Mientras estábamos en el coche, no dejaba de mirar por la ventana, sin ver observar nada en especial, más bien estaba pensando un poco en todo. Hiroto en estos días me estuvo contando los casos pendientes, los cuales unos eran más importantes que otros. Como de costumbre, en éstos tendría que trabajar tanto con mi amigo pelirrojo, y tanto con Gouenji, según el jefe somos el grupo perfecto, juntando nuestras capacidades.
Sabía que me iba a agobiar, entre tantas cosas, pero bueno era lo que había si no quería perder mi preciado trabajo.
Entre esos casos, me habló también que teníamos asignado encontrar al responsable que asesinó a todos los científicos que trabajaban en ese laboratorio del demonio, aún estoy con la duda de que me hicieron ahí. Lo más extraño del asunto, es que al pertenecer ese laboratorio al gobierno, alguien tendría que saber qué se supone que hacían allí, sin embargo, me contó que todo aquel al cual interrogó le decían casi lo mismo, y al no tener a penas pruebas, no se podría decir si estaban mintiendo o no.
Lo teníamos muy jodido.
Había otro tema que me tenía algo preocupado, mi amigo se veía incapaz de decir que yo fui el único sobreviviente de allí, porque seguro que me tendrían como el primer sospechoso de haber hecho aquello, y aún sabiendo que está mal ocultar información, me he dejado medio convencer por él para que tampoco yo tampoco dijese nada al respecto. Así según él no nos meteríamos en líos, aunque si alguien descubre esto, estaríamos metidos en algo aún más gordo, mas cuando se le mete algo en la cabeza, es imposible hacerle razonar.
-Shirou-me llamó Hiroto sacándome por completo de mis pensamientos.-Venga no te quedes ahí como un idiota, ya hemos llegado-vi como se aguantaba la risa, y salí del coche fulminándolo con la mirada.
-No te vayas a burlar de mí por estar tan distraído.-le advertí y nos dirigimos a la puerta de la agencia de detectives.
Estaba tal y como lo recordaba, un edificio grande con varias plantas, distribuidas según la especialidad de cada uno de los trabajadores.
En cuanto la abrí dos personas muy conocidas para mí saltaron, abrazándome y haciendo que nos cayésemos al suelo, mientras el pelirrojo se quedaba viendo la escena divertido, cuando no lo era en lo más mínimo. ¡Me hicieron daño! Pero soy incapaz de enfadarme con mis amigos.
-¡Fubuki!-gritaron ambos chicos, mientras yo sufría, me habían dejado sordo. Es que se notaba que me querían.
-Nos tenías muy preocupados, no vuelvas a desaparecer de esa forma-me pidió Kazemaru sonriendo, para luego quitarse de encima junto con Midorikawa, y ambos me ayudaron a levantarme-Lo siento por el golpe, es que nos emocionamos-se excusó riendo levemente.
-Oye, dime que mi teoría es verdad, te abdujeron los extraterrestres ¿a que sí?-decía emocionado, como si esperase que de verdad le fuese a contestar aquello.
-Claro que sí, Midorikawa-le respondí con ironía y tras eso por fin pudimos entrar seguido de aquellos dos, que susurraban cosas que no llegaba a entender, pero se les veía molestos, así que supuse que habían hecho una de sus estúpidas apuestas, y Midorikawa como siempre al final se quedaba en desacuerdo, incumpliendo las reglas puestas anteriormente.
-Por cierto, Endou nos ha dicho que tenemos que ir todos a una reunión importante, nos quiere hablar sobre algo-nos informó Kazemaru, mientras nos guiaba hacia allí.
-Uhhh, se tienen tanta confianza que ya incluso Kaze-chan le llama por el apellido-nos susurró Midorikawa a mí y a Hiroto lo suficientemente alto como para que el otro le oyese, mirándole rojo entre la vergüenza y la ira.
-Ah, ¿sí? Pues tú te tienes tanta confianza con Kiyama, que incluso os llamáis por el nombre, ya lo próximo es que os hagáis pareja, y que os caséis-contraatacó sonriendo victorioso, al ver que a Midorikawa lo había dejado por los suelos, y rojo de la vergüenza.
Ellos dos se quieren desde hace ya un buen tiempo, sin embargo por ser tan indecisos ninguno se atrevía a decirle lo que sentía al otro, espero que algún día salgan juntos, de verdad que harían una pareja muy bonita.
Por el camino nos encontramos con Fudou y Kidou que por una vez se encontraban hablando tranquilamente sin pelearse, cosa extraña de parte de ellos. Por aquí se rumorea que ambos chicos estaban saliendo juntos, aunque nadie sabía si eran de verdad, o alguien se había inventado todo aquello.
-¡Eh, chaval!-me llamó Fudou captando mi atención.- De party hard en estos meses ¿no?-terminó de decir con una sonrisa algo arrogante. Lo conozco desde que llegué aquí, así que su comentario no me molestó en lo más mínimo, solo lo hacía con la intención de molestarme.
‘’Ojalá hubiera estado de party hard’’
-No le digas eso, Fudou-le miró con desaprobación Kidou por el comentario que me soltó, en vez de parecer una pareja de enamorados, más bien, parecía una madre regañando a su rebelde hijo.
-Tch, tú no me tienes que decir lo que debo de hacer o no-respondió de manera brusca, dando así por finalizada la conversación.
Al poco tiempo después entramos a una de las salas de reuniones, en la cual ya se encontraban allí tanto Endou, como Gouenji, éste tan puntual como de costumbre.
Me senté a su lado, saludándole y él no dudó en devolvérmelo con una de esas sonrisas que hacían que mi corazón latiese desbocado, como si se me fuese a salir de mi pecho. ¿Por qué solo sentía eso junto con Gouenji?
-Bueno chicos, os he reunido aquí porque en nuestras manos tenemos dos casos muy importantes, y aparte de eso, porque sois mis mejores detectives.-empezó a explicar Endou con su típica sonrisa, como si nada de esto le preocupase, mostrando una tranquilidad que siempre lograba transmitirla a nosotros.-Primero quisiera informar de un caso reciente; al parecer en esta ciudad pacífica ha aparecido un asesino en serie que se hace llamar ‘’The bloodthirsty’’ A pesar de que solo ha cometido dos asesinatos en estas últimas semanas, es mejor estar alerta, y prevenir que siga matando a personas inocentes. Lo que haremos será, Kazemaru y yo-noté que Midorikawa miraba a éste pícaro, mientras el peliazul se ruborizaba más que el pelo de Hiroto.- Irnos a investigar el sitio donde se cometió y a los posibles sospechosos, mientras Kiyama y Midorikawa-esta vez fue Kazemaru que miró al peliverde de aquella manera, haciendo que se le subieran los colores, su amistad era un poco extraña.-Se van a la otra escena del crimen.-íbamos a preguntar tanto Gouenji como yo, y por otra parte Kidou y Fudou, mas el castaño como leyéndonos el pensamiento prosiguió explicando.-Luego, Gouenji y Fubuki irán al laboratorio que ardió en llamas, para ver si podéis averiguar algo, y por último Kidou y Fudou, iréis a preguntar sobre los alrededores por si alguien vio algo.-tras eso finalizó la pequeña reunión.
A decir verdad yo me quedé estático, investigaría eso junto con Gouenji, y si…¡No, no! No empecemos de nuevo a pensar negativamente, yo no hice aquello, a pesar de que estuve allí encerrado.
-Shirou, ven aquí un momento-avisé a Gouenji de que me esperase en la puerta y tanto Hiroto como yo nos alejamos para que no pudiera escuchar nadie nuestra conversación, sabía perfectamente de que íbamos a hablar.
Fin POV’S Fubuki.
POV’S Gouenji.
Mientras Endou nos explicaba que haríamos cada uno, vi como Fubuki se tensaba de repente, se le notaba muy incomodo por la situación, ¿era tal vez por qué no quería trabajar a solas conmigo? Negué con la cabeza, eso no podría ser, sino no habría corrido a mis brazos cuando me presenté a su casa sin avisar. ¿Sería por qué…aquel caso era complicado por no tener apenas pruebas por no decir ninguna? No, tampoco, hemos tenido más de este tipo, y nunca lo había visto así, ya que siempre trataba de mantener la calma, y pensar con tranquilidad. ¿Entonces qué era?
Iba a ir junto con él a aquel bosque no muy lejos de aquí, cuando Hiroto le llamó para decirle algo, ¿importante? Quizás, estaba muy serio, lo cual significaba que aquello que le iba a decir no era nada bueno, o sería algo peligroso. Lo sabía por el tiempo que trabajamos juntos.
Decidí acercarme a ellos con sigilo, sé que no debería de meterme en su conversación, pero estaba algo preocupado, más que Fubuki que por otra cosa, y no pude evitar hacer eso.
-Ten cuidado, si no quieres que nadie sospeche de ti-escuché decir a Hiroto, mirando al menor con preocupación.
¿Sospechar de qué?
-Pero, ¡Hiroto no debemos hacer eso, está mal!-le respondió el contrario con voz angustiosa y preocupado por una razón que desconocía, la cual estaba deseoso de saber, ¿qué ocultaban estos dos?
-Ya lo sé, pero lo hacemos por tu bien…-antes de que pudiera decir algo más, hice acto de presencia, ambos se voltearon a ver a mí con sorpresa.
-¿Se puede saber de qué habláis?-pregunté, bueno más bien exigí saber mirándolos a los dos serio, esperando una respuesta por parte de ambos, los cuales parecían negarse a responder.-Bueno, si no queréis responderme, iré a avisar a Endou de que estáis ocultando algo-dije en realidad sin tener la intención de hacer aquello, solo era para que me diesen la esperada respuesta.
-No, por favor, Gouenji-me suplicó Fubuki, acercándose a mí y agarrando la manga de mi camiseta.- Te lo contaré por el camino ¿vale?-asentí con la cabeza, y tras despedirnos del pelirrojo, nos montamos en el coche.
Fubuki me contó bastante nervioso y angustioso, a punto de darle un ataque por los nervios, que él recordaba haber sido secuestrado por unos hombres para hacerles a saber qué cosas, y luego como se encontraba fuera con esa horrible herida en su estómago.
-Por eso Hiroto, decidió que era mejor no contarlo, para así ahorrarnos problemas, y para que no sospechasen-terminó de relatar.-Seguro que opinas que fui yo…- ¿Cómo puede pensar aquello? Si nunca había a alguien tan bueno como él, es imposible que hubiese provocado el incendio.
-No te preocupes Fubuki, no opino eso ni mucho menos. Estoy totalmente seguro de que tú no fuiste, quizás se causó por accidente, y conseguiste escapar-le dije con total sinceridad. Miré hacia su lado, y mucho más feliz y tranquilo que antes asintió con la cabeza.
Al poco tiempo llegamos, y Fubuki me guió hasta allí. ¿En serio Endou pensaba que con todos estos escombros y cenizas encontraremos alguna pista de lo que ocurrió? Se le había ido por completo la cabeza.
Miramos un poco lo que había, y encontré varios papeles chamuscados juntos, creo que era un informe sobre algo, me acerqué a éste para saber si sabía algo con respecto aquello, a pesar de que no se podía leer a penas nada.
Pero…Me lo encontré de cuclillas en el suelo, con las manos sobre la cabeza, mientras temblaba…¿Qué le pasaba?
Con rapidez me acerqué a él, arrodillándome a su lado más que preocupado…
-¡Fubuki!
Fin POV’S Gouenji.
POV’S Fubuki.
Nos acercamos a ese lugar, cada vez me producía más escalofríos, por mí le diría que nos fuésemos, sin embargo eso era imposible, teníamos que investigar.
De repente me vino un fuerte dolor de cabeza, y me llevé las manos a ésta…Recordando algo más.
FLASHBACK.
Desperté con un fuerte dolor de cabeza, seguramente por el golpe producido, y algo mareado abrí los ojos, todo me daba vueltas y no veía nada con claridad hasta que poco a poco, todo lo fui distinguiendo.
Parecía ser una de estas salas típicas de los médicos. Observé una ventana, una gran mesa con un fregadero y miles de cosas extrañas que mejor no saber para qué servían. A mi lado, había una mesa, pero mucho más pequeña, con lo que parecía ser una jeringuilla y con algo raro en su interior. Tenía un color negro, y algo se movía en su interior.
Me puse pálido, estando totalmente seguro de que eso me lo meterían en el cuerpo, y en cuanto quise levantarme, me percaté de que me habían atado bien fuerte a la camilla para asegurarse de que no escaparía.
Sentía el miedo recorrer cada parte de mi cuerpo, y empecé a forcejear para soltarme, Dios…De verdad esto no me podía estar pasando…
Solo conseguía hacerme daño en las muñecas, y en los tobillos, así que decidí que lo mejor sería darme por vencido o por lo menos, por el momento.
Poco tiempo después entraron dos hombres enmascarados, y uno de ellos me puse una venda en los ojos, haciendo que me agobiara todavía más de aquella manera. No sabía si era mejor ver lo que me iban a hacer o no verlo.
-Así que el valiente Fubuki Shirou se atrevió a salvar a ese pobre chiquillo…-dijo uno de ellos con burla, ¿cómo me conocía…?-No debiste de haber intervenido, ahora pagarás las consecuencias por él-tras terminar de decir aquello, escuché como se reía con maldad, disfrutando de verme sufriendo de esta manera.
-¿Está seguro de hacer esto, jefe?-preguntaba otro hombre, sin embargo, éste estaba inseguro de lo que iban a hacerme.- Puede que no sobreviva…
-Por favor…¡No me hagáis nada!-grité al borde de la desesperación, volviendo de nuevo a forcejear luchando por mi vida, por sobrevivir, pero entonces sentí como la aguja se clavaba en mi piel y como ese líquido pasaba a mi cuerpo…