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The story of us por SiluetaDeCera

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Notas del capitulo:

La canción se llama "In your arms" de Stanfour. 

Y no es que crea que les va perfecto a ellos, si no que quería poner esa cancion en un fic porque ME ENCANTA!

 

A Sucrette se le había ocurrido la brillante idea de festejar San Valentin entre amigos, ya que la mayoría no tenía pareja. Claro que no podía no invitar a Rosalya porque si no la mataría. 
En fin. A Kentin no le agradaba mucho la idea.
No era porque no quisiera verlos, solo no quería ver a uno:
Alexy.
Ese chico lo estaba volviendo loco.
Al principio se había acercado criticando su ropa, luego comenzó a acosarlo, hasta pegarse como un chicle. Pero eso no era lo que más le molestaba. ¡Odiaba el hecho de estar enamorándose de él! 
Se supone que había vuelto para conquistar a Sucrette, pero el maldito peliazul hizo que se olvidara de ella.
Todo había empezado un día en el instituto, un profesor no iba a llegar y se pusieron a jugar a la botella.
Kentin no sabía porqué había aceptado, tal vez tenía la esperanza de besar a Sucrette. Pero no tomó en cuenta que había demasiada gente como para que justamente le saliera Sucrette a la primera.
Había sido un juego largo hasta que le tocó a él por fin. No esperaba que le saliera aquel peliazul molesto.
Rodó los ojos y miró a Sucrette. 
- ¿No puedo girarla otra vez?
- ¿Lo dices encerio, Kentin? Olvídalo, bésalo o, si quieres, quítate una prenda de ropa.
Ella lo miró con satisfacción, como si estuviera esperando su dosis de besos gay, segura de que Kentin elegiría besarlo antes que quitarse la ropa.
Se equivocó. Se sacó la musculosa negra que traía quedando con el pecho descubierto. Esta vez fue él quién la miró con satisfacción.
- ¿Quien sigue?
Continuaron mientras Kentin se hundía en sus pensamientos. Pero salió de ellos cuando vio que la botella giraba hasta detenerse en él.
Sucrette le sonrió con satisfacción de nuevo.
No podía tener tanta mala suerte.
El peliazul lo miraba fijamente con una sonrisa. Por un momento pensó en la posibilidad de que Alexy se quitara algo y no lo besara. Pero todos en la habitación se daban cuenta de que a Alexy le atraía Kentin.
El peliazul se acercó a él y todos se les quedaron mirando. Kentin no podía creer eso. Su primer beso sería un ese chico.
Cerró los ojos con fuerza y esperó que Alexy atacara.
Sintió unas manos agarrar su cara, acariciar suavemente sus mejillas.
Un escalofrío le recorrió el cuerpo.
De pronto sintió algo húmedo tocar sus labios. Al principio solo un pequeño contacto, luego aquello se presionó más fuerte.
Sabía dulce, como si los hubiera bañado en azucar. Pero se retiró rápidamente, cuando Kentin pensó que el chico aprovecharía al máximo la situación. 
Abrió los ojos encontrándose con el peliazul volviendo a su lugar.
Desde el toque mágico de los labios de Alexy, no puso volver a pensar en otros que no fueran los de él. 
Los días pasaron desde esa vez y cada vez fue sintiendo cosas más grandes por el chico.
Parecía una maldición, lo veía en todas partes. Se lo encontraba caminando en el centro comercial cuando acompañaba a su madre de compras. Además de que tenían todas las clases juntos.
También hubo un día en el que se quedó dormido debajo de la escalera. Estaba cansado porque no había dormido estudiando para el próximo examen. 
En eso escuchó unos pasos que se detuvieron junto a él. 
- ¿Ken? - Lo llamó la voz del chico que lo mantenía despierto varias noches.
- Te dije que no me llamaras así. 
Alexy se sentó a su lado y lo miró con una sonrisa típica suya.
- ¿Que estas haciendo aquí? 
Suspiró. 
- Estaba durmiendo. 
- ¿No has estado durmiendo bien?
Kentin negó. 
- ¿Porqué? 
'Por ti, siempre estas en mi cabeza'
- Los exámenes - Respondió. 
No era del todo una mentira.
- Creo que será mejor que vayas a dormir en tu casa. Ya terminaron las clases.
- ¿Qué? ¿tanto estuve durmiendo?
Alexy asintió. 
- ¿Tienes algo para comer? - El estómago de Kentin rugía como los leones. No podía creer que había dormido en el instituto por unas horas. 
- No tengo nada. Solo una botalla que antes tenía agua - Se la mostró, luego Kentin la agarró y la dejó en el suelo. La hizo girar.
Eso le recordó al estúpido juego de la botella, donde su primer beso cayó en los labios del peliazul. 
La botella giró y giró hasta detenerse cinco centímetros antes de Alexy. Con el dedo movió la punta de la botella de modo que le apuntó al peliazul.
Alexy lo miró, el castaño lo miraba también. 
Se acercó al chico.
- Se ve que ahora es mi turno de besarte.
Pegó sus labios presionando suavemente el principio, solo para después presionar más fuerte.
Era tanta la calidez y la dulzura de los labios de Alexy que Kentin se olvidó por completo de que su estómago reclamaba comida. De todas maneras, segundos después, comenzó a morder los labios del peliazul como si quisiera comerlo. 
Continuaron así durante mucho tiempo, viéndose a escondidas y besándose. 
Pero Kentin nunca había confesado sus sentimientos. Tampoco esperaba que Alexy le correspondiera. Si bien se buscaban y se besaban como si no hubiese un mañana, eso no quería decir que a Alexy le gustara de esa forma.
Por eso le resultaba horrible tener que verlo en San Valentin, el día de los enamorados. 
Pensó en no ir, pero sabía que Sucrette lo buscaría para llevárselo a rastas al bar.
No es que fuera un bar propiamente dicho. Era algo así como un bar y discoteca, algo de karaoke y una habitación grande en donde se festejaban cumpleaños o algo así. 
Estaría repleta de gente buscando pasar un feliz Día de San Valentin.
Pero se alistó y no opuso resistencia. Se vistió casual, pero usó la ropa más nueva que tenía. No es que quisiera verse bien para Alexy, claro que no. No, no.
Cuando Sucrette lo fue a buscar se percató que en el mismo auto habían como cinco personas más. Nathaniel, Kim, Violeta, Castiel y Lysandro se encontraban junto a ella. Estaban todos apretujados, menos Castiel, que iba de copiloto. 
- Sube, Kentin - Le dijo Sucrette con una sonrisa.
- Su ¿no son muchos?
Sucrette parecía recién haberse percatado de ello.
- Está bien. ¡Nathaniel, sal del auto!
- ¡¿Qué?! ¡¿Vas a echarme?!
- Relajate. Ven de copiloto. 
Castiel intervino.
- ¿Que estas diciendo? Yo estoy de copiloto. 
- Van a tener que apretujarse un poquito para estar ambos adelante.
- ¡Estás loca! ¡Voy a ir a pie! - Gritó nathaniel.
- Que te diviertas caminando cuatro kilómetros - Se burló Castiel. 
- No hace falta. Voy a ir caminando yo, tranquilos - Se ofreció Kentin.
- Nos salvaste la noche - Dijo Castiel sarcásticamente.
- ¿Seguro, kentin? - El tono de voz de Sucrette era de preocupación. 
- Claro. Encontraré un modo de llegar. Nos vemos allá. 
El auto arrancó y la mente de Kentin vagó entre las soluciones. Solo encontró una opción: caminar.
El autobus podía ser peligroso a esa hora de la noche. Aunque caminar tampoco es lo más seguro. Pero sabía cómo defenderse.
Ya pasaba por el parque cuando se decidió a no hacer nada estúpido. 
Vamos, tenía que dejar ese tonto juego con Alexy. No podía seguir besándolo como si no sintiera nada.
Tenía que parar.
Las calles eran oscuras y se sentía desorientado. Pero no podía regresar a casa en ese momento. Tenía que llegar. No pensar en ese chico. Tenía que idear un plan para sacarlo de su cabeza. 
Tal vez debería empezar por no idear un plan, porque estaría pensando en él. 
Estaba perdido en sus pensamientos cuando notó que un auto frenó violentamente junto a él. 
El corazón le latió fuerte contra el pecho cuando una mano lo jaló adentro del auto con fuerza.
- ¿Estas loco? - Preguntó molesta una voz conocida.
Muy conocida.
La luz del interior del auto se encendió iluminando la cara de dos chicos casi idénticos. 
- ¿Pero qué...?
- ¿Tienes idea de lo peligrosa que es esta zona? - Gritó Alexy con la voz cargada de preocupación - podrías haberme llamado para ir a buscarte. Podrían haberte secuestrado. 
- Esto es un secuestro. Puedo ir perfectamente por mi cuenta.
- Es tarde para ir por tu cuenta. Además es un trayecto muy largo.
- No tienes que hacer esto.
- Claro que si. Me preocupo por ti. Y voy a hacerlo, no hay vuelta atrás. 
Dicho eso, arrancó el auto. Siendo imposible salir. Armin a su lado estaba jugando videojuegos.
Llegaron y todos los esperaban en una mesa cercana a un escenario. Sucrette se encargó de saludar a los recién llegados.
Luego de un rato ya estaban medio ebrios, incluso algunos completamente ebrios.
Como Sucrette, que no dejaba de hablar y hablar, más de lo normal.
O Nathaniel, que no dejaba de llorar contra el hombro de Kim. Ella trataba de empujarlo, pero solo hacía que se pegara más. 
- Yo me encargo de él - Le dijo Castiel agarrando al rubio de los hombros y llevándolo al baño. 
Lysandro estaba completamente sobrio, Iris lo había convencido para que cantara algo sobre el escenario, también había logrado convencer a Armin de hacer un dueto con el albino. Aunque fue complicado pornerse de acuerdo con una canción. 
Lo bueno fue que Kentin estuvo ignorando a Alexy, y éste tampoco lo buscó. No sabía si sentirse aliviado o preocupado.
Los dos, supuso. Pero quería pensar que Alexy se sentía igual. Ojalá lo supiera. 
No estaba ebrio, pero estaba seriamente pensando tomarse unos tragos, especialmente cuando giró la cabeza hacia la pista de baile y vio a Alexy hablando animadamente con un chico. ¿Celoso? No es que lo fuera realmente. Ni que se estuvieran besando o algo así. 
No le gustaba eso de "ahogar las penas en alcohol", pero ¿Qué mas daba?
Iba a agarrar una botella cuando alguien le agarró la mano.
- Quiero hablar contigo - Era el mismísimo peliazul. 
Tiró de él hasta un lugar alejado. Un pasillo oscuro.
- ¿Que es lo que quieres?
- ¿Me estás tratando de ignorar o algo así? 
- ¿De que hablas? Tu eres el que está por ahí bailando con quien se te de la gana.
- De eso se trata. Estamos aquí porque no tenemos parejas. Se supone que venimos a divertirnos.
- ¿Yo no soy suficiente?
Al instante quiso taparse la boca y salir corriendo. También quiso golpearse, incluso golpear a Alexy.
Pero se quedó quieto por un rato. Al igual que el peliazul. 
- ¿Que...?
Antes de que pudiera continuar, Kentin salió corriendo hasta perderse en la pista de baile.
No podía creer que había dicho eso. Quería hundirse.
Se había hundido, en realidad. 
Sentía que la cabeza le daba vueltas, la gente moviéndose no le hacía sentirse mejor. 
Cuando sintió que la zona era segura, volvió a su mesa con sus amigos. 
Sintió una presión dolorosa cuando no vio a Alexy ahí, fue como un recordatorio de que se estaba divirtiendo con otros chicos por ahí.
- Kentin ¿Estas bien? - Preguntó una muy ebria Sucrette. 
- Si. Pero quiero irme a casa ahora. Volveré caminando.
- Pero son las cuatro de la mañana, Kentin. Deja que Alexy y Armin te lleven, yo lo haría, pero tendríamos un serio accidente de tránsito.
- Está bien. Puedo ir a pie.
- No, no. Rosa te puede llevar, seguro. Oh, creo que alguien lleva a Iris a su casa. Oh, espera. Estoy demasiado ebria para procesar todo. Pero creo que es un peligro ir solo.
- Puedo protegerme solo. Hasta pronto, Su.
- ¡Adios, Kentin! 
Se puso su abrigo y se dispuso a salir del lugar, cuando la música se detuvo y una voz habló por el micrófono. 
- ¡Hola! Bueno, como verán, estoy sobre el escenario - El castaño se dio vuelta, solo para ver a Alexy hablando por el micrófono - Quiero cantarles una canción. Bueno, no a ustedes en realidad. Pero sí a alguien. Espero que no se haya ido.
Una música suave comenzó a sonar por los altavoces. Segundos después una voz poco armoniosa comenzó a cantar.

I'll keep going on
It's just another one
With another song
Wants to be the only one for you

Just another guy
Blinded by your smile
Just a lonely heart
Can't stand this aching feeling we're apart, apart

Los ojos rosa se fijaron en los verdes. La sonrisa del peliazul se amplió. Kentin casi amplía la suya.

Let me sleep in your arms
Let me breathe this clean bright light surrounding you

I know I'm not smart
But still I'm trying hard
Let me be your guard
Protecting you, my angel, from the dark

I will not pretend
That I'm just a friend
My deliverance
Will you think about me every now and then
When I call again

Sabía perfectamente que sus amigos los miraban, pero a Kentin poco le importó. No quería seguir ocultando esos sentimientos. 
La gente a su alrededor comenzaba a darse cuenta de a quién iba dirigida la canción, incluso vio al chico que había estado conversando con Alexy fulminandolo con la mirada.

Let me sleep in your arms
Let me breathe this clean bright light surrounding you
Let me dream in your arms
Let me breathe this clean bright light surrounding you

El corazón le latió tan rápido que se sentía mareado. Pero no podía despegar sus ojos del peliazul. Estaba correspondiendo a sus sentimientos. Una sensación cálida lo invadió. 

In your arms
Let me breathe 
In your arms
Let me sleep
This clean bright light surrounding you
In your arms just in your arms.

Se escucharon unos aplausos y después Alexy se bajó del escenario. 
Kentin no sentía que pudiera hablarle. Aún quería escapar.
Pero ya no podia, Alexy estaba a dos metros de él. 
Un metro.
- ¿Te gustó? 
Sentía que no podía emitir palabras ¿Que quería hacer? Cerrar la distancia entre los dos.
Estuvo debatiéndose entre correr o confesarse. Sintió que el tiempo pasaba rápidamente. Sintió como si horas cayeran en sus hombros como segundos.
Se acercó a él y le sonrió levemente. Que bueno que las luces eran bajas, o se habría notado su sonrojo.
- ¿Quieres salir conmigo? 
Notó que era una pregunta inesperada para Alexy, por lo que la respondió él mismo besándolo. Si le correspondía, sería un si. 
Efectivamente fue una afirmación. 
Sus brazos rodearon el cuerpo del peliazul. Alexy le enredó los dedos en el pelo. Aunque Kentin era más bajo que Alexy eso no le quitó la magia al beso.
Fue perfecto.

Notas finales:

Espero que haya gustado.


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