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Bienvenida a casa. por ROOM

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Notas del capitulo:

Yo, he vuelto.

POV Autor:

Sólo habían pasado dos días, Bepo estaba más que feliz, cuidaba de las tres niñas, jugaba y les enseñaba los mapas que hacía como navegante.

Penguin y Sachi también estaban muy al tanto de ellas, hasta el punto de leerle libros, especialmente a las dos más pequeñas.

Flashback:

-          ¿Ne, Penguin, Sachi, que hacéis? - preguntaron la rubiecita junto a la peliazul.

-          Leemos libros.

-          ¿Libros, qué es eso?

-          Esto es un libro, se leen, tienen historias de todo tipo: aventuras, romance, mitología, hay de todo tipo de cosas- Penguin le contestó a las niñas y sonrió al ver el brillo y la emoción en sus rostros.

-          ¿Podemos leer con ustedes? Ne, Penguin, léeme un libro de mitología- la rubia se le arrimó y le sujetaba las manos, la peliazul hacia lo mismo con Sachi.

-          Sachi, Sachi, a mi léeme uno de lenguas antiguas, porfa porfa.

-          Jeje, claro, vamos a buscarlo.

Fin Flashback

La escarlata casi siempre estaba con sus nakamas, pero a veces prefería irse con Bepo a cualquier otra parte del submarino, le relajaba estar con el oso.

-          ¡¡WAAAAA!!

-          ¿Bepo?

-          Aaahh, rompí otra cosa….. lo siento- Bepo siempre ha sido algo torpe, mucho…. Trafalgar entró a la habitación.

-          Bepo- suspira y recoge la linterna destrozada- Ten más cuidado, nos dejarás sin transporte un día de estos- estaba a punto de botarla cuando la pelirroja le detiene.

-          Déjame ver- la toma en sus manos y la observa minuciosamente, comienza a desarmarla y a cacharrear las piezas, a los minutos la vuelve a armar y se la da a Trafalgar.

-          Funciona- estaba impresionado- Vaya, enana, no sabía que eras buena reparando cosas- sonrió socarronamente. 

-          Me entretiene y me gusta, no es para tanto- la pelirroja alzó los hombros pero el brillo en los ojos y la concentración que puso en reparar el objeto demostraban que no era un simple hobby.

-          Mmmm…. Hay un montón de basura que Bepo me ha hecho acumular, puedes entretenerte con eso si quieres.

-          Suena bien, vamos, Bepo- la niña agarró al oso  y éste la guió a la habitación.

-          ……. Bepo…… ¿Cuántas cosas rompes al día?- una gotita caía por la nuca de la niña.

-          Lo siento….

-          Deja de disculparte, aaahhh, en fin, veré que hay aquí.

La sala estaba llena de chatarra, realmente el oso era un desastre…. Mejor para ella, podría divertirse haciendo objetos nuevos, amaba desarmar y armar las cosas, en la celda siempre que encontraba algún pedazo de metal lo transformaba en un muñeco para sus amigas o en cualquier otra cosa.

Llevaba al menos unas dos horas en la sala, Bepo le había dado espacio y nadie le había molestado en todo ese tiempo, no había notado nada de esto.

-          La cena está lista- la voz de Bepo le distrajo y se cortó con un pedazo de metal.

-          Tsk…

-          ¡¡WAAAA TU MANO ESTÁ SANGRANDOOO!!- Bepo comenzó a correr como desquiciado por todos lados.

-          Bepo, no es para tanto, solo es un corte en la mano, no es el primero que me hago, solo me lavaré un poco e iré enseguida. Espérame en la cocina- sin decir más salió y dejó al oso solo.

En la cocina ya estaban todos, en cuanto la pelirroja llegó sus amigas saltaron sobre ella.

-          ¡Onee-san, tu mano, estás herida!

-          No es nada, solo es un rasguño, vamos a cenar.

-          P-pero- era perder el tiempo, la mayor se sentó y comenzó a comer ignorando a los demás.

Trafalgar observaba su mano, ciertamente no era un corte grande pero parecía profundo, lavarla solamente no la curaría. Cuando todos terminaron fueron dejando la cocina, dejando al capitán y a la niña a solas.

-          Trafalgar, me has estado mirando durante toda la cena- Law alzó una ceja y le respondió con tono indiferente.

-          Si no te curas la mano podría infectarse, déjame ver.

-          Ya dije que solo fue un rasguño, ni que la fuera a perder por eso.

-          En realidad, si se infecta sí podrías perderla, no creo que quieras llegar a esos extremos ¿Cierto?

-          Tsk…. Eres realmente molesto- la niña tendió su mano a Law y éste la observó minuciosamente.

-          Ven conmigo a la enfermería, te atenderé allí.

Pasaron unos minutos en total silencio, Trafalgar le curaba la mano y se la vendaba, recogió todo su instrumental y se volteó a ver a la niña.

-          Ya está listo.

-          ……………- Law alzó una ceja ante la imagen, la niña miraba su mano con la cabeza gacha, no se esperaba ese comportamiento, la pequeña se levantó y antes de salir de la habitación, sin voltearse, le dijo.

-          Trafalgar………gracias…….- y salió corriendo de allí, dejando a Law parado en medio de la sala con una sonrisa burlona.

-          Fufufu, que tierna.

El resto de los días no fueron muy diferentes, las dos más chicas no se separaban de Penguin y Sachi y Bepo no se les despegaba.

La pelirroja se encerraba en la sala de cachivaches, pero pasaba más tiempo en la enfermería, se cortaba constantemente, si no buscaba a Law para que le curase éste solo aparecía “mágicamente”. Siempre terminaban de la misma manera, ella dándole unas escuetas gracias para después salir corriendo y él riendo burlonamente.

Se acercaban a una isla, Bepo informó que estarían en unas horas en el puerto, pero las cosas no salieron como esperaban.

-          Capitán, hay varios barcos marines anclados en el puerto, pero no creo que sean problema. ¿Y las niñas?

-          No desembarcaremos aquí- la mayor respondió y tenía a las otras dos detrás de ella.

-          ¿No querían desembarcar lo más rápido posible?- Bepo las miraba confundido, Trafalgar no dijo nada, la expresión seria de la mayor y las otras escondidas a su espalda confirmaban lo que pensaba.

-          Están huyendo….- Law formó una sonrisa socarrona y se volteó a la pelirroja- ¿Ooohhh acaso me has cogido tanto cariño que no quieres irte?

La expresión de la niña pasó de ser seria a una de incredulidad y finalmente a una de furia mal contenida, las venas de su frente estaban a punto de explotar y se sonrojó tanto que su cara competía con su cabello.

-          Si serás…..eres…. ¡ERES UN MALDITO CABRÓN, TRAFALGAR!

-          Fufufu, te volviste a sonrojar, fufufu- Volvió a la normalidad- Bepo, sigamos de largo.

-          Tenemos otra isla cerca, serían unas tres semanas de viaje, es más probable que no haya marines en la zona.

-          Bien.

Penguin y Sachi reían a carcajadas con la escena, Bepo estaba nervioso por el aura asesina de la pelirroja y las otras dos pequeñas aún no se creían lo que pasaba, un día de estos su onee-san iba a matar a Law…. Nada más de pensarlo les caía una gota de la nuca, al menos podrían estar más tiempo con los otros chicos y eso les hacía felices.

La escarlata echaba humo por las orejas, caminaba soltando todo tipo de maldiciones a Trafalgar hasta llegar a su lugar de entretenimiento, al menos ahí se relajaría un poco, sin embargo, la persona que menos quería ver en ese momento le esperaba dentro.

-          ¿Pero qué….? ¿Es que acaso no te cansas, Trafalgar?

-          Fufufu, la verdad es que es muy divertido molestarte, pero esa no es la razón por la que vine- su cara se volvió seria, dándole a entender a la niña que no estaba bromeando.

-          Tsk…no des tantos rodeos y dilo ya.

-          ¿A qué le huyen?

-          ¡…! ¿Qué te hace pensar que huimos de algo?- Mierda…. ¿por qué tenías que preguntar eso?

-          Sois muy obvias, nada más mencionamos a los marines y vuestras reacciones no son las mejores- la expresión de Law se volvió aún más seria- ¿Os hicieron algo?

-          Eso no es de tu incumbencia.

-          Responde- la pelirroja se exaltó, la voz de Law sonaba a orden…. Un muy grave error, nadie le daba órdenes a ella.

-          No me des órdenes, Trafalgar.

-          ¿….?-¿Qué coño?- suspiró- Tendré que ceder un poco- alzó las manos como rindiéndose y volvió a intentarlo- Con un sí o un no es suficiente.

-          …….. Sí, no queremos tener nada que ver con marines….. Nosotras…. odiamos a los marines- lo último lo dijo con tanto desprecio que no dejaba lugar a dudas al respecto.

-          Ya veo….eso es todo, puedes seguir con lo que querías hacer- Law se retiró de la habitación dejando a la niña sola con sus pensamientos.

-          Jodido Trafalgar….ni que te preocuparas por mí….médico idiota….

 Durante la primera semana de viaje todos notaron el cambio en la relación entre el capitán y la taheña, él seguía tocándole las narices y ella mandándolo a la mierda pero se notaba que lo disfrutaban más que antes, era una necesidad en ellos y era su forma de mostrar preocupación o cualquier otra emoción.

 

Flashback:

-          No sé cómo te las arreglas para cortarte tanto.

-          Cállate, Trafalgar, solo son rasguños, tú eres el que insiste en curarme cada vez que pasa.

-          Y pasa muy seguido, no creo que seas tan torpe- mostró una sonrisa con una mezcla de burla y sorna- ¿Acaso lo haces para venir a verme? Sí que eres tierna fufufu.

-          ¡NI QUE QUISIERA VENIR A SOPORTARTE, CREÍDO!

-          Fufufu, como digas, e-na-na….

-          ¡¡¡¡TRAFALGAR BAKAAAAA!!!!

Fin Flashback

En la segunda semana la pequeña tuvo un accidente cuando reparaba un objeto, una piececita salió desprendida directo a uno de sus ojos, le dolía como mil demonios y maldijo a todo lo que se moviera, ante el escándalo Law fue a ver qué ocurría. Abrió los ojos como platos al ver sangre escurriendo de su ojo y las manos llenas de sangre, en dos segundos ya estaban en la enfermería y estuvo al menos una hora curándola y quitándole toda la sangre del rostro y las manos.

-          ¿Y bien? ¿Vas a decirme qué pasó?

-          Una pieza saltó a mi ojo.

-          Tan clara como siempre….- Bueno, lo tendrás vendado por una semana como mínimo, sangraste mucho y tienes algunos cortes en la retina, no perderás la vista ni el ojo, tuviste suerte.

-          Mmmmm….- asintió la niña. Él la observó por un tiempo y suspiró, un día de estos ella terminaría sin una parte de su cuerpo haciendo trastadas.

-          Ten más cuidado la próxima vez, los ojos son muy delicados y si los pierdes será un problema. Toma un baño, tienes sangre en la ropa.

-          Tsk…no me des órdenes- saltó de la camilla y volvía la escena de siempre- Gracias, Trafalgar- y salió corriendo.

Ya estaban en la última semana del viaje, la pelirroja ya no tenía la venda y Trafalgar seguía con su rutina de curarle siempre. Sin embargo, un día que leía sus adorados libros de anatomía ella se le acercó y le miraba con curiosidad, Law desvió la vista de su lectura y le prestó atención.

-          ¿Otro corte?

-          No. ¿Qué lees?

-          Un libro de anatomía y disección.

-          ¿Es entretenido?

-          Si te gusta diseccionar cuerpos, abrirlos y despedazarlos, sí.

-          Mmmm…. ¿muestra los puntos débiles del cuerpo?- Trafalgar alzó una ceja ante la extraña pregunta.

-          Sí, los muestra. ¿Por qué?

-          Sería bueno saberlos cuando pelee con alguien. ¿No te parece, Trafalgar?- la sonrisa ladina que mostró la taheña contagió al moreno.

-          Fufufu, por supuesto.

-          Entonces ¿Me enseñarás?

-          Claro- se acomodó en su sofá y la pequeña se sentó a su lado, se inclinó hacia el moreno y este comenzó a leerle el libro. La escena hubiese sido tierna sino le estuviese leyendo un puto libro de anatomía y disección humana….

Así pasó este último tiempo que estarían juntos, Penguin siempre estaba con la rubiecita y Sachi con la peliazul, nunca se separaban hasta el punto de tener que llevarlas a la cama a dormir, habían formado un lazo fuerte.

Trafalgar al comenzarle a enseñar a la pelirroja tampoco se separaban, el gusto por despedazar cuerpos los hizo más cercanos, no pregunto cómo una niña de su edad querría saber cómo matar a alguien, no era nadie para juzgarla, pero al menos sabía que si le enseñaba sobre el tema al menos podría defenderse hasta que creciera. Su interés por la mocosa comenzó a aumentar, ya no era solo un tema de picarle, le gustaba su actitud fría ante los demás pero a la vez lo explosiva que era, su manera de sonreír con esa mezcla de burla y sorna, la forma en que salía corriendo de la enfermería sin verle la cara después de curarle, la concentración y el empeño que ponía en su afán de reparar cosas, y lo nuevo ahora, el interés que mostraba en medicina aunque fuese con fines de pelear. Para Trafalgar Law esa mocosa era como verse en un espejo, lo que le hacía pensar si debía hacer algo ante ello.

Por parte de ella, se preguntaba qué hacer, sus nakamas era obvio que no querían separarse de los jóvenes ni del oso, la verdad es que ni ella quería dejar el lugar donde se había divertido tanto y aprendido cosas nuevas, pero lo que más le perturbaba era la necesidad que estaba teniendo de estar más cerca de Law, la seguridad que él desprendía le daba serenidad y se sentía segura. No le pidió nada a cambio de cuidarlas, le enseñó de medicina, le curaba, y lo más importante para ella era que no le juzgaba. Ella….no quería irse.

Era la última noche, y se notaba la tensión en la mesa, apenas conversaban y el ambiente ameno que siempre tenían se había ido al caño, las más chicas apenas probaban bocado, los dos cercanos a ellas les miraban con deje de tristeza, Bepo estaba depresivo y Jean Bart solo observaba la situación, los únicos que mantenían una actitud indiferente eran el moreno y la taheña, pero eso no quería decir que no estuvieran pensando en la situación, probablemente, eran los que menos querían que fuese mañana.

Notas finales:

Bien, en estos días escribiré el otro cap fufufu si os gusta decirdme, soy toda oídos, chauuu


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