, seguro y lejos de nosotros.
– ¿Asumo que todavía estás estableciendo la cámara de apareamiento?
– Sí, la he colocado en el tercer piso. He ordenado una cama especial que se ajuste a nosotros cuatro sin tener la necesidad de utilizar magia para agrandarla más allá de su propia capacidad –. Viendo a su amigo asentir con la cabeza en apreciación, continuó. – Tiene una pequeña cocina instalada para que podamos suministrarnos los alimentos durante su celo, junto con un cuarto de baño. Pensé que tener tres duchas separadas sería una buena idea. Después de todo no sabemos cuánto tiempo durará su calor y cuanto tiempo se dará entre cada ola.
– Muy bien. Sin embargo, sé que nos referimos a esa habitación como la “cámara de apareamiento” sólo porque es el único lugar que es neutral y todos cabremos cómodamente durante esa semana. Pero quiero sugerirles, a ti y a Charlie, referirnos con otro nombre. Yo no tengo uno decidido, pero creo que al llamarla de esa manera, más que probablemente, lo alejaríamos.
– Muy bien. Discutiremos esto más adelante. Por el momento deseo que vayas a Hogwarts esta noche y veas cómo le esta yendo.
– ¿Draco no te ha reportado nada?
– Él tiene que hacerlo, pero no me ha dado ninguna información. Es como si hubiera desaparecido.
– Muy bien, saldré tan pronto como termine esta última tarea para Molly.
Ambos hombres salieron de la habitación, ya que todavía había cosas que debían hacer.
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El mochuelo en toda su esponjosidad se contoneaba alrededor. Harry fue capaz de notar que había recibido una nutrición adecuada. Acomodando lo que la pequeña lechuza necesitaba, le prestó atención a los paquetes en el suelo.
Supongo que tendré que mirarlos. Bien podría terminar con eso. Abriendo el primer paquete, se reveló un sobre. Cuando abrió el sobre en el interior había una carta. Al abrir la carta saltó directamente a la parte inferior para ver el nombre que había allí, y había tres firmas. Esa era una carta de los tres.
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Harry:
Nuestro pequeño sumiso. Sentimos que anoche hayas tenido que escuchar ese tipo de noticias de nosotros. Charlie está deseoso de tenerte en sus alas, para poder envolverte en ellas y darte la oportunidad de respirar su esencia para ayudar a que te calmes.
Sabemos que no hay nada que podamos hacer para que estés bien, pero teníamos que decírtelo. Ninguno de nosotros quería que experimentaras esos calambres y no supieras qué está sucediendo con tu cuerpo. Se te ha mantenido en la oscuridad el tiempo suficiente y has tenido a otras personas manipulado tus acciones. Lo último que cualquiera de nosotros querría era engañarte.
Esperamos que puedas perdonarnos y veas que sólo estábamos tratando de hacer lo correcto para ti.
Tuyos,
Lucius, Severus, Charlie.
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Al sentir la rabia dentro de él cediendo un poco, no pudo evitar ablandarse. Ellos saben lo que siento al no tener toda la información. Ser engañado a menudo daña más que la verdad. Colocando la carta sobre la cama, volvió su atención al siguiente paquete. Era, aproximadamente, del tamaño de su palma. Al abrir la bolsa marrón adentro encontró un tintero dorado que tenía tres veces el tamaño de uno normal. Dejándolo sobre la mesa de noche, se acercó al siguiente paquete. El papel marrón revelaba estar escondiendo una caja. Al abrir la caja, en el interior había papelería. No era cualquier papelería, este tenía su nombre grabado en relieve en la parte inferior, y el papel se sentía rígido. Esto fue costoso. Dejando la caja a un lado, se fijó en el último paquete. Era largo y delgado, y cuando el papel de color marrón desapareció reveló una hermosa pluma situada cómodamente en la caja. La pluma parecía ser de avestruz.
Ellos realmente se esforzaron en estos regalos. Después del gasto de ayer y su esfuerzo combinado en estos regalos, tiene que haber costado una pequeña fortuna. Recogiendo los regalos, los llevó a su escritorio. El tintero dorado lo dejó en su escritorio y usó el soporte que estaba al lado para la hermosa pluma. Al papel tenía que dejarlo en un cajón del escritorio, no había manera en que lo dejara afuera y se arriesgara a que se traspapelaran con otros documentos. Fue cuando abrió el cajón que vio el diario compañero.
No se sentía ni de lejos tan enojado como antes, agarró el diario y comenzó a escribir.
Charlie, Sev y Luc:
Después de haber leído casi todos los libros que contenían hasta la más pequeña referencia a los Drackens, me siento informado. He aprendido más en lo que me convertiré en tres días.
Los calambres comenzaron hoy, y fueron muy fuertes, tan fuertes que tuve que acostarme por un tiempo. Mientras que aprecio la carta recibida, y la información que me han dado, no me siento menos enojado.
No estoy listo para ver, hablar o incluso escuchar lo que ninguno de ustedes tenga que decir en este momento. Quiero estar solo, hasta que yo mismo entre en contacto con ustedes.
Dejando la nota sin firmar cerró el libro, no anticiparía una respuesta. Salió de la habitación y volvió para ver a su nuevo bebé de lechuza.
– Hola hombrecito –. El libro le decía qué hacer en el momento que la lechuza saliera, sólo tuvo que bajar un poco la temperatura del calentador. – Eres hermoso –, la pequeña masa peluda se volvió hacia Harry. – No puedo esperar a que seas más grande y ver todas tus manchas -. Cuando terminó la frase, el mochuelo ahuecó sus plumas. – Lo veo. Sin embargo, necesitamos un nombre para ti… – miró a la pequeña lechuza girar como si le estuviera mostrando cada uno de sus lados. Era predominantemente blanco, con un poco de gris alrededor del pico y las patas. – Pienso… que pareces un… – justo antes de que pudiera decir el nombre de su lechuza, alguien llamó a su puerta.
Si fuera cualquiera de ellos tres ni siquiera serían capaces de tocar la puerta. Caminando hacia la puerta principal, la abrió para revelar a Draco de pie detrás de ella.
– ¿Estás bien Harry? – realmente estaba preocupado.
– Sí, estoy evitando a tu padre, tu padrino y a Charlie en este momento. ¿Qué puedo hacer por ti?
– Yo quería saber si podrías unirte a la cena, creo que tenemos que hablar –. Sus manos apretadas hasta tener sus nudillos blancos.
Se alejó de la puerta.
– Por favor ven, ya iba a pedir la cena. ¿Te gustaría unirte a mí? – observó el movimiento en aceptación de la cabeza rubia y se movió fuera de la entrada para permitirle pasar. Cuando Draco entró, estaba casi por cerrar la puerta cuando vio a Severus aproximándose. Sintió todas las emociones salir a la superficie al ver a su dominante de cabello negro abrir la boca para hablar, y luego cerró la puerta.
Volvió su atención a su huésped.
– Entonces, ¿Qué te gustaría para cenar?
– ¿Ese era mi padrino?
– Lo era. Ahora, ¿Qué te gustaría para cenar? – Harry se adentró aun más en sus habitaciones para sentarse en su sofá.
– Umm… – no estaba seguro de cómo debía comportarse, ya que nunca había visto a Harry de manera tan descuidada. – ¿Qué hay de pescado y papas fritas?
– Para cualquier elfo doméstico que esté escuchando. – Empezó. – Para la cena solicito dos platos de pescado y papas fritas –. No habían pasado dos segundos cuando un elfo doméstico apareció. – Si nos da unos veinte minutos lo tendremos para ustedes.
– Gracias –. El pequeño elfo desapareció. – Entonces, ¿Qué es lo que necesitas hablar conmigo?
Inclinándose sobre su asiento, Draco decidió que lo mejor era dejarlo salir.
– Lo sé.
Sacudió la cabeza.
– Sabes… ¿Qué, Draco?
– Yo sé que eres el sumiso de mi padre –. Habló con voz casi inaudible.
– ¿Y cómo lo averiguaste? – Harry estaba seguro de que no le había dicho nada a Draco sobre la situación en la cual se encontraba actualmente.
– Yo accidentalmente escuché una conversación.
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**FLASHBACK**
Después de asistir a todas las reuniones que el tribunal le ordenó asistir, Draco finalmente fue libre para ir a casa. Decidió que lo mejor era aparecerse en lugar de utilizar la red flu, debido a la hora que era.
Cuando entró por la puerta pudo oír voces que provenían del salón. Se dirigió hacia allí.
– Sí, madame, ¿Cómo está él? – era su padre dirigiéndose a alguien que se encontraba en el flu.
– Teniendo en cuenta el relato que oí, lo está haciendo bien –. La voz de madame Pomfrey era fácilmente identificable.
Vio como su padre, su padrino y una desconocida cabeza pelirroja estaban reunidos alrededor de la llamada en la red flu.
– ¿Quién lo está haciendo bien? – cuando las palabras salieron de su boca la cabeza de su padrino y del pelirrojo se voltearon, mientras que su padre seguía dirigiéndose a madame Pomfrey.
– Sólo manténganos informados, me pondré en contacto con usted de nuevo en la mañana.
Cuando las llamas de extinguieron su padre se volvió a mirarlo.
– Hijo, tenemos que hablar –. Normalmente, cuando esas palabras salían de su boca nunca las seguían buenas noticias. Lucius se sentó en la silla más cercana a él y le indicó a Draco que tomara asiento. – Asumo que has ordenado todo el papeleo sobre tu libertad condicional.
– Sí. Me tomó un día o dos para conseguir lo apropiado. Luego, otro par para poder presentar todo el papeleo. – Esto no era lo que quería saber. Él sólo seguía la etiqueta adecuada.
– Bueno, estoy feliz de saber que resolviste el problema –. Observó como su padrino y el extraño hombre de cabeza roja se sentaban junto a él. – A partir de hoy vamos a tener en la casa huéspedes permanentes. El señor de cabello rojo es Charlie Weasley.
– ¡¿Weasley?! – parecía asombrado. – Pensé que no nos asociábamos con esas personas.
Trató de no parecer ofendido, y de mantener su actitud controlada. No quería ser castigado de nuevo.
– Eso fue antes.
Draco miró al pelirrojo y luego a su padre.
– ¿Antes de qué, padre?
Tomó una respiración profunda y luego exhaló.
– Sabes que eres parte Dracken, y que lo heredaste de mí. Recibiste tu herencia de criatura en tu cumpleaños número dieciocho y entonces se reveló que eres un dominante al que aun no se ha revelado su compañero –. Vio la cara de Draco mientras asentaba firmemente la máscara de perfección Malfoy. – Eres más que consciente de que me casé con tu madre para que tú pudieras nacer. No teníamos ningún otro tipo de relación y mi compañero sumiso aún no se había revelado –. Sentándose más cerca del borde de la silla, continuó. – Recientemente se reveló que Charlie, Severus y yo somos los dominantes de un sumiso.
– Ustedes tres. Su compañero debe ser poderoso –. Draco interrumpió. Él sabía que sólo compañeros poderosos tenían más de un dominante. – ¿Quién es?
Lucius hizo contacto visual con los otros dos hombres en la sala antes de que el nombre saliera de sus labios.
– Harry Potter.
Draco se levantó rápidamente de su asiento.
– ¿Ustedes tres han perdido sus malditas cabezas? ¡Es Harry-jodido-Potter! ¡No es solamente algún otro sumiso poderoso! ¡Él puede aniquilarlos a todos simplemente pensando en poner fin a sus vidas!
Le permitió un momento a su hijo para eliminar la ira de su sistema y que se calmara antes de continuar.
– Estamos todos muy conscientes de lo que dices, hijo. Esperábamos que un cuarto dominante se uniera, pero nunca lo vimos en la resonancia –. Draco se recompuso, acomodó otra vez su máscara y volvió a su asiento. – Harry en este momento está en la enfermería de Hogwarts. Severus y Charlie aquí le dijeron que era nuestro sumiso, se desmayó.
– Bueno, yo también lo haría si me enterara que soy un sumiso y que se supone que ustedes tres me protejan.
– Sí… bueno. Estamos trabajando en obtener su confianza en este momento, y podríamos usar tu ayuda.
– Mira, he tenido suficientes encontronazos con Potter. No hay manera en que puedan convencerme o de otra manera obligarme a traicionarlo. – Draco había dejado caer la máscara, para que su padre y los otros dos hombres en la habitación supieran que él no sobrepasaría aquella línea.
– Draco, yo nunca te pediría algo que no estás acostumbrado a realizar. Sin embargo, Harry se convertirá en una presencia inmediata en tu vida como tu padrastro.
– Oh, por el infierno que llamaré a ese chico padrastro. No lo veré nunca como una figura paternal en mi vida y no esperen que lo haga –. Draco se puso de pie otra vez. – ¿Cómo en el mundo puede ser posible que esperen que yo incluso pueda aceptar esto?
– Debido a que eres un dominante y algún día entenderás lo que es proteger a tu sumiso.
– Eso está bien, pueden proteger a Potter todo lo que quieran, eso no quiere decir que me tenga que gustar ni que consienta a su pareja –. Draco estaba caminando detrás del sofá ahora. Los tres pares de ojos lo seguían.
– Lucius, ¿Me permites? – Charlie aclaró su garganta y esperó el permiso. Al ver e gesto de su cabeza, supo que el permiso le fue concedido. – ¿Draco? – llamó suavemente al hombre más joven. – He tenido la oportunidad más maravillosa, antes de ser dominante de Harry, de poder conocerlo como persona. Yo sé que él es amable hasta ser casi un defecto, y se preocupa por los demás. El idiota de mi hermano menor logró convertirse en su mejor amigo. No me preguntes cómo, pero lo consiguió –. Con su voz calmante, observó a Draco detener el ritmo y sentarse de nuevo. – Harry ha tenido tantos giros inesperados en su vida. Él siempre ha cuidado de aquellos que lo rodean, incluso de ti. Siempre he pensado que necesita a alguien que cuide de él. Sabía que no había ninguna posibilidad de que yo fuera tan afortunado. Todos pensábamos que él no tenía un Dracken –. Mirándolo, él continuó. – Pero estamos muy agradecidos. Harry se merecía a alguien que no sólo lo amara, sino que también viera por su mejor interés. Se merece eso. Así que, cuando tuve el sueño, lo reconocí al instante junto a tres niños pequeños corriendo por el patio -. Tomó otra respiración profunda y exhaló. –Entonces Harry me regaló una segunda resonancia. Nuestros niños y yo rodeando un huevo de dragón justo antes de que eclosionara y uno de los niños lo llamó “mamá”. Nunca olvidaré la expresión de su cara. Estaba completamente impactado, como si dijera, estos son mis bebés y no los merezco –. De pie, ahora caminaba detrás del sofá. – Draco, eso casi rompió mi corazón. Nuestro pequeño sumiso ni siquiera piensa que es digno de ese tipo de amor familiar.
– ¿De verdad? – el shock se mostró en la cara de Draco. – Pensé que su familia lo había mimado.
– No. Debido a mi conexión sé que fue criado en un hogar muggle que realmente lo odiaba por tener magia. Tratándolo peor que un elfo doméstico, y lo encerraba en su habitación y deslizaba la comida a través de una abertura en la puerta, y así es como lo alimentaban, si es que lo hacían.
– Pensé…
– Sí, como lo hizo el resto de la comunidad mágica. Pero fue abusado y lo mataban de hambre. Nadie podía salvarlo de los castigos que recibía, sin embargo, salvó a toda una comunidad mágica porque nadie debe ser tratado de la manera en que él fue tratado –. Los tres hombres estaban parados ahora. – Se merece que nosotros cuidemos de él. Cada uno de nosotros le puede dar algo que él tan desesperadamente necesita y anhela.
Los tres hombres de pie, hombro a hombro, daban una imagen poderosa. Si alguien tuviera a esos tres hombres como protectores podría asustarse, pero no Harry, él simplemente se desmaya.
– Está bien, lo entiendo. No tenía ni idea –. Los tres hombres se separaron y se sentaron de nuevo en sus asientos. – No voy a espiarlo. No lo haré. Pero puedo tratar de ser su amigo. Eso es lo mejor que puedo ofrecer. Incluso así no puedo prometer nada. Él y yo tenemos una historia como ustedes saben.
Severus habló.
– Sí, somos conscientes. Haz lo que sientas que es mejor. Si eso significa convertirte en su amigo, o simplemente quedarte fuera del camino y tratar con él en las reuniones familiares.
– Bueno, cuando lo pones de esa manera, creo que trataré de ser su amigo.
– Gracias.
– Ahora, dormiré un par de horas y luego iré por la red flu a la enfermería en la mañana.
Con eso Draco dejó a los tres hombres en el salón y se retiró a sus habitaciones.
**END FLASHBACK**
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Cuando Draco terminó su relato, ambos habían terminado su cena y se retiraron a la sala de estar.
– Gracias por ser honesto conmigo –. Harry le dio unas palmaditas en el hombro al rubio.
– De nada. Ahora AMARÍA oír lo que esos tres te han dado como regalos de cortejo.
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Severus había mostrado a los otros dos lo que Harry había escrito en su diario compañero.
– ¿Crees que es en serio? – preguntó Lucius.
Charlie le respondió.
– He visto a Harry molesto, y por lo general no cede hasta calmarse.
Los tres hombres pensaron en eso por un segundo. Entonces Lucius tuvo una idea.
– Creo quelos tres deberíamos llamarlo a una resonancia esta noche. Así podríamos tener una conversación civilizada con él. No me agrada el hecho de que no lo hemos visto, ni hablado, en todo el día.
– Estoy de acuerdo –. Dijo Severus. – Ha sido bastante inquietante.
– Entonces, esta noche lo llamaremos a una resonancia.
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– Gracias por venir esta noche. Disfruté de nuestro tiempo juntos –. Harry estaba parado en la puerta, manteniéndola abierta para su huésped.
– Sabes, yo también lo hice. Tal vez ser tu amigo no sea tan malo –. Dijo mientras le palmeaba el hombro y salía de la habitación.
– Eres más que bienvenido en cualquier momento. Dejaré mi flu abierto para ti.
– Harry, eso significa mucho –. Entonces Draco se giró para irse.
Cuando Draco se había ido, Harry comprobó su lechuza una vez más. Cuando vio que estaba segura, y configuró un encantamiento sobre el calentador en caso de que la lechuza estuviera en peligro, Harry se puso el pijama y se metió a la cama.
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Empujar al pequeño de cabello rojo en un columpio y escuchar a los otros dos niños reír mientras jugaban a perseguirse trajo una sonrisa al rostro de Harry. Entonces la escena cambió abruptamente.
Harry se encontró en lo que parecía ser el salón Malfoy. Estaba de pie junto a la puerta mientras Lucius, Charlie y Severus estaban sentados en diferentes piezas de mobiliario.
Harry no podía comprender por qué él estaba allí. Había estado feliz empujando a su niño en el columpio. La confusión debe haber sido evidente porque Lucius rompió el silencio.
– Harry, te hemos traído aquí…
Ni siquiera había terminado la frase antes de que Harry alzara la voz para enfrentar a sus tres dominantes.
– Fui MUY claro en el diario compañero. No estoy listo para ver a ninguno de ustedes, ni de escucharlos, o incluso de hablarles. Sin embargo, están aquí, siendo agobiantes y asfixiantes. ¡Todos ustedes pueden simplemente largarse!
Se volvió para abrir la puerta y la cerró de golpe detrás de él al salir de la habitación, y salió de la resonancia.
Lucius, Severus y Charlie se miraron antes de que el tercero rompiera el silencio.
– Yo sabía que tenía ese genio, pero nunca había estado en el extremo receptor.
Continuará…