Sólo un espectador
Capítulo 1: El mejor amigo de mi hermano.
Como siempre lo único que él hace es observarlo, no importa dónde ni con quien esté, sus ojos automáticamente se dirigen a ese pequeño que le roba el aliento.
Idiotizado, admira sus rizos enmarañados al viento, su cuerpo en ropas 2 tallas más grandes y esos brillantes ojos café ocultos tras unos feos anteojos, boqueó al verlo pasar junto a él para ir a reunirse con su hermano y como tantas otras veces deseó ser más unido a Hee Chul.
-Cierra la boca que te va a entrar una mosca -Se burló su mejor amigo- No sé cómo Ryeo Wook aun no se da cuenta que estás loco por él.
-Cállate -Recuperó la compostura- Te pueden oír.
-Lo dudo -Comentó el otro dando un vistazo rápido al par que se encontraba en frente- Están pendientes de cómo Seung Hyun y Ji Yong se comen a besos.
Los ojos de Jong Woon se dirigieron en esa dirección, sin ningún pudor la parejita popular del colegio se tragaba en mitad del patio, sólo rodó los ojos, era usual, pero luego su vista fue a parar a Ryeo y le dolió ver su mirada soñadora puesta en ellos, estaba muy consciente de que el pequeño desearía estar en el lugar de Ji Yong.
-Me voy a clases mejor -Se giró a cerrar su casillero para no ver más la escena- La maestra de música me pidió que tocara el piano en su clase de ahora y aun debo buscar las partituras.
-Oh -Soltó Han Geng con sorpresa- ¿No es esa la clase que tienen Chulie y Ryeo Wook ahora?
-¿Eres tan psicópata como para saberte de memoria el horario de mi hermano? -Hizo burla tratando de evadir el punto de Han- Y no le llames así, sabes que detesta que le digan Chulie.
-Pero le queda bien -Bufó el menor- Y lo que dije iba a que podrás pasar un rato más con tu amado Wookie -Le dio una sonrisa maliciosa.
-Cállate Geng -le pegó con uno de sus libros en la cabeza- Ya me voy mejor, nos vemos al rato -Comunicó encaminándose a salón de música.
-Dile a Chulie que le envió saludos -Le gritó su amigo.
-No lo haré -Gritó Yesung de vuelta siguiendo su camino.
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¿Era necesario que la banda ensayara justo ahora?
Jong Woon tocaba el piano acompañado de un enérgico Seung Hyun, que en su juicio no hacía más que el amago de que la melodía venía de él, eran las manos de Yesung las que hacían todo el trabajo, pero, eso no era lo que le molestaba, nada podía ser peor que ver la sonrisa de Ryeo siendo regalada a otro, su corazón se comprimía viendo la cara de felicidad del bajito mientras tocaba el tambor al tiempo que miraba de vez en cuando al Choi.
Para su gran suerte la maestra llegó unos minutos después acabando con su suplicio al enviar fuera a Seung Hyun, la clase dio comienzo al fin y mientras sus dedos se deslizaban por las teclas dando paso a hermosas melodías, no podía apartar sus orbes del otro, su rostro enérgico al cantar a coro con los demás y el movimiento de sus labios le tenían hipnotizado, no entendía cómo nadie había notado lo bello que Ryeo Wook es.
-¡Jong Woon! -
La profesora le habló haciéndole reaccionar y volviendo a la realidad vio todos los ojos puestos en él, la sonrisa burlona de su hermano y la cara extrañada del motivo de su distracción.
-¿Si señorita? -Preguntó sin entender.
-La siguiente canción por favor, Jong Woon -Pidió ella amablemente.
Cambió la partitura y continuó con una nueva canción, todos cantaban a coro y el nuevamente se perdía en la figura del otro...
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Veía los m&m‘s saltar en las teclas de su teclado mientras tocaba con su banda, los tenía ahí para no perder tiempo buscándolos durante los descansos, eran sus dulces favoritos de toda la vida. Se comió uno rápidamente antes de que llegara su turno de cantar y gracias al chocolate lo hizo con más entusiasmo que nunca, unas pocas fans que fueron a verlos vitorearon, pero él ni las miro, su interés lo tenía totalmente el pequeño chico que venía llegando al taller en su scooter.
En momentos como estos amaba trabajar en el taller y amaba aun más a Kangin el dueño que les permitía ensayar allí.
El líder les dejó descansar unos minutos y para infundirse valor comió otro chocolate para ir a saludarle.
-Hey -Saludó parco al estar cerca y el menor le dio una sonrisa que le hizo derretir.
-Hey -Saludó de vuelta el pequeño- La banda suena cada día mejor -Le dio un cumplido observando a los demás y luego regresó la vista a su mustang de segunda mano.
Kangin en tanto llegó hasta ellos limpiándose las manos con un paño que iba quedando cada vez más negro de aceite y Wook se adelantó hasta él apresurado por interrogarle.
-¿Y? ¿Qué tal está mi bebé? -Preguntó al mecánico mientras le daba un beso a su mano para tocar el volante con ella.
-Serán $400 -Le comunicó logrando que el joven de la impresión pasase a tocar el claxon- Si, lo sé, es duro estar a la moda.
-Ay no -Se quejó Ryeo- Hoy no es mi día -Agregó con pesar.
-Yo podría trabajar sin paga -
Se apresuró a ofrecer Jong mirando a Kangin para ver qué le parecía la idea y este le devolvió una mirada pasmada.
-No, no te preocupes -Dijo el menor quitándole importancia- Hablaré con mi abuela a ver si me puede ayudar -Tomó el scooter que estaba afirmado en el auto- Pero ¡Ya qué! -Sonrió- Bueno ya me tengo que ir, luego estaremos hablando.
Se despidió con una sonrisa y siguió su camino hasta la salida, Kangin espero a que ya no se viera para mirar con burla a Yesung.
-“Puedo trabajar sin paga”-Repitió con sorna- Aja, el chico te gusta.
-¡Es el mejor amigo de mi hermano! -Le informó tomándole el brazo riéndose.
-Sí y he ahí el problema: “El ser amigo o amigable“-Se fue riendo luego de avergonzarle.
El tecladista le miro con una sonrisa apenada e hizo bolita el paño aceitoso para lanzárselo en venganza, mas, luego regresó su vista al camino que el otro había tomado mientras enroscaba su cabello evocando la presencia del pequeño a su lado.
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-¡Demonios! ¡Demonios! ¡Demonios! -
Yesung corría de un lado a otro de su habitación arreglándose para ir al colegio, su despertador no había sonado y de seguro su caminata diaria no le permitiría llegar a la hora, era obvio que se ganaría un castigo por atraso con esto.
-¡Agh! -Soltó lanzando sus cuadernos al buscar su armónica- ¿Dónde la dejé?
-¿Por qué tanto barullo? -Preguntó Chul entrando a la habitación.
-¿Viste mi armónica? -Interrogó poniéndose la corbata aun exaltado.
-Hummm...-Se tomó su tiempo recordando mientras se sujetaba el cabello en un moñito de manzanita.
-¿La viste o no? -Apresuró el otro.
-En el salón -Respondió al fin con cara de aburrido.
El mayor corrió al salón y tal como su hermano había dicho se encontraba allí.
-Bien, ahora sólo tendré que correr para alcanzar el autobús -Murmuró para sí guardando el instrumento en su bolsillo y luego miro extrañado a su hermano que estaba instalado tranquilamente en el sofá encendiendo la tv- ¿Por qué tan relajado?
-Ah, Wookie dijo que me pasará a buscar en auto -Le dijo aburrido.
-¡Por favor llévenme! -Exclamó al instante Yeye.
-No -Respondió cambiando el canal.
-¡Por favor! -Rogó a Hee Chul- ¡Haré tus deberes de hoy!
-Tendrán que ser los de la semana -Informó mientras marcaba al teléfono de la casa de su amigo- ¿Aló? ¿Wookie?.. No, no hay algún problema, sólo te quería preguntar si podríamos llevar a Jong al colegio también... Ah okey, gracias, al rato nos vemos -Cortó y miro al mayor- Dijo que no.
-Hee Chul -Dijo mirándole acusadoramente.
-ok, ok -Trató de calmarle- En un ratito pasará la limo a buscarnos.
-¿Una limo? -Preguntó extrañado, era sabido que Ryeo no era de esos lujos, bueno, en realidad nadie que conociera se los podía dar- ¿Y eso?
-Su abuela trata de ser amable con él -Se encogió de hombros.
Le dio mala espina esa respuesta, era bastante extraño que una abuela adinerada apareciera de la nada y le tratase con tanta amabilidad sólo porque si, pero no le comentó nada a Hee Chul, después de todo él era cercano al menor y debía conocer los detalles, así que si no estaba preocupado, él tampoco debía estarlo.
Se fue a la entrada a aguardar su llegada, les harían un favor así que sería maleducado de su parte si les hacían esperar, cinco minutos después quedó con la boca abierta al ver una elegante limosina con banderas estacionarse afuera de su casa.
-¡Hee el auto llegó! –Avisó a su hermano antes de salir de la casa y caminar hasta el- Gracias, muchas gracias por llevarnos –Le agradeció al conductor al tiempo que le detenía con la mano para hacerle saber que no era necesario que le abriera la puerta.
Se acercó al asiento del pasajero para abrir, pero antes de llegar la puerta se abrió y un apuesto castaño de cabello corto y liso se asomó a saludarle, dejándole de piedra; Ryeo Wook le dedicaba una sonrisa tímida y con sus hermosos ojos café (ya sin lentes) dirigiéndole una avergonzada mirada.
Sin saber que decir o hacer Yesung se quedó pasmado observándole.
-¿Qué? –Preguntó el bajito con una sonrisa nerviosa.
-Jong Woon, no irás todos los días con nosotros... –Apareció diciendo Hee Chul y luego al ver a su amigo también se sorprendió- ¡Ouch! ¿Quién te destruyó? –Preguntó con tristeza.
Este pestañeó unas cuantas veces, sorprendido por el comentario sin saber que decir.
-¿Tú crees que está tan mal? –Interrogó al fin.
-Te ves ridículo, yo que tú los demandaría –Contestó Hee seriamente.
-Es que... –Wook tragó y con una sonrisita nerviosa trató de explicarse- Sé que está algo lacio y corto...
-Extraño. –Le cortó con resolución el otro y entró al auto.
-Atractivo ¿No crees? –Comentó Jong a su vez en tanto se subía tras él.
-No, atractivo no –Respondió de vuelta enojado su hermano.
-Cinturones por favor –Les dijo desde adelante el chofer y los tres comenzaron a abrochárselos.
-Lo que no puedo entender es que me plantaras otra vez ayer, cuando necesitaba tu ayuda con la petición de firmas de Greenpeace –Siguió reclamando Hee Chul, mientras su hermano sentado a su lado miraba hacia el frente sin querer meterse, pero el menor en cambio se fijo en el bolso de su amigo y su cara se volvió más agria- Este bolso –Lo tomó del regazo del bajito- ¿Tienes uno de estos bolsos? –Ryeo Wook se lo quitó- Con lo que cuestan estos bolsos le darías de comer a un país en desarrollo –Miro a su hermano ahora en busca de apoyo- Es verdad ¿No?
-No –contestó este resuelto sin tomarle en cuenta.
-Si no hay más pasajeros yo diría que cierren el auto –Habló hacia atrás el chofer nuevamente y Jong cerró la puerta.
-Tú te interesabas más por lo que hay adentro de tu cabeza que por esto –Siguió Hee como si no hubiese habido interrupción- Anda Wook, confiesa –Insistió- No sé en donde has estado estos días y de pronto te conviertes en un intento de niño bonito, estas volviéndote uno de ellos –El auto siguió su camino- ... ¡Y quién sabe! la próxima semana podrías agitar pompones en mi rostro ¡Te vendiste!
Yesung agradeció cuando el auto se detuvo al fin, jamás se había sentido tan incómodo antes, su hermano a veces se pasaba, se apiadaba de su querido Wook que debía soportarle tanto y a la vez le admiraba que no cayera al nivel de este al contestarle alguna cosa, aunque, no hubiese estado mal que dijera esta vez algo para cerrar esa boca venenosa.
Esperaron por él mientras se despedía del chofer, lo cual para Jong Woon (que no perdía pista de él) era algo extraño, su relación se veía demasiado familiar para cualquiera que los viera, de hecho parecía estarlo animando, de seguro hasta él se dio cuenta de lo antipático que era su hermano.
-Ah, tiene un gorro –Soltó su hermano siguiendo con la retahíla de quejas al verlo acercarse a ellos cubriéndose el cabello con el- ¿Realmente crees que cubriendo tu cabello evitaras que se den cuenta que eres el nuevo “Ji Yong”? –Se burló- El que estén moralmente quebrados no significa que sean ciegos.
-¡Hee Chul! –Le hizo callar sacando voz Ryeo Wook de repente- ¡Detente! ¿OK? ¡No porque tu cabello sea un asco te desquites con el mío! –Siguió arreglándose el gorro de manera nerviosa.
-Auch –Comentó Yesung, inmensamente feliz por dentro aunque no lo demostrara- Gracias –Le dijo luego con una sonrisa tomándole las manos en señal de agradecimiento.
-Jong Woon ¿Puedes pretender por un momento que tienes una vida? –Dijo pesadamente Hee a su hermano.
-Hey –Contestó este tomándolo de los hombros- Relájate, respira –Hizo el movimiento de inhala-exhala con las manos y en un rápido movimiento sacó la armónica de su bolsillo para seguir su camino tocándola.
Una calle más adelante se dio la vuelta para observar si había un problema con los dos que había dejado atrás, pero, era como si nunca hubiese pasado nada, ambos estaban tomados de las manos de la forma en que antes les había visto haciendo juramentos, volvió su vista hacia adelante, de alguna forma le alegraba que siguieran bien, pero no podía evitar sentir que algo raro había entorno a Ryeo Wook últimamente.
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Jong Woon no sabía dónde demonios estaba su hermano, ni sabía cómo había pasado esto, pero se encontraba caminando hacia el colegio en compañía de un aun tímido Ryeo Wook y su mañana no podía ser mejor.
-¿Qué harás este sábado en la noche? –Le preguntó sintiéndose extrañamente bobo al caminar.
-Ow ¿Van a tocar? –Preguntó este a su vez, sorprendido, sujetando con fuerza las correas de su bolso.
-Tenemos una nueva canción –Dijo mostrándole un dedo haciendo hincapié en ello.
-¿Ah sí? –Le miro interesado y luego volvió su vista al suelo.
-Sí y además... ¡Sorpresa! –El pequeño volvió a posar su vista en él- las piezas para tu ‘Stang ya llegaron.
-Oh ¡Yay! –Exclamó Wookie emocionado y con una sonrisita aun sin soltar las correas.
-Podríamos ponerlas juntas juntos –Sugirió sintiéndose tonto por la redundancia.
-Ok –Aceptó sin más y luego le miro- ¿Entonces sería una cita?
-No... –Digo arrastrando la “o” y riéndose un poco junto con él- Música, autos... –Enumeró.
-Y hay que incluir pizza –Agregó el menor feliz.
-Pizza, por supuesto –Le dio la razón Yesung.
-Con m&m’s –Sumó luego el otro [¡Hey! ¡Chicos! ¡Espérenme! –Se escuchaba a Hee Chul gritar a lo lejos, pero ellos siguieron como si nada.]- Bueno, entonces me uno.
-Genial... –Farfulló Jong [¿Hola? ¡Yuju! –Chul al fin se hizo notar por su amigo]-...El sábado –Rectificó.
-Sip, genial –Respondió Ryeo antes de girarse hacia Hee Chul que ya les alcanzaba- Hola Hee –Le saludó feliz.
-¿Qué está pasando? –Dijo este al estar a su lado y los tres observaron juntos la entrada del colegio repleta de reporteros con sus cámaras.
-No lo sé–contestó el pequeño mientras seguían su caminata-¿Qué está pasando por allí?
- Quizás una protesta –Sugirió su amigo.
-Quizás... –Dijo este y al estar más cerca le habló al primer reportero que vio- Disculpe –Este le prestó atención- Hola ¿A quién están esperando?
Pero antes que este le respondiera Ji Yong le apuntó desde arriba de la escalera de entrada y gritó:
-¡Está justo allí! ¡Ese es Kim Ryeo Wook! –
-Te estábamos esperando a ti –Contestó esta vez él comenzando a tomarle fotos como loco.
Los demás reporteros siguieron su ejemplo y entre tomarle fotos y grabarlo le empezaron a rodear haciéndole retroceder asustado hacia la entrada.
-¡Por aquí príncipe! –Dijo un reportero que sostenía un micrófono.
-¡Hee! ¡Hee! –Le gritó este asustado- ¿Dijiste algo?
-¡No he dicho nada! –Le juró este preocupado.
- ¿Quién es tu actor favorito? –Preguntó una reportera que lo seguía mientras este trataba de huir por la escalera.
-¿Por qué le llaman un príncipe? –Jong interrogó a su menor sin entender.
-¡Wookie! ¡Wookie! –Le llamó asustado Hee Chul al verle siendo acosado así, ignorando a su hermano.
Ambos solo podían ver a Ryeo espantado por tanta gente y a los profesores tratando de ir en su auxilio.
-Vamos –Dijo Hee- Debemos alcanzarle.
Se metieron entre la gente, pero al llegar a la entrada los maestros ya se habían encargado de resguardar a Wook en la oficina del director, se sentaron preocupados a esperar afuera de esta.
-¿Qué está pasando Hee Chul? –Su hermano preguntó agitado- ¿Por qué todos allá afuera le llamaban príncipe?
-Porque lo es –Respondió este apesumbrado dejando caer su cabeza hacia atrás para mirar el techo.
-¿Ryeo Wook? ¿Un príncipe? -Volvió a preguntar sin poder creérselo.
-Es por eso que su abuela ha sido tan atento con él –Explicó- Aquel padre que nunca conoció al parecer era el heredero al trono de Genovia y al morir...
-El título recayó en Ryeo... –Concluyó el mayor.
Él sabía que algo raro estaba pasando, pero ¿Un príncipe?, de todas las cosas que podían suceder, ¿Justamente la nobleza tenía que ser? Observó hacia el frente viendo la puerta cerrada de la oficina y se dio cuenta que no era solo ella quien los separaba ahora.
Contunará.