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I love you Daddy! por MidNightFlower

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Notas del capitulo:

Bueno como lo prometido es deuda, aquí les traigo el siguiente capitulo!! Espero que lo disfruten~

Mil gracias a mis queridos Early Birdys por comentar!! Gacias LRMV, Kritto Droopey, Ktika, Alexis, La rosa, taby21, TIAMAT y Hanaru15!! les mando muchos besitos <3

Sip, los que ya me conocen saben que lo mucho que me gusta el "suspenso" así que please, no me odien por como queda el capi jiji :9

A leer se ha dicho~

FIESTA


Ginny le estaba esperando en el restaurante en el que se citaron y Harry no estaba muy seguro que algo bueno saliera de reunirse nuevamente con su antigua amante; pero con ánimos dispuestos se arregló, dejó a un enfurruñado Draco en La Madriguera con sus amigos y ahí estaba puntual en el elegante lugar.


-Hola Harry, que bueno que llegaste a tiempo- lo saludó con un beso en la mejilla que le hizo sonreír.


Se veía linda como la chica de la que se enamoró en el sexto año, con un vestido rojo con pequeñas flores blancas, el cabello pelirrojo recogido y de buen humor en su semblante relajado, lo cual no había visto con sinceridad desde que acordaron vivir juntos.


-Hola Gin-


Se sentó a la mesa dejando su abrigo sobre el respaldo. No sabía cómo iniciar la conversación. Había tanto que decir pero su cabeza no estaba cien por ciento en el lugar; aquellos nombres; Yaxley, McNair y Rockwood navegaban en su mente sin darle descanso.


Enseguida un mesero se le acercó a tomarle la orden –Solo tráigame agua, por favor- la mujer palideció nada más terminó su frase y su labio tembló.


-¿Solo eso? ¿No te vas a quedar?- preguntó cuándo el mesero se alejó.


Harry no quería darle una mala impresión. Pero aunque pensó en cancelar la reunión, quería hablar de una vez por todas con la chica con la cual sostuvo un largo noviazgo de cuatro años y que al primer contra que le llevó sin ceder, se marchó sin más.


-No puedo quedarme mucho tiempo, lo siento Gin, pero Draco tiene revisión con su nuevo médico y no podemos faltar- la pelirroja hizo una mueca desdeñosa.


-Así que aun tienes a… ese en tu casa…- dijo frunciendo el ceño que provocó que Harry apretara las manos en puño.


-Ese se llama Draco y si, sigue viviendo en mi casa porque lo adopté- la mujer perdió toda la alegría que tenía y Harry suspiró.


Pese a los intentos de Hermione para darle a entender las ventajas que tenía recuperar lo perdido, no creía que fuera posible, mucho menos ahora. Ginny podía ser tan buena y dulce como obstinada y demasiado terca como para negarse a dar su brazo a torcer, más aún cuando mencionaba el nombre de su pequeño niño que nada le había hecho.


¿Aún la quería? Sí; de eso estaba seguro, pero parecía que ya no de la manera necesaria para retomar su relación sentimental, pues ¿Cómo siquiera pensar en el negociar dejar de lado a Draco para poder merecer estar con ella? Era algo ilógico tener que escoger.


Ginny comenzó a juguetear con la cuchara en su servicio.


-¿Porque jamás pudiste ponerme en primer lugar? Contigo siempre son primero el mundo entero y yo paso a segundo plano…- Harry se le quedó viendo como si estuviese hablando en otro idioma.


-¿A qué te refieres?- La chica bufó casi indignada por la densidad de su corteza que no comprendía con caras y gestos.


-¡A que siempre tienes que dejarme rezagada, hasta el final!- “y ya comenzó a subir la voz” pensó contando hasta diez cuando las personas más cercanas a ellos comenzaron a ponerles atención –Es como si solo a ratos te importara y después me dejas botada, como por ejemplo en la escuela, luego en la guerra cuando tenías que buscar sabe qué cosa que te encargó Dumbledore, preferiste siempre a Ron y Hermione-


-Era mi misión Ginny, no podía llevar a tanta gente, de hecho quería ir solo, pero Hermione no me dejó-


-Claaro, como te amenazó a punta de varita-


-Que era peligroso, maldita sea ¿Por qué nunca comprendiste que no quería que te pasara nada malo?-


-¡Porque no soy frágil Harry Potter, puedo valerme por mi misma! Pero Oh no, la cosa no paró ahí- era como si no lo estuviese escuchando y eso comenzaba a sacarlo de quicio –no solo me dejaste de lado cuando yo fielmente te estuve esperando, si no que cuando ingresaste a la escuela de aurores era casi como si yo no existiera, si no te pido que probáramos vivir juntos, tú te hubiese vivido la vida desatendiéndome-


-Pero Ginny…-


-¡NADA DE PERO GINNY! ¡No solo te comportaste cálido y frio conmigo, si no que cuando por fin tenia tu atención, resulta que tenías que hacer de buen samaritano y adoptar Malfoy por lastima, sin siquiera consultarlo conmigo!-


“Creo que si fue mala idea esto” pensó tomando su vaso de agua y pensando que definitivamente llegaría tarde a la cita con el pediatra, porque esa discusión iba para largo.


*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOº*


Era poco decir que Draco estaba indignado. Estaba molesto y triste a partes iguales y no necesariamente era por estar en La Madriguera, pues la chica de cabello esponjoso y el de las historias graciosas eran buena compañía y todos los habitantes de esa curiosa casa pese a que lo recibieron con duda, no tardaron en llenarlo de mimos y cosas para comer, en definitiva no era por ellos, si no por alguien que no estaba.


“¿Po que no estás aquí Haddy?” pensó viendo hacia la ventana donde un par de gnomos caminaban como si nada “¿Po que fuiste a ver a la zanahodia?”


Había escuchado que Harry saldría con la chica que le dijo horribles cosas y no entendía porque. Hermione le dijo que necesitaba una figura materna en su vida, pero Draco estaba seguro que eso no era cierto; ya tenía a una mami y un padre que lo cuidaba aunque no pudiera verlos y principalmente tenía a Harry; por tanto no necesitaba a nadie más.


-Hola ojitos grises- era la voz de Harry parado a su lado saludándolo.


-Hola…- contestó sin despegarse de la ventana, aun dudando si acercarse o no.


-Perdón por dejarte tanto tiempo, pequeño- Harry se frotó los hombros y exhaló un suspiro; la pelea verbal con Ginny lo dejó exhausto y más aun la reverberación de la chica sobre su total falta de tacto que terminó cuando le arrojó su vaso de agua a la cara armando tremenda escena en él restaurante.


-¿Porque estas mojado?- preguntó el niño aproximándose, notando como sus prendas goteaban.


-Digamos tuve un enfrentamiento algo violento- rio al momento que se acuclillaba. Draco preocupado quiso secarlo con sus manos, pero Harry enternecido lo detuvo en el acto.


-¿Zanahodia va a vivir con nosotros?- preguntó acongojado apretando un peluche contra su pecho y Harry rió con fuerza negando con la cabeza.


-Ni en un futuro cercano pequeño… así que supongo que tendrás que soportarme solo a mí por un largo tiempo- dijo guiñándole un ojo  que hizo que Draco saltara a su regazo. Al menos por el momento su pequeño corazón podía descansar.


-¿Te divertiste con los Weasley?- el niño asintió.


-Sí, la señoda Weasley me dio galletas, es muy buena; Ron es muy gasioso y sabe muchas histodias de dragones- sus ojitos resplandecían –y mira, mira ¡Me regaló esto!- dijo mostrándole un peluche que era claramente un hurón blanco. Harry le lanzó una mirada de advertencia al pelirrojo que iba entrando y este solo fingió demencia.


Definitivamente ceder a su niño era algo que no estaba dispuesto a hacer.


*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOº*


Como el cumpleaños de su niño estaba a la vuelta de la esquina, quería darle algo muy especial, así que en compañía de Ron se inmiscuyo en Malfoy Manor pensando que ahí habría algo que encantaría a Draco.


-Camarada, no tardes mucho que este lugar me da escalofríos- exclamó Ron mirando a todos lados haciendo guardia.


-Descuida no creo tardarme- dijo echando un par de hechizos anti trampa, descifrando que en efecto, solo estaban ellos dos.


La casa estaba solitaria pero tan pulcra como si recién la hubiesen limpiado, podía inferir que se debían a los elfos que aún seguían dentro. Sus pisadas hacían eco y cerró los ojos tratando de apartar los efímeros momentos tan dolorosos que pasó en esa casa. Aunque no sabía con exactitud dónde ir, esperaba encontrar lo que estaba buscando.


Había demasiadas habitaciones entre claro oscuros y con demasiados cuadros de paisajes que se sentía que estaba caminando en círculos. Al llegar a una recámara amplia saco su varita. Aunque había hecho un análisis previo sabía que no debía confiarse.


-Señor Potter- saludó una delicada voz que Harry reconoció y enseguida buscó con la mirada para ver de dónde provenía. Era un cuadro amplio que coronaba la chimenea de la estancia, conteniendo una Narcisa Malfoy sentada elegantemente en una silla siendo tomada por el hombro por un horrorizado Lucius Malfoy.


-¡Insolente Potter! ¿Qué estás haciendo en nuestra casa?- chilló apuntándolo con el dedo.


-¡Lucius!- reprendió la mujer severamente, fulminando a su acompañante con la mirada -No es la forma de dirigirse al Salvador del mundo mágico- dijo recuperando su compostura -¿que lo ha traído a nuestra mansión señor Potter?-


Harry jamás esperó encontrarse con el cuadro de los padres de Draco actuando demasiados “vivos”, pero se alegró infinitamente pues eso sería justo lo que esperaba obsequiarle a su niño; algo por lo que él hubiese dado lo que sea por tener…


-Yo... quería darle un obsequio a Draco, mañana es su cumpleaños y quería que fuera algo especial- dijo un poco contrariado por hablar con un cuadro pues por más que ya lo hubiese hecho varias veces en el pasado con el cuadro de Dumbledore, no podía acostumbrarse, aparte no estaba seguro si conocían o no la condición de Draco.


La imagen de Narcisa se cubrió de pesar mientras que Lucius desvió la mirada.


-¿Él está bien?- preguntó con curiosidad la mujer poniéndose de pie –Por favor, dime que no está sufriendo-


-Draco está bien señora Malfoy, yo estoy cuidando de el- El semblante de la mujer se suavizó como si hubiese encontrado la paz súbitamente y sonrió aliviada.


-¿Estas siendo compasivo acaso por haber mentido al señor tenebroso?- escupió Lucius despectivamente.


-Y aunque fuera sí, estamos agradecidos por ello señor Potter- interrumpió Narcisa realmente alegre porque su pequeño estaba siendo custodiado por la mejor persona en la que podía pensar, al menos que no sería capaz de hacerle daño alguno; incluso podía decir que su adorado hijo estaba a salvo.


-No es por compasión, quiero a su hijo y lo cuido como si fuera propio- Narcisa sonrió complacida.


-Siendo así, Draco está en buenas manos - dijo con asentimiento de cabeza.


-¿Cómo es que saben sobre la situación de Draco?- ambos se regresaron a ver antes de decidir darle una respuesta.


-Potter, este es un cuadro mágico especialmente diseñado para “despertar” por así decirlo a la hora de nuestras muertes. Aunque no somos un reemplazo de lo que una vez fuimos, mantenemos indemnes algunos de nuestros recuerdos pasados…- la ventaja de ser ricos- Harry arrugó el entrecejo.


-¿Enserio? Porque esa “ventaja de ser ricos” me recuerda a toda la porquería de cosas que le has enseñado a Draco, Lucius- dijo amenazante.


-¡Mocoso insolente! ¿Cómo te atreves a dirigirte de esa forma?-


-¡Lucius!- reprendió nuevamente la mujer. Harry sabía que no debía de ponerse a discutir con un cuadro, pero cuanto ansiaba siquiera desquitarse un poco con ese hombre. Recobrando la compostura, se acomodó su cabello desordenado y se dirigió nuevamente a Narcisa.


-¿Le molesta si le llevo este cuadro para que pueda verlos?-


Antes de que Lucius pudiera decir algo, Narcisa se adelantó.


-Sí, eso sería maravilloso. También será pertinente que le lleve su álbum de fotos y sus juguetes de cuando era pequeño que están en mi tocador y por allá estoy segura que hay un cuadro de mi sola- dijo lanzándole una mirada furibunda al hombre a su lado que fingió muy bien indiferencia -esa le gustaba mucho a mi dragón-


Harry quería interrogarlos, preguntarles sobre su conocimiento con respecto al último día de sus vidas, resolver de una vez por todas el misterio que los envolvía, pero sabía que no era el momento ideal para ello.


Ya será después” se dijo caminando en la dirección indicada.


*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOº*


Cuando Harry regresó con todo lo que Narcisa mencionó, esperaba de todo corazón que su niño estuviese feliz con ello; ya después se encargaría del papeleo del Ministerio por sacar cosas de Malfoy Manor, por lo mientras, lo que más le importaba era observar la expresión de su niño.


Draco, quien había corrido a darle la bienvenida a Harry, no podía creer lo que sus ojos veían.


-Mami… Padre…- musitó cubriendo su boca con su manita. Con paso lento acercó su mano a la pintura que el moreno sostenía con ambas manos.


-Hola mi amor- los ojos grises comenzaron a humedecerse al reconocer aquella que era la voz que tantas noches le cantó lindas canciones para dormir y recargó su cabecita en el cuadro.


-¿Tu… fuiste por ellos?- preguntó el niño con trémula voz. Harry asintió de buena forma.


-Por supuesto pequeño, quería que aunque sea tuvieras algo de ellos- Draco se aproximó a abrazarlo.


-Gracias Haddy, gracias, gracias-


-No hay nada que no haría por ti ojitos grises…- dijo secando sus lágrimas con el dorso de su dedo –feliz cumpleaños adelantado-


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Harry se despertó de muy buen humor ese 5 de junio. A Draco le fascinó su regalo adelantado y todavía no sabía o que faltaba, aparte la idea de celebrar los cinco años de su pequeño hacia que apenas y pudiese contener las ganas de llorar de felicidad.


Sabía que estaba exagerando, pero jamás se sintió de tal manera y le parecía increíble cuantas nuevas emociones podía experimentar ahora que Draco estaba en su vida.


Draco por su parte había aceptado su beso y abrazo de cumpleaños y casi no había rechistado la horrorosa idea de tomar un baño. Aunque no se veía de tan buen humor como él mismo, al menos no después de que le dijo que celebrarían su cumpleaños en La Madriguera donde todos los esperaban ansiosos.


-¿Estás enojado?-preguntó al pequeño de brazos cruzados que miraba con aprensión al entrada de aquella casa peculiar. Soltó un bufido y bajó la mirada.


-Quería que sólo fuéramos nosotos dos... -


-¿Pero es mejor si hay mucha gente no crees? Aparte estará Teddy, la hija de Bill, y las hijas de Percy. Casi puedo apostar que te divertirás mucho- Draco hizo un puchero. No comprendía como podía ser divertido con tantas personas a su alrededor.


-Pero habrá  mucho ruido-


-Ni tanto, estoy seguro que cuando menos te lo esperes te acostumbraras -dijo divertido Harry mirando a su protegido como hacia una comisura acomodando su chaleco gris oscuro con toda la elegancia que podía imprimir a su tierna edad de cinco años -eres tan lindo que podría comerte, cuánto te quiero- dijo Harry abrazándolo esperando que pudiera pasar más y más cumpleaños en compañía de su niño.


Draco se dejaba zarandear por el mayor que no cabía en su júbilo. Así que solamente por ser él, le daría gusto a su necedad, aunque muy en el fondo estaba preocupado por su camisa que se arrugaría. Sabía que Harry era muy sentimental y aquello le gustaba pues su sola felicidad le daba un agradable sentimiento cálido en el pecho que le obligaba a sonreír.


-Yo también te quiero, Harry…- dijo el niño dándole un rápido beso en los labios que hizo que Harry se hiciera para atrás, dándose en toda la gracia.


Lo tomó por sorpresa, en definitiva no lo esperó; ¿desde cuándo podía llamarlo “Harry”? y ¿Por qué precisamente lo había besado ahí? tal vez un beso en la frente o en la mejilla era lo ideal, pero no. Quería hacerle esas y otras preguntas, pero antes de cualquier réplica Draco entró a la casa sin mirar atrás.


-¿Harry estas bien? Estás lleno de lodo- dijo Hermione ayudándole a pararse.


-Si... estoy bien...- dijo limpiándose con las manos, observando como Draco corría en dirección al jardín de los Weasley; estaba absorto. ¿Que había sido eso?


“¿Fue un error de cálculo?” pensó con curiosidad.


*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOº*


La fiesta transcurrió calmada, con todos los adultos en la cocina, mientras los niños eran correteados por un enfurruñado cumpleañero que había manchado su short con tierra.


-Parece que se la está pasando bien- dijo Hermione viendo el punto que seguían los ojos verdes.


-Tal parece que si- sonrió de lado.


-En verdad es un niño muy sano que es increíble que se trate del mismo Malfoy de nuestro año- Harry no podía contrariarla, él también lo consideraba e esa forma –pero bueno, Molly te está llamando para que le des el visto bueno al pastel- Harry asintió y dejó su ojo vigilante por el momento.


Apreciaba con toda su alma que los Weasley hubieran abierto su corazón al pequeño Draco y lo aceptaran como parte de su familia, se había dibujado en su mente diversos escenarios, pero resultó ser el mejor de todos.


-¿Ya siendo hora de que los niños regresen no?- la castaña asintió con la cabeza. Ya iban a dar las 3 y los niños no habían comido.


-Voy a decirle a Ron que los llame-


Entraron las gemelas Molly y Lucy colgándose la una de la otra entre risillas, después Teddy que era perseguido por una enérgica Victoire que no le daba tregua por sus habilidades metamorfomagas, pero Harry no vio a Draco por ningún lado.


-¿Hey Teddy y Draco?- peguntó extrañado.


-No sé, dijo que quería esta’ solo, pensé que estaba aquí contigo panino- Harry se estremeció e instintivamente corrió al patio que estaba desértico. 10, 15 minutos pasaron y por ningún lado había ni una señal de Draco y eso le hacía desesperar.


Ron entró a la casa por la puerta casi al mismo tiempo que él y se cargaba tremenda cara de susto que a Harry no le dio buena espina.


-Se lo llevó…-


-¿Qué?- exclamó Molly Weasley pegando el grito al cielo, obteniendo la atención de todos en la casa.


-¿Qué pasó Ron? ¿Qué viste?-


-No pude hacer nada… se desvaneció antes de poder sacar mi varita pero pude verlo… no entiendo cómo es que pudo atravesar las barreras sin ser detectado…-


-¿A quién viste?- gritó Harry al borde del colapso.


-M-MacNair…-


Todos ahogaron un jadeo y Harry palideció. Sentía el corazón salirse de su pecho y que el aire le faltaba, jamás sintió desesperación tal como aquella. Draco, su Draco en manos de uno de los hombres que lo redujeron a ese estado y que mataron sin piedad alguna a sus padres.


-Descuida camarada, lo vamos a encontrar- exclamó Ron a su lado apretando su hombro.


“Draco ¿Dónde estás?”


 

Notas finales:

Nos leemos en cuanto pueda continuar la siguiente fase de este fic~ Que esten bien mis amores!

Besos~


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