Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

MÁS ALLÁ DE LA LUNA por Gaia

[Reviews - 38]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola.

Llego aquí con el capítulo nuevo. 

Espero que no hayan tenido que esperar demasiado, pero Heath Ryuichi y yo ya estamos aquí.

No los entretengo. Disfruten del capítulo n__n

 

2. Desde el pasado

 

Transcurrió una semana desde mi encuentro con Heath-san, y durante ese tiempo, durante varios momentos, en la grabación o en algún programa de televisión me atrapé a mí mismo pensando en aquel día; en nosotros riendo divertidos, sentía deseos de volver a verlo, porque así podría pensar por un momento que nada había cambiado y sentir aquel alivio que hace mucho no había en mí y que él me hizo recordar. Sin embargo no me atrevía a llamarlo, quizá porque desde la desintegración de LUNA SEA y de… nuestra separación yo había permanecido aislado del contacto a quienes eran cercanos a mí, quizá sólo era que… tenía miedo….

 

Un día en el que llegué muy temprano a la disquera, mi manager me informó que debíamos ir por la tarde a un programa de televisión, había sido una invitación de último momento. No solíamos hacer aquellas concesiones, pero el productor era un buen amigo de mi representante y él había aceptado. Tomé la noticia con agrado, pues sinceramente, me agradaba ir a las televisoras porque siempre terminaba haciendo algo inverosímil pero muy divertido. Cuando se está en una banda de rock, no se suele sonreír frente a las cámaras, por lo que disfrutaba pensando que quizá mis fans eran felices viéndome hacer aquellas cosas tan diferentes, me atrevía a pensar que lo consideraban casi mágico.

Me encontraba tras bambalinas a punto de ser anunciado,  era el invitado sorpresa de un show musical, escuché mi nombre y salí a escena, saludé con un gesto sencillo al público, ellos no tenían una idea de cuánto despertaban el deseo de vivir, dentro de mí, yo existía para ellos, para entregarles de vuelta la felicidad y la satisfacción que me habían dado.

No hubiera imaginado lo que ocurriría, pues había un invitado sorpresa más… del que yo no sabía nada. Mencionaron algo sobre un reencuentro sorpresa, y la anunciadora con su amplia sonrisa lo presentó, mientras extendía delicadamente una de sus manos. Del extremo contrario del foro al que yo me encontraba salió él… era él sonriendo y saludando mientras se aproximaba a nosotros con su caminar ágil y su porte varonil, algo salvaje. Llegó hasta donde estábamos la presentadora y yo, él me sonrió y yo también le sonreí, aunque fue más un auto reflejo que algo consiente; después el me abrazó y yo correspondí, mientras sentía como mi corazón llegaba al borde de la arritmia. El hizo una pequeña broma y yo reí… animado… como si no pasara nada, como si estuviera muy feliz de ver a un antiguo compañero, a un querido amigo…

Escuchaba su voz y también la de la conductora del programa, sin embargo, parecían ecos lejanos… yo no me atrevía a verlo directamente, estaba adormecido en el doloroso recuerdo de sus palabras… “no podemos continuar más…”

-¿Entonces J-san…? –Preguntó la conductora- ¿Suele frecuentar a Ryuichi-san desde que Luna Sea se ha separado? –esta pregunta me trajo de nuevo a la realidad del momento, era una pregunta irónica del destino, como si alguien en algún lugar quisiera burlarse de mí.

-Bueno. Creo que todos estamos muy ocupados ahora con nuestros proyectos de solistas, no nos hemos visto mucho por desgracia; pero estamos al pendiente los unos de los otros, estoy enterado de todo lo que está haciendo Ryuichi –dijo sin dejar de mirarme, como si tratara de decirme algo con esa mirada… aunque seguramente era una suposición mía.

-¿Es verdad Ryuichi-san? –me preguntó la presentadora.

-Es verdad –sonreí, como siempre, como si nada- no hay mucho tiempo para vernos, pero yo también estoy al tanto de la carrera de J.

-¿No hay algún otro ex miembro de Luna Sea con quien mantengan contacto? ¿Alguien a quien llamen o con quien hayan coincidido como ustedes ahora?

-Pues Inoran… -dijimos los dos al mismo tiempo, ambos nos miramos, aunque para mí, su mirada tuvo algo indescifrable en ella, algo oculto que no era capaz de ver y que sin embargo; yo sabía que se encontraba ahí. Finalmente ambos sonreímos, quizá nerviosamente.

-¡Qué curioso! Ambos frecuentan a Inoran-san pero entre ustedes no han coincidido –aquello era verdad, pero Inoran era el único además de nosotros que lo sabía todo, era natural que no tratara de juntarnos...

Tras finalizar el programa me encontraba en el camerino que me habían asignado. Yo aún estaba temblando… una vorágine de recuerdos y sentimientos llegó a mí… y todo el peso de una frase devastadora aplastó todo mi ser:

 “Aún no lo has olvidado”.

La ansiedad me invadió mientras miraba la puerta del camerino, deseaba con todas mis fuerzas que él apareciera tras ella… ¿Para qué? No lo sabía o más bien no me atrevía siquiera a formulármelo, por pena y porque aún conservaba mi dignidad. Deseaba que aquel encuentro hubiera movido algo en él… Pensaba en aquello cuando llamaron a la puerta. El sonido salió de en medio de la nada y me hizo saltar. Sin preguntar quién era caminé a la puerta, la abrí y tal como lo había deseado, él se encontraba ahí.

-Ryu… –llevaba las manos en los bolsillos, así era su costumbre. Yo podía saberlo porque lo conocía.

-Jun… pasa por favor –me hice a un lado y él entró.

-Me alegra mucho que estés aquí, no tenía idea que te encontraría en este lugar, pero me alegra –me sonrió al finalizar sus palabras, era la misma sonrisa franca de siempre, no parecía titubear, no parecía estar nervioso, hice un gran esfuerzo para parecer igual.

-También me alegra verte, ver que estás bien. –le dije con completa sinceridad tras lo que logré emitir una sonrisa.

-Lo que más me alegra de vernos es precisamente, poder ver tu sonrisa nuevamente, la última vez que nos vimos estabas llorando y lo que más me pesa es que fue por mi culpa.

-Bueno. Tú también estabas llorando aquella vez. –temblé… todo mi cuerpo tembló, pero rogué que él no haya podido percibirlo.

-Es verdad –sonrió como con algo de pesar- por eso es bueno volver a vernos ahora.

Yo asentí con la cabeza, creo que tenía razón, de pronto pensé que era bueno tener un recuerdo no tan triste como era aquel último.

-Ryu… eres de las personas más importantes para mí…

Mi corazón dio un vuelco. No quería hablar de aquello, pero supuse que no había salida.

-No quiero que estemos distanciados  como lo estamos ahora, he estado a punto de llamarte un millón de veces, pero sentía vergüenza.

¿Qué era lo que él trataba de decirme? ¿Lo que yo había deseado escuchar desde hace tanto tiempo? No lo creía… aunque entonces, no sabía por qué mi corazón latía tan rápido…

-No quiero perder la amistad que nos unió desde un principio, creo que por esta clase de cosas dicen que no debería haber parejas entre amigos, te quiero y no quiero una distancia así entre nosotros, quiero ser tu amigo de nuevo –dijo y me miró a los ojos, su sinceridad atravesó mi corazón como si fuera una lanza con veneno.

Me estaba diciendo que me quería… ¿No era lo que yo deseaba? Me estaba diciendo que no quería perderme ¿No eran esas las palabras que yo había anhelado? Me estaba pidiendo que volviéramos a estar a juntos ¿No era lo que había pedido con todas mis fuerzas?...

 No, esto no era lo que yo deseaba, no de esta forma… no así… sentí como pedazo a pedazo mi corazón se caía a un abismo del que quizá no podría regresar.

-Te quiero demasiado como para dejar que todos nuestros lazos se pierdan –sonreí, a pesar de todo volví a sonreír, y me sorprendí que aquel gesto tan pequeño pudiera ocultar cómo todo dentro de mí se estuviera destrozado- sólo dame un poco de tiempo para poder ser el amigo que deseas.

El me miró y asintió, finalmente me devolvió la sonrisa, después me miró como si estuviera analizando algo y de nuevo noté en sus ojos aquello desconocido que había visto antes.

-Ryu yo… -se quedó meditativo unos instantes, dudoso sobre terminar su frase, yo lo miraba atentamente esperando a que hablara pero finalmente no lo hizo. Hablamos de temas más comunes y neutrales durante aún largo rato en el camerino.

Una hora más tarde después de haberme despedido de Jun me encontraba caminando por las calles, había dado un sinfín de vueltas y perdí el rumbo, como ya parecía mi costumbre. No sabía dónde me encontraba exactamente… el camino se distorsionaba bajo la cortina del dolor.

Finalmente me detuve en un parque y me senté en una banca, como si mis energías para caminar se hubieran terminado. Miré alrededor, había un gran número de personas en el lugar, considerando que no era fin de semana. Me preguntaba si en ese sitio habría alguien capaz de reconocerme, alguien que se acercara a mí saltando y sonriendo… quizá en el fondo lo deseaba, pero eso no sucedió.

Perdí la noción del tiempo en aquel lugar, pero cada vez había menor número de personas. El sol se había ocultado tras una nube de tormenta; a pesar de eso no tuve deseos de moverme de ahí. Miraba el cielo fijamente cuando mis ojos derramaron un par de lágrimas,  las palabras devastadoras de Jun se repitieron como un eco que hacía temblar todo dentro de mí, y como si eso hubiera sido una señal, la lluvia comenzó.

Jun quería ser mi amigo… lo que significa que no deseaba volver a ser lo que éramos antes, esa sola idea era tan devastadora que sentía que no podría con ella; sentía que todo alrededor se caía a pedazos y que yo en medio de todo me consumía como derretido por lava hirviendo. Durante casi un año había albergado una esperanza secreta que finalmente había sido destruida, y yo no sabía qué hacer para que aquella destrucción no me alcanzara por completo.

Hacía rato que la lluvia había comenzado, yo permanecía inmóvil en el mismo lugar, ya nadie quedaba en el parque, o eso fue lo que creí, porque sin darme cuenta, alguien me miraba seguramente esperando algún tipo de reacción de mi parte, y al no verla, dijo:

-Parece que la lluvia siempre te trae como regalo.

Levanté la vista y lo miré, al verlo sentí un gran alivio difícil explicar, quizá porque había llegado a romper mi profunda soledad y el ambiente de tristeza. Se sentó a mi lado con las manos en los bolsillos de su chamarra y simplemente aguardó conmigo en silencio.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).