Cap. 8.- Planes.
15 de agosto:
Edward me dijo que la pelirroja esa planeaba algo y que tenía que ver con los chicos que salían en las noticias, todos esos chicos que ya no volverían a casa por dos razones, ahora eran neófitos o eran el almuerzo de estos.
Las cosas con Paul han ido empeorando, ya no me dirige la palabra, sé que lo herí, pero en el corazón no se manda y más si la persona a la que a prendiste a amar resultó ser tu imprimación, según mi padre ese es un lazo que no se puede romper con facilidad, que son contados los casos que se han dado en la manada donde te imprimas de quien quieres... Que esa unión hace milagros.
La manada se reúne hoy con el clan Cullen, Sam aceptó un pacto con ellos... Saben que ella viene por mí y que no se detendrá ahora que forma un ejército. Solo espero que todo salga bien, es preocupante saber que tus hermanos se reúnen con los enemigos declarados, pero más me preocupa que es la familia de Edward quien más involucrada esta en este asunto y que si ellos caen, nosotros también. Y no solo la manada, toda la comunidad será devastada porque no me podré ocultar de la ira de Victoria.
Por otro lado hoy también inicio una terapia, según el doctor Carlisle en los últimos análisis que me practicó se podía notar una mejoría en mi columna, que mi herencia ayudaba mucho en mi recuperación aunque sea progresivamente, que tal vez en unas semanas o meses podré ponerme de pie y aunque ya no será lo mismo me llena de ilusión saber que no todas las noticias son malas.
Sue se comprometió a llevarme, ya que Esme que me dijo que me llevaría pero la manada quería que todo el aquelarre estuviera completo. Por su parte Emmett nos prestó su auto, Rosalie me gruñó al saber que Sue lo conduciría, pero a palabras de su esposo "lo que sea por nuestro hermanito"; me reí tanto de la cara de disgustó que puso la rubia, pero desde que Edward les contó que estamos juntos me tratan como si fuera de la familia y a mi padre también, es más, él y Carlisle en ocasiones se juntan a platicar anécdotas de sus vidas o invitan a Charlie a jugar cartas. Eso nos demuestra que la vida nos puede ofrecer cambios inesperados y que los jóvenes debemos aprender de ello.
En Port Angeles la cotidianidad es tan calma con su bullicio estrepitoso ya que te acostumbradas a ella. Sue sabe esto y me invita a comer, uno de los lugares que más frecuentaba su esposo al ser conocedor de los maravillosos sándwiches que preparan en el lugar.
Hablamos de muchas cosas, me cuenta anécdotas de cuando mis padres eran jóvenes, en especial de mi mamá, ya que ellas eran amigas desde la infancia. Ambos reímos como si nada malo pasara, como si yo no fuera un monstruo que en cualquier arrebato puedo herir a alguien, como si la guerra no se acercara inminente.
Cuando volvemos a la reserva mi padre y Edward se encuentran en la sala, esperándome. Ninguno dice nada, solo me miran pacientes hasta que Sue se despide, no sin antes decirle a mí vampiro que su hermano puede recoger su automóvil cuando quiera.
-Hijo, tenemos que hablar- Billy es quien comienza, no sé qué es lo que sucede, así que acercó un poco más mi silla hacia la otra y coloco mi mano sobre su hombro dándole apoyo-han elaborado un plan para despistar al ejército que se avecina.
Miro a Edward queriendo desentrañar lo que han decidido, él me sostiene la mirada hasta que la desvía dando un suspiro para decirme:
-Jacob, ellos quieren que seas una carnada, quieren atraer a los neófitos con tu olor a una zona donde los esperaremos y acorralaremos
-es algo sencillo pero bien elaborado... Supongo que fue Jasper el de la idea.
-Jake, creo que no comprendes la magnitud del asunto
-lo comprendo bien Ed, sé que es una buena idea, además sé que no estaré solo, te conozco lo suficiente para saber que no te vas a separar de mí, y si a esa protección le incluimos un lobo todo irá bien.
Me separo de mi padre para tomar la mano de mi novio.
-Es la única alternativa que tenemos Edward, yo no puedo luchar lo admito y por lo tanto sé que tú lo harás. Esta vez no seré tan tonto como las últimas dos veces que me he enfrentado a ella... Esta vez pido ayuda.
-Jacob
Fue lo único que susurró para atrapar mis labios en un beso, hasta que el carraspeo de mi papá lo detuvo. Ambos nos veíamos abochornados pero la carcajada de Billy aligeró un poco el ambiente.