Ya había pasado un mes de la llegada del rubio a la casa Uchiha, un mes donde las cosas en vez de estar en paz y armonía era todo lo contrario. Durante todo este mes no había ni un día en el que tanto el rubio como el moreno dejaran de discutir.
Ambos estaban siendo consumidos por el estrés y la ansiedad dañando su relación. Por un lado el rubio se sentía temeroso de que su esposo llegara en algún momento y lo alejara del Uchiha, mientras este estaba preocupado por darle una mejor calidad de vida al ojiazul.
Aunque para ambos eran discusiones bobas y sin sentido para los demás que vivían en la casa las cosas se estaban saliendo de control, creían que en cualquier momento el rubio abandonara al menor y regresara con su esposo.
Para todos fue una sorpresa ver al mayor de los hermanos regresar a ese hogar un día después de la llegada del rubio, nadie sabia lo que en realidad estaba pasando.
Por mas que lo interrogaron este no dijo ni una sola palabra, según el había extrañado mucho su hogar y quería quedarse un tiempo con su familia.
Durante los primeros días los interrogatorios seguían pero al ver que este no decía nada dejaron de hacerlo y ahora todos vivían en una pequeña casa como toda una familia.
En todo este tiempo el rubio ayudaba en la tienda que manejaban los Uchiha siendo de mucha ayuda y aprendiendo a mantenerse por si mismo sin depender de nadie.
Por el momento había dejado su trabajo teniendo que explicarle todo a Kakashi por si alguna vez su esposo se acercaba por ese lugar preguntando por su paradero, aunque este no sabia exactamente donde trabajaba pero lo hacia capaz de todo.
Se había deprimido un poco por haber tenido que dejar el trabajo, tanto tiempo que le había costado encontrar algo que lo mantuviera ocupado pero ahora por culpa de su ''amado'' esposo había tenido que dejar su vida atrás y vivir como si fuera un delincuente.
Vivia bajo la presión de ser encontrado un día por alguna persona que lo delatara con el pelirrojo. Por eso había tenido que tomar medidas y esconder su cabello bajo una de las tantas gorras que usaba su pareja. Su cabello era demasiado llamativo para un lugar donde la mayoría de las personas tenían el cabello color negro.
Estaba atendiendo las mesas como todos los días cuando el sonido de la puerta lo atrajo, la llegada de un nuevo cliente hizo que este se diera la vuelta con su característica sonrisa para darle la bienvenida.
-Bienvenido- hablo este viendo a la persona que tenia enfrente pero al ver que esta solo sonreía hacia que se pusiera nervioso.-¿Mesa para uno?- pregunto esperando la respuesta de la otra persona quien solo asintió.
El rubio hizo una seña para que lo siguiera sentándolo en una mesa un poco apartada del lugar pero con una vista hermosa a la calle. Quería regresar al área de atrás esa persona que había llegado al lugar lo ponía nervioso...demasiado para su gusto.
-¿No me reconoces?- Hablo la otra persona cuando vio que el rubio se daba la vuelta para irse.
El ojiazul al escuchar la voz de la otra persona se dio la vuelta viendo detenidamente a la persona que segundos antes había atendido. La miro fijamente pero por mas que intentara recordarse no podía.
-Mi nombre es Sai...Sai Uchiha- se presento el moreno con su típica sonrisa fingida-Soy el amante de tu esposo- termino de decir para ver como el ojiazul se ponía blanco como un papel.
-Yo- trato de hablar Naruto pero no pudo, tener a uno de los tantos amantes de su esposo en ese lugar lo ponía nervioso y temía por su vida.
Quería huir de esa situación pero antes de que saliera corriendo del lugar sintió una mano en su muñeca.
-Suélteme- murmuro con miedo.
-No te voy a hacer daño- contesto la otra persona- Confía en mi Naruto...no soy el enemigo- dijo mirando fijamente al moreno que tenia delante suyo no viendo mentira en su mirada.-Quisiera hablar contigo-
-Estoy trabajando ahora mismo- dijo como excusa el no quería hablar con esa persona.
-La tía Mikoto no se enojara si hablas conmigo yo ya había hablado con ella y le dije que vendría hacia acá- termino de decir para señalar a la mujer que los miraba con una sonrisa desde el mostrador del lugar.
-¿Ria?- pregunto el ojiazul ya mas calmado.
-Soy primo de Itachi y Sasuke- contesto sentándose en la silla e invitando al rubio a sentarse en la que había delante suyo.
Este dudoso se sentó mirando a la mujer que los miraba desde el otro lado recibiendo un asentimiento por parte de esta.
-Es la primera vez que te veo en persona- comenzó a hablar el moreno sin rodeos- He escuchado mucho de ti -
-¿De Gaara?- pregunto con temor.
-No solo de el también he escuchado de ti por parte de Itachi y de tus padres-
-¿Mis padres?- eso si lo había tomado por sorpresa que el supiera sus padres no hablaban de el.
-Trabajo para ellos- contesto con simpleza- Soy uno de los trabajadores de confianza de Minato-sama y el encargado de las negociaciones con los Sabaku-
-Interesante- soltó el rubio con sarcasmo.
-También trabajo para Itachi-dijo con una sonrisa - No se si sabes la historia de los Uchiha- pregunto recibiendo un movimiento de cabeza de parte del rubio- ¿Sabias que los Namikaze y los Sabaku están relacionados con todo esto?- dijo con enojo mirando al rubio quien tenia los ojos lo mas abierto que podía-Yo solo soy un infiltrado para sacar a la luz todo lo que Madara Uchiha y sus socios hicieron-
-¿Porque me dices todo esto a mi?- pregunto con la cabeza baja, el sabia que sus padres eran ambiciosos pero no sabia que eran capaz de tanto para satisfacer sus necesidades. ¿Que gana el diciéndole todo eso?.
-Quiere que me ayudes-
-Yo no tengo contacto con mis padres ni tan siquiera se donde están y mucho menos con Gaara-
-De Gaara me encargo yo es lo que he estado haciendo todo este tiempo pero hay un lugar en el que no hemos podido tener acceso y quiero que tu nos ayudes con eso-
-!No!- grito este sabiendo a que lugar se refería-Yo jamas regresare a ese lugar- murmuro manteniéndose lo mas sereno posible.
-No tienes que regresar a tu hogar Naruto- dijo este tomando las manos del rubio quien levanto la mirada mirando al moreno que le sonreía comprensivo- De ese lugar me encargo yo, solo quiero que regreses a la Mansión Namikaze-
-¿Porque la mansión?- pregunto curioso, hacia años no iba a ese lugar.
-Gaara nunca me ha llevado a ese lugar; Minato y Madara han sido amigos por años y los papeles de todo lo que estos hicieron no están en la mansión Uchiha, el único lugar que nos queda es la mansión Namikaze y a aparte de tus padres nadie tiene el acceso a entrar tan fácilmente-
Luego de que Sai dijera todo esto el silencio reino el lugar, ninguno de los dos hablaba solo se veían fijamente.
-¿Sasuke sabe sobre esto?- pregunto el rubio después del enorme silencio.
-No- contesto haciendo que el rubio levantara una de sus cejas.
-Itachi nunca ha querido decirle nada a su hermano menor-
-¿Porque?-
-Itachi es un hombre frió, calculador y hasta temeroso o por lo menos eso es lo que quiere hacerle creer al mundo. Detrás de toda esa fachada esta un hombre con un gran corazón pero eso no le quita que sea una persona seria y calculadora pero este tiene una debilidad; Sasuke es la debilidad de Itachi-
-Itachi cree que dejando a un lado a Sasuke lo protege y no esta equivocado, este mundo no es seguro sabiendo que un día estas bien y al otro día puedes estar muerto- suspiro- siempre le he dicho que le confiese a Sasuke de las cosas que hace a su espalda pero este es terco como una mula, por eso se han llevado mal estos años; Sasuke cree que a Itachi no le importa su familia y que los ha abandonado pero es todo lo contrario Itachi los ha cuidado desde las sombras en especial a Sasuke-
-Lo haré- contesto el rubio rápido que el azabache había terminado de hablar- Si puedo hacer algo para ayudar lo haré sin importar que- Sonrió- Los Uchiha han echo por mi mas que lo que mi familia hubiera echo y les estoy completamente agradecidos de salvarme la vida-
-¿Estas seguro? No quiero que te sientas obligado-
-¿Solo tengo que ir a la Mansión Namikaze?- pregunto ignorando lo antes dicho por Sai.
-Tienes que buscar en el despacho de tu padre algún papel que los culpe de fraude-
-Hoy mismo iré- dijo el rubio esta vez sorprendiendo al moreno que no creyó que el rubio fuera tan pronto.
En ese mismo instante el celular del moreno sonó sorprendiéndose por el nombre que decía en la pantalla. Le enseño el nombre al rubio que tembló de solo leer el nombre de la pantalla ''Gaara'', contesto el celular solo contestando con monosílabos.
-Tengo que irme- hablo Sai para despedirse del rubio pero antes de irse le dijo algo bien importante al rubio- No le digas nada a Sasuke- dijo para irse de allí dejando al rubio solo en aquella mesa.