Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

I love you Daddy! por MidNightFlower

[Reviews - 179]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 Si,no he muerto queridos míos, ya estoy por aquí diciendo lo mucho que lamento la gran tardanza, pero no saben lo que pasó.. lo que tenía ya escrito de esta pequeña historia (que era bastante... TOT) desapareció sin dejar rastro... no saben lo molesta y frustrada que me sentí que no pude escribir durante los siguientes meses... era perfecto.. y tratar de reescribirlo fue mas difícil de lo que esperé..pero hice mi mejor esfuerzo así que espero que disfruten el epilogo tardío.

Los quiero mucho y sin mas que decir, a leer se ha dicho!

 

TE AMO PAPI

Con paso acelerado y constante limpiaba su área de trabajo mientras preparaba las bebidas que los meseros le pedían.

Un gran vaso de jugo de sandía, un Tom Collins perfectamente adornado con un twist de limón y una conga acomodada con el jugo en diferentes densidades salieron de su estación.

Miró su reloj de mano. Faltaban 5 para la 1 y su turno casi terminaba.

"Ya son 4 meses, ¿Huh?" se dijo mirando alegre el panorama que se alzaba soleado ante sus ojos.

El clima cálido de Bali era idílico con su suave y salina brisa, el sonido de las hojas de las palmeras meciéndose con la corrida del viento y como el mar chocaba tempestuoso contra la orilla con su espuma blanca brillando como pequeños diamantes. Nunca había visto que el mar pudiera verse así.

Sí que extrañaría ese exótico paraje, pero sabía con antelación que era primordial seguir con su gira por todo el mundo en ese viaje de placer libre de cualquier peligro que en el pasado parecía tenerle bien señalado. En esos últimos 4 años ya habían recorrido de cabo a rabo Gran Bretaña, España, Italia, Grecia, Canadá y el turno de Bali estaba por finalizar.

-Necesito 3 jugos de zanahoria y una piña colada-

-Ya salen- exclamó trapeando 4 vasos con rapidez, viendo como el chico del siguiente turno llegaba corriendo acalorado.

Tenía que apurarse, ya que su querido dragón no tardaría en despertar y vaya que sabía el mal humor que se cargaría si no lo veía en la habitación "ya ni hablar que es su cumpleaños y no puedo arruinarlo de esa forma" se recordó con media sonrisa.

-Buen trabajo, camarada- le dijo su jefe dándole una palmada en el hombro.

La alarma sonó y su turno había finalizado.

-Gracias por todo- Harry le regresó el apretón.

-A ti, por ser un buen elemento. ¿Seguro que no quieres quedarte a tu despedida?-

-Muchas gracias Al, pero ya tengo planes- el hombre canoso asintió con esa expresión con la que siempre lo veía, incomprensión por su secretismo y la peculiar forma en la que llegó y pidió trabajo sin paga.

No tenía más que decir pues Draco lo esperaba y debía darse prisa.

*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOº*oOºº*

Escuchando el chirrido de la puerta, Draco arrugó el ceño molesto por ser despertado. Bufó negándose a abrir los ojos, pero la claridad colándose de las cortinas abiertas le hacía imposible regresar a su dulce sueño.

-Buenos días, ojitos grises… es hora de levantarse- esa hermosa voz cosquilleó en su oído erizando los vellos de su cuello.

-Hola…- murmuró con la voz más grave de lo que esperó -¿qué hora es?-

-La 1:30. Ahora si que dormiste bastante, dragón dormilón- el rubio volvió a bufar.

-¿Y de quien es la culpa?- quiso sonar molesto, pero no lo estaba, mucho menos al ver el desayuno a la cama que Harry preparó. "Mmm, huevos pochados, pan con mantequilla y jugo de naranja colado. ¿Cómo estar enojado con este hombre?" se dijo orgulloso por como lo consentía sin reparos.

-Tuya por desvelarte viendo tus series de internet-

-Oye, no critiques a Lost o NCIS, están buenísimas- chilló inflando sus cachetes ofendidos –Además, no me dormiría tarde si tu no insistieras en trabajar por la mañana… sabes que odio estar solo…-

-Lo sé, amor mío, lo sé- acarició cariñoso su mejilla.

Realmente no tenía necesidad de trabajar pues el dinero que tenía le alcanzaba lo justo para tener una vida relajada, pero no podía dejar de hacerlo por una extraña sensación en la boca de su estómago que le exigía sentirse útil.

-Pero aun así no dejarás de hacerlo-

-No- Draco achicó los ojos al notar la batalla perdida que era como vinagre para él no ser complacido.

-Pero ya soy mayor de edad, ya tengo acceso a la fortuna de mis padres y no tienes que hacer esos insulsos trabajos de chofer, guardia de seguridad, barista o esas tonterías-

-A diferencia de ti, no nací en una cuna de oro rodeado de pilares de mármol, no puedo verme sin hacer nada, me da ansiedad quedarme quieto. Además el puesto de niño rico te queda mejor-

-¿Me estas llamando inútil bueno para nada?-

-No, te estoy llamando relajado, ya que sé que no eres un inútil bueno para nada, al contrario, creo que eres esplendido en todo lo que haces cuando te decides a hacerlo y que podrías hacer cualquier cosa que quisieras hacer en todo el universo- besó suavemente sus labios sin prisa.

Draco quería algo más intenso y le echó los brazos coqueto lamiendo sus labios de esa forma entre inocente y lasciva que tan bien sabia como lo prendía.

-Pequeño rufián…- murmuró Harry sonriendo sobre su boca por lo astuto que podía hacer su niño, pero antes de poder animarse a subir su mano bajo la playera del pijama, 4 lechuzas entraron volando a la estancia con un paquete cada una.

-¡Finalmente llegó!- exclamó Narcisa desde la repisa emocionada.

-Potter, deja en paz a mi hijo y acércanos para felicitarlo- Lucius con su voz autoritaria le hizo rodar los ojos. "Y la magia se acabó…" pensó fastidiado obedeciendo.

-Feliz cumpleaños 18, mi niño especial- sonrió Narcisa lanzándole un beso con ambas manos a su hijo.

-Espero que te guste nuestro obsequio, que estoy seguro es el mejor- dijo el patriarca Malfoy alzando su nariz con suficiencia. Harry le acercó la caja verde con grabados dorados y plateados que pidió específicamente Lucius.

-¿Es un caldero de 12 onzas hecho con una aleación de oro y titanio con un hechizo de seguridad contra explosiones para pociones experimentales? ¡Gracias mamá y papá, son los mejores!- sonrió de forma genuina examinando su nuevo caldero.

Harry vio las otras tres cajas que estaba seguro una de ellas pertenecía a Ron y Hermione. Sus amigos seguían en contacto mediante cartas y sentía su corazón libando con la lenta pero progresiva recuperación de su pelirrojo amigo. "Aunque eso no parece suficiente para Draco porque sigue detestándolo" negó con la cabeza.

-Un libro de pociones antiguas de Seamus, una caja de galletas y golosinas picantes de Teddy y mi tía Andrómeda, un juego de pulidores de escoba de parte de tía Hermione y un paquete de snap explosivo edición limitada de Ronald, no está mal, al menos no se pusieron todos de acuerdo como el año pasado-

Harry rió recordando lo desastroso que fue que llegaron 4 libros de hechizos medievales de distintas locaciones del mundo y lo turbado que quedó Draco al no saber cómo reaccionar pues a un obsequio no se le critica ni se le rechaza según su enseñanza, pero no estaba nada contento con el resultado.

-Fue una muy curiosa y extraña coincidencia, nada más. Tómalo y di gracias- Draco sonrió de forma forzada.

-Y hablando de obsequios, aun no me has dado el tuyo, Harry- el moreno rascó su incipiente barba disimulado.

Vaya que tenía una sorpresa especial para su niño y estaba seguro sería el mejor obsequio que hubiera pensado alguna vez o tan siquiera planeado, además recordaba con un leve sonrojo la promesa que le hizo, aquella que involucraba finalmente tomar su virginidad.

-¿Vamos a tener sexo?- sus ojos centellaron ansiosos. Pudo escuchar con claridad el atragantamiento de Lucius y como Narcisa tragó saliva con dificultad desde su cuadro. Harry por su parte quiso golpear su cabeza contra la pared por esa audaz y nada delicada pregunta.

-Vaya forma de quitarle romanticismo a la ecuación, dragón- dijo con un suspiro.

-Pero lo prometiste…-

-Lo se y lo voy a cumplir, pero no aquí y ahora a la luz del día y con tus padres viendo- el rubio quiso protestar, pero se le adelantó –quiero que tengas un cumpleaños especial y he planeado varias actividad que estoy seguro te gustaran. Además, llámame anticuado, pero no me siento con ganas sin una atmósfera adecuada-

A Draco no le importaron los quejidos y chillidos de su padre, solo se enfocó en mirar detenidamente sus ojos esmeralda y derrotado asintió.

-Está bien… te dejaré llevarme a donde quieras- Harry se impidió rodar los ojos para no echarle más leña al fuego.

-Será un honor, su majestad-

*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOº*oOºº*

Lo primero que estaba en su itinerario fue arreglarse con una chaqueta de cuero oscuro y se subió a la motocicleta que Draco le obsequió en su cumpleaños número 34. Sabía lo mucho que le fascinaba verlo así, con su cabello al viento y pose de rebelde. No comprendía mucho el porqué, pero poco importaba, Draco estaba extasiado.

-¿Me vas a decir a dónde vamos?-

-No, quiero que me dejes guiarte y que disfrutes el paisaje-

-Veo que tienes mucha confianza-

-La verdad, si estudié mucho para este día- aseguró encendiendo el motor y dejando que su suave gruñido y constante gorgoreo los llevara a su destino.

Pasaron por el Monte Batur, el volcán más activo de Bali, donde un día de excursión disfrutaron de un amanecer que le pareció inolvidable al lado de Draco justo en lo más alto del volcán. Recorrió por el camino más largo, pasando algunos de los innumerables templos de la región tan hermosamente tallados, los arrozales de Tegalalang y de Jatiluwih con sus hermosas tonalidades de verde que en conjunto hacían una vista indescriptible.

La primera parada fue el templo Tirta Empul, donde según le contaron a Harry, los peregrinos y visitantes pueden pasar a purificarse en las aguas preciosas de diversas piscinas antiguas.

-¿Me trajiste a un templo? Si no es para casarnos, no le veo mucho sentido- dijo el joven mirando sin mucho interés el lugar.

"Casarnos" saboreó aquellas palabras encantado. Si bien le gustaba la idea, dudaba que fuera el momento para pensar en ello. Aún tenía mucho camino por delante y pensaba aprovecharlo al máximo.

-Que aburrido eres. Por si no te habías dado cuenta, jamás habíamos venido por aquí, pensé que sería divertido darnos un chapuzón antes de nuestra siguiente parada- el rubio arqueó una ceja incrédulo.

-Bien- asintió dejándose guiar.

El agua era fresca y había poca gente en los alrededores, lo ideal para poder darse un par de arrumacos en las aguas sagradas entre beso y beso disfrutando de su mutua compañía.

-Esto no esta tan mal…- dijo Draco dándole un nuevo beso bajo la caída de una fuente –podría hacer esto el resto de mi vida…-

-Yo también…- sonrió Harry –yo también-

*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOº*oOºº*

La siguiente parada fue en el paradisiaco Kuta, donde el oleaje era alto y cristalino.

-¿Vamos a surfear?- sabia de lo mucho que Draco disfrutaba esa actividad puesto que era lo que más hacia desde su estadía ahí.

-Claro. Bueno, tú vas a surfear, yo solo te veré hacerlo porque no me estoy haciendo mejor por más que lo intento-

-Gallina- rió el rubio besando sus labios -¿pero porque Kuta? Sabes que me gusta mucho ir a la península de Bukit, es lindo-

-Lo sé, pero creo que un cambio generalmente es bueno, además pregunté y dicen que esta es la ideal para surfear-

-Si tú lo dices- chasqueó su lengua y comenzó a desvestirse dejando ver un bañador entallado negro que le hizo suspirar al ver como descaradamente se inclinaba dejándole ver sus deliciosas posaderas remarcadas por la licra.

"Debe ser ilegal eso" se dijo acomodándose en una de los camastros de madera, disfrutando de la sombra y su salinidad haciendo respiraciones para que la traicionera semi erección pasara.

No estaba mal ese lugar y estaba seguro que era bello, casi tanto como la playa de Lovisa con su arena negra o Dreamland con las aguas tan azules que el cielo y el agua parecían entremezclarse en el horizonte.

Bali definitivamente estaba en su podio de los 3 destinos turísticos más maravillosos y extraordinarios que hubiera visitado. Incluso sin mentir podría admitir que le gustaba esa isla para regresar en su vejez junto a Draco.

"No cabe duda que soy ambicioso" se dijo Harry sin perder de vista la silueta del muchacho de rubios cabellos que danzaba al compás del medio tubo de agua que le dictaba el camino.

Ya no era un niño, pero seguía siendo suyo y así lo sentía en su corazón.

Hermione más de una vez le dijo con afán de abrirle los ojos y la cruel realidad: "Si, pero ¿Hasta cuándo será así?"

Y su respuesta siempre sería la misma: "Hasta que el me lo permita"

Veía amor en los ojos de Draco, un amor inamovible e incambiable que parecía moverse con confianza a lo largo de los años. Lo miró de esa forma cuando tenía 5 años y aun podía ver esa chispa en cuando le regresaba la mirada.

Pensaba que era jactancioso de su parte dar por sentado su afecto hacia alguien 17 años mayor como él siendo Draco aun tan joven, inexperto a muchas cosas que su relación le privaría en un futuro, experiencias que el mismo vivió y que, pese a que muchas no eran agradables, le sirvieron para crecer como persona hasta el punto en el que ahora se encontraba.

Su mente a ratos dudaba con aquellas cavilaciones, pero su corazón se mantenía tranquilo y en su sitio al saberse amado con tanta fuerza con la que le profesaba su niño de ojos grises en el aquí y el ahora y con eso le bastaba.

*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOº*oOºº*

Draco se divirtió de lo lindo deslizándose entre olas, siendo uno con el mar y su tempestad, subiendo y bajando con rapidez que apenas sentía el avasallante sol o la calidez del agua escapando de su dedos cuando la rosaban. Quería seguir ahí por otro rato, pero notando cada vez más seguido el gruñido de hambre de su estómago, decidió regresar a la orilla.

Harry estaba ahí tendido, majestuosamente con sus piernas descubiertas y solo cubierto por un bañador guinda y una fina camisa blanca abierta de par en par dejando ver su pecho moteado con vellos oscuros ahí donde sus manos le gustaban reposar.

Quería saltarle encima y comerle la boca antes de cualquier cosa, pero el moreno no lo veía, parecía muy ocupado charlando con un par de chicas voluptuosas en bikini con amplios sombreros tejidos.

Draco frunció el ceño comenzando a caminar más rápido.

-¿Entonces cual nos sugieres?- escuchó preguntar a la chica más atrevida del bikini verde, que se doblaba desinteresadamente dejándole en la cara sus senos, con la excusa de escuchar con mayor atención Harry.

-Definitivamente el mercado de artes en Ubud, es el mejor lugar para comprar recuerdos, hay bisutería de plata hecha a mano, máscaras talladas tradicionales, incluso telas de batik-

-Eres todo un conocedor, Harry- soltó una risilla tonta la chica de rosa que casi le hace sacar fuego por la boca. ¿Qué se creía? "Harry no era tan gracioso" se dijo molesto.

-¿Qué te parece si no es mucho abusar de tu gentileza, llevarnos? Así no nos perdemos- las chicas asintieron entre si –incluso como agradecimiento te invitamos a comer-

-Seria genial, pero vengo acompañado- dijo Harry con media sonrisa.

-Pero…- la chica de verde quiso protestar, pero Draco la interrumpió.

-Papi, ¿Dónde quedaron tus modales? no deberías de ser tan grosero con las señoritas, claro que nos encantaría ir con ustedes…-

-¿Es tu hijo?-

-Err… si- asintió Harry sin comprender muy bien de que iba Draco y su escena al llamarlo así –Draco, te presento a Amber y Kimberly te sorprenderá saber que son de…- sin decir agua va, Draco tomó su rostro entre sus manos y lo besó con fuerza, metiendo su lengua en su boca, sintiendo como Harry se erizaba y le correspondía el beso gustoso.

–Mucho gusto en conocerlas Ava y Tiffany, claro que nos gustaría tener una doble cita con ustedes, por cierto ¿Cuántos años llevan como pareja?- sonrió con inocencia.

Las chicas turbadas más blancas que el papel, torciendo la boca y dando la media vuelta se marcharon a grandes zancadas por tal espectáculo que les acababan de dar.

-Draco…- dijo Harry derrotado. Esos celos eran tan conocidos que ya a esas alturas le resultaba adorable.

-¿Qué? Estaba marcando mi territorio. Si creen que pueden venir a hacerte una propuesta indecorosa tendrán que vérselas conmigo-

-No era una propuesta indecorosa, solo querían indicaciones-

-Aja y yo soy el príncipe de Asturias, despierta Harry, eres un hombre maduro increíblemente apuesto, es obvio que las mujeres te ven como carne Premium, ¡como lo detesto! ¡Hum!-

-¿Maduro?- arqueó una ceja divertido.

-Vamos, admítelo, ya no estás tan joven, pero llenas los pantalones o el speedo como quieras decirle, así que aunque estés viejito, es un cumplido que te llame maduro-

-Pues este viejito aún tiene la energía para hacer un par de trucos…- murmuró despacio sintiendo como Draco se estremecía a su contacto y más cuando invirtió su lugar con el de él para ahora estar encima. Mordisqueó sus labios y pasó su lengua por su cuello notando como sin voz gesticulaba su nombre, excitado –sabes a mar…-

-Harry… Merlín bendito….- chilló cubriendo su boca cuando con apenas la punta de su lengua tocó su pezón que estaba más erecto y expectante de lo que le hubiera gustado.

-Vamos, ponte la ropa, que tenemos que seguir. Estoy seguro que tendrás hambre- sonrió besando su vientre sonriendo al verle tan arrebolado y frustrado.

-¡Eres un tonto, Harry! Por favor… aunque sea tócame más…- pidió débilmente que Harry tuvo dificultad para mantenerse ecuánime. Cuanto le fascinaba la idea de tenerlo ahí sumiso y a su merced, ansioso por más; poder probar su piel sabor a mar y sol, chupar sus muslos y frotar su despierta erección como un desquiciado, pero tenía que controlarse y esperar al final.

-Eres encantador- dijo besándolo castamente. El niño frustrado gruñó molesto, pero antes de decir algo, su estómago chilló avergonzándolo –ven, vamos a comer algo-

*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOº*oOºº*

Escogieron un pequeño y alegre warung, un restaurante económico con una agradable ambiente como los lugareños, cálido, alegre y con un trato familiar.

Estar tan cerca de la cascada de Sekumpul le agradó mucho, el sonido relajante de la caída del agua y el ameno flujo del agua le hizo recordar la gran cantidad de lugares que ya conocía en esos escasos meses de habitar ahí, como el Lago Bratan, el Buyan, los mercaditos llenos de arte cultural, las varias veces que hicieron snorkeling en Amed y Pemuteran. Bali religioso, Bali nocturno, Bali subacuático, todo era simplemente asombros en cualquier punto que te encontraras.

Comió unas croquetas de papatas llamadas perkedel kentang y unos pinchos de pescado especiado satay satay lilit, mientras Draco pidió una ensalada gado-gado con verduras, pan de camarón y salsa de cacahuete y como postre pisang goereng.

Esa paleta especiada y delicada estaba seguro que debía de ser grato para todos los que la probaran, ya que raras veces había probado comida tan deliciosa como aquella.

Draco disfrutó de su bebida favorita de la isla, un te bothol mientras que Harry quiso una merecida y bien fresquita Bintang. Charlaron un rato ameno olvidando la clara escena de celos del rubio quien sonría ahora encantador.

-Mira que belleza- murmuró Harry tomando su mano sobre el mantel de tela floreada- El templo Tanah Lot resplandecía con hermosas tonalidades rojizas del sol sangrante y Draco le devolvió el apretón dejando que sus ojos grises vagaran de arriba abajo absorbiendo cada uno de los matices de esa nueva puesta de sol que se alzaba delante de ellos.

-No desearía estar en ningún otro lugar más que aquí contigo y esta hermosa vista…-murmuró con ensoñación y Harry no podía estar más de acuerdo.

*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOº*oOºº*

Como último paseo Harry quería cerrar con broche de oro con una exhibición de danza Kecak en Uluwatu, que consistía en un espectáculo de baile, música y fuego; algo que estaba seguro seria mágico, sin embargo Draco declinó la idea alegando que estaba muy cansado.

Subieron nuevamente a la moto de regreso al hotel y Draco apenas y dijo una palabra en lo que restó del camino.

Lo vió descender y apresurarse a la habitación a arreglar sus cosas.

-¿Sucede algo malo ojitos gises?-

-No, solo creo que debo de arreglar mis cosas para nuestro siguiente viaje, es todo, no quiero que mañana nos agarren las prisas y olvide algo…- dijo el rubio desviando la mirada. Agitó su varita y todo quedó bien acomodado.

-¿Hice algo mal o que te haya desagradado?-

-No. Todo fue hermoso, un gran detalle el conocer cosas que no habíamos visto… ¿Quién diría que 4 meses no son suficientes para conocer un lugar? No tenía idea- sonrió lacónico –es solo que… me hizo pensar que probablemente te estoy presionando mucho con respecto a que tener relaciones…-

No entendía de que iba la cosa y porque justo ahora estaba sacando eso a colación nuevamente.

-¿Crees que me estas presionando?-

-Nunca parece ser el momento adecuado y… siempre soy yo quien prácticamente te salta encima cada que puedo, pero siempre te alejas… A veces se me olvida que eras heterosexual antes de conocerme y…-

-Alto, alto, alto, ¿eso es lo que te está perturbando y por eso no quisiste ir a Uluwatu? Creí que ya había quedado claro, ya lo hemos hablado muchas veces…-

-¡Pero es que no entiendo! Sé que soy encantador y bien parecido, pero ¿Qué tal si tu no quieres realmente? ¿Qué tal si solo me sigues la corriente porque soy insufrible y berrinchudo? Por eso los pretextos y escusas una y otra vez; que soy muy joven, que no es correcto, etcétera… estoy cansado Harry…-

-Draco, escúchame muy bien y que te quede claro de una vez por todas porque ya me cansé yo también de repetirlo: jamás, jamás, jamás haría algo que no quiero hacer. No lo haría por lastima o por remordimiento o porque alguien me quisiera obligar. Créeme que se lo berrinchudo que puedes ser y por Merlín como te pones cuando no consigues lo que quieres, pero habría sabido cómo lidiar con ello en dado caso- Draco frunció el ceño comenzando a molestarse por lo directo de sus palabras.

-Desde que dejé la escuela de aurores dejé que querer ser lo que los demás esperaban que fuera, así que si estoy contigo, si te abrazo con fuerza, si te beso la boca, muerdo tu piel o te doy sexo oral- el rubio ahogó un chillido de sorpresa, pero Harry lo ignoró y siguió hablando -no es porque sienta que tengo que hacerlo para que no te enojes o llores, lo hago porque me da la real gana hacerlo; te amo Draco, no como la figura paterna que soy o el amigo que debería de ser, si no como el amante que te desea en todo el sentido de la palabra… pero tengo sentido de responsabilidad eso sí, me prometí hace tiempo no hacerte mío hasta que fueras mayor, para tranquilidad mía, por respeto a tus padres y principalmente por respeto a ti.

… Creí que pasando el tiempo llegarías a cambiar de opinión y que encontrarías algo aún mejor que yo, alguien lindo y de tu edad, por tanto no quería que te arrepintieras por algo que pudiera arruinar la relación tutor- protegido que siempre tendremos y que estuvieras 100% seguro de que realmente esto es lo que quieres-

Apenas pudiendo contener las lágrimas, se lanzó contra su cuerpo, besándolo con fuerza, temblando débil como una hoja en un vendaval.

-¡Claro que esto es lo que quiero!- siguió besándolo sin dejar que las lágrimas dejaran de correr por sus mejillas -¿alguien mejor que tú? ¡Tonto, tonto Harry! ¡Nadie es mejor que tú, no lo hay, no existe! ¡Eres lo mejor para mi desde que tengo uso de razón! Si no ¿cómo explicas el hecho de que te amara la primera vez que tuve 15 años a pesar del odio y rencor que sentía contra ti? ¿O como un niño de solo 4 años quedó prendado de ti incondicionalmente nada más sostener tu mano? Nunca he amado a otra persona y dudo alguna vez amar a alguien más que a ti, Harry, así que no digas que encontraré a alguien más, porque son tonterías-

Harry lo abrazó como si fuera la última vez que podría hacerlo sin dejar de besarlo. Apenas podía respirar pero poco le importaba, quería beber su confesión más dulce, sus suspiros copiosos y temerosos, todo el amor que era solo para él.

-Perdón por hacerte llorar otra vez, amor mío…- dijo finalmente recargando su frente contra la suya –no creí que te estuviera lastimando tanto al posponerlo… solo hacia lo que consideraba correcto…-

-Lo se mi bobo Gryffindor amante de lo amable y lo justo… incluso sabiendo eso, te amo más…-dijo sonriendo besando ambas mejillas –solo sígueme besando de esa forma tan… tan maravillosa que me dice lo mucho que también me amas…-

-Oh Draco…- lo besó nuevamente dejando que la chaqueta de cuero descendiera por sus brazos hasta el suelo. Sentía que no era suficiente y quería poder sentirlo piel con piel.

Draco se veía tan apetecible con su violento sonrojo, el sudor perlando su frente y su pecho que subía y bajaba rápidamente.

Con un movimiento se deshizo de sus botas y Draco se recorrió hacia atrás en la amplia cama que compartían.

-Espera… Harry…- el joven lo detuvo poniéndole ambas manos en su boca.

-¿Estas avergonzado? Hemos hecho más que esto antes, bebe…- musitó Harry lamiendo su mano con descaro, desabotonando botón a botón su camisa con tal destreza que Draco trago con dificultad.

-Lo se… pero es extrañamente más íntimo que todas las otras veces y yo... siento que mi corazón no puede soportarlo… ¿Cómo te puedes ver tan jodidamente sexy? ¡Maldición!- chilló dejándose caer. Harry rio divertido y alagado por sus palabras que le motivaban a seguir no sin antes molestarlo un poco.

-¿Quieres que nos detengamos? Creí que lo querías…-

-Claro que lo quiero Harry… desde la primera vez que tuve un sueño húmedo lo he deseado…- el moreno lo miraba tan ansioso y necesitado que le era increíble poder sentir tal ardor y cariño por una sola persona de la manera que lo hacía sentir -¡incluso aunque me muera, no te detengas porque te juro que…!- Ahora fue su turno de inclinarse y callarlo con un beso.

-No exageres, dragón… no te vas a morir de placer, así que no creo que sea necesaria la amenaza- sonrió besando su cuello ahí donde había dejado pequeñas marcas pálidas.

Draco no era el único que podía ser celoso y lo sabía, porque aunque no lo dijera, quería que el mundo supiera que era suyo y lo marcaría como tal. Otro beso descendió hacia su clavícula y otro más un poco más abajo. Sus manos iban casi tan rápidas como sus difusos pensamientos, deshaciéndose de la camisa hawaiana que traía.

Sus dientes pescaron el rosado pezón que asomó y Draco soltó un fuerte gemido. Era tan sensible como la primera vez que eso solo lograba endurecerlo más. Lamió y mordisqueó ambos hasta que se tornaron rojos y duros como fresas.

-Hazlo Harry…- pidió tirando de sus cabellos con los ojos entrecerrados.

-Que impaciente eres…- dijo subiendo su pierna ahora desprovista de sus shots. Tan suaves y torneadas que tuvo que morderla un poco disfrutando de la sensación de su tierna carne en su boca –Mejor ven acá…-

Draco rechistó cuando Harry lo soltó y se sentó en la cabecera de la cama, completamente desnudo con su hermoso pene erecto solo para él. Estaba avergonzado y encendido a partes iguales que mordiendo su labio inferior obedeció.

-¿Puedo lamerlo?- una sonrisa traviesa apareció en los labios del ex –auror.

-Justamente eso te iba a pedir…- Draco apretando sus ojos se deshizo de su ropa interior y se deslizó por la cama. Muy pocas veces Harry le dejaba hacer eso, así que dudaba que su técnica fuera tan siquiera decente, pero tenía tantas ganas de hacerlo, que acariciando las venas saltadas con mucho cariño, lo introdujo lentamente en su boca.

Su sabor salado y amargo era poco relevante pues el hecho de poder darle placer era una especie de privilegio que tenía que aprovechar y así lo hizo.

Clavo sus ojos en los suyos deleitándose por el intenso verde de campos esmeraldas que le regresaba la mirada clara y amorosa que siempre sabia como conquistarlo una y otra vez.

-Ven aquí…-

-¿Lo estoy haciendo mal?- preguntó apartando su propia saliva y el presemen de su boca con el dorso de la mano.

-Para nada, mira nada más como me tienes pequeño- lo besó con ternura -pero quiero que también tú lo disfrutes-

-Lo estoy haciendo- dijo frunciendo el ceño para divertimiento de Harry.

-Se ve, pero puedo hacerte sentir aún mejor…- Draco chilló cuando sus manos fuertes tomaron sus nalgas y quedó a horcajadas de Harry.

-Ngh…- gimió al sentir que el ojiverde masajeaba sus glúteos y los apretaba con una expresión encandilada. "Ah sí, pues es un juego de dos" se dijo volviendo a chupar su pene a un ritmo lo más tranquilo que podía en su garganta.

-Oh si bebe... así…- murmuró Harry con voz grave. Draco se estremeció al sentir la lengua bordeando su entrada, su humedad y calidez era extraña, pero si podía asegurar quera más agradable que los simples dedos.

Entraba y salía con dificultad generando un cosquilleo, un pequeño calorcito que invadía sus entrañas. Apretó las sabanas con su mano al estremecerse nuevamente. Era delicioso, extraño pero placentero.

-Por favor, Harry…- apretó sus piernas a sus costados. Era una tortura que estuviera jugando con él tomándose su tiempo, era considerado queriendo que se acostumbrara a la intromisión, pero se estaba volviendo loco al sentirlo invadiéndolo por todos lados. Sus manos friccionaban su pene, su lengua y sus dedos entraban en él, ya no lo podía soportar que terminó por correrse –lo siento…- gimoteó percibiendo el espasmo subir y bajar y como el placer se acrecentaba conforme terminaba.

-Está bien, ojitos grises, ahora acuéstate boca abajo- Draco obedeció ansioso –Dios mío… ¿Cómo podrías creer que no me prendes? Eres tan sensual…- susurró entrando con dificultad, lento y tan doloroso que la expresión de Draco se contorsionó -Estas tan apretado…-

Dolía, dolía como mil demonios nada se asemejaba con aquello. Los dedos no eran nada en comparación de eso. Harry era enorme y sentía como lo partía conforme se abría paso en su interior.

-D-Duele…-

-Relájate, bebe… shh… tranquilo…- probablemente el moreno le sintió temblar y sollozar pues con cariño besó su hombro rodeando con sus brazos su pecho –finalmente somos uno Draco…- esas simples palabras le hizo darse cuenta del peso de toda la situación. Finalmente había conseguido aquello que tanto había anhelado.

No era para nada como esperó, pero estaba complacido. Harry y él eran uno mismo físicamente tal y como lo sentía en el alma y el corazón.

-Descuida, pronto te haré sentir mejor-

-Quiero verte a los ojos, Harry- pidió en trémula voz.

-Pero dicen que así duele menos y yo no quiero lastimarte…-

-No lo harás… solo… por favor…- sentía esa necesidad de encararlo, de saber que era real y no un sueño más "aunque en los sueños no arde como el infierno" se dijo procurando sonreír.

Draco se acomodó sobre su espalda y Harry volvió a entrar en él. Una estocada lenta y profunda que le hizo apretar los labios. El cabello azabache acarició su frente obligándole a abrir los ojos. Era Harry, su Harry y sabía que todo estaría bien.

-Muévete…- pidió armándose de valor.

Harry o era muy considerado o tenía una resistencia de acero porque aunque apenas gesticulaba, accedió de forma lenta y acompasada.

"Mi caballero en brillante armadura" se dijo sintiendo ese lento vaivén que lo apretaba y sofocaba. Su calor, sus brazos a ambos costados sosteniéndose de la cama, la sensación de su pelvis contra la suya en un choque de carnes ardiente y sudorosa.

La cama chirriaba cada que entraba y salía, no estaba seguro si seguía excitado por el coito en sí o de solo ver a Harry en ese primer plano, tan entregado y apasionado o eso pensaba ya que el cosquilleo regresaba pero no era del todo intenso como lo pintaban en las películas. Lo estaba estimulando eso era seguro y lo sentía como su propio cuerpo se adaptaba a él, a su intromisión, a su calor que lo contagiaba.

El vaivén subió de ritmo y su corazón apenas podía soportarlo. Harry había encontrado la caja de pandora y la había abierto desatando la sinfonía que Draco no podía explicar, aquella sensación que lo invadía y colmaba a tal punto que gemidos impúdicos escapaban de su boca y sus manos temblorosas cual gelatina apenas y podían aferrarse al cuello del azabache.

Se besaron nuevamente, mas violentamente que como comenzaron, de esos besos que solo podían darse en su intimidad donde chocaban sus dientes y sus lenguas se enrollaban la una con la otra entre jadeos y entrecortadas respiraciones.

-¡Harry…!- chilló volviendo a correrse sin poder detener la oleada del clímax que se desbordó sin más manchando su propia panza de tibio semen.

El moreno aún seguía moviéndose en su interior y pudo ver como contraía su cara también llegando al orgasmo. Era lo más bello que había visto y queriendo todo de él, enredó sus piernas alrededor de sus nalgas para que terminara en su interior. Lo aceptaría todo de él y esa no era una excepción.

-Por Salazar, Draco…- musitó Harry recargándose contra su frente –no sabia que podías ser tan… Dios…-

-Hay cosas que no conoces de mi, cariño- sonrió tratando de recuperar su respiración, tan colmado y dichoso que estaba seguro que caería rendido en cualquier momento y dormiría cual bebe.

-Me gusta cómo suena eso… pero creo que tengo toda la noche para averiguar que más escondes de mí, ojitos grises…- la lujuria en su tono de voz y la expresión voraz lo estremeció de pies a cabeza –aún tenemos toda la noche y hay que aprovecharla ¿no crees?-

Harry estaba desatado y lo sabía al ver sus ojos verdes oscurecidos de placer. ¿Por cuánto tiempo había encadenado aquella bestia? No estaba seguro, pero dudada que a la mañana siguiente pudiera levantarse de la cama.

*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOº*oOºº*

El sol resplandecía indolente en todo lo alto y tal y como lo supuso, a Draco le dolía hasta el alma todo el cuerpo.

-Tienes que desayunar, cariño, vamos, levántate-

-¡No puedo! ¿Qué no entiendes? ¡Eres un bruto, un salvaje!- chilló sonrojado dando palmadas con las manos en la cama.

-Ya te pedí perdón, no creí que fuera tan… mmm… pasional-

-¡Pasional y un cuerno! ¿Dónde guardas tanta energía? ¿En qué universo la primera vez de alguien puede multiplicarse por cuatro? ¡Ni siquiera siento mis piernas!-

-Vamos, Draco no estés enojado, mira, te traje una poción analgésica- se la arrebató de la mano y se la bebió de un sorbo –lo siento, realmente no era mi intención es solo que… creo que si había estado conteniéndome durante un par de años que el tenerte ahí de esa forma tan encantadora hicieron que me perdiera un poco… no volverá a pasar- rascó su nuca nervioso.

Nuevamente era su dulce y tierno Harry. Era imposible que pudiera estar enojado mucho tiempo con él cuando se comportaba así. "Tramposo..." pensó frunciendo la boca.

-Está bien, vale. Tienes razón, es mi culpa por ser tan endemoniadamente sexy ¿Quién podría resistirse?- dijo acariciando sus cabellos revueltos.

-Creído…- sonrió Harry viéndole de mejor humor.

-¿Entonces si vamos a ir a Turquía?- preguntó el platinado esperando con una plegaria que de un momento a otro la poción hiciera su efecto.

-Claro, es lo planeado, ya están los boletos para las 4 de la tarde- dijo besando su coronilla –y te llevaré aunque tenga que cargarte-

-Recuérdeme ¿porque vamos a Turquía y no a Brasil o Nueva Zelanda?-

-Porque tú escogiste Bali y ahora era mi turno de escoger nuestra nueva locación, además te gustan los sitios arqueológicos y el Lokum- Draco asintió dando golpecitos a su mejilla con la yema de su índice. El Lokum era una delicioso dulce que esperaba poder comer de a montón y una gran razón de peso para no declinar. Asintió –y por si fuera poco, tanto Teddy como Seamus nos van a alcanzar allá-

-Suena justo- dijo estirando sus manos hacia él –bueno, lo prometido es deuda y ahora cárgame como princesa hasta que se me quite lo adolorido- Harry sonrió iluminado como un chiquillo.

-¿Algo más que desees?-

-Quiero un cheesecake de frutos rojos, mi libro aqui afuera para poder leerlo, que me digas cuanto me amas y muchos besitos para hacerme sentir mejor- dijo muy digno.

-Es un precio aceptable- dijo Harry besándolo nuevamente.

No sabía que les deparaba el futuro, ni siquiera que tan diferente sería el día siguiente, pero Harry estaba seguro que con los mortifagos renegados fuera del panrama y con un Draco amándolo con la intensidad de su ser, podía decir que sería feliz y que estaría listo para lo que sea que estuviera en el horizonte.

.

.

.

FIN

 

Notas finales:

Pues bueno, es todo de esta historia queridos míos, espero que la hayan disfrutado aunque sea un poco de lo que yo disfruté escribirla!

Y les tengo una noticia, me retiro oficialmente de Amor Yaoi ya que es muy triste ser ignorada despues de la moderada atención que me habian dado... simplemente no puedo con ello y con lo mal que me hace sentir, aun  no se si cerraré o no esta cuenta, pero se los haré saber con antelación.

Y si, seguiré escribiendo historias en FanFiction y Slasheaven por si les interesa seguir sabien de mi y mi nuevo proyecto que se llamará: Never Again y aquí les dejo un pequeño sneak peack de l que tratará ;)

"Cuando alguien te rompe el corazón y el recuerdo de sus momentos felices no es suficiente. Si aquello que los unía no tiene cabida, la añoranza no es suficiente para un perdón y el amor se trasforma en una intensa agonía oculta por la máscara del odio y de la dulce sed de venganza,¿Qué queda por hacer?

Draco no quiso pensarlo durante los últimos 8 años en su nueva vida en Estados Unidos, pero, un giro en su bien estructurado plan de supremacía le hace volver a encontrarse frente a frente con aquella persona que hizo añicos sus sueños y que le hizo convertirse en la persona que ahora era.

-Nunca mas volveré a amarte Harry Potter..."

Hasta Pronto!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).