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I love you Daddy! por MidNightFlower

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Notas del capitulo:

Hola pequeños! finalmente doy señales de vida con este fic! sorry por la gran demora, pero las cosas en mi vida personal, laboral y demás no andan del todo bien... pff y ya ni hablar de la inspiración, la cual anda de maldita instandome a escribir algo nuevo mientras me da pepinos para mis historias ya comenzadas... así que con mucho trabajo y motivaciones de una gran amiga, aquí estoy!! yey!

Claro, antes que nada quisiera decirles: mil gracias por sus rr! se los agradezco infinitamente PipeMalikMalfoy, LRMV, KrittoDroopey, Alejandra, Alexis, 221BBS, la kawaii del yaoi, Aimi, Yazumi Hatake, Anonimo, La rosa, Rosario, Neko san y 07Elizz!! los adoro muchisimo y no saben lo que me gustaría complacerlos en lo que esperan de la historia, SIN EMBARGO! (si, el sin embargo en letras grandes), lo que me motivó a escribir este fic fue mi placer culposo de leer shota y chan y por tanto la cosa se mantendrá así y no modificaré mis advertencias! por tanto les pido una disculpa pero Draco NO volverá a su edad real!! se que suena feo pero no quería la historia cliché de la pocima que vuelve todo a la normalidad. lamento causarles molestía.

Sin mas advertencias ni palabrerio, a leer se ha dicho~

 

DRAGÓN ENOJÓN

Draco creía que las cosas iban bien, todo a su alrededor parecía mantener su calma y girar en la misma sincronía de siempre; nada estaba de más ni faltaba, pensaba que todo era como se suponía que debía ser; empero al cabo de un tiempo notó un cambio abrupto que comenzaba a circular ahí o que tal vez ya tenía tiempo dando vueltas pero que no había notado por el secretismo que se cernía en él. Quien hubiese pensado que el problema incluso tenía nombre: Susan.


 


Susan Lee era una amiga de Hermione de la cual escuchó en solo una ocasión, la cual no le prestó mucha atención pues parecía irrelevante y poca cosa; aquella insinuación de una posible relación con Harry le parecía demencial y por tanto la había descartado. Que error de su parte.


 


“Eso es intolerable” pensó molesto ignorando la gran platica sobre dragones que le estaba haciendo “tío Ronny” como le insistía Teddy que lo llamará.


 


Había tanto que no comprendía y que incluso desconocía, pero si sabía una cosa; y era que una doña nadie como esa chica no se interpondría entre Harry y él.


Pero tanto distaban sus propias molestias con los planes del origen sus su frustraciones, pues parecían no afectarle en absoluto a Harry porque sin falta se citaba con la susodicha cada viernes.


 


“Aja… solo unas copas… tonterías…” pensaba Draco ignorando a Kreacher que lo seguía con su vaso de leche. Harry no regresaba y pasaban de las once.


 


-El amo Harry se molestará que el amito no haya cenado- dijo la criatura con voz seca que no hizo mella ni un poco en el pequeño.


 


-Pues no me importa que se ponga verde del coraje- dijo haciendo un mohín –ve a plancharte las manos por insolente- ordenó dándose la media vuelta para dirigirse al cuarto de Harry sin dar las buenas noches ni importándole las quejas del pelirrojo y la castaña que reiteraba con voz afectada que estaba mal lo que hizo.


 


Poniéndose su pijama se adentró en la inmensa cama que compartía casi todos los días con el auror. Abrazó su dragón de peluche y suspiró. Las sabanas olían a Harry y su peculiar esencia que siempre era tan reconfortante y agradable como si le estuviese dando un abrazo. Hizo un mohín molesto.


 


“Pero no, el prefiere estar allá afuera con esa tal por cual…” pensó haciéndose un ovillo en la cama en lo que apagaba la luz de la lámpara del tocador.  La oscuridad poco podía afectarle ya; aunque seguía sin gustarle del todo.


 


Largo rato más tarde aun sin conciliar el sueño, escuchó los pasos fuertes y algo tambaleantes del dueño de Grimmauld Place y se molestó aún más cuando de un lado la cama se hundió y un horrible olor le llegó. Las fuertes manos del auror trataron de estrecharlo, pero Draco luchó a su agarre.


 


-Draco, vamos déjame abrazarte….- dijo Harry arrastrando las palabras.


 


-No… odio que huelas a alcohol… y ese perfume barato…- forcejeó hasta salir de su afiance. Si algo era peor que la oscuridad y los truenes era eso. Odiaba a morir ese aroma nauseabundo que Harry así de beodo que estaba parecía ignorar. Tomando su dragón de peluche comenzando a caminar a la salida de cuarto –hoy dormiré en mi cuarto- dijo muy seguro –y ni se te ocurra seguirme a menos de que te des un baño… buenas noches- dijo juntando toda la dignidad que pudo saliendo del cuarto.


Tal parecía que sería en otra ocasión que durmiera en compañía de Harry.


 


*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOº*oOºº*


 


Pasando cerca de media hora, Draco volvió a escuchar pasos y sabía que solamente podría ser una sola persona. Acurrucándose más en su cama, volvió a cerrar los ojos fingiendo dormir, esperando que con eso Harry se alejara.


 


-¡Potter, largo de aquí! ¡Deja de molestar! ¿Qué no ves que Draco no quiere verte y tu sola presencia le es infame?- era su padre gritando y agradecía tener cerrados sus parpados y estando de espalda a él porque de seguro notaría que rodaba los ojos de una forma nada digna.


 


-Si no quiere que lo arroje a la calle, será mejor que se calle- la voz de Harry estaba algo rasposa y amenazante como solo se mostraba ante su padre. Sonrió disimuladamente pues ese tono de voz jamás había sido dirigido a él.


 


-¡Que insolencia, cretino miserable…!- ya no pudo seguir oyendo porque seguramente le arrojó un insonorus y lo siguiente que pudo percibir eran los cálidos brazos de Harry abrazándolo.


 


-¿Silenciaste a mi padre?- preguntó Draco haciéndose el inocente.


 


-No se callaba, ya sabes como es. Mañana le quito el encantamiento…- el suave aroma refrescante del jabón de baño se coló por sus fosas nasales y comprendió que Harry había tomado la ducha más rápida que consiguió para acompañarle a dormir -¿sigues molesto conmigo ojitos grises?- Draco sintió que sus mejillas se calentaban y asintió.


 


-¿Por qué no te quedaste en tu cuarto?- dijo procurando que su timbre no sonara afectado. Harry enterró su nariz en su cabeza logrando erizarlo y después le dio un beso en la nuca.


 


-Porque no puedo dormir sin ti pequeño…-


 


-¿Ahora quién es el que no es justo?- tomando con ambas manos el brazo que lo apresaba, Draco murmuró tan bajo esperando que no le escuchara, pero tal parecía que Harry lo había hecho porque soltó una risita apenas audible antes de ponerse a roncar sonoramente.


 


“En realidad no es nada justo…”


*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOº*oOºº*


-¿Por qué tengo que ponerme mi mejor traje Harry? Mi mami dice que solo es para ocasiones especiales…- rechistó el niño aflojando la corbata que estaba demasiado ajustada.


Harry estaba nervioso. Hacia cerca de cinco meses que había conocido a Susan a insistencias de Hermione y en ese momento no supo que pensar. Decir que había ido a la cita con bajas expectativas era poco, pero de todas formas había ido.


La chica era tan diferente a lo que imaginó en un principio y eso fue lo que lo motivó a una segunda cita. Susan era dulce y agradable. Su cálido rostro siempre se veía rozagante con una disimulada sonrisa en sus labios y con un comentario a la mano para todo lo que veía. Una bocanada de aire fresco en pocas palabras.


Por tanto, al cabo de 3 meses saliendo, se animó a presentarle a Draco. Sabía que si él y Susan se llevaban bien, todo marcharía bien pues de lo contrario, no se sentía dispuesto a negociar como Ginny en su momento sugirió de elegir entre una relación o su niño; simplemente no era una decisión por tomar porque Draco estaba primero y si alguien lo quería lo suficiente lo aceptaría al dos por uno.


-Porque es una ocasión especial, ojitos grises- dijo dándole un rápido beso en la punta de su nariz –te dije que te iba a presentar a una amiga que estoy seguro que te agradará- Draco alzó la ceja al más puro estilo Malfoy que le trajo largos recuerdos llegaron a Harry –vamos Draco, se le angelito que sé que eres en algún lugar- canturreó con alegría y eso solo le provocó suspirar pesadamente al menor.


Las llamas de la chimenea se avivaron y dio la entrada a una joven que rondaba los 20 años, con un sencillo conjunto color perla que a Draco le hizo dudar su buen gusto. Su cabello cobrizo estaba acomodado en un moño y sus mejillas estaban enrojecidas.


“Seguro piensa que está haciendo una buena impresión…” pensó -Draco cruzándose de brazos. Harry la ayudó a ingresar.


-Es un gusto conocerte finalmente Draco - la joven alargando su mano, revolvió su cabello haciéndole arrugar la nariz porque su largo rato frente al espejo, había sido en balde y ahora su cabello parecía el de Harry –eres un niño encantador- dijo sonriéndole y después al moreno–es tan lindo como dijiste Harry-


-Quisiera decir que también es un gusto conocerte…- dijo el niño seriamente mordiéndose la lengua ante el gesto severo que le lanzó el ojiverde.


-¡Draco!- lo reprendió –estoy seguro que no quiso decir eso-


-Ella sabe a qué me refiero; ¿verdad, Susan?- sonrió con dulzura y miró tiernamente a Harry fingiendo demencia.


-Supongo- asintió nerviosa sin saber que más esperar -¿Así que, llevas tres años viviendo con Harry verdad? Apuesto a que ha de ser bueno para ti– preguntó con curiosidad la chica.


-No tienes ni idea…- dijo entrecerrando los ojos antes de estornudar fuertemente. No se esperó la potencia de su estornudo que logró prenderle fuego al saco gris perla de la chica que comenzó a chillar y él tuvo que contener una risita que amenazaba con salir.


Harry con un rápido momento lo apagó y comenzó a disculparse.


-Perdona Susan, pero Draco apenas ha comenzado a tener sus chispazos de magia, créeme que no lo hizo adrede- debido a las insistentes caras y señas que le hizo, Draco decidió fingir demencia.


-Discúlpame Susan pero no fue a propósito…- dijo con su mejor carita de ojitos llorosos de borreguito a medio morir –aunque creo que se ve más bonito así. Incluso la quemadura parece una florecita- dijo inocentemente que casi lograba convencer a su tutor.


-Creo que lo mejor será que comencemos a cenar- desvió el tema Harry dándose paciencia y serenidad pues no entendía que mosca le había picado a su niño.


Draco se sentó en silencio mientras los adultos conversaban entre sí. La chica parecía esforzarse de sobremanera en llamar la atención de Harry mientras este se hacia el obtuso por más que quisiera engañar a todos los presentes que estaba enteramente en la plática.


-Rayos, se me olvidaba el postre. En un momento regreso- dijo dirigiéndose a la cocina. En momentos como ese lamentaba que Kreacher tuviera un día libre a la semana por insistencia de Hermione.


Los dos presentes sintieron el ambiente pesado sin el componente primordial que era lo que les hacía tener algo en común, pero Draco estaba determinado a no dejarse convencer. La chica con la mejor sonrisa que consiguió en escasos segundos, se dirigió persuasivamente a él.


-Mira Draco, sé que comenzamos con el pie izquierdo pero creo que por el bien de Harry podríamos comenzar a llevarnos bien ya que te guste o no, vamos a coincidir en la vida del otro por mucho tiempo…-


-Lo dudo pues tú eres la única que no encaja en este lugar- dijo sencillamente poniéndose en pie, cerciorándose que Harry aun estuviese ocupado en la cocina.  La mujer quiso refutarle, pero Draco la interrumpió -¿sabes cuál es la diferencia entre tú y yo? Que para Harry solo eres un pasatiempo, algo predeterminado a no durar, mientras que yo siempre estaré en primer lugar. Te guste o no- la mujer abrió y cerró la boca –así que hazte un favor y deja de engañarte- si quería jugar, esa sería la guerra dijo regresándose a su habitación.


*oOºº*1 año después *oOºº*


Estaba a solo un instante de enloquecer. Sabía que había algo mal con él ya que no estaba bien su pensamiento, simplemente no tenía pies ni cabeza y seguramente si alguien se le ocurría ponerle veritaserum en su café, descubría horribles cosas que preferiría mantener guardadas.


No comprendía que rayos se había apoderado de su una vez adorable niño pues más que nunca se esforzaba en empujarlo al descontrol y pensamientos insanos.


-¡Todo es tu culpa Seamus!- le refutó a su amigo que en los últimos 6 meses se había encargado de cuidar a Draco en ausencia de sus mejores amigos que se habían ido a un largo viaje estilo segunda luna de miel.


-¿Y porque?- la verdad no tenía respuesta, pero lo intuía ya que a Draco normalmente no le caía bien los desconocidos, pero con Seamus parecía que congenió al instante y al poco rato de conocerse, eran pura platica en secreto, risitas y el nuevo comportamiento extraño de Draco.


Conocía de sobra los dulces besos de buenas noches y buenos días de su niño, pero ahora parecían alargarse más tiempo haciendo estragos a su tambaleante moralidad y otros detallitos como esos fueron apareciendo tras la llegada en escena de Seamus (o con eso lo asociaba). Su niño nunca fue muy afecto a demostraciones físicas, pero ahora cada que podía se sentaba sobre sus piernas con esas miraditas tan encantadoras que bien sabían cómo llegarle para derretirle, sus manitas con el más puro gesto inocente, o quería creer que era inocente, tocaba sus rodillas o un poco más arriba. En definitiva no sabía cuál era su problema y porque no podía dejar de pensar en ello.


“Corruptor de niños…” le dijo una vocecilla chillona muy parecida a la de Hermione que le provocó escalofríos.


Por más que salía, conocía gente nueva, el peligro lo incitaba a poco importarle la racionalidad y eso aún más se perdía cuando las suaves piernas de su niño se colocaban a horcajadas de él en busca de un abrazo. Una terrible palabra de 9 palabras saltaba a su mente y eso aún más le hacía perder la cabeza.


-Papi me siento mal...- exclamó Draco poniendo sus ojitos brillantes en acción.  Draco solo lo llamaba de ese modo cuando estaban con alguien o cuando quería provocarlo de una extraña forma.


Harry por su parte, apenas y podía contener esa traicionera sonrisa al ver el exagerado teatro que se cargaba su niño. No es que le molestara, de hecho una parte de él le hacía sentir extrañamente bien porque era una muestra de celos bastante adorable.


-Pero Harry tenemos boletos para el teatro y tenemos que ser puntuales- exclamó la nueva chica con la que salía, mientras miraba su reloj. Harry suspiró y le colocó el dorso de su mano en su frente  a Draco quien rechistó por la frialdad de sus manos. Notó que estaba calientito, un poco más de lo usual y se convenció de creer que realmente se sentía mal.


-Deja llevar a Draco a la cama y en un momento nos vamos-


-Pero no creo que sea tan grave...- dijo la chica mirando de mala manera al rubio que no se veía para nada enfermo.


-No lo es, sólo es un poco de fiebre pero es mejor que repose- dijo hincándose para cargar al niño que enseguida le echó los brazos al cuello -Regreso en unos minutos- finalizó la plática mientras subía las escaleras y casi pudo jurar que vio una sonrisa triunfal en el pequeño niño.


Depositándolo en la cama, lo arropo con las cobijas y llamó a Kreacher para que se hiciera cargo de él mientras no estaba.


-Y bien dragón ¿porque no te agrada Ingrid?- arqueó una ceja. El rubio se sonrojó e hizo un movimiento con su mano restándole importancia.


-No es que no me agrade. Es encantadora pero...- hizo una pausa -¿a quién quieres más a ella o a mí?- dijo tomando su peluche y se le quedó viendo como sabía que Harry siempre se derretía por su dulzura. "Este niño me tiene bien medido..." pensó el moreno negando con la cabeza.


-Draco eso no se puede comparar... Pero tú siempre estarás en primer lugar sobre tosas las cosas- le acarició su cabellos y el niño dándose por bien servido se puso de rodillas para darle tierno beso en los labios.


-Que te diviertas papi- dijo juguetón a lo que Harry solo consiguió hacer sentir una especie de culpa en su pecho, logrando en toda la noche, todo menos diversión.


*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOº*oOºº*


Harry era suyo pero su paciencia se estaba acabando.


Tanto desfile de tipas “lindas”, con “grandes personalidades” solo le daba a entender cuan desesperado estaba su tutor por sentar cabeza y eso le molestaba; más aún que todas fueran solo pose y promesas de entretenimiento pero nada de genuino interés en permanecer cerca de Harry ya que con un poco de trampa usando sus “explosiones de magia” de vez en cuando, pequeños trucos de hacerse el enfermo y salían huyendo. “Son unas tontas” se dijo molesto.


Pese a que las terapias con Hannah ya no eran obligatorias, para él era algo agradable externalizar un poco de sus pensamientos pese al gran berrinche y la gran contraposición que le hizo su padre cuando se enteró, pues un Malfoy siempre debe de llevar un paso adelante y nunca exponerse, guardar todo a menos que pudiera sacarle provecho después.


Sin embargo si era honesto consigo mismo, saber todo lo que sentía en ese momento podía llegar a ser agobiante y hasta cierto punto molesto, puesto que a quien iban dirigidos cada uno de sus pensamientos se andaba con sentimientos tibios. Lo quería, pero lo frenaba; lo incitaba, pero luego retrocedía. Era tan enredado que tuvo que encararlo.


Tuvo que esperar a que Seamus se fuera a su casa para abordarlo. Pudo ver la duda y una clase de terror que no comprendía pero que si le irritaba. Aún lucía algo triste después de una nueva discusión con la última chica en cuestión que ni ganas tuvo de aprenderse su nombre y solo le hizo bufar malhumorado.


-Draco...- murmuró Harry como solía hacer cuando trataba de explicarle algo por quinta vez y que se negaba a entender. Él y sus manías de seguir tratándole como un bebe.


-¡No! ¡Ya no soy el niño que encontraste en servicios sociales esa vez!- dijo haciendo un mohín que le resultó endemoniadamente adorable a Harry, pero no sonrió; simplemente no podía en esa situación en la que lo tenía.


"Para mí siempre serás ese pequeño que encontré" era su usual respuesta que como le sacaba de quicio, pero esta vez, Harry solo se le quedó viendo y acarició su cabello con cariño.


-Lo sé, ya tienes nueve años.... cinco de los cuales has vivido bajo mi cuidado, pero eso no cambia el hecho de que aun eres muy pequeño…-


-¡Tengo tu edad! ¡Tengo 26 años! ¡Nací en 1980!-dijo moviendo sus brazos enfurruñado.


-Así debería ser, pero en cuerpo y mente tienes 9- "cosa que a veces dudo" se dijo dándose valor para ignorar sus mejillas sonrosadas y su insistencia.


-Eres un mentiroso...- dijo comenzando a hipar rompiéndole poco a poco la dureza con la que pretendía hacerle entender -¡dijiste lo estaba confundiendo pero no es así! Yo te quiero, mucho… y por más que pasa el tiempo no se quita…-


-Yo no te mentí, nunca lo he hecho… pero está mal Draco, eso que tú dices no es posible…- dijo tratando de hablar con él y hacerle entender que eso que decía no podía ser.


-¡Mentiroso, mentiroso, mentiroso!- dijo lloriqueando.


No quería permitirse sentir algo diferente. Rompía con todo lo bueno, normal y sano que consideró. Ser tachado por algo peor que un pérfido, un anormal… no quería que Draco sufriera en un futuro por ello, pero ¿cómo luchar cuando sus ojitos grises ya lloraban por él?


Lo beso con fuerza y el pequeño cuerpo vibró. Por instinto intentó alejarse, repeler la brutalidad con la que lo había asaltado, pero Harry no retrocedió, sino que se dio impulso y tomó su nuca para que no hubiera más resistencia. Su lengua se abrió paso en la boca del menor y la probó por primera vez. Un beso salvaje y burdo distando enormemente de los castos y dulces que siempre le había recibido. Si iba a odiarlo, ese era el momento… si así lograba hacerle desistir sus dulces sentimientos, no le importaba ser el malo del cuento.


Las piernas del rubio temblaron cuando lo soltó y solo se le quedó viendo de hito en hito con los labios enrojecidos y una arrítmica respiración. Harry estaba serio y en un tomo más profundó habló finalmente.


-Eso es lo que sucede cuando provocas a los mayores Draco... no es un juego y es algo mortalmente serio. ¿Sientes miedo? Porque deberías sentirlo…-


Esperaba que retrocediera. Que se diera cuenta del peligro que representaba. Esperaba reclamos, gritos, palabras hirientes, molestas, golpes incluso, pero nunca se esperó que el pequeño se inclinaría contra él volviendo a unir sus labios.


Tal parecía que había cruzado una línea peligrosa y ya no tendría vuelta atrás.


 

Notas finales:

Perdón nuevamente si los desepcioné por mi negativa o por este nuevo capi que siento me quedó algo apresurado.

Nos vemos pronto si aun estan interesados en seguir leyendo este fic~

Les mando besitos y que estes muy bien <3


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