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Cuando dos almas se reencuentran por kurerublume

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Notas del capitulo:

Exacto, demasiadas preguntas internas y que se externan, Mizuki anda algo confundido. Espero les guste este capítulo, actualizaré el miércoles a esta hora, se les agradece algún review de sugerencia o felicitación. :) Este capítulo es un poquito más largo de lo normal

Y ahí se encontraban, Mizuki le dio un beso en la mejilla al rubio, posteriormente le susurró al oído:


-No me dejes Kusaka, no me dejes. Te estuve esperando todo este tiempo- enterrando su rostro en el pecho del mayor.


Aquellas palabras llegaron a lo más profundo de Kazuno,  un escalofrío recorrió todo su cuerpo. Tomó de los hombros al azabache y le miró a los ojos, parecían distantes. Segundos después, el brillo volvió a aquellos ojos grises, como si hubiera vuelto en sí. ¿Qué había pasado?


-Kazuno, ¿qué?, ¿cómo llegué aquí?


-Sólo, me jalaste del cuello y dijiste… no importa, ¿estás bien?


-S-SÍ, sí, tengo que irme, ya que seguramente te irás con Sophie, nos vemos mañana – le brindó una sonrisa a su amigo para darle la espalda listo para irse de ese lugar


-¡Espera! Hoy no iré con ella, y si gustas…puedo acompañarte a tu casa, sólo como precaución. Y, si me lo permites claro- agachó la cabeza esperando una negativa.


-¿No se molestaría? No quiero causar problemas entre ustedes


-Por supuesto que no Mizuki, ni aunque quisieras- comenzaron a reír y en unos minutos ya se encontraban de camino hacia la casa del azabache. Un recuerdo atravesó la mente de este, quien cedió ante la duda


-Kazuno… ¿por qué…no me habías mencionado que, vives del lado contrario? Quiero decir, nunca me dijiste que…y todos esos días me acompañaste a mi casa y yo sin saber nada al respecto de…


-No te lo dije, por dos cosas: nunca preguntaste y nunca me molestó acompañarte, al contrario, me gustaba. Lo hacía porque quería, sólo eso.


-En ese caso, ¿podríamos ir un día de estos a tu casa?- cuestionó algo ruborizado el ojigris, las palabras salieron por sí solas, casi por desesperación. ¿Qué pretendía con esto? Ni él tenía la certeza, ni la respuesta a esa pregunta.


-C-Claro, cuando gustes- aquella pregunta logró tomarlo desprevenido por unos segundos, algo en Mizuki estaba cambiando, se mostraba más…dispuesto. Sin mencionar que hacía unos momentos le había llamado por otro nombre, que, extrañamente le resultó muy familiar. Como si en serio él se llamase así.


Por fin el trayecto llegó a su fin, el azabache tomó en sus manos la llave de su casa, no sabía si invitar a pasar al rubio o no, recordó lo que había acontecido la última vez que estuvo ahí. Pero, si lo dejaba entrar… ¿habría alguna posibilidad de que volviese a pasar? Se mordió levemente los labios al pensar en ello. Lo deseaba, deseaba que la respuesta fuera “sí, sí hay posibilidad”. Justo cuando iba a hablar, se vio interrumpido.


-Bueno Mizuki, hasta aquí llego yo, está anocheciendo y bueno, odiaría llegar más tarde a mi casa así que con permiso, nos vemos mañana- le dedicó una cálida sonrisa a su amigo


-¿Seguro? Digo, no me molestaría que te quedaras…a dormir, sólo por seguridad- esto último lo dijo con un tono juguetón, pues era justo lo que el otro le había dicho para acompañarlo hasta ahí- ¿Te gustaría? Y mañana hay examen, y aun no entiendo muy bien el inglés…podrías ayudarme, ¿puedes? Sé que te pido mucho


-Mmmm… Ya que lo pones así, la verdad no es molestia Mizuki, estar contigo es de los placeres más grandes que cualquier persona podría tener. Así que… sólo accederé si me invitas a pasar formalmente


-¿ehhh? Ni que fueras un vampiro o algo parecido, venga… ya, ya te lo dije


-Este vampiro no ha sentido que sea lo que el término “formal” refiere- disfrutó la mirada de vergüenza que el azabache le ofreció, dejando ver un tono carmesí en sus mejillas y tomando aire para decir…


-Por favor, Kazuno. Pasa esta noche conmigo, en mi casa, eres bienvenido… ¿así está bien?


-Superó todas mis expectativas. Sólo por eso te ayudaré a perfeccionar tu inglés, después de todo estamos en un país europeo…mi querido amigo extranjero, será un placer sucumbir a tus deseos


-Bien. Es suficiente de este juego, sólo sigamos hablando como siempre y ya entra de una vez- abrió la puerta y con su mano hizo una seña para que el ojimiel entrara a su morada. Este, al entrar, despeinó un poco a Mizuki, divertido por tanta tontería que habían dicho. Feliz por poder estar con él más tiempo, orgulloso porque fue el azabache quien le ofreció aquella propuesta. Nada podía ser más gratificante que estar al lado de tan reconfortante compañía.


Todo transcurrió sin problema alguno, pudieron conversar como hacía tanto no lo habían hecho. Las risas y sonrisas que se dedicaban compensaron todo el tiempo que habían estado evitándose. Cuando vieron que pasaba de las doce, optaron por irse a la cama…así es, cama. Se quedaron estáticos por un momento al entrar a la habitación de este, Kazuno pidió permiso para entrar del todo


-¿Sabes? Puedo dormir en el sofá, la verdad es que se ve bastante cómodo


-Ni hablar, eres mi invitado. Escucha, dormirás aquí ¿vale? No me espetes nada. Sólo tomaré unas cobijas del armario y podrás cambiarte.


-¿Así que no puedo llevarte la contraria?-Cuestionó fascinado el rubio, quería molestar un poco a su querido amigo


-Bueno, pues la verdad es que no. Hoy no Kazuno- tal vez era la imaginación o las hormonas de este último, pero… aquellas palabras le habían parecido bastante seductoras. Le ayudó a bajar las cobijas al ojigris y se despidieron. El rubio cerró la puerta para poder cambiarse, en eso, la puerta se abrió abruptamente, mostrando el rostro de Mizuki, completamente ruborizado.


-¡L-Lo siento!- volvió a cerrar la puerta- sólo quería decirte que si mañana deseabas tomar un baño, la llave del agua caliente es la de la derecha- dicho esto, se escucharon los pasos nerviosos del menor alejarse del cuarto. No podía creerlo, había logrado observar el torso del rubio, y era…demasiado perfecto y adictivo para la vista, sólo unos segundos bastaron para que al tirarse en el sofá, fuera lo último en lo que pensó antes de dormir, su rostro aún denotaba cierto rubor.


Esa noche, los fragmentos del sueño de ambos se volvieron uno nuevamente, pero en esta ocasión, de la primera vez que se conocieron…

Notas finales:

Espero les haya gustado, actualizaré el miércoles. Les deseo una hermosa noche, tengan dulces sueños como los de Mizuki y Kazuno jaja gracias por leer


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