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Conociendo al novio de papá por Lure89

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Notas del capitulo:

Hola todos!!! Bueno… cuando empecé a escribir este fic tenía pensado que fuera un solo capítulo, pero luego me di cuenta que iba a ser muy largo y lo pensé par que quedara en dos. Ahora les anuncio que al final tendrá tres capítulos. Resulta que me seguía quedando largo para dos así que tuve que dividirlo en tres. Pero ya está, en el siguiente capítulo estará el cierre de esta historia! Los invito a leer!

Capítulo 02: Cena Placentera.

 

17.00 PM. Industrias Wayne.

 

Bruce miró su reloj al bajar del coche y bufó cansado al tener que presentarse en su compañía a esa hora del día. Prefería siempre resolver todos sus asuntos como empresario durante la mañana para aprovechar las tardes en las cuestiones que tuvieran que ver con Batman. Pero en esa oportunidad al posponer sus obligaciones, no le quedó más remedio que asistir al edificio para ocuparse de lo que había dejado pendiente. Para colmo, a último momento le habían informado que la reunión que se iba a hacer al día siguiente la habían adelantado para esa tarde. Los accionistas con los que se iba a juntar querían apurarse a tomar una decisión y sin miramientos lo obligaron a reunirse antes. Bruce debía dialogar con los socios para convencerlos que inviertan dinero y apoyaran el nuevo proyecto de energía limpia en la que estaba trabajando su empresa. Los hombres, conocidos por el playboy, eran unos viejos aburridos a los que solo les interesaba ostentar sus grandes logros como empresarios y lo único que les importaba era hacer negocios. Aquellos sujetos no tenían ningún interés en saber sobre los beneficios del proyecto del cual participarían, sino solo sus futuras ganancias. No había cosa que le irritara más al mayor que tener que aguantarse a gente pomposa pavoneándose. Al menos, a Bruce le consolaba el saber que más tarde podía distenderse un poco con el Kryptoniano habiendo acordado verse por un rato antes de regresar a su mansión.

Al ingresar al edificio, Batman se llevó una enorme sorpresa cuando notó a Tim sentado leyendo un libro en la sala de recepción. El muchacho estaba esperándolo concentrado en su lectura y al oírlo hablar con la secretaria se le acercó rápidamente corriendo hasta ponerse a su lado.

 

—Hola Bruce, te estaba esperando—. Sonrió ampliamente y luego sacó una Tablet del de su mochila.

 

—¿Tim? ¿Qué haces aquí? —preguntó sorprendido el héroe de Gotham, no esperaba ver a su hijo allí presente.

 

—Bueno… es hora que vaya aprendiendo los asuntos de la empresa, vine para acompañarte e instruirme mientras estás aquí. Nunca se sabe qué puede pasar contigo y alguien tiene que saber cómo manejar la empresa si te llegara a suceder algo —comentó el muchacho con sonrisa y picardía en los ojos.

 

Bruce lo estudió por un segundo mirándolo seriamente y el muchacho ignoró su mirada inquisidora centrando su atención en el aparato que traía en mano. El millonario suspiró cansado y se masajeó las sienes mientras se encaminaba hacia el elevador.

 

—No es un buen momento para esto—. Intuía por que el chico estaba allí—. Tengo una reunión importante y no quiero tener distracciones—. Presionó el botón del ascensor y cruzó sus brazos mientras esperaba a que se abrieran las puertas—. Tim… si estás aquí por…

 

—No seré una molestia Bruce—. Interrumpió rápido al mayor apartando la vista de su Tablet—. Solo estaré sentado por allí sin hacer ruido y escuchando. Lo prometo—. Hizo una cruz en su pecho con el índice y volvió a sonreírle—. Tú has insistido en que venga hace tiempo, ahora estoy aquí y quiero aprender.

 

El caballero de la noche volvió a suspirar y puso sus ojos en blanco. Al ver abrirse las puertas del elevador le hizo señas al adolescente para que pasara e ingresó detrás de él para luego presionar el botón del último piso.

 

—Solo compórtate y no causes problemas —comentó mirándose en el espejo y acomodándose su corbata.

 

—Vamos Bruce, de los cuatro soy el que menos te causa problemas—. Volvió a dirigir su vista a la Tablet para investigar sobre el autor del libro que estaba leyendo.

 

Una vez llegados al piso entraron a la sala de reunión y el playboy le indicó al muchacho un lugar para sentarse en donde debía quedarse quieto y sin hacer ruido. Fox ya estaba en la sala y dispuso todo lo necesario listo para aguardar a los socios que estaban por llegar. Bruce tomó asiento a la cabeza de la larga mesa y se reclinó hacia atrás mirando al techo.

 

—Lucius… recuérdame, ¿por qué estamos buscando capitalistas y no invertimos directamente nosotros?—. Se incorporó sobre la silla para mirar al gerente general mientras entrelazaba sus dedos apoyando las manos sobre la mesa.

 

—Porque los accionistas de esta empresa son unos paupérrimos que prefieren gastar el dinero de otros antes que el suyo. Esa es la verdadera razón—. Sonrió percibiendo el fastidio en el otro.

 

—Bien, que inteligentes, pero no veo a ninguno de ellos aquí para la reunión—. Arrugó su nariz molesto—. Encima que no tienen intenciones de apoyar económicamente tampoco se dignan a ocuparse de conseguir quien lo haga—. Se levantó de su silla y se encaminó a una cafetera que estaba humeante para servirse una buena taza de café—. Si hubiera sabido de esto antes… invertía yo sin dudarlo, fin de los problemas… Realmente detesto el tener que reunirme con estos hombres—. Bebió un buen sorbo de café complacido de sentir el sabor amargo en su paladar.

 

—Lo sé, pero a pesar de todo… también es bueno tener nuevas relaciones en la empresa. Si estos hombres llegan a acceder, Industrias Wayne ampliará su círculo de contactos—. Sonrió satisfecho y le entregó una carpeta al playboy.

 

—Sí, también soy consciente. Solo espero que esto no se prolongue demasiado—. Volvió a tomar lugar en su asiento dejando la taza apoyada sobre la mesa.

 

—Por cierto… ¿A qué se debe la presencia del joven? —preguntó Lucius en voz baja observando de costado al menor que seguía entretenido con su tecnología.

 

—Supuestamente está aquí para aprender sobre los manejos de la empresa, pero estoy seguro que su verdadera intención es vigilarme. Solo son juego de niños, simplemente ignóralo. Prometo que no será molestia—. Cerró sus ojos e inhaló profundamente, la presencia del chico era lo que menos le molestaba,  se estaba poniendo tenso simplemente de esperar a los viejos ególatras a los cuales no tenía ganas de aguantar.

 

—Sé que no será una molestia, solo me llamaba la atención. El joven Tim es muy inteligente y era hora que aceptara en venir a la compañía para instruirse—. Fox se acercó a Red Robin para entregarle unos papeles con toda la información del proyecto y el joven con brillo en los ojos se puso a leer rápidamente toda la investigación que se había hecho hasta el momento dejando de lado su aparato.

 

—Esto es muy interesante Bruce, debía haber venido hace tiempo—. Apenas levantó la vista de las hojas y le dedicó una enorme sonrisa para rápidamente regresar a la lectura.

 

Bruce solo atinó a sonreír, después de todo, la presencia del joven logró animarlo un poco. Al instante tocaron a la puerta y una hermosa secretaria abrió la misma para anunciarles la llegada de los socios al edificio. Batman se levantó de su asiento y fue en busca de ellos para recibirlos y guiarlos hasta la sala de reuniones. Generalmente esperaba allí a que alguien más de la recepción los trajera pero dado los personajes que eran esos hombres era necesario adularlos un poco.

Luego de varias horas presentando el proyecto y todos los beneficios globales, los accionistas al fin se pusieron de acuerdo. La reunión se dio sin problemas pero duró más tiempo del que Bruce deseaba. Afortunadamente los viejos salieron muy satisfechos con la idea y después de debatir por largo rato decidieron invertir en la misma. Bruce se la pasó sonriendo para complacer a los socios mientras contaban, a lo que él consideraba sus estúpidas anécdotas, al mismo tiempo que por dentro se maldecía una y otra vez. El joven que presenció la charla de comienzo a fin, por momentos no podía evitar que se le escapara una risilla al ver al mayor con sus sonrisas falsas. Notaba fácilmente, gracias a los años de convivencia, las señales de frustración que tenía el mayor. Por ejemplo, Bruce mantenía constantemente su mandíbula tensa, por momento los puños apretados y de vez en cuando la vena marcada en su sien. Una vez que se retiraron todos los inversionistas Bruce suspiró un poco más relajado y se reclinó cómodamente sobre su silla.

 

—Ha sido todo un éxito señor Wayne, debo felicitarlo —dijo el gerente comercial pasando por su lado y palmeando su hombro para luego recoger los papeles sobre la mesa.

 

—La próxima vez Lucius, asegúrate que nuestros accionistas sean los que se aguanten a estos hombres. No creo poder tolerarlo una vez más—. Se levantó de la silla pesadamente y miró directamente al adolescente—. Espérame aquí Tim, iré unos minutos a refrescarme un poco y en seguida regreso—. Caminó fatigoso en dirección hacia la salida.

 

El joven asintió despreocupadamente e hizo una mueca divertido. Luego al verlo marcharse tomó nuevamente su Tablet para ingresar a un programa en particular. Lucius echó un vistazo a lo que estaba haciendo el muchacho y solo atinó a sonreír.

 

—Joven Wayne, espero verlo más seguido por aquí, sé que usted tiene un gran potencial y es bueno que lo aproveche. Aquí tendrá mucho para aprender—dijo abriendo la puerta de la sala a punto de marcharse de la misma.

 

—Gracias Lucius, en verdad me alegra el haber venido. Prometo que estaré más presente de ahora en adelante—. Sonrió ampliamente y saludó al mayor con entusiasmo.

 

 

____________________

 

 

Al entrar al baño lo primero que hizo Bruce fue abrir la canilla de la pileta para lavarse la cara. Estaba cansado después de tantas horas conversando con esos viejos aburridos que necesitaba refrescarse un poco antes de seguir. Lamentablemente debía revisar unos papeles y firmarlos antes de irse para completar su día de trabajo. Bruce miró un segundo su reloj y se mordió el labio frustrado, probablemente el reportero ya había terminado su jornada laboral y él seguía atado a la suya. Era más que seguro que se les iba a complicar encontrarse y eso lo sulfuró un poco más. Se miró un segundo al espejo para secar su rostro con una toalla y al sentir la presencia de alguien caminando silenciosamente por su espalda se dio vuelta velozmente lanzando un cuchillo.

 

—Vaya… ¿Siempre llevas estas cosas contigo? —preguntó Superman sosteniendo el cuchillo a escasos centímetros de su rostro y alzando una ceja divertido.

 

—¡Maldición Clark!, ¡se supone que en el edificio ya no queda nadie y sabes que siempre estoy alerta! Solo a ti se te ocurre caminar sigilosamente detrás de mí—. Su cara estaba contraída por la irritación contenida pero al segundo comenzó a suavizar las facciones de su rostro—. Y si… ni te imaginas la cantidad de cosas que llevo encima—. Suspiró sintiéndose felíz de ver al reportero y trató de evitar que su boca se alzara en una sonrisa, no quería que el otro lo notara porque le avergonzaba un poco.

 

—Bueno… podrías haber lastimado a alguien—. Se acercó hasta el playboy para devolverle el arma blanca.

 

—¿Por quién me tomas Clark? sabes que tengo control. El filo no te iba a tocar, solo el mango del cuchillo te golpearía—. Suspiró guardando el arma en su bolsillo y al instante las manos del Kryptoniano lo agarraron sorpresivamente atrayéndolo hacia sí tomándolo de la cintura.

 

—Sé que estás contento de verme Bruce, me puedo dar cuenta aunque intentes ocultarlo—. Sonrió ampliamente feliz y notó como el mayor iba aflojando la tensión de sus músculos al estar en sus brazos.

 

—Es verdad Clark, me alegra verte—. Suspiró nuevamente satisfecho y rodeó el cuello del menor con sus brazos logrando que este se ruborizara de la sorpresa por la reacción—. Tuve una tarde terrible y realmente anhelaba que estuvieras aquí… Odio cuando puedes leerme tan fácilmente—. Sonrió levemente y en seguida buscó los labios del súper hombre con ambición.

 

Clark correspondió el beso gustoso de manera lenta disfrutando atentamente cada rincón de la boca de su pareja. Le encantaba cuando el playboy confesaba de esa manera lo que sentía y más aún que tomara la iniciativa, así como cuando intimaron en la mañana.

Mientras iban aumentando la intensidad del movimiento de sus lenguas, el héroe de Metrópolis acorraló al dueño del edificio a una de las puertas de los baños. Bruce jadeó entusiasmado por seguir pero al segundo tomó con fuerza los hombros del reportero para separarse.

 

—Espera Clark… Tim está en el edificio, debo volver a la sala—. Suspiró encendido por ese beso fogoso y miró con tristeza al menor—. Hoy no podemos vernos. Cuando salga de aquí, voy a tener que regresar directamente a la mansión —dijo mirándolo a los ojos mordiéndose el labio volviendo a sentir frustración.

 

—Si. Lo he visto y entiendo. Solo… quédate unos minutos más aquí conmigo. No voy a aguantar hasta mañana para volver a verte—. Abrió la puerta de uno de los cubículos e ingresó junto con el murciélago adentro del mismo. Miró nuevamente con intensidad la boca del mayor y se acercó hasta la misma para besarlo, pero al sentir la puerta de entrada al baño abrirse, se detuvo a escasos centímetros.

 

—¿Bruce?... Ya ha pasado largo rato desde que te fuiste ¿Te sientes bien? —preguntó Tim entrando al lugar.

 

Batman suspiró y golpeó levemente su nuca contra la pared cerrando sus ojos y Superman exhaló frustrado apoyando con cansancio la frente sobre el hombro del mayor. Luego levantó la vista para mirar directamente al playboy con ojos sufridos y prontamente le dedicó una pequeña sonrisa.

 

—Estoy bien Tim, ya salgo —dijo el playboy mordiéndose el labio y apartando al reportero a un costado.

 

Antes de salir le dedicó una mirada lujuriosa y con un gesto de sus manos le dio a entender al reportero que lo esperaba al día siguiente para la reunión con la familia. Clark volvió a sonreírle con mayor entusiasmo y antes de que se marchara le dio un beso fugaz tomándolo del codo.

 

—¿Estabas descompuesto? —preguntó el adolescente con una amplia sonrisa y brillo en los ojos al ver salir al empresario del cubículo.

 

—Eres cruel Tim—. Cruzó sus brazos y lo miró seriamente al notar como el más joven hacía mucho esfuerzo para contener las ganas de reírse.

 

Red Robin abrió grande sus ojos y soltó la risa contenida tapando su boca con la mano en puño. Luego dedicándole una mirada cómplice junto con una mueca divertida alzó sus hombros como restándole importancia al asunto.

 

—A sí que te has dado cuenta—. Rió otra vez burlonamente—. Claro, que ingenuo que soy, eres Batman, era obvio que te ibas a dar cuenta.

 

—Desde el momento en que te vi en la recepción—. Sonrió casi imperceptiblemente e hizo una pausa meditando para luego acotar con astucia—. Lo que me llama la atención es que… considerándote el más inteligente de los cuatro te hayas prendido en este juego de vigilarme—. Descruzó sus brazos y los llevó a la cintura brindándole una mirada de picardía. Luego rumió lo dicho y creyó que más allá de la inteligencia del muchacho esa reacción quizás podría ser propia de un adolescente que conoce a la nueva pareja del papá. Probablemente a Tim le desagradaba la idea y el pensar en eso lo angustió un poco.

 

— Auch Bruce, sí que sabes como tocar donde más duele —dijo haciendo una mueca de dolor fingida para luego volver a sonreír—. Voy a serte sincero… Superman me agrada mucho, es más, fui el primero en enterarme de su relación y guardé el secreto hasta que los descubrieron esta mañana. Cuando supe que ustedes estaban juntos realmente me puse muy feliz—. Hizo una pausa y ablandó su rostro con alegría—. Desde que sales con él… has cambiado Bruce… y para bien. Así que… ¡gracias por eso Superman! —exclamó al reportero sabiendo que se encontraba allí con ellos. Lo sabía desde que había entrado al edificio gracias al programa que tenía en su Tablet, pero sintiéndose un poco culpable por lo que estaba haciendo les había dado unos minutos para ellos solos.

 

Bruce abrió desmesuradamente sus ojos al oír el discurso de su hijo y al instante vibró de emoción al saber que el joven aceptaba su relación con el reportero sin problemas. Realmente deseaba que todos sus hijos pudieran tomárselo de la misma manera. Por otro lado, Clark sonrió ampliamente lleno de alegría y recostó su cabeza contra la pared inhalando tranquilamente lleno de felicidad, al menos sabía que uno de los cuatro lo aceptaba.

 

—Gracias por decirme lo que piensas Tim—. El murciélago acarició sus cabellos cálidamente a la vez que le regalaba una dulce sonrisa mostrando sus dientes blancos—. Ahora dime… ¿por qué has venido entonces si realmente estás de acuerdo con esto?

 

El joven sintiéndose un poco avergonzado al ver el gesto del mayor para con él se alejó disimuladamente dándole la espalda sintiéndose realmente feliz por aquel accionar. Luego carraspeó un poco e intentó responder a la pregunta que le había hecho.

 

—Bueno… es que… estoy poniendo a prueba a mis hermanos. Estoy haciendo mi propia investigación sobre qué tan influenciables son y la verdad puedo afirmar que bastante. ¿Y te digo quien de los tres lo es más? —comentó con una mueca divertido.

 

Bruce suspiró y alzó su mano para detener al muchacho que con entusiasmo quería contarle sobre su investigación.

 

—Por favor Tim… no me digas nada, no quiero saber—. Cruzó su brazo por los hombros del joven y se apoyó en los mismos para incitarlo a caminar fuera del lugar.

 

—Vamos… ¿ni siquiera tienes curiosidad? —preguntó alzando su cabeza para poder observarlo con sonrisa astuta.

 

—Tengo mis propias conclusiones sobre el asunto —dijo Bruce abriendo la puerta del baño y lo invitó a salir antes que él—. Y no me mires con esa cara porque no pienso decirte nada al respecto —comentó rápidamente leyendo el rostro entusiasmado del menor que pretendía saber sobre la cuestión—. Vamos Tim, quiero volver a casa pronto y necesito terminar con el papeleo para poder hacerlo. No demos más vueltas.

 

—Pero si eras tú el que estaba a los besos, no me eches la culpa a mí si estás retrasado—. Apuró sus pasos sonriente hacia la sala sabiendo que si se quedaba al lado del murciélago iba a recibir un coscorrón de su parte.

 

Bruce abrió su boca incrédulo por el comentario y luego con una sonrisa siguió al menor hacia la sala.

 

 

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Después de estar una hora más en su empresa ocupándose del papeleo, Bruce junto con Red Robin regresaron a la mansión deseosos por cenar la deliciosa comida que seguramente ya estaría preparada y lista por Alfred. Gracias al retraso por la reunión hecha con los inversionistas, tuvieron que quedarse hasta tarde con los documentos que necesitaban ser visados y llegaron justo para la hora de la cena.

La familia estaba reunida después de tanto tiempo, pero había un par de caras largas en la mesa y un mutismo general que incomodaba bastante a todos y en particular al millonario.

 

—Tengo tarea que hacer —dijo Damian al terminar de comer levantándose de la mesa abruptamente y caminando pesadamente hacia el piso de arriba.

 

Jason se estiró desperezándose, luego se cruzó de brazos, alzó una pierna sobre la otra y se reclinó hacia atrás mirando intensamente al mayor. Bruce al notar que era observado alzó los ojos para mirar a Red Hood tranquilamente y le sostuvo la mirada. A los pocos segundos Jason bajó la vista, miró para todos lados incómodo y sin decir nada se retiró de la mesa yéndose con las manos en los bolsillos.

 

—Vaya… que cena más placentera —dijo Dick con sus pómulos sonrosados y al instante de recibir la mirada severa de Bruce se achicó en su asiento.

 

—Iré a patrullar—. El mayor se levantó de la silla dejando su plato por la mitad y sin decir nada más se encaminó hacia su Batcave para enlistarse y salir del lugar.

 

 

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Batman estaba parado en lo alto de un edificio vigilando a su ciudad y con los oídos atentos a cualquier ruido que lo alertara. Se encontraba exhausto por el día largo que había pasado pero prefería estar afuera patrullando a quedarse en su mansión con el aura negativa que rondaba. Le preocupaba bastante que sus otros hijos tomaran a mal su relación con el súper hombre y se preguntaba como actuaría si los jóvenes no lo aceptaban. No deseaba separarse del reportero pero tampoco quería que los chicos estuvieran incómodos con el asunto.

Luego de un rato de estar meditando, Bruce suspiró frustrado por no saber cómo proceder y al instante de sentir una presencia que le era familiar puso los ojos en blanco.

 

—Esto es increíble. Nightwing… ¿tú también? —preguntó volteándose a ver al menor que había descendido detrás de él hacía tan solo un instante.

 

—Y-ya que estoy en la ciudad… no me parecía malo el venir a darte una mano. Solo para recordar los viejos tiempos—. Se rascó la cabeza incómodo mirando para un costado.

 

—¿En serio? ¿Tan tonto me crees Dick? —. Cruzó sus brazos, entrecerró sus ojos indignado y luego exhaló triste—. Creí que tú siendo el mayor darías el ejemplo no involucrándote en las tonterías de unos adolescentes.

 

Dick solo agachó más su cabeza avergonzado y luego alzó su rostro con una sonrisa.

 

—Lo siento Bruce… lo intenté, pero es que… cuando vi a los chicos unidos dialogando no puede evitar sumarme. Casi nunca estamos los cuatro hermanos reunidos y por primera vez en mucho tiempo nos estábamos poniendo de acuerdo y trabajando en equipo—. Sonrió cálidamente con su mirada perdida en un punto. Luego volvió a dirigir sus ojos al murciélago con cariño—. Sabes que admiro mucho a Superman… él fue en parte responsable de quien soy ahora. Obviamente tú me diste las alas y me enseñaste a volar pero él me dio el empujón que me faltaba para hacerlo, gracias a ustedes ahora soy Nightwing—. Tomó su nuca un poco sonrojado y caminó unos segundos antes de soltar lo que quería decir—. Estoy aquí en realidad para decirte lo que pienso al respecto, solo serán unos segundos, mi intención no es molestar—. Mordió su labio inferior y entrecerró sus ojos buscando las palabras correctas—. Quiero que sepas que… en verdad por mí no tienes que preocuparte, realmente me hace feliz saber que las dos personas que más admiro están juntas.

 

Batman se quedó paralizado en el lugar asombrado por las palabras de su hijo y abrió su boca para responder pero de la sorpresa se quedó callado sin saber qué contestar. Dick solo suspiró con una mueca divertida y se acercó a su padre para estrecharlo en un fuerte abrazo. Bruce parpadeó un par de veces y a los poco segundo correspondió aquel abrazo con afecto.

 

—Quiero que seas felíz Bruce, tú más que nadie se lo merece —habló al oído en un susurro para después separarse y comenzar a caminar de regreso a la mansión.

 

—Espera Dick—. El mayor detuvo a Nightwing y este giró su rostro para observarlo—. Gracias —murmuró por lo bajo agradecido por las palabras del menor.

 

El joven hizo un gesto con su mano y con una sonrisa rápidamente saltó del edificio.

 

 

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Ciudad de Metrópolis. Media noche.

 

 

Superman sobrevolaba los cielos de la gran ciudad regresando hacia su departamento luego de haber rescatado a las personas de un edificio que se encontraba en llamas. Al estar cerca del lugar suspiró divertido y lentamente abrió la ventana de su piso para ingresar en su habitación.

 

—Vaya… sí que eres increíble, ¿has escalado el edificio o evadiste al portero y forzaste la cerradura? —. Cruzó sus brazos mirando en dirección a la parte no iluminada de su cuarto—. Damian… sé que estás aquí… no hace falta que te ocultes en las sombras, puedo verte —dijo Superman retirándose su capa para dejarla sobre la cama.

 

El pequeño Robin camino con paso seguro hasta dejarse ver por la luz que entraba por la ventana con un rostro completamente contraído.

 

—No me estaba ocultando, solo estaba esperando a que llegaras—. Se encaminó hasta una pared para encender la luz de la pieza. Clark al distinguir un objeto de plomo en la mano del pequeño vibro imaginándose su contenido—. Tú y yo tendremos una larga conversación—. Jugó con el objeto que traía en la mano lanzándolo hacia arriba y agarrándolo varias veces.

 

—Bu-bueno… estoy seguro tienes varias preguntas para hacerme y… estoy dispuesto a responderte lo que necesites saber —comentó un poco turbado observando al objeto que subía y bajaba en las manos del muchacho.

 

—¡Oh! claro que sí… contestarás a todas mis preguntas. Tenemos toda la noche para platicar—. Le dedicó una mueca retorcida y Clark solo pudo tragar saliva frente a la actitud pasiva pero aterradora del menor—. Tengo varias dudas que… necesitan ser aclaradas —acotó el muchacho con marcada decisión.

Notas finales:

Que les parece la reacción de los muchachos? Dentro de todo creo que son los más fáciles de convencer, no sé qué opinan ustedes, jeje.

Les agradezco a: JessJe, Charlotte, Jhosselin, Nethany y Yeta. ¡Muchísimas gracias por dejarme sus reviews y apoyarme en esta nueva historia!

Bueno, les mando mis saludos a todos y como siempre… nos estamos leyendo por ahí! Byes!!!


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