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I love you Daddy! por MidNightFlower

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Notas del capitulo:

Hola estrellitas!! Aquí Mid viene de rapidito (ohh que novedad xD) a dejarles el nuevo capitulo de esta historia mensual!! Sigo esperando que les guste y no se aburran esperando jeje 

Mil gracias a PipeMalikMalfoy (x2, )Alexis (x2), Setsu, KrittoDroopye, LRMV, Yazumi Hatake, Hanaru15, Drarry_forever y Veel Caed por comentar!! les mando mil besitos!! Los adoro~

A leer se ha dicho!! 

Pese a que Draco no permaneció mucho tiempo lejos, a Harry le sabía una eternidad desde que lo podía sostener en sus brazos, ni el sueño ni la angustia ni el hambre podía quitarle ese momento con él.


Era consiente de todo el amor que sentía en su pecho, pero hasta el momento de su desaparición no se había dado cuenta de la intensidad con la que palpitaba dentro. ¿Quién lo viera hacia un par de años atrás cuando apenas y podía ver en pintura a Draco Malfoy sin sentir aversiva obsesión por él? y ahora tan encandilado cómo estaba que ni podía siquiera imaginarse un mundo sin él.


“Como da vueltas la vida” se dijo apretando el pequeño cuerpo contra el suyo. Solo así podía respirar con normalidad.


Los medimagos lo atendieron con minuciosidad y notando las múltiples laceraciones junto con el moretón creciente en su ojo, solo consiguió hacerle hervir la sangre. “Maldito McNair” pensó con una insana esperanza que con solo fulminar con la mirada al Mortifago que estaba siendo procesado pudiera explotar en mil pedazos.


-Ya estas a salvo Draco- el rubio como si pudiera intuir sus pensamientos, le colocó su manita sobre su mejilla para atraer su total atención a él.


-Vamos a casa Harry…-


No necesitó más para obedecer.


“Solo por esta día” pensó estrechando el menudo cuerpo contra el suyo disfrutando de la cercanía de calidez y la premisa de que podrían regresar a casa donde pertenecía, sin embargo sus pensamientos poco gratos al mortifago seguían su curso y sabía que tomaría un poco de justicia por su mano. “Mañana no la cuentas McNair…”


*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOº*oOºº*


Tras regresar a Grimmauld Place donde Kreacher se desvivía en atenciones al pequeño niño; lo bañó y medicó siguiendo la prescripción de los medimagos. La aversión en su interior crecía en contra de ese mortifago que se atrevió a tocar a su niño pues el pequeño rubio apenas y pronunciaba palabra, le sonreía de vez en vez esperando no preocuparlo, pero esa simulación de estar bien no lo convencía pues para colmo de males con cada golpe de la puerta, Draco temblaba.


Era como tener de regreso al asustadizo Draco que conoció y eso solo ponía sus nervios de punta al pensar en lo que sería capaz de hacer cuando estuviese frente a frente al causante de ese mal.


Lo recostó sobre la cama, arropándolo en el acto para que descansara, pero se seguía viendo inquieto y ansioso.


-Draco, tienes que dormir…- el niño se acurrucó y Harry suspiró. Aunque la cama del niño era más pequeña que la suya, decidió acompañarlo pues sus ojitos grises le pedían que se quedara con él aunque no pronunciara palabra.


Al instante se acomodó contra su torso y decidió abrazarlo por la espalda tiernamente, esperando que con eso su temor se disipara y se tranquilizara para poder conciliar el sueño.


-No me dejes Harry…- murmuró Draco apretando con una mano su peluche de dragón y con la otra entrelazó sus dedos con los suyos. Harry besó su nuca esbozando una media sonrisa; para él no había otra forma de ser.


-Nunca pequeño-


*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOº*oOºº*


Al día siguiente decidió que Draco se quedara en casa de su tía Andrómeda tomándose el día libre de sus clases. La mujer accedió tras enterarse de los acontecimientos y ofreció ayudarle a cuidarlo cuando lo necesitara.


Harry con una adquirida tranquilidad por saberse apoyado por Andrómeda, se fue a trabajar prometiéndose regresar pronto pues aunque confiaba en la abuela de Teddy, se sentiría mucho mejor si estaba con él donde pudiera verlo.


Semus nada más llegar le dio el rápido informe de que McNair estaba siendo procesado para interrogatorio puesto que no estaba colaborando demasiado. Las dos primeras veces fue una tumba por más veritaserum que le aplicaban sin rebasar la dosis peligrosa.


Apretó las manos en puño cuando sus ojos verdes lo divisaron. Ahí estaba el maldito, sentado como si nada en esas claustrofóbicas cuatro paredes blancas sin adorno alguno más que una ventana que emulaba un espejo para él ignoto.


Como ansiaba borrarle esa sonrisa demencial que exponía su superioridad, como si tal cosa fuera cierta. Sin decir nada entró a la sala y lo azotó contra la mesa. Al escuchar el sonido de su cráneo contra el duro metal lo levantó para empotrarlo contra el respaldo de su silla.


-¡Dime de una vez por todas cuál es tu plan McNair! ¿Quién más está contigo? ¿Es Yaxley y rockwwod? ¡Contesta!- podía escuchar el barullo de sus compañeros y las exigencias de que lo soltara, pero no lo haría; el maldito se la debía y se haría escuchar; era su oportunidad de hacerle pagar.


El cruciatus sí que suena tentador” pensó en su mente. Cuanto gozaría haciéndolo.


-Mi plan está casi completo Potercillo…- escupió la sangre que tenía en la boca por el golpe previo y sonrió el cínico –nada de lo que hagas podrá salvar a esa basura Malfoy…-


-¿De qué estás hablando escoria?- le atestó otro golpe en el rostro. Si no se lo decía por las buenas, se haría cargo de sacarle la jugosa verdad a punto de golpes.


-¡Maldita sea Potter no puedes estar aquí! ¡Suéltalo en este instante!- era la voz de su jefe en un todo grave de advertencia y Harry solo consiguió tensarse -te suspenderé 3 días por desacato a mis órdenes, te dije que no te involucraras- el moreno gruñó. No podía quedarse así, mucho menos cuando el sin vergüenza de McNair mostrándole sus pútridos dientes ensangrentados se reía en su cara.


-No intervine, tal y como usted dijo jefe, pero nada me impedía confrontar al maldito- quería verle sufrir y es por ello que estampó su puño contra su nariz y le supo a gloria cuando sus nudillos se mancharon con su sangre.


-Suspendido por 7 días sin goce de sueldo Potter- “como si me importara” pensó cuando vio que Robands ordenaba s sus compañeros que lo detuvieran.


El mortifago estalló en una carcajada y se le quedó viendo fijamente a Harry –el destino del ultimo Malfoy esta sellado, morirá cuando menos lo esperes igual que su imbécil padre- solo por el fuerte agarre de tres aurores no pudo abalanzarse por tan cruda revelación.


¿A qué se refería con ello? ¿Acaso llegaría el día en que no podría salvar a su niño de ojos grises?


-Ya llévenselo que no ayuda al caso- Harry forcejeó un poco más pero sin poderse librar de atadura –después hablaré contigo- lo amenazó. Harry rumiaba y repateaba no poder soltarse para hacerle hablar.


-Descuida Harry nosotros nos encargaremos, es mejor que vuelvas a tu cubículo- Semus parecía que hablaba con un niño berrinchudo y eso no le hizo ni una pizca de gracia a Harry.


Antes de llegar al elevador se escucharon crecientes voces de pánico y un golpe sordo contra el suelo. Los tres aurores que lo retenían se detuvieron y tanto ellos como Harry regresaron a ver de qué se trataba.


McNair ya no estaba  en la silla  del interrogarlo pues se había desplomado en un convulsivo ataque hasta que dejó de moverse, dejando su sonrisa torcida como su última advertencia.


-¡Potter, a mi oficina ahora!- Harry rodó los ojos. No podía creer que su tan preciado jefe pensara que él lo había matado, aunque ganas no le faltaban.


“Perfecto… simplemente perfecto”


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Al regresar a su casa Harry se sentía agotado hasta los huesos. Su jefe no había dado su brazo a torcer y aunque aún lo miraba suspicaz, le perdonó el haber estado tan cerca de McNair sin su consentimiento y ser el principal sospechoso por su muerte; sospecha que se disipó un poco cuando comprobaron que el custodio había ingerido una poción mortal pasando desapercibido ante los ojos de los aurores que lo capturaron.


Poco le pesaba la muerte del infeliz, sin embargo el saber que en un futuro la vida de su niño estuviese en peligro, era algo que le golpeaba y no le dejaba estar tranquilo. “Y ahí va la única información válida para localizar a los otros infelices” pensó frotando su cuello con vigor.


Con una compresa caliente en sus hombros, se dirigió al cuarto de Draco buscándolo, Andrómeda ya se había ido junto con Teddy y solo quería sentir seguro a su niño.


La habitación estaba desierta, todo pulcramente ordenado como Kreacher lo había dejado y comenzó a preocuparse. Con la mirada buscó y solo se encontró la furibunda mirada de Lucius Malfoy exigiendo la suya.


-¡Cómo pudiste descuidar a mi hijo de esa forma! ¡Es inaudito! ¡Vaya héroe!- Harry rodó los ojos. Sabía que tarde o temprano se enterarían pero lo que menos necesitaba en ese momento era eso precisamente viniendo de un encolerizado Lucius Malfoy y escuchando sus reclamos.


-Si usted hubiese cuidado mejor el tipo de amistades que tenía, nada de esto hubiese pasado y probablemente aun estaría vivo- dijo retándolo y Narcisa tuvo que detener al Lucius pintado que parecía que de un momento a otro saltaría de su cuadro para hacerse tangible.


Antes de que pudiera armarse la gorda, Kreacher apareció más servicial que de costumbre.


-El amito Draco está en su cuarto amo Harry-


-Gracias Kreacher- dijo dándose media vuelta. Fue lo mejor pues estar discutiendo con Lucius era cansado y no valía la pena pues el rubio sí que le gustaba estar ofuscado con él.


-¡Potter, vuelve aquí en este instante! ¡Aún no he terminado contigo!-


-¡Pero yo con usted sí! buenas noches Narcisa- cuando la dama le contestó después de regañar a su marido, Harry cerró la puerta.


*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOº*oOºº*


Con un Draco dormido en su cuarto y Lucius fuera del juego, Harry aprovechó para tomarse un whisky de fuego en compañía de Hermione, quien solo suspiraba decidiendo si decirle aquello que consumía su pensamiento desde hace tiempo.


-Sea lo que sea que vas a decir, dilo de una vez- la castaña sonrió nerviosa y asintió con la cabeza.


-¿Tanto se me nota?- Harry asintió -¿sabes Harry? Creo que debes de llevarlo con un psicólogo, a Draco me refiero- fue lo que sugirió su fiel amiga y que dejó ir sin darle vueltas al asunto –esta experiencia traumática podría afectar su desarrollo tanto físico como mental y le vendría bien hablar con un profesional- tenía que concederle eso y así lo haría.


-Ya lo estoy revisando Herms, descuida- y era cierto pues él también pensó que aunque Draco confiaba ciegamente en él, no se sentía con la necesidad de desahogar cualquier pena para que le escuchara y aunque eso le dolía, no se lo reprocharía y buscaría aquello que fuera mejor para él.


-Y no me lo tomes a mal Harry, pero creo que deberías de considerar poner en orden tu relación con él, sé que te importa y él te quiere muchísimo, pero no estas delimitando las cosas adecuadamente- dijo con todo el tacto que pudo.


-¿A qué te refieres? Todo está bien, mi relación con Draco no tiene nada de malo- se ofuscó y Hermione sabía que no lo había abordado de la manera más adecuada.


-Yo no estoy diciendo que lo tenga, pero tu mundo no puede girar solo a su alrededor, necesitas una vida y él debe de aprender a ser independiente- Harry con el ceño fruncido se quedó serio.


Bien comprendía a que se refería su amiga pero, no estaba seguro de querer cambiar su relación, estaba perfectamente a gusto con lo que tenía y esperaba que así siguiera al menos durante un par de años más.


“No creo que sea necesario cambiar… las cosas entre nosotros están bien tal y como están…” o al menos así lo creía.


*oOºº*3 meses después*oOºº*


Había decidió llevar el fin de semana a Draco y a Teddy para que se divirtieran y de paso que el primero olvidara aunque definitivamente de su traumante evento pues pese que algunas veces se perdía en sus cavilaciones, la terapia sugerida por Hermione estaba dando sus frutos aunque a pasos lentos.


Fuera cual fuera lo que le deparaba en el futuro, sabía que nunca dejaría de luchar por ver a su niño bien, sano y salvo.


Nada más llegar al parque de diversiones, Teddy tan emocionado como estaba, exigía subirse a los juegos que veía y jalaba a Draco para que lo acompañara aunque como siempre el rubio se resistía con alzamiento de hombros y miradas desdeñosas, Harry captaba con alegría cada una de sus sonrisas y como se iluminaba su rostro a ratos. No le cabía duda que Teddy era pieza fundamental para su total recuperación.


Mientras los esperaba que bajaran de la rueda de fortuna, pensaba en el nuevo punto muerto al que había llegado en su investigación pues por más tiempo que pasara aun no lograba descifrar la localización de los otros dos Mortifagos ni su plan final y eso lo sabía de quicio.


“Relájate Harry” se dijo sonriendo a los niños y comenzó a tomarles fotos para darle un par a Andrómeda.


*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOºº*oOº*oOºº*


Cuando la tarde llegó a su fin y comenzó a oscurecerse, Teddy yacía dormido en los brazos de Harry con tremenda sonrisa en su rostro, murmurando a su vez incongruencias que le hacían gracia a Harry.


-Tanta emoción lo agotó- dijo en voz baja y Draco sentándose a su lado asintió con la cabeza. Los minutos transcurrían lentos y su rubio no se animaba a hablar, así que tratando de romper el hielo con lo primero que se le vino a la mente, preguntó.


-Por qué no me habías dicho que ya podías decir mi nombre ¿eh Draco?- el niño bajó la mirada avergonzado.


-Poque lo estuve practicando con Teddy- regresó a ver al niño dormido y acarició sus cabellos azul eléctrico –pero… te vez tan feliz cuando te llamo “Haddy” que no me animaba a decirte po’ tu nombre hasta ese día que quería darte una sopresa…- jugueteó con sus manitas como hacía cuando se ponía nervioso y Harry notó su creciente rubor pensó que era lo más lindo del mundo.


-Claro que me gusta que me digas así, es tan tierno- Draco hizo un mohín volviendo a alegar que no era tierno ni que podía sentirse bien que lo llamara de esa forma, pero como siempre Harry hizo caso omiso –¿pero sabes que es lo que más me gusta?- el niño negó con la cabeza -saber que vas aprendiendo a hacer más y más cosas, eso me hace muy feliz-


-Gracias Harry… aunque te confodmas con poco- Harry rió. Eso era tan típico de Draco –pero creo que es po’ eso que te quiero…-dijo dándole un rápido abrazo.


-Y yo a ti pequeño- el niño se separó escasos centímetros y le dio un vistazo al chiquillo que se revolvía en los brazos de Harry como si fuese a despertar.


-El “te quiero” mío y el tuyo no son iguales Harry…-


-¿A qué te re…?- no pudo terminar su pregunta pues cuando menos lo pensó Draco ya tenía sus ojitos cerrados y sus labios apenas y tocando los suyos en un beso tan frágil y casto que descolocó al ojigris.


No podía creerlo y lo que sintió mucho menos, de hecho ni sabía que sentir, pero sabía que lo que se instaba en su pecho no era bueno. Así que regresando a ver los ojitos grises al punto de romper a llorar, le sonrió y decidió hacer lo más sensato en esa situación.


-Pequeño, no sabes cuánto me alegro escucharte decir eso pero te estas confundiendo- le acarició su mejilla buscando la manera de no hacerle sufrir –eso tienes que decírselo a la persona que tu más quieras, cuando seas mayor, no a mí que solo soy un vejete en comparación tuya- trato de reír, pero no le salía tan natural como esperó. Por Merlín que no estaba bien lo que le movió en su interior –vámonos…-


Draco quiso decir algo, pero sin darle la oportunidad, Harry comenzó a avanzar sintiéndose bastante agitado. Eso no estaba bien y cerró los ojos recordando como un circulo vicioso la advertencia de su amiga y bufó.


“Creo que Hermione tenía razón”


 

Notas finales:

Mira nada mas que abusado me salió el mini Draco jiji Bueno, me disculpo por la tardanza y por mi falta de tacto en las escenas de accción y demás (ya saben, aun me falta dominar mi concentración a la hora de escribir xD) Pero espero que les haya gustado como va la cosa.

Les mando besitos y ya saben que pueden mandarme un rr para decirmes que les parece!! se acepta de todo! Nos leemos! <3


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