***SEGUNDA PARTE***
ÚLTIMO VISTAZO AL RELOJ
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Cap. 16.- Como me enamoré de ti.
21:16 pm
Billy y Rachel son grandes personas, siempre se han preocupado por su familia, aunque durante los últimos años no se han visto, Jacob es muy afortunado de haber crecido en ese ambiente. No me queda duda de que él será una gran influencia sobre nuestro hijo o hija. Solamente acompañe a mi nueva familia hasta un camino visible, de todas formas Paul y Embry están cerca y los cuidarán hasta que lleguen a su hogar.
Los pensamientos de Rachel eran muy alegres, se le hace ilusión tener una sobrina a la cual vestir con ropa rosa, aunque eso disguste a Jacob, a mi no me molesta tanto de que color la vallan a vestir si fuera niña, lo único que me preocupa es lo que pueda ocurrir a la hora del nacimiento ya que aunque Jacob intenta disimularlo sé que la hora se aproxima y que está asustado, igual o más que yo.
El último año ha sido muy difícil, empezó en el momento en el que Jake fue a advertir a Bella acerca de nosotros, cuando olí su aroma supe que mi vida había cambiado para siempre, que quería a ese chico compartiendo la eternidad conmigo; mi instinto lo sabia pero mi mente no lo aceptaba ya que fui criado de cierta manera y eso me impedía albergar sentimientos hacia otro hombre, era un pecado demasiado grande. Me llevó bastante tiempo el aceptar que si había decidido confiarle a Bella el secreto del vampirismo debido a que la quería, podía darle una oportunidad a mis sentimientos, que son mucho mayores, por Jacob, ya había pasado mucho tiempo por lo que creí que nunca volvería a tener sentimientos humanos.
Cuando le confesé a Bella que su amigo me gustaba no le importó saber que Victoria la buscaba, simplemente tomó sus cosas y se marchó de vuelta con su madre; por una vez en mi existencia que me decidía a ser sincero resultaba en perder a alguien que había aprendido a apreciar. Le había pedido a Alice que me mostrara el futuro de ella, resultó que Bella iba a estar mucho mejor sin mi.
Sabía que no podría acercarme nunca a ese chico, no iba a la escuela en Forks, pero sabia cosas de él, como por ejemplo: los viernes después de la escuela, en La Reserva, llegaba tarde a casa porque paseaba en Forks con Quil y Embry, llevaban ocasionalmente a Seth, un chico orgulloso de las costumbres de su pueblo es por ello que le gustaba su cabello largo; los sábados temprano le pedía a Sam o a Harry Clearwater que lo llevaran al depósito de autos usados por refacciones ya que planeaba ser mecánico, le había leído la mente tantas veces que lo imaginaba con su negocio andando, ya que no podría pagar la universidad a menos que obtuviera una beca pero sabia que jamas podría dejar a su papá solo, no haría lo que hicieron sus hermanas.
Pero Victoria regresó, supo que Bella se había ido, que ya no era mi pareja. La seguimos por el bosque que rodea la casa Swan hasta la frontera con los quileutes, en ese entonces ya habían tres lobos, Sam, Paul y Jared, casi entramos en conflicto, de no haber sido por Carlisle y el líder de consejo de la tribu, el viejo Ateara, nuestra vida en Forks hubiera terminado para siempre. Tuvimos que explicar todo acerca de la amenaza que se cernía sobre todos, por supuesto que no nos creyeron, pero cuando ella volvió a rondar por las noches la casa Black supieron que no mentíamos y quien era su próximo objetivo... Jacob Black. Lo más extraño es que no se sabía el porque iba tras él, es por ello que tuve que confesar mi secreto, que me había enamorado del chico que solo me había mirado una vez, pero que yo seguía mirando.
Con la amenaza bajo su cabeza la transformación de Jacob fue inminente, sucedió un mes después de aquella insólita reunión y sabia que con ello el abismo que nos separaba se hacia cada vez más imponente. Él ya no iba a tener los mismos sueños y para colmo odiaba a todos los vampiros por convertirlo en algo que nunca pidió ser pero amaba sentirse parte del bosque, ser su guardián, eso si, me odiaba más a mi por haber alejado a Bella, la chica que le gustaba.
La primera vez que se encontró frente a frente con su amenaza la siguió hasta la frontera con Canadá, ella quería separarlo de su manada y casi lo logra. Fue una fortuna que los sabios de la tribu decidieran que el lugar más seguro para él era la casa Cullen si tambien la vigilaban los lobos, cosa que no fue bien vista por todos en la familia y más cuando se enteraron que estaba enamorado de Jacob, pero la palabra de Carlisle lo es todo en nuestro clan, él estuvo de acuerdo en apoyar a la manada, de todas formas era nuestra culpa que Victoria estuviera tras uno de ellos, el único que no estaba contento, claro está, fue Jacob. No podíamos decirle que ella iba tras él por el simple hecho de que quería venganza contra mi.
Su llegada a la casa revolucionó todo en mi, Jasper se apartó considerablemente, no quería estar cerca cada vez que Jake y yo nos encontrábamos en el mismo espacio, y valla que era seguido ya que compartíamos cuarto. Adoraba mirarlo, aunque siempre tuviera el ceño fruncido y una mueca de asco total. Sus pensamientos eran lo mejor, siempre lograban sacarme una sonrisa, sus acciones nos hacían sentir normales, como si fuéramos humanos, la casa tomo otra perspectiva ya no era solamente la fachada de una familia, ahora con su llegada se sentía como un hogar verdadero; aunque él siguiera refunfuñando acerca de su suerte.
Entonces sucedió, Jacob solo buscaba una excusa para irse y valla que la encontró. Saltó desde la ventana de nuestro cuarto con rumbo al bosque, personalmente nunca lo había visto en su forma de lobo, la cual he de decir es majestuosa, así que me tomó bastante tiempo el seguirlo después de avisar a los de la manada que se encontraban cerca. Cuando llegué junto a él mis mayores miedos se hicieron presentes, Victoria le había mordido y se estaba muriendo, estaba perdiendo a la persona que quería sin haber estado junto a él. Intenté salvarlo, no podía dejarlo ir tan fácilmente y cuando estuvo a salvo me sentí aliviado.
Seis días pasaron para que volviera a ver sus ojos algo confundidos, algo en mi interior saltó debido a nuestra conversación y sus lágrimas saladas fluyeron con miedo, ese tímido "gracias" fue lo que desató el final de mi cordura, el abrazo me unió al alma de Jacob y ese beso en sus labios después de que él se quedó dormido fue lo que selló mi destino.
Abrí la puerta de nuestra casa, Jacob se encontraba apurado en envolver los regalos que le faltan para navidad, me quité la nieve de los zapatos en el tapete antes de entrar y recargar mi barbilla en su cabello.
-¿Para quién es ese regalo?- mi duda surgió ya que mi pareja estaba tarareando una canción en su mente. Jake tardo un instante en responder ya que estaba decidiendo que hoja de periódico usar para envolverlo mientras seguía cantando.
-Es un diario para los bebés.
Su respuesta fue simple, finalmente decidió que la sección de cultura era buena para el propósito. Mientras doblaba y pegaba el papel seguía repitiendo la única parte de la canción que casi se sabía: el coro.
"So, just give it one more try mmm a lullaby. And turn ... on the radio. If you can hear me now, mmm you know that your not alone. "
Había algo en esa canción que no me daba buena espina pero lo dejé por la paz ya que Jake tiene sus manías, hace una semana se la pasó cantando Humpty Dumpty hasta el hartazgo.
-Tengo hambre-fue lo que dijo cuando estaba atando un moño rojo hecho por él mismo con listón, rematándolo con un pino de papel verde - comida china estaría bien.
-sabes que tendría que ir hasta Port Angeles y que debo usar el auto.
De hecho no me molestaba cumplirle sus caprichos pero no quería dejarlo solo, se avecina una tormenta de nieve. Me senté frente a él mirando los regalos que le faltan envolver así que logré ver una mueca de decepción lo cual me causó gracia, hacia eso inconscientemente para que lograra hacer lo que él pedía. Suspiró largo rato y se inclinó para sacar una pequeña caja forrada también en papel periódico, pero con un listón dorado y la figura de un lobo en papel negro de debajo de la mesa.
-si vas por esa deliciosa comida puedo darte tu regalo de navidad ahora mismo.
La sonrisa que me regaló me hizo sonreír aun más si se podía, ¿este lobo tontito intenta usar la manipulación con un lector de mentes? Aún con la sonrisa en mi rostro me acerqué a él y giré la silla de ruedas hacia mi, con cuidado de no aplastar con las ruedas los regalos que se encontraban en el piso, de donde sacó el mío, me hinqué frente a él negando suavemente con la cabeza. Tomé con delicadeza la cadena que tenia al cuello, el anillo de mi madre colgaba de ella.
-siempre provocas que quiera hacer todo por ti - Lo besé como nunca lo había hecho, sus manos cálidas se aferraron a mi con fuerza - bien... Iré por tu capricho.
Le besé nuevamente y me alejé hacia la puerta, antes de salir escuché su voz diciendo:
-Te amo Edward.
A lo que respondí.
-Yo también te amo Jacob.
Me sentía tan feliz que me obligué a enterrar esa preocupación que sentí en cuanto escuché decir que me ama muy en el fondo de mi ser.